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Anatomía aplicada – 1º bachillerato.

Unidad didáctica 3. EL SISTEMA CARDIOPULMONAR: APARATO


CIRCULATORIO.
1. El medio interno.
1.1 Constitución del medio interno.
1.2 La homeostasis.
2. El aparato circulatorio.
2.1 La sangre.
2.1.1 Plasma sanguíneo.
2.1.2 Células sanguíneas.
2.1.3 Grupos sanguíneos.
2.2 Vasos sanguíneos.
2.2.1 Arterias
2.2.2 Capilares
2.2.3 Venas.
2.3 El corazón.
2.3.1 Morfología y estructura.
2.3.2 El ciclo cardiaco.
2.4 La circulación sanguínea.
3. El sistema linfático.
3.1 Circulación linfática.
4. Otros órganos relacionados con el medio interno y el sistema circulatorio.
4.1 El bazo.
4.2 El timo.
4.3 La médula ósea.
5. Enfermedades cardiovasculares.
6. Adaptaciones al ejercicio físico.
7. Hábitos saludables y no saludables para el sistema cardiovascular.

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1. El medio interno

En los seres unicelulares cada célula realiza todas las funciones de la vida y está en
contacto directo con el medio ambiente.
En los seres pluricelulares hay una división del trabajo, de tal manera que las células se
especializan en determinadas funciones y adquieren una estructura característica, que está en
relación con la función a realizar. Por otro lado, la mayor parte de sus células no está en
contacto directo con el medio ambiente: en los animales superiores, incluido el hombre, la masa
de células que forman los diferentes tejidos y órganos se sitúa entre un tubo externo (la
epidermis) y un tubo interno (el epitelio que tapiza el tubo digestivo). Pero las células necesitan
vivir en un ambiente líquido, del cual puedan tomar las sustancias nutritivas y al cual puedan
eliminar los productos de desecho. Por eso los animales pluricelulares, además de tejidos,
presentan una serie de líquidos o humores en los cuales viven inmersas todas sus células. Estos
humores constituyen el denominado medio interno de los animales, es decir, el medio en el que
viven las células del organismo y que es interior al individuo.

1.1 Constitución del medio interno.

Los líquidos o humores que forman el medio interno están constituidos por una solución
acuosa, rica en diversas sales minerales y sustancias orgánicas, que recibe el nombre de plasma
y que se reparte en tres fracciones importantes: sangre, plasma o líquido intersticial y linfa.
 Sangre es el humor que circula por los vasos sanguíneos, cuya función es repartir
diferentes moléculas por todo el cuerpo.
 Plasma intersticial o líquido tisular es el humor que baña directamente los tejidos,
ocupando los espacios que existen entre las células. Procede del plasma sanguíneo,
cuyos componentes, excepto las grandes moléculas proteicas, son capaces de atravesar
las finas paredes de los capilares arteriales que se ramifican entre las células de los
tejidos. La mayor parte del plasma extravasado es recogido nuevamente por los
capilares venosos, pero queda aproximadamente una décima parte, que es la que
constituye el líquido intersticial.
 Linfa es el líquido que circula por los vasos linfáticos y constituye el vehículo de
transporte de las grasas absorbidas en el intestino. Se origina a partir del plasma
intersticial, el cual penetra en los capilares linfáticos, situados en los espacios
intercelulares de los tejidos, constituyendo la linfa. Estos capilares se van uniendo en
vasos cada vez más gruesos, los cuales finalmente desembocan en las venas del sistema
circulatorio sanguíneo, por lo que la linfa acaba mezclándose con la sangre.

En definitiva, el plasma sanguíneo, el líquido intersticial y la linfa están comunicados


entre sí y su composición es muy parecida. Su constante movimiento y renovación permiten un
continuo aporte de nutrientes a las células y una continua retirada de los productos de
desecho procedentes del metabolismo celular.
Además de estos tres humores, el organismo contiene otros líquidos que ocupan diversas
cavidades. Como ejemplo se pueden citar el líquido cefalorraquídeo que rodea al encéfalo y la
médula, la perilinfa y endolinfa del oído interno, etc.

1.2 Homeostasis.

Los animales pluricelulares son capaces de mantener constantes las características


físicas y la composición química del medio interno, de manera que sus células se encuentran
siempre en condiciones ambientales favorables para la vida. Esta capacidad de regulación del
medio interno recibe el nombre de homeostasis y permite que el individuo se independice del
medio ambiente.
Sin embargo, las variaciones que tienen lugar en el medio ambiente influyen en el medio
interno, pero el organismo posee mecanismos reguladores que inmediatamente compensan
dichos cambios y restauran la condición de equilibrio.

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2. Aparato circulatorio.

El aparato circulatorio sanguíneo es un sistema vascular cuyas funciones son dos:


 Distribuir por todo el organismo los alimentos y hormonas, así como recoger los
productos de desecho del metabolismo celular y llevarlos hasta los órganos que
intervienen en su eliminación.
 Distribuir el oxígeno por todo el organismo, mediante la circulación de la sangre rica
en oxígeno, desde los pulmones hasta los espacios intercelulares y conducir el dióxido
carbónico, resultante del metabolismo celular, desde los espacios intercelulares hasta
los pulmones mediante la circulación de la sangre pobre en oxígeno.
En el cuerpo humano, el transporte se realiza mediante el aparato circulatorio
sanguíneo, por el que circula la sangre, y el sistema linfático, por el que circula la linfa.
Otra de sus funciones es la de defensa, llevada a cabo por determinadas células sanguíneas.

2.1 La sangre.

Es un tejido cuya sustancia intercelular es líquida y recibe el nombre de plasma


sanguíneo. Está compuesta por proteínas, sustancias disueltas (sales minerales, hormonas,
etc.) y células sanguíneas.
La sangre es un líquido rojo, opaco y viscoso. El volumen normal de sangre en un
individuo (normovolemia) equivale a un 8% del peso corporal, es decir, entre 4 y 6 litros. Esta
cantidad puede disminuir (hipovolemia) como consecuencia de hemorragias (heridas, regla,
etc.), estado prolongado de sudoración o sed; o aumentar (hipervolemia) como en individuos
que viven a alturas elevadas o durante el embarazo. Ej.: forma de dopaje en ciclistas que
entrenaban a grandes altitudes.
Cumple una serie de funciones, muy variables e importantes, entre las que destacan:
- Transporte de nutrientes y oxígeno desde los aparatos digestivo y respiratorio,
respectivamente, a cada una de las células.
- Transporte de productos de desecho desde las células a los órganos de excreción.
- Transporte de hormonas desde las glándulas endocrinas, donde se producen, a los órganos
donde van a ejercer su acción.
- Transporte de enzimas que intervienen en procesos metabólicos.
- Intervención en el mecanismo de regulación de la temperatura corporal.
- Defensa contra las infecciones, tanto fagocitaria como inmunitaria.
- Coagulación para evitar la pérdida de líquido por hemorragias.

