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LA EDUCACIÓN EN LA EDAD MODERNA

El sentido de la expresión Edad Moderna guarda relación con la ideas de los humanistas, quienes
se consideraban portadores y difusores de una nueva mentalidad, lo moderno, lo que esta de
moda, loo actual, opuesta y enfrentada con la mentalidad medieval, que juzgaban caduca y
deseaban sustituir.

Sin embargo, la expresión Edad Moderna se emplea también con mucha frecuencia para designar
una época histórica concreta y como tal extinguida, superada e irrecuperable, claramente
diferenciada de la edad media y la edad contemporánea. Así entendida, la Edad Moderna
abarcaría tres siglos de la historia de occidente el XVI, el VII y el XVIII, y se correspondería con una
sociedad y una cultura de perfiles bien definidos, opuestos con frecuencia a los rasgos básicos del
mundo actual.Las fechas del comienzo y del final de la Edad Moderna son difíciles de fijar y varían
ligeramente de unos países europeos a otros. Habitualmente se sitúa el inicio de los tiempos
modernos en la conquista de Constantinopla por parte de los turcos (1453) o bien en el
descubrimiento de América en (1492).

La Edad Moderna : puede considerarse como un periodo de transición, en el que se acentúa y


fortalecen tendencias presente ya en los últimos siglos de la edad media. La culminación de dicho
proceso tendrá a lugar a finales del siglo XVIII y significara la ruptura definitiva con el orden hasta
entonces imperante en occidente, que había sido heredado de la edad media.

La Edad Moderna : Estrechamente al proceso de modernización de la sociedad europea se


encuentra la burguesía, un grupo social en ascenso ya durante la baja edad media, llamada a
desempañar un papel de singular importancia en la historia de occidente. Este ultimo supone
debilitar uno de los principios básicos de la orden política, en el cual el status social ya no se
hereda y se conserva de modo automático sino que es necesario adquirirlo y en su caso
mantenerlo. La educación se convierte por eso, cada vez mas en una vía e instrumento de ascenso
social.

Otro fenómeno característico de la Edad Moderna es la fragmentación y la perdida de la identidad


colectiva de las diversas ordenes o estamentos en los que se dividía la sociedad medieval.

La Edad Moderna es un período histórico comprendido entre fines del siglo XV y del siglo XVIII,
más precisamente entre el descubrimiento de América (1492) y la Revolución Francesa (1789).

En esta etapa especialmente conviene destacar el debilitamiento de los estamentos rígidos en que
se dividía la sociedad feudal, el despegue de la industrialización, y el surgimiento de la burguesía
como clase social con gran poder económico, que necesita educarse en un mudo de ideas más
abiertas que el cerrado pensamiento religioso medieval, y que tendrá en educación su punto
culminante, en las postrimerías de la modernidad, con el movimiento de la Ilustración del siglo
XVIII.

La iglesia poco a poco ve relegada su posición de monopolizadora del saber, y el Humanismo va


impregnando la forma de enseñar, centrada en el ser humano, más práctica y reflexiva, con la
finalidad de formarlo en cuerpo y alma, como individuo libre y como parte del entramado social,
siendo la enseñanza mucho más inclusiva y no reservada solamente a los poderosos.

Comprendía la enseñanza de las letras, incluyendo además del propio idioma, el griego y el latín,
las artes y las ciencias, a los que se les añadirá dialéctica y retórica, tratando de acumular la mayor
cantidad de conocimientos, de modo memorístico. Se profundizó el estudio de los clásicos,
especialmente de Platón y Aristóteles, sin dejar de lado el estudio de la religión, pero desde un
punto de vista menos dogmático.

La escolarización

La educación, gracias a la situación económico-social y sobre todo al apoyo de los humanistas,


puede experimentar un desarrollo, dejando de ser exclusiva de los altos estamentos y de
habitantes de ciudades. En la primera mitad del siglo XVI se abren multitud de escuelas
municipales que son encargadas a religiosos, y que suscitan un interés de todas las clases por
considerarla como un medio de promoción social. En Inglaterra, por ejemplo, se abren escuelas de
gramática, lo que permite la afluencia de estudiantes a universidades como la de Oxford o
Cambridge. Mientras tanto España experimenta en este mismo siglo uno de los mayores
desarrollos a nivel educativo, un siglo en el que aparecen escuelas de gramática, aumenta el
número de universitarios y aparece un gran número de colegios jesuíticos. Esto no fue más que el
principio, ya que durante los tres siglos de la Edad Moderna se produce una transferencia del
aprendizaje del hogar hacia las escuelas. Con el tiempo estas escuelas se convertirán en escuelas
de oficios, y las universidades y los colegios quedarán de nuevo más restringidos.

