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QUINTA PARTE – CONTINGENCIA DESEMPLEO

SEGURO CESANTÍA

El Seguro de Cesantía es un instrumento de Seguridad Social creado por la Ley 19.728,


vigente desde el 1 de octubre de 2002, y perfeccionado por la Ley N° 20.328, vigente desde
el 1 de mayo de 2009, cuyo objetivo es proteger a los trabajadores cuando se encuentren
cesantes

Durante abril del años 2015 se promulgó la Ley 20.829, la cual introduce cambios y reforma
profundamente este Fondo, en especial en lo pertinente a su pago, permitiendo tener tasas
de retiro para los asegurados las cuales sean más coincidentes con el Subsidio de cesantía
solidario durante los primeros meses desde que se produzca el desempleo.

Cobertura:
Están cubiertos automáticamente por el seguro los trabajadores dependientes del sector
privado, cuya relación laboral se rija por el Código del Trabajo, que inician o reinician su
actividad laboral a contar de octubre de 2002. La incorporación es voluntaria para los
trabajadores que eran y son dependientes de un mismo empleador, con anterioridad a la
fecha señalada.

Están excluidos los trabajadores del sector público, FFAA y de Orden, trabajadoras de casa
particular y los independientes. En general, se excluyen a todos aquellos que se rigen por
un estatuto diferente al del Código del Trabajo (Artículo 163 inciso 4° del C. del Trabajo).

La incorporación al seguro de cesantía no se opone al acceso a indemnizaciones laborales


(legales y/o contractuales), por término de contrato, sin perjuicio del derecho de
imputación a tal prestación de lo cotizado por el empleador.

Prestación Asegurada:

La prestación asegurada consiste en una renta sustitutiva, pagada con cargo a la Cuenta
Individual de Cesantía del afiliado (CIC) o del Fondo de Cesantía Solidario (FCS). En este
último caso, cuando no existía saldo suficiente en la cuenta individual y se cumplen por el
cesante los demás requisitos legales (Artículo 12 y siguientes Ley 19.728).

La renta sustitutiva indicada se puede percibir hasta por cinco meses, según los años de
cotizaciones.
Los giros de la CIC son de monto decreciente.

Para efectuar giros de la cuenta individual, el trabajador tiene que estar cesante, es decir,
el contrato de trabajo debe haber concluido por cualquiera causal de término de la relación

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laboral. Se trata en relación con los giros de la CIC, de una prestación a todo evento.
Asimismo, para efectuar los giros, el beneficiario debe contar con un mínimo de doce meses
de cotizaciones.

Como se trata de una cuenta individual de la cual el afiliado es su titular, si mantiene saldo
en ella podrá recurrir a él ante eventuales nuevas situaciones de cesantía. En caso que el
trabajador se pensione puede disponer de lo que tenga en la cuenta, efectuando un solo
giro o incorporarlo a su fondo de pensiones. De producirse el fallecimiento el saldo
corresponde a los beneficiarios o herederos, atendido el carácter de recursos personales
del trabajador afiliado (Si el trabajador no designa beneficiarios el saldo corresponde a sus
familiares).

Existe un tratamiento especial en relación con la situación de los trabajadores con contrato
a plazo, por obra, servicio o faena (contratos de corta duración), en estos casos el afiliado
puede girar de una vez el saldo acumulado en la cuenta individual, acreditando seis meses
de cotizaciones y el término del contrato.

Por su parte, con cargo al Fondo Solidario de Cesantía (FCS) (Artículo 23 y siguientes Ley
19.728), se asegura una renta sustitutiva al trabajador afiliado, que pierde su empleo por
una causal que no le sea imputable (por consiguiente, y a diferencia de los giros que se
efectúan contra la CIC, esta no es una prestación a todo evento), se encuentre cesante,
busque empleo, cuente con cotizaciones (12 meses) y haya agotado el saldo de su CIC. El
Fondo Solidario financia prestaciones mínimas que se establecen de cuantía decreciente,
según el número de mensualidades que se conceden.

El beneficiario de prestaciones de cargo del FCS, también tiene derecho a asignaciones


familiares en las condiciones que tenía al momento de perder el empleo. También tiene
asegurada las prestaciones de salud de orden médico.

Financiamiento:

En cuanto al financiamiento (Artículo 5 y siguientes, Ley 19.728) del seguro, hay que indicar
que éste es de carácter bipartito; cotizan el trabajador y el empleador en lo que se refiere
a la constitución de la CIC. Respecto del FCS éste se conforma con las cotizaciones del
empleador por cada uno de sus dependientes afiliados, más un aporte del fisco.

El trabajador afiliado debe cotizar un 0,6% de la remuneración imponible, cuantía que se


destina para su cuenta individual de cesantía, CIC. El empleador, en tanto, aporta un 1,6%
a la CIC y un 0,8% al FCS, calculados estos porcentajes, en relación con las remuneraciones
de sus trabajadores afiliados.

