Vous êtes sur la page 1sur 9

Tratamiento de la amigadalitis

Las amígdalas inflamadas que no presenten dolor o que no causen otros problemas no
necesitan tratamiento. Es posible que su proveedor no le dé antibióticos. Le pueden solicitar
que regrese para un control más tarde.
Si los exámenes muestran que en realidad tiene estreptococos, su proveedor le dará
antibióticos. Es importante terminar todos sus antibióticos como indica, incluso si se siente
mejor. Si no los toma todos, la infección puede reaparecer.
Los siguientes consejos pueden servirle para sentirse mejor de la garganta:
Tome líquidos fríos o chupe paletas de helados con sabores a fruta.
Tome líquidos, sobre todo suaves y tibios (no calientes).
Hágase gárgaras con agua tibia con sal.
Chupe pastillas (que contengan benzocaína o ingredientes similares) para reducir el dolor
(no deben usarse con niños pequeños debido al riesgo de ahogamiento).
Tome medicamentos que no necesiten receta médica, como paracetamol (Tylenol) o
ibuprofeno para reducir el dolor y la fiebre. NO le administre ácido acetilsalicílico (aspirin) a
un niño, dado que este medicamento ha sido asociado con el síndrome de Reye.
Algunas personas que presentan infecciones repetitivas pueden necesitar cirugía para
extirparles las amígdalas.

SINUSITIS
Qué es
La sinusitis es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales que puede ser causada
por un hongo, una bacteria o un virus, o bien por una alergia. Los senos paranasales son
pequeños huecos llenos de aire; se dividen en senos frontales (están en la parte frontal del
cráneo, situados encima de la nariz, es decir, en la frente), senos etmoidales (se sitúan en los
laterales de la nariz, entre los huesos) y senos maxilares (localizados en las mejillas). En
situaciones normales, el aire pasa a través de los senos sin problema; sin embargo, las
personas que padecen sinusitis tienen bloqueados estos espacios y sufren molestias y
dificultades a la hora de respirar.

La inflamación de la mucosa sinusal (sinusitis) normalmente viene asociada con la


inflamación de la mucosa de la cavidad nasal (rinitis) llamándose entonces, rinosinusitis.
Es una patología muy común en la población general, por lo que suele ser vista por multitud
de especialistas. Puede presentarse con una gran variedad de síntomas y, en algunos casos,
puede tener una importante repercusión a la calidad de vida de los pacientes.

Causas
Las causas principales de esta patología son las infecciones, ya sean víricas (las más
frecuentes), bacterianas y fúngicas. Existen otras causas relacionadas con los mecanismos
inflamatorios y del sistema inmune del propio paciente, que pese a estar ampliamente
demostradas sus implicaciones, todavía se desconoce del mecanismo exacto
factores que predisponen a la sinusitis:

Variaciones climáticas: las estaciones más frías y el aumento de la humedad predisponen a


una mayor probabilidad de padecer sinusitis.

Tabaco: Tanto ser fumador activo como estar expuesto a su humo es un factor
predisponente en esta patología.

Exposiciones ambientales o laborales a la contaminación, a irritantes utilizados en la industria


y a la exposición al humo.

Variaciones anatómicas individuales (desviaciones septales y del tabique nasal, falta de


desarrollo de los senos paranasales, un espolón óseo nasal o la presencia de pólipos nasales).

Alergias: relación no clara con las sinusitis agudas, pero sí demostrada en el caso de la
sinusitis crónica, junto con el asma.

Enfermedades asociadas: alteraciones del aclaramiento mucociliar (los cilios o vellos que se
sitúan en el interior de las aberturas paranasales no logran sacar el moco debido a alguna
afección), fibrosis quística, vasculitis.

Tener un sistema inmunológico débil, debido al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)


o a tratamientos como la quimioterapia.

Hipertrofia de adenoides (tejido linfático que se encuentra en las vías respiratorias entre la
nariz y la parte posterior de la garganta).

Sometimiento a fuerzas como la gravedad y la presión: volar, bucear, montañismo, etcétera.


