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Ponencia preparada para el XIII Congreso Nacional de Ciencia Política “La

política en entredicho. Volatilidad global, desigualdades persistentes y


gobernabilidad democrática”, organizado por la Sociedad Argentina de Análisis
Político y la Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires, 2 al 5 de agosto de 2017.

Golpear y negociar en el Ministerio: FOETRA y el conflicto por la reducción de la


jornada laboral del año 2005.

Horacio Gaggero (CBC, UBA) gaggero.horacio@gmail.com


Leandro Gervini (CBC, UBA) lgervini@yahoo.com.ar

Resumen

La relación entre Estado y sindicatos ha dado lugar a una extensa bibliografía que
analizó el problema desde diferentes aristas1. Entre los posibles abordajes, podemos
mencionar la persecución a los sindicatos desde el Estado, la influencia de la dirigencia
sindical en el nacimiento del peronismo, la relación conflictiva entre la base y los
dirigentes, la influencia del clasismo dentro de los gremios, etc. Este trabajo analiza en
perspectiva histórica la relación entre la dirigencia sindical del gremio telefónico de
Buenos Aires (FOETRA) y el Estado, representado por el Ministerio de Trabajo, en el
marco de un conflicto con las empresas Telefónica y Telecom en el año 2005. El
objetivo es reflexionar sobre las alianzas tejidas entre estos actores sociales (dirigencia
sindical y Estado) en un contexto de cambio y conflictividad. Este estudio de caso nos
permitirá también plantear interrogantes sobre el vínculo entre los trabajadores y sus
representantes sindicales, y la forma en que influye en la relación sindicato-Estado.

Introducción

Para poder comprender el contexto en el que se desarrolló el conflicto telefónico del


año 2005, comenzaremos por explicar el origen de la conducción de FOETRA Sindicato

1
Para una aproximación al tema, sin ser una lista exhaustiva, ver: James, Daniel, Resistencia e
integración. El peronismo y la clase obrera argentina, 1946-1976. Buenos Aires, Editorial Sudamericana,
1990. Del Campo, Hugo, Sindicalismo y peronismo. Los comienzos de un vínculo perdurable, 2º ed.,
Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2012. Torre, Juan Carlos, La vieja guardia sindical y Perón.
Sobre los orígenes del peronismo. Buenos Aires, Editorial Sudamericana-Instituto Torcuato Di Tella,
1990. Schneider, Alejandro, Los compañeros. Trabajadores, izquierda y peronismo.1955-1973.Buenos
Aires, Imago Mundi, 2007. Dawyd, Darío, Sindicatos y política en la Argentina del Cordobazo. El
Peronismo entre la CGT de los Argentinos y la reorganización sindical (1968-1970), Buenos Aires,
Pueblo Heredero, 2013.

1
Buenos Aires2 y su relación con las patronales en los años anteriores 3. El gremio se
encontraba dirigido desde el año 1997 por la lista Azul y Blanca, el secretario general
era Osvaldo Iadarola y el adjunto Claudio Marín. La lista estaba formada por tres
agrupaciones distintas: el Bloque, conducido por Iadarola, el Frente Telefónico, liderado
por Marín, y la agrupación Nueva Propuesta, conducida por Alejandro Tagliacozzo.

El primero estaba conformado en su totalidad por peronistas, el Frente era un grupo


heterogéneo de militantes de izquierda, algunos referenciados en la CTA y otros en el
Partido Obrero, mientras que Nueva Propuesta estaba conformada por socialistas,
radicales e intransigentes. La alianza entre estos tres sectores se realizó para desplazar
del sindicato a la conducción que había liderado el dirigente histórico Julio Guillán
hasta su muerte en julio de 1997. La coalición de la Azul y Blanca acusaba a los
dirigentes del gremio de complicidad con el gobierno menemista en la privatización de
la Empresa Nacional de Telecomunicaciones. También los responsabilizaban por los
despidos no sólo durante el traspaso de la empresa a manos privadas, sino una vez que
tanto Telefónica como Telecom se hicieron cargo del servicio.

La heterogeneidad de la lista Azul y Blanca parecía en principio conspirar contra la


cohesión y obstaculizar a la dirección del sindicato, porque la convivencia de
agrupaciones tan diferentes dentro de un gremio no resultaba sencilla. Sin embargo, se
produjo un proceso de democratización 4 dentro del gremio, con una activa participación
de trabajadores de base y delegados de comisiones internas. Esto le permitió a la
conducción fortalecerse y desafiliarse de la federación nacional en el año 1999, evitar
despidos durante la crisis del año 2001 y ganar nuevamente las elecciones ese mismo
año.

2
La sigla FOETRA significa Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina.
Luego de la privatización en la década de 1990, la federación cambió su nombre a FOEESITRA
(Federación de Obreros, Empleados y Especialistas de la Industria de las Telecomunicaciones de la
República Argentina), pero el sindicato de Buenos Aires eligió mantener su nombre histórico, pese a que
es una organización de primer grado y no una federación nacional.
3
Para una aproximación más profunda a la historia del gremio telefónico, ver el artículo de Aruguete,
Natalia y Marisa Duarte, “Las estrategias sindicales de los trabajadores telefónicos: las distintas lógicas
de la acción colectiva”, recuperado de http://www.aset.org.ar/congresos/7/08009.pdf consultado el
09/03/2017.
4
Utilizamos el concepto de democratización de Tilly tal como lo aplica Mónica Gordillo en el ámbito
sindical, esto es, en dos dimensiones mutuamente relacionadas. Una, referida a la ampliación de la
participación en el funcionamiento interno. La segunda, referida a la acción externa, en cuanto a la
inclusión de trabajadores precarizados en la órbita de las reivindicaciones sindicales. Ver Tilly, Charles,
Democracy, Nueva York, Cambridge University Press, 2007, pág. 14 y Gordillo, Mónica, “¿Cómo
enfrentar a las burocracias sindicales? Algunas estrategias democratizadoras en los 80” en revista
Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, Buenos Aires, Año IV, Nº 8, Marzo de 2016,
pág. 61.

