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Esencia del derecho penal

Introducción al derecho penal

21 DE OCTUBRE DEL 2019


ORDOÑEZ DOMINGUEZ LUCERO
Facultad de estudios superiores Aragón
Tabla de contenido
TEMA 1: ESENCIA DEL DERECHO PENAL ............................................................................................. 1
TEMA 2: LEY PENAL Y ESTADO DE DERECHO ...................................................................................... 2
TEMA 3: MISIÓN DE LA LEY PENAL ...................................................................................................... 6
TEMA 4: EL ABUSO EN LA APLICACIÓN DE LA LEY PENAL ................................................................... 7
TEMA 5: EL ABUSAR EN LA APLICACIÓN DE LA LEY PENAL CONLLEVA UNA VIOLACIÓN A LOS
DERECHOS HUMANOS. ....................................................................................................................... 9
Principio de estado de derecho .................................................................................................... 10
Principio de reserva de la ley o de concentración legislativa ....................................................... 10
Principio de intervención mínima ................................................................................................. 11
Principio de determinación del tipo (o precisión del tipo) y las penas o medidas de seguridad.. 11
Principio de irretroactividad.......................................................................................................... 11
Principio de prohibición de interpretación analógica .................................................................. 11
Principio del hecho ........................................................................................................................ 12
Principio de culpabilidad ............................................................................................................... 12
Principio de retribución ................................................................................................................. 12
Principio de humanidad ................................................................................................................ 12
CONCLUSIÓN ..................................................................................................................................... 13
Bibliografía ........................................................................................................................................ 14

[Escriba aquí]
1

TEMA 1: ESENCIA DEL DERECHO PENAL

La esencia del Derecho en general consiste en lo permanente e invariable de


los principios que lo rigen y fundamentan; de modo que la naturaleza de esos
principios constituye propiamente la materia de la ciencia jurídica. En el ámbito
penal, esa esencia se configura por el análisis y conocimiento de los principios
básicos de la naturaleza penal.

Dentro de ellos se cuenta la propia norma que origina a la ley penal, la que
en combinación con otras disposiciones jurídicas del orden civil, administrativo,
constitucional, etc., crea o da lugar al estado de Derecho, mediante el cual las
sociedades y los individuos pueden convivir.

El estado de derecho de las sociedades utiliza, de manera fundamental al


Derecho Penal, porque la autoridad se sirve de acto punitivo que de él emana
como instrumento de poder. La vía penal se convierte en un medio mucho más
eficaz, que cualquier otro, para lograr una adecuada convivencia social, fin último
al que aspira el estado de Derecho.

A continuación analizaremos la Ley Penal y el estado de derecho, por ser


aspectos relacionados básicamente con la esencia penal, donde estudiaremos lo
relativo a sus fuentes; al ius puniendi y al ius penali; así como la misión de la Ley
Penal y el abuso que puede presentarse al aplicarla.
2

TEMA 2: LEY PENAL Y ESTADO DE DERECHO


Es conveniente la resolución previa de las siguientes interrogantes.

¿Qué es la Ley Penal? Y ¿cuál es el estado de Derecho? La Ley Penal es la


única fuente o lugar donde se origina el Derecho Penal; en este sentido Eugenio
Cuello Calón afirma: “Que sólo la ley es fuente del derecho Penal y domina como
principio fundamental la máxima nullum crimen nulla poena sine lege.”1 Precisa
con acierto tan distinguido maestro, que esta máxima latina no proviene del
Derecho Romano: su autor es el alemán Feuerbach, quien ya al inicio del siglo XIX
señalaba que: “los más elevados principios del Derecho Penal son: I. Toda
imposición de una pena presupone una Ley Penal (Nulla poena sine lege). II. La
imposición de una pena está condicionada por la existencia de una acción
conminada con ella (Nulla poena sine crimine). III. El hecho conminado por una ley
está condicionado por una pena legal (Nullum crimen sine poena legali)”.2

Luego entonces el Derecho Penal encuentra en la ley su única forma de


expresión y manifestación, lo cual, expuesto en otras palabras significa que la ley
es la exclusiva fuente generadora del Derecho Penal, por ello atinadamente
Jiménez de Asúa sostiene que la Ley Penal “en su sentido formal y más solemne,
es la manifestación de la voluntad colectiva expresada mediante los órganos
constitucionales, en la que se definen los delitos y se establecen las sanciones”.3

Así los delitos y las penas requieren, para su existencia, de la ley penal, en
ello radica precisamente su importancia.