Dentro de la sangre se pueden distinguir dos componentes fundamentales: una parte


líquida o plasma sanguíneo y un conjunto de células o glóbulos sanguíneos, que flotan en ese
líquido.

2.1.1 Plasma sanguíneo.

Está constituido principalmente por agua (90 %) que contiene en disolución proteínas (7
%), sales minerales (1 %) y, en menor proporción, otras sustancias químicas muy diversas.
Las proteínas del plasma son, principalmente, de tres tipos: fibrinógeno, albúminas y
globulinas.
 El fibrinógeno es indispensable para la coagulación de la sangre; el plasma sin
fibrinógeno recibe el nombre de suero sanguíneo.
 Las albúminas y globulinas tienen funciones muy complejas, relacionadas con el
transporte de sustancias específicas. Un grupo de globulinas, las γ-globulinas,
intervienen en la defensa inmunitaria porque constituyen los anticuerpos.

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Como la sangre es el vehículo de transporte a través de todo el organismo, contiene otras


muchas sustancias: glucosa, aminoácidos, colesterol, urea, vitaminas, hormonas, etc. Algunas de
estas sustancias son fuentes de energía, otras son productos de desecho, otras actúan sobre la
actividad de diferentes órganos, etc.
Exceptuando los anticuerpos y las hormonas, las moléculas que forman parte del plasma
se producen en el hígado. Diversos órganos del cuerpo llevan a cabo docenas de modificaciones
para mantener los solutos del plasma a un nivel saludable (homeostasis). Por ejemplo, si la
cantidad de proteínas sanguíneas desciende demasiado, se estimula el hígado para que fabrique
más proteínas, y cuando las sangre desequilibra el pH (7,35 y 7,45) tanto el sistema respiratorio
como los riñones se ponen en marcha hasta restablecer un nivel normal.

2.1.2 Células sanguíneas.

Existen tres grandes tipos de glóbulos sanguíneos: glóbulos rojos, hematíes o eritrocitos,
glóbulos blancos o leucocitos y plaquetas o trombocitos.

 Eritrocitos: son las células sanguíneas más numerosas


(unos 5 millones/mm3;). Tienen forma de disco bicóncavo,
carecen de núcleo y su citoplasma está cargado de
hemoglobina, pigmento rojo que da color a la sangre y que es
capaz de combinarse con el oxígeno, formando
oxihemoglobina. La hemoglobina es una proteína de cuatro
subunidades que contiene hierro. La función de los eritrocitos es
transportar oxígeno desde el aparato respiratorio a todas y cada
una de las células del organismo. Como son pequeños y
flexibles, se deforman para moverse por los capilares; su
especial forma les proporciona una gran superficie en relación
con su volumen, lo cual los hace perfectos para el intercambio
de gases.

 Plaquetas (250000/mm3). No son auténticas células, sino fragmentos celulares sin


núcleo y con gránulos típicos. Se originan a partir de unas células de gran tamaño, los
megacariocitos, de la médula ósea. Intervienen en el proceso de coagulación de la
sangre, mediante la liberación de tromboplastina. El proceso de coagulación consiste
en la transformación del fibrinógeno, proteína soluble del plasma sanguíneo, en fibrina
que es insoluble. La fibrina se deposita en forma de fibras entrecruzadas en red,
constituyendo el coágulo. El paso de fibrinógeno a fibrina se debe a la intervención de
una proteína denominada trombina. Dicha proteína no se encuentra como tal en la
sangre, sino en forma de una sustancia precursora inactiva, la protrombina. La
conversión de protrombina (inactiva) en trombina (activa) tiene lugar por acción de la
tromboplastina en presencia de iones Ca++. Por lo tanto, el proceso de
coagulación se inicia con la ruptura de las plaquetas, al salir la sangre de los vasos, con
lo cual se libera tromboplastina.
 Leucocitos (6000-8000/mm3). Son células, incoloras y con núcleo, de diversos tipos
cuya proporción relativa constituye la llamada fórmula leucocitaria. Su función, en
general, es la defensa y limpieza del organismo; gracias a sus movimientos ameboides
pueden atravesar la pared de los capilares sanguíneos y llegar a los tejidos donde tienen
que ejercer su función, de forma que son capaces de salir y entrar de los vasos
sanguíneos, este proceso se llama diapédesis. Ante una actuación defensiva el número
de leucocitos puede aumentar, si excede los 11000/ mm3, se trata de una leucitosis,
indicativo de que hay una acción viral o bacteriana en el cuerpo. Lo contrario, la
leucopenia, corresponde a un nivel muy bajo de glóbulos blancos.

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o Graunulocitos: son los más abundantes, posee gránulos en su citoplasma. Se


diferencia: neutrófilos, eosinófilos y basófilos. Participan en la defensa por
medio de la fagocitosis y en la respuesta inflamatoria.
o Agranulocitos: diferenciamos dos grupos, los Linfocitos: se encuentran en una
proporción alrededor del 23 %. Su función es la defensa inmunitaria, pues
reconocen los antígenos y elaboran los anticuerpos correspondientes
(globulinas). Se originan en los ganglios linfáticos y de la linfa pasan a la
sangre; de ahí su nombre. Y los Monocitos o macrófagos: son los leucocitos
más grandes y constituyen el 4 % del total, pero también se encuentran
repartidos por todo el cuerpo (tejido conjuntivo, hígado, etc.); su función es de
defensa y limpieza por fagocitosis.

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2.1.3 Grupos sanguíneos.

Una de las características más interesantes de la sangre es la existencia de los llamados


grupos sanguíneos. Para entender su razón de ser, es necesario conocer previamente qué es una
reacción antígeno-anticuerpo.