2
Durante ese proceso el gremio sumó a sus reclamos a los jóvenes trabajadores de los
centros de atención telefónica (más conocidos por su traducción al inglés como “call
centers”) que eran incorporados a las empresas bajo la figura de la pasantía. Este fraude
laboral, con el visto bueno del Estado, los transformaba en trabajadores totalmente
precarizados, sin derecho siquiera a sindicalizarse, por lo que FOETRA decidió, luego
de muchas vacilaciones, asumir sus reclamos como propios.5

Con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia el 25 de mayo de 2003 y la


designación de Carlos Tomada como Ministro de Trabajo, comenzó una nueva etapa en
la relación entre FOETRA y las empresas Telefónica y Telecom. El gobierno permitió
que se negociaran acuerdos paritarios libres entre empresas y sindicatos, con el
Ministerio como garante. En ese contexto, el gremio firmó un nuevo convenio con
ambas empresas, el nº 547/03 E, que tuvo como objetivo reemplazar al que se había
negociado en condiciones desfavorables para los trabajadores en el año 1992 luego de la
privatización. El nuevo convenio no difería sustancialmente del anterior, pero era
importante porque las empresas lo habían firmado directamente con el sindicato de
Buenos Aires y no con la federación, lo que transformaba a la conducción del gremio
porteño en un referente para el resto de los sindicatos telefónicos.

Ese mismo año se llevó adelante el primer conflicto por aumento salarial. Luego de
la devaluación del peso decidida a comienzos del año 2002 por el presidente interino
Eduardo Duhalde no se habían negociado nuevos montos en las escalas salariales, pese
al brote inflacionario que provocó la medida. El sindicato logró su objetivo y los
trabajadores recibieron un aumento de $150 en blanco, $50 en tickets, $50 para viáticos
y $500 por única vez para todo el año (otros $50 mensuales). En la negociación se
acordó que en agosto de 2004 se volvería a discutir la cuestión salarial.

El año siguiente la discusión no resultaría fácil. El conflicto se desarrolló entre los


meses de octubre, noviembre y diciembre de 2004. Luego de varios días de paro,
ocupaciones de edificios y la amenaza de una marcha conjunta de la CTA y la CGT para
apoyar a los telefónicos, las empresas cedieron y otorgaron el aumento pedido por el
sindicato.

5
Para una descripción de cómo se llegó tomar la decisión de luchar por los pasantes dentro del gremio,
ver la nota realizada por Diego Rosemberg a Osvaldo Iadarola y Claudio Marín en la desaparecida revista
TXT en el mes de diciembre del año 2004, págs. 14 a 19.

3
Nuevas alianzas y desafíos

El año 2005 sería un parteaguas para el futuro del gremio y su conducción. En


primer lugar, en abril de ese año comenzó a funcionar OSPETELCO, una obra social
gestionada desde FOETRA, y no desde la federación nacional. La formación de la
misma no sólo buscaba otorgar servicios médico-asistenciales a sus afiliados, sino
desfinanciar a la conducción de la federación. Ésta recibía los aportes de los telefónicos
de todo el país a través de la antigua obra social (OSTEL).

La mayor cantidad de trabajadores se concentraban en Capital Federal y el Gran


Buenos Aires, por lo tanto, si se cambiaban a OSPETELCO, la antigua tendría los días
contados y la federación perdería gran parte de sus ingresos. Es necesario mencionar
que el gobierno avaló la creación de la nueva obra social y nunca presentó objeciones.

Este hecho no puede comprenderse sin mencionar otro paso fundamental en la vida
del sindicato, durante ese mismo mes. El día veintinueve de abril nació la FATEL
(Federación Argentina de las Telecomunicaciones), una entidad sindical de segundo
grado impulsada desde FOETRA, con el firme propósito de disputarle el control a la
FOEESITRA. La integraron, además del sindicato de Buenos Aires, el de Rosario,
Santa Fe, Luján, Chaco y Tucumán. Si bien la nueva federación no necesitaba un
reconocimiento explícito del Ministerio de Trabajo u otro organismo estatal para
funcionar, tampoco hubo objeción.

El siete de julio se realizaron elecciones para renovar las autoridades del sindicato.
La lista Azul y Blanca se enfrentó a una sola lista opositora, la Roja-Violeta, compuesta
por militantes del Partido de los Trabajadores Socialistas y del Movimiento Socialista
de los Trabajadores, junto a otros que no militaban activamente en una agrupación. La
participación fue muy alta, votaron 4112 afiliados, que correspondían al 70% del
padrón. El resultado fue abrumador a favor de la continuidad de los mismos dirigentes
(la lista nuevamente fue encabezada por Iadarola y Marín), quienes obtuvieron el 77%
de los votos.6

Cuando se iniciaron los conflictos salariales del sindicato con las empresas
Telefónica y Telecom en noviembre de 2005, la situación del gobierno de Néstor
Kirchner recién empezaba a solidificarse. El mejoramiento general de las variables
6
Los datos fueron extraídos de Prensa Obrera, órgano de difusión en internet del Partido Obrero,
recuperado de http://www.po.org.ar/prensaObrera/908/partido/elecciones-en-foetra. Consultado el 27 de
marzo de 2017.

