Vous êtes sur la page 1sur 17

Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.

; 11(1):27-43 ISSN 0327-9383


©SAREM, 2004 Versión on-line ISSN 1666-0536

LA DISTRIBUCIÓN DE CHRYSOCYON BRACHYURUS (ILLIGER, 1811)


(MAMMALIA: CARNIVORA: CANIDAE)
DURANTE EL HOLOCENO EN LA ARGENTINA:
IMPLICANCIAS PALEOAMBIENTALES

Francisco J. Prevosti¹, Mariano Bonomo² y Eduardo P. Tonni³

¹ LATYR, Museo de La Plata, Paseo del Bosque S/Nº, 1900, La Plata, Buenos Aires, Argentina,
Becario de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC)
<protocyon@yahoo.com>. ² Departamento Científico de Arqueología, Museo de La Plata, Paseo del
Bosque S/Nº, 1900, La Plata, Buenos Aires, Argentina, y CONICET,
<mbonomo@museo.fcnym.unlp.edu.ar>. ³ Departamento Científico Paleontología Vertebrados, Museo
de La Plata, Paseo del Bosque S/Nº, 1900, La Plata, Buenos Aires, Argentina, y CONICET,
<eptonni@museo.fcnym.unlp.edu.ar>.

RESUMEN. A partir de la distribución actual de la especie y de los factores climáticos (temperatura y


precipitaciones) en el área, se evalúa y describe el registro paleontológico y arqueológico, así como los
datos históricos y etnohistóricos con el objetivo de reconstruir su distribución durante el Holoceno. Con
el mismo fin se discuten las evidencias sobre cambios climáticos en el último milenio, tanto a escala
regional como global. Además, se da a conocer un nuevo registro de C. brachyurus encontrado en
sedimentos del Holoceno tardío en un sitio arqueológico del sudeste de la región pampeana. El nuevo
resto (un metatarsiano quinto) constituye el registro más austral de C. brachyurus, encontrándose a 500
km al sur del registro fósil más cercano, y a más de 1000 km de su área de distribución actual. A su
vez, corresponde al registro más antiguo de la República Argentina. La revisión bibliográfica no permitió
encontrar evidencias que sustenten la presencia de C. brachyurus al sur de su área de distribución
actual en tiempos históricos. La distribución actual de C. brachyurus, y probablemente la del Holoceno
tardío, está vinculada con temperaturas medias no inferiores a 19°C y precipitaciones medias de amplio
rango (entre 1500 y 550 mm). La presencia de esta especie durante el Holoceno estaría relacionada
con momentos de menor aridez y mayor temperatura.

ABSTRACT. The distribution of Chrysocyon brachyurus (Illiger, 1811) (Mammalia: Carnivora:


Canidae) in Argentina during the Holocene: Paleoenviromental implications. On the basis of the
current distribution of C. brachyurus and the climatic factors (temperature and precipitation) of the area,
the paleontological and archaeological record as well as the historical and etnohistorical data are evalu-
ated and described in order to reconstruct its distribution during the Holocene. The evidences of climatic
changes in the area are discussed within regional and global scale. It is also reported a new record of
C. brachyurus found in sediments of the Late Holocene of an archaeological site in the southeastern
Pampean region. The new material (a fifth metatarsal) is the southernmost record of C. brachyurus,
being 500 km south from the nearest fossil record, and more than 1000 km farther south from the
present distribution area. In addition, it is the oldest record in Argentina. The bibliographical revision
showed that there are no evidences supporting the presence of C. brachyurus in historical times south
of the area of its current distribution. The current distribution of C. brachyurus, and probably that of the
Late Holocene, is linked to mean temperatures higher than 19°C and mean precipitation between 1500
and 550 mm. The presence of this species during the Holocene would be related to moments of less
aridity and higher temperatures.

Palabras clave: Chrysocyon brachyurus, Carnivora, Holoceno, clima.

Key words: Chrysocyon brachyurus, Carnivora, Holocene, climate.

Recibido 20 setiembre 2003. Aceptación final 26 noviembre 2003.


28 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 11(1):27-43 F.J. Prevosti et al.

INTRODUCCIÓN raguay y el noreste de Argentina (Dietz, 1985;


Ginsberg y Macdonald, 1990; Chebez, 1994;
El aguará guazú, Chrysocyon brachyurus Fig. 1). El límite norte es el río Parnaíba (Ca-
(Illiger, 1811), es el mayor de los cánidos brera, 1957; Chebez, 1994). En la República
sudamericanos vivientes. Probablemente debi- Oriental de Uruguay se lo menciona en épocas
do a sus hábitos solitarios, nocturnos o crepus- recientes en los departamentos de Río Negro
culares, no se cuenta con registros precisos (en el año 1890), Soriano, Maldonado, Treinta
acerca de su distribución en el pasado recien- y Tres (1987), Tacuarembó (1900), como tam-
te. Datos no confirmados hacen referencia a su bién en el de Cuareim y Yaguarón (1959); fue
registro en áreas muy alejadas del rango geo- registrado recientemente en el departamento de
gráfico actual y bajo condiciones climático Río Negro (bañado del arroyo Amarillo, véase
ambientales distintas de las actuales. Mones y Olazarri, 1990).
En la presente contribución, a partir de la En la República Argentina se encuentra en
distribución actual de la especie (Fig. 1) y de el este de las provincias de Formosa y Chaco,
los parámetros climáticos del área (temperatu- sudeste de Santiago del Estero, norte de Santa
ra y precipitaciones; Fig. 2), se describe y Fe (departamentos de Vera y General Obliga-
evalúa el registro paleontológico y arqueológi- do), norte de Córdoba (departamento de San
co, así como los datos históricos y etnohistó- Justo) y gran parte de Corrientes (Beccaceci,
ricos con el objetivo de reconstruir la distribu- 1992, 1993; Jayat et al., 1999; Richard et al.,
ción durante el Holoceno. Con el mismo fin se 1999; Haro et al., 2001; Fig. 1). El límite sur
discuten las evidencias sobre cambios climáti- se estima a los 30º de latitud sur, correspon-
cos en el último milenio, tanto a escala regio- diendo a las márgenes del río Salado cerca de
nal como global. Además, se da a conocer un Aguará Grande en Santa Fe, nordeste de Cór-
nuevo registro de C. brachyurus en el Holoce- doba y el departamento de Esquina en Corrien-
no tardío de un sitio arqueológico del sudeste tes (Beccaceci, 1993; Haro et al., 2001). Den-
de la región pampeana. tro de esta distribución, presenta áreas de mayor
densidad en el este de Formosa, sur del Chaco,
MATERIALES Y MÉTODOS norte de Corrientes y noroeste de Santa Fe.
Las primeras dos áreas corresponden a zonas
Las medidas se tomaron con un calibre manual con actividad antrópica menos marcada
con una precisión de 0,1 mm y se muestran en (Beccaceci, 1992: 51). La presencia de esta
la Tabla 1. En los aspectos bioestratigráficos y especie en el sur de Misiones (Chebez, 1994)
geocronológicos se sigue a Cione y Tonni (1999). y norte de Entre Ríos (Ceruti, 1990), debe ser
Los datos climáticos en los que se basa la Fig. 2
confirmada.
fueron extraídos de las Estadísticas Climatológicas
publicadas por el Servicio Meteorológico Nacional. Varias citas de crónicas de viajeros (e.g.
Abreviaturas. MACN-Ma (Museo Argentino de sacerdotes jesuitas, funcionarios coloniales) y
Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, Colec- topónimos registrados entre los siglos XVIII y
ción Nacional de Mastozoología), MLPMa (Museo XX fueron empleados para extender la distri-
de La Plata, Departamento Científico Zoología bución de C. brachyurus, en tiempos post-his-
Vertebrados, Sección Mastozoología), NM1 (Mu- pánicos, hasta las provincias de Córdoba, San
seo de La Plata, Departamento Científico de Ar- Luis, La Pampa, Buenos Aires y el norte de la
queología, Colección Sitio Arqueológico Nutria región patagónica. Sin embargo, la mayoría de
Mansa 1).
estas menciones carecen de datos contrastables.
DISTRIBUCIÓN ACTUAL
HÁBITOS Y DIETA
DE Chrysocyon brachyurus
Chrysocyon brachyurus habita en la Repúbli- Chrysocyon brachyurus es un cánido de hábi-
ca Federativa del Brasil, desde los estados de tos principalmente nocturnos y crepusculares.
Piauí hasta Río Grande do Sul y Mato Grosso, Se encuentra en ambientes abiertos, incluyen-
en la región oriental de Bolivia, en Perú, Pa- do pastizales, sabanas con parches de árboles,
DISTRIBUCIÓN DE C. BRACHYURUS EN EL HOLOCENO DE LA ARGENTINA 29

Fig. 1. Distribución actual, registros escritos anteriores a 1950 y arqueo-paleontológicos de C. brachyurus en Argentina.
Triángulo blanco: registro arqueológico/paleontológico no confirmado; triángulo negro: registro arqueológico/
paleontológico confirmado; cuadrado blanco: menciones históricas (anteriores a 1950).

