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ABRIL 2009 47
CÓMO DIRIGIR A LAS NUEVAS GENERACIONES DE PROFESIONALES: MOTIVACIONES Y VALORES DE LA GENERACIÓN Y
CUADRO 1
es fruto de la anterior y de las pautas culturales y reali- vista comercial, la supervivencia de muchas empresas
dades sociales a las que han estado expuestos sus inte- dependerá de lo bien que sepan entender y adaptarse a
grantes. esta nueva generación Y, así como de su capacidad para
Lo interesante desde el punto de vista de la gestión hacerle llegar los mensajes publicitarios.
apunta a que cada generación tiene sus aspiraciones y Han nacido en los ochenta, sólo conocen la democra-
establece un contrato psicológico diferente con su em- cia y las historias sobre la transición española les em-
pleador, lo que plantea un reto a los directivos y a los piezan a sonar a batallas de sus padres. No dejan de sor-
prenderse de que la generación anterior haya podido so-
brevivir bajo la tiranía de dos únicas cadenas de televi-
sión, públicas ambas, y de teléfonos clavados en la pa-
Las diferentes generaciones red, en sentido literal y metafórico. Son la generación Y,
que hoy comparten el espacio a veces denominada también generación why (por la
analogía fonética y tratando también de expresar un ca-
laboral parten de diferentes rácter crítico común a la mayoría de sus integrantes) e,
concepciones del mundo, incluso, más castizamente, ya hay quien comienza a de-
nominarla generación “guay” (por los mismos motivos
en general, y del trabajo, fonéticos, cierto matiz irónico y utilizando una expre-
en particular sión típica de la generación X).
De los integrantes de esta generación se ha dicho ca-
si de todo: que son individualistas, que se implican más
profesionales de recursos humanos. Curiosamente, la en los temas sociales, que son reivindicativos, que no
generación Y está resultando especialmente compleja se comprometen, que sólo buscan su comodidad, que
de integrar en las empresas. Sus expectativas son nue- son hedonistas, que no aprecian el esfuerzo... Ideas
vas y se considera “la generación excluida”. contradictorias, en apariencia incongruentes, sin lógi-
ca... ¿Es realmente la generación Y la gran desconoci-
da? Posiblemente, la velocidad de los cambios que ha
Una primera aproximación vivido, junto con las importantes transformaciones vi-
La generación Y es la generación del siglo XXI. También vidas ya por sus padres, ha introducido un elemento de
es conocida como la generación del milenio y como la salto cualitativo que la generación X aún trata de dige-
generación 2001. Ya empieza a suscitar mucha curiosi- rir. Porque no perdamos de vista que quienes tratan de
dad a sociólogos y estudiosos, puesto que su conoci- entender qué pasa, quien aún se está frotando los ojos
miento y su comprensión son cruciales para saber que tras escuchar a un why rechazar una oferta de trabajo
forma tendrá la sociedad del futuro. Desde el punto de muy bien remunerada, porque no le permite disfrutar
de su vida personal, son los integrantes de la genera- Comprendemos ahora en parte la sorpresa de esta
ción X, progenitores y creadores en gran medida de los generación cuando, a principios del siglo XXI, se encuen-
why. No ha habido una ruptura social evidente, no ha tra privada de su protagonismo como “la generación
habido un Woodstock ni un mayo del 68, no ha habi- que vivió el gran cambio cultural”. Porque ese cambio,
do pancartas ni símbolos reivindicativos, no hay provo- aunque nos parezca mentira, ha quedado antiguo en
cación. Los why han sido silenciosos, pero contunden- menos de diez años. ¿Dónde está Michael Jackson?
tes, parece que saben lo que quieren y no lo reivindi- ¿Qué pasó con los grupos de la movida madrileña? ¿El
can, sino que directamente lo ejecutan desde sus deci- sida ya es una enfermedad como otras? ¿Dónde han
siones, los blogs de Internet y los SMS. No polemizan quedado las visiones apocalípticas del cyberpunk?