1
Cuello Calón, Eugenio, Derecho Penal, Ed. Nacional, 9ª ed., México, 1961, p. 69
2
Feuerbach, Lehrbuch des gemeinen in Deutschland gültigen peinlichen Rechts, 20, 12ª
ed., Giessen, 1836, p. 29.
3
Jiménez de Asúa, Luis, La Ley y el Delito, Ed. Sudamérica, Buenos Aires, 1990, p. 92.
3

Algunos autores coinciden en señalar que además de la ley existen otras


fuentes del Derecho Penal, como la costumbre, la jurisprudencia y la doctrina.

En términos generales, la costumbre consiste en el conjunto de usos o


hábitos comunes a una sociedad, a los que se les da el carácter de obligatorios; la
costumbre constituye una regla social que la propia colectividad estima obligatoria.
Dentro de nuestra esfera jurídica, la costumbre puede considerarse fuente del
Derecho sólo si así lo señala expresamente una ley penal; de esta manera,
únicamente tendrá validez si la ley así lo permite.

La jurisprudencia se define como la interpretación que hacen los tribunales


competentes al aplicar la ley a los supuestos en conflicto que se someten a su
conocimiento. En México, la jurisprudencia judicial es la interpretación de la ley,
firme y reiterada, de observancia obligatoria, que emana de las ejecutorias de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, funcionando en pleno o en salas, y por
los Tribunales Colegiados de Circuito.

Como puede apreciarse, en las organizaciones de la Suprema Corte de


Justicia existen también Tribunales Colegiados de Circuito, que por mandato de la
ley, pueden crear jurisprudencia la que, en esencia, es igual de obligatoria para los
tribunales inferiores.

En fin, el tema de la jurisprudencia es trascendental porque además de ser


un conjunto de tesis que constituyen un valioso material de orientación y
enseñanza, tiene por objeto orientar a los jueces en la resolución de múltiples
cuestiones jurídicas supliendo las lagunas y deficiencias del sistema jurídico
positivo.
4

En ese orden de ideas, por ejemplo, se ha establecido jurisprudencia sobre


la interpretación de ciertas palabras contenidas en alguna disposición jurídica, la
que puede dar lugar a distintas exégesis; tal podría ser el caso de lo que debe
entenderse por "honestidad"; para muchos es quizá sinónimo de fama pública,
pero para otros puede ser la forma personal de conducirse ante los demás. En ese
sentido la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sustentado lo siguiente: es,
"virtud positiva, conciencia del propio pudor y tal estado moral y modo de conducta
apegado a ese estado" (Jurisprudencia, 1ª Sala núm. 1437. Informe 1981 de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación).

Tal opinión -buena o mala- expresada por el más alto tribunal de nuestro
país, debe ser seguida, aceptada y aplicada por los organismos inferiores sujetos
a su jerarquía.

Al igual que la costumbre, como podemos observar, la jurisprudencia tiene


valor en la medida en que así lo permite la ley.

La doctrina constituye una serie de estudios que en el ámbito jurídico llevan a


cabo los investigadores y los doctos de la ciencia jurídica. Sobre esto, debe
decirse, todos los estudios que realizan los conocedores del Derecho son
sumamente útiles, pues coadyuvan a desentrañar muchas dudas y aclaran
diversas cuestiones. Los puntos de vista de los grandes estudiosos del Derecho o
doctrinarios sólo tienen valor si la ley expresamente lo dispone y aprueba.

De lo anterior, se desprende que la ley es la única fuente efectiva del


Derecho Penal. La costumbre, la jurisprudencia y la doctrina pueden también ser
fuente en la medida y forma que así lo disponga la propia ley penal.
5

En sentido habitual la ley es una regla que procede del poder público, cuyas
características principales son la de ser general, abstracta, permanente y
coercible. Es general porque va dirigida a todos sin distinción alguna; abstracta
porque implica que no va dirigida a nadie en especial, es decir, de manera
indefinida hasta que la misma sea revocada por los mecanismos adecuados.
Además de estas características, debemos agregar la de estar provista de una
sanción, pues la ley se define como una regla obligatoria emanada del poder
estatal y que en nuestro país, sólo la pueden elaborar órganos de carácter
legislativo.

De lo antes expuesto, podemos definir a la ley penal como la expresión del


poder público debidamente establecido, en la cual se señalan de manera objetiva
y justa los delitos, las penas y las medidas de seguridad.