Present and past records of C. brachyurus in Argentina. White triangle: non confirmed archeological/
paleontological record; black triangle: confirmed archeological/paleontological record; white square: historical
record (prior to 1950). 1. Tucumán, capital; 2. Federación, Entre Ríos; 3. Federal, Entre Ríos; 4. Mar
Chiquita, Córdoba; 5. Bañados de Guanacache, Mendoza, San Luis, San Juan; 6. Sur de Córdoba; 7. Sitio
arqueológico Brazo Largo, Entre Ríos; 8. Baradero, Buenos Aires; 9. Sitio arqueológico La Bellaca 2, Buenos
Aires; 10. Sitio arqueológico Río Luján, Buenos Aires; 11. Sitio arqueológico Cañada de Rocha, Buenos Aires;
12. Sitio arqueológico La Maza 1, Buenos Aires; 13. Bolívar, Buenos Aires; 14. Juntas del Potral y el
Chadileuvu, La Pampa; 15. Casa de Piedra, La Pampa; 16. Sierra de La Ventana, Buenos Aires; 17. Pehuen-
Co, Buenos Aires; 18. Sitio arqueológico Nutria Mansa 1, Buenos Aires; 19. Montes de Juancho, Buenos Aires;
20. Nahuel Huapi, Neuquén; 21. Cármen de Patagones, Buenos Aires; 22. Desembocadura del Río Negro.

matorrales y/o de palmares de caranday cia y estacionalidad de diferentes elementos,


(Copernicia sp.), en el Cerrado y el Chaco; los cuales varían a lo largo de su distribución
también habita en las zonas deforestadas de la geográfica. En el sector más septentrional de
Mata Atlántica. Es frecuente registrarlo en su área de distribución actual (centro de Bra-
zonas pantanosas, inundadas o inundables y en sil), predominan en su dieta los productos ve-
la cercanía de ríos, pero estos cuerpos y cursos getales, seguidos de pequeños roedores, aves e
de agua no son prerrequisitos para su existen- insectos diversos (Dietz, 1984; Juarez y
cia (Cabrera y Yepes, 1940; Ginsberg y Marinho-Filho, 2002). En esta área, ocupa el
Macdonald, 1990; Beccaceci, 1992). 43% de su tiempo en el Cerrado, el 34% en
C. brachyurus es un omnívoro generalista y los pastizales abiertos y el 24% en “bosques”
oportunista que se alimenta según la abundan- (Eisenberg y Redford, 1999), prefiriendo cla-
30 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 11(1):27-43 F.J. Prevosti et al.

Fig. 2. Precipitaciones (A) y temperaturas (B) medias mensuales (1981-1990) de las ciudades de Corrientes, Ceres, San
Pedro y Mar del Plata
Mean monthly precipitations (A) and temperatures (B) (1981-1990) of the cities of Corrientes, Ceres, San
Pedro, and Mar del Plata.

ramente los ambientes de sabanas arboladas ocasiones se lo ha observado persiguiendo y


(Juarez y Marinho-Filho, 2002). cazando venados de las pampas (Ozotoceros
En el nordeste de la Argentina, se encuentra bezoarticus, Bestelmeyer y Westbrook,
en los “malezales” de Corrientes, en zonas 1998).
abiertas con palmares de Copernicia sp. de
Formosa, bañados y zonas inundables de Cha- TEMPERATURAS
co y Santa Fe (Beccaceci, 1992). Posee una Y PRECIPITACIONES EN EL ÁREA
dieta variada, ya que aunque se alimenta espe- DE DISTRIBUCIÓN ACTUAL
cialmente de pequeños roedores (fundamental-
mente de Cavia aperea), también ingiere aves, Considerando los puntos extremos del área de
reptiles, anfibios, moluscos, cangrejos, insec- distribución dentro del territorio argentino, el
tos, peces, varios tipos de frutos –especialmente rango de C. brachyurus está comprendido en-
de Solanum lycocarpum–, cañas de azúcar y tre los valores de precipitación y temperatura
coipos (Myocastor coypus) atrapados en que se detallan seguidamente a partir de las
tramperas de cazadores (Beccaceci, 1992:52, estadísticas climatológicas para el período
1993:22; Motta Junior y Martins, 2002). En 1981-1990 (Fig. 2):
DISTRIBUCIÓN DE C. BRACHYURUS EN EL HOLOCENO DE LA ARGENTINA 31

Tabla 1
Medidas (mm) del metatarsiano quinto de C. brachyurus (NM1 C4SN115120-3) encontrado en el sitio
arqueológico Nutria Mansa 1 comparado con ejemplares actuales. LT: largo máximo; ANDIAF: diámetro
transverso de la diáfisis medido a la mitad de su largo; LAPDIAF: diámetro anteroposterior de la diáfisis
medido perpendicularmente al ANDIAF; ANEPD: ancho de la epífisis distal; LAPEPD: diámetro anteroposterior
de la epífisis distal, medido perpendicularmente al ANEPD. * = medida aproximada
Measurements (mm) of the fifth metatarsal of C. brachyurus (NM1 C4SN115120-3) found at the archeological
site Nutria Mansa 1, in comparision with recent specimenes. LT: total length; ANDIAF: width of the
diaphysis at its middle length; LAPDIAF: anteroposterior width of the diaphysis at its middle length;
ANEPD: width of the distal epiphysis; LAPEPD: anteroposterior length of the distal epiphysis. * = approximate
measurement.

LT ANDIAF LAPDIAF ANEPD LAPEPD

MACN - Ma 30.29 113,30 5,20 6,80 8,70 10,60


MACN - Ma 13466 128,70 5,01 9,30 8,90 10,05
MACN - Ma 30231 121,15 5,05 7,90 9,40 10,50
MLPMa 1032 132,40 5,30 8,95 9,50 11,90
MLPMa S/Nº 127,90 5,70 9,25 11,10 9,20

NM1 C4SN115120-3 127,30 (*) 5,25 9,55 10,06 11,20

· Corrientes (provincia de Corrientes, 27° res climáticos, ciertamente una limitante po-
39’ sur y 58° 46’ oeste). Precipitación media: drían ser las temperaturas y no las precipita-
1582,2 mm; temperatura media: 21,2 °C; tem- ciones que varían en un rango muy amplio.
peratura máxima media: 22,1 °C; temperatura En la Fig. 2 se grafican las temperaturas y
mínima media: 20,8 °C. precipitaciones de dos localidades correspon-
· Formosa (provincia de Formosa, 26° 12’ dientes al área actual de distribución (Corrien-
sur y 58° 14’ oeste). Precipitación media: tes, en el noreste y Ceres, en la provincia de
1498,5 mm; temperatura media: 22,2 °C; tem- Santa Fe, al oeste); se incluyen a modo de
peratura máxima media: 22,9 °C; temperatura comparación las gráficas de dos localidades
mínima media: 21,7 °C. en la región pampeana (San Pedro y Mar
del Plata).
· Ceres (provincia de Santa Fe, 29° 53’ sur
y 61° 57’ oeste). Precipitación media: 941,5 CONDICIONES CLIMÁTICAS
mm; temperatura media: 19 °C; temperatura
DURANTE EL HOLOCENO
máxima media: 19,5 °C; temperatura míni-
ma media: 14,8 °C. A finales del Pleistoceno, luego de la “Rever-
· Santiago del Estero (provincia de Santia- sión Fría Antártica-Younger Dryas”
go del Estero, 27° 46’ sur y 64° 18’ oeste). (McCulloch et al., 2000) y a comienzos del
Precipitación media: 593,3 mm; temperatura Holoceno, se registra un aumento de la tempe-
media: 20,4 °C; temperatura máxima media: 21,5 ratura que culmina con un óptimo climático a
°C; temperatura mínima media: 19,5 °C. los 9 ka AP (Thompson, 2000). Con posterio-
En consecuencia, el área actual de distribu- ridad, en torno a los 8.2 ka AP (Stager y
ción de C. brachyurus está comprendida aproxi- Mayewski, 1997; Alley et al., 2003) se registra
madamente entre valores medios de precipita- un abrupto descenso de las temperaturas
ción de 1582,2 mm a 593,3 mm y de tempe- globales, seguido por el óptimo climático del
raturas medias entre 21,2 °C y 19 °C. Tenien- Holoceno que comienza en torno a 7 ka AP y
do en cuenta estos valores, si la distribución se prolonga por más de 3 ka (Thompson, 2000).
estuviese controlada principalmente por facto- El óptimo climático del Holoceno está re-
32 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 11(1):27-43 F.J. Prevosti et al.

