Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
100150132012
Por otro lado también actua contra la actividad de patógenos como E. coli,
Shigella spp, Campylobacter spp, Vibrio cholerae, Haemophilus influenzae,
Streptococcus pneumoniae, virus respiratorio sincitial, el virus de la polio, virus
de la inmunodeficiencia humana, Giardia sp, Candida albicans. La presencia de
linfocitos representa aproximadamente el 10% de los leucocitos totales de leche
y que reconocen antígenos que se encuentran comúnmente en el tracto
gastrointestinal y respiratorio. También es importante mencionar que como la
madre y él bebe están rodeados por el mismo entorno, los anticuerpos que se
encuentran en la leche materna se dirigen principalmente contra los patógenos
a los cuales el niño tiene una alta probabilidad de contraer (BERNT et al., 1999).
De las inmunoglobulinas presentes en la leche maternas destaca la IgA, que
debido a sus propiedades se adhiere a las mucosas del tracto intestinal y de ese
modo lo tapiza por dentro proveyendo una protección al recién nacido contra
virus y bacterias.
Otro de los componentes encontrados en la leche materna son las células madre,
las cuales tienen la capacidad de dividirse indefinidamente sin perder sus
propiedades ni la facultad de generar diversos tipos de células especializadas.
Además de encontrar las propiedades ya mencionadas en la leche materna, a
esta se suman la presencia de nucleótidos, lactoferrina, factores de crecimiento,
los cuales promueven la maduración digestiva y citoquinas que facilitan una
comunicación inmunológica entre la madre y el niño. Los nucleótidos estimulan
el tracto gastrointestinal favoreciendo la flora intestinal. La lactoferrina además
de ser fuente de hierro para los bebes, también provee propiedades citotoxicas
que actúan contra bacterias, virus y hongos. Esta actúa capturando el hierro que
los patógenos necesitan para sobrevivir en el tracto intestinal del niño.
Por las propiedades mencionadas anteriormente es claro que la leche materna
no es simplemente un alimento, sino que se trata de una compleja mezcla que
provee al recién nacido propiedades nutricionales que se adaptan en cada etapa
del desarrollo, además refuerza su sistema inmunológico brindando protección
contra infecciones tanto virales como bacterianas. Esta última función es
sorprendente debido a que existe una comunicación de la madre con el entorno
y con su hijo, de tal manera que su sistema inmunológico logra detectar e
identificar diferentes patógenos, elabora anticuerpos contra estos y luego los
transmite a su hijo a través de la lactancia. De este modo el niño al tomar la leche
materna recibirá protección específica contra agentes infecciosos que
probablemente se encontrará durante las etapas de su crecimiento y desarrollo.