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LA VERDAD DEL ORIGEN (2)”

TRATANDO CON LAS EMOCIONES AFLICTIVAS

1. TRATANDO CON LAS EMOCIONES AFLICTIVAS

En los dos aspectos de la Verdad del Origen, el Origen de las Emociones Aflictivas y el
Origen de las Acciones Kármicas, aunque ambas contribuyen como la fuente de nuestros
sufrimientos, las emociones aflictivas juegan un papel más importante en mantenernos en
este estado oscurecido. Por supuesto, ambas están conectadas. Cuando tratamos de eliminar
una de ellas hay un efecto sobre la otra.

Todas las emociones aflictivas tienen un cierto grado de incomprensión de la realidad. Los
pensamientos negativos como el apego, el enfado o los celos, son percepciones erróneas,
pero el nivel de lo que es considerado una percepción errónea de la realidad diferirá
dependiendo de las diferentes escuelas. Donde la Escuela Mashyamika Prasangika puede
aceptar algún tipo de mente como emociones aflictivas, las escuelas más inferiores puede
que no lo acepten.

Un ejemplo de esto es la vacuidad, un concepto clave en Budismo, donde la existencia de


una verdad, el “yo” intrínseco, es refutado. Las dos escuelas inferiores creen que hay algo
ahí, algo existe intrínsecamente, porque creen que cuando un ser ordinario percibe cosas y
acontecimientos hay un cierto grado de validez. Pero las dos escuelas superiores dicen que
no hay fenómeno que exista intrínsecamente. El ver las cosas y los acontecimientos como
existentes por su propio lado es una percepción errónea.

En el sentirse atraído por una flor hermosa, las dos escuelas inferiores dirían que hay una flor
existente intrínsecamente. No hay nada erróneo en como nuestra consciencia del ojo ve la
flor, es el apego el que es la emoción aflictiva. Las dos escuelas superiores dirían que hay
algo erróneo en la percepción real.

Consideraremos esto más, en la última Noble Verdad, la Verdad del Camino, pero tenemos
que mencionarlo ahora, porque para abandonar las emociones aflictivas necesitamos conocer
cómo aparecen dentro de nosotros.

Pueden ser adquiridas a través del sistema de creencias de nuestra cultura o a través del
aprendizaje, o pueden ser innatas, surgiendo bastante subconscientemente sin ninguna razón
aparente - no hacemos ningún esfuerzo consciente, pero están ahí -. De las dos, son más
fáciles de eliminar las emociones aflictivas que surgen de modo racional, que las del primer
tipo, las cuales surgen sin razón, espontáneamente.

1.1 Eliminando las Emociones Aflictivas que Surgen Racionalmente

Como mencioné, cuando hablaba sobre la ignorancia de la causalidad, el primer tipo es


adquirido; procede de las creencias de la cultura en la que vivimos. Estas emociones aflictivas
surgen de este tipo de ignorancia.
Si una emoción aflictiva ha aparecido a causa de alguna visión cultural o filosófica, entonces
es posible, examinándola racionalmente, eliminarla. Un ejemplo sencillo es el sacrificio de
animales. Incluso en esto días, en la India, algunas religiones matan animales en sacrificio y
ofrecen la sangre a sus dioses. Esas personas sostienen esta visión en sus cabezas. Su cultura
o libros les dicen que al hacer estas cosas obtendrán riqueza o fama o complacerán a los
dioses, y a través de esto pueden conseguir cualquier cosa que quieran. Estas cosas les
influencian y adoptan esas visiones. Si pudieran ver racionalmente que este tipo de acción en
vez de incrementar su felicidad, de hecho, incrementa su sufrimiento, dejarían de hacer esas
acciones y sus emociones aflictivas cesarían.

La forma directa de eliminar estas emociones negativas, las cuales son concepciones erróneas
basadas en malentendidos, es explorar racionalmente la forma opuesta de pensar. Cuando la
gente vea que matar animales no es el camino a la felicidad, dejarán lentamente de mantener
esta visión. Ese tipo de emoción aflictiva es comparativamente fácil de abandonar.