presentado en la región Pampeana por los se- (Período Cálido Medieval o Anomalía Térmi-
dimentos marinos de la Formación Las Esco- ca Medieval), parece haber sido de carácter
bas (Tonni et al., 1999). En esta misma región, global (Broecker, 200l) y ha quedado eviden-
además del suelo actual, fueron reconocidos ciado aún en altas latitudes, por ejemplo a tra-
tres eventos pedogenéticos fechados entre 10- vés del predominio de procesos pedogenéticos
7, 6.5-4 (Geosol Puesto Callejón Viejo) y 3-2 en ambientes actualmente fríos y secos (Favier
ka AP (Geosol Puesto Berrondo) (Tonni et al., Dubois, 1998). En el mismo sentido, Villalba
2001). (1994 a y b) y Boninsegna (1995) consideran
Los registros climáticos de alta resolución que un intervalo con temperaturas por encima
permitieron asimismo detectar cambios signi- del promedio se encuentra entre 1080 y 1250
ficativos durante el último milenio (Jones et AD al este de la cordillera de los Andes, re-
al., 2001), entre los cuales se destacan dos presentando el período cálido y seco más pro-
eventos: el Máximo Térmico Medieval longado registrado en los últimos 1000 años.
(Williarms y Wigley, 1983; Campbell et al.,
1998; Broecker, 2001) y la Pequeña Edad de EL REGISTRO ARQUEOLÓGICO
Hielo (Robock, 1979; Campbell et al., 1998; Y PALEONTOLÓGICO
Christiansen, 1998; Domack y Mayewski, 1999;
Ekman, 1999). De estos dos eventos, la Pe-
queña Edad de Hielo ha sido reconocida Registros previos
mayoritariamente como de carácter global,
mientras que el Máximo Térmico Medieval no La presencia del aguará guazú en diferentes
ha sido aceptado por algunos investigadores, sitios arqueológicos y paleontológicos de la
aunque recientemente Broecker (2001) aportó región Pampeana (Fig. 1) fue comentada re-
evidencias acerca de su globalidad. cientemente por García Esponda et al. (2001)
Las variaciones observadas en la composi- quienes presentan el primer registro verifica-
ción y distribución de la biota en distintas partes ble de la especie en la provincia de Buenos
del globo durante el Holoceno fueron mayori- Aires. Esta especie fue mencionada en los si-
tariamente generadas por los frecuentes cam- guientes sitios arqueológicos y paleontológicos:
bios climáticos. En la Argentina no se cuenta A. Río Luján (provincia de Buenos Aires).
aún con datos cuantitativamente significativos, Burmeister (1879:142) menciona el hallazgo
pero los disponibles permiten una síntesis ge- de un cráneo de “Canis jubatus” (= C.
neral. brachyurus) en “aluviones antiguos” de la
Entre 1000 y 1200 AD en el centro sur de la época actual. Esta referencia es citada por
provincia de Santiago del Estero se verificó Gervais y Ameghino (1880: 38) y Ameghino
una situación ambiental propicia para la ex- (1889: 302-303), quienes agregan que esta es-
pansión de elementos tales como Catagonus pecie sólo ha sido hallada en terrenos del
wagneri y Myrmecophaga tridactyla Platense superior (Holoceno superior) Luego,
(Kraglievich y Rusconi, 1931) y otras especies Ameghino (1881a:319; 1881b:319) considera
ligadas a ambientes acuáticos (e.g. Myocastor que este ejemplar pertenece a “Canis
coypus, véase Cione et al., 1979). Estas mis- protojubatus” (= Dusicyon avus), pero poste-
mas condiciones podrían haber provocado la riormente (Ameghino, 1902:233) crea la espe-
expansión de especies con requerimientos si- cie extinta Canis nehringi basándose en este
milares (incluido C. brachyurus) incluso hacia mismo cráneo (véase Kraglievich, 1928:21-22).
el oeste (e.g. los bañados de Guanacache; véa- B. Sitio arqueológico Cañada de Rocha (pro-
se abajo), donde posteriormente y como con- vincia de Buenos Aires). Ameghino (1880:337)
secuencia de una nueva fluctuación árida (y da a conocer un cráneo y restos postcraneanos
probablemente más fría) como la Pequeña Edad de un gran cánido, que podrían corresponder a
de Hielo en los siglos XVIII y XIX, habrían un aguará guazú. No brinda ninguna infor-
quedado como relicto hasta su extinción local. mación para sustentar esta hipótesis siste-
El evento cálido y húmedo del 1000-1200 AD mática
DISTRIBUCIÓN DE C. BRACHYURUS EN EL HOLOCENO DE LA ARGENTINA 33

C. La Plata (provincia de Buenos Aires). En cación incorrecta de los restos de aguará guazú
el apartado sobre C. brachyurus de su obra de cuando se los compara con sus homólogos de
1889, Ameghino (1889:302-303) menciona la perros cimarrones, cuyos restos se hallan con
presencia de esta especie en esta localidad pero frecuencia en sedimentos de origen eólico o de
sin agregar ningún otro dato. También proven- planicie de inundación del Holoceno tardío.
dría de la parte superior del Platense (Holoceno Sólo a partir del trabajo de Cabrera (1932) se
superior). pone atención a la presencia en estos sedimen-
D. Sitio arqueológico Brazo Largo (provin- tos de restos de perros cimarrones, por lo que
cia de Entre Ríos). Gatto (1939:368) refiere el las citas previas (e.g. Ameghino, 1880) pue-
hallazgo de un cráneo de C. brachyurus for- den no haber considerado esta posibilidad y
mando parte de un ajuar funerario, sin dar otra referido los hallazgos de grandes cánidos a
información. Chrysocyon. Coincidentemente, estos supues-
E. Sitio arqueológico Río Luján (provincia tos registros no incluyen descripciones que
de Buenos Aires). C. brachyurus fue incluido, permitan corroborar la asignación sistemática.
con dudas, en la fauna de este sitio sobre la
base de un cráneo y una mandíbula (véase Nuevos registros
Kriskautzky, 1975), pero estos materiales lue- Recientemente se hallaron restos de C. bra-
go fueron asignados a un perro doméstico chyurus en el sitio arqueológico Nutria Mansa
(Canis familiaris; Tonni y Politis, 1981:260). 1 (NM1), ubicado a los 38º 24' 54.2" sur y 58º
Sin embargo, una reciente revisión por parte 15' 50.1" oeste, en la margen izquierda del
de uno de los autores (FJP), determinó que el curso inferior del arroyo homónimo (partido
material es referible a Dusicyon avus. de General Alvarado; Bonomo, 2004). En el
F. Sitio arqueológico La Maza I (provincia sitio se recuperaron abundantes artefactos líti-
de Buenos Aires). Salemme et al. (1985:175) cos y faunísticos. La mayoría del material ar-
mencionan el hallazgo de un fragmento de queológico del Componente Inferior está con-
metacarpiano determinado como Canidae tenido en un paleosuelo desarrollado sobre se-
indet., que podría corresponder a C. brachyurus dimentos fluviales del Miembro Guerrero de
o a un individuo de gran tamaño de C. la Formación Luján; por encima de este paleo-
familiaris. suelo se encuentran depósitos palustres del
G. Pehuén-Có (provincia de Buenos Aires). Miembro Río Salado. Tres dataciones radió car-
En el yacimiento icnológico del Pleistoceno bónicas AMS (AA55114 AA55115, AA55116)
tardío que se encuentra en esta localidad, fue sobre restos óseos ubican las ocupaciones del
considerada la posibilidad de que una rastrilla- Componente Inferior de NM1 entre los 2.700
da correspondiera a C. brachyurus, aunque y los 3.100 años A.P. Por su posición estrati-
también podría pertenecer a un félido (Aramayo gráfica y los fechados obtenidos el paleosuelo
y Manera de Bianco, 1987). probablemente pueda correlacionarse con el
H. Sitio arqueológico La Bellaca 2 (provin- tercer evento pedogenético descripto por Ton-
cia de Buenos Aires). García Esponda et al. ni et al. (2001) en el Holoceno tardío en la
(2001:7-8) describen un canino inferior aisla- región pampeana, relacionado con condicio-
do y un fragmento mandibular derecho con los nes climáticas cálidas y húmedas.
p4-m1 (MLPMa 1-IX-00-62) determinado El resto recuperado en NM1 consiste en un
como C. brachyurus. Según un fechado metatarsiano quinto derecho incompleto (NM1
radiocarbónico, la edad de la ocupación a la C4SN115120-3, véase Fig. 3 y Tabla 1), que
que se asocia el material es de 680 + 80 años conserva gran parte de la diáfisis junto a la
radiocarbono AP; calibrada en años calendario epífisis distal y un fragmento separado con parte
con 1d esta edad corresponde al lapso entre de la epífisis proximal. Es proporcionalmente
1279 y 1396 AD. Este es el único registro largo, angosto y esbelto, su epífisis distal está
confirmado de C. brachyurus en la provincia bien destacada de la diáfisis y es asimétrica.
de Buenos Aires. La diáfisis es muy comprimida transversalmen-
Es necesario considerar la posible identifi- te, siendo su cara lateral convexa y la medial
34 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 11(1):27-43 F.J. Prevosti et al.