Reacción antígeno-anticuerpo: Aglutinación


Los conceptos de antígeno y anticuerpo están relacionados entre sí, uno en función del otro.
Se considera antígeno a toda sustancia que introducida en un organismo, éste la reconoce
como extraña y provoca la síntesis de anticuerpos; normalmente actúan como antígenos las
proteínas y varios polisacáridos. Se consideran anticuerpos a las proteínas (γ-globulinas) que
un organismo produce como respuesta a la presencia de un antígeno. Cuando los antígenos
se enfrentan a sus correspondientes anticuerpos, entre ellos se realiza la reacción antígeno-
anticuerpo, cuyo objetivo es la destrucción o inactivación del antígeno. Esta reacción es
específica, es decir, cada anticuerpo sólo reacciona con el antígeno que ha provocado su
síntesis. Existen varios tipos de reacciones antígeno-anticuerpo, pero para el estudio de los
grupos sanguíneos únicamente interesa la llamada reacción de aglutinación. Consiste en que la
presencia del anticuerpo determina la aglomeración (aglutinación) del antígeno que precipita
y es fagocitado por los macrófagos.

SISTEMA A-B-0

Los eritrocitos de la especie humana pueden presentar en su membrana dos tipos de


proteínas que actúan como aglutinógenos (antígenos) al ser introducidas en otra persona. Se les
ha dado el nombre de aglutinógeno A y aglutinógeno B. Según el individuo, los glóbulos rojos
pueden tener uno de los dos aglutinógenos (el A o el B), los dos o ninguno.
Así mismo, de una manera natural, el plasma sanguíneo puede contener dos tipos de
aglutininas (anticuerpos): la aglutinina α o anti-A, que produce la aglutinación de los hematíes
con aglutinógeno A, y la aglutinina β o anti-B, que aglutina los eritrocitos que presentan el
aglutinógeno B. Según la persona, el plasma tiene una de las dos aglutininas, las dos o ninguna.
Es evidente que, en un mismo individuo, no pueden coexistir A con α, ni B con β.
Considerando todo esto, se deduce que sólo pueden existir cuatro grupos sanguíneos:

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FACTOR Rh.

Además de este sistema A B O, los eritrocitos humanos pueden tener otras muchas
sustancias antigénicas. Entre ellas destaca el factor Rh (rhesus), de tal manera que las
personas que la presentan se llaman Rh + y las que carecen de él son Rh - .
De una manera natural, el plasma sanguíneo no tiene anticuerpos anti-Rh, pero una
persona Rh- puede sintetizarlos si recibe sangre de otra persona Rh+.
Hasta hace pocos años el factor Rh podía originar problemas cuando una mujer Rh-
quedaba embarazada por un hombre Rh + y el hijo era Rh +. Si por cualquier causa pasa
sangre del feto a la madre, ésta reconoce como extraño el factor Rh, presente en los
eritrocitos del hijo, y sintetiza grandes cantidades de anticuerpos anti-Rh. Dichos anticuerpos
pasan a la sangre del hijo y provocan la aglutinación lenta de sus hematíes (eritroblastosis
fetal).Actualmente, este problema se resuelve inyectando a la madre aglutininas anti-Rh que
destruyen los posibles hematíes que pasen del feto. Así no se produce la reacción inmunitaria
que provocaría la síntesis masiva de anticuerpos anti-Rh

TRANSFUSIONES DE SANGRE

De todo el mundo es conocida la importancia de los grupos sanguíneos en el momento de


realizar transfusiones de sangre. Para ello hay que tener en cuenta los aglutinógenos (antígenos)
del donante y las aglutininas (anticuerpos) del receptor.

En la tabla siguiente
se detallan los grupos
compatibles e
incompatibles.
Como se aprecia en la
tabla, el grupo O— es
el donante universal,
puesto que no tiene
aglutinógenos, pero sólo
puede recibir de su mismo
grupo. El grupo AB + es
el receptor universal,
porque carece de
aglutininas, pero sólo
puede dar sangre a
personas de su mismo
grupo.

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2.2 Vasos sanguíneos.

Son las vías o conductos que forman el sistema vascular por el que circula la sangre. En
el cuerpo humano hay unos 80000 km de vasos sanguíneos. Existen tres tipos de vasos
sanguíneos: arterias, capilares y venas.

2.2.1 Arterias

Son los vasos sanguíneos por los que circula la sangre proveniente del corazón hacia los
distintos órganos.
La estructura histológica de las arterias comprende tres capas:
 Túnica adventicia, capa externa de tejido conjuntivo laxo con colágeno y fibras
elásticas. Da soporte y protección.
 Túnica media, capa intermedia de fibras musculares lisas y de conjuntivo
elástico (con fibras elásticas); regula el flujo de sangre que llega a los capilares.
Se contrae y se dilata, involuntariamente (control simpático), cambiando el
diámetro y por tanto, aumento o disminuyendo la presión sanguínea,
respectivamente.
 Túnica interna, capa interna de tejido epitelial (endotelio), en contacto con la
sangre. El músculo liso de la capa media está inervado por el sistema nervioso
autónomo, que controla su contracción o relajación, regulando el diámetro del
vaso y, por tanto, la cantidad de sangre que circula por él.

Las arterias de gran calibre que salen del corazón se ramifican dando arterias de
mediano y de pequeño calibre, que se vuelven a ramificar en pequeñas arterias o arteriolas. En
general, cada arteria que llega a un órgano se ramifica de seis a ocho veces, dando lugar a
arteriolas, que tienen diámetros menores de 20 pm.

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PRINCIPALES ARTERIAS DEL CUERPO.

La aorta es la principal arteria que parte del corazón. Sale del ventrículo izquierdo y da
un giro por detrás del corazón, formando el cayado aórtico y se continúa en la aorta
ascendente. Otras arterias importantes son:
- arterias coronarias: parten de la aorta ascendente. Riegan el corazón.
- arterias carótidas: parten del cayado de la aorta hacia la cabeza.
- arterias subclavias: partes del cayado de la aorta hacia las extremidades superiores.
- arteria hepática: riega el hígado.
- arteria mesentérica: riega el intestino.
- arterias renales: a descienden a los riñones.
- arterias iliacas: hacia las extremidades inferiores.
- arteria pulmonar: parte del ventrículo derecho, como un tronco pulmonar y se ramifica
rápidamente a los pulmones.

