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CONFIANZA Y FE PUBLICA

Para superar cada una de las dificultades que como seres humanos que somos a diario

vivimos es indispensable tener confianza y así lograr superar cada uno de los retos que se nos

presentan a diario, de una forma también los obstáculos son como las barreras que impulsan a

cambiar y adaptarse en los cambios y adaptaciones de igual forma duelen y crean conflictos, pero

abren la puerta a nuevas experiencias, a nuevos retos, al crecimiento personal.

la confianza no está relacionada con ninguna experiencia específica, sino que resulta de

la generalización de diversas experiencias que las personas perciben como similares. Finalmente,

se podría asegurar que existe relativo acuerdo al definir que es la confianza social entre los

autores.

A pesar de esto, la perspectiva tradicional en el estudio de la confianza sostiene que la

confianza es positiva y la desconfianza es negativa y por ende los constructos serían opuestos.

Para eso es necesario poder tener un cierto de nivel el cual se pueda manejar, tenemos ir

cultivando la confianza desde nosotros mismos sin necesidad de que otra persona te diga cómo

hacer las cosas, Según Lewicki & Benedict quienes identifican tres perspectivas diferentes para

analizar la confianza: La perspectiva de la disposición o de la personalidad, que se centra en las

diferencias de personalidad en los individuos; la perspectiva sociológica y económica que se centra

en la confianza como un fenómeno institucional, y la perspectiva de la psicología social que se

centra en las transacciones interpersonales entre los individuos. En este artículo, el estudio de la

confianza social se relaciona más con la primera perspectiva, estudiándola como una característica

relativamente estable de las personas. (Lewicki R. Benedict B, 1996)

En síntesis, la investigación tradicional sobre la confianza valora que las personas

presenten una alta predisposición a confiar. Sin embargo, existen argumentos y evidencias que
plantean que no es la predisposición para confiar en sí misma lo relevante, sino si ella además está

acompañada de una adecuada tendencia a desconfiar o a ser precavidos o vigilantes. Puede

establecerse una relación interesante cuando está presente la predisposición a la confianza social

con la actitud vigilante; en este caso, se podría estar ante una muestra de inteligencia social. Se

trataría de inteligencia social ya que las personas logran tener expectativas más exactas sobre la

conducta de los otros y pueden mostrar un nivel de confianza óptima en una situación dada. Por su

tendencia a confiar, estas personas están más expuestas a diferentes tipos de relaciones sociales en

que experimentan éxitos y fracasos.

La fe pública es aquella que rige un contador, es la seguridad y esperanza que alguien le da

a otra persona, sugiere una actitud individual hacia una persona o una institución. Diferente a la

confianza la cual está íntimamente ligada a la buena fe como fundamento generador de ella entre

las personas, entre el Estado democrático y sus ciudadanos, La fe se genera de la confianza, pero

están íntimamente ligadas con capacidad de generar efectos punitivos si comprobadamente aquella

es tachada de falsa. Tal es el reconocimiento para quien ejerce la ciencia contable. Esa capacidad

de fe mediante el atestiguamiento no se le encarga a cualquier persona.

En sentido literal puede definirse la fe pública en palabras del jurisconsulto Augusto Diego

Lafferriere “como la creencia notoria y manifiesta”. “Jurídicamente, la fe pública supone la

existencia de una verdad oficial cuya creencia se impone, en sentido de que no se llega a ella por

un proceso espontáneo, sino en virtud del imperativo jurídico o coacción que nos obliga a tener por

ciertos determinados hechos o acontecimientos, sin que podamos decidir sobre su objetiva

verdad… y por tanto la necesidad de carácter jurídico que nos obliga a estimar como auténticos o

indiscutibles los hechos o actos sometidos a su amparo, creamos o no en ellos”. (Bermúdez, 2016)
Es por eso que la Fe publica como su mismo nombre lo dice es una función pública, la cual

le pertenece al estado por lo tanto la confianza es la que se constituye como un reconocimiento

digno a determinadas personas, de tal forma obligando por lo tanto a una responsabilidad social y

legal de quien ha sido favorecido con dicha delegación, generada de la confianza y que se arraiga

jurídicamente con la fe pública, con consecuencias económicas y punitivas para quien falta a la

confianza y a la fe que le es debida.

Es por eso que La confianza da por tanto seguridad a quien es su receptor, y quien es digno
de esa confianza pública lo es en aquello que se le reconoce idóneo y merecedor para ejercer la fe
pública.

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