ni piden permiso: actúan. La generación Y considera la experiencia vivida por
sus predecesores como “ruptura y evolución”, como una
antigüedad más. “Sí, sí –piensan para sus adentros–, la
Contexto: ¿quién es quién? perestroika, Blade Runner y la movida madrileña... pero
Comencemos por comprender quiénes son los prede- ¿os lo podíais contar por SMS? ¿Quién de vosotros pu-
cesores de esta generación Y, es decir, la generación X, do llamar al móvil de amigos y familiares cuando ese tal
para entender mejor el contexto en el que estos jóvenes
que ahora salen de las universidades españolas han cre-
cido. Cuando hablamos de la generación X nos referi-
mos habitualmente a las personas nacidas entre media-
Los nacidos en los ochenta
dos de los sesenta y mediados de los setenta, en las pos- llegan al mundo en un clima
trimerías del baby-boom, y que, por tanto, eran jóvenes
o adolescentes en los ochenta.
de cambio, de transformación
Los jóvenes de la generación X no ven el éxito de la y de cierto desasosiego político
misma manera que sus padres. Es una generación más
escéptica, más difícil de alcanzar por parte de los me-
dios tradicionales de comunicación y márketing. Esta Tejero entró en el Congreso pegando tiros? ¿Verdad que
generación X se caracteriza por su cinismo y desilusión no pudisteis recurrir al “pásalo” para concentraros to-
ante los valores de sus padres. Desde el punto de vista dos ante las puertas del Congreso?”. En cierta medida,
social, hay acontecimientos que la marcaron. Entre ellos, la generación Y ha robado los sueños de la generación
sin duda, destaca la aparición del sida, en 1981, presen- X y la ha destronado antes de que tuviera tiempo de reac-
tada a la opinión pública como una epidemia de dimen- cionar. Y lo ha hecho en respuesta, precisamente, a lo
siones mundiales e impredecibles. Por sus característi- que han visto en sus hermanos mayores o en sus pa-
cas, esta enfermedad provocó en su momento un posi- dres, a los modelos que se les han propuesto. En algu-
cionamiento ideológico de dimensiones muy relevan- na medida, puede que la falta de entendimiento de los
tes, nunca asociado, posiblemente, a una enfermedad valores y motivaciones de esta generación proceda de
anteriormente, y tendrá una gran influencia en el cam- un cierto resquemor por parte de los X.
bio de las pautas de comportamiento de la siguiente ge-
neración. La tribu urbana de la generación X: los ‘yuppies’
Ante este panorama de incertidumbre y sensación En el marco de la generación X surgió, a mediados de
de cambio, no es de extrañar que, al ir al cine, estos jó- los ochenta una subcategoría, los yuppies (Young Urban
venes de la generación X encontraran películas como Professionals). Se trata de un segmento caracterizado por
Blade Runner (1982), uno de los mejores exponentes un alto poder adquisitivo y una auténtica pasión por me-
del incipiente movimiento cultural conocido como cy- drar social, profesional y económicamente. Entre los
berpunk, o Robocop, una versión algo más comercial y iconos culturales de esta tribu urbana se encuentran,
amable. Aerosmith, AC/DC o Judas Priest ponen la entre otras, las películas American Psycho y La hoguera
banda sonora a esta visión del mundo. La actual gene- de las vanidades. En Estados Unidos, donde este térmi-
ración Y posiblemente desconoce que los orígenes ideo- no tuvo más repercusión, se identificó a este grupo con
lógicos de algunos de sus iconos culturales, como Ma- los seguidores del candidato Gary Hart: socialmente li-
trix y sus secuelas, proceden directamente de esta vi- berales, pero conservadores desde el punto de vista fis-
sión apocalíptica y oscura, propia de la evolución del cal. A finales de los ochenta, el término yuppie comen-
movimiento punk. zó a incorporar ciertas connotaciones negativas, fruto
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del agotamiento de un modelo y estilo de vida que pro- ciosa Sigourney Weaver de Armas de mujer. Es posible
pugnaba un cierto “todo vale” en aras del éxito social y también que muchos de ellos vuelvan a casa con la lla-
económico. Walter Shapiro proclamaba en 1991 en la ve colgada al cuello y las indicaciones paternas y mater-
revista Time la muerte del yuppie. nas de merendar, ver un rato la tele y ponerse a hacer
Entre quienes llevaron a su extremo la filosofía y es- los deberes. Es probable que estén solos hasta la hora
tilo de vida yuppie aparecen los dinkies (Double-Income de regreso de sus padres, afanados en trabajar duro pa-
ra que a sus hijos no les falte nada y también para que
aprendan y asimilen el valor del trabajo con el fin de
progresar en la vida. Todo muy comprensible y loable.
