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ANALISIS DE PRINCIPALES NECESIDADES O PROBLEMS DE LOS

DOLESCENTES EN MEXICO.
La educación, el empleo y la incertidumbre de cara al futuro son uno de los factores
que más afectan a los jóvenes a la hora de enfrentar diferentes desafíos.
En cada época se presentan diferentes necesidades sociales y problemáticas a
resolver que dependen de la situación global en diferentes ámbitos, como el social,
cultural y económico. Hoy en día los tres principales problemas que enfrentan los
jóvenes, no solo en México, sino en todo el continente son la violencia, el acceso a
la educación y la falta de oportunidades laborales.
De acuerdo a un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM)que se realizó a adolescentes y jóvenes pertenecientes al bachillerato de
este centro de estudios, entre las principales preocupaciones de los jóvenes
mexicanos se encuentra el acceso a la educación, la calidad de formación y la
violencia social existente.
La inseguridad y los riesgos del mundo actual marcados por la incertidumbre laboral
y la violencia social existente generan además una fuerte falta de motivación, que
representa un gran obstáculo a la hora de vencer diferentes retos de la vida
cotidiana.
Los jóvenes encuestados en el estudio de la UNAM consideraron que uno de sus
mayores obstáculos en la vida son los conflictos familiares, la insuficiente
preparación y la escasez de recursos económicos.
Para comprender qué afecta a los jóvenes de hoy en día se deben tener en
cuenta los valores y las prácticas culturales de estos, como también su manera de
socializar, sus relaciones y su visión respecto al presente y futuro.
Varios estudios y encuestas como la Encuesta Nacional de Valores en Juventud
2012 han demostrado que los jóvenes mexicanos son el sector más tolerante en la
sociedad mexicana y aprecian más que los adultos las diferencias étnicas,
religiosas, de preferencia sexual y de ideas políticas, al igual que respetan en mayor
medida a los grupos más desfavorecidos.>
Lamentablemente, la tolerancia y participación social a la que aspiran los jóvenes
no se refleja en las prácticas, tanto en espacios formales como informales. Lo que
se traduce en un desencanto temprano, un malestar con la sociedad en la que les
ha tocado vivir y desarrollarse, que les niega oportunidades.
La falta de oportunidades no solo nace de la intolerancia, sino también del
desconocimiento y la violencia. A nivel laboral es cada vez más difícil
poder conseguir un buen empleo por estar razones, lo que se agrava con
la existente competencia en el mercado.
El acceso a la educación es otro problema que preocupa a los jóvenes. De acuerdo
a los datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) solo 3 de cada 10 jóvenes
de 18 a 22 años tiene la posibilidad de asistir a la universidad, lo que representa un
problema de desarrollo para el país.
Millones los jóvenes mexicanos quedan excluidos del sistema educativo superior, la
mayoría de las veces por cuestiones de marginación o problemas económicos, lo
que resulta una importante preocupación para los jóvenes. Este fenómeno solo
podrá solucionarse a través de la aplicación de políticas públicas y educativas
adecuadas.
De los casi 40 millones de jóvenes que habitan en México casi la mitad de ellos vive
en condiciones de pobreza, ha sido víctima de algún acto de discriminación o se le
ha impedido el reconocimiento de sus derechos.
En el marco del Día de la Juventud que se conmemora este domingo, el Consejo
Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) dio a conocer las cifras que
revelan el panorama que atraviesa la juventud mexicana en materia de acceso a
derechos y falta de oportunidades.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), en México
hay 37.5 millones de jóvenes entre los 12 y 29 años, los cuales representan el 31.4
% de la población. Entre estos, 6.8 millones tienen entre 12 y 14 años; 10.8 millones
entre 15 y 19 años; 10.7 millones entre 20 y 24, y 9.3 millones entre 25 y 29 años.
