PROBLEMA DE LA RECONSTRUCCIÓN

Todos quisiéramos que los daños causados por las lluvias e inundaciones
fueran reparados lo más pronto posible. Todos quisiéramos, en realidad, que
esos daños no hubieran ocurrido. Lo primero es una manera de expresar lo
segundo. Pero no es lo que suele ocurrir, y no es necesariamente lo que
debería ocurrir. Apuro no es sinónimo de eficiencia. Macroconsult ha estimado
los daños a la infraestructura del país (en un sentido lato del término) en poco
más de $3,000 millones. Otros aseguran han dado cifras mayores. El gobierno
asegura que tenemos los recursos para la reconstrucción, sin dejar de lado
otros anhelos, como la organización de los juegos Panamericanos. Aquí
tenemos que detenernos para hacer una distinción importante. La palabra
«recursos» se usa de distintas maneras: como equivalente de «fondos», pero
también (especialmente entre economistas) como equivalente de las
capacidades materiales para ejecutar y producir. Quizás no haya escasez de
fondos, pero sí de recursos, en el segundo sentido. Siempre hay escasez de
recursos. Los ingenieros y las cuadrillas, la maquinaria que se emplea en
reconstruir colegios y carreteras en el norte no pueden, al mismo tiempo,
emplearse en reconstruir otras obras. Reconstruir todo con celeridad, más allá
de los buenos deseos, no es necesariamente el mejor uso de nuestros
recursos. En primer lugar. Porque no todo debe ser reconstruido. El proverbial
monumento al árbitro de fútbol, si acaso se hubiera caído, no ameritaría ser
levantado de nuevo. Una pista de tres carriles puede hacerse con dos, si el
tráfico no justifica el tercero. No toda la infraestructura dañada tiene el mismo
valor, el mismo impacto en la vida de la gente, que los hospitales y los puentes
(que ciertos puentes, almenos). Habrá que priorizar porque cada obra de
reconstrucción porque cada obra compite por los recursos o capacidades de no
solamente con otras obras de reconstrucción, sino también con otras
inversiones, tanto públicas como privadas, que son parte de la vida económica
del país y que generan, algunas, mayores beneficios para la sociedad. La tarea
de priorizar es una tarea esencialmente política. Aun para creyente en un
estado minimalista, es difícil pensar que el sector privado pueda dirigir la
reconstrucción. Puede dirigir la ejecución de las obras, quizás, pero las
prioridades las deben fijar las autoridades elegidas. Eso no significa que las
fijen arbitraria o impulsivamente, como suelen actuar los políticos, si no que la
decisiones sobre lo que se debe o no reconstruirse y la secuencia en la que
deben ejecutarse las obras involucran, además del cálculo de beneficios y
costos, una valoración subjetiva de las urgencias y carencias de distintos
grupos de población. Sólo el poder político puede hacerse, responsable, en
última instancia, de esas decisiones. El proceso no debería ser muy diferente
del que sigue para elaborar el presupuesto de la República, suponemos que,
terminada las lluvias, el presidente se reunirá con sus ministros para escuchar
cuáles son las necesidades de cada sector, sopesarlas y asignarles las
partidas que considere apropiadas. Los ministros sabrán qué delegar en los
gobiernos locales o regionales. El ministro que no se sienta en condiciones de
ser su propio zar de la reconstrucción no debería estar allí, porque ésa es la
tarea que le impone el momento.
CASO:
En Lima, el 14 de Marzo del 2017 ocurrieron acontecimientos lamentables que
fueron los daños causados por las lluvias e inundaciones. El Gobierno asegura
que existen recursos para la reconstrucción sin dejar de lado otros anhelos,
como la organización de los juegos panamericanos.
Existen diferencias en opiniones e intereses en el gobierno como en los
ciudadanos, pues se han creado problemas a través de esto, ya que están
priorizando a estructuras que no tienen el mismo valor de utilidad para los
ciudadanos y si bien es cierto la tarea de priorizar es una tarea esencialmente
política. Por ello se ha conformado una comisión encargada de formular las
propuestas de ambos.
Esta comisión tiene 3 representantes:
-Representante del Gobierno: Su principal objetivo son las inversiones tanto
públicas como privadas que son parte de la vida económica del país y que
generan algunos beneficios para la sociedad.
-Los ministros: Condición de ser el propio zar de la reconstrucción no debería
estar allí, es la tarea que le impone el momento.
-Representante de los ciudadanos (ingenieros y las cuadrillas): No todo debe
ser reconstruido ya que el proverbial monumento al árbitro de futbol, si acaso
se hubiera caído, no ameritaría ser levantado de nuevo.
Se le pide a usted que:
1. ¿Es necesaria la suspensión de los juegos panamericanos 2019, para que
se lleve a cabo dicha reconstrucción?
2. ¿Cómo fue afectado económicamente el sector agrícola tras el fenómeno del
niño costero? Explique el antes y el después usando gráficas.
3. ¿Cómo afecto dicho problema en el mercado profesional de los ingenieros
civiles y arquitectos?
4. En visto de lo ocurrido tras el problema mencionado anteriormente ¿Cree
usted que las familias seguirán teniendo la misma canasta de consumo?
5. Si fueras ministro de economía y tuvieses un presupuesto dado para un
sector ¿Que opción priorizarías para su mejora?
a) Mejoramiento de pistas y veredas
b) Mejorar la infraestructura del sector educativo
c) Mejorar el sector salud
d) Mejora de los sectores recreativos
Explique el costo de oportunidad de escoger una opción de otra.

Bibliografía:
- El Comercio. (2017).Presentan proyecto para suspender Juegos
Panamericanos 2019. Emp. Ed. El Comercio. Recuperado el 05 de Julio
del 2017. 01:45 pm.
http://elcomercio.pe/politica/congreso/presentan-proyecto-suspender-
juegos-panamericanos-2019-144569