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Grilla Individualizada de corrección

Materia: Elementos de Ciencia Política


Fecha de examen: 18/03/2015
Sede: Trelew
Estudiante: Karina Rodríguez
Docente: Luciano Anzelini

Comentario general: La alumna no respondió las preguntas realizadas en el examen. A modo


de guía, a continuación se detallan los conocimientos que se pretende encontrar en cada una de
las consignas del examen final.

1) Según Max Weber, el surgimiento del Estado moderno es resultado de la confluencia de


dos procesos: la concentración del monopolio legítimo de la violencia física, y la
conformación de una sofisticada burocracia administrativa. Explique ambos elementos.

De acuerdo con Weber, el Estado es un tipo particular de asociación política, que se desenvuelve
dentro de un ámbito geográfico determinado y cuya estructuración y validez están garantizadas
por la amenaza y la aplicación de la fuerza física legítima. Según Weber, la especificidad de esta
modalidad de asociación está dada por la su “medio específico”: la posibilidad efectiva del uso
de la fuerza para imponer sus órdenes.

De esta forma, un agrupamiento político configura un Estado en la medida en que consigna


efectivamente el monopolio de la coacción física legítima. El logro de esta capacidad, en tanto
propiedad legítima del Estado, requiere su aceptación por parte de los miembros de una sociedad,
es decir, la obtención de obediencia. En este sentido, de acuerdo a la perspectiva weberiana, un
Estado puede ser más o menos legítimo según su capacidad de monopolizar con éxito la
violencia, independientemente de los motivos que fundamenten dicha legitimidad.

Por otro lado, según Weber, los Estados modernos fundan su legitimidad y ejercen el gobierno
de acuerdo a los parámetros del tipo de dominación racional-legal. Este tipo ideal de dominación
requiere la existencia de un cuadro administrativo burocrático de funcionarios, que ejerce el
gobierno a partir de atribuciones y jerarquías fijas, ordenadas y reglamentadas. Entre las
características generales de la burocracia, Max Weber destaca las siguientes:

- Las funciones son ejercidas de manera permanente y constante, independientemente de los


funcionarios que ocupen temporalmente cada rol.

- Las responsabilidades y tareas de cada funcionario se encuentran estrictamente delimitadas, y


su definición es impersonal. Las funciones no se superponen entre sí, y cada funcionario posee
una autoridad limitada en relación con el sistema en su conjunto.
- Las funciones que componen el cuadro administrativo no pueden ser apropiadas por ningún
funcionario. Del mismo modo, los funcionarios no son dueños de los medios puestos
temporalmente a su disposición, y su usufructo se rige por reglas y leyes fijas y permanentes.

- Los funcionarios acceden a su cargo en virtud de su conocimiento especializado, del cual deben
dar fe a través de documentación probatoria.

En consecuencia, en el tipo ideal racional-legal de dominación es posible distinguir entre dos


elementos esenciales:

1) El cuadro administrativo, integrado por el cuerpo de funcionarios que hace de “personal


auxiliar” del titular de la asociación política.
2) Los medios materiales de administración, es decir, el conjunto de bienes materiales y
financieros necesarios para el ejercicio del gobierno.

En los Estados modernos, la relación entre el cuadro administrativo y los medios de


administración es una relación funcional y temporal, organizada en virtud de leyes,
ordenamientos y reglas, de carácter estable y conocidas públicamente por todos los miembros de
la comunidad política. Al respecto, Weber sostiene que una de las características centrales del
Estado moderno reside en la separación de la propiedad de los medios materiales de
administración respecto de los miembros del cuadro administrativo.

2) Lea el siguiente fragmento:

“Toda sociedad necesita, para persistir a lo largo del tiempo, transmitir


a sus nuevas generaciones el conjunto de normas, valores, creencias, etc.
que constituyen la base distintiva y específica de su cultura; pero, al
mismo tiempo, el individuo tiene que aprender a interiorizar esta
cultura para de esta manera incorporar el componente social
imprescindible para un completo desarrollo de su personalidad,
convirtiéndose de esta manera en “socio” del grupo, en miembro de la
sociedad. Ambos hechos, por muy distintos que parezcan, no son más
que dos caras de un mismo fenómeno, aquél que en las ciencias sociales
en general y en la sociología en particular conocemos como
socialización”

Benedicto, Jorge, “La construcción de los universos políticos de los


ciudadanos”, en: Benedicto, Jorge y Morán María Luz (eds.), Sociedad
y política. Temas de sociología política, Alianza Editorial, Madrid, 1995.