Según el Conapred el problema principal de los jóvenes en México es que casi la
mitad de la población total vive en situación de pobreza. Y es que para 2014 17.5
millones de personas jóvenes (47.1 % del total) estaban en situación de pobreza,
de las cuales 13.9 millones (36.6 %) viven en pobreza moderada y 3.6 millones (9.7
%) en pobreza extrema. Para 2016 el Coneval informó que el porcentaje de jóvenes
en situación de pobreza disminuyó a 44.3 %, de los cuales el 36.9 % se encontraba
en pobreza moderada y el 7.3 % en pobreza extrema.
Resalta el Conapred que 19.7 millones de jóvenes tienen ingresos menores a la
línea de bienestar económico (es decir 2 mil 542 pesos mensuales en las ciudades
y mil 614 pesos al mes en el campo).
Aunado a la pobreza, la discriminación es un tema prioritario para atender pues
cada vez más jóvenes en México son discriminados por diversas situaciones, entre
ellas, su condición social, su apariencia física (ligada a su condición económica), la
escuela donde estudiaron, el lugar donde viven, o incluso sus publicaciones en
redes sociales.
Esta condición convierte a las y los jóvenes en un sector altamente vulnerable pues
“se les percibe como amenaza para la cohesión social”, excluyéndolos de espacios
y oportunidades laborales o educativas, e impidiéndoles el reconocimiento pleno de
sus derechos, especialmente los sexuales y reproductivos.
Por ello es que un alto número de jóvenes en el país se mantienen en la pobreza o
no pueden ascender socialmente.
Con base en estas cifras, el Conapred plantea una serie de temas prioritarios a
atender para revertir la situación.
Explican que el Estado debe centrarse en combatir la pobreza y marginación
mediante “el acceso a un empleo formal, bien remunerado y con prestaciones;
acceso a servicios de salud y educación de calidad en todos los niveles de atención,
y el combate a la violencia en hogares, escuelas y comunidades (principalmente el
crimen organizado, la delincuencia común y la trata de personas)”.
A lo anterior deben emprenderse otras acciones como la prevención del embarazo
adolescente y la atención del mismo, que puede derivar en la interrupción legal del
embarazo, deserción escolar, exclusión social, laboral y médica.
Con relación a las condiciones de vida de los jóvenes, el Conapred detalla que el
64 % de quienes no son jefes o jefas de hogar vive con ambos padres; el 23 % solo
con su madre; 3 % solo con su padre, y 10 % vive con uno o más parientes adultos
(abuelos o abuelas, tíos o tías, padrastro, madrastra, hermanos o hermanas, primos
o primas).
Respecto a la violencia intrafamiliar, cifras de 2014 del Inegi revelan que en la mitad
de los hogares donde viven personas jóvenes, se identificaron conflictos o peleas.
Mientras que en el tema educativo, el mismo Inegi destaca que casi la totalidad de
personas jóvenes en el país (98.4 %) saben leer y escribir, pero el Conapred señala
que poco menos de la mitad de quienes tienen entre 15 y 24 años (46.1 %) asisten
a la escuela. Es decir aunque existe una amplia cobertura de la educación básica,
al buscar un crecimiento educativo los jóvenes se estancan.
La situación no es tan distinta en temas de salud. Del total de los jóvenes del país,
apenas un tercio (32.3 %) tiene acceso al ISSSTE, al IMSS, a los servicios de salud
de PEMEX u otros similares.
Esta situación, entre otras muchas cosas, se ve reflejada en la corta edad en que
las y los jóvenes inician su vida sexual. Según el Inegi, la mitad de las mujeres del
país en edad fértil inició su vida sexual a los 18 años de edad. De éstas el 54.5 %
de entre 15 a 19 años dijo haber utilizado, ella o su pareja, algún método
anticonceptivo en la primera relación sexual. Tan solo entre 2008 y 2011, el 18.9 %
de los embarazos registrados se dio entre adolescentes de 15 a 19 años.
Carencias sociales y falta de oportunidades
El mismo documento resalta que del total de la juventud, 24.9 millones (67.3 %) no
tienen acceso a la seguridad social; 9.1 millones (24.6 %) a alimentación; 8.2
