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Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía


Carrera de Medicina Veterinaria
Asignatura: Clínica de Animales menores

CLÍNICA DE ANIMALES MAYORES


Carbunco sintomático

Nombre del alumno: Marilyn Aravena Vásquez


Docente a cargo: Gonzalo Iñiguez
Fecha: 07/10/2019

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INDICE Página

1. Introducción 3
2. Etiología 4
2.1. Tabla N° 1. Toxinas producidas por clostridium 4
3. Epidemiología 5
4. Patogenia 5
5. Signos clínicos 5
6. Diagnósticos diferenciales 6
7. Método diagnóstico 6
8. Tratamiento 7
9. Profilaxis 7
9.1. Vacunas contra Clostridium en Chile 7
10. Análisis crítico 9
11. Conclusiones 10
12. Bibliografía 11

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1. Introducción
El carbunco sintomático o pierna negra es una enfermedad de presentación mundial y que
lleva a la muerte del animal por intoxicación sistémica en menos de una semana (entre 12
y 36 horas, Ortiz et al). (Calle, 2007). Es una enfermedad infecciosa producida por
Clostridium chauvoei, que afecta principalmente a bovinos causando depresión, fiebre,
claudicación aguda, tumefacción edematosa y crepitación en la zona afectada o muerte
súbita (Cattaneo y Bermúdez, 2007). Esta patología también es llamada pierna negra,
morriña negra, gangrena enfisematosa o la mancha (Calle, 2007).

Los Clostridium son bacterias anaeróbicas lo que significa que necesitan de ciertos
requerimientos de baja tensión de oxígeno para poder desencadenar su acción patógena
(Biberstein y Hirsh 1999). Estos agentes afectan de manera importante a la población
rumiante del país (Court, 2013).

En Chile la hemoglobinuria producida por Clostridium haemolyticum y el carbunco


sintomático por Clostridium chauvoei son enfermedades de alta prevalencia en bovinos y
no existen alternativas de tratamiento efectivo, siendo de gran importancia su control y
prevención mediante la correcta vacunación (Paredes, 2014).

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2. Etiología
Los Clostridios afectan principalmente a bovinos, ovinos y caprinos. Existen cerca de 80
especies de Clostridium, sin embargo, sólo 10 tienen importancia veterinaria (Biberstein y
Hirsh, 1999). se clasifican en cuatro categorías las cuales son:
- Clostridios Neurotóxicos: C. tetani y C. botulinum afectan la función del tejido
muscular sin inducir daño visible.
- Clostridios Histo-tóxicos: C. chauvoei, C. septicum, C. novyi tipo A, C.
perfringens tipo A, C. sordelii, C. haemolyticum, C. novyi tipo B. Estos producen
lesiones localizadas en músculos e hígado llevando a toxemia.
- Clostridios Entero-tóxicos: C. perfringens tipo A, B, C, D y E. Los cuales
producen lesiones en tracto gastrointestinal produciendo entero-toxemias, con
excepción del tipo D, que afecta al sistema nervioso central.
- Clostridios asociados con enfermedades esporádicas que afectan a diversos
animales. C. colinum, C. diffcicile, C. piliforme, C. spiroforme (Quinn, 2002).

Clostridium chauvoei es una bacteria Gram (+), anaerobio estricto, móvil, de 3-8 x 0.5
micras, no capsulado, formador de esporas cuando el medio no le es favorable para
reproducirse. Produce 4 tipos de toxinas las que son de tipo alfa, beta, gamma y delta,
siendo la alfa la de mayor poder patógeno, de estas 4 toxinas la más letal es la alfa y de
ahí radica su poder patógeno. Esta bacteria resiste a los desinfectantes tipo amonio
cuaternario, pero no es resistente a la formalina ni el hipoclorito de sodio, es por eso que
la vacuna para la pierna negra se hace en base a formol (Calle, 2007). el agente por sí
mismo no es el causante de los daños ni de la muerte del animal, sino que son sus
diferentes tipos de toxinas las responsables de los síntomas clínicos, los cambios
anatomo-patológicos observables a la necropsia, cambios bioquímicos detectados en
fluidos corporales y finalmente la muerte del animal (Cattaneo y Bermúdez, 2007).
Las esporas son muy resistentes a cambios ambientales y a los desinfectantes y pueden
persistir en el suelo durante muchos años (Otto et al, 2002). Incluso pueden permanecer
vivas durante años en las pasturas, viéndose rebrotes de la enfermedad en terrenos
donde la tierra fue removida recientemente (Cesar, 2010).
2.1. Tabla N°1. Toxinas producidas por Clostridium (Calle, 2007).

