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RIEGOS Y DRENAJES

PASO 2 – ABP PRIMERA ENTREGA

TUTOR

ENDER LEANDRO CHIMBACO

ESTUDIANTE

MARLY LORENA BERNATE MARTINEZ

CODIGO: 1077876920

GRUPO

201616_13

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA

PITALITO- HUILA

FECHA 17/09/19
El cultivo de maíz en Colombia

El territorio de Colombia, desde la época prehispánica, ha sido un punto


geográfico clave para el contacto terrestre entre el sur y el centro/norte de
América. De esta manera jugó un papel muy importante en la distribución
temprana del maíz, así como de otros alimentos (Bernal 1992). Las características
ambientales, sociales, tecnológicas y culturales presentes en las diferentes
regiones geográficas del país, han generado condiciones propicias para el
desarrollo de muchas razas, variedades, híbridos y ecotipos nativos de maíz
adaptadas a diferentes condiciones del clima, dedisponibilidad de agua y
resistencia a plagas y enfermedades, entre otras. De esta manera, en Colombia se
ha cultivado maíz en casi todos los ecosistemas en donde ha existido agricultura,
con mayor intensidad en las tierras bajas tropicales del Caribe y en las zonas
templadas y frías de la región Andina (salgar, 2005)

características agronómicas
Adaptación
El maíz posee buen desarrollo vegetativo que puede alcanzar hasta los 5 metros
de altura en altitudes superiores a los 1,000 metros sobre el nivel del mar (msnm).
En El Salvador, los mejores rendimientos se obtienen en el rango comprendido
entre 0 a 900 msnm, y la planta alcanza una altura de 2 a 2.65 metros, por lo que
estos germoplasmas son considerados como tropicales. Como cultivo comercial,
crece entre las latitudes 55º N y 40º S.

El sistema radicular del maíz se desarrolla a partir de la radícula de la semilla,


que ha sido sembrada a una profundidad adecuada, para lograr su buen
desarrollo. El crecimiento de las raíces disminuye después que la plúmula emerge,
y virtualmente, detiene completamente su crecimiento en la etapa de tres hojas de
la plántula.
Suelo

El maíz se adapta a una amplia variedad de suelos donde puede producir buenas
cosechas, si se emplean los cultivares adecuados y técnicas de cultivo
apropiadas. En general, los suelos más idóneos para el cultivo del maíz son los de
textura media (francos), fértiles, bien drenados, profundos y con elevada
capacidad de retención para el agua. El maíz, en general, crece bien en suelos
con pH entre 5.5 y 7.8.
Agua

La falta de agua es el factor más limitante en la producción de maíz en las zonas


tropicales. Cuando hay estrés hídrico o sequía durante las primeras etapas (15 a
30 días) de establecido del cultivo puede ocasionar pérdidas de plantas jóvenes,
reduciendo así la densidad poblacional o estancar su crecimiento.

En general, el maíz necesita por lo menos de 500 a 700 mm de precipitación bien


distribuida durante el ciclo del cultivo. El maíz es muy sensible también al aniego o
encharcamiento; es decir, a los suelos saturados y sobresaturados. ( Deras
Flores)
Preparación del suelo
El maíz se puede sembrar en distintos tipos de suelo, desde arenosos, pasando
por los de textura media y trumaos, hasta aquellos bastante arcillosos. Esto
condiciona la fecha, el tipo y el número de labores a realizar.
Es muy importante tener siempre presente que tanto el manejo del rastrojo como
la labor de aradura, deben realizarse en forma simultánea con la cosecha. Esto,
debido a que las tareas deben quedar realizadas antes del periodo de lluvias.
Humedad y riego: Se debe efectuar un riego de presiembra de modo que la
semilla encuentre una buena humedad para la germinación y emergencia, y que
las plantas alcancen un crecimiento de 6 a 7 hojas antes de que se requiera un
nuevo riego.
El momento para realizar este riego depende del tipo de suelo: si es arcillosos
debe llevarse a cabo antes que en los arenosos, ya que retienen la humedad por
más tiempo. ( Fernández S., 2014)
Dosis de semilla: El maíz es un cultivo que requiere una alta precisión de
siembra. La distancia entre hileras debe ser de 70 a 75 cm, considerando entre 7,5
y 9 semillas por metro lineal, para conseguir, en definitiva, una población que, en
general, debe ser de 7 a 8 plantas establecidas por metro lineal.
Profundidad: Lo óptimo es sembrar a 4 o 5 cm.
Profundidades hasta un máximo de 7 cm pueden recomendarse cuando se busca
encontrar mayor humedad de suelo. No obstante, se debe tener en cuenta que las
plantas necesitarán mayor energía para emerger desde esa profundidad, lo que
repercutirá en su vigor final.
Rendimiento
Según Faiguenbaum, los rendimientos máximos que pueden obtenerse
comercialmente en maíz a nivel de productores, superan los 200 q/ha, aunque
dichos rendimientos deben considerarse como de excepción. Por otra parte, los
rendimientos más bajos obtenidos en Chile, llegan a ser de 80 q/ha, pero lo más
común es que los rendimientos obtenidos varíen entre 120 y 160 q/ha. En tanto, el
rendimiento promedio a nivel nacional en maíces cultivados para grano es entre
125 y 130 q/ha.
Bibliografía
Deras Flores, I. (s.f.). guia tecnica cultivo de maiz.

Fernández S., X. (lunes de mayo de 2014). Las claves para sembrar el maíz grano de forma
adecuada. el mercurio.

salgar, L. M. (2005). el cultivo de maiz en colombia. revista semillas.

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