4
económicas producto, entre otras cosas, de la profunda devaluación que había sufrido la
moneda en 2002, hacía competitivos a nivel internacional los costos laborales. Al
mismo tiempo, la caída de las exportaciones facilitaba la recuperación industrial y se
creaban empleos.

Por otro lado, los extraordinarios precios internacionales de la soja generaban


superávit en la balanza comercial y las retenciones producían un elevado ingreso en las
arcas fiscales, que permitía subsidiar las tarifas de los servicios públicos 7. Todo ello
facilitaba el incremento de la popularidad del presidente.

Sin embargo, quien había asumido la primera magistratura del país con solo el
22,24% de los votos, y ante la negativa de su contrincante Carlos Menem (que con el
24,45 % había ocupado el primer lugar) de participar en el ballotage, inició su mandato
bajo el paraguas del ex presidente interino Eduardo Duhalde, algunos de cuyos
Ministros integraron el primer gabinete nacional de Kirchner.

A partir de allí, se operó un cambio en la orientación gubernamental respecto a las


relaciones entre el capital y el trabajo. Se impusieron medidas coyunturales para evitar
despidos al duplicar las indemnizaciones, y otras de tipo estructural como la sanción de
la Ley 25.877 convertida en la primera ley laboral protectora en más de una década.
Entre los cambios introducidos se destacan la ampliación de cobertura de la negociación
al producirse una disminución de la desocupación y el empleo no registrado y una
ampliación de los controles estatales8.
Los años 2004 y 2005 vieron renacer una conflictividad social atenuada durante los
años críticos 2002 y 2003, en los cuales el alto desempleo había funcionado como
disciplinador social. Así, los 240 conflictos registrados en 2004 duplicaban los del año
anterior, pero serían más que triplicados el año siguiente (820), según datos aportados
por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
La respuesta del gobierno ante esta situación, consistió en tratar de
institucionalizarlos a través de una reactivación de la negociación colectiva. La cifra de
los convenios y acuerdos homologados durante el año 2004 duplicó el promedio de los
diez años anteriores. A su vez, durante el año siguiente fueron homologados un 64%
7
Aronskind, Ricardo, “Intuiciones y confrontaciones. Para pensar la política económica Kirchnerista”
Márgenes, Revista de Economía Política, Publicación del Instituto de Industria de la UNGS, Año 1 Nº 1,
Agosto 2015.
8
Silvia GARRO, “¿Se olvidaron de Atento? Bases y dirigentes en el conflicto de los teleoperadores de la
empresa española” V Jornadas de Sociología de la UNLP, realizadas en la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación, Carrera de Sociología, Universidad Nacional de La Plata, 2008

5
más que el año anterior, mientras que en el primer trimestre de 2006 lo hicieron un 60%
más que en el mismo período del año previo.9
Durante el curso del año 2005 el gobierno había logrado un beneficioso arreglo de
la deuda con un alto porcentaje de los acreedores externos (más del 77%) significando
una notable reducción de las acreencias, hecho que alivió la presión sobre ese asunto.
Si bien en los medios de prensa ya se hablaba de kirchnerismo, la relación con
Duhalde se rompió como consecuencia de la discusión sobre la integración de las listas
de diputados y senadores nacionales y de la provincia de Buenos Aires, hasta ese
momento baluarte de su antecesor, que se realizaron el 23 de octubre de 2005 y que
renovaron 128 diputados y 24 senadores nacionales.

Dicha ruptura se verificó el 29 de junio de ese año 10, momento en el cual quedó
definido que el gobierno concurriría con listas propias como Frente para la Victoria, y el
ex presidente bajo el paraguas del Partido Justicialista. Los resultados electorales
confirmarían el éxito de Kirchner en el antiguo baluarte duhaldista, donde obtuvo el
43% de los votos, frente al 14% de su contrincante, lo que se tradujo en 18 diputados y
2 senadores, frente a 6 y 1 del PJ11.

La ruptura con el duhaldismo y el triunfo en las elecciones le otorgó al gobierno


legitimidad para continuar con las políticas que había comenzado a desarrollar y generó
la necesidad de consolidar una nueva alianza política con diferentes sectores. Uno de los
socios más importantes serían los sindicatos, en particular, aquellos que estaban más
identificados con el liderazgo de Hugo Moyano, que desde julio de ese año era el único
secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), luego de un período
de conducción colegiada.12

El dirigente camionero había sido el referente sindical que enfrentó las políticas
neoliberales de los ex presidentes Carlos Menem y Fernando de la Rúa, desde fuera de
la CGT, formando el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA). Esto era

9
“La negociación colectiva en 2005”. Informe del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social,
recuperado de http://www.trabajo.gov.ar/left/estadisticas/descargas/toe/toe_04_02_negColectiva.pdf;
consultado el 01/04/2017.
10
La Nación, 03/07/05.
11
Calvo, Ernesto, “Argentina, elecciones legislativas 2005: consolidación institucional del kirchnerismo y
territorialización del voto” Revista de Ciencia Política, Vol. 25 Nº 2, Santiago de Chile, 2005.
12
En 2004 se produjo la reunificación de la CGT, dirigida por un triunvirato integrado por Moyano,
Susana Rueda, del gremio de Sanidad y José Luis Lingieri de Obras Sanitarias. Se estableció que en julio
de 2005 se elegiría un nuevo secretario general.