millones (22.2 %) a servicios básicos en la vivienda, y 8.3 millones (22.5 %) a los
servicios de salud.
En tanto que alrededor de 5.4 millones de jóvenes no tienen la oportunidad de
estudiar ni de trabajar. De esta cifra, la mayor parte (91.2 %) son mujeres e incluso
se encuentran en esta situación principalmente por tener que cuidar a alguien o
dedicarse a los quehaceres del hogar.
Entre los jóvenes de 18 a 29 años que son económicamente activos existe una
brecha de género pronunciada: mientras que ocho de cada diez hombres jóvenes
perciben ingresos (78 %), poco menos de la mitad de las mujeres jóvenes (45.9 %)
lo hace.
Estigmatizados y discriminados pero inclusivos
En México tres de cada diez jóvenes refieren haber sido discriminadas por su edad
al menos una vez durante los últimos cinco años, y reportan como principales
ámbitos de exclusión la calle o el transporte público, así como el trabajo o la escuela.
El 17.5 % afirma haber sido discriminado en las redes sociales.
A pesar de ser víctimas de esta situación las y los jóvenes son quienes tienen mayor
conciencia sobre la manera en que se discrimina en México, y muestran mayor
apoyo hacia políticas por la inclusión. Por ejemplo, el 75 % de las personas entre
18 a 29 años está a favor del matrimonio igualitario, y 57.6 % a favor de la adopción
homoparental.
Entre 2012 y junio de 2018, el Conapred calificó 192 expedientes como presuntos
actos de discriminación relacionados con personas jóvenes. La mayor parte de
estos casos se registraron en el ámbito educativo o en el laboral, y respondieron
sobre todo a motivos como la apariencia física y la discapacidad. Entre los derechos
vulnerados, el más frecuente fue el trato digno (68 %), seguido por la educación (60
%) y la igualdad de oportunidades (30 %).
Aún queda mucho por hacer
Aunque el Conapred resalta algunos de los esfuerzos del Estado enfocados en
mejorar la calidad de vida de los jóvenes, como la creación del IMJUVE y el Plan
Nacional de Juventud (PNJ) 2014-2018, considera que el desafío más importante
para el gobierno mexicano será “combatir las causas de la pobreza entre las
personas jóvenes mediante estrategias integrales”.
Esto, plantean, deberá hacerse específicamente en tres ámbitos: acceso a empleo
formal y bien remunerado; combate a la deserción escolar (especialmente en
bachillerato), y calidad de servicios médicos y educativos.
En el tema laboral señalan que actualmente no hay una estrategia integral de
inclusión laboral dado que solo hay programas con alcances limitados, que
reproducen la precariedad generalizada del empleo en México.
Para combatir la deserción escolar se necesitan acciones integrales enfocadas en
los problemas económicos de hogares donde viven las y los jóvenes; cambiar la
percepción de que es más útil dedicarse a otras actividades no educativas; atender
los entornos de violencia en hogares y escuelas y, en el caso de las jóvenes, atender
la problemática de los embarazos adolescentes.
Finalmente, es necesario mejorar los servicios de salud y educación “para que la
política social cumpla con romper la reproducción intergeneracional de la pobreza”.
No basta con que las niñas, niños y adolescentes tengan acceso a la educación y a
los servicios médicos si esa educación no aumenta lo suficiente su capital humano
y los servicios de salud no cubren padecimientos que pueden comprometer su
desarrollo.
Desde 2013, la “Evaluación transversal de políticas y programas para el desarrollo
de la juventud en México” reveló la necesidad de crear una política integral para los
jóvenes que reconozca y proteja los derechos de las personas jóvenes,
especialmente, los sexuales y reproductivos.
https://www.animalpolitico.com/2018/08/dia-de-la-juventud-pobreza-discriminacion/
CECYTEM CUAUTITLAN IZCALLI.

ESTUDIOS DE MERCADO Y ENTORNO SOCIAL.

ANALISIS DE LAS NECESIDADES O

PROBLEMAS QUE ENFRENTAN LOS JOVENES

DE MEXICO.

MAESTRA: MARIA ESTHER PAULIN.

ALUMNA: SANDRA FARFAN SANCHEZ.

GRUPO: 401.

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