Fig. 3. Metatarsiano quinto (NM1 C4SN115120-3) de C. brachyurus encontrado en el sitio arqueológico Nutria
Mansa 1. A: vista posterior, B: vista medial y C: vista lateral. Escala = 5 cm.
Fifth metatarsal of C. brachyurus (NM1 C4SN115120-3) found at the archeological site Nutria Mansa 1.
A: posterior view. B: medial view and C: lateral view. Scale = 5 cm.

plana. El fragmento proximal del metatarsiano investigadores (Cabrera y Yepes, 1940; Ca-
conserva parte de las facetas que articulan con brera, 1957; Chebez, 1994) consideran que no
el cuboides y con el metatarsiano cuarto. La existen pruebas contrastables que permitan
morfología del metatarsiano y su tamaño co- sostener esta distribución, al menos en áreas
rresponden al de un gran cánido. Dentro de la australes. Justamente, uno de los mejores co-
familia Canidae solo C. brachyurus posee nocedores de la fauna del Paraguay y nordeste
metatarsianos del tamaño y proporciones del argentino de comienzos del siglo XIX, Félix
aquí estudiado, ya que en el resto de los cáni- de Azara, sostuvo que este gran cánido no
dos son proporcionalmente mucho más cortos habitaba al sur del Río de la Plata (Azara,
(véase Langguth, 1969; Berta, 1988). 1802:207).
La mayoría de las referencias anteriores al
EL REGISTRO ESCRITO siglo XX se basan en datos indirectos, descrip-
ciones dudosas, topónimos, vocablos de gru-
Distintos relatos de sacerdotes jesuitas, fun- pos etnográficos y, en muchos casos, en refe-
cionarios coloniales, viajeros y naturalistas de rencias generalizadas al término aguará o a
los siglos XVIII al XX, han sido utilizados por otros supuestamente relacionados. Por consi-
algunos autores (Casamiquela, 1975; guiente, es necesaria una evaluación más deta-
Fernández, 1976; Roig, 1988) para sustentar la llada de las fuentes utilizadas para discutir la
presencia de C. brachyurus en sectores ubica- distribución geográfica del aguará guazú en
dos hacia el sur y el oeste de su distribución tiempos posteriores a la conquista hispánica.
actual. Las diferentes citas relevadas mencio- Las menciones referidas por distintos auto-
nan su existencia en las provincias de Chubut, res pueden ser agrupadas en tres clases
Río Negro, La Pampa, Buenos Aires, Córdo- operativas en orden creciente de probabilidad.
ba, Entre Ríos, Misiones, San Luis, San Juan, La clase I involucra referencias de los autores
Mendoza y Salta (Tabla 2). Sin embargo, otros acerca de comentarios de informantes y citas
DISTRIBUCIÓN DE C. BRACHYURUS EN EL HOLOCENO DE LA ARGENTINA 35

en las que no existen datos concretos del regis- Rohde (1889) para la provincia de La Pampa,
tro por el autor; en ningún caso se realiza una se debe tener en cuenta que existe el topónimo
caracterización del cánido. La clase II incluye Aguará en las cercanías de la localidad Casa
los escritos en los que, si bien se describe al de Piedra (Fernández, 2002), lo cual podría
animal, la fuente es indirecta o no se hace sugerir la presencia de este animal en la zona
explícita. Por último, la clase III comprende (véase abajo discusión acerca del término agua-
los escasos relatos en los cuales la observación rá). No obstante, los autores mencionados no
es directa y se realiza una descripción de los dan a conocer el registro concreto de ningún
ejemplares registrados. ejemplar, ni cuál ha sido su fuente de informa-
Ciertamente, estas categorías de información, ción. Además, en algunos casos (ver por ejem-
especialmente las dos primeras, son de difícil plo similitudes entre Doering, 1881:14 y Rohde,
o escasa contrastación y por lo tanto no tienen 1889:18), podría tratarse de la transcripción
el mismo valor que los datos basados en cap- de datos previos sin evaluar su veracidad. Esto
turas de ejemplares y/o hallazgos de restos implica que un mismo dato pudo ser utilizado
óseos. Sin embargo, es necesario considerarlas por diferentes autores, por lo cual no deberían
y analizarlas críticamente. ser considerados como testimonios indepen-
Clase I. A fines del siglo XVIII, el secreta- dientes. Cabe agregar que la caza de un aguará
rio de Viedma, Pérez (en Casamiquela, 1975) guazú en La Tablada fue utilizada para soste-
apunta el testimonio de un informante que in- ner su presencia en la provincia de Buenos
tentó cazar un “guará” en la desembocadura Aires; sin embargo luego se constató que era
del Río Negro. No se puede concluir de esta un ejemplar que se había escapado de una
cita si la persona realmente observó al animal estancia y era procedente de la provincia de
o sólo escuchó su grito y si se trataba efecti- Santiago del Estero (Cabrera, 1932; Cabrera y
vamente de un aguará guazú. Cabe destacar Yepes, 1940).
que Entraigas (en Casamiquela, 1975) consi- Clase II. Las descripciones reunidas en este
dera que el “guará” mencionado era en reali- grupo son poco precisas y en algunos casos
dad un zorro. podrían hacer referencia a distintos tipos de
Por su parte, Greslebín (1961[1864]) revela cánidos como el zorro gris pampeano,
que en la entrevista realizada en 1923 al indí- Pseudalopex gymnocercus, o el colorado, P.
gena Quintino Toledo, éste atestigua la exis- culpaeus, félidos o lutrinos. Algunos datos
tencia a mediados del siglo XIX del aguará aportados por los autores, como el tamaño, la
guazú en la provincia de San Luis. Para este forma o la coloración del pelaje, pueden co-
siglo también existen numerosas citas por par- rresponder no sólo al aguará guazú; es signifi-
te de Lynch Arribálzaga (1878), Holmberg cativo que en ninguna de las descripciones se
(1878), Doering (1881), Lista (1883), mencione una de las característica más singu-
Ambrosetti (1887), Rohde (1889), Río y lares de esta especie que son sus miembros
Achával (1904), d´Orbigny (1945a[1842]) y locomotores desproporcionadamente largos
Moreno (1969[1876]), que suministran datos (Tabla 3).
sobre la presencia de “Canis jubatus” o Entre los relatos de fines del siglo XIX, se
“Chrysocyon jubata” en las provincias de destaca el documento del sacerdote de la Com-
Chubut, Río Negro, La Pampa, norte de Bue- pañía de Jesús Joseph Sánchez Labrador (1936)
nos Aires, Entre Ríos, Córdoba, Misiones y que fue utilizado para extender la distribución
Salta. espacial de C. brachyurus a las cercanías de la
Respecto al norte de la provincia de Buenos Sierra de la Ventana. Este autor realiza una
Aires, cabe destacar que la mención de Lynch particular caracterización de este animal y hace
Arribálzaga (1878) para los alrededores de referencia al vocablo tehuelche Guequen para
Baradero, corresponde a una localidad próxi- designar a este cánido (véase también Vignati,
ma al sitio arqueológico La Bellaca 2 (García 1938:127-128). Sin embargo, este jesuita nun-
Esponda et al., 2001) del Holoceno tardío. ca estuvo presente en el sector al que se refie-
Con relación a las citas de Doering (1881) y re, y sus escritos se basan en datos secundarios
36 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 11(1):27-43 F.J. Prevosti et al.