Por otra parte, el estado de derecho es un principio básico de las sociedades


modernas, donde el imperio de la ley sea manifiesto. Dicho estado de derecho
tiene dos concepciones:

a) formal, y

b) material.

Desde el punto de vista formal, el estado de derecho se identifica con la


garantía de seguridad jurídica, cuyo fin inmediato pretende que el individuo
mantenga su libertad, conozca sus derechos y se adopten las medidas necesarias
para evitar los abusos en su perjuicio.
6

Desde el punto de vista material el estado de derecho es el ideal del estado


justo. Esto en el lugar donde se proteja la dignidad humana, como máximo valor
del ser. En la medida en que se respete la dignidad humana se evitarán delitos
impuestos injustamente, penas crueles y en general sanciones denigrantes.

Como conclusión señalaremos que la ley penal y el estado de Derecho se


encuentran estrechamente unidos. Para que exista un estado de derecho se
requiere contar con leyes que además de contener los principios jurídicos
formales, sean esencialmente justos, ya que las exigencias de justicia constituyen
el más severo reclamo social de nuestros días. De esta manera, el estado de
Derecho debe darse tanto formal como material, esto es, no deben sólo
establecerse disposiciones en forma de ley, sino lo más importante es que ésta
responda al ideal de justicia. Por ello no podrá existir nunca un estado de Derecho
con leyes de contenido injusto.

TEMA 3: MISIÓN DE LA LEY PENAL

La ley penal como única expresión del Derecho Penal tiene una misión muy
importante que cumplir, la de permitir la grata convivencia social; en esa medida,
como dice Reinhart Maurach,5 “no existe ninguna otra rama del Derecho con
recursos, superiores en alcance, a los que tiene el Derecho Penal”.

Con la ley penal se garantiza plenamente al individuo, que supuestamente


haya cometido un delito, la demostración previa –antes de sancionarlo- de su
plena responsabilidad. Es, de esta manera, como se considera a la ley penal
poseedora de una garantía individual de primer orden, al exigir, para imponer
sanciones, el que se tenga probada su responsabilidad.

5
Maurach, Reinhart, Tratado de Derecho Penal, Ed. Ariel, Barcelona, 1962, p. 111.
7

Aunada a la garantía expresada, de asegurarse de la responsabilidad penal


de individuo, la ley penal posee otras dos: la de orden procesal y la de tipificación
absoluta.

La garantía de orden procesal consiste en asegurarse, mediante las pruebas


que sean necesarias, de que un sujeto ha cometido un delito. Se busca no sólo la
posibilidad sino la plena seguridad, y para ello se utilizan los medios
imprescindibles y para el caso de no llegar a esa absoluta convicción, durante el
proceso, el individuo sujeto al mismo, recobrará su plena libertad.

Por la garantía de tipificación se pretende que existe una ley exactamente


aplicable al delito de que se trate, para así hacer la realidad el principio de: nulla
poena sine lege scripta (no hay pena sin ley escrita). Al igual que en la garantía de
orden procesal, si no existiera un delito exactamente aplicable al hecho
consumado, el individuo quedará en absoluta libertad.

Para concluir, podemos afirmar que la ley penal tiene la importante misión de
proteger bienes jurídicos vitales para la convivencia humana como lo son: la vida
humana, la integridad corporal, el patrimonio, la libertad personal, la paz pública, la
seguridad interior y exterior de una nación, etc. Esa protección se hace al través
del poder coactivo del Estado, valiéndose de las penas y medidas de seguridad.

TEMA 4: EL ABUSO EN LA APLICACIÓN DE LA LEY


PENAL

En líneas precedentes se dijo que la ley penal tiene una función protectora
de bienes jurídicos, pero tal función sólo podrá tener éxito en la medida que se
8

presente o se dé una conciencia colectiva de responsabilidad, a fin de que los


individuos se percaten de la necesidad de abstenerse de lesionar o de poner en
peligro los bienes jurídicamente protegidos. Cuando se alcance ese nivel se estará
en el momento deseable de una sociedad, de lo contrario se corre el peligro de
abusar en la aplicación de la ley penal.

Cuando en un estado por todo y para todo la autoridad quiere aplicar leyes
penales, provoca una situación de tensión social sumamente perniciosa, le resta
respetabilidad a la ley penal y la sociedad ve con indiferencia, o bien, con
verdadero pánico, como, por cualquier e insignificante motivo, se aplica una ley
penal.