Universidad de Oxford

Los centros docentes y la red escolar


Durante la edad moderna la red escolar no seguía ningún criterio común, teniendo cada
institución educadora –religiosa, individual o estatal- unas pautas propias que condicionaban el
desarrollo de los alumnos. Cada institución tenía sus propios criterios a seguir con respecto a los
planes de estudio, materiales, principios pedagógicos, etc., al igual que tampoco existía una
estratificación de los grados de enseñanza a nivel nacional, y por tanto, no existían grados de
exigencia ni para el profesor ni para el alumno. A pesar de este desorden, estas instituciones
sirvieron como medio de culturización para la sociedad e incluso para otro tipo de cometidos no
educativos como las vacunaciones.

A pesar de que la pedagogía variaba con el tiempo y con cada institución, lo que no varió fue el
principio de disciplina, la violencia. Estos castigos y/o torturas llegaron a tal extremo que en
Inglaterra se tuvo que tomar medidas en contra de estas prácticas. Se seguía el criterio, por tanto,
de gratificación-sanción, como forma de controlar la conducta del niño. Desde el renacimiento se
señala la importancia de concebir la educación como un juego, llegando a aplicarse en el siglo
XVIII. Desde fechas tempranas la pedagogía tiene un objetivo particular para cada individuo
dependiendo únicamente del linaje, es decir, a un hijo del rey hay que educarlo como a un
príncipe y al hijo de un militar hay que educarle el cuerpo. El colegio por tanto es selectivo,
respondiendo al ideal estamental.

Los sectores educativos

Telar de cintura del siglo XVI

La enseñanza primaria se realizaba en cualquier lugar, incluso en una taberna. La formación era
simple y diferente para cada sexo, a los niños se les instruía en lectura y escritura; y a las niñas se
les instruía en principios de fé, costura, economía doméstica y muy raramente lectura. A estas
instrucciones asistían niños de entre seis y diez años, aunque su asistencia era muy irregular ya
que las clases se adaptaban al ritmo estacional de la agricultura. Los padres de estos niños no
veían necesaria la asistencia de estos, lo que propicio una alta tasa de analfabetismo en las clases
más bajas.

Con el tiempo aparecieron las escuelas de oficios en las que se formaba a los adolescentes a
desempeñar una labor en concreto. Esta formación se llevaba a cabo tanto en escuelas como en
los propios talleres, y existía la idea de que si se impartía una mayor formación mayor sería el
rendimiento. Este tipo de educación también era impartida a las mujeres, a las cuales se
preparaba para incorporarse a la industria textil.

Logo de la Societas Jesu o Societas Iesu

La enseñanza secundaria se impartía en las escuelas de gramática, en las cuales se impartían


multitud de asignaturas siendo latín la de más importancia por su vinculación religiosa y por su uso
en la justicia o en las relaciones internacionales. Estaban mejor organizadas y tenían el apoyo del
Estado y de la Iglesia, siendo los encargados de formar las élites europeas. Estas escuelas fueron
indispensables en el mecanismo de la reproducción ideológica y no se desprendieron de la tutela
clerical hasta el siglo XVIII. A todas las compañías religiosas dedicadas a la formación se le sumo la
Compañía de Jesús, cuyos métodos empleados les valió tal reconocimiento que se convirtieron sus
escuelas en destinos exclusivos para la nobleza

Brandenburgische Akademie der Wissenschaften

Paralelamente surgen las Academias, que son escuelas para paliar las deficiencias educativas
proporcionando estudios especializados. Un ejemplo de estas es la Academia de Notarios y
Abogados veneciana del siglo XVI. En el siglo XVII se produce un auge de estas academias, siendo
homologadas por la administración. Una de estas fue la Academia Francesa (1627) creada por
Richelieu como un organismo de codificación. Estas academias fueron exportadas a otros países
europeos, como en Alemania, donde creo la Societas Regia Scientiarum berlinesa, que es la
actualBrandenburgische Akademie der Wissenschaften.

UAH. Fachada del Colegio Mayor de San Ildelfonso

La enseñanza superior o universitaria, era la más alta institución educativa, de la cual quedaban
exentos mujeres y grupos sociales inferiores. Son controladas por la Iglesia hasta la segunda mitad
del XVIII y tienen un carácter conservador reacio a nuevas ideologías, actitud que entorpece el
avance científico. Esta situación se mantendrá así hasta poner fin al control religioso sobre las
universidades. Destacaban especialmente las Facultades de Teología, de Artes, Derecho y
Medicina. En Italia, con las corrientes renacentistas, surgen las facultades de Filosofía, Cultura
Clásica, Matemáticas, etc. En España, Cisneros creó la Universidad de Alcalá de Henares en 1499,
que era puramente de letras. La cifra de facultades y de estudiantes aumentó a lo largo del siglo
XVI, pasando España de ocho universidades en 1500 a 33 en 1600, aunque no todas ellas eran de
la misma calidad científica. Sin embargo, durante el siglo XVII y XVIII, las universidades sufren una
decadencia, en gran parte provocada por otorgar grados académicos en función de las clientelas
sociales, solo salvándose aquellas que supieron renovarse.

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