Evalúa tus síntomas
Síntomas
Síntomas
Los principales síntomas de esta enfermedad son:

Dolor y presión detrás de los ojos y en la zona maxilofacial.

Secreción y congestión nasal.

Pérdida parcial o total del sentido del olfato.

Fatiga y sensación de malestar general.

Cefalea o dolor de cabeza.

Fiebre.

Dolor de garganta y goteo entre la nariz y la faringe.

Tos, que tiende a empeorar por la noche

Tipos
Existen dos tipos de sinusitis, que vienen determinados por la duración de la enfermedad y
sus síntomas:

Sinusitis aguda: su duración es menor a 12 semanas. Es una patología muy frecuente y se le


estima una prevalencia entre el 6 y el 15 por ciento. Causada principalmente por infecciones
víricas y conocida en ocasiones como catarro común. Es más habitual en las épocas
invernales.

Se estima que el 0,5 y el 2 por ciento de estas rinosinusitis agudas víricas se convertirán en
bacterianas, caracterizadas entonces por presencia de mucosidad purulenta, fiebre, dolor
unilateral intenso, empeoramiento posterior al inicio de la recuperación. En estos casos está
indicado el uso de antibióticos sistémicos.

Sinusitis crónica: su duración es igual o mayor a 12 semanas. Con una prevalencia estimada
de entre el 2 y el 16 por ciento de la población. Existen dos tipos principales: con pólipos y
sin ellos. Debido a su curso crónico y su molesta sintomatología los subtipos más graves de
estas sinusitis pueden generar una gran alteración de la calidad de vida del paciente.

Además de por las bacterias, también puede ser causada por hongos.
Tratamientos
El tratamiento de las sinusitis agudas está basado principalmente en tratamiento
sintomático. La analgesia en caso de dolor, los lavados nasales con soluciones salinas, los
corticoides intranasales o descongestionantes nasales pueden ser de utilidad. A pesar de que
en la mayoría de los casos no cambian el curso de la enfermedad, mejoran los síntomas
durante la misma.

Los antibióticos sistémicos son recomendados en pacientes con sinusitis aguda y factores de
riesgo como fiebre, mucosidad purulenta y dolor unilateral por sospecha de sobreinfección
bacteriana. En algunos casos más graves, tandas cortas de corticoides orales pueden ser de
gran utilidad.

En el caso de las sinusitis crónicas el tratamiento está basado principalmente en los


corticoides intranasales. Los lavados nasales con soluciones salinas mejoran el efecto del
tratamiento al remover la mucosidad que cubre la mucosa nasal. En casos de
reagudizaciones, las pautas de corticoides sistémicos y tandas cortas de antibióticos
sistémicos suelen ser necesarias. En otros casos tandas largas de antibióticos también han
demostrado beneficio. Si la clínica persiste tras un correcto tratamiento médico los pacientes
podrían beneficiarse de cirugía -con el objetivo de ensanchar las aberturas y drenar los senos
paranasales-.

El autocuidado también puede ayudar a reducir la congestión sinusal. Ante un caso de


sinusitis se pueden tener en cuenta las siguientes recomendaciones para tratar y reducir los
síntomas de esta patología:

• Beber mucho líquido para diluir las secreciones.

• Inhalar vapor, de dos a cuatro veces al día.

• Utilizar un humidificador para reducir la sequedad ambiental.

• Aplicar paños calientes y húmedos en la cara varias veces al día.

• Usar descongestionantes nasales.


FARINGITIS
Qué es
Es la inflamación de la garganta o faringe a menudo causada por una infección bacteriana o
vírica. Provoca molestia, dolor o carraspera en esta región, lo que a menudo da lugar a
dificultades a la hora de tragar o hablar.

Causas
La mayoría de los dolores de garganta vienen provocados por virus que provocan resfriados
comunes o a la gripe. En un menor número de casos, el dolor viene causado por infecciones
bacterianas.