En ocasiones y sin razón alguna, a la autoridad se le ocurre dictar leyes


penales; ejemplo: en ciertos espectáculos se abusa de la “reventa” en la
adquisición de los boletos de entrada, ocurriéndosele “inventar” a la autoridad
del delito de REVENTA; esto resulta absurdo y falto de imaginación para buscar
otras y mejores vías para resolver el problema; como pueden ser la venta
telefónica de boletos o por medio de agencias especializadas que puedan
combatir esa molesta práctica antisocial de la reventa, pero no necesariamente
acudir a la vía penal, la cual debe de quedar como un recurso extremo; a las
sociedades se les debe de educar para una duchada y justa convivencia social
y sólo, como último instrumento, se debe de amenazar con la imposición de una
sanción, cuya sustentación se encuentra en la ley penal.
9

TEMA 5: EL ABUSAR EN LA APLICACIÓN DE LA LEY


PENAL CONLLEVA UNA VIOLACIÓN A LOS DERECHOS
HUMANOS.

Los derechos humanos son principios por los cuales se asegura la libertad
de los individuos, misma que requieren para garantizar la plena existencia de su
personalidad. Cuando se dé un exceso en la aplicación de la ley penal,
necesariamente se afectan los derechos humanos. Ese abuso al que nos hemos
referido provoca también la existencia de un régimen injusto, contrario al estado
de Derecho, el cual nunca debe de abandonar sus principios de legalidad y excluir
el abuso en la imposición de las leyes penales.

Si reiteradamente se extralimita la aplicación de la ley penal, deben buscarse


mecanismos para superar esa riesgosa práctica; ya que de prolongarse se corre el
peligro de configurarse una dictadura jurídica, en la cual la autoridad mantiene su
hegemonía o control por la aplicación inmoderada de la ley, restándosele tal como
ya lo mencionamos, respetabilidad social, característica básica, de la que siempre
debe de estar investida la ley penal.

Asimismo, para limitar el abuso excesivo de la aplicación de ley penal, es


necesario conocer los límites al Poder Punitivo del Estado –producto de una
concepción democrática de éste- inmersos en nuestra Constitución Política.

Recordemos que el Estado tiene la ineludible misión de combatir al delito y


su autor; para ello, se sirve de una ciencia llamada Política Criminal. Por esta
última, se entiende aquella que se “ocupa de cómo hayan de recogerse
correctamente los elementos de los tipos penales para responder a la realidad de
aquél, intenta determinar los efectos de las sanciones empleadas en el Derecho
10

Penal, considera hasta qué límite puede extenderse el legislador el Derecho Penal
para no restringir la esfera de libertad del ciudadano más allá de lo absolutamente
indispensable, y examina sí el Derecho Penal material se encentra configurado de
manera que pueda realizarse en el proceso penal”, como piensa.6

En su política criminal, el Estado debe tener siempre presente que no “todo


lo que parece conveniente es asimismo justo”.7 Como criterios de justicia se
enarbolan los siguientes principios, los cuales constituyen los límites al derecho a
castigar:

Principio de estado de derecho


Este principio dio vida al denominado de intervención legalizada. Se
estructura sobre el imperio de la ley, la división de poderes, la legalidad de la
actuación administrativa y la garantía de derechos y libertades fundamentales.

Principio de legalidad: nulum crimen nulla poena, sine lege

Indica que tanto el delito como la pena deben estar, precisamente, a su


comisión e imposición, previstas con anterioridad en la ley penal.

Principio de reserva de la ley o de concentración


legislativa

La materia penal debe ser expresamente disciplinada por un acto de


voluntad del Poder del Estado, el cual le es asignada la facultad de legislar: Poder
Legislativo, exclusivamente.

6
Hans-Heinrich, Jescheck, Tratado de Derecho Penal, Parte General, 4ª ed., Edit.
Comares-Granada. 1993, p 18.
7
Hans-Heinrich, Jescheck, op. cit., p. 18.
11

Principio de intervención mínima


El Estado con la facultad que le fue asignada, de penar y proteger la humana
convivencia, garantizando la paz social, en función represiva y preventiva, debe
hacer uso del derecho penal, cuando otros medios de control social de carácter no
penal sean insuficientes; empero, sólo para proteger los bienes jurídicos más
importantes y contra los ataques más insoportables o intolerables.

Gracias a este principio, el Derecho Penal es la última ratio legis o razón


legal del Estado, para mantener el equilibrio social, ya que si abusara del derecho
penal se entraría al llamado terror penal.

