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Octubre 2019.- Apuntaron directamente contra Fabián Perroni y los demás superintendentes de zonas, jefes departamentales y jefes de unidades y dependencias, por la falta de alimentación, descanso y condiciones laborales dignas de las más de 3.500 agentes que cumplieron funciones durante el 12, 13 y 14 de octubre. [www.elteclado.com.ar]
Titre original
Denunciaron a la cúpula de la Bonaerense por "destratos y abandono" a las policías que trabajaron en el Encuentro de Mujeres
Octubre 2019.- Apuntaron directamente contra Fabián Perroni y los demás superintendentes de zonas, jefes departamentales y jefes de unidades y dependencias, por la falta de alimentación, descanso y condiciones laborales dignas de las más de 3.500 agentes que cumplieron funciones durante el 12, 13 y 14 de octubre. [www.elteclado.com.ar]
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Octubre 2019.- Apuntaron directamente contra Fabián Perroni y los demás superintendentes de zonas, jefes departamentales y jefes de unidades y dependencias, por la falta de alimentación, descanso y condiciones laborales dignas de las más de 3.500 agentes que cumplieron funciones durante el 12, 13 y 14 de octubre. [www.elteclado.com.ar]
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ME PRESENTO - FORMULO DENUNCIA ANTE LA COMISION DE FALTAS GRAVES AL
REGIMEN DISCIPLINARIO POLICIAL -
Sr. Auditor General
Dr. Berra Guillermo Auditoría General de Asuntos Internos S/D Esteban Javier Arriada, titular del DNI 27313518, constituyendo domicilio legal a todos los efectos en el de calles 55 nro 1185 de esta ciudad, por mi propio derecho, y en mi carácter de Secretario General del Movimiento Policial Democrático (Inscripción Gremial en trámite M.T.E. y S.S.N. Expte. N° 260818/18), me presento ante el Señor Auditor General y muy respetuosamente digo:
-.OBJETO:
Que vengo por la presente, conforme al mandato
conferido, a promover formal denuncia por la comisión de Faltas Graves al régimen disciplinario de la institución, generadas por parte de los oficiales superiores “responsables y a cargo del servicio y/o dispositivo de seguridad con motivo del 34° Encuentro Nacional de Mujeres que se llevó acabo en la ciudad de La Plata entre los días 11 al 14 de Octubre del corriente”, de los que resultarían víctimas, paradójicamente, efectivos policiales femeninas que fueron afectadas al mismo, incumpliéndose así en principio con el artículo 10 inciso “n” de la ley 13.982, debido a la mala previsión y planificación de la orden de servicio que significó un angosto cuello de botella para registrar a las más de 3500 compañeras convocadas desde distintos puntos de la provincia para tal fin.
Cabe señalar que el grueso de malos tratos
dispensados para con el personal subalterno se registraron durante la noche del viernes 11/10, la madrugada del sábado 12/10 y los relevos de esa jornada. La incertidumbre por parte de las numerarias de inferiores rangos, sumada a la prepotencia de los superiores quiénes impartían las órdenes, fueron un cuadro perfecto de caos y desorganización institucional, el cual es inaceptable ya que al mando se encontraban las máximas autoridades de la Policía de la Provincia, hecho que desprestigia y pone en duda la capacidad de la institución para brindar seguridad a los ciudadanos.
Resulta imprescindible para el correcto
funcionamiento de la institución policial, como así también para el respeto de los DDHH de los efectivos policiales que dependen de las decisiones y órdenes que emanan de las respectivas superintendencias y jefaturas de dependencia, mucho más si al frente de un operativo de seguridad del cual se tenía conocimiento de su ejecución con un año de antelación, que la Auditoría General de Asuntos Internos deslinde las responsabilidades de los mandos correspondientes a fin de ejercer el correcto reproche disciplinario, evitando así la proliferación de una cultura de abusos y atropellos funcionales que aún subsiste en la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Un gravísimo hecho que desde el MPD hemos
podido observar, fue la convocatoria OBLIGATORIA a efectivos femeninas que se encontraban con adecuación horaria reducido por lactancia en beneficio de sus hijos menores de 2 años, y a sabiendas de esta situación, los oficiales jefes y oficiales superiores, afectaron a estas efectivos las cuales en innumerables casos fueron de manera obligatoria comisionadas de ciudades del interior de la provincia y de localidades del conurbano alejadas de la ciudad de La Plata, sin proveer relevos y traslados, desentendiéndose de la especial situación personal que estas mujeres policías viven con sus hijos lactantes, violando palmariamente derechos humanos fundamentales de los hijos de estas trabajadoras policiales, hechos que trascendieron en las redes sociales y medios de comunicación que encuadran en el articulo 202 inciso “g” del decreto 1050/09.