A partir de esta reflexión, explique cómo se relacionan los procesos de socialización y


socialización política, y describa las características que adquiere este último para el autor.
En cualquier sociedad los individuos mantienen múltiples y variadas relaciones con la esfera de
lo político. Según Benedicto, este vínculo que las personas establecen con la actividad política se
sustenta en “un conjunto de creencias, normas, valores y percepciones de los individuos hacia la
política”, es decir “un conjunto interrelacionado de disposiciones básicas que constituye la
matriz fundamental a partir de la cual los sujetos perciben y reaccionan ante los estímulos
políticos, construyen sus preferencias políticas y eventualmente se implican en actividades
políticas” (Benedicto: 1995) A este conjunto de disposiciones básicas el autor lo denomina el
universo político de los individuos.

Dicha matriz se construye a partir de una configuración histórica y de una serie de procesos
sociales de carácter colectivo. Este es el proceso que Benedicto denomina socialización.A través
del proceso de socialización, el individuo va conformando sus creencias básicas sobre la
sociedad y la política, va acumulando información y conocimientos y desarrollando su
predisposición ante los distintos hechos que configuran la realidad política. Es decir que
mediante la socialización el individuo aprende –a través de la interacción con otros y con el
entorno que lo rodea– las normas culturales, los valores fundamentales y los códigos simbólicos
del grupo al que pertenece.

En este marco, la socialización política puede pensarse como un aspecto más de este fenómeno
de carácter más general que es la socialización. Es decir que al mismo tiempo que el individuo
asimila una cultura determinada, también aprende los valores sociopolíticos fundamentales. En
definitiva, la perspectiva de la socialización política que propone Benedicto conjuga la visión del
sistema social y político con la del sujeto activo que realiza una síntesis creadora dentro del
proceso de socialización.

De acuerdo con este razonamiento, Benedicto señala los principales rasgos de una aproximación
integral al funcionamiento de la socialización política:

1. La socialización política es siempre un proceso dinámico que tiene lugar a lo largo de


toda la vida del individuo, aunque en determinadas etapas posea mayor trascendencia.
2. Debe concebirse en términos plurales, como la confluencia de una serie de procesos que
se desarrollan muchas veces de manera conflictual.
3. El aprendizaje político es, en buena medida, informal y latente.
4. La socialización política es sinónimo de aprendizaje, siempre y cuando no entendamos
por ello la mera acumulación de conocimiento.
5. Cualquier fenómeno de socialización política depende, en gran medida, del contexto en el
que tiene lugar.

A su vez, la socialización política posee ciertas singularidades y rasgos específicos, derivados de


la naturaleza peculiar que posee lo político. Según Benedicto, los contenidos de la socialización
política son: la identificación con el sistema político, la formación de las preferencias político-
ideológicas y las percepciones sobre la actividad política. Estos elementos constituyen tres
dimensiones fundamentales para la construcción de los universos políticos y para el propio
funcionamiento del sistema político.
3) Explique las funciones que cumplen los partidos políticos en el régimen político
democrático. Diferencie a estos tipos de organización de los denominados “movimientos
sociales”.

Los movimientos sociales constituyen agrupamientos menos institucionalizados. Por lo general,


su conformación es de carácter “reactiva”, es decir, como respuesta a ciertas dinámicas de
funcionamiento del orden político o social. Asimismo, las problemáticas abordadas por estos
actores y su constitución identitaria es más difusa, y suele escaparse de los viejos parámetros
“clasistas”.

Una de sus principales características es que politizan cuestiones que no pueden encasillarse ni
como públicas ni como privadas, sino, más bien, cuestiones que abarcan una esfera política “no
institucional”.

En lo que respecta a su accionar político, estas organizaciones suelen emplear tácticas acotadas y
no convencionales (es decir, no electorales) de participación. El despliegue de alianzas parece ser
más dificultoso, y por lo general las demandas se plantean en términos predominantemente
negativos.

No obstante, los movimientos sociales buscan ejercer influencia en el proceso gubernamental,


participan en la formación y difusión de opiniones y orientaciones acerca de la política y el
poder, establecen relaciones de fuerza y acuerdan y confrontan con otros actores de la arena
político. Por este motivo, los movimientos sociales son actores políticos, aún cuando detenten un
menor nivel de estructuración que los partidos políticos.

Los partidos políticos son las únicas organizaciones que tienen como atributo funcional
predominante la participación directa en la competencia por los puestos y las posiciones de poder
político. No obstante, si bien esta constituye su forma de participación primaria, no es su única
actividad. También pueden desplegar otro tipo de acciones sociales y políticas. Sin embargo, su
especificidad está dada por la participación en el proceso de conformación del gobierno,
conforme los parámetros del régimen político en cuestión.

