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El Queso y Los Gusanos

Carlo Ginzburg

“Por medio de la introyección (parcial o total, lenta o inmediata, violenta o aparentemente


esppontanea) del estereotipo hostil propuesto por los perseguidores, las víctimas acaban
perdiendo su identidad cultural propia”
Carlo Ginsburg

Presentación

En este escrito conoceremos sobre uuna parte de la historia de los siglos XVI Y XVII con el
personaje de Menocchio, un molinero que en su tiempo de ocio lo dedica a la lectura y tiene
su propia forma de explicar el mundo con el queso y los gusanos, una forma didáctica que
no hace nada de gracia a quienes ostentan el poder y consiben al protagonista del libro como
una persona rara e irrespetuoso de las tradiciones religiosas, considerado hereje y blasfemo.

Carlo Ginzburg, cuenta la historia de un molinero llamado Doménico Scandella, conocido


como Menocchio. Ginzburg se vale de un personaje popular para compartirnos historias que
forman parte de la tradición oral, combina perfectamente la tradición oral, con la literatura,
transportandonos a un tiempo de trancisión cultural y procesos sociales dominados por la
iglesia y los reyes.

El escrito que presenta Ginzburg nos transporta a un tiempo donde la escritura y lectura
estaba limitada a un grupo muy reducido de personas que principalmente correspondian a la
iglesia y la nobleza; una época donde los juglares y bufones eran considerados seres del
demonio porque tenian la facilidad de interpretar historias y transformarse de acuerdo a los
personajes. Carlo Ginzburg trabaja la microhistoria recurriendo a la tradición oral, forma en
que se transmitian las tradiciones y costumbres en poblaciones, aldeas y zonas rurales,
historias que conseguian mantener la identidad de un pueblo sin oportunidades de
capacitarse.
Carlo Ginzburg nació en Turín en 1939, es Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad
de Pisa; heredó una rica actividad intelectual de sus padres, Leone Ginzburg de origen judio,
y Natalia Levi, escritora, intelectual y política italiana. Su vida en inglaterra le permitió
estudiar en el Instituto Warburg, donde encontró su formación como historiador. Reconocido
internacionalmente por su trabajo con la microhistoria, se convirtió en un referente para los
historiadores, ha hecho un trabajo muy destacado con varios temas, con reconocimientos que
sin lugar a duda ha obtenido con uno de sus escritos más destacados, El Queso y los Gusanos,
obra traducida a más de 13 idiomas y diversas ediciones.

La obra nos permite transportarnos a un lugar que guarda muchos secretos e historias que se
han podido recrear en televisión y cine, actividad que le encanta a Ginzburg y que le ayuda
a recrear con facilidad sus obras; sin embargo Ginzburg, logra una narrativa que describe un
espacio y un tiempo desde lo social y cultural. Con el Queso y los gusanos, se aporta además
un trabajo historiográfico de los italianos desarrollada en el siglo XX, en publicaciones como
Quaderni Storici, con artículos de escritores como: Eduardo Grendi, Giovanni Levi, Carlo
Poni y Carlo Ginzburg. Este grupo de intelectuales identifican el cambio en la forma de
contar la historia y dan una gran pauta para fortalecer la microhistoria, una propuesta
novedosa si sequiere llamar, que permite el estudio y análisis desde una perspectiva histórica,
apoyado en una narrativa literaria, quizas heredada de Natali Levi.

Carlo Ginsburg inicia la obra haciendo una descripción del personaje, Domenico Scandella
de quien podemos conocer su edad por el momento del interrogatorio (52 años), nació en
Montereale en 1532, Ginzburg describe la ubicación del espacio geográfico del pueblo para
tener una mayor identificación del personaje, quizas para comprender mejor su situación
personal y social. Para sostener a su esposa y siete hijos, trabajaba en oficios como
molendero, carpintero, serrajero y siempre vestía de blanco. Aducía ser una persona de
condición pobre aunque la produccion de sus tierras le daba para satisfacer sus necesidades
y sus obligaciones como ciudadano. En 1581 había sido alcalde de su municipio y en otro
tiempo había sido administrador de una parroquia de Montereale, gracias a sus conocimientos
en lectura, escritura, bases matemáticas y algo de latín.

En 1583 Domenico fue acusado de hereje por el Santo Oficio, al difundir opiniones acerca
de la Fe con argumentos valederos, sus enemigos no concebían el hecho de que un molinero
y zapatero tuviera al alcance conocimientos acerca de la Fe o de alguna doctrina que solo
competia a los clérigos. Doménico desde muy niño había concebido estas ideas que declaraba
sin temor porque consideraba que las jerarquias eclesiásticas no eran autoridad en el tema de
la Fe y que sus ideas no eran pecado, una de entre tantas decía: “Todo lo que se ve es Dios,
y nosostros somos dioses”. Siempre mantenía contacto con la Biblia en lengua vulgar.
Algunos de sus amigos mas cercanos le instaban acerca de lo importante que era atender a
todos las citaciones del tribunal eclesiástico y que no debía hablar más de la cuenta pero sí
retractarse de sus afirmaciones.