2.2.2 Capilares.

Son vasos muy delgados constituidos, únicamente, por un epitelio pavimentoso simple
(endotelio) que es continuación del revestimiento endotelial de las arterias y las venas.
Los capilares resultan al ramificarse las arterias en los órganos corporales que irrigan. Los
capilares forman una red tanto más densa cuanto mayor es la actividad metabólica del órgano
en cuestión.
Los capilares sanguíneos son conductos, de unos 10 pm de diámetro, por donde circula la
sangre. Todos los tejidos están recorridos por capilares, lo que representa que, en un individuo
adulto, hay varios miles de kilómetros de ellos.
Los capilares se reúnen, después, en grupos para formar vénulas, que van confluyendo en
conductos mayores hasta constituir las venas; éstas recogen la sangre de los tejidos y la llevan
de vuelta al corazón.
Los capilares más cercanos al extremo arteriolar de la red disponen de esfínteres que
controlan el paso de la sangre por diferentes vías de la red capilar. Cuando las necesidades
nutricionales de un órgano se incrementan, se relajan los esfínteres, con lo que aumenta la
irrigación sanguínea.
Las paredes finas del endotelio capilar permiten la salida del oxígeno y sustancias
nutritivas desde el capilar hacia los tejidos y el paso a su interior del dióxido de carbono y de los
productos de desecho procedentes del metabolismo celular.

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2.2.3 Venas.

Son los vasos sanguíneos por los que circula la


sangre que se dirige al corazón desde los distintos
órganos. Su estructura es similar a la de las arterias, pero
con la túnica media más delgada, mientras que la
adventicia es más gruesa, lo que las hace menos elásticas,
más fácilmente dilatables, con lo que se minimiza la
resistencia al flujo de vuelta de la sangre. Hay dos hechos
que contribuyen a mejorar la circulación venosa:
- Presentan válvulas para evitar el retroceso de la
sangre debido a la gravedad, sobre todo en la
parte inferior del cuerpo.
- Los movimientos musculares ayudan al flujo de
vuelta: a medida que los músculos que rodean a
las venas se contraen y se relajan, la sangre es
presionada por las venas hacia el corazón.

PRINCIPALES VENAS DEL CUERPO.

- Vena Cava superior: recoge la sangre de la parte superior del cuerpo y Vena Cava
inferior: recoge la sangre de la parte inferior del cuerpo. Ambas llegan a la aurícula
derecha del corazón.
- Vena hepática: forma parte del sistema porta-hepático, es la vena de salida que
conduce a la cava inferior.
- Venas renales: recogen la sangre de los riñones.
- Venas ilíacas: recogen la sangre de las extremidades inferiores
- Venas yugulares: son 4 venas que recogen la sangre de la cabeza y desembocan en
las venas braquiocefálicas que confluyen en la cava superior.
- Venas subclavias: recogen la sangre de los brazos, conectan con las braquiocefálicas.
- Venas pulmonares: son 4 venas que desembocan en la aurícula izquierda cargadas
con sangre oxigenada del pulmón.

PRESIÓN ARTERIAL

Las paredes arteriales están sometidas a una presión que ejerce la sangre en ellas
contenida. Debido al bombeo de sangre procedente del corazón, las paredes arteriales soportan
una presión máxima que coincide con la sístole ventricular, que es del orden de 140 mm de Hg,
y una presión mínima de unos 70 mm de Hg, coincidente con la diástole del corazón (persona
adulta sana).

HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Es una enfermedad que se produce cuando la presión que ejerce la sangre sobre las
paredes de los vasos sanguíneos es demasiado alta.
Se dice que una persona es hipertensa cuando tiene a partir de 90 milímetros de
mercurio (mmHg) de tensión diastólica (la llamada popularmente baja) y/o a partir de 140 de
sistólica (la alta). La tensión sistólica es la que determina la fuerza con la que sale la sangre del
corazón hacia los vasos sanguíneos, mientras que la diastólica es la presión con la que circula
esa sangre por las arterias mientras el corazón está volviendo a llenarse.

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La hipertensión ocasiona el deterioro de las arterias, que se hacen más estrechas,


tortuosas e irregulares, y, como consecuencia de ello, el flujo de sangre a determinados
órganos como el corazón, el cerebro o el riñón puede verse alterado. El desenlace final es
que puede producirse, a largo plazo y con una hipertensión mantenida a lo largo de los años, un
infarto de miocardio, una hemorragia cerebral o una insuficiencia renal.
Pero además, una elevación transitoria de la tensión por encima de 125 ó 130 en la
diastólica o de entre 200 y 210 en la sistólica puede en sí misma ocasionar, y si se tienen
patologías asociadas, enfermedades más inminentes como la ruptura de una arteria si se sufre
un aneurisma (una modificación de esa arteria) o un edema agudo de pulmón, es decir, la
inundación brusca del tejido pulmonar.

Las causas de esta enfermedad, que afecta en la actualidad a un 20% de la población


aproximadamente, por igual a hombres y mujeres, y que suele hacer su aparición a partir de los
35 ó 40 años, son todavía desconocidas en la gran mayoría de los casos. En el 90% de los
pacientes se desconoce el origen de su hipertensión. No obstante, se especula con varios factores
de riesgo como los genéticos, el consumo de sal o alcohol y la obesidad, que podrían provocar
hipertensión en aquellas personas que tuvieran predisposición a sufrir la enfermedad. Evitar
estos factores de riesgo, podría ser una forma de prevención de la enfermedad, pero es tan
importante prevenir como el diagnóstico precoz y un correcto tratamiento. Hasta aquí hemos
hecho referencia a la hipertensión arterial esencial o primaria que es la más frecuente, sin
embargo hay otro tipo de hipertensión que es secundaria a procesos concretos, como
enfermedades renales (infecciones renales, litiasis renal, hipertensión vasculo-renal);
enfermedades endocrinas (feocromocitoma, hiperaldosteronismo, enfermedad de Cushing), que
tienen un tratamiento concreto.
Aunque la hipertensión es un factor de riesgo para enfermedades vasculares y cerebrales,
en sí misma esta afección no presenta síntomas. Su diagnóstico se realiza fácilmente, sin
embargo, con la toma de la tensión cuando los pacientes acuden a consulta médica. Se
recomienda tomar la tensión a partir de los 35 años, al menos una vez al año.
La hipertensión no se cura, pero sí se puede controlar con el tratamiento farmacológico
adecuado y reducir con ello el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y cerebrales. Las
medidas que se toman dependen del grado de hipertensión que presente el paciente, pero
fundamentalmente se centran en evitar los factores de riesgo: controlar la obesidad y reducir
peso, disminución de la ingesta de sodio, reducción del consumo de alcohol, dejar de fumar,
aumento de la actividad física y tratamiento del estrés.