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3. Epidemiología
Cuando se produce la enfermedad (carbunco sintomático) es normal que se vean
afectados varios animales a la vez en pocos días y en áreas específicas donde hubo
inundaciones. La mortalidad producida por Clostridium chauvoei se aproxima al 100%
(Otto, 2002).
En los bovinos afecta a animales jóvenes de entre 6 meses y 2 años de edad. Es una
infección transmitida por el suelo y por lo general es adquirida a partir de la ingestión de
alimentos contaminados o por dientes en erupción. El suelo se contamina a partir de
materia fecal infectada o por la descomposición de animales muertos a causa de esta
enfermedad. Se ven afectados con mayor frecuencia los animales que están sometidos a
un régimen intensivo de alimentación (Cattaneo y Bermúdez, 2007).

4. Patogenia
En el carbunco sintomático se desconoce el estímulo que causa un crecimiento de las
esporas. La toxina formada por el Clostridium chauvoei produce una miositis necrosante
grave en músculo esquelético y una toxemia sistémica. En bovinos y ovinos se presentan
brotes de muerte súbita y la lesión es una miositis cardiaca (Otto et al, 2002).
- Ingestión de esporas
- Llegada de esporas al torrente sanguíneo (por ingestión o por heridas)
- Diseminación de esporas a tejidos y órganos
- Desarrollo de la bacteria en ambiente propicio para ella
- Producción de toxinas y enzimas que provocan una reacción tisular (inflamación
del musculo, edemas gaseosos, hemorragias, necrosis, fiebre, septicemia y
muerte del animal (Cattaneo y Bermúdez, 2007).

5. Signos clínicos
Inicialmente existe un cuadro febril (42°), anorexia, depresión y cojera. Se aprecian
lesiones hemorrágicas y crepitantes en tejido muscular y muerte súbita (Songer, 2010).
En los bovinos se presenta estasis del rumen y de 100 - 120 pulsaciones \ minuto (Calle,
2007).
A menudo la única observación a nivel de campo es encontrar los animales muertos y sin
una sintomatología previa. Pocas veces se pueden ver animales deprimidos, con
claudicaciones o con alguna hinchazón en grandes masas musculares, las cuales al
presionarse se siente que contiene gas. La muerte se produce generalmente en un
período de 12 a 36 horas. lo más común es encontrar los animales muertos e hinchados
con una apariencia similar a los animales muertos por meteorismo, con miembros hacia
arriba y la salida de contenido espumoso sanguinolento por ano, boca y ollares. La
putrefacción se produce de manera muy rápida luego de la muerte (Deborah Cesar,
2010).

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- Lesiones macroscópicas: Edema y hemorragia con claro signo de necrosis en


zona periférica de la musculatura con un olor similar a mantequilla rancia, producto
del ácido butírico generado por las bacterias (Songer2010). Esto se aprecia en
situaciones de necrosis severa donde además se puede observar un fluido
negruzco con presencia de burbujas. En ocasiones se evidencia la piel descolorida
en la zona afectada y presencia de edema subcutáneo alrededor de los ojos, nariz
y zona sub-mandibular (Kataria, 2009).
- Lesiones microscópicas: Al examinar el líquido de edema y el tejido muscular se
encuentran abundantes bacterias Gram positivas en forma de bastón (Kataria,
2009). Por otra parte, en casos de Carbunco sintomático que afectan al músculo
cardiaco.
Snider y Stern en el año 2011 reportan vasos sanguíneos con trombos de fibrina,
presencia de neutrófilos peri-vasculares, focos de fluido intersticial hemorrágico.

6. Diagnósticos diferenciales
Varios autores establecen los siguientes diagnósticos diferenciales para la
enfermedad producida por Clostridium chauvoei (Otto et al, 2002), (Cattaneo y
Bermúdez, 2007).