Principio de determinación del tipo (o precisión del


tipo) y las penas o medidas de seguridad
Con esto se debe tener presente que tanto el precepto como la sanción
deben ser precisos, certeros. En el tipo penal deben de emplearse el menor
número de elementos normativos. La pena debe ser lo más exacta posible.

Principio de irretroactividad
Este principio está contenido en el artículo 14, párrafo inicial de nuestra Carta
Magna, el cual reza: “A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de
persona alguna.

Principio de prohibición de interpretación


analógica
También está contenido este límite en el artículo 14 Constitucional, párrafo
tercero que a la letra dice: “En los juicios de orden criminal queda prohibido
imponer, por simple analogía y aún por mayoría de razón, pena alguna que no
esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata.” Lo
anterior, significa apego estricto a la ley, lo que no contenga un tipo penal como
12

delito, no debe crearse apoyado en su similitud con otro; es decir, un hecho que
no está plenamente contenido en un tipo penal, no debe pensarse que es
semejante a otro, o bien, no debe buscarse otro que se le parezca, cuando no se
integre el tipo.

Principio del hecho


Es evidente que para que el Estado intervenga en materia penal, debe
previamente cometerse un hecho (acto u omisión), por parte de un sujeto.

Merced a esto, se excluyen del ámbito penal los actos internos, cogitationis
poenan, nemo patitur (el pensamiento no delinque).

Principio de culpabilidad
No hay pena sin culpabilidad. Entiéndase como quiera este elemento del
delito, o se afilie a la postura que sea (causalista o finalista), este principio excluye
penar por la conducción de vida o carácter del agente (criterio de peligrosidad).

Principio de retribución
Como respeto a la dignidad de la persona humana, sólo cabe aplicar pena a
todo acto culpable. Toda pena debe ser proporcional al grado de culpabilidad.

Principio de humanidad
En virtud al mismo, el Estado debe apoyar a sus gobernados a su realización
como personas; readaptación social, libre disposición hacia la ayuda y decidida
voluntad de recuperar a los condenados, son los más importantes límites al
derecho a castigar
CONCLUSIÓN

Como ya se apuntó el delito es toda acción u omisión punible, objetivizada en la


manifestación de un hecho previsto en la ley penal, al cual le recae una sanción,
también prevista en la misma ley penal, a fin de que inhibir al individuo a la
comisión de esas conductas consideradas como delitos. En cuanto a las formas
de comisión de los delitos, ya se trate de acción o de omisión, éste siempre será
una conducta, es decir un hacer o un no hacer, cuyos resultados prevé la ley
penal, los que tienen trascendencia en el mundo físico y en el del derecho.

Es de hacer notar que la clasificación de los delitos no es únicamente para fines


didácticos o teóricos, sino de índole práctica, ya que con éstas es posible ubicar a
los delitos dentro los parámetros que ordenan la persecución de los mismos, la
gravedad que les asigna la ley, en cuanto a las consecuencias que tienen dentro
de la sociedad, por afectar determinado bien jurídico protegido por la ley penal; la
tipificación de los delitos en cuanto a su comisión, así como la punibilidad de los
mismos tratándose de la tentativa, etcétera.Por otra parte, si bien es cierto que
solamente las conductas que prevé la ley penal pueden ser consideradas como
delitos, la preparación de esas conductas, no obstante que no constituyan
propiamente un delito, sí son la tentativa del mismo, la que será penada cuando
se pretenda afectar un bien jurídico que trascienda a la seguridad de la sociedad,
además del individuo que sufre la lesión causada por el delito.Dentro de los
individuos que intervienen en la preparación del delito, la comisión del mismo y el
encubrimiento después de su perpetración, no forman parte del tema del delito,
aunque sí muy íntimamente relacionados, ya que el delito será tipificado conforme
a las circunstancias en que sea cometido, las que influirán en el la sanción que le
sea impuesta a los delincuentes.
Bibliografía
DAVILA, R. (1997). TEORIA GENERAL DEL DEL DELITO . MÉXICO : PORRUA .
FERNANDO, C. (2006). LINEAMIENTOS DEL DERECHO PENAL 1 . MÉXICO:
PORRUA
RAÚL, Z. E. (1998). TRATADO DEL DERECHO PENAL . MÉXICO : ARDENAS
CARDENAS .
RODRIGO, Q. (2007 ). TEORIA DEL DELITO . MÉXICO : BARRA DE
ABOGADOS .

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