2.3 El corazón.

2.3.1 Morfología y estructura.

El corazón es un órgano muscular hueco, del tamaño de un puño, de forma ligeramente


cónica, situado dentro de la cavidad torácica, en el mediastino, que es el espacio situado entre
los pulmones y sobre el diafragma. En su parte externa presenta un surco transversal y otro
longitudinal, por donde discurren las arterias y venas coronarias y los nervios que
intervienen en su regulación nerviosa.
En su parte interna presenta cuatro cavidades: dos aurículas y dos ventrículos. Los
ventrículos poseen paredes más gruesas que las aurículas, especialmente el ventrículo izquierdo.
La aurícula derecha se comunica con el ventrículo derecho por medio de la válvula
tricúspide, constituida por 3 membranas o valvas que se abren cuando la sangre pasa al
ventrículo y se cierran a continuación evitando el retroceso. La aurícula izquierda está
comunicada con el ventrículo izquierdo a través de la válvula mitral o bicúspide, constituida
solo por 2 membranas o valvas.

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 A la aurícula derecha llegan las dos venas cavas (la superior y la inferior).
 A la aurícula izquierda llegan las cuatro venas pulmonares.
 Del ventrículo derecho parte la arteria pulmonar que se ramifica enseguida en dos:
arteria pulmonar derecha y arteria pulmonar izquierda.
 Del ventrículo izquierdo parte la arteria aorta.
La salida de la sangre de los ventrículos a las arterias está regulada por las válvulas
semilunares (aórtica y pulmonar), que se abren únicamente cuando la sangre ventricular
alcanza cierta presión como consecuencia de la contracción del ventrículo.

En el corazón se distinguen tres capas de diferentes tejidos:


 Pericardio envuelve al corazón completamente. Está formado por una doble capa
serosa: capa visceral o epicardio (pegada al miocardio) y capa parietal (unida a los
órganos adyacentes).
 Endocardio está formado por un epitelio simple de revestimiento (endotelio) que se
continúa con el endotelio del interior de los vasos sanguíneos.
 Miocardio es la capa más voluminosa; está constituido por tejido muscular cardiaco.

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La sangre se mueve impulsada por la contracción del músculo cardiaco (al contraerse el
miocardio disminuye el volumen interno de las cavidades cardiacas obligando a la sangre a
desplazarse) y dirigida por las válvulas cardiacas que se abren solo en un sentido, como
respuesta a los cambios de presión que se producen en el latido cardiaco.
El corazón actúa como una bomba aspirante-impelente (impulsora) de la sangre. Para ello
realiza un movimiento de contracción rítmico. Se llama sístole al movimiento de contracción
del músculo cardiaco. Y diástole al estado distendido que coincide con la relajación muscular.
Durante la sístole auricular los ventrículos se hallan en diástole y, al revés, durante la sístole
ventricular las aurículas se hallan en diástole.

En los seres humanos, la frecuencia cardiaca normal es de 72 latidos por minuto, y el


ciclo cardíaco tiene una duración aproximada de 0,8 segundos. La sístole auricular dura
alrededor de 0,1 segundos y la ventricular 0,3 segundos. Por tanto, el corazón se encuentra
relajado durante 0,4 segundos, casi la mitad de cada ciclo cardíaco. Este ritmo varía con la edad,
el ejercicio, la salud, etc.

2.3.2 Ciclo cardiaco.

El latido o ciclo cardiaco se puede dividir en tres fases:

1. Periodo de relajación o diástole general: Después de vaciarse los ventrículos, estos se


distienden; las aurículas también están en diástole. En este momento la sangre desoxigenada,
procedente de las diversas partes del cuerpo, entra en la aurícula derecha por las venas cavas.
Simultáneamente, la sangre oxigenada, procedente de los pulmones, entra en la aurícula
izquierda a través de las venas pulmonares. Al disminuir la presión en los ventrículos, las
válvulas mitral y tricúspide se abren y la sangre comienza a llenar los ventrículos.

2. Sístole auricular: Al contraerse las aurículas, un volumen adicional de sangre pasa a los
ventrículos aumentando su contenido hasta unos 130 ml. La sangre venosa de la aurícula
derecha pasa al ventrículo derecho, a través de la válvula tricúspide, y la sangre oxigenada pasa
de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo, a través de la válvula mitral o bicúspide.
Mientras, los ventrículos se están llenando de sangre, las válvulas sigmoideas o semilunares de
las arterias se encuentran cerradas. Durante la sístole auricular la sangre no retrocede hacia las
venas, pues los orificios de éstas se estrechan al contraerse las aurículas y los ventrículos en
diástole provocan una aspiración.

3. Sístole ventricular: A continuación de la sístole auricular, los ventrículos se contraen, lo que


provoca un aumento importante de la presión ventricular. El empuje de la sangre cierra las
válvulas tricúspide y mitral, impidiendo que la sangre retroceda a las aurículas, y abre las
válvulas semilunares que dan paso a las arterias, la sangre del ventrículo derecho sale por las
arterias pulmonares y la del ventrículo izquierdo por la arteria aorta. Durante una sístole
ventricular normal, el corazón impulsa unos 70 ml de sangre (por cada ventrículo).

En cada latido el corazón emite dos sonidos, que se continúan después de una breve
pausa. El primero coincide con el cierre de las válvulas tricúspide y mitral y el inicio de la
sístole ventricular; es sordo y prolongado. El segundo se debe al cierre brusco de las válvulas
semilunares, es más corto y agudo.

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2.4 La circulación sanguínea.

Tomando como referencia el corazón, la circulación sanguínea se puede dividir en dos


circuitos:

 Circulación menor o pulmonar. Se


lleva a cabo en el circuito que se
establece entre el corazón y los
pulmones. Este circuito está
constituido por el ventrículo
derecho, las arterías pulmonares,
los capilares pulmonares, las cuatro
venas pulmonares y la aurícula
izquierda. Tiene como misión captar
el oxígeno en los alvéolos
pulmonares y llevar el dióxido de
carbono a los pulmones, para su
expulsión al exterior.
 Circulación mayor o sistémica. Es
el circuito que se establece entre el
corazón y los distintos órganos del
cuerpo. Este circuito está formado
por el ventrículo izquierdo, la
arteria aorta y todas las arterias
que derivan de ella, los capilares de los tejidos, el sistema venoso de retorno que
confluye en las venas cavas y la aurícula derecha. Tiene como misión transportar el
oxígeno y los nutrientes a las células, y recoger los productos de desecho del
metabolismo para conducirlos a los órganos encargados de su eliminación.

