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Gráfico 2.
Bolivia: Evolución de la superficie cultivada de quinua (1961-2012)
Fuente: CEDLA (2013). Elaborado con base en: Estadísticas agropecuarias 1961-
1975.
MACA 1976; Estudios de pronóstico agropecuario 1985. MACA 1985; Estadísticas
agropecuarias
1980-1990. MACA 1990; Instituto Nacional de Estadística; Ministerio de Desarrollo
Rural. Nota: (p) Preliminar.
Gráfico 3.
Bolivia: Evolución en los volúmenes de producción de quinua (1961-
2012)
Fuente: CEDLA (2013). Elaborado con base en: Estadísticas agropecuarias 1961-
1975.
MACA 1976; Estudios de pronóstico agropecuario 1985. MACA 1985; Estadísticas
agropecuarias
1980-1990. MACA 1990; Instituto Nacional de Estadística; Ministerio de Desarrollo
Rural. Nota: (p) Preliminar.
Como puede observarse en los Gráficos 4 y 5, el incremento sostenido de
las exportaciones de quinua se inicia a principios de la década de 2000.
Sin embargo, es a partir de 2005 cuando se presenta un alza exponencial
en los volúmenes de exportación del grano de quinua y de productos
derivados de éste, puesto que de 5011 t exportadas ese año, se alcanzó
a 29.070 t en 2012.
Gráfico 4.
Bolivia: Evolución en los volúmenes de exportación de quinua en grano y
productos derivados (1976-2012)
Fuente: CEDLA (2013). Elaborado con base en: Diagnóstico descriptivo y analítico
del
sector exportaciones no tradicionales y proposiciones para una política integral
(BCB
1984); Ministerio de Industria Comercio y Turismo. Dircomex; INE. Nota: (p)
Preliminar.
Por su parte, si bien el incremento de los valores de exportación también
tienden a crecer paulatinamente entre 2000 y 2003, es a partir de 2004
cuando se da un incremento exponencial de estos, pues mientras en ese
año se exportó quinua por un valor de 4,5 millones de dólares, en 2012
se exportó por un valor de 90 millones de dólares (Gráfico 5).
Gráfico 5.
Fuente: CEDLA (2013). Elaborado con base en: Diagnóstico descriptivo y analítico
del
sector exportaciones no tradicionales y proposiciones para una política integral
(BCB
1984); Ministerio de Industria Comercio y Turismo. Dircomex; INE. Nota: (p)
Preliminar.
Gráfico 6.
Comportamiento de las exportaciones por país de destino (montos totales
entre enero-mayo 2013)
Fuente: IBCE/INE/FAOSTAT.
También se debe tener en cuenta que un mercado muy importante para
la quinua boliviana es el informal de la quinua excedentaria, que se dirige
principalmente hacia el Perú y que representa aproximadamente el
28% de la producción nacional (Vásquez, 2013), tendría un valor de 20
millones de dólares y en gran medida estaría llegando a los agricultores
(Gráfico 8).
Gráfico 8.
Destino de la producción
Un tema que ha sido varias veces debatido es la disminución del consumo
de quinua por parte de los agricultores y los problemas de desnutrición.
Al respecto, encuestas llevadas a cabo por PROINPA en una población
de 85 familias en el año agrícola 2012-13, en cuatro provincias
del altiplano sur (Ladislao Cabrera, Nor Lípez, Daniel Campos y Antonio
Quijarro) determinaron que, en efecto, el consumo de quinua ha disminuido
tomando en cuenta que anteriormente era consumida en forma
diaria. En la actualidad, el 16% de las familias consumen quinua entre
5 a 7 días por semana y, la gran mayoría, que corresponde al 74% de las
familias, entre 2 a 4 días por semana, mientras que el 10% lo hace una
vez por semana. Sin embargo, los resultados de las encuestas también
indican que se ha incrementado el consumo de carne, cereales, leche,
frutas y hortalizas.
Estos resultados demuestran que ahora el agricultor tiene mayores ingresos
económicos, acceso a crédito y puede decidir en qué invertir sus
recursos. Las inversiones comunes son: la educación de sus hijos (todos
los niños y jóvenes acceden a educación básica, secundaria y superior);
viviendas (no solo rurales sino también en centros urbanos); implementación
de servicios básicos (luz y agua); actividades económicas como el
transporte y el comercio, que a su vez generan fuentes de empleo directo
e indirecto (Gandarillas, Rojas et ál., 2013).