Tabla 2
Referencias empleadas para apoyar la presencia de C. brachyurus
fuera de su distribución actual en tiempos históricos
Historic references of C. brachyurus outside its recent range.

aportados por otros misioneros. Así, otro je- en el delta del río Paraná. Además, Casamiquela
suita, Falkner (1911:61-62), quien estuvo más (1975:112) señala que probablemente el tér-
próximo a Ventania y en contacto con grupos mino “Guequen” sea de origen araucano, con
étnicos procedentes de este sector, sólo men- lo que agrega mayor controversia a este tema
ciona en 1774 la presencia de “Canis jubatus” (véase Fernández, 1974-76:280).
DISTRIBUCIÓN DE C. BRACHYURUS EN EL HOLOCENO DE LA ARGENTINA 37

Para este mismo período, de la Cruz (1835) thous). Por ello, la sola presencia del término
menciona los testimonios de individuos aguará no es prueba suficiente para sostener la
pehuenches, que le manifestaron la presencia existencia del aguará guazú (Saenz, en Hudson,
en el río Colorado, en el sudeste de La Pampa, 1953[1895]; Chebez, 1994). Probablemente, los
de un anfibio similar a un perro denominado misioneros familiarizados con grupos guaraníes
“oop”. Estos elementos condujeron a del noreste hayan introducido el término en
Casamiquela (1975:112-113) a interpretarlo algunos sectores como el norte de la Patagonia.
como un lobito de río, “Lutra” provocax, aun- En este sentido, Hudson (1953:41) diferencia
que luego Fernández (1974-76:280-283) por en nordpatagonia un cánido que era denomina-
la descripción del mismo consideró que podría do aguará diferente de “C. jubatus”, mientras
tratarse del aguará guazú. Estas citas eviden- que d’Orbigny (1945b) refiere que en bahía
cian que la interpretación subjetiva de deter- San Blas (provincia de Buenos Aires) los po-
minadas citas genera datos de escaso o nulo bladores denominan guaracha (supuestamente
valor, a falta de elementos precisos que las por corrupción del término guaraní “aguara-
contrasten. chay”) a una especie común de zorro.
Otra referencia para fines del siglo XIX es Los hábitos nocturnos y solitarios del agua-
la de Musters (1997[1873]), quien en Carmen rá guazú (véase arriba), sumado a la expansión
de Patagones observó un cuero que, según le desde el siglo XIX de otra especie de zorro, el
afirmaron, pertenecía a un “aguará” (sin el P. culpaeus (Chebez, 1994), y de los perros
calificativo de “guazú”). A su vez, Musters cimarrones, puede haber conducido a denomi-
mencionó el testimonio de algunos tehuelches nar aguará o aguará guazú indistintamente a
acerca de la existencia en el valle del río Ne- diferentes clases de cánidos (véase Tabla 3).
gro y el lago Nahuel Huapi de los denomina- Con respecto al perro cimarrón existen nume-
dos “tigres del agua”. Este autor duda en iden- rosas coincidencias en cuanto a sus caracterís-
tificar dichos tigres con el “aguará”, señalando ticas físicas. Así, éstos eran de gran tamaño
que también podría tratarse de una nutria gran- con aspecto similar al de un lobo, con orejas
de de pecho anaranjado que habita en el río erectas y puntiagudas, pelaje color bayo, colo-
Paraná. Otros autores se han inclinado a aso- rado o amarillo, pronunciaban gritos noctur-
ciar esta cita con el yaguareté, Panthera onca, nos y habitaban zonas con agua permanente
(véase Carman, 1984:294) generando aún más como en sectores del partido de General
confusión. Madariaga (Cabrera, 1932). Es importante
Otras evidencias empleadas para proponer destacar que autores que realizaron detalladas
la distribución austral del aguará guazú se basan descripciones de la fauna patagónica no men-
en el vocablo “huica” de los tehuelches sep- cionan al aguará guazú en esas latitudes (véase
tentrionales relevado por el misionero anglica- por ejemplo Lista, 1880)
no Hunziguer (Outes, 1928:280) como equiva- Con respecto a la provincia de Buenos Ai-
lente a aguará, y en el nombre –Aguará– de res, en los comentarios a la edición en caste-
una estación de ferrocarril ubicada entre Bahía llano de “El Naturalista del Plata” de Hudson
Blanca y Viedma (Vignati, 1938:128). Por su (1953), Justo P. Saenz (h) apuntaba a pie de
parte Claraz (1988:149), en su diario de ex- página la existencia en el pasado del aguará
ploración al Chubut, incluye el vocablo “hue- guazú en los montes de tala del partido de
ca” empleado por los tehuelches para designar General Madariaga y en el río Colorado. Ade-
al aguará. más, este autor mencionaba la caza de un ejem-
El término “aguará” (o “guará”), utilizado plar en las proximidades de la laguna de
por la mayoría de los autores incluidos en esta Juancho en el año 1914 y la posibilidad de que
clase, es de origen guaraní y es empleado en hubiera sido capturado otro en el partido de
forma genérica para nombrar distintas espe- Bolívar en 1920 (Hudson, 1953:41-42).
cies de zorros en el litoral mesopotámico. Así Para el sector de lagunas y bañados ubica-
por ejemplo existe el “aguará-chay” o “chaí” dos entre San Juan y Mendoza, existen refe-
(P. gymnocercus) y el “aguará-í” (Cerdocyon rencias indirectas o sin datos de las fuentes de
38 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 11(1):27-43 F.J. Prevosti et al.

Tabla 3
Caracterización de los ejemplares identificados por algunos autores como C. brachyurus
Characteristics of the specimens mentioned as C. brachyurus by several authors.

origen, tanto para fines del siglo XVIII (Drag- Clase III. Dentro del último grupo de refe-
hi Lucero, en Roig, 1988), como para media- rencias sólo se encuentran dos autores que
dos y fines del siglo XIX (de Moussy, 1860- aportan datos sobre la existencia del aguará
64; Igarzabal, 1873; Burmeister, 1943, guazú en la zona del Desaguadero (límite entre
1944[1861]). Además, Fernández (1974- las provincias de San Juan, San Luis y Mendoza)
76:281) menciona el topónimo Yalguaraz en y probablemente el sur de Córdoba; estos auto-
este sector, que podría referir al aguará guazú. res se basan en sus propias observaciones.
DISTRIBUCIÓN DE C. BRACHYURUS EN EL HOLOCENO DE LA ARGENTINA 39

