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del efecto mecánico de un agente u objeto externo que ocurre de forma abrupta o
violenta. Los traumatismos dan origen al trauma o herida, cuando estos ocurren en
varias partes del cuerpo se habla de Politraumatismo.
Las principales causas de los traumatismos son las caídas, los golpes, los accidentes
automovilísticos, las quemaduras, las heridas por armas, el choque eléctrico, el
ahogamiento y las situaciones de desastre natural como terremotos, inundaciones,
incendios, entre otros.
Los traumatismos más comunes afectan tanto a la piel, produciendo heridas que pueden
ser cortantes, punzantes o punzopenetrantes, como a los tejidos más profundos
ocasionando hematomas, contusiones, esguinces, desgarros de músculos y ligamentos o
fracturas. Cuando el trauma afecta a estructuras profundas se denomina según la
cavidad afectada, como es el caso del trauma cráneo encefálico, que afecta al cerebro y
demás estructuras del sistema nervioso central; trauma medular; trauma torácico, en el
que afectan estructuras como pulmones y corazón; o trauma abdominal, en donde
pueden perforarse vísceras o romperse órganos como el bazo y el hígado capaces de
producir hemorragias masivas. Los traumatismos de cavidades revisten una mayor
gravedad pudiendo ocasionar complicaciones capaces de comprometer la vida por
lesión directa de los órganos vitales o de los grandes vasos sanguíneos allí ubicados.
Nuestro esqueleto se compone de huesos, que son un tipo de tejido conectivo reforzado
con calcio y células óseas. Los huesos tienen un centro más blando, llamado médula,
donde se producen las células sanguíneas. Las principales funciones del esqueleto son
brindar apoyo para nuestro cuerpo, permitir el movimiento y proteger los órganos
internos.
Existen diferentes tipos de fracturas en los huesos. Algunos son más graves que otros,
dependiendo de la potencia y dirección de la fuerza ejercida, del hueso implicado en
particular, de la edad de la persona y su salud general. Las fracturas más comunes
ocurren en la muñeca, el tobillo y la cadera. Las fracturas de cadera ocurren con mayor
frecuencia en personas mayores.
Los huesos fracturados necesitan alrededor de cuatro a ocho semanas para sanar,
dependiendo de la edad y la salud de la persona, así como del tipo de ruptura.
Las fracturas son distintas de otras lesiones en el esqueleto, como las dislocaciones,
aunque en algunos casos puede ser difícil diferenciarlas. A veces, la persona puede tener
más de un tipo de lesión. En caso de duda, se aplica el tratamiento como si se tratara de
una fractura.
Dolor
Hinchazón
Moretones
Deformidad
Incapacidad para usar la extremidad
Tipos de fractura
Los diferentes tipos de fractura incluyen:
Se origina una contusión cuando se produce un golpe, caída o cualquier impacto sobre
la piel, pero sin llegar a romper su continuidad ni ocasionar heridas abiertas. Sin
embargo, nunca hay que subestimar la gravedad de una contusión; aunque no haya
sangre, un golpe de intensidad moderada podría ocasionar daños en músculos, tendones,
e incluso órganos internos, y puede dar lugar a fuertes hemorragias internas.
Las contusiones son motivo de primeros auxilios, ya que en cualquier tipo de accidente
suelen ser la lesión más común. Cualquier persona puede proporcionar los primeros
auxilios en caso de contusión, por lo que es necesario que todos conozcan los
procedimientos a seguir para minimizar los riesgos.
No aplicar calor en las primeras horas después del golpe. La aplicación de calor
alivia el dolor al principio, pero después aumenta el flujo de líquidos, lo que da
como resultado mayor tumefacción e inflamación.
No mover la extremidad afectada; si ha habido fractura podría empeorarse.
No pinchar ni vaciar los hematomas. Esto solo aumentaría las probabilidades
de infección.