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Así pues, por la parte derecha del corazón circula la sangre desoxigenada, también
llamada sangre venosa, y por la izquierda, lo hace la sangre oxigenada, que recibe el nombre
de arterial. En estado de reposo, la sangre realiza la totalidad del recorrido en un minuto y, en
situación de extraordinaria actividad, puede hacerlo hasta seis veces por minuto.

EL PULSO.

El pulso es la onda de presión que se transmite por las arterias a una velocidad de unos 11
m/s. Se origina al salir la sangre del ventrículo izquierdo a la arteria aorta, la cual, al encontrarse
llena de sangre, se dilata en forma anular. El pulso se determina, normalmente, en la arteria
radial de la muñeca. Con las yemas de los dedos índices y corazón, se localiza el área en la
muñeca junto al tendón extensor del pulgar, en la parte exterior de la flexura de la muñeca
(canal del pulso). No debe presionarse excesivamente, pues se obstruirá el flujo de sangre y no
se detectará el pulso.

REGULACIÓN DE LA ACTIVIDAD CARDIACA.

El músculo cardiaco, a diferencia de los lisos y esqueléticos, puede contraerse y relajarse


sin una estimulación directa del sistema nervioso (que sólo tiene, aquí, la función de aumentar o
disminuir la duración del ciclo cardíaco). Esta autoexcitación tiene lugar en el llamado tejido
nodal, constituido por células musculares modificadas, que se han especializado en la
producción automática y rítmica de impulsos. El tejido nodal está formado por los siguientes
elementos:
 El nódulo sinoauricular (SA o marcapasos), situado en la aurícula derecha, junto a la
unión de la vena cava superior, es el que inicia cada ciclo cardíaco y determina su
velocidad, que puede ser alterada por impulsos nerviosos del sistema autónomo.
 El nódulo auriculoventricular (AV), situado a la derecha del tabique interauricular,
cerca del ventrículo derecho, capta la estimulación proveniente del nódulo
sinoauricular. Por sí mismo es capaz de hacer latir al corazón a un ritmo de 40-60
latidos por minuto.
 El fascículo de His, formado por fibras del tejido nodal que, procedentes del nódulo
auriculoventricular, descienden por la pared interventricular y se ramifican en las
denominadas fibras de Purkinje por las paredes de los ventrículos propagando a éstos
la excitación. El fascículo de His es capaz de contraer por sí solo al corazón a un ritmo
de 15 a 20 latidos por minuto.

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Aunque el corazón produzca sus propios impulsos, la frecuencia cardiaca debe variar
adaptándose a las circunstancias del resto del organismo. Los requerimientos de oxígeno y
demás nutrientes varían con la actividad celular. Cuando las células están muy activas, como
durante el ejercicio muscular intenso, necesitan un aporte mayor de oxígeno: en esos casos, el
corazón debe bombear más sangre aumentando el volumen sistólico y la frecuencia cardiaca.
En un ejercicio intenso el gasto cardiaco puede multiplicarse por 5.
El control del gasto cardiaco es realizado por el sistema nervioso autónomo y por las
hormonas liberadas por la médula suprarrenal: las fibras simpáticas aceleran el ritmo
cardiaco, mientras que los nervios parasimpáticos lo hacen más lento.
Las hormonas adrenalina y noradrenalina aumentan la eficacia del bombeo
aumentando el ritmo y la fuerza de la contracción muscular cardiaca.
Otros factores como la edad, el sexo, el estado físico o la temperatura corporal,
también influyen en la frecuencia cardiaca.

EL ELECTROCARDIOGRAMA O ECG O EKG

El ECG es una representación gráfica de los impulsos eléctricos del corazón. Durante el
ciclo cardíaco de bombeo y llenado, los impulsos eléctricos cambiantes reflejan exactamente la
acción del corazón. Estos impulsos pueden ser recogidos a través de electrodos adheridos a la
superficie del cuerpo.
La actividad del corazón representada por ondas características, puede así ser evaluada
instantáneamente en un monitor de TV o ser impresa sobre un papel milimetrado para su estudio
posterior.
 Onda P: representa la corriente eléctrica que atraviesa las aurículas, desde el nódulo S-
A hasta el nódulo A-V (sístole auricular).
 Complejo QRS: representa el avance de la onda de despolarización por los
ventrículos, desde el nódulo A-V hasta el fascículo de His y las fibras de Purkinje
(sístole ventricular).
 Onda T: es la corriente que se genera durante la repolarización de los ventrículos
(diástole).

Desde su invento a principios del siglo XX, el ECG ha sido el útil más importante del
cardiólogo. Resulta imprescindible en el diagnóstico de las arritmias cardíacas, y puede dar
información sobre la presencia de enfermedad coronaria antigua o reciente, y de otros
problemas del corazón.
El ECG es indoloro y se realiza en unos pocos minutos. Existe también una versión
portátil, el registro Holter, mediante el cual se puede registrar el ECG durante las 24 horas del
día, lo que a veces interesa mucho en determinadas arritmias.

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3. EL SISTEMA LINFÁTICO

El sistema vascular linfático o aparato circulatorio linfático es un sistema de conductos


que transporta un líquido: la linfa.
Entre sus funciones se encuentran:
- Recoger el plasma intersticial extravasado de los capilares sanguíneos y devolverlo a la
circulación sanguínea.
- Transportar las grasas absorbidas en el intestino. En el interior de las vellosidades
intestinales, las grasas absorbidas no pueden atravesar las paredes de los capilares
sanguíneos, pero sí las de los capilares linfáticos, llamados vasos quilíferos.
- Producir linfocitos en los ganglios linfáticos.