El 7 fe febrero de 1584 fue su primer interrogatorio ante el Santo Oficio. Declaró en esa corte
que todo era un caos, y que luego todos los elementos existentes como aire, agua, tierra y
fuego se mezclaron y formaron una masa, así como un queso y en éste se forman gusanos
(Dios, los ángeles Luzbel, Miguel, Gabriel y Rafael). Doménico en su discurso les dio a
entender el Génesis a partir de la organización del caos, la rebeldia de luzbel, la creación de
Adan y Eva, del pueblo y de la desobediencia de éstos a los mandamientos; por tal razón,
Dios manda a su hijo, un hombre con mayor dignidad y poder que nosotros a quien,
poteriormente, enjuiciaron y crucificaron. Ante estos argumentos, el vicario lo consideró un
loco; se corrobora en Juan 4:9 donde dice: “En esto se mostró el amor de Dios para con
nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”

El hijo de Domenico quiso ayudarle con abogados, con referencias de buen comportamiento
como trabajador y de haber tenido títulos como alcalde y administrador. Finalizado el primer
interrogatorio, Domenico exclamó que sus ideas eran por inspiracion de un ser superior, ya
fuera verdad o mentira, pero pidió misericordia, que obedecia el veredicto y finalmente pedia
perdón pero no renegaba de nada. Otros cuatro interrogatorios vinieron después, que se
desarrollaron de la misma forma que el primero. Otro de sus argumentos en uno de sus juicios
fue el haber dicho que por qué se hacían oraciones, misas y limosnas a las cenizas de un
muerto, si todo debía hacerse en beneficio de los vivos. Poteriormente Domenico en
presencia del alcalde de Portogruaro y del inquisidor sostuvo sus argumentos y aseguraba
que todas sus ideas eran verdad y que las predicaría de continuo y estaría dispuesto a morir
por ellas.

Domenico denunciaba la vil opresión de la Iglesia sobre el pueblo, su manipulación


agasapada con afirmaciones acerca de lo ignorantes que eran los pobres y que si ellos
hablaban tenían que tener un abogado, que lo poco que podían tener los pobres eran de la
iglesia y que debían asumir y pertenecer a su condición. Por otra parte, el personaje de esta
historia, refutó contra las doctrinas de la iglesia y argumentaba que todas las religiones son
equivalentes, que Dios ama, salva y ha dado su espíritu a todos (Hechos 5:32: “Y nosotros
somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los
que le persuaden” Reina Valera 1960); también declaró que los clérigos son como el
demonio, que quieren hacerse dioses como lo hizo Luzbel por su soberbia doctrinal (Isaías
14:13 “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte” Reina
Valera 1960); que todos los sacramentos son ideas humanas para hacer su negocio, su forma
de oprimir y de explotar al pueblo. En cuanto a la confesión, los hombres no deben contar
sus pecados a otros que podrían ser peores, que este acto debe hacerse de corazón solo ante
Dios rogando por su perdón. Consideraba a la sagrada Escritura como un escrito dado por
Dios pero aumentada por los hombres, que la idolatria (la adoración a reliquias e imágenes)
no era necesaria porque no eran vivas, al único a quien debería adorarse es a Dios quien hizo
el cielo y la tierra (Exodo 20:4,5: “No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza
con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en
las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu
Dios, soy un Dios celoso)”. Finalmente, Domenico dijo que la redención no vino de la muerte
de Jesús, sino que ésta se obtenía de hacer penitencia.

Dejando un poco la historia de Domenico, es importante relacionar cuál era la condición


social y económica del pueblo en ese tiempo. Hacia el año de 1520, todos los cánones fijados
fueron reducidos en un 7 porciento mediante un decreto reafirmado y ampliado ochos años
mas tarde, esto para aliviar a los pobres de la usura de las altas jerarquias a través de los
contratos, pero no fue tan verdadero, éstos contratos parecían hacer a los campesinos aún
más pobres de lo que estaban. Ya para 1599 se evidencia un cuadro de decadencia y de
desolación y la economía aparece ya en un estado avanzado de disgregación. En la sociedad
solo existian dos clases: los superiores y los hombres pobres y nuestro personaje sabe que
pertenece a los pobres y que la jerarquia eclesiástica era la encarnación de la opresión.
Domenico decía que todos son iguales, ya que el espíritu de Dios está en todos los individuos;
este tipo de texto se encuentra citado en la Sagrada Escritura (NVI) en el libro de Job capítulo
33 verso 6: “Ante Dios, tú y yo somos iguales; también yo fui tomado de la tierra”.