Para fines del siglo XIX Larraín (1906) lo desarrollado durante el Holoceno tardío en
observó en la zona del Desaguadero. Este au- sedimentos fluviales; esto último indica predo-
tor manifiesta la captura de un ejemplar en minio de la pedogénesis vinculada con condi-
dicha zona y realiza una descripción pormeno- ciones cálidas y húmedas. El ejemplar de Nutria
rizada. Esta referencia apoya con robustez las Mansa 1 constituye el registro corroborable más
citas anteriormente mencionadas (de Moussy, austral de C. brachyurus, encontrándose a 500
1860-64; Igarzabal, 1873; Burmeister, 1943, km al sur del registro fósil más cercano, y a
1944; Greslebín, 1961; Draghi Lucero en Roig, más de 1000 km al sur de su área de distribu-
1988) en el sector de lagunas y bañados entre ción actual. A su vez, corresponde al registro
San Luis, San Juan y Mendoza en el período más antiguo para la República Argentina.
que abarca desde mediados del siglo XVIII a Si las condiciones climático ambientales son
fines del XIX. los principales determinantes del área de dis-
Las evidencias para la región de lagunas y tribución de C. brachyurus, el incremento de
bañados de San Luis, San Juan y Mendoza son dicha área en el pasado podría estar relaciona-
sólidas como para aceptar la presencia del do con cambios climáticos que tiendan espe-
aguará guazú en este sector antes del siglo XX. cialmente a mayores temperaturas. Para la re-
Su presencia en el área puede constituir un gión pampeana se han determinado tres even-
relicto de una expansión mayor producida como tos pedogenéticos que corresponden a condi-
consecuencia de condiciones más cálidas y ciones cálidas y húmedas (Tonni et al., 2001),
húmedas que llevaron a la distribución más los cuales son aproximadamente sincrónicos
austral y occidental de elementos chaqueños. con eventos de mayores temperaturas registra-
La cita de Seymour (1947), que menciona la dos en todo el hemisferio sur (Thompson, 2000;
caza de un lobo o “yaguarras” a mediados del Blunier y Brook, 2001).
siglo XIX en el sudeste de Córdoba, podría A partir de comienzos de la década de 1980
considerarse relevante (ver también datos para (véase Jones et al., 2001) se registra un incre-
esta provincia citados en Río y Achával, 1904), mento global en las temperaturas y en la ma-
aunque no utiliza exactamente su nombre y la yor parte de la Argentina, también de las pre-
descripción brindada es muy breve. cipitaciones (véase Estadísticas Climatológi-
En suma, los datos escritos para el norte de cas). Ciertamente se estarían verificando con-
la Patagonia, Entre Ríos, Buenos Aires y La diciones favorables para el incremento del área
Pampa son poco precisos o ambiguos, no de distribución de este cánido, aunque dicha
contrastables. Por lo tanto, la extensión a estas expansión podría estar limitada por factores
áreas del aguará guazú antes del siglo XX, a antrópicos a los que los carnívoros son parti-
base de esas fuentes, debe ser reconsiderada. cularmente sensibles. En tal sentido, Roig (1988)
menciona que la desertificación, los cambios en
CONCLUSIONES los cursos de agua, la construcción de presas, el
avance de la agricultura y la deforestación cau-
Chrysocyon brachyurus habita generalmente saron la extinción de C. brachyurus de la pro-
zonas con cuerpos de agua, bajo condiciones vincia de San Juan.
subtropicales a intertropicales, aunque parece Las supuestas áreas de distribución más aus-
estar limitado en especial por las temperatu- trales (provincias de La Pampa, Río Negro y
ras (véase Temperaturas y Precipitación y Chubut) no pueden corroborarse. Aún consi-
Fig. 2). Los únicos registros arqueológicos y/ derando que el factor antrópico haya sido un
o paleontológicos verificables –La Bellaca 2 y importante modificador en la distribución de
Nutria Mansa 1– confirman situaciones C. brachyurus, estas regiones durante la se-
climático ambientales similares a las actuales. gunda mitad del siglo XIX tenían una baja
El resto proveniente del sitio La Bellaca 2 tie- demografía y consecuentemente escasa altera-
ne una antigüedad muy próxima al Período ción de los ambientes naturales. Tanto es así
Cálido Medieval, en tanto que el resto del sitio que otros carnívoros de gran porte (Puma
Nutria Mansa 1 proviene de un paleosuelo concolor y Panthera onca) habitaron a comien-
40 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 11(1):27-43 F.J. Prevosti et al.

zos del siglo XX al menos hasta la provincia AMEGHINO, F. 1881b. La formación pampeana ó estu-
de La Pampa (Cabrera, 1961). Por otra parte, dio sobre los terrenos de transporte de la cuenca del
Plata. G. Masson–Igon Hnos., Paris–Buenos Aires,
las condiciones climático ambientales tampo- 376 pp.
co deben haber sido favorables para la expan- AMEGHINO, F. 1889. Contribución al conocimiento de
sión del área de distribución, ya que no coin- los mamíferos fósiles de la República Argentina. Actas
ciden con las actuales ni con las inferidas para de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba,
6:1-1027, 98 Pls.
los registros arqueológicos; a mediados del AMEGHINO, F. 1902. Notas sobre algunos mamíferos
siglo XIX aún persistía la aridez o semiaridez fósiles nuevos ó poco conocidos del valle de Tarija.
del evento global conocido como Pequeña Edad Anales del Museo Nacional de Buenos Aires, 3º se-
del Hielo (Politis, 1984). rie, 1:225-261.
ARAMAYO, S.A. y T. MANERA DE BIANCO. 1987.
En suma, la distribución actual de C. Hallazgo de una icnofauna continental (Pleistoceno
brachyurus así como la del Holoceno tardío tardío) en la localidad de Pehuén-Có (Partido de
parecen estar vinculadas con temperaturas Coronel Rosales), Provincia de Buenos Aires, Argen-
medias de escaso rango de variación pero no tina. Parte II. Carnivora, Artiodactyla y Aves. 4º Con-
greso Latinoamericano de Paleontología (La Paz,
inferiores a 19°C, y precipitaciones medias de 1987), Resúmenes 1:532-547.
amplio rango (entre 1500 y 550 mm). Como AZARA, F. DE. 1802. Apuntamiento para la historia na-
se indicó, en el Holoceno de la región tural de los quadrúpedos del Paraguay y del Río de
pampeana y en otras áreas del hemisferio sur La Plata. La Viuda de Ibarra, Madrid, 2 vol., 646 pp.
BECCACECI, M.D. 1992. The maned wolf, Chrysocyon
se registran al menos tres eventos favorables a brachyurus, in Argentina. Pp. 50-56. En:
la expansión del área de distribución de este Internationalstudbook for the maned wolf Chrysocyon
gran cánido. El último, previo al período ac- brachyurus (Illiger, 1811) (Matern B., ed.). Frankfurt
tual, corresponde al Período Cálido Medieval Zoological Garden, Frankfurt, 345 pp.
BECCACECI, M.D. 1993. El aguará guazú, Chrysocyon
y pudo representar asimismo el último episodio brachyurus, en la provincia de Corrientes. Facena,
de expansión en la distribución de C. brachyurus. 10:19-31.
BERTA, A. 1988. Quaternary Evolution and Biogeography
AGRADECIMIENTOS of the Large South American Canidae (Mammalia:
Carnivora). University of California Publications in
Geological Sciences, 132:1-149.
A Mariano Merino y Olga Vaccaro, quienes facilitaron BESTELMEYER, S. V. y C. WESTBROOK. 1998.
la consulta de materiales actuales de C. brachyurus bajo Maned wolf (Chrysocyon brachyurus) predation on
su custodia. Ulyses F.J. Pardiñas, Diego Queirolo Montes pampas deer (Ozotoceros bezoarticus) in Central
y Lucía Soler leyeron críticamente una temprana versión Brazil. Mammalia, 62(4):591-595.
del original; Bruno Pianzola (Laboratorio de Fotografía BLUNIER, T. y E.J. BROOK. 2001. Timing of millenial-
del MLP) fotografió el metatarsiano hallado en NM1. A scale climate changes in Antarctica and Greenland
los editores (R. Barquez y G. Vucetich) y árbitros (L. de during the last glacial period. Science, 291:109-112.
Santis y C. Deschamps) por los oportunos comentarios. A BONINSEGNA, J. 1995. South America
la Comisión de Investigaciones Científicas de la provin- dendroclimatological records. Pp. 446-462. En:
cia de Buenos Aires, CONICET, Agencia Nacional de Climate since A.D. 1500 (Bradley R.S. y P.D. Jones,
Promoción Científica y Tecnológica y Universidad Na- eds.). Routledge, London: 635 pp.
cional de La Plata por el apoyo financiero. BONOMO, M. 2004. Ocupaciones humanas en el litoral
marítimo pampeano: un enfoque arqueológico. Tesis
LITERATURA CITADA Doctoral inédita, Facultad de Ciencias Naturales y
Museo UNLP, La Plata
ALLEY, R., J. MAROTZKE, W. NORDHAUS, J. BROECKER, W. 2001. Was the Medieval Warm Period
OVERPECK, D. PETEET, R. PIELKE, R. Global? Science, 291:1497-1499.
PIERREHUMBERT, P. RHINES, T. STOCKER, L. BURMEISTER, H. 1879. Description physique de la
TALLEY y J. WALLACE. 2003. Abrupt climate République Argentine d’ après des observations
change. Science, 299:2005-2010. personnelles et étrangères. Tome 3 (animaux vertébrés,
AMBROSETTI, J.B. 1887. Fauna de Entre Ríos. Museo 1: Mammifères vivants et éteints). P.E. Coni. Buenos
de la provincia de Entre-Ríos, 1:1-23. Aires, 555 pp.
AMEGHINO, F. 1880. La Antigüedad del Hombre en el BURMEISTER, H. 1943. Viaje por los Estados del Plata
Plata. Tomo 1. G. Masson – Igon Hnos., Paris–Bue- con especial referencia a la constitución física y al
nos Aires, 640 pp. estado de cultura de la República Argentina, realiza-
AMEGHINO, F. 1881a. La Antigüedad del Hombre en el do en los años 1857, 1858, 1859 y 1860, Tomo I.
Plata. Tomo 2. G. Masson – Igon Hnos., Paris–Bue- Unión Germánica en la Argentina, Buenos Aires, 521
nos Aires, 557 pp. pp.
DISTRIBUCIÓN DE C. BRACHYURUS EN EL HOLOCENO DE LA ARGENTINA 41