6
funcional al discurso del gobierno, que confrontaba permanentemente con las políticas
que se habían llevado adelante en la década de 1990.

El sindicato telefónico de Buenos Aires, si bien estaba conducido por un conjunto de


agrupaciones de orígenes muy diferentes, tuvo una estrecha relación con el MTA y con
Moyano en particular. Su apoyo fue muy importante para que la lista Azul y Blanca
lograra derrotar a la lista Marrón en las elecciones de 1997 y hacerse con el control del
gremio. Una prueba del fuerte vínculo que los unía, fue que el dirigente camionero se
involucró personalmente en el conflicto telefónico de diciembre de 2004 y ayudó a
solucionarlo. El sindicato telefónico era patrocinado a su vez por el mismo estudio de
abogados que trabajaba junto al camionero en la CGT, encabezado por el Dr. Héctor
Recalde.

Bajo la conducción de Moyano, la CGT jugó un rol importante en la medida que se


constituyó en uno de los aliados principales del presidente Kirchner.13

Los conflictos del año 2005

El primer conflicto en el que se involucró la conducción del gremio, luego de las


elecciones en el sindicato, fue por el encuadramiento de los trabajadores de la empresa
Atento Argentina S.A. Esta era parte del grupo Telefónica 14 y se dedicaba a prestar el
servicio de centros de llamados (call center) a diferentes empresas. Los trabajadores de
Atento estaban encuadrados bajo el convenio del sindicato de empleados de comercio,
lo que en la práctica le garantizaba a la patronal un bajo nivel de conflictividad. No
había delegados sindicales y las pautas salariales eran dispuestas con total libertad por la
empresa, así como también la organización del trabajo, tiempos de descanso, licencias,
ausentismos, etc. La actividad no estaba regulada en ningún convenio colectivo, porque
era nueva y el de empleados de comercio databa del año 1975. El único antecedente que
existía era el de las operadoras telefónicas de la antigua ENTel, pero estaba claro que el
trabajo era radicalmente diferente.

13
Fernando SCOLNIK, “El movimiento obrero argentino entre dos crisis: las organizaciones de base
antiburocráticas en el área metropolitana de Buenos Aires durante el período 2002-2007” en
CONFLICTO SOCIAL, Año 2 Nº 2, Diciembre 2009.
14
El grupo Telefónica poseía en Argentina varias empresas, cuya cabeza era la de telecomunicaciones,
pero que incluía al canal de televisión TELEFE, la compañía de telefonía celular Unifón (luego
Movistar), Adquira y una serie de empresas que actuaban en diferentes tipos de negocios vinculados a las
comunicaciones (desde comercio por internet hasta tendido de cables subMarínos).

7
Los gremialistas de FOETRA consideraban a Atento como parte de la tercerización
de servicios que realizaba Telefónica desde la privatización. Esto significaba la pérdida
de puestos de trabajo en beneficio de empresas que encuadraban a sus empleados en
otros sindicatos, con la subsiguiente pérdida de representados y aportantes. También
generaba un efecto negativo sobre el salario y las condiciones de trabajo de los
telefónicos. La comisión administrativa del gremio adquirió experiencia en los
conflictos laborales que involucraron a los trabajadores del servicio 112 (gestión
comercial y reclamos) de las empresas Telefónica y Telecom, los que fueron puestos
bajo la órbita de FOETRA unos años antes.

Este conflicto fue importante, porque les permitió a los gremialistas aprender a
relacionarse con jóvenes de entre 18 y 25 años, en muchos casos estudiantes
universitarios y la mayoría en su primer empleo. Este perfil era muy diferente a su base
tradicional. Basándose en este antecedente, y con el apoyo activo de los trabajadores de
Atento, comenzaron a reclamar en el año 2004 que fueran encuadrados en el convenio
telefónico como teleoperadores. La negativa de la empresa fue rotunda, porque no sólo
temían a la organización gremial de los empleados, sino que el cambio implicaba
inmediatamente un aumento en los salarios. Esto era inaceptable, porque no podrían
competir con las empresas que operaban en otros países de América Latina prestando el
mismo servicio en el mercado argentino . La actitud de la patronal llevó a que un grupo
de delegados telefónicos junto a la conducción del gremio ocuparan durante más de
24hs. las oficinas que poseía en el barrio de Barracas, pero no se llegó a ningún acuerdo
y la empresa denunció penalmente por el hecho a los dirigentes del sindicato.

El reclamo quedó en estado latente, y se retomó en la segunda mitad de 2005. La


comisión administrativa del gremio convocó a un paro por 24 horas con movilización al
Congreso para el día 1º de septiembre. En ese marco, el diputado Miguel Bonasso, del
Partido por la Revolución Democrática, presentó el proyecto de ley del teleoperador que
contemplaba, además del reencuadramiento, un cambio importante en las condiciones
laborales. El proyecto atribuía al trabajo el estatus de insalubre, con una jornada laboral
diurna máxima de 6 horas y nocturna de 5 horas y media. Y, además de un receso de
media hora, incorporaba descansos visuales de 15 minutos cada dos horas.15

15
El Cronista, edición electrónica, 06/09/2015. Recuperado de
http://www.cronista.com/impresageneral/Presentan-proyecto-de-ley-que-le-cambia-la-ecuacion-
economica-a-los-call-centers-20050907-0042.html; consultado el 29/03/2017.