El aparato circulatorio linfático está constituido por:


 Los capilares linfáticos, que son vasos muy finos de tejido endotelial; se hallan
repartidos por todos los tejidos del organismo y son de extremo ciego.
 Los vasos linfáticos, de estructura similar a la de las venas. En su interior presentan
unas válvulas semilunares y tienen una forma externa arrosariada.
 Los vasos quilíferos son vasos linfáticos que proceden de las vellosidades intestinales y
desembocan en un depósito denominado cisterna de Pecquet.
 Los ganglios linfáticos, intercalados en la confluencia de los vasos linfáticos. Son unos
abultamientos en los que se forman linfocitos.
 Los colectores terminales, que son el conducto torácico y la gran vena
linfática. Éstos, que son los vasos linfáticos de mayor calibre, al estar conectados con el
aparato circulatorio sanguíneo, devuelven la linfa a la circulación sanguínea.

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3.3 Circulación linfática.

Los capilares linfáticos recogen a través de sus finas paredes el plasma intersticial y lo
conducen a los vasos linfáticos. Por su parte, los vasos quilíferos absorben grasas del quilo
intestinal en las vellosidades intestinales y las conducen a la cisterna de Pecquet, de la cual parte
el conducto torácico. Este conducto también recoge la linfa de los vasos linfáticos procedentes
de las extremidades inferiores, de la región abdominal, del brazo izquierdo y de las mitades
izquierdas del tórax y de la cabeza, desemboca en la vena subclavia izquierda.
La gran vena linfática recoge la linfa procedente de los vasos linfáticos de las mitades derechas
de la cabeza y del tórax, y del brazo derecho, y desemboca en la vena subclavia derecha.
La circulación de la linfa se produce gracias a la compresión de los músculos esqueléticos sobre
los vasos y a la contracción de los vasos linfáticos. Las válvulas semilunares impiden el retorno
de la linfa.

4. Otros órganos relacionados con el medio interno y el sistema circulatorio

Existen otra serie de órganos relacionados con la circulación, la sangre y el sistema


inmunitario:

4.1 El bazo

Órgano aplanado de unos 14 cm de longitud por 10 de anchura y 4 de grosor. Situado en


la zona superior izquierda de la cavidad abdominal, en contacto con el páncreas, el diafragma y
el riñón izquierdo. Pesa unos 200 g. Las funciones del bazo son:
- Eliminación de glóbulos rojos deteriorados o envejecidos
- Proliferación y activación de linfocitos y macrófagos.
- Formación de proteínas defensivas como elementos del sistema del complemento
- Reserva de plaquetas y glóbulos rojos
- Producción de células sanguíneas durante el desarrollo embrionario

4.2 El timo

Órgano localizado detrás del esternón. Generalmente, consta de dos lóbulos. Mayor
desarrollo en la etapa embrionaria y la infancia. Se atrofia en adultos. Sus funciones son:
- Maduración de los linfocitos T
- Secreción hormonal

4.3 La médula ósea roja

Tejido que rellena el espacio interior de los huesos largos, vértebras, costillas, esternón,
huesos del cráneo, cintura escapular y pelvis. Sus funciones son:
- Tejido hematopoyético; Se generan las células de la sangre
- Maduración de los linfocitos B

5. Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades que afectan al aparato circulatorio se denominan cardiovasculares y


son una de las principales causas de muerte en nuestra sociedad.
Para muchas de estas enfermedades, como la hipertensión o la enfermedad coronaria,
existen unos factores de riesgo; son procesos que no tienen una causa única, sino que las causas
son múltiples, aumentando la probabilidad de padecerlos cuando se suman dichas causas o
factores de riesgo entre los que se encuentran:

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- Edad
- Herencia genética
- Nivel plasmático elevado de colesterol y triglicéridos.
- Hábito fumador
- Sobrepeso y obesidad
- Diabetes mellitus
- Componentes de la dieta: excesivo consumo de sodio, consumo de alcohol.
- Estrés
- Falta de ejercicio físico regular.

Entre las enfermedades que afectan al corazón destacamos:

 Infarto de miocardio. Consiste en la muerte de una parte del músculo cardíaco por la
falta de riego sanguíneo debida a la obstrucción de una de las arterias que irrigan el
miocardio, las coronarias. El taponamiento se produce por un coágulo sanguíneo o por
el estrechamiento provocado por una placa de ateroma. El enfermo experimenta dolor
intenso y sensación de compresión en el pecho, palidez, sudoración y angustia. Si la
zona afectada es grande, se produce la muerte.
 Angina de pecho. La angina es un dolor o molestia en el pecho que se siente cuando no
hay suficiente irrigación sanguínea al músculo cardiaco. Este músculo cardiaco necesita
el oxigeno que transporta la sangre. Suele deberse a una obstrucción en las coronarias
pero no se produce la muerte ce las células del miocardio. La angina puede sentirse
como una presión o un dolor opresivo en el pecho.
 Bradicardia. Reducción de la frecuencia cardiaca (inferior a 60 latidos por minuto),
debido a la disminución del ritmo del nódulo sinoauricular.
 Taquicardia. Incremento considerable de la frecuencia cardiaca (superior a 100 latidos
por minuto), a causa del aumento del ritmo del nódulo sinoauricular.
 Arritmia. Ritmo cardiaco anómalo o irregular.
 Insuficiencia cardiaca. Se define clásicamente como la situación en la que el corazón
no es capaz de mantener un vol/minuto adecuado, en relación con el retorno venoso y
las necesidades de cada momento, sin embargo el término es más complejo e incluye
alteraciones bioquímicas, celulares, hemodinámicas y neurohormonales. En el
mecanismo de producción pueden participar alteraciones miocárdicas, mecánicas y del
ritmo cardiaco; cualquier cardiopatía puede producir insuficiencia cardiaca.

Entre las relacionadas con los vasos sanguíneos:

 Hematoma: Un hematoma es una acumulación de sangre, causado por una hemorragia


interna (rotura de vasos capilares, sin que la sangre llegue a la superficie corporal) que
aparece generalmente como respuesta corporal resultante de un golpe, una contusión o
una magulladura. También es conocido popularmente como cardenal, moratón.
 Hipertensión arterial: La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica
caracterizada por un incremento continuo de la de presión sanguínea en las arterias.
 Ictus: trastorno brusco de la circulación cerebral, que altera la función de una
determinada región del cerebro. Puede provocar un infarto cerebral.
 Arteriosclerosis. Engrosamiento y endurecimiento de las paredes de las arterias, con
pérdida de elasticidad. Una forma de arteriosclerosis, es la aterosclerosis, que es un
proceso en el que produce una proliferación de células musculares lisas y una
acumulación de sustancias grasas, especialmente colesterol y triglicéridos, formando lo
que se denomina la placa de ateroma. No se sabe cómo se inicia este proceso, pero
parece ser que se inicia en el revestimiento endotelial de la arteria. Hay teorías que
sostienen que la hipertensión arterial prolongada, el monóxido de carbono de los
cigarrillos y la diabetes mellitus producen lesión del endotelio. La placa proporciona
una superficie irregular que causa la liberación por parte de las plaquetas, de un factor

