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Basura electrónica

En 1998 se estableció una nueva ley que prohíbe a los consumidores eliminar aparatos
eléctricos y electrónicos con la basura doméstica. Para que no se deje la basura en sitios que
pueden ser dañinas para el medio ambiente, Suiza ha introducido un sistema de impuestos
ecológicos que están incluidos en el precio de los aparatos nuevos. Los consumidores pueden
devolver sus ordenadores, televisiones, neveras, aspiradoras y otros aparatos similares que estén
en desuso a los negocios donde los han comprado o a los depósitos especiales. Algunos aparatos
son reciclados, el resto es liquidado de manera segura.
En el 2003, 35.000 toneladas de aparatos eléctricos y 30.000 toneladas de aparatos electrónicos
cayeron bajo el sistema de impuestos de reciclaje, entre el 80 y el 93% del total de las
mercancías eléctricas o electrónicas que se supone caen en desuso cada año.

Suiza es campeona en el reciclado de electrodomésticos. El material más importante para el


reciclaje es el metal. El plástico, sin embargo, que se suele recuperar de tales aparatos, no se
presta para su reutilización en nuevos productos, por eso, en la mayoría de los casos, es
utilizado como carburante en centrales especiales que combinan la producción de energía
eléctrica con la producción de calor.

PCs y móviles viejos son estorbos que acaban convertidos en peligrosos residuos para el medio
ambiente.
La basura de la última década poco tiene que ver con la de años anteriores. En los vertidos ahora
ocupan un papel protagonista los televisores, electrodomésticos y, últimamente, equipos
informáticos y teléfonos móviles. Deshacerse de esta chatarra electrónica de forma adecuada es
fundamental, pues los residuos tecnológicos son altamente contaminantes, pero también se
pueden reciclar y aprovechar gran parte de sus componentes.
Residuos eléctricos y electrónicos
Lentamente se va tomando conciencia de la necesidad de separar en casa los distintos tipos de
basura. Pero además de papel, envases, vidrio y restos orgánicos, la “basura electrónica” ocupa
un mayor volumen entre los desechos del siglo XXI. La relativa corta vida de los ordenadores,
que empiezan a quedar desfasados al cabo de un año y que a los cuatro ya están prácticamente
obsoletos, genera gran cantidad de chatarra de la que el consumidor no sabe cómo desprenderse.
PCs, periféricos, televisores, teléfonos móviles y otros equipos electrónicos estropeados o
desfasados resultan un incordio que terminan en algún trastero, cajón o arrojados a cualquier
lugar poco apropiado.
Los residuos eléctricos y electrónicos (ordenadores y teléfonos móviles principalmente) ya
representan alrededor del 5% de la basura que se genera en Europa y, según la Oficina
Ambiental Europea, sumarán 7,4 millones de toneladas en 2004, con un incremento del 4%
anual. Lo peor es que el 90% de este material acaba en vertederos donde se incinera, a pesar de
los numerosos componentes tóxicos utilizados en su fabricación, como el litio de las baterías, el
plomo (de soldaduras, pantallas CRT y baterías), el mercurio (en lámparas fluorescentes de los
monitores LCD),
el bromo (carcasas y aislamientos plásticos) o el cadmio (toners y tintas de impresora, monitores
CRT, baterías recargables NiCd, etc.).
En el caso de los ordenadores hay que valorar si no es más rentable actualizar sus componentes
o darle algún otro uso antes de deshacerse de ellos. Es verdad que la sofisticación de los nuevos
programas que salen al mercado (sobre todo juegos) exige cada vez mayor rendimiento al