Para la generación Y, el trabajo Sus familias y las de todos sus amigos estarán, proba-
representa no sólo una forma blemente, integradas por un padre, una madre, algún
hermano (hijos de los mismos cónyuges) y todos vivien-
de sobrevivir económicamente, do bajo el mismo techo.
sino también una fuente Estos chicos, además de ver la tele, comenzarán a
hacer sus pinitos con los ordenadores de sus padres o
de satisfacción y desarrollo hermanos: la tecnología nunca va a ser para ellos un
personal problema. El 91,6% de los jóvenes entre 16 y 24 años
son usuarios de Internet, porcentaje que desciende has-
ta un 63,4% en el caso de las personas entre 35 y 44
No Kids Yet): parejas de yuppies que posponen la crea- años. Se irán acostumbrando al bombardeo de imáge-
ción de una familia para dedicarse exclusivamente a sus nes, a la información inmediata y visual, a la realidad
carreras profesionales, porque no se sienten capaces de en 3D. No van a desarrollar la paciencia y la laboriosi-
educar a los hijos o, simplemente, porque no les gustan dad, sino el “ya” y el “ahora”. No van a aprender a dis-
los niños. Suelen ser profesionales de nivel alto y sus frutar de un libro, cuya lectura implica varias horas,
motivaciones están relacionadas con el mantenimiento cuando pueden obtener la misma información en unos
de su estatus socioeconómico. Han sido fuertemente minutos y con un clic. Es una generación de resulta-
criticados por su actitud egoísta y hedonista en la que dos, no de procesos. Y cortoplacista: saben por expe-
claramente prima el consumismo por encima de otros riencia que las cosas, la información, las novedades...
valores, como los familiares. mueren en poco tiempo.
• La disponibilidad de recursos económicos y el opti- das a cambio de un sueldo establecido y ahí termina to-
mismo sobre la evolución de la situación económica do) a una concepción mucho más abierta, en la que el
lleva a muchos padres a considerar la formación de trabajo representa no sólo una forma de sobrevivir eco-
sus hijos como la mejor inversión. Ellos han vivido nómicamente, sino también una fuente de satisfacción
un mercado laboral con altos índices de paro y han y desarrollo personal. Por tanto, el trabajo ya no es bue-
visto cómo los conocimientos, los títulos y la forma- no y deseable sólo desde el punto de vista ético, sino
ción se convertían en las mejores armas para salir también desde un punto de vista psicológico y antropo-
adelante en esa situación. Como es lógico, y en los lógico. En este nuevo marco conceptual es donde tienen
casos en los que es posible, van a hacer auténticos es- cabida los de motivación y de valores relacionados con
fuerzos por ofrecer a sus hijos, la generación Y, todas el mundo profesional. Tal vez estas etiquetas no sirvan
las posibilidades de formación a su alcance. para la generación Y.