Por esguince nos referimos a una lesión que afecta a los ligamentos, que son las
estructuras que fijan los segmentos óseos de una articulación para limitar y dirigir su
movimiento. Por lo tanto, ante la pregunta de qué es un esguince, la respuesta es que
así se denomina a las lesiones que cursan con estiramiento o rotura (parcial o completa)
de las fibras que forman uno o varios ligamentos. Así un esguince se puede producir
prácticamente en cualquier articulación, aunque los que más nos suenan sean en rodilla
o tobillo por ser las más afectadas por este tipo de lesiones.
Luxación en el tobillo
Una luxación o dislocación es una lesión de las articulaciones (donde dos o más huesos
se unen) en la que los extremos de los huesos se salen de sus posiciones normales. Esta
lesión deforma temporalmente e inmoviliza la articulación y puede provocar dolor
repentino y muy intenso.
Síntomas
Una articulación luxada puede estar deformada, presentar inflamación, presentar dolor,
estar inmóvil, provocar un hormigueo, etc. Leer más acerca de los síntomas de una
luxación.
Causas
Las causas de una luxación incluyen lesiones deportivas, un trauma no relacionado con
el deporte o las caídas. Leer más acerca de las causas de una luxación.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de una luxación o dislocación en una articulación son la
susceptibilidad a las caídas, causas hereditarias, participar en deportes, etc. Leer más
acerca de los factores de riesgo de una luxación.
Complicaciones
Las complicaciones de una luxación en una articulación pueden incluir desgarro de
músculos, ligamentos y tendones, daño nervioso, desarrollo de artritis, etc. Leer más
acerca de las complicaciones de una luxación.
Diagnóstico
Para diagnosticar una luxación se pueden usar rayos X o una resonancia magnética.
Leer más acerca del diagnóstico de una luxación.
Tratamiento
El tratamiento de una luxación puede incluir reducción, inmovilización, analgésicos o
incluso cirugía. Y después será necesaria rehabilitación. Leer más acerca del tratamiento
de una luxación.
Remedios caseros
Descansar la articulación luxada, aplicar hielo y calor y tomar analgésicos son algunas
soluciones posibles de una luxación. Leer más acerca de los remedios caseros para una
luxación.
Luxación: tratamiento
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Reducción: Durante este proceso, el médico puede intentar algunas maniobras suaves
para ayudar a que los huesos estén en su posición. Dependiendo de la intensidad del
dolor y el hinchazón, es posible que necesite un anestésico local o incluso anestesia
general antes de la manipulación de los huesos.
Inmovilización: Después de que los huesos vuelvan a la posición correcta, el médico
puede inmovilizar la articulación con una férula o un cabestrillo durante varias
semanas.
Medicamento para el dolor: Después de el proceso de reducción, el dolor severo debe
mejorar. Pero si el dolor continúa, el médico también puede recetar un analgésico o un
relajante muscular.
Cirugía: Se puede necesitar cirugía si los vasos sanguíneos o los nervios están dañados
o si el médico no puede mover los huesos dislocados de nuevo a las posiciones
correctas. La cirugía también puede ser necesaria si ha tenido dislocaciones
recurrentes, especialmente del hombro.
Rehabilitación: Después de que la férula o el cabestrillo se retire, puede comenzar un
programa de rehabilitación gradual diseñado para restaurar el rango de la articulación
del movimiento y la fuerza.
Algunas luxaciones, como la de la cadera, pueden necesitar varios meses para sanar.
Si ha tenido una dislocación bastante simple, sin dañar ningún nervio importante o daño
a los tejidos, la articulación es probable volver a un estado casi normal o normal
completamente. Pero tratar de volver a su estado anterior a la lesión antes de tiempo de
una lesión puede hacer que se vuelva a lesionar la articulación o para dislocar otra vez.
Un calambre es una contracción breve e involuntaria de un músculo, que se vuelve entonces
rígido y produce dolor. Todos los hemos padecido alguna vez. Resultan muy molestos, pero,
como duran poco, no solemos darles importancia. Sin embargo, los calambres significan un
aviso que el organismo envía cuando algo no funciona como debiera. Hay tres causas
habituales que los provocan: la fatiga muscular, la carencia de minerales y vitaminas, y la mala
postura.