Las enfermedades virales que causan dolor de garganta son:

El resfriado común.
La gripe.
Mononucleosis (infección viral que causa fiebre, dolor de garganta e inflamación de los
ganglios linfáticos).
Sarampión: enfermedad muy contagiosa causada por un virus.
Varicela.
Las enfermedades bacterianas que provocan dolor de garganta pueden ser:

Faringitis estreptocócica: Causada por una bacteria denominada Streptococcus pyogenes, o


estreptococos del grupo A.
Tos ferina: Infección del tracto respiratorio muy contagiosa.
Difteria: Infección aguda provocada por una bacteria denominada Corynebacterium
diphtheriae.

Síntomas
El principal síntoma de esta afección es el dolor de garganta aunque también existen otros
secundarios:

Dolor que empeora al tragar o hablar (odinofagia).


Sequedad de la garganta.
Fiebre.
Dolor de cabeza.
Erupciones cutáneas.
Amigdalitis o amígdalas rojas e inflamadas.
Dolores musculares o articulares.
Voz ronca.
Ganglios inflamados en el cuello.
Prevención
Para prevenir esta enfermedad es recomendable descansar la voz o beber mucha agua para
mantener la humedad de la garganta y prevenir la deshidratación. Otros consejos son:

Lavarse las manos con frecuencia, sobre todo antes de comer o después de estornudar y
comer.
Evitar compartir los alimentos, vasos o cubiertos.
Usar desinfectante a base de alcohol para las manos como una alternativa para el lavado de
las mismas cuando no se dispone de agua y jabón.
Evitar el contacto con las personas enfermas.
En el caso de detectarse principios de dolor en la garganta, los especialistas recomiendan:

Beber líquidos calientes, como té de limón con miel o líquidos fríos, como el agua con hielo.
Los helados también son recomendables.
Hacer gárgaras con agua con media cucharada de sal varias veces al día.
Pastillas para la garganta.
Vaporizar el aire con un humidificador y así aliviar la sequedad en la garganta.
Tipos
Faringitis crónica: Se puede desarrollar a partir de la faringitis aguda recurrente, donde las
infecciones aparecen y desaparecen en el lapso de una semana. También puede producirse
debido a una inflamación crónica provocada por el abuso del alcohol, el uso en exceso de la
voz y fumar de forma muy continuada. Dependiendo de cuál sea la causa se administrará el
tratamiento necesario.

Faringitis aguda: Este es el término médico para la inflamación de la garganta, causada por
bacterias o virus comunes.
Faringitis estreptocócica: Infección común que se observa en los niños o adolescentes
durante el año escolar debido a su continuo contacto con otros niños o superficies que
puedan estar infectados.

Faringitis vírica: En este tipo de casos, se puede producir la inflamación entre las amígdalas
y la laringe causada por una infección viral.
Diagnóstico
Para detectar una faringitis, el especialista lleva a cabo dos procedimientos:

En primer lugar, se usa un instrumento luminoso para visualizar el estado de la garganta,


además de los oídos y las fosas nasales. Además, se procederá a la palpación del cuello para
comprobar si existe inflamación de los ganglios linfáticos y el especialista auscultará la
respiración del paciente con un estetoscopio.
En segundo lugar, se realizará la toma de una muestra faríngea en la que el especialista frota
un hisopo estéril en la parte posterior de la garganta para obtener una muestra de las
secreciones. Dicha muestra se analizará en el laboratorio para detectar si la causa de la
faringitis es estreptocócica.

De esta prueba, se obtienen resultados a los pocos minutos pero, a veces, es recomendable
realizar una segunda prueba.

Tratamientos
Si el dolor de garganta está causado por una infección bacteriana, el especialista suele
recetar un tratamiento con antibióticos.

De este tipo de medicamentos el más comúnmente administrado es la penicilina: por vía oral
durante 10 días. En el caso de padecer alergia a este antibiótico, se suele recetar uno
alternativo.

El paciente deberá completar el tratamiento para que resulte efectivo, según las indicaciones
del especialista. Si no se toman todos los medicamentos, se puede producir un
empeoramiento o que la infección se extienda a las regiones colindantes.