- Ántrax (Carbunco bacteridiano)


- Meteorismo
- Pasteurelosis
- Hemoglobinuria bacilar
- Edema maligno (Clostridium septicum)
- Tetania de los pastos

7. Método Diagnóstico

- Diagnóstico presuntivo: Se puede realizar basándose en los signos clínicos y en


los hallazgos de necropsia. Sin embargo, con frecuencia se hace dudoso al no
encontrarse lesiones típicas (Morales, 2010).
- Aislamiento y observación directa en improntas, Reacción en cadena de la
polimerasa e inmunofluorescencia: El determinar la presencia del agente en las
lesiones, ya sea por aislamiento in vitro en condiciones adecuadas, o por
observación directa en improntas, no es una buena alternativa porque el proceso
de descomposición o putrefacción del cadáver es muy acelerado y se debe a la
invasión y/o proliferación de los agentes que habitan normalmente el intestino y los
tejidos de los animales cuando están vivos. Por lo tanto, esta técnica es
recomendada cuando el animal acaba de morir (Morales, 2010).
Según Uzal y col (2010) la positividad en la técnica de inmunofluorescencia de
anticuerpos cumple con el objetivo de determinar la causa de la enfermedad
cuando no tenemos cortes de tejido fresco.
- Determinación de toxinas específicas en tejidos y sangre: Es un método
certero, pero con altos costos, porque se tiene que contar con antisueros
específicos para realizar pruebas de ELISA y/o electroforesis (Morales, 2010).

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La muestra para un examen bacteriológico debe ser de un corte de músculo y


recolectado en un recipiente hermético, realizando cuatro frotis secados al aire de la
superficie de una lesión recién cortada (muestra fresca). Para histopatología se
requiere de muestras de una lesión sospechosa de corazón pulmón o pleura fijadas en
formaldehído (Otto, 2002). Las muestras deben ser recolectadas en condiciones
asépticas y de manera rápida después de la muerte del animal (Ortiz et al, 2019).

8. Tratamiento
Los animales afectados pueden tratarse con penicilina (40.000 unidades/Kg.) si las
lesiones están muy avanzadas los resultados no son buenos.
En caso de presentarse un foco de enfermedad los animales deben ser vacunados
inmediatamente y revacunados a los 15-21 días, administrando simultáneamente por vía
endo-venosa penicilinas (Sódica y benzatínica), utilizando las de corta duración en Commented [A1]: La penicilina no se coloca endovenosa
primera instancia para luego seguir con la penicilina de larga duración (Cattaneo y
Bermúdez, 2007). Aparte de las penicilinas no existen Alternativas de tratamiento efectivo Commented [A2]: Si existe, el metronidazol
(Paredes, 2014).
9. Profilaxis
Paredes (2014) indica que al no existir un tratamiento efectivo contra el carbunco
sintomático la vacunación debe ser utilizada para su control y prevención a pesar de que
las vacunas tengan un corto periodo de Protección (aproximadamente 4 Meses) por lo
tanto se recomienda realizar revacunaciones frecuentes.
9.1. Vacunas contra Clostridium Chauvoei disponibles en Chile (SAG, 2019).
Nombre comercial Nombre genérico Laboratorio Principio activo
Covexin 8 Vacuna inactivada Intervet chile Ltda. C. perfringens tipo C - toxoide beta
clostridiosis, C. perfringens tipo D - toxoide épsilon
enterotoxemia. C. chauvoei
C. haemolyticum
C. novyi
C. tetani
C. septicum
Clostribac 9p Vacuna inactivada zoetis inc. C perfringens tipo C toxoide beta
clostridiosis, C. perfringens tipo D toxoide épsilon
enterotoxemia, C. novyi B toxoide alfa
Pasteurelosis C. chauvoei
C. haemolyticum
C. sordelii.
Pasteurella haemolytica cepa NL-1009
C. septicum
Coglavax vacuna inactivada Ceva phylaxia veterinary C. perfringens tipo a toxoide alfa
clostridiosis, biologicals Company Ltd. C. perfringens tipo c toxoide beta
enterotoxemia C. perfringens tipo d toxoide épsilon
C. novyi b toxoide alfa
C. chauvoei
C. tetani
C. septicum
Clostribac 8 Gold Vacuna Bacterina toxoide Zoetis Inc. C. chauvoei cepa F
Clostridium chauvoei, C. septicum cepa A