8
Otro objetivo era crear un marco nacional para la actividad, porque las condiciones
de trabajo y los niveles salariales variaban significativamente de acuerdo a la provincia
en la que estuviera radicado el call center. Por ejemplo, en Córdoba se le otorgaban
exenciones impositivas a estas empresas y el sindicato telefónico de la provincia no
exigía que los trabajadores se encuadraran bajo su convenio. Finalmente, el proyecto
perdió estatus parlamentario.

El día 16 de septiembre los trabajadores de Atento, Telefónica y Telecom realizaron


una movilización al Ministerio de Trabajo para reclamar el encuadramiento. El 20 del
mismo mes, el Ministro Tomada firmó la resolución 766/05 que convocó a la empresa
Atento y a FOETRA a discutir un nuevo convenio colectivo de trabajo que regulara la
actividad. El sindicato reivindicó este hecho como un triunfo y el reconocimiento de que
“Atento es Telefónica”, como rezaba el lema que sostenían los trabajadores en la
manifestación.16

La reacción de la empresa fue inmediata. Además de judicializar el tema, comenzó a


vaciar las oficinas que poseían en el barrio de Barracas y trasladó parte de los
trabajadores a un edificio en el centro porteño. Esto provocó la reacción de los
empleados, que el 9 de noviembre ocuparon las instalaciones del call center.17 Los
telefónicos expresaron su solidaridad y los alrededores del edificio se llenaron de
delegados, activistas y trabajadores de base de Telefónica y Telecom que impidieron
cualquier tipo de desalojo violento por parte de la seguridad de la empresa. El problema
se desactivó por la intervención del Ministerio de Trabajo, que dictó la conciliación
obligatoria. El gobierno nuevamente tomaba la decisión de apoyar a la dirección del
sindicato en perjuicio de la empresa.

El conflicto por Atento creó una división entre los trabajadores telefónicos.
Comenzaron a generarse críticas hacia la conducción del gremio por parte de algunos
sectores. Unos sostenían que se estaba dedicando demasiado tiempo y esfuerzo a un
conflicto difícil de ganar y se estaba postergando la negociación paritaria con las
empresas. Otros se quejaban de que la comisión administrativa no estaba siendo lo

16
Ver al respecto Henry, L. (2007) Call centers terciarizados: Los desafíos para la
organización de los trabajadores en una actividad económica emergente [en línea]. Trabajo final de grado.
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.482/te.482.pdf , pags. 58 a 69.
17
ANRed, 09/11/2005. Recuperado de http://anred.org/spip.php?article1133, consultado el 29/03/2017.

9
suficientemente combativa para llegar al fondo del asunto y que eso los debilitaría
frente a las patronales al momento de pedir un aumento de salario.

El sindicato pidió a las empresas un incremento del 40% y la reducción de la jornada


laboral18, la que pasaría de las ocho horas y quince minutos que regían en ese momento,
a siete horas para los sectores técnicos y administrativos y seis horas y media para el
personal de tráfico (110, 000, Calling Card) 19 . El pedido se fundamentaba en que esa
era la duración antes de la privatización de ENTel. Cuando se firmó el convenio
colectivo de trabajo en 1992 con las nuevas licenciatarias, no sólo se elevó en una hora
y cuarto la jornada de trabajo, sino que esos setenta y cinco minutos adicionales fueron
compensados con tickets canasta (vales para comprar alimentos) en lugar de aumentar el
salario, lo que también sería motivo de conflicto entre el gremio y las empresas.

El día 24 de noviembre se realizó una huelga que duró 24 horas y tuvo un alto
acatamiento, no sólo entre los trabajadores encuadrados en FOETRA, sino en todo el
ámbito de la FATEL (Luján, Chaco, Tucumán, Rosario y Santa Fe). Al día siguiente, el
Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por el plazo de quince días
hábiles y los gremios la acataron, pero advirtieron que una vez vencida retomarían el
plan de lucha si sus exigencias no eran satisfechas.20

La conducción del sindicato de Buenos Aires informaba sus decisiones a los


trabajadores de base a través de un nutrido cuerpo de delegados. Estos eran convocados
a reuniones plenarias, donde se realizaba una lista de oradores y se proponían distintas
mociones. No todos votaban de acuerdo al mandato de sus compañeros de base, por lo
que en la práctica el plenario funcionaba como un organismo de ratificación de las
decisiones que habían sido tomadas por la conducción del gremio, porque la mayoría de
los delegados eran oficialistas.

El período de negociación se extendió hasta el 19 de diciembre, fecha en que venció


la prohibición de realizar medidas de fuerza impuesta por la autoridad ministerial. Ante
la falta de acuerdo, el gremio retomó la lucha y anunció una marcha para el día jueves
22 de diciembre. Los telefónicos habían demostrado una gran capacidad de
18
Informe sobre conflictos laborales, diciembre 2005. Observatorio del derecho social de la CTA, pág. 6.
Recuperado de http://archivo.cta.org.ar/IMG/pdf/Informe_sobre_conflictos_-_Diciembre_2005.pdf
consultado el 29/03/20017.
19
El servicio 110 es para informaciones, el 000 es la operadora internacional y Calling Card era una
tarjeta que permitía hacer llamados y cobrarlos a una cuenta corriente.
20
Infobae, edición digital, 25/12/2005. Recuperado de http://www.infobae.com/2005/11/25/224778-
dictan-la-conciliacion-obligatoria-destrabar-el-conflicto-telefonico/, consultado el 30/03/2017.

