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La Justicia, 14 de octubre de 1924: “Informaciones Generales”

La abolición del trabajo nocturno en las panaderías.

El decreto comprende Panaderías, Pastelerías, Confiterías, Fábricas de Masas e industrias similares.

La Ley empezará a regir el 1° de Enero de 1925.

En la sesión que la Junta de Gobierno celebró el Martes 30 del reciente pasado mes, se puso término
al estudio de las disposiciones del decreto-ley que la Junta de Gobierno tenía preparado referente a
la abolición del trabajo nocturno en las panaderías, aspiración por la cual los obreros panaderos por
cerca de dos años, trabajaron con verdadero entusiasmo.

Damos a continuación el texto íntegro de este importante decreto-ley, que empezará a regir el 1° de
Enero de 1925 y que está completado por un reglamento, el que será dictado dentro del plazo de 90
días.

“Santiago, 1° de Octubre de 1924. Considerando:

Que el trabajo nocturno, en términos generales, es profundamente dañoso a la salud de los obreros;
y causa además, perjuicios en la moralidad y en el orden público, por lo cual debe ser prohibido,
salvo aquellos casos en que es absolutamente indispensable;

Que la industria de la fabricación del pan es una de aquellas que sin necesidad ocupan a los
empleados en las horas que debieran destinarse al sueño;

Que no existe una ley que organice y uniforme los trabajos de elaboración de aquel artículo, la Junta
de Gobierno ha acordado y dicta el siguiente decreto-ley:

Artículo 1°.- Se prohíbe el trabajo en los establecimientos de panaderías, pastelerías, confiterías,


fábricas de masas e industrias similares, que trabajan para el público, entre las nueve de la noche y
las cinco de la mañana.

Esta prohibición se extiende a los miembros de la familia del propietario.

Exceptuase de esta prohibición las panaderías a la Armada que elaboran pan para el consumo
exclusivo del personal de esta institución.

Art. 2°.- Los establecimientos a que se refiere el artículo anterior, deberán cumplir con las
condiciones de seguridad e higiene que determine el respectivo reglamento.

Si el establecimiento no las cumpliere dentro del plazo máximo de quince días, después de su
notificación, la Dirección o cualquier autoridad denunciará el hecho al Juzgado del Crimen para que
le aplique las sanciones que se establecen más adelante.

Art. 3°.- Los empleados de la Dirección del Trabajo o los agentes de la autoridad administrativa,
tendrán derecho a visitar, cada vez que lo estimen conveniente, los establecimientos a que se refiere
el artículo 1°, y darán aviso a la Dirección de las infracciones que se cometan.
Se tendrán por plenamente acreditadas las infracciones cuando fueren testimoniadas por un agente
del orden público y otro testigo.

El director de la Oficina del Trabajo o los agentes de la autoridad administrativa deducirán por sí o
por apoderados la acusación ante el respectivo juez del crimen.

Art. 4°.- Hecha la denuncia a que se refiere el artículo anterior, el juez del crimen citará a
comparendo dentro del tercero día, al que el denunciado podrá concurrir con sus medios
probatorios; debiendo el juez pronunciar sentencia inmediatamente o a más tardar dentro de las 48
horas.

Art. 5°.- Para poder deducir cualesquiera clase de defensas en las denuncias que se formulan por
infracciones a la presente ley y a su reglamento, deberá acompañarse previamente la boleta de
depósito por el monto de la multa que se indique en la denuncia.

Art. 6°.- Los sindicatos de obreros panaderos o cualquier obrero podrán hacer la denuncia al personal
de la Dirección del Trabajo, o al intendente o gobernador en localidades donde no haya Inspección
del Trabajo, para que los funcionarios aludidos, previa comprobación de la infracción hagan la
denuncia al respectivo juez del crimen.

Art. 7°.- Los juicios sobre denuncias e infracciones gozarán de preferencia en todos los tribunales,
debiendo despacharse las diligencias correspondientes, por los funcionarios judiciales, a más tardar
dentro del plazo de 48 horas, bajo la pena de $ 100 (cien pesos) de multa.

Art. 8°.- Las infracciones a las disposiciones establecidas en este decreto-ley, serán penadas: la
primera vez con una multa de cien pesos ($ 100), por cada obrero que haya trabajado ilegalmente; la
segunda vez con una multa de quinientos pesos ($500) y la tercera, con la clausura del
establecimiento, que decretará y hará cumplir breve y sumariamente, el juez del crimen del
departamento respectivo.

El establecimiento clausurado no podrá volver a abrirse sino después de un mes, previa fianza
rendida a satisfacción del juez del crimen.

Art. 9°.- Se declaran ilícitas todas las convenciones que celebren los patrones y obreros tendientes a
eludir lo dispuesto en el presente decreto-ley, y bajo las sanciones que establece.

El monto de las multas se destinará a la Caja de Seguros de enfermedades e invalidez creada por la
ley núm. 4054.

Art. Final.- La Junta de Gobierno dictará dentro de noventa días un reglamento especial para la
debida ejecución de esta ley, la cual empezará a regir el 1° de Enero de 1925.- LUIS ALTAMIRANO.-
Francisco Nef.- J. Bennet A.- Alcibíades Roldán”.

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