ordenador, hasta que éste no es capaz de alcanzarlo, con la consiguiente frustración del usuario
que enseguida quiere un modelo nuevo. Pero el ordenador viejo puede servir para realizar tareas
menores (navegar, procesador de textos, juegos poco exigentes, etc.) o se puede desmontar para
aprovechar algún componente (un segundo disco duro, por ejemplo).
También es posible acudir a organizaciones que recogen y reparan los equipos para destinarlos a
proyectos educativos o para enviarlos a proyectos en países subdesarrollados. En último
extremo, a la hora de deshacerse de los residuos tecnológicos es necesario depositarlos en un
lugar apropiado (los conocidos como “puntos limpios”) para que se les pueda sacar todavía
algún provecho.
Una buena parte de los materiales utilizados en equipos eléctricos y electrónicos es reciclable: la
mitad es hierro y acero, más del 20% plástico, el 13% otros metales (incluidos metales
preciosos) y el 5% es vidrio. Se calcula que si se procesase el 70% de las 200.000 toneladas de
basura electrónica (entre 100.000 y 160.000 en los hogares) que se producen en España al año,
se podrían recuperar más de 90.000 toneladas de metales, 30.000 toneladas de plásticos y
13.000 toneladas de vidrio.
Un final digno
Hasta ahora los países industrializados trasladan el creciente problema de la e-waste (como se
conoce en inglés a la basura electrónica) más que afrontarlo. Es cierto que ya se empieza a
reciclar desde el hogar, aunque poco y mal, pero desde algunos países europeos y sobre todo
desde Estados Unidos se exporta la basura electrónica a países del Tercer Mundo de forma
ilegal, según advierten las agencias ambientales . Entre el 50% y el 80% de los residuos
tecnológicos recogidos para reciclar en EEUU viajan en barco con destino a algún país asiático,
donde en muchos casos son destrozados sin ninguna precaución para vender los componentes
que puedan tener algún valor, mientras que los materiales contaminantes se esparcen por ríos y
campos, como denuncia el informe Exporting Harm: The High-Tech Trashing of Asia .
Al contrario que en otras industrias, donde se contamina sobre todo en el proceso de fabricación
(y el fabricante es obligado a tomar medidas y reparar daños), en la electrónica el principal
agente contaminante es el producto final en desuso, en manos del consumidor. Éste debe pues
asumir la responsabilidad de deshacerse de manera apropiada de la chatarra tecnológica,
mientras que le Administración debiera facilitarle el proceso a la vez que garantizar que los
residuos reciben el final adecuado. A este tipo de basura se le debe aplicar el tratamiento de las
tres erres: Reducir (al máximo la producción de residuos), Reutilizar (darles otro uso o
encontrar quien pueda dárselo) y Reciclar (depositarlos en un punto limpio).
ONGs
Hay varias organizaciones que aceptan material informático y teléfonos móviles para destinarlos
a proyectos sociales, educativos o del Tercer Mundo. Tal es el caso de la Fundación Bip Bip ,
que recoge y repara equipos para donarlos a los proyectos que los soliciten. En los últimos tres
años ha conseguido montar 220 aulas con 1.300 ordenadores de las que se han beneficiado más
de 65.000 inmigrantes, discapacitados, sin hogar, mayores, toxicómanos y, en general, todo tipo
de personas en riesgo de exclusión social.
Existen otras ONGs o proyectos dedicados a recolectar sobre todo ordenadores para ceder a
terceros o enviar a países subdesarrollados, como TeSo , Reciclanet , Presencia Activa , Noves
Tecnologies per a l”Àfrica o TeDeSo.