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estimulante de la proliferación de fibras musculares lisas. Las plaquetas liberan


sustancias químicas formadoras de trombos, si estos se fragmentan pueden formar
un émbolo (coagulo sanguíneo trasportado por la sangre)
 Embolia. Obstrucción de un vaso sanguíneo, causada por un émbolo. Si el coágulo es
llevado desde los pulmones al corazón puede obstruir las venas pulmonares,
denominándose embolia pulmonar. Si el coágulo obstruye una arteria cerebral, se
denomina embolia cerebral.
 Varices. Venas superficiales alargadas, dilatadas y tortuosas generalmente de las
extremidades inferiores. Se produce por un deterioro de las válvulas semilunares, que
evitan el retroceso de la sangre. Al estropearse las válvulas, la sangre circula con más
dificultad y, en consecuencia, se hinchan las venas.

Otras, en cambio, afectan a la sangre:

 Anemias: consiste en la disminución del número de glóbulos rojos en la sangre o de la


cantidad de hemoglobina presente en ellos. Como consecuencia, los tejidos reciben
menos oxígeno, lo que provoca fatiga y cansancio; además, debido a la necesidad de
incrementar la frecuencia cardiaca, se producen palpitaciones. Las acusan de la anemia
son variadas: falta de hierra o de vitaminas B9 y B12, pérdidas de sangre crónicas o
alteraciones de la médula ósea.
 Leucemias: se trata de un aumento excesivo del número de glóbulos blancos anormales
que circulan por la sangre, al tiempo que disminuyen las células normales. Por eso las
personas que padecen esta enfermedad sufren infecciones frecuentes, anemias y
coagulación defectuosa. También experimentan pérdida de peso y fiebre. La leucemia
se produce por una alteración de la médula ósea, por lo que se tratamiento más efectivo
es el trasplante de ese tejido.
 Hemofilia: se trata de una enfermedad hereditaria que consiste en la falta de unas
proteínas del plasma sanguíneo necesarias para la coagulación de la sangre. Debido a
ello, las hemorragias son frecuentes, ya que cualquier herida por pequeña que sea,
puede provocar una pérdida importante de sangre. Para suministrar a estos pacientes las
proteínas que les faltan, es necesario someterlos a transfusiones de plasma.

6. Adaptaciones al ejercicio físico

Todo el sistema cardiovascular se adapta al ejercicio que se realice. En individuos


sedentarios se vuelve más frágil y es más propenso a sufrir enfermedades.
Principales adaptaciones:
- Mayor riego sanguíneo en órganos más activos. En tejidos u órganos con más demanda
energética se desarrolla más el sistema de vasos sanguíneos.
- Mayor luz de venas y arterias.
- Mayor cantidad y densidad de capilares sanguíneos.
- Disminución del ritmo cardiaco: En personas entrenadas el ritmo cardiaco es menor que
las no entrenadas tanto en reposo como durante el ejercicio.
- Disminución de la tensión arterial: En personas entrenadas la tensión arterial es más
baja en reposo y aumenta más lentamente durante el ejercicio que en personas
sedentarias.
- Vasos más robustos: Las venas y arterias son más robustas en sujetos activos
físicamente. Se refuerzan capas musculares y conjuntivas.
- Corazón más grande, con mayor volumen y más potente. La capacidad de las cavidades
cardiacas aumenta. La masa de músculo cardiaco se incrementa. Se incrementa el
volumen sistólico: Se bombea más sangre por latido. Corazón en actividad física intensa
puede consumir 4 a 6 veces más que en reposo. por ello es necesario un calentamiento
previo al ejercicio.

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7. Hábitos saludables y no saludables para el sistema cardiovascular

Los hábitos saludables pueden hacer que las afecciones cardiovasculares queden
reducidas o sean menos probables:

HÁBITOS A SEGUIR
- Ejercicio diario: ejercicio físico de intensidad moderada. Mejora el sistema circulatorio
en general. Lo robustece.
- Correcta alimentación: bajos niveles de grasas saturadas, ácidos grasos trans y
colesterol: evitan el riesgo de aterosclerosis. Bajos niveles de sal: Evitan el aumento de
presión sanguínea. Bajos niveles de azúcar. Una alimentación adecuada disminuye el
gasto cardiaco y el riesgo de trombos.
- Cuidado en enfermedades pulmonares que puedan afectar al corazón: determinadas
infecciones pulmonares pueden contagiarse al corazón
- Tranquilidad. Evitar situaciones estresantes continuas.

HÁBITOS A EVITAR
- Tabaco, tanto fumadores activos como pasivos. Deteriora los vasos sanguíneos y
aumenta la presión sanguínea.
- Obesidad: relacionada con los hábitos alimentarios. Aumenta el gasto cardiaco.
- Otros tóxicos: afectan a los vasos sanguíneos o al corazón.
- Ejercicio físico extremo: deteriora el sistema circulatorio.

ACTIVIDADES

1. Explica en qué se diferencian la sístole y la diástole.

2. ¿Qué diferencias existen entre las venas y las arterias?

3. Haz un esquema del corazón indicando sus partes, las válvulas y los vasos sanguíneos
con los que comunica.

4. ¿Cuáles son las funciones del sistema linfático?

5. Por el interior de las arterias circula sangre oxigenada. Sin embargo, esto no es
siempre así. ¿Podrías indicar el nombre de alguna arteria que lleve sangre pobre en
oxígeno y por qué ocurre esto?

6. ¿En qué consiste la coagulación sanguínea?

7. ¿Qué consecuencias puede tener para el aparato circulatorio una dieta rica en grasas?

8. Define los siguientes conceptos: anemia, hemoglobina, plasma, pulso, válvula


semilunar, hipertensión arterial, trombina.

9. Explica en qué consiste la circulación sistémica y la pulmonar.

10. Explica el concepto de homeostasis y pon tres ejemplos de cómo los sistemas
corporales participan en ella.

11. Un individuo necesita una trasfusión sanguínea. Explica que tipo de donante
necesita si él tiene grupo sanguíneo A+.

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