Doménico no simpatizaba con los Reformistas, ya que decía que los luteranos enseñan el mal
y comen carne viernes y sábado, rechazaba todo valor al Evangelio y negaba la divinidad de
Cristo, todo lo opuesto a las ideas de Lutero. También, Domenico no cree en el bautismo
pues en el momento en que se nace, ya somos bautizados porque Dios ya ha bendecido las
cosas. Por otro lado, con respecto a la predestinación, término que Domenico no conocía,
pero que cuando le fue informado sobre su signifcado, argumentó que nadie ha sido
predestinado por Dios para la vida eterna; para Domenico tanto la justificación como la
predestinación no tenían mayor relevancia.

El día que detuvieron a Doménico para interrogarlo, fue requisada la casa donde habitaba
con su familia, el autor del libro, hace cuenta y ofrece un listado de los libros que poseía
Doménico y que fueron su soporte para argumentar sus ideas frente al Santo Oficio. Algunos
de estos textos fueron: La Biblia en Lengua Vulgar, El florilegio de la Biblia, Il Lucidario
della Madonna, Il Lucendario de santi, Historia del Giudicio, entre otros, los cuales fueron
adquiridos a través de préstamos. Sus momentos de lectura y su forma de leer hacían entrever
que un simple detalle pasaba a ser el centro del razonamiento, modificando sus entido global.

Al final del interrogatorio el 28 de abril después de dar sus argumentos y de hacer acusaciones
contra la iglesia, los curas, los sacramentos y las ceremonias eclesiáticas, declaró: “Yo creo
que la emperatriz en este mundo ha sido mayor que la Vírgen, pero allí es mayor la Virgen,
porque allá somos invisibles”, con ésta idea pretendía deshonrar a la madre de Jesús y de
probar su miserable condición. La lectura que hacía Domenico era considerada como
unilateral y arbitraria, casi ansiando la confirmación de ideas y convicciones sólidamente
establecidas. Esta clase de lectura hacía que los altos jerarcas de la iglesia lo consideraran
hereje. Doménico le decía al inquisidor que blasfemar no era pecado porque hace mal
solamente a uno mismo y no al prójimo, hago mal solamente a mi mismo y no a los otros, y
creo que el que no hace mal al prójimo no hace pecado.

El 1 de mayo por la tarde, el inquisidor le pidió a Doménico precisar sobre las obras de Dios
que hacen ganarse el cielo, a lo cual él respondió: amar a Dios, adorarlo, santificarlo,
reverenciarlo y darle gracia; además, hay que ser caritativo, misericordioso, pacífico,
bondadoso, honorable, obediente, perdonar las injurias y mantener las promesas, de lo
contrario, podía incurrir en obras malas como: robar, asesinar, hacer usura, hacer crueldad,
hacer vergüenza, hacer vituperio y homicidio; obras que desagradan a Dios y contaminan el
mundo. Por otra parte, el hecho de perdonar se consideraba como un acto que liberaba a la
persona que había cometido el error; lo que verdaderamente importaba era que todos debían
perdonarse y amarse, esta era la única forma de estar y de vivir en paz, si practicaban dicho
acto eran considerados los favoritos de Dios.
Domenico no creía en Cristo pues consideraba que la forma como relatan su muerte le parecía
inaceptable, una barbaridad que un hombre se dejase prender de esa forma y luego permitir
ser crucifricado; por esto Domenico cree que Jesus fue mas un profeta que un ser divino.
También agregó, una persona se consideraba buena porque no tenía pecados y una persona
se consideraba mala porque estaba llena de pecados; no existen penas ni recompensas futuras,
el cielo y el infierno estan en el mundo.
Menocchio tenía una particular forma de analizar los textos, no repetía los textos de los
autores de los libros que él leía, simplemente hacía una reelaboración original. El
protagonista de la historia analizaba los textos de acuerdo a su propia cosmogonía y los
relacionaba con un queso donde se producen gusanos; y de esta manera, el explicaba el
nacimiento de los seres vivos a partir del caos de la materia; lo anterior lo hacía
orgullosamente consciente de la originalidad de sus ideas, por eso su mayor interès era
presentarlas ante las autoridades religiosas y seculares; por esto fue preso y después de dos
años consiguió la libertad bajo unas condiciones que tenía que estar confesándose
constantemente, llevar una cruz y un hábito. Sin embargo, su ideología y sus argumentos se
mantuvieron firmes hasta ser condenado a la hoguera en 1568 enjuiciado por el Santo Oficio.

Finalmente, Ginzburg hace un relato donde aprovecha la oralidad para compartirnos una
època compleja ya que las normas sociales, políticas y religiosas, condicionaban a las
personas en su desarrollo intelectual, cultural y social. En el queso y los gusanos encontramos
un gran ejemplo de la microhistoria con lecciones de historia en una narrativa muy bien
estructurada para transportarnos al lugar de Domenico Menocchio con una cosmogonía
diferente a cualquiera de nosotros.

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