1.2 Eliminando las Emociones Aflictivas que Surgen del Subconsciente

Las emociones aflictivas que surgen subconscientemente, están causadas por nuestra
ignorancia innata. No necesitan razonamiento y a causa de que surgen sin pensamientos
racionales, lleva mucho tiempo cambiarlas. Son el resultado de los hábitos de nuestras vidas
previas, creencias y acciones. Debido a ellas, en esta vida nosotros reaccionamos sin ninguna
otra influencia externa. Estas emociones aflictivas están completamente integradas dentro del
proceso de nuestros pensamientos. Se necesita mucho esfuerzo, eliminarlas.

El proceso por lo tanto es el mismo. Primero debemos comprender lógicamente que el apego
a los placeres es la causa de nuestros sufrimientos y no nuestra felicidad, luego, debemos
trabajar para integrar esto en la corriente de nuestra mente.

Como tratamos en la Primera Noble Verdad, para todos nosotros, seres en un estado
oscurecido, toda nuestra existencia está bajo la dominación de las emociones aflictivas. Esto
es muy importante para ver que mientras dure eso no hay lugar para la felicidad completa.
Entonces empezaremos a ver las emociones aflictivas como el enemigo real. Son las que
realmente producen todos los problemas y dificultades.

En un texto de Shantideva se dice que tener este tipo de sentimiento es como tener una cobra
enrollada en nuestro regazo. Mientras que la cobra esté allí no hay forma de sentir seguridad.
Necesitamos desarrollar ese tipo de sentimientos dentro de nosotros mismos. Normalmente,
en nuestra vida diaria, creemos que “abandonando” en el sentido físico - arrojándolos fuera
- pero abandonamos esas emociones aflictivas a través de la consciencia constante de lo que
estamos haciendo y el conocimiento de que mientras estamos bajo su poder, no hay forma de
disfrutar de la felicidad. Necesitamos ver que las emociones aflictivas nos mantienen en algo
que debe ser eliminado ahora completamente.

Me gusta la analogía que utiliza Shantideva. Quizás alguien que no haya visto una cobra no
sentiría de esta forma, pero esto es muy cierto. Para nosotros, seres no iluminados, desde el
instante en que nos despertamos, estamos bajo el control de esas emociones aflictivas, y
mientras estén ahí no hay lugar para sentir autentica felicidad, para tener verdadera libertad.
Es muy importante ver cómo son de poderosas las emociones aflictivas, y cuánto nos
encontramos bajo su poder. Necesitamos tener esa consciencia constantemente en nuestras
mentes.

Para abandonar las emociones negativas que surgen subconscientemente, las cuales pueden
estar sólo en la forma de potencial (también llamado “semillas” o “propensiones”) realmente
requiere una aplicación constante de los antídotos; tales como meditar constantemente en la
vacuidad. Se necesita ese tipo de consistencia y poder para eliminar las propensiones muy
sutiles y profundamente enraizadas, las cuales actúan como el origen del sufrimiento.

1.3 Las Acciones Kármicas son la Reacción de las Emociones Aflictivas

Las acciones kármicas son reacciones a nuestras emociones aflictivas. Aunque parezca lógico
que si tratamos con emociones aflictivas, también tendremos que tratar con nuestras acciones
kármicas, ésta no es la forma en que funciona realmente. Las emociones aflictivas están
profundamente enraizadas. Nuestros hábitos están muy arraigados. Reduciendo nuestras
acciones kármicas negativas, podemos reducir lentamente el mantenimiento de nuestras
emociones aflictivas que hay en nosotros. Así, en nuestro día a día, tenemos que tratar
primero con las acciones kármicas.

Las acciones kármicas pueden ser creadas a través de nuestras tres puertas: cuerpo, habla y
mente. Para nosotros, completos principiantes, es muy importante prestar atención a las
acciones de esas tres puertas. Necesitamos observar qué tipo de acciones hacemos con
nuestro cuerpo y qué tipo de cosas decimos en nuestra vida diaria. Entonces, por supuesto,
debemos de ser conscientes del tipo de pensamientos que surgen en nuestra mente.

Si preguntas cómo empezar a abandonar las acciones kármicas negativas, mi respuesta sería
intentar evitar las diez no virtudes. No debemos creer que evitar las diez acciones no virtuosas
es una práctica elemental. Eso sería un error enorme. Puede que los seres que están en niveles
elevados no necesiten prestarles atención, pero nosotros realmente tenemos que prestar una
atención constante para evitarlas.