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La base de cálculo de las cotizaciones para este seguro, tanto del trabajador como del
empleador, está constituida por la remuneración imponible con un tope de 113,5 UF. Se
diferencia esta cuantía máxima de la remuneración que sirve de base al cálculo de las
cotizaciones, de la que se usa para efectos de cotizaciones para salud, pensiones y riesgos
del trabajo, que como explicó en su oportunidad es de 75,7 UF (Artículo 6, Ley 19.728).

El empleador es el agente retenedor de las cotizaciones al igual que en el resto de sistema


de seguridad social, él debe declararlas y enterarlas en la entidad previsional respectiva, en
este caso la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC).

Corresponde agregar que al seguro y respecto de la CIC, el trabajador y el empleador


cotizan hasta por 11 años (Artículo 9, ley 19.728).

En el caso de los trabajadores con contratos a plazo fijo, por obra, servicio o faena
determinada, la ley establece que existe sólo una cotización que es de cargo del empleador,
la cual se destina a la Cuenta Individual de Cesantía, y equivalente a un 3% de la
remuneración imponible. El trabajador no efectúa aporte alguno (Artículo 21, ley 19.728).

En cuanto a los aportes del Estado al Fondo de Cesantía Solidario, estos corresponden a
225.792 UTM anuales, como máximo, ellos se enteran duodécimos.

Administración de seguro:

La Administración de seguro (Artículo 30 y siguientes, Ley 19.728) corresponde a un único


ente, el cual se crea con el objeto exclusivo de administrar este seguro, y se constituye como
sociedad anónima de duración indefinida y que se adjudica la gestión en licitación pública,
por un período de 10 años máximo, conforme con las bases que fija al respecto el Ministerio
del Trabajo y Previsión Social en conjunto con el Ministerio de Hacienda, a través de un
decreto supremo.

La gestión encargada de la forma indicada a una entidad privada, en este caso, la


Administradora de Fondo de Cesantía, comprende: recaudar las cotizaciones de
trabajadores y empleadores y el aporte estatal, abonarlos al FCS o a la CIC, según el caso,
de invertir los recursos y pagar los beneficios, verificando el cumplimiento de los requisitos.

La AFC tiene como retribución por la gestión del seguro en los aspectos indicados, una
comisión que es de cargo de los aportantes, y que se deduce de las cotizaciones y aportes
o de los fondos.

La inversión de los recursos del seguro gestionados por la AFC, se efectúa en los mismos
instrumentos financieros de renta fija que se autorizan para las AFP.

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El control y supervigilancia del seguro de cesantía, están entregados a la Superintendencia
de Pensiones. Por su parte a la Dirección del Trabajo compete la fiscalización del

cumplimiento de las obligaciones de cotizar.

La Ley contempla para el seguro de un mecanismo de participación social: la Comisión de


Usuarios (Artículo 55 y siguientes, Ley 19.728), la que está integrada por tres
representantes de los empleadores, tres de los trabajadores y presidida por un académico
universitario.

La Comisión de Usuarios conoce de los criterios empleados por la AFC para administrar las
cotizaciones, los procedimientos para asegurar el pago de las prestaciones y los
mecanismos de información a los afiliados. Anualmente debe emitir un informe sobre los
resultados y conclusiones de sus observaciones de la gestión del seguro.

Pago del Seguro:

Hasta antes de la reforma realizada en el presente año las tasas eran mucho menores a las
que se pretendía pagar por el fondo solidario de cesantía en cuanto a su pago mensual,
llegando en el primer mes a recibir un 50% del último sueldo, en el segundo mes equivalía
a 45% y en el tercer mes solo a un 40%.
Actualmente estas cifras se han homologado al seguro de cesantía solidario, dando un
equivalente al 70% total de un del salario para el primer mes, 55% de este para el segundo
mes y 45% para el tercer mes luego de concretada la cesación del contrato de trabajo.

El trabajador cesante tiene derecho a realizar tantos giros mensuales de su Cuenta


Individual como el saldo lo permita. El monto a girar será un porcentaje de sus
remuneraciones en cierto período, que varía según mi tipo de contrato.

Tabla de Giros
El primer giro corresponderá al 70% del promedio de las últimas remuneraciones anteriores
al despido. En los meses posteriores este porcentaje irá descendiendo hasta agotar el saldo
de la Cuenta Individual.

Meses Promedio remuneración


Primero 70%

4
Segundo 55%
Tercero 45%
Cuarto 40%
Quinto 35%
Sexto 30%
Séptimo o superior 30%

Se puede cobrar el Seguro de Cesantía independiente de la causal de término de contrato.

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