Muchas de estas organizaciones sin ánimo de lucro reparan y actualizan ordenadores viejos o
estropeados, aunque no aceptan cualquier cosa. Bip Bip, por ejemplo, acepta PCs con
procesador Pentium II o superiores, mientras que TeSo baja el límite a Pentium 100 MHz
(instalan Linux o Windows 98 o superior, herramientas de ofimática y de Internet) y además
acepta lectores de CD, cables de ordenador, impresoras, monitores, teclados, ratones y discos
duros de al menos 800 MB. El resto de equipos no útiles, recomienda TeSo, deben depositarse
en un punto limpio.
Puntos limpios
De la misma forma que existen contenedores para el papel o el vidrio, en los establecimientos
comerciales se han habilitado más de 3.000 contenedores para recoger aparatos electrónicos de
reducidas dimensiones (teléfonos móviles, principalmente). Para gestionar los residuos
domésticos más grandes (electrodomésticos, equipos informáticos, etc.) o peligrosos (baterías,
pinturas, aceites, etc.) se han creado los llamados Puntos Limpios (”eco parques”, “áreas de
aportación”, “deixalleries” o “garbigune”, según la zona de España).
Estas instalaciones están destinadas a los usuarios particulares, no a las empresas, y son
gratuitas aunque se exige el esfuerzo de cargar con los desechos y transportarlos hasta el punto
más cercano, si es que conocemos su ubicación.
No existe ningún organismo encargado de centralizar la información (la OCU ha agrupado en su
página web información de 650 puntos limpios recogida de comunidades y ayuntamientos). El
responsable de su gestión suele ser el ayuntamiento, la mancomunidad o las empresas privadas
que éstos hayan designado, que se encargarán de transportar los residuos a un centro para su
tratamiento específico donde reciben el final adecuado: reutilización, reciclado, valorización
energética o eliminación de forma segura.
Basura móvil
De entre los tres tipos o líneas de residuos tecnológicos”
Línea Blanca: frigoríficos, lavavajillas, lavadoras, hornos y cocinas.
Línea Marrón: televisores, vídeos, equipos de música, etc.
Línea Gris: ordenadores, periféricos y teléfonos móviles.
La Línea Gris va rápidamente camino de suponer la mayor parte de los
vertidos tecnológicos, gracias a la adopción masiva en los hogares de PCs y
sobre todo móviles y su prematura obsolescencia.
En los cajones de muchos hogares españoles se acumulan miles de
teléfonos móviles que no funcionan o han sido marginados por las nuevas
generaciones. La esperanza de vida de un móvil no alcanza los dos años,
momento en que terminales (carcasas, pantallas LCD, componentes
eléctricos, etc.), baterías y accesorios (cargadores, antenas, manos libres…)
se convierten en detritos, altamente contaminantes en algunos casos (el
cadmio que contiene una sola batería basta para contaminar más de
600.000 litros de agua) pero reutilizables en un 90%.
Se calcula que sólo cuatro de cada diez celulares que hay en el mercado español están
operativos, con lo que hasta 20 millones de teléfonos de los más de 50 millones vendidos desde
principios de los 90 no es más que “basura móvil”. Para su reciclado, la Asociación
Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones (Asimelec) puso en
marcha, en verano de 2001, una campaña de recogida de móviles (Tragamóvil ) en poblaciones
de más de 50.000 habitantes. Desde entonces, tanto ayuntamientos como empresas privadas
(Biotel o The Phone House , por ejemplo) facilitan la retirada de móviles viejos, de los que se
recogerán más de 4 millones este año.

A través de más de 300 puntos de recogida repartidos por España, “Tragamovil” conduce los
terminales obsoletos a Indumetal Recycling , empresa vizcaína que recicló 40 toneladas de
móviles en 2003 (27 toneladas a través de la campaña Tragamóvil) y que en los primeros cuatro
meses de 2004 se hizo cargo de otros 557.400 kilos de residuos eléctricos y electrónicos
(177.570 kilos en ordenadores, copiadoras, fax o teléfonos y 86.353 kilos en monitores) del País
Vasco.
Europa toma medidas
Consciente del creciente problema de la basura electrónica, el Parlamento Europeo aprobó una
directiva para reducir al mínimo la eliminación de Residuos de Aparatos Eléctricos y
Electrónicos (RAEE) como residuos urbanos no seleccionados, y para fomentar un diseño y
producción que facilite su desarmado, reutilización y el reciclado de residuos. Según la
Directiva, los estados miembros, como muy tarde el 13 de agosto de 2005, velarán porque los
consumidores puedan devolver gratuitamente los residuos al distribuidor y garantizarán su
transporte a instalaciones de tratamiento autorizadas.
Los fabricantes, a su vez, se verán obligados a recoger los RAEE que no procedan de hogares
particulares, algo que al final recaerá en los bolsillos del comprador con una subida de precio de
entre el 2% y el 9%, según la patronal del sector. A finales de 2006 se deben recoger un
promedio de 4 kilogramos de RAEE procedentes de hogares particulares por habitante y año, y
los fabricantes tienen que ser capaces de recuperar entre el 50% y el 80% de los productos que
fabriquen. También a partir de 2006 se prohibirá la utilización de plomo, mercurio, cadmio,
cromo hexavalante y otros materiales tóxicos en la construcción de ordenadores y
electrodomésticos.
Basura Electrónica
Mientras en el mundo sólo se recicla el 10%, un nuevo plan mundial espera aumentar el
reciclaje y estandarizar el proceso. Almacenar pesados documentos en disco duros o CD está
salvando a muchos árboles. Pero la computación y toda la parafernalia digital traspasaron a la
humanidad otro problema ecológico: 40 millones de toneladas métricas de basura electrónica.
Con este volumen se podría llenar una fila de camiones que recorrería la mitad de circunferencia
de la Tierra. Según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, el volumen de la e-basura
está aumentando tres veces más rápido que los residuos urbanos. En concreto, el volumen de la
chatarra electrónica está creciendo entre un 16 y un 28% ¡cada cinco años!