El precio internacional ha influido en el precio interno del país lo que
haría que la quinua sea, en apariencia, menos accesible a la población
en general. Sin embargo, el consumo de quinua en Bolivia se ha incrementado
en forma progresiva de 0,35 kg per cápita en 2008 a 1,11 kg en
2011, y se prevé alcanzar 2 kg en 2013 (Vásquez, 2013). Este incremento
del consumo se ve favorecido por la promoción de un producto saludable
y por varios planes del gobierno, como el subsidio de la quinua para
mujeres gestantes y en período de lactancia, y también para el desayuno
escolar. Otro factor que también influye es que hay mayor diversidad de
marcas y productos en el mercado. Tomando en cuenta que la población
boliviana es de 10 millones, esto puede llegar a representar 20 millones
de t en 2013. El hecho de que la quinua se comience a cultivar en los
valles y llanos, con un tipo de agricultura convencional, se espera que
incremente el consumo local, bajen los costos y favorezca el consumo
nacional.
2.2.2. Sostenibilidad y riesgos de la producción de quinua
La gran demanda internacional de quinua y los excelentes precios que
la acompañaron han generado tanta expectativa entre los agricultores
que, en el afán de no dejar pasar esta coyuntura, se han producido varias
prácticas no recomendables en un agroecosistema tan frágil como es el
altiplano y especialmente el altiplano sur, con suelos de contenido
extremadamente
bajo de materia orgánica (menos de 1%), baja retención
de humedad, predominantemente arenosos y susceptibles a la erosión
eólica, lluvias en promedio de 200 mm anuales, que dan lugar a una muy
lenta reposición de la cobertura vegetal.
Con frecuencia se practica el monocultivo, la ampliación de la frontera
agrícola reduciendo las zonas de pastoreo de llamas. Esta expansión, en
algunos casos desmedida, de las áreas cultivadas de quinua es ocasionada
generalmente por acción de los “residentes”, quienes al volver a
las comunidades y solicitar tierras para cultivar quinua, lo hacen sin valorar
las técnicas ancestrales de uso y protección del suelo y por ello, el
uso inapropiado de maquinaria agrícola en las llanuras del altiplano ha
causado la pérdida de la vegetación natural, eliminando además las barreras
vivas entre las parcelas. Como consecuencia, los rendimientos por
unidad de superficie tienen una tendencia negativa, como se observa en
el Gráfico 9. Esta situación también se explica por la falta de tecnología
técnica y económicamente factible de ser adaptada por los agricultores.
Gráfico 9.
Comportamiento del rendimiento (TM/Ha)
Gráfico 12.
Ombroclima de Uyuni - Altiplano sur
2.3.5. Puna
Las zonas de Puna o Cabeceras de Valle no han sido clasificadas como
productoras de quinua por Gandarillas (1982). Sin embargo, en las últimas
décadas, la producción de quinua ha subido a las zonas de altura
conocidas como Puna, donde su producción se orienta principalmente
al mercado local. Ejemplos de estas zonas de Puna son los municipios
de Betanzos, Macha, Ocurí, Ravelo y Villazón en Potosí. Colomi Tiraque
y Vacas en Cochabamba, e Iscayachi y Yunchará en Tarija. La altitud de estas
zonas se encuentra sobre los 3.000 msnm, con una precipitación
anual mayor a los 600 mm y temperaturas medias durante la época de
cultivo de 15 °C (Gandarillas, Rojas et ál., 2013).
En los tres últimos ciclos agrícolas (2010-2013), se evaluó de manera
participativa el comportamiento de siete variedades de quinua en varias
zonas de Puna de Tarija. Las variedades de mejor performance fueron:
Sajama, Q’illu y Pisankalla, con rendimientos superiores a los 950 kg/
ha. Estos resultados muestran la capacidad de adaptación de la quinua
a estas zonas que, para su mayor expansión, requiere el desarrollo de
técnicas del cultivo de acuerdo a las condiciones propias del lugar (Martínez,
De Souza et ál., 2013). En el Gráfico 14 se presenta el ombroclima
para la localidad de la Puna en Potosí.
Gráfico 14.
Ombroclima de la zona de Puna - Puna Potosí
Cuadro 2.
Variedades de quinua de Bolivia obtenidas mediante mejoramiento genético
Fuente: Elaboración propia en base a datos de Espíndola y Bonifacio (1996);
Rojas, Cayoja
et ál. (2001); Bonifacio, Rojas et ál. (2006); Rojas-Beltrán, Bonifacio et ál. (2010).
Fichas Técnicas N°6/2003, N°12/2005, N°13/2005, P/FTE/79, P/FTE/80,
P/FTE/81.
Asimismo, se cuenta con un complejo importante de variedades nativas
conocidas como Quinua Real que son propias del altiplano sur y que incluye
a varias razas locales o ecotipos locales. Los agricultores del altiplano
sur acostumbraban a utilizar una diversidad de ecotipos locales
de Quinua Real, ante esta situación, desde el año 1993 en el marco del
Programa Quinua del IBTA se identificaron mediante purificación 13
ecotipos (Cuadro 3), mediante el método de selección masal estratificada,
habiéndose purificado 13 variedades nativas, con este proceso se
inició la producción de parcelas por ecotipo de quinua (Risi, 2001; Rojas,
2002).
Cuadro 3.
Variedades nativas de Quinua Real del altiplano sur, purificadas mediante
selección masal