BURMEISTER, H. 1944. Viaje por los Estados del Plata DIETZ, J.M. 1984. Ecology and Social Organization of
con especial referencia a la constitución física y al the Maned Wolf (Chrysocyon brachyurus).
estado de cultura de la República Argentina, realiza- Smithsonian Contributions to Zoology, 392:1-51
do en los años 1857, 1858, 1859 y 1860, Tomo II. DIETZ, J.M. 1985. Chrysocyon brachyurus. Mammalian
Unión Germánica en la Argentina, Buenos Aires, 568 Species, 234:1-4.
pp. DOERING, A.O. 1881. Enumeración sistemática de las
CABRERA, A. 1932. El Perro Cimarrón de la Pampa especies observadas durante la expedición.
Argentina. Publicaciones del Museo Antropológico y Vertebrados. Informe Oficial de la Comisión Cientí-
Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras, Serie fica Agregada a la Expedición al Río Negro de 1879.
A, 2:7-29. Entrega I, Zoología. Imprenta de Oswald y Martínez,
CABRERA, A. 1957. Catálogo de los Mamíferos de Buenos Aires, 168 pp.
América del Sur. Parte I. Revista del Museo Argen- DOMACK, E.W. y P.A. MAYEWSKI. 1999. Bi-polar
tino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, linkages; evidence from late-Holocene Antarctic and
Zoología, 4(1):1-307. Greenland ice-core records. The Holocene, 9(2):247-
CABRERA, A., 1961. Los félidos vivientes de la Repú- 251.
blica Argentina. Revista del Museo Argentino de D´ORBIGNY, A. 1945a. Viaje a la América Meridional.
Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” 6 (5):160- Tomo 3. Editorial Futuro, Buenos Aires, 356 pp.
247. D´ORBIGNY, A. 1945b. Viaje a la América Meridional.
CABRERA, A. y J. YEPES. 1940. Mamíferos sudameri- Tomo 2. Editorial Futuro, Buenos Aires, 367 pp.
canos: vida, costumbres y descripción. Compañía EISENBERG, J.F. y K.H. REDFORD. 1999. Mammals
Argentina de Editores, Buenos Aires, 370 pp. of the Neotropics 3. The central N eotropics.
CAMPBELL, I.D., C. CAMPBELL, M.J. APPS, N.W. University of Chicago Press, Illinois, 609 pp.
RUTTER y A.B.G. BUSH. 1998. Late Holocene EKMAN, M. 1999. Climate changes detected through the
approximately 1500 yr climatic periodicities and their world’s longest sea level series. Global and Planetary
implications. Geology, 26(5):471-473. Change, 21(4):215-224.
CARMAN, R.L. 1984. Límite austral de la distribución FALKNER, T. 1911. Descripción de la Patagonia. Tomo
del tigre o yaguareté (Leo onca) en los siglos XVII y I. Universidad Nacional de La Plata, Biblioteca Cen-
XIX. Revista del Museo Argentino de Ciencias Na- tenaria, Coni Hermanos, Buenos Aires, 126 pp.
turales “Bernardino Rivadavia” e Instituto Nacional FAVIER DUBOIS, M. 1998. Dinámica sedimentaria y
de Investigación de las Ciencias Naturales, cambios ambientales en relación al registro arqueoló-
13(29):293-296. gico y tafonómico del cerro Cabeza de León Bahía
CASAMIQUELA, R.M. 1975. Nota sobre la dispersión, San Sebastián (Tierra del Fuego, Argentina). Anales
en época histórica, de algunos mamíferos en el ám- del Instituto de la Patagonia, serie Ciencias Huma-
bito pampeano-patagónico. Relaciones de la Socie- nas, 26:137-152.
dad Argentina de Antropología, 9:111-117. FERNÁNDEZ, J. 1974 (1976). Modificaciones recientes
CERUTI, C. 1990. Sitio arroyo Las Mulas I (Departa- en el hábitat de algunos mamíferos pampásicos-
mento La Paz. Pcia. de Entre Ríos): Aportes para un patagónicos. Implicaciones arqueológicas. Anales de
estudio del ecosistema. Revista de Antropología, 9:60- Arqueología y Etnología, 19-21:277-293.
76. FERNÁNDEZ, M. 2002. El Aguará-guazú en La Pampa.
CHEBEZ, J.C. 1994. Los que se van. Especies argentinas World Wide Web: http://orbita.starmedia.com/
en peligro. Editorial Albatros, Buenos Aires, 604 pp. ~faunapampeana/ma/5aguara.htm
CHRISTIANSEN, H.H. 1998. ‘Little Ice Age’ nivation GARCIA ESPONDA, C., A. ACOSTA, D. LOPONTE, y
activity in northeast Greenland. The Holocene L. DE SANTIS. 2001. Registro de Chrysocyon
8(6):719-728. brachyurus (Carnivora: Canidae) en contextos arqueo-
CIONE, A.L., A.M. LORANDI y E.P. TONNI. 1979. lógicos en el Noreste de la Provincia de Buenos Ai-
Patrón de subsistencia y adaptación ecológica en la res. Mastozoología Neotropical, 8(2):159-163.
aldea prehispánica “El Veinte”, Santiago del Estero. GATTO, S. 1939. El paradero-cementerio de Brazo Largo
Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología (Delta del Paraná). Physis, 16:365-376.
(n.s.), 8:103-116. GERVAIS, H. y F. AMEGHINO. 1880. Los mamíferos
CIONE, A.L. y E. P. TONNI. 1999. Biostratigraphy and Fósiles de la América Meridional. Igon-Savy, Paris–
chronological scale of upper-most Cenozoic in the Buenos Aires, 225 pp.
Pampean Area, Argentina. Quaternary of South GINSBERG, J. y D. MACDONALD. 1990. Foxes, Wolves,
America and Antarctic Peninsula, 12:23-51. Jackals, and Dogs. An Action Plan for the
CLARAZ, J. 1988. Diario de viaje de exploración al Conservation of Canids. IUCN/SSC Canid Specialist
Chubut (1865-1866). Marymar, Buenos Aires, 192 Group - IUCN/SSC Wolf Specialist Group, 320 pp.
pp. GRESLEBÍN, H. 1961. Interrogatorios ranquelinos. Cua-
CRUZ, L. DE LA. 1835. Viaje a su costa, del Alcalde pro- dernos del Instituto Nacional de Investigaciones
vincial del Muy Ilustre Cabildo de Concepción de Chile, Folklóricas, 2:51-70.
D. Luis de la Cruz, desde el Fuerte Ballenar, frontera HARO, J.G., R.M. TORRES, y M. BISTONI. 2001. Pre-
de dicha Concepción. Pp. 3-212. En: Colección de sencia del aguará guazú Chrysocyon brachyurus en
Obras y Documentos relativos a la Historia antigua y el Sistema de Humedales Laguna Mar Chiquita –
moderna de las Provincias del Río de La Plata, Tomo Bañados del Río Dulce. Facena, 17:95-98.
I (de Angelis, P. ed.). Buenos Aires, 212 pp.
42 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 11(1):27-43 F.J. Prevosti et al.