Una chatarra incómoda: Y la situación empeora si se considera el uso de los recursos en el


sector electrónico. Fabricar un PC con una pantalla plana de 17 pulgadas demanda 240 kg de
combustible fósil, 22 kg de productos químicos y 1.500 litros de agua. Otro ejemplo: una planta
de chips consume 7 millones de litros de agua cada día. El gran inconveniente es que la e-basura
pesa harto y ocupa mucho espacio. Cerca del 50% de ella son metales (ferrosos); el resto,
plásticos y vidrios (no ferrosos). Por ejemplo, en 2005 los PC obsoletos de EE.UU. ocuparon
5,7 millones de m3, equivalente a una cancha de futbol, pero de 1,5 km de altura. Se avanza en
el reciclaje, parte de la solución. Pero el 90% de los equipos vetustos acaban en los vertederos
después de haber sido lanzados a un contenedor o abandonados en la calle o depósitos de
fierros. Sólo reciclar los computadores que se amontonan hoy en los vertederos europeos
llevaría unos 10 años. Lo positivo de esto es la reutilización de los metales preciosos de la e
-basura, como plata y oro. Sin embargo, la creciente demanda de otros metales

convierten a estos en materiales de extremo valor. Es el caso de indio, un derivado del zinc que
se utiliza en más de 1.000 millones de productos cada año, desde pantallas planas a teléfonos
celulares. En los últimos cinco años, los precios de este metal se han multiplicado por seis y en
la actualidad es más caro que la plata. Lo mismo sucede con el bismuto, utilizado en
soldaduras para evitar el uso de plomo, que ha duplicado sus precios desde 2005, y el
rutenio, empleado en resistencias y discos duros, cuyo valor se ha multiplicado por siete
desde principios de 2006.

Lo negativo de reciclaje de la basura electrónica, por otra parte, es el


contenido de metales pesados, compuestos tóxicos para el organismo
humano.

Reutilización de Basura Electrónica

Los desechos electrónicos, incluyendo ordenadores obsoletos, televisores, teléfonos móviles,


baterías, equipos de audio, etc., son objeto de preocupación creciente entre las autoridades
porque pueden convertirse en una fuente contaminante para los acuíferos, debido al plomo y
otras sustancias tóxicas que contienen. La solución, dicen los expertos, es reciclar estos
materiales y evitar que lleguen a la naturaleza.
Según un reciente análisis, un monitor informático o un televisor pueden contener más de 3
kilogramos de plomo. Si tenemos en cuenta que sólo en los Estados Unidos pronto se van enviar
más de 12 millones de toneladas de desechos electrónicos a los vertederos, el problema
ambiental se vuelve muy grave.

Mientras las autoridades revisan su legislación para evitar que ello suceda, científicos del
Georgia Institute of Technology han realizado un estudio que sugiere que la "producción
inversa", es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos, será la
solución a adoptar en los próximos años. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el
aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, podrían ser recuperados y
reciclados en futuros productos.

El proceso, por supuesto, debe ser económicamente viable, y aquí reside uno de los grandes
retos de la propuesta. Jane Ammons y Matthew Realff, del GIT, están diseñando estrategias para
hacerlo posible. Destaca entre ellas un sistema de modelado matemático que tendrá en cuenta
todas las variables que intervienen (hasta 300.000), el cual permitirá afrontar con mayor
decisión cualquier iniciativa de reciclaje. Técnicamente hablando, los investigadores ya han
ideado maneras de separar los diferentes metales, así como las diversas calidades de plásticos, a
partir de componentes triturados y desechados.