• Posiblemente estén solos, en familias de tamaño más Esta nueva generación de recién licenciados está mu-
reducido, donde el trabajo está muy presente, lo in- cho más enfocada a los resultados que a los procesos.
vade todo y, además, es algo positivo que se debe fo- También hemos visto que su nivel de formación es muy
mentar. elevado y podemos suponer que saben “sacarse las cas-
tañas del fuego” seguramente mejor que sus predece-
Sin embargo, la última década del siglo XX y los pri- sores: han pasado tiempo solos, han viajado, han ido a
meros años del XXI se han caracterizado por un fenóme- campamentos, han cogido el metro y el autobús solos
no de enorme impacto a todos los niveles: la globaliza- desde pequeños para volver a casa... Se sienten prepa-
ción. Las nuevas tecnologías y su aplicación a las comu- rados y su capacidad de sorpresa es más bien pequeña:
nicaciones han tenido, sin duda, mucho que ver con es- han visto muchas cosas y han vivido transformaciones
te fenómeno, contribuyendo a la disolución de las fron- que han dejado a sus padres con la boca abierta, pero
teras culturales y dando paso a una cierta homogenei- ellos están en buena medida inmunizados ante los cam-
zación cultural y de costumbres. bios. No se trata de aversión al cambio, simplemente se
Éste es el contexto en el que están viviendo su juven- han acostumbrado. Este nuevo escenario produce un
tud y sus primeros pasos en el mundo laboral los inte- efecto de consecuencias difíciles de prever, pero que
grantes de la generación Y. Su alto nivel de formación,
su diversidad y su inmunidad al cambio parecen bue-
nas armas para moverse con éxito en este entorno. En
este marco, el individualismo, tan querido por el neoli-
Los miembros de la
beralismo, vivirá horas de mayor intensidad: cada indi- generación Y son personas
viduo se verá forzado a forjarse su propia vida, lo quiera
o no, pues nada ni nadie lo va a sustituir, ni tampoco a
con iniciativa y con una gran
ayudar decisivamente. Una tendencia con sus luces y capacidad para resolver
sombras: el desarraigo y la ansiedad no han hecho más
que debutar.
problemas, y su estado mental
Con este marco de referencia podemos enfrentarnos ante la generación de
con ciertas garantías de éxito a los interrogantes plan-
teados al comienzo: ¿quiénes son los integrantes de la
alternativas y ante los retos
generación Y (o why o “guay”)? Sabemos algo más sobre suele ser de “¿por qué no?”
cómo era el mundo al que llegaron y en el que vivieron
su infancia y adolescencia, pero ¿qué los motiva? ¿Cuá-
les son sus valores? tiende a crear un progresivo desencuentro entre las per-
sonas y las empresas.
No obstante, según los estudios sobre los estudiantes
Motivación y valores de la generación Y universitarios, éstos no sólo están satisfechos con su vi-
Los conceptos mismos de motivación y valores son de da académica, sino que además expresan un alto grado
la generación X e, incluso, de la anterior, es decir, de ge- de satisfacción con su vida personal en general. En lo
neraciones que dieron el paso, el gran paso, de pasar de que concierne a las perspectivas de evolución, tienden
una concepción mecanicista del trabajo (un empleado a ser muy positivas con respecto a su futuro personal,
es una persona que desempeña unas funciones defini- más positivas que negativas en lo que atañe a España, y
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lo que implican de reconocimiento y de mayor capaci- cias a la hora de elegir un puesto de trabajo. La gene-
dad de poner en marcha sus iniciativas y seguir sus pro- ración Y, que ha centrado la atención del estudio, com-
pios designios. Por esa razón, pueden rechazar promo- bina dos grandes aspectos en sus formas de contem-
ciones si éstas implican pérdidas en su calidad de vida. plar su futuro profesional: un conjunto de valores di-
No es chulería, como a veces pueda interpretarse, sino ferentes a los de sus predecesores, de corte más indi-
simplemente no están muy seguros de lo que quieren y vidualista y exigente, y una visión del mercado de tra-
no van a ceder independencia a cambio de poder. bajo caracterizada por diferentes grados de regulación
que en muchos casos los reduce a “excluidos” de los
puestos de trabajo más interesantes y con perspectivas
Conclusiones operativas de desarrollo futuro.