Resfriado común
Enviar esta página a un amigo Imprimir Facebook Twitter Pinterest
El resfriado común en la mayoría de los casos causa rinorrea o secreción nasal, congestión
nasal y estornudo. Asimismo, es posible que se presente dolor de garganta, tos, dolor de
cabeza u otros síntomas.

Causas
Se denomina resfriado común por una buena razón. Hay más de mil millones de resfriados
en los Estados Unidos al año. Probablemente usted y sus hijos tendrán más resfriados que
cualquier otro tipo de enfermedad.

Los resfriados son la razón más común por la cual los niños faltan a la escuela y los padres a
su trabajo. Los padres usualmente contraen resfriados de sus hijos.

Los niños pueden contraer muchos resfriados cada año. Por lo regular los adquieren de otros
niños. Un resfriado se puede propagar rápidamente en escuelas o guarderías.

Los resfriados pueden ocurrir en cualquier momento del año, pero son más comunes en
invierno o en temporadas de lluvias.
Un virus del resfriado se propaga a través de diminutas gotitas aéreas que se liberan cuando
una persona enferma estornuda, tose o se suena la nariz.

Usted puede contraer un resfriado si:

Una persona con un resfriado estornuda, tose o se suena la nariz cerca de usted
Usted se toca la nariz, los ojos o la boca después de haber tocado algo contaminado por el
virus, como un juguete o el pestillo de una puerta
Las personas son más contagiosas durante los primeros 2 a 3 días del resfriado. Un resfriado
en la mayoría de los casos no es contagioso después de la primera semana.

Síntomas
Los síntomas del resfriado por lo regular comienzan aproximadamente de 2 a 3 días después
de que usted entró en contacto con el virus, aunque podrían demorar hasta una semana. Los
síntomas afectan principalmente la nariz.

Los síntomas más frecuentes del resfriado son:

Congestión nasal
Rinorrea
Carraspera
Estornudo
Los adultos y los niños mayores con resfriados generalmente tienen una fiebre baja o no
tienen fiebre. Los niños pequeños a menudo tienen fiebre de alrededor 100°F a 102°F (37.7°C
a 38.8°C).

Según cuál sea el virus que causó el resfriado, usted también podrá tener:

Tos
Disminución del apetito
Dolor de cabeza
Dolores musculares
Goteo retronasal
Dolor de garganta
Tratamiento
La mayoría de los resfriados desaparece en unos pocos días. Algunas medidas que usted
puede tomar para cuidarse con un resfriado incluyen:

Descansar mucho y beber líquidos en abundancia.


Los medicamentos para los resfriados y la tos de venta libre pueden ayudar a aliviar los
síntomas en adultos y niños mayores. No hacen desaparecer el resfriado con más rapidez,
pero pueden ayudarle a sentirse mejor. Estos medicamentos de venta libre no se
recomiendan para niños menores de 4 años de edad.
Los antibióticos no deben utilizarse para tratar un resfriado común.
Se han probado muchos tratamientos alternativos para los resfriados, como la vitamina C,
los suplementos de zinc y la equinácea. Hable con su proveedor de atención médica antes
de probar con
Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden aumentar tus probabilidades de contraer un resfrío:

La edad. Los niños menores de 6 años son los que corren mayor riesgo de resfriarse,
especialmente si asisten a centros de cuidado infantil.
Sistema inmunitario debilitado. Tener una enfermedad crónica o un sistema inmunitario
debilitado aumenta el riesgo.
Época del año. Tanto los niños como los adultos son más susceptibles a contraer resfríos en
otoño e invierno, pero puedes resfriarte en cualquier momento.
Tabaquismo. La exposición al humo del cigarrillo hace que seas más propenso a resfriarte y
que tengas resfríos más fuertes.
Exposición. Si estás cerca de muchas personas, como en la escuela o en un avión, es probable
que estés expuesto a virus que causan resfríosualquier tipo de hierbas o suplementos.

Vous aimerez peut-être aussi