10
movilización en los conflictos de los dos años anteriores, pero esta vez no se llegó a
concretar. El día 21 las empresas y la conducción del sindicato firmaron un pre acuerdo,
que tendría que ser ratificado o rechazado por la asamblea de afiliados. El mismo
establecía un aumento de salario del 35%, un pago de $400 por única vez y la reducción
de la jornada de trabajo. La misma pasaría a siete horas y media para el personal técnico
y administrativo y a seis horas y media para el de tráfico, a partir del 1º de marzo de
2006. En el primer trimestre de 2007 se reduciría nuevamente a siete horas, siempre y
cuando no se afectara la “producción, eficiencia y calidad de los servicios”, y se
formaría una comisión gremio-empresa para realizar el seguimiento de la
productividad.21

La conducción del gremio convocó a una asamblea general extraordinaria de


afiliados activos para el día 26/12. Como se esperaba una gran afluencia de
trabajadores, la misma se llevó a cabo en el estadio del club Obras Sanitarias de la
Capital Federal. Luego que el secretario adjunto, Claudio Marín, explicara el contenido
y los alcances del acta, se escucharon algunos oradores, la mayoría favorables al
acuerdo. Se realizó la votación a mano alzada, con una abrumadora mayoría de votos a
favor, noventa en contra y dos abstenciones. Según el registro oficial, había 2182
personas en la asamblea.22

El conflicto finalizó con un importante triunfo para los trabajadores. El aumento de


salario obtenido superaba con creces la recomposición por efecto de la inflación, que
según datos oficiales para el 2005 fue del 12,3%.23

El punto más importante del acuerdo era sin dudas la reducción de la jornada laboral,
por varios motivos. En primer lugar, por el cambio que esto generaba en la vida de los
trabajadores. Apenas cuatro años antes, estos peleaban por mantener su puesto, por lo
que obtener semejante concesión de dos de las empresas más poderosas del país parecía
una utopía.

21
Ver el acuerdo homologado, recuperado de https://convenios.trabajo.gob.ar/include/showfile.asp?
ArchivoId=F6D9F5D8A349FD05E808FBB6439772C13F3A1ADA7EE2D43671CBCE375C3674C0;
consultado el 01/04/2017.
22
Ver el comunicado 589 de FOETRA, 27/12/2005.
23
La Nación, 04/01/2006, edición digital. Recuperado de http://www.lanacion.com.ar/769760-la-
inflacion-fue-de-123-en-2005, consultado el 03/04/2017. El INDEC fue intervenido en el año 2007; las
cifras del organismo todavía no eran puestas en cuestión por la prensa.

11
Por otro lado, significaba el retorno a una de las conquistas históricas más
importantes del gremio telefónico, la semana laboral de 35 horas que se cumplía en la
ex ENTel.24

En tercer lugar, para la conducción del sindicato implicaba un logro que nadie podía
objetar y contra el que ninguno de sus rivales gremiales podía competir.

Para el gobierno, homologar el acuerdo reforzaba su alianza estratégica con los


sindicatos. Además, las empresas de telecomunicaciones eran muy poco valoradas por
la sociedad argentina en general, no sólo por la irregular privatización de ENTel, sino
por el mal servicio que prestaban.25

La implementación del acuerdo y su contexto

La reducción de la jornada laboral debía realizarse por etapas, como explicamos


anteriormente. El 1º de marzo de 2006, los sectores técnicos y administrativos redujeron
su horario en cuarenta y cinco minutos y los de tráfico en treinta. La comisión que debía
formarse entre las empresas y el gremio para realizar un seguimiento de la
productividad nunca funcionó, pero no hubo objeciones.

El día 14 de noviembre de ese año, la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones


del Trabajo dictó la sentencia Nº 57538 en la causa Nº 23738/2005: “Atento Argentina
S.A. C/ Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina
FOETRA y Otro S/ Ley de Asociaciones Sindicales”. Allí, los jueces revocaron la
resolución 766/05 que había dictado el Ministro de Trabajo el año anterior, dejando sin
efecto el encuadramiento de los trabajadores de Atento en el sindicato telefónico.

El fallo remitió la cuestión a un tribunal arbitral de la CGT y declaró que el


Ministerio era incompetente en esa cuestión. Si bien este hecho no estaba relacionado
directamente con las condiciones laborales de los trabajadores telefónicos, significó un
duro revés para la conducción del gremio.

24
La extensión de la jornada laboral de los telefónicos fue motivo de conflicto con el gobierno de facto
del general Juan Carlos Onganía y con el del general Jorge Rafael Videla, costándole a los trabajadores no
sólo su puesto en la empresa sino a algunos su vida. Ver al respecto Prospitti, Agustín y Gerónimo
Aguilar, “Los trabajadores telefónicos en la Argentina menemista. Una mirada regional a la privatización
(resistencias y nuevas condiciones de trabajo): FOETRA Rosario, en Historia Regional, Sección
Historia, ISP Nº 3, Año XXVII, Nº 32, 2014, pp. 125-139.
25
La Nación, 03/07/2005, edición digital. Recuperado de http://www.lanacion.com.ar/718206-
aumentaron-las-quejas-pero-los-rubros-son-los-mismos/amp/718206, consultado el 03/04/2017.

12
La empresa Atento desarmó su call center en el barrio de Barracas, despidió a la
mayoría de los empleados y sólo mantuvo a cincuenta trabajadores. En las oficinas que
poseía en la localidad de Martínez, también hubo despidos de delegados y militantes de
FOETRA, sin que el sindicato pudiera hacer nada para impedirlo.