¿Por qué nos cuesta tanto comprender a la generación
Y? La desvinculación generacional ha existido siem-
pre, es parte y causa de la evolución, pero parece que Algunas claves para la reflexión
el abismo entre la generación X y la Y es a veces in- La convivencia de diversas generaciones en el mercado
franqueable. Una posible explicación, al menos en par- laboral implica, de entrada, la necesidad de incorporar
te, es la proximidad de dichas generaciones. Los ma- la innovación, la creatividad y la flexibilidad en las tareas
nuales clásicos de Sociología determinan que una ge-
neración viene a ocupar unos veinte años. En este ca-
so, ambas generaciones están conviviendo, están com- La generación Y es la primera
pitiendo en el mercado laboral, porque apenas les se-
paran diez años. En las décadas de los setenta y ochen-
generación de la historia
ta, aún se tenía la sensación de que los mayores (per- que ha convivido siempre
sonas de sesenta años) debían dejar paso a los jóvenes
(veinticinco años). Cuarenta años de diferencia. Aho-
con las nuevas tecnologías de la
ra somos mayores a los cuarenta, y los jóvenes que vie- información y que no entiende
nen empujando están entre los veinticuatro y los trein-
ta. Diez años de diferencia. Y los X se sienten, con ra-
fácilmente el mundo sin ellas
zón, amenazados.
Podemos observar en el cuadro 3 un resumen de las propias de la dirección de personas. Por si la situación
diferencias entre estas dos generaciones, incluso referi- no fuera ya de por sí suficientemente compleja, un aná-
das a las generaciones anteriores, en cuanto a su visión lisis más profundo requeriría tener en cuenta otras va-
del mundo profesional, su escala relativa de valores y las riables que, sin duda, afectan y afectarán a la cuestión:
preferencias profesionales de cada una de ellas.
Los análisis muestran que los cuatro grupos gene- 1. La inmigración impacta en el mercado de trabajo y
racionales están sometidos a diferentes visiones del en el marco socioeconómico de forma innegable y
mundo en general y, en concreto, a diferentes preferen- variada. Podemos hablar ya de una generación de in-
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migrantes que han asistido a colegios españoles, es 3. Y la gran pregunta: ¿qué rasgos marcarán a la si-
decir, de una segunda generación. Las pautas de con- guiente generación? ¿Qué van a aprender de la varie-
ducta, las expectativas de estos jóvenes, no se basan dad de modelos, actitudes y comportamientos que
en la historia común que han compartido los demás componen el medio sociocultural en el que están cre-
integrantes de la generación Y, por lo que habremos ciendo? ¿Cómo reaccionará la generación Y si la –lla-
de esperar diferentes actitudes y pautas en el entor- mémosla así– generación Z la desbanca antes de
no laboral. tiempo, como hizo ella con la X?
2. Las mujeres de la generación X, que son en gran me-
dida las que han accedido de forma masiva al merca-
do laboral y de forma relevante (si bien no masiva) a «Cómo dirigir a las nuevas generaciones de profesionales: motivaciones y va-
puestos de dirección y responsabilidad, lo han hecho lores de la generación Y». © Ediciones Deusto. Referencia n.O 3394.
sin modelos, en la mayoría de los casos. Estas profe-
sionales han abierto camino, pero seguramente han
tenido que pagar un precio alto en forma de una me-
nor dedicación a la familia. Las mujeres de la gene-
ración Y posiblemente rechacen este modelo; ahora
se habla de conciliación, de igualdad y de flexibili- Si desea más información relacionada
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