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septicum, novyi, sordelii, C. novyi cepa 8296


haemolyticum, perfringens C. sordelii cepa 5918
tipos c y d C. haemolyticum cepa IRP 135
C. perfringens tipo C toxoide beta cepa PC8
C. perfringens tipo D toxoide épsilon cepa
317
Mixti-vac Bacterina toxoide Veterquímica, S.A C. haemolyticum cepa VQ-CH-001
Clostridium haemolyticum, C. chauvoei cepa VQ-CCHA-001
Clostridium chauvoei C. chauvoei cepa VQ-CCHA-001
Bovilis vision 8 Vacuna inactivada Intervet Chile Ltda. C chauvoei cepa 5677-2
clostridiosis, C septicum, cepa 6750-2
enterotoxemia C haemolyticum, cepa 5982
C. novyi tipo b, cepa 3047
C sordelii, cepa 4513
C. perfringens tipo C, cepa CWC 3602
C. perfringens tipo D cepa 455E

Cogavax y Bovilis vision 8 no tienen periodo de resguardo, Mixtivac tiene 5 dias de


resguardo y el resto de las vacunas mas utilizadas tienen un periodo de resguardo de 21
días (SAG, 2019).
SAG (2012). Sugiere las siguientes vacunas:
- Clostribac 8: Se utiliza en animales sanos y en animales que reciben la primera
dosis se recomienda un booster (refuerzo) a los 21 días posteriores. Revacunar
dos veces al año.
- Covexin 8: Para bovinos sanos. Luego de la primera dosis se debe vacunar cada
seis semanas y un booster anual o proximo a periodos extremos o cercanos al
parto. Vaquillas vacunadas de menos de tres meses de edad deben ser
revacunadas al destete o a los cuatro a seis meses de edad.
- Clostribac 9P: Los animales sanos deben recibir dos dosis con un intervalo de
cuatro a seis semanas. Se recomienda revacunar dos veces al año.
- Coglavax: Se usa como una ayuda en el desarrollo de inmunidad activa contra
infecciones por Clostridium. En bovinos con un peso inferior a 100 Kg provenientes
de madres no vacunadas. Dar primera dosis a los dos meses de vida y seis
semanas después de esta inyección se debe administrar la segunda dosis. En
bovinos adultos se puede vacunar en cualquier momento con una revacunación a
las seis semanas posterior a la primera aplicación. En vacas preñadas dar al
comienzo del sexto mes de gestación y repetir seis semanas después. La
revacunación es cada seis meses en todos los casos (Arancibia, 2012).

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10. Análisis Crítico


Clostridium Chauvoei por sí mismo no causa los daños ni la muerte del animal, sino que
son sus diferentes toxinas las responsables de los síntomas clínicos, las lesiones
observadas y finalmente la muerte del animal. Al ser bacterias anaeróbicas necesitan un
factor desencadenante que produzca las condiciones adecuadas de baja tensión de
oxígeno en los tejidos, para que estas se puedan activar y reproducir en cantidad
suficiente para lograr provocar la enfermedad.
La aparición de animales muertos en el campo es la manera clásica de presentación, por
lo que el enfoque sanitario de estas enfermedades debe apuntar siempre a su prevención,
aunque existe una escasa difusión de información sobre las enfermedades clostridiales y
esto es reflejado en varios estudios en donde se obtuvo muy escasa información referente
al uso de vacunas en los animales diagnosticados con enfermedades clostridiales
considerando que es el principal método de prevención de la enfermedad junto con los
manejos en el predio ( evitar mangas o lugares que puedan dañar al animal en forma
corto punzante, asepsia en técnicas de descorne, castración, parto o cualquier técnica
que se tenga acceso al torrente sanguíneo y que permita el ingreso de la bacteria al
organismo del animal).
Como ratifica algunos estudios los agricultores utilizan la recolección de muestras de
estiércol, suelo y ensilaje para determinar el número de esporas existentes en el predio.
Como método diagnóstico se utiliza un cultivo estándar seguido de detección por PCR, de
esta forma se permite diseñar programas de vacunación específicos para cada rebaño
(Bagge, 2009). Este método es contraproducente con la realidad de cada predio de
nuestro país, considerando que según el censo Agropecuario del año 2007 establece que
el mayor número de bovinos se encuentra entre las regiones del Biobío y de Los Lagos en
donde existen mayoritariamente pequeños y medianos productores, por lo tanto, el
diagnóstico por medio de análisis en laboratorios no se encuentra al alcance de todos.
Respecto a vacunas, existen varias alternativas, pero si no existe una buena información
para los productores es casi nula la manera de proteger el predio de enfermedades
clostridiales, considerando a la vez que las vacunas deben ser aplicadas correctamente y
los más seguido posible para obtener cierta tranquilidad. Por otro lado, para que el plan
de vacunación sea viable en la producción, los costos deben ser menores que las
ganancias y frente a esto debe existir una metodología estratégica para convencer a los
productores de que la vacunación es necesaria y primordial al igual que los manejos de
higiene y alimentación.