Los trabajadores realizaron una asamblea que convocó a una marcha hacia el
Ministerio de Trabajo para el día 29 de noviembre, bajo la consigna “Trabajo y
condiciones dignas para todos; contra el vaciamiento; reincorporación de todos los
compañeros despedidos; y Convenio Ya”26. A esa altura de los acontecimientos, se
habían perdido más de quinientos puestos de trabajo entre los call centers de Barracas y
Martínez.

El acta firmada en diciembre de 2005 establecía que durante el primer trimestre de


2007 debería hacerse efectiva una nueva reducción de la jornada, para alcanzar las siete
horas de trabajo. Los meses de enero y febrero de ese año transcurrieron sin novedades
al respecto. Pero el día dieciséis de marzo, los trabajadores de la empresa Telefónica
encuadrados en FOETRA recibieron un correo electrónico dirigido desde el Comité
Ejecutivo de la empresa con el siguiente asunto: “Novedades en el Escenario laboral de
Telefónica: Reducción de la jornada laboral”. En el cuerpo del mismo, los directivos de
la empresa realizaban un diagnóstico unilateral y lapidario:

“Como todos sabemos, nuestro escenario operativo no es el óptimo. A pesar de los


esfuerzos que en muchas áreas y equipos de trabajo se vienen realizando para
incrementar los estándares de calidad perdidos, todavía queda mucho por hacer. A
raíz de esta situación, nuestros clientes todavía siguen esperando demasiado tiempo
para tener un servicio a la altura de sus necesidades y, en las últimas semanas, la
exposición de este problema en distintos medios de comunicación se elevó
notablemente.

La situación imperante nos obliga a todos a tomar conciencia y entender que en


condiciones de calidad y eficiencia como las actuales, será muy difícil para
Telefónica poder competir en nuevos servicios o aún poder diferenciarnos de la
competencia que hoy avanza a paso cada vez más firme.

En virtud de lo expresado, la compañía considera inapropiado introducir cambios en


la gestión operativa que impacten aún más en el cumplimiento de las metas de
mejora.

En diciembre de 2005, la empresa y la FOETRA Sindicato Buenos Aires acordaron


ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a través del acta correspondiente
en su artículo 4, una reducción de la jornada laboral. En esa misma acta consta el
compromiso y garantía de la organización gremial de que dicha reducción no
afectaría la producción, la eficiencia y la calidad de los servicios. El seguimiento
26
La verdad obrera, 23/11/2006, edición on line. Recuperado de http://www.pts.org.ar/Un-fallo-contra-
todos-los-telefonicos; consultado el 07/04/2017.

13
posterior a la implementación de la reducción de jornada, comenzó a mostrar un
deterioro progresivo de los indicadores clave.

En este sentido y en el entendimiento de que los compromisos asumidos no se


vieron reflejados en el cumplimiento de los objetivos a alcanzar, la compañía
considera que resultaría inconsecuente implementar una nueva reducción en la carga
horaria de la jornada laboral; la condición para que esto suceda es una mejora en la
productividad general. Al mismo tiempo cabe mencionar, que dichos
incumplimientos e impacto sobre los indicadores de eficiencia ya fueron
denunciados ante la autoridad laboral competente.”27

Esta declaración por parte de la empresa generó la correspondiente protesta del


gremio. Telecom tampoco hizo efectiva la reducción de la jornada, y la discusión se
extendió hasta el mes de julio.

La primera semana del mes comenzó un plan de lucha que incluía un pedido de
aumento salarial del 25% y el cumplimiento del compromiso asumido en diciembre de
2005. Se realizaron asambleas en la puerta de los edificios, que incluyeron cortes
parciales de avenidas. Las acciones continuaron con un paro de setenta y dos horas entre
los días diez y doce de julio, que tuvo un alto acatamiento.

El jueves doce se realizó un plenario de delegados para poner a consideración un


principio de acuerdo con la empresa Telecom. El acta constaba de veintiún puntos, entre
los cuales sobresalía un aumento del 16,5% y la reducción de la jornada, con algunas
condiciones.

Los delegados tenían que realizar asambleas en sus edificios y regresar el viernes
trece con el mandato de los trabajadores para aceptar o rechazar la propuesta. La
mayoría de los delegados, pese a pertenecer al oficialismo, votaron en contra. Las
críticas se dirigieron fundamentalmente hacia el porcentaje de aumento, considerado
insuficiente, hacia los condicionamientos de la reducción horaria, por inaceptables y al
hecho de que el conflicto debía resolverse con las dos empresas al mismo tiempo. 28 La
conducción del sindicato convocó a una asamblea general de afiliados para el día veinte,
como última instancia para intentar aprobar el acuerdo, y convocó a un paro de
actividades en Telefónica durante toda la semana siguiente.

El viernes veinte de julio se realizó la asamblea en el microestadio del Racing Club


de Avellaneda, a la que concurrieron alrededor de 3500 telefónicos. Luego de que
27
Archivo personal de los autores.
28
Hoy, 18/07/2007, edición on line. Recuperado de http://www.pcr.org.ar/nota/movimiento-obrero/telef
%C3%B3nicos-junto-entramos-juntos-salimos; consultado el 07/04/2017.

