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Violación matrimonial es el término que se usa para describir actos sexuales sin

consentimiento entre una mujer y su esposo, ex esposo, o compañero íntimo de largo o


poco tiempo. Estos actos sexuales pueden incluir: forzar el pene en la vagina, forzar el
pene en el ano o forzar el pene en la boca de la mujer o forzar actos sexuales con personas
presentes. Asimismo, otras dolorosas y humillantes actividades sexuales para la mujer,
como la introducción en la vagina de diversos objetos.
Síntomas de que pudieras haber vivenciado violación o abuso sexual en tu relación de
pareja (o en alguna relación de pareja anterior):
– Hubo penetración, aun cuando la víctima dijo que no, o el agresor no se detuvo durante
la penetración, a pesar de que dijiste que ya no querías.
– Insistieron en tener relaciones sexuales a pesar de que dijiste que no querías. El “no”,
no fue respetado o ni siquiera escuchado o simplemente siguieron insistiendo.
– Tocaban el cuerpo de la víctima pese a que no le gustaban o le pidieron, repetidamente,
que hiciera algún acto o postura que no quería hacer o le parecía humillante.
– Se negaron a utilizar condón, penetrando igualmente, porque “no se siente igual”.
– Recriminación por haber dicho que no querías tener relaciones sexuales. Quizás, dijeron
que fueras al médico, que algo andaba mal con la víctima o que la misma podía padecer
una enfermedad.
– Manipulación para tener relaciones sexuales a través de súplicas, insistencias o inclusive
llantos.
– Se banalizó el “no” a un chiste o una broma.
– Penetraron o tocaron a la víctima estando ebria o bajo el efecto de alguna droga.
– Tocaron a la víctima mientras dormías.
Marlene
Violencia sexual infligida por la pareja Los datos disponibles provenientes de encuestas
basadas en la población se relacionan principalmente con la agresión sexual perpetrada
por la pareja o esposo, la violencia sexual por la pareja generalmente es acompañada de
violencia física y emocional, pero puede ocurrir por sí sola
Caso de manta Cuando esto ocurre, lo más probable es que las víctimas reciban insultos,
afirma la psicóloga Verónica Molina.
Allí aparecen el “tú me perteneces, si me dejas te mato; si no quieres estar conmigo es
porque tienes a otro” y así una serie de agravios y acusaciones que son la antesala a los
golpes.
Luego siguen las amenazas de muerte que muchas veces se concretan y terminan en
femicidios, señala Molina. De esos, en Manta ya han ocurrido dos casos en lo que va del
año. En el 2016 hubo siete.
Allí aparecen incluso las aberraciones sexuales, como un caso que manejó la fundación,
el de un marido que quería tener sexo agresivo con su esposa y ella temblaba tan solo con
ver que caía la noche y su pareja llegaba a casa. O el del hombre que le dio dos golpes a
su esposa por negarse a tener sexo y luego abusó de ella.
Por suerte el caso de Mónica quedó sólo en amenazas.
Al menos el 80 % de las 300 denuncias sobre maltrato a la mujer recibidas este año en la
Red de Prevención de la Violencia tienen como antecedente la agresión sexual, es decir
cuando el marido obliga a su mujer a tener sexo.
Allí aparecen el “tú me perteneces, si me dejas te mato; si no quieres estar conmigo es
porque tienes a otro” y así una serie de agravios y acusaciones que son la antesala a los
golpes.
Luego empiezan las pericias para demostrar el delito y, si se confirma, se puede obtener
una sentencia que va desde 30 días hasta un año de prisión para el agresor. “Muchos han
ido a parar a la cárcel por este tipo de delito, el tiempo de la sentencia depende de los
agravantes”, expresa.
La concejala Lady García señala que con la ordenanza se busca reforzar la lucha contra
la violencia a la mujer, incluso se aprobó un presupuesto de 90 mil dólares para trabajar
víctima, Ella cree que aparte de defender a la víctima, también hay que educar al agresor
en aquello.
El CEPAM- Quito, dentro de su programa de Derechos Humanos, desarrolla el proyecto
“Fortalecimiento de la vigencia de los derechos humanos por una vida libre de violencia”.
Este proyecto enfatiza en el apoyo a víctimas de violencia sexual, los datos de Quito
respecto a la ENDEMAIN resalta un dato que es el de sexo forzado, en el que se
demuestra que la mayoría de los agresores son los maridos o compañeros, ex maridos o
ex compañeros y novios o ex novios, cuyo total es del 63 %. Relación de las víctimas
Los datos de CEPAM, que atiende a personas que desean seguir el juicio penal, no
permiten indagar sobre el tema de violación dentro de matrimonio o llevados por EPAM
corresponden a menores de edad: el 35% de los casos corresponde a una relación
consensual de pareja,
Podemos afirmar que en los últimos 20 años los pasos dados por el Estado tienen como
base las diferentes años después de que plácito el esfuerzo realizado por el la Ley 103
tipificado para proteger a las personas, en particular a las mujeres, de la violencia
intrafamiliar y sexual, han sido enormes y fundamentales tanto en el nivel central como
en algunos gobiernos locales. Las Comisarías de la Mujer y la Familia y la puesta en
vigencia de la Ley contra la Violencia a la Mujer y la Familia, abrieron una enorme puerta
de acceso de las mujeres a la administración de justicia
Bibliografía: Diario Manabí. Violación Conyugal Delito Invisible. .recuperado de:
http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/441150-violacion-conyugal-delito-invisible/

Rev comprender y abordar la violencia sexual. Recuperado de:


https://oig.cepal.org/sites/default/files/20184_violenciasexual.pdf

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