Según Stefano Bartolini, las principales funciones de los partidos políticos son:

 La estructuración del voto a través de la monopolización de la participación directa en el


proceso de selección de dirigentes para la ocupación de los cargos de gobierno

 La integración, movilización y participación de la ciudadanía en el sistema político

 El reclutamiento del personal político electivo (cargos gubernamentales y posiciones


representativas) y no electivo (cargos burocráticos de la estructura del Estado)

 Formación de políticas públicas o policy-making


4) Marcelo Sain señala que el análisis de los procesos democráticos en América Latina
requiere contemplar tanto sus “atributos constitutivos” como sus “condiciones de
aplicación”. ¿Cómo relaciona estos conceptos con la visión de David Held sobre la
democracia?

La pregunta hace referencia a que el afianzamiento de la democracia no puede reducirse a la


instauración de sus aspectos “formales” o institucionales. En otras palabras, la consolidación
integral de la democracia no se restringe exclusivamente a la vigencia y regularización
institucional de elecciones libres basadas en el sufragio universal, sino que también supone el
ejercicio pleno de la ciudadanía con relación a los derechos y libertades civiles, políticas y
sociales modernos.

En este sentido, se pueden distinguir dos esferas igualmente necesarias: los “atributos
constitutivos” de la democracia y sus “condiciones de aplicación”. Mientras que los primeros
remiten a sus características formales e institucionales de funcionamiento, los segundos refieren
a la capacidad de los actores sociales de disfrutar de un conjunto de derechos no sólo en
principio, sino también en la práctica.

En resumen, si bien la democracia contiene “atributos constitutivos” (características y


mecanismos formales e institucionales de funcionamiento), su ejercicio requiere, con igual peso,
de ciertas “condiciones de aplicación”. El resultado de la combinación de ambas esferas puede
sintetizarse en las siguientes premisas:

 La selección de autoridades de gobierno mediante la realización de elecciones populares


y libres basadas en el sufragio universal (atributo constitutivo)

 La práctica de la ciudadanía con relación a los derechos civiles, políticos y sociales


modernos, asentada sobre la base de la participación activa de los ciudadanos en los
asuntos políticos de la comunidad (atributo constitutivo)

 La existencia de un Estado eficiente que garantice la actualización permanente de los


derechos y libertades civiles, políticos y sociales, organizado sobre la base de la división
de poderes y susceptible de ser institucional y socialmente controlado (condición de
aplicación).

 La vigencia de condiciones sociales, económicas y culturales que no obstruyan o


imposibiliten la participación política autónoma de las personas (condición de
aplicación).

Esta visión de la democracia se inserta dentro de lo que Sain en la Carpeta de Trabajo (2000)
denomina visiones contemporáneas críticas de la democracia. Uno de los principales exponentes
de esta perspectiva es David Held, cuya interpretación de la democracia se asienta sobre la base
del “principio de autonomía”, por el cual se entiende que “las personas deben gozar de los
mismos derechos y, por consiguiente, cargar con los mismos deberes, en el momento de
especificar el marco político que genera y limita las oportunidades a su disposición; es decir,
deben ser libres e iguales en la determinación de las condiciones de sus propias vidas, siempre y
cuando no dispongan de este marco para negar los derechos de los demás” (Held, 1997)

De acuerdo con Sain (2000), ello sólo puede resultar de un proceso de “doble democratización”,
que contemple la “transformación interdependiente” del Estado y de la sociedad civil. Es decir
que, por un lado, suponga la circunscripción y regulación del sistema de poder por un conjunto
específico de normas para toda la sociedad. Y por el otro –el de la sociedad–, que rija el principio
de autodeterminación.

Ahora bien, para que la democracia sea producida y reproducida como tal, es necesario que se
den un conjunto de condiciones económicas, sociales y culturales mínimas, que no obstruyan o
impidan la participación autónoma de los ciudadanos en la vida pública. Puesto que la
democracia debe ocuparse, según Held, de aspectos teóricos y prácticos, es preciso que exista un
paralelismo entre los aspectos constitutivos y las condiciones de aplicación. En efecto, el
ejercicio plena de la ciudadanía implica una pluralidad de actores con autonomía organizacional,
con un alto nivel de participación política, y en un marco de integración y de un desarrollo
institucional, material y cultural, en torno a la idea de pertenencia a una comunidad colectiva
común (Sain, 2000: 159).

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