HOLMBERG, E.L. 1878. Contribuciones para el conoci- 291-303 En: Seed Dispersal and Frugivory: Ecology,
miento de la fauna de Salta. El Naturalista Argenti- Evolution and Conservation. (Levey, D.J., W.R. Sil-
no, 1:18-52. va y M. Galetti, eds.). CAB International: 544 pp.
HUDSON, G.E. 1953. El Naturalista Del Plata. Emecé MOUSSY, J.A.V.M. DE . 1860-1864. Description
Editores, 563 pp. Géographique et Statistique de la Confederation
IGARZABAL, R.S. 1873. La Provincia de San Juan en la Argentine. Fermin Didor. Paris, 3 tomos, 2005 pp.
Exposición de Córdoba. Geografía y estadística. Im- MUSTERS, G.C. 1997. Vida entre los Patagones. El
prenta, litografía y fundición de tipos á vapor de la Elefante Blanco. Buenos Aires, 375 pp.
Sociedad Anónima, Buenos Aires, 165 pp. OUTES, F. 1928. Vocabulario y fraseario Genaken
JAYAT, J.P., R.M. BARQUEZ, M.M. DIAZ y P.J. (Puelche). Reunidos por Juan Federico Hunziger.
MARTÍNEZ. 1999. Aportes al conocimiento de la Revista del Museo de La Plata, 31:261-297.
distribución de los carnívoros del noroeste de Argen- POLITIS, G. 1984. Climatic variations during historical
tina. Mastozoología Neotropical, 6(1):15-30. times in Eastern Buenos Aires Pampas, Argentina.
JONES, P.D., T.J. OSBORNS y K.R. BRIFFA. 2001. The Quaternary of South America and Antarctic Peninsula,
evolution of climate over the last millenium. Science, 2:133-161.
292:662-667. RICHARD, E., A. GIRAUDO y C. ABDALA. 1999.
JUAREZ, K. y J. MARINHO-FILHO. 2002. Diet, habitat Confirmación de la presencia del aguará guazú
use, and home ranges of sympatric canids in central (Chrysocyon brachyurus, Mammalia: Canidae) en la
Brazil. Journal of Mammalogy, 83(4):925-933. provincia de Santiago del Estero, Argentina. Acta
KRAGLIEVICH, L. 1928. Contribución al conocimiento Zoológica Lilloana, 45(1):155-156.
de los grandes cánidos extinguidos de Sud América. RIO, M.E. y L. ACHAVAL. 1904. Geografía de la pro-
Anales de la Sociedad Científica Argentina, 106:25- vincia de Córdoba. Compañía Sud-Americana de
66. Billetes de Banco, Buenos Aires, 569 pp.
KRAGLIEVICH, L. y C. RUSCONI. 1931. Restos de ROBOCK, A. 1979. The Little Ice Age: Northern
vertebrados vivientes y extinguidos hallados por los Hemisphere Average observations and Model
señores E.R. Wagner y hermano en túmulos preco- Claculations. Science, 206:177-210.
lombinos de Santiago del Estero. Physis, 10:229-241. ROHDE, J. 1889. Descripción de las Gobernaciones
KRISKAUTZKY, N. 1975. Nuevos aportes para el cono- Nacionales de La Pampa, Río Negro y del Neuquén
cimiento de los materiales arqueológicos obtenidos como complemento del plano general de las mismas.
en la excavación del sitio Río Luján en la llanura Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco,
aluvial de dicho curso. Arqueología, 1:9-13. Buenos Aires, 53 pp.
LANGGUTH, A. 1969. Die südamerikanischen Canidae ROIG, V.G. 1988. Los estudios faunísticos de las regio-
unter besonderer Berücksichtigung des Mähnenwolfes nes áridas y su contribución a las investigaciones
Chrysocyon brachyurus Illiger. Zeitschrift für arqueológicas (Distribuciones actuales e históricas de
wissenschaftliche Zoologie, 179:1-188. algunos mamíferos). Xama, 1:17-42.
LARRAIN, N. 1906. El país de Cuyo. Relación histórica SALEMME, M., E.P. TONNI y C. CERUTI. 1985. Los
hasta 1872. Edit. Juan Alsina. Buenos Aires, 485 pp. materiales del sitio arqueológico “La Maza I” (Parti-
LISTA, R. 1880. Mis exploraciones y descubrimientos en do de Berisso, Prov. Buenos Aires): revisión crítica.
la Patagonia. 1877-1880. Imprenta de Martín Biedma, Revista de la Asociación de Ciencias Naturales del
Buenos Aires, 213 pp. Litoral, 16(2):169-175.
LISTA, R. 1883. El territorio de las Misiones. Imprenta SANCHEZ LABRADOR, J. 1936. Los indios pampas-
La Universidad de J.N. Klingelfuss. Buenos Aires, puelches-patagones. Viau y Zona, Buenos Aires, 251
114 pp. pp.
LYNCH ARRIBALZAGA, E. 1878. Rápida ojeada sobre SEYMOUR, R.A. 1947. Un poblador de las Pampas. Vida
la fauna de Baradero. El Naturalista Argentino, 1:1- de un Estanciero de la frontera sudeste de Córdoba
18. entre los años 1865 y 1868. Editora y distribuidora
MCCULLOCH, R.D., M.J. BENTLEY, R.S. PURVES, del Plata, Buenos Aires, 325 pp.
N.R.J. HULTON, D.E. SUGDEN y C.M. STAGER, J. y P. MAYEWSKI. 1997. Abrupt Early to
CLAPPERTON. 2000. Climatic inferences from gla- Mid-Holocene climatic transition registered at the
cial and palaeoecological evidence at the last glacial Equator and the Poles. Science, 276:1834-1836.
termination, southern South America. Journal of THOMPSON, L.G. 2000. Ice core evidence for climate
Quaternary Science, 15(4):409-417. change in the Tropics: implications for our future.
MONES, A. y J. OLAZARRI. 1990. Confirmación de la Quaternary Science Review, 19:19-35.
existencia de Chrysocyon brachyurus (Illiger) en el TONNI, E.P. y G. POLITIS, 1981. Un gran cánido del
Uruguay (Mammalia:Carnivora:Canidae). Comunica- Holoceno de la Provincia de Buenos Aires y el regis-
ciones Zoológicas del Museo de Historia Natural de tro prehispánico de Canis (Canis) familiaris en las
Montevideo, 174(12):1-6. áreas Pampeana y Patagónica. Ameghiniana, 18(3-
MORENO, F.P. 1969. Viaje a la Patagonia Austral. 1876- 4):251-265.
1877. Solar-Hachette. Buenos Aires, 407 pp. TONNI, E.P., A.L. CIONE y A.J. FIGINI. 1999.
MOTTA JUNIOR, J.C. y K. MARTINS. 2002. The Predominance of arid climates indicated by mammals
Frugivorous diet of the Maned Wolf, Chrysocyon in the pampas of Argentina during the Late Pleistocene
brachyurus, in Brazil: Ecology and Conservation. Pp. and Holocene. Palaeogeography Palaeoclimatology,
Palaeocology, 147:257-281.
DISTRIBUCIÓN DE C. BRACHYURUS EN EL HOLOCENO DE LA ARGENTINA 43

TONNI, E.P., A.L. CIONE y A.J. FIGINI. 2001. VILLALBA, R. 1994b. Fluctuaciones climáticas en lati-
Chronology of Holocene pedogenetic events in the tudes medias de América del Sur durante los últimos
Pampean Area of Argentina. Current Research in the 1000 años, su relación con la oscilación del Sur.
Pleistocene, 18:124-127. Revista Chilena de Historia Natural, 67:453-461
VIGNATI, M.A. 1938. Miscelánea etnográfica y WILLIAMS, L.D. y T. WIGLEY. 1983. A comparison of
toponímica. Notas del Museo de La Plata, 3:125-129. evidence for Late Holocene Summer Temperature
VILLALBA, R. 1994a. Tree-ring and glacial evidence for variations in the Northern Hemisphere. Quaternary
the Medieval Warm Epoch and the Little ice Age in Research, 20(3):286-307.
southern South America. Climatic Change, 26:183-
197.

Vous aimerez peut-être aussi