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11. Conclusión
Los Clostridium de importancia veterinaria se pueden clasificar en cuatro categorías las
cuales son; Clostridium neurotóxicos, Histo-tóxicos, entero-tóxico y otra categoría
asociada a patologías esporádicas. Clostridium chauvoei es de tipo Histo-tóxico lo que
puede generar una toxemia grave.
Clostridium chauvoei es una bacteria formadora de esporas y utiliza esa ventaja cuando
las condiciones no le son favorables para su reproducción pudiendo sobrevivir años en el
suelo y en las pasturas.
Las toxinas producidas por Clostridium chauvoei de tipo alfa son necrotizantes y
hemolíticas llegando a producir la muerte en un porcentaje cercano al 100%.
Los bovinos afectados son de entre seis meses a dos años de edad y con mayor afección
en bovinos donde se utiliza un manejo intensivo de alimentación y por lo general la
observación es en general por la muerte repentina y el rápido deterioro del cadáver con
olor a acido butírico.
Los diagnósticos diferenciales para carbunco sintomático son el ántrax, meteorismo,
hemoglobinuria colibacilar, edema maligno y tetania de los pastos por lo que es de
importancia establecer un método diagnóstico de acuerdo a la realidad de cada predio
afectado pudiendo realizar exámenes bacteriológicos e histopatológicos (Aislamiento,
impronta, PCR, inmunofluorescencia y ELISA).
No existe un tratamiento efectivo para carbunco sintomático, aunque se sugiere la
utilización de penicilinas (40.000 UI/Kg) y un plan de profilaxis mediante la utilización de
vacunas siendo las más utilizadas en nuestro país la Clostribac 8, Covexin 8, Clostribac
9P y Coglavax.

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12. Bibliografía

- Calle, L. (2007). Principales zoonosis del ámbito de acción de la asociación de


reconstrucción y desarrollo de las comunidades alto andinas de Huanta. REDVET,
3(4).
- Cattaneo, M., y Bermúdez, J. (2007). Carbunco sintomático o mancha. Sitio
Argentino de producción animal.
- Cattaneo, M., París, N., Campos, F., y Bermúdez, J. (2013). Development of
multiplex PCR for identification of Clostridium chauvoei and Clostridium septicum.
Revista veterinaria (Montevideo), 49(192); 15-19.
- Cesar, D. (2010). Enfermedades clostridiales. Revista plan agropecuario 1(135);
48-52.
- Court, Y., Paredes, E., Otto, B., y Tadich, N. (2013). Enfermedades clostridiales
diagnosticadas en rumiantes entre los años 1990 y 2012 (Memoria de título para
optar por el título de médico veterinario). Universidad Austral de Chile, Valdivia.
- Morales, J. (2010). Complejo clostridial en bovinos y muerte súbita, INIFAP.
- Ortiz, M., Acosta, A., y Souza, Z. (2019). Indicaciones sobre envío de muestras
biológicas para exámenes bacteriológicos de enfermedades más frecuentes en
bovinos de nuestro medio.
- Otto, M., Clive, C., Douglas, C., y Kenneth, W. (2002). Medicina veterinaria, tratado
de las enfermedades del ganado bovino, ovino, porcino, caprino y equino. España,
Madrid. McGraw-Hill.

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