Basura electronica Un negocio rentable


China no es la única nación que aprovecha de recuperar metales preciosos (oro, plata cobre)
desmantelando artefactos electrónicos usados, últimamente Japón también se ha unido a esta
nueva forma de reciclar y reutilizar componentes.
Esta nueva tendencia, llamada “minería urbana”, es cada vez más rentable debido a que en este
tiempo los ya nombrados metales se están tranzando a los precios más altos de la historia. Por
ejemplo, una tonelada de tierra extraída de una mena de oro, provee aproximadamente de unos 5
gramos de oro, pero en el otro extremo, una tonelada de teléfonos celulares provee mas menos
unos 150 gramos de oro.
¿Por qué Japón se interesaría en esta tendencia? Porque estos países son pobres en recursos
naturales, pero si juntásemos todos los celulares de sus ciudadanos probablemente la pila se
empinaría mas menos a la altura del Mt. Fuji.
Un ejemplo a seguir para todos los países que desperdician la basura electrónica.
¿Qué hacer con la basura electrónica?

-Tratar desechos evita la sobreexplotación de minas


-Arrojar esos desechos al medio ambiente ocasiona que sus elementos tóxicos contaminen el
agua
-Nos falta tanta difusión, que la gente tome conciencia, señala el químico Agustín Malagón

La próxima vez que quieras deshacerte de tu viejo teléfono celular considera esto: ¿Existe la
oportunidad de darle vida nueva a esos aparatos electrónicos que consideras inservibles, viejos u
obsoletos? La respuesta es sí.

Celulares, radios, televisores y equipo de cómputo. La basura industrial que ocupa un lugar
físico, en lugar de tirarse y terminar en un tiradero de desechos industriales, se puede volver a
reutilizar y aprovechar varios de sus componentes, si se remite a un lugar especializado que se
encargue de seleccionar las partes que pueden ser recicladas y así contribuir a mejorar el medio
ambiente.

Al llevarlo a un centro de acopio de basura electrónica contribuirás a que sus componentes sean
utilizados en acciones con beneficios ecológicos, como evitar la cacería de animales en lugares
tan lejanos como África.

Tal como sucede con otros desechos como el papel, el vidrio o el aluminio al ser reciclados, los
metales y plásticos que integran estos aparatos adquieren un valor económico.
Alambres, soldaduras, vidrio, plástico, metales, son algunos de los elementos a los que se les
puede sacar provecho.

"La ventaja de reciclar este tipo de aparatos es evitar que se produzcan nuevamente, lo que
disminuye las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, que son los que ocasionan los
gases del efecto invernadero". Señala Francisco Treviño, delegado de la Procuraduría Federal de
Protección al Ambiental.

De acuerdo con el diagnóstico sobre la generación de basura electrónica en México, presentado


por el Instituto Nacional de Ecología en julio del 2007, se calcula que en el 2006, en México
fueron producidas entre 150 y 250 mil toneladas de desechos electrónicos.

De esta basura no se tiene la cantidad generada por entidad federativa, sin embargo, en Nuevo
León, la campaña "Recicla tu celular" reportó apenas 5 toneladas de estos residuos, de junio,
cuando comenzó, a diciembre del 2007, lo que habla de la poca cultura de reciclaje.

"Son pocas (toneladas). Nos falta mucha difusión, que la gente tome más conciencia", señala el
químico Agustín Malagón, subdelegado de Administración y Vigilancia de la dependencia
federal.

No tires las pilas


Las casi nueve toneladas de pilas recolectadas entre los regiomontanos en el 2007 tienen dos
destinos: Residuos Industriales Multiquim, Rimsa, en Mina, o Sistemas de Tratamiento
Ambiental, Sitrasa, en Guanajuato.

En el caso de la primera, su sistema de encapsulamiento y confinamiento recibió el año pasado


casi 8 toneladas de pilas recopiladas en la campaña permanente que realiza la Agencia Estatal
del Medio Ambiente, informó Raúl Martínez, jefe del departamento de reciclaje de la
dependencia.