14
hablaran los miembros de la conducción y algunos oradores, se efectuó la votación, que
como de costumbre fue a mano alzada. La misma no arrojó un resultado claro, siendo
imposible el conteo manual, debido a la cantidad de gente. Pese a ello, el secretario
general, Osvaldo Iadarola, estableció que había ganado la aprobación del acuerdo con
Telecom, para lo que contó con el visto bueno del veedor ministerial.29

La empresa Telefónica siguió en su postura y no aceptó sellar el mismo acuerdo. El


día treinta de julio, la FOEESITRA aceptó un aumento del 11% y la jornada laboral de
siete horas.30 Esto incrementó la presión sobre los dirigentes de FOETRA, que no
podían aceptar un acuerdo menor al cerrado con Telecom, porque la base lo rechazaría.
Como el conflicto se extendía, el día seis de agosto el Ministerio de Trabajo dictó una
resolución para ponerle fin. Allí se establecía un 16,5% de aumento y la reducción de la
jornada a siete horas, imponiendo condiciones de horarios de ingreso, guardias mínimas,
turnos diagramados según las necesidades del servicio, etc. como una clara concesión a
la empresa.31

El nueve de agosto se realizó una nueva asamblea de afiliados en el microestadio del


Racing Club, pero esta vez concurrieron muy pocos trabajadores de Telecom, porque ya
habían arreglado. La posición de avalar el acuerdo resultó ganadora.32

Consideraciones finales

El estudio de caso presentado nos permite plantear problemas que deberán ser
profundizados en el futuro, ampliando la investigación a otros sindicatos. Por un lado, la
relación con el Ministerio de Trabajo le permitió a la dirigencia sindical de FOETRA
obtener conquistas que difícilmente hubieran prosperado en un contexto diferente.

29
Prensa Obrera, 26/07/2007, edición on line. Recuperado de
http://www.po.org.ar/prensaObrera/1002/partido/guillan-volvio-a-foetra; consultado el 07/04/2017.
30
El Cronista, 30/07/2007, edición on line. Recuperado de http://www.cronista.com/economia/Las-
telefonicas-firmaron-con-otro-gremio-y-suben-la-presion-contra-Foetra--20070731-0130.html;
consultado el 07/04/2017.
31
La Nación, 06/08/2007, edición on line. Recuperado de http://www.lanacion.com.ar/932288-punto-
final-para-el-conflicto-de-los-telefonicos; consultado el 07/04/2017.
32
Prensa Obrera, 16/08/2007, edición on line. Recuperado de
http://www.po.org.ar/prensaObrera/1005/partido/foetra-se-impuso-el-techo-salarial-del-gobierno;
consultado el 07/04/2017.

15
La actuación de la agrupación Azul y Blanca comenzó unos seis años antes de la
llegada de Kirchner al gobierno, pero hasta el año 2003 los conflictos sostenidos habían
sido claramente defensivos (por ejemplo, contra los despidos, las persecuciones, etc.).

A partir del cambio de gobierno y con la gestión de Carlos Tomada al frente del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, comenzaron los conflictos para
recuperar los derechos perdidos durante la década anterior. Los sindicalistas también
gozaban de una alta dosis de legitimidad entre sus bases, lo que les otorgó un margen de
maniobra que supieron aprovechar frente a las empresas. La reducción de la jornada
significó un triunfo que pocos sindicatos podían ostentar, otorgando a los dirigentes un
gran crédito hacia el futuro.

Por otro lado, para el gobierno, la alianza con los sindicatos era importante para
ampliar su base de apoyo social. El discurso del presidente buscaba permanentemente
confrontar y denostar las políticas llevadas adelante en la década anterior, entre las
cuales estuvieron las privatizaciones. Apoyar al sindicato telefónico contra dos símbolos
de aquellas como Telefónica y Telecom era una muestra de coherencia, y una forma de
presionar a los empresarios que pedían autorización para aumentar las tarifas.

La contienda fue más discursiva que real, porque Kirchner otorgó una serie de
concesiones a las dos empresas para que suspendieran los juicios que sostenían contra la
República Argentina ante el Ciadi.33

La actitud del gobierno en favor del sindicato no estuvo exenta de


contraprestaciones. A partir del conflicto del año 2007, la dirigencia de FOETRA
respetó siempre el porcentaje de aumento propuesto por el Estado y, como vimos en el
caso de la asamblea de Racing, no dudó en enfrentarse a su propia base para ello.
Podemos sostener que el apoyo de los trabajadores siempre fue importante para los
dirigentes, pero a partir de los años 2006-2007, la alianza con el gobierno se transformó
en una prioridad. Allí finalizaría el proceso de democratización del sindicato. La cúpula
comenzó a respaldarse en militantes acríticos. Esto llevó a que el Partido Obrero

33
Página/12, 20/02/2006, edición on line. Recuperado de https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-
63373-2006-02-20.html; consultado el 07/04/2017. El Ciadi es el Centro Internacional de Arreglo de
Diferencias Relativas a Inversiones, perteneciente a la organización Banco Mundial.

16
abandonase la lista Azul y Blanca, y que se produjera una recomposición de las alianzas
al interior del sindicato, pero ese tema excede las intenciones de este trabajo.

Bibliografía

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http://www.aset.org.ar/congresos/7/08009.pdf consultado el 09/03/2017

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LONGO, Julieta, Conflictos laborales en la posconvertibilidad: una aproximación a


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General Sarmiento; 2012.

17
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durante el período 2003-2007” CONFLICTO SOCIAL, Año 2, Nº 2, Diciembre de
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Telecomunicaciones. Secretaría de Cultura y Capacitación, 2014.

Fuentes

Diarios nacionales

La Nación

Página/12

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El Cronista

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