Vous êtes sur la page 1sur 4

LA PENA DE MUERTE ¿VENGANZA O JUSTICIA SOCIAL

La pena de muerte conocida también como la pena capital, se refiere al máximo


castigo que se le puede imponer a un individuo en consecuencia de un acto considerado
delictivo. El objetivo de esta sanción es mostrar consecuencias ejemplarizantes para que el
resto de una comunidad no repita una acción similar.

Para entender la pena de muerte es necesario conocer las siguientes definiciones


basadas en los conceptos que nos da la Real Academia Española, - RAE - :

PENA: Castigo impuesto que se impone en respuesta a una falta o mal cometido.

MUERTE: Se traduce en el fin de la vida, terminación de la existencia de un organismo


vivo.

LA VENGANZA: Se reconoce como un acto hecho por cuenta propia de un individuo en


contra de otro y que se hace cobrando justicia por fuera de la ley.

LA JUSTICIA SOCIAL: conocida como una justicia distributiva en términos de lo justo o lo


correcto, promoviendo igualdad en derechos y deberes de cada ser humano dentro de
una sociedad.

Ya, en un sentido más amplio; se puede decir que la pena de muerte es el máximo
castigo impuesto a un individuo en consecuencia de un acto cometido y reconocido como
delito según la ley de cada país.

Entre los crímenes a los que se aplica la pena de muerte están los de tipo político,
abuso sexual, drogadicción, asesinato, adulterio, tráfico de personas, apostasía, espionaje,
traición y la violación a normas específicas y establecidas en cada país, consideradas como
delitos y que sólo se purgan con castigos severos. (debo meter wikipedia)
En el año 2018, la pena capital fue aplicada en Asia y Oceanía, Europa y Asia Central,
Oriente Medio y Norte de África, América y en África Subsahariana. A pesar de que algunos
países tuvieron un incremento en las ejecuciones o condenas a pena de muerte, tales como
Estados Unidos, Japón, Tailandia, Singapur, Bielorrusia y Egipto; también hay países como
Malasia, Kazajistán, la Federación Rusa y Tayikistán que consideran necesario abolir este
tipo de sanciones, ya que las consideran inconstitucionales y por eso sus condenas están
congeladas en el tiempo; mientras que, a través de un tratado internacional se encuentre
la forma de modificar este tipo de castigos.

Según el movimiento global Amnistía Internacional, que busca combatir los abusos
contra los derechos humanos en el mundo, los castigos con pena de muerte han venido
disminuyendo con el paso de los años. En su página web muestran con cifras que al
terminar el año 2018 más de la mitad de los estados del mundo abolieron la pena de muerte

Al hacer una comparativa de años anteriores a la fecha, se ha podido notar que hay
una tendencia enfocada en la abolición de este castigo y que a cambio se han impuesto
otras sanciones para saldar los delitos, tales como; pagar fianzas, pagar condenas con
muchos años en una cárcel y cadenas perpetuas. También se han diseñado programas que
buscan reeducar o resocializar al condenado con el fin de que no vuelva a delinquir, lo que
complementa el postulado de la mayoría de los países que se han dado cuenta que la pena
de muerte no es la solución.

Quienes están a favor de la pena de muerte sostienen que este castigo es una forma
de generar escarmiento y que se constituye en un aprendizaje para los individuos que
intenten cometer un delito de esta clase; mientras que los opositores sostienen que, por el
contrario; en algunos delincuentes esta condena puede incrementar el deseo de hacer daño
ya que lo ven como un reto.
Desde mi punto de vista, considero que en una sociedad basada en el precepto del
valor de la “justicia social” que sustenta velar por el bien común y la convivencia armónica
dentro de una comunidad; un individuo más que ser condenado a muerte, debe tener una
segunda oportunidad, de tal modo que al mismo tiempo que es juzgado sean también
analizadas las razones que lo llevaron a cometer un delito y así poder diseñar una buena
estrategia para resocializarlo y generar un cambio positivo que sirva de ejemplo para otros.

Si se aplicara este método; el victimario no fuera una víctima también, en este caso
del sistema, puesto que, si nadie tiene la potestad de decidir sobre la vida de otra persona,
termina siendo contradictorio, por ejemplo, aplicar la pena de muerte a alguien que comete
un asesinato. Sin querer justificar a un condenado, quitarle la vida no va a reparar el daño
hecho, mientras que si se encuentran las causas que lo motivaron se puede diseñar un
programa de resocialización que lo beneficie a él como también a otras personas.

Un caso puede ser una persona que al estar embriagada es provocada y responde
violentamente y le propicia la muerte a otra persona, aunque no lo tenía premeditado
termina siendo un asesino; al aplicarle la pena de muerte no se remedia nada, pero si se
trabaja con él en una campaña sobre el consumo de alcohol, otras personas pueden
aprender a controlarse.

Para mí, la pena de muerte más que justicia social se convierte en una forma de
venganza revestida de legalidad que sólo busca mutilar sin aportar mucho a la sociedad,
incentiva al resentimiento y alienta a que otras personas también asesinen bajo la disculpa
de aplicar justicia y es como si fuera un remolino que se va llenando de sentimientos
negativos y que se acrecienta sin medida; mientras que si se resocializa a un condenado,
aunque requiere de tiempo y dinero, pueden generarse cambios positivos en la sociedad y
se da lugar al perdón que aliviana los corazones y las mentes, dando armonía y más
estabilidad en una sociedad que adolece tanto de paz y tranquilidad.
BIBLIOGRAFÍA

- Ariosto Licurzi; "El Derecho de Matar" (De la eutanasia a la Pena de Muerte),


Buenos Aires, Ed. El Ateneo, 1934.

- Di, M. Eliana, P. (2003) Pena de Muerte. Tesis. Argentina: Universidad Abierta


Interamericana; 2003

- La Pena de Muerte en 2018: Drástico Descenso de las Ejecuciones a Escala


Mundial. Movimiento Global Amnistía Internacional. Recuperado de:
https://www.amnesty.org/es/latest/news/2019/04/death-penalty-dramatic-fall-in-global-
execution/

Vous aimerez peut-être aussi