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Desde el año 2008, el país cuenta con un nuevo texto constitucional que incorpora
innovaciones para la contratación pública y su gestión en las políticas públicas. Un
cambio sustancial que acompaña este mandato es la Ley Orgánica del Sistema Nacional de
Contratación Pública, que dispone la centralización de las compras en un sistema
nacional. Art. 288 Constitución de la República del Ecuador. Las compras públicas
cumplirán con criterios de eficiencia, transparencia, calidad, responsabilidad ambiental
y social. Se priorizarán los productos y servicios nacionales, en particular los
provenientes de la economía popular y solidaria, y de las micro, pequeñas y medianas
unidades productivas. Cabe señalar, que la CRE posiciona a la planificación y a las
políticas públicas como mecanismos para la consecución de los objetivos de lo que
denomina el Buen Vivir (sumak kawsay) y la garantía de derechos. El Estado, a través
del Gobierno Nacional, asume como prioridad la erradicación de la pobreza, la
promoción del desarrollo sostenible y la re-distribución equitativa de los recursos y la
riqueza como condiciones fundamentales para alcanzar el Buen Vivir. El Artículo 280
de la carta magna determina que el “Plan Nacional para el Buen Vivir”, es el
instrumento en el que se sujetan las políticas, programas y proyectos públicos, la
Asamblea Nacional, le corresponde expedir, codificar, reformar y derogar las leyes, e
interpretadas con carácter generalmente obligatorio. En materia de contratación pública,
la Ley que rige la temática tiene calidad de Ley Orgánica, ésta podrá modificarse a
través del procedimiento legislativo correspondiente en la Asamblea Nacional.
Conforme lo prescribe el artículo 134 de la Constitución de la República del Ecuador, la
iniciativa para presentar proyectos de ley corresponde. La nueva Matriz Productiva
incluye un desarrollo industrial dinámico, flexible, vinculado a las necesidades locales y
a las potencialidades derivadas de los bioconocimientos y de las innovaciones
científicas y tecnológicas. El Plan Nacional del Buen Vivir ha incorporado l metas:
Impulsar actividades económicas que permitan generar y conservar trabajos dignos, y
contribuir a la consecución del pleno empleo priorizando a los grupos históricamente
excluidos. Los instrumentos con los que cuenta el Estado para esta transformación son,
principalmente, los recursos públicos y la regulación económica. El Estado debe
orientar los recursos públicos y privados de forma sostenible para generar crecimiento
económico y logros en empleo, reducción de pobreza, equidad e inclusión económica.
Las compras públicas y la forma en que se llevan a cabo, pueden tener múltiples
implicancias económicas, sociales y ambientales. Las adquisiciones gubernamentales
pueden ser utilizadas como herramienta de política para promover diversos objetivos en
materia económica (estimulando determinados tipos de empresas y sectores
considerados estratégicos, así como el desarrollo de economías regionales y locales),
ambiental (facilitando procesos productivos consistentes con la sostenibilidad
ambiental) y social. Son disposiciones constitucionales relacionados con CPS las
estrictas normas de bioseguridad para el uso y desarrollo de la biotecnología, uso y
comercialización, recursos naturales de producción, consumo y uso de los recursos
naturales y la energía, preservarán y recuperarán los ciclos naturales, naturaleza y
ambiente actores de los procesos productivos asumen responsabilidad directa de
prevenir el impacto ambiental y adoptar sistema de control ambiental permanente,
recursos no renovables. Las Compras públicas Criterios de eficiencia, transparencia,
calidad, responsabilidad ambiental y social, Política comercial Promoverá exportaciones
ambientalmente responsables. Desincentivará importaciones que afecten a la naturaleza.
Impulsará comercio sustentable.
Cabe indicar que, una contratación sostenible no tiene sentido utilizar el precio más bajo
como el único criterio de adjudicación y sí la “mejor calidad/precio”, puesto que lo que
se pretende es avanzar hacia la sostenibilidad distinguiendo y fomentando a aquellos
servicios o productos que conllevan unos beneficios sociales y ambientales, así́ como
económicos más allá́ del corto plazo, lo que finalmente redundará en mejores
publicaciones, ahorro y un mejor empleo de los fondos públicos.