En cuanto a la segunda, a su sistema de reciclaje fueron enviados desde Nuevo León 700
kilogramos de baterías, producto de la campaña "Recicla tu celular" iniciada por Profepa en
junio, señaló Daniel Rodríguez, director de la planta de TCG en Monterrey.
La contaminación que ocasiona una pila al aire libre puede comenzar desde los dos meses que
fue desechada, y su impacto dependerá de las condiciones del medio ambiente, por ejemplo, si
hay humedad, si la batería se chorreó o de las concentraciones de metales que contiene.

Por ejemplo, una pila doble AA o triple AAA puede llegar a contaminar de 5 a 15 mil litros de
agua, mientras que una de tipo botón o de reloj, hasta 600 mil litros.

Tirar las pilas a la intemperie también representa un peligro para el ser humano, pues a largo
plazo sus elementos químicos contaminarán los recursos ambientales como el agua y la tierra,
señala el químico Agustín Malagón, de Profepa.

Por eso, presta atención y no tires las pilas a la basura o en un camión recolector de la calle,
mejor deshazte de ellas y deposítalas en lugares adecuados para evitar contaminar.
De NL A Hong Kong
El material recolectado en la campaña de Profepa es llevado a las instalaciones que la empresa
norteamericana Technology Conservation Group, TCG, tiene en la Carretera a Laredo, en
Apodaca, dedicada a la comercialización de los residuos generados por la industria eléctrica y
electrónica.
Ahí, los teléfonos, computadoras, televisores y demás aparatos eléctricos pasan por un proceso
de desarmado, en donde se seleccionan los componentes que aún pueden ser utilizados en la
fabricación de otros productos, de la industria electrónica principalmente, comenta Carlos
Arizaga, gerente de seguridad y medio ambiente de TCG en México y Brasil.
"(Al residuo) le das un valor en la cadena productiva. En automático deja de ser residuo, porque
le das otro uso y no va a los rellenos sanitarios. Desde el punto de vista ambiental, al entregarlos
(los componentes) a otros procesos, colaboramos a que la naturaleza no sea explotada".
La vida útil de las computadoras en México se calcula en cinco años, mientras que la de los
teléfonos celulares es de tres, según el reporte del INE.
Arizaga explica que, luego de su separación, las tarjetas electrónicas de los celulares son
enviadas a una empresa en Bélgica en donde a través de calentamiento se obtienen varios
metales, entre ellos oro, plata, cobre y plomo.
"Normalmente, la tarjeta de celular es la que viene más rica en metales preciosos, y metales
preciosos no por su valor en el mercado, sino porque son raros y caros, como el rutenio, el
iridio, metales muy raros y, por lo tanto, caros. Al final hacen los lingotes que venden en el
mercado de metales que hasta en la bolsa cotizan".
Estos procesos también ayudan a proteger a los gorilas y los recursos naturales, señala el
Zoológico de San Diego en su campaña de reciclaje de celulares, ya que en busca de un mineral
llamado coltan, en África central, se han incrementado las operaciones mineras, lo que ha
repercutido en daños al hábitat e incrementado la cacería de gorilas y vida salvaje.
"Con el incremento de la popularidad de los celulares en los últimos años, miles de mineros
ilegales han invadido los parques protegidos. En busca de comida, han cazado gorilas y
elefantes en peligro de extinción en esas áreas", indica la página de internet del zoológico.
En otro lado del mundo, en Hong Kong, los cinescopios de las computadoras son convertidos a
monitores de televisión, los cuales son comercializados a precios económicos, indica Arizaga.
Otro material obtenido de los aparatos electrónicos es el plástico, que después puede utilizarse
en tacones, macetas y fibras de escobas.

Riesgos
La importancia de reciclar radica en evitar que a largo plazo se produzcan problemas de salud
como por ejemplo:
-Arrojar estos desechos al medio ambiente ocasionará que a largo plazo sus elementos tóxicos
contaminen el agua que tomarán tus hijos y tus nietos.
-Al acumularse al aire libre, los elementos de estos aparatos como el plomo, pvc, cromo,
mercurio y cadmio contaminarán la tierra, el agua y el aire.

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