Las diez no virtudes son:

1. El Matar.
2. El Robar. Cuerpo
3. La Conducta Sexual Incorrecta.
4. El Mentir.
5. El Calumniar.
6. Palabras Duras. Habla
7. Charlatanería.
8. Codicia.
9. Malicia.
10. Visiones Erróneas. Mente
(Para una explicación breve de las diez no virtudes ver el Capítulo Seis de Los Tres
Entrenamientos)

Eso es el comienzo. Es muy duro abandonar el mantenimiento de las visiones erróneas de la


realidad. De hecho, es imposible si estamos aun involucrados en las no virtudes. Mientras
estemos involucrados en acciones erróneas, hay una visión muy fuerte de que las cosas
existen inherentemente, independientemente. Mantener la visión correcta de la realidad y
cometer acciones no virtuosas, son mutuamente excluyentes. No hay posibilidad de que
puedan ir juntas dentro del continuo de una persona.

1.4 El Tratar Primero con lo Burdo

Por lo tanto, debemos prestar atención a nuestras tres puertas: el cuerpo, la palabra y la mente,
en nuestra vida diaria para reducir las acciones no virtuosas, y tratar con nuestras acciones
kármicas. Necesitamos jugar con nuestros pensamientos, engañarlos un poco si es necesario.
Es como la gente que quiere abandonar su adicción a la nicotina, llevando un parche. Si la
química del parche actúa o si es sólo una trampa para ayudar a la mente, no importa si
funciona. A veces necesitamos hacer trampa a nuestros pensamientos. Cuando tratamos de
reducir esas acciones kármicas negativas, entonces hay una oportunidad mucho mayor de
tratar con nuestras emociones aflictivas. Sin reducirlas no hay oportunidad.

Esa es la secuencia. Por último, necesitamos cortar la raíz de nuestro sufrimiento, nuestra
ignorancia básica, pero muchos maestros Indios recomendaban hacer esto paso a paso. No es
realista pensar que podemos ir directos a la raíz.

Cuando estaba en Sera, tuvimos que cortar un banano viejo para construir nuestro patio de
debate. Las ramas de un banano crecen hacia abajo y se convierten en raíces. En el Sur de la
India hay un lugar donde van los turistas, en el que un banano cubre tres acres. Los monjes
más jóvenes, con los mejores músculos, creían que lo primero era cortar la raíz principal,
pero los monjes mayores dijeron que esa no era la mejor forma de derribarlo. El árbol tenía
muchas, muchas ramas y podría dañar otras cosas. Así que su método era cortar las ramas
primero, hacerlo más pequeño y entonces ir al tronco principal raíz.

Estábamos estudiando, las emociones aflictivas en ese momento, y había un monje tres años
mayor que yo que argumentaba cortar la raíz del árbol directamente. Uno de los monjes
mayores me dijo que su debate no tenía que ver con el árbol. Como con el árbol, para tratar
con la mente necesitamos ir de lo burdo a lo sutil.

Ese es el procedimiento de cómo abandonar los dos orígenes; el origen de las emociones
aflictivas y el origen de las acciones kármicas - primero los niveles burdos y luego los más
sutiles -.

En las Cuatrocientas Stanzas de Aryadeva, se habla precisamente de cómo tratar primero con
lo burdo. Es imposible tratar con, por ejemplo, las acciones negativas que satisfacen nuestro
cuerpo, mientras no somos conscientes de nuestro cuerpo. Necesitamos tratar hábilmente con
esto. Quizás no podamos abandonar inmediata y totalmente nuestras acciones negativas.
Por ejemplo, una persona que tiene una adicción muy mala a fumar cigarrillos, no puede
dejarlo inmediatamente sino tiene que cortar poco a poco. Una persona que se enfada
fácilmente puede no dejar de hacerlo sólo por comprender lo dañino que es el enfado, pero
le ayuda a controlar el comportamiento. Tienes que abandonar la manifestación real del
enfado, antes de abandonar la mente que se enfada. Esto es ir de lo burdo a lo sutil.

Para nosotros los seres ordinarios, que decimos que queremos abandonar la Verdad del
Origen, la importancia inicial está en el primer aspecto, el origen de las acciones kármicas.
Si lo comprendemos, esto nos ayudará a reducir nuestras negatividades. El regodearse
completamente en las acciones negativas y luego intentar encontrar su raíz, no funciona.

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