Que los hechos que vengo a denunciar son una
concurrencia de abusos funcionales por parte de los oficiales jefes y superiores de la institución, que mediante el empleo de su jerarquía y valiéndose de su status profesional, obligaron a prestar servicio a oficiales femeninas que se encontraban con reducción y adecuación horaria por lactancia en beneficio de sus hijos menores a 2 años, por intermedio de ordenes de servicio emanadas de los órganos superiores de coordinación operativa de la institución, en las cuales se ordenaba afectar a personal femenino sin indicar (ni importar) que estas se encontraran en la obligación legal y natural de alimentar a sus hijos, tal lo reconoce lo preceptuado en la ley nacional N° 23.849 por la cual el Estado Argentino adhirió a la CONVENCION POR LOS DERECHOS DEL NIÑO ADOPTADA POR LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, EN NUEVA YORK, EL 20/11/89 -con jerarquía constitucional- más exactamente en lo tipificado en su Parte I, artículo 3, incisos 1 y 2 los cuales rezan textualmente: Inciso 1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones Públicas o privadas de bienestar Social, los Tribunales, las Autoridades Administrativas, o los Órganos Legislativos, una consideración primordial a que atenderá será el interés superior del niño. Inciso 2. Los Estados parte se comprometen asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de los padres, tutores, u otras personas responsables ante la ley y, con ese fin tomaran todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas. Así mismo, debemos solicitar al Sr. Auditor General que evite tomar medida disciplinaria alguna en contra del personal policial que diera difusión de los abusos funcionales a través de sus redes sociales o medios de comunicación, ya que de ser así no sólo se estaría revictimizando a las trabajadoras policiales que sufrieron las consecuencias del destrato humano y la improvisación, sino que también se omitiría la obligatoriedad de cumplimiento que impone el artículo 11 inciso “o” de la ley 13.982: “Conocer los preceptos establecidos en el Código de Conducta Ética para los Funcionarios Encargados de hacer cumplir la Ley, aprobado por la resolución 34/169 de la Organización de las Naciones Unidas…”, en cuyo Artículo 8 de dicho texto legal rector sobre ética se impone textual “Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán la ley y el presente Código. También harán cuanto esté a su alcance por impedir toda violación de ellos y por oponerse rigurosamente a tal violación. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que tengan motivos para creer que se ha producido o va a producirse una violación del presente Código informarán de la cuestión a sus superiores y, si fuere necesario, a cualquier otra autoridad u organismo apropiado que tenga atribuciones de control o correctivas.”. Dados los abusos funcionales y las violaciones a derechos elementados contenidos en la propia ley orgánica, quedan exentos de todo tipo de sanción por difundir los mismos por las vías de hecho a su alcance y frente a las flagrantes amenazas de sus superiores. En conclusión, va de suyo que los atropellos y abusos registrados en el marco del dispositivo aludido han sido posible en su comisión ante la falta de reconocimiento de derechos por parte del orden estatal y jurídico a los trabajadores policiales, por cuanto los mismos NO gozan de las libertades y los derechos consagrados en la norma contenida en el artículo 14 bis de la Nación, habida cuenta que de manera sistemática se ha negado, -en contrario imperio a estas normas instituidas-, el derecho a los policías de poder agremiarse y contar con una organización gremial que los represente, contenga y defienda ante los excesos y abusos del personal jerárquico de su sector; situación esta que se expresa y traemos a colación a fin de apreciarse el estado y grado de indefensión de las trabajadoras policiales afectadas al servicio operativo referenciado. Fuera de la imposibilidad aludida de serle reconocido el derecho de agremiación al sector, lo cual cito por la única razón de lo aclarado en la parte in fine del parágrafo precedente, es dable destacar que los hechos aquí denunciados han tenido eco en la opinión pública y han tomado dicho estado, lo cual le otorga mayor gravedad a lo sucedido, siendo publicados los acontecimientos y condiciones abusivas en medios de comunicación locales, en cuyas noticias se ha informado que instituciones y referentes sociales de nuestra localidad, como clubes y entidades religiosas, dieran asistencia a nuestras compañeras que desde lejos han venido a dar cobertura al dispositivo de seguridad sin poder contar en esta ciudad con las mínimas medidas de seguridad e higiene, como ser contar con las instalaciones para atención de las necesidades fisiológicas, habitación y lugar digno para alimentación y descanso. Respecto de las notas levantadas por sitios locales, se ha informado que la justicia penal ha tomado intervención en los hechos denunciados (UFI N° 5 La Plata), por cuanto se solicita que dicha investigación judicial y su avance en la misma sea considerada y valorada en las actuaciones administrativas que se impulsen y viceversa. Dejando más que en claro esta norma constitucional citada, que los niños deben ser sujetos de una consideración primordial por parte del Estado, y en el caso particular de la institución policial esta carga se encuentra insoslayablemente en cabeza y responsabilidad de la superioridad policial, más exactamente del Sr. Jefe de Policía, superintendentes de zonas, jefes departamentales, y jefes de unidades y dependencias, que tienen acabado conocimiento del personal policial femenino bajo sus órdenes, que se encuentran con adecuación y reducción horaria por lactancia, situación que omitieron deliberadamente, afectando con su omisión a los hijos de estas trabajadoras.