A principio de los años 60´s, casi todos los políticos y
representantes se oponían a que un préstamo que ofrecía el Gobierno de los Estados Unidos se lo destinara a los objetivos del Mutualismo. Esto se daba principalmente por intereses particulares de empresas e instituciones financieras del Ecuador, que veían a la creación del Mutualismo como una amenaza para sus organizaciones, ya que por las características de las Asociaciones Mutuales, éstas podrían ofrecer productos y servicios a menor costo que las instituciones, cuyo fin es generar la mayor rentabilidad posible.
Nadie creía que fuera posible conformar una institución
sólida y duradera, que sobre la base de su propio esfuerzo pudiera despertar la confianza
del pueblo ecuatoriano y cuyo objetivo fundamental
sería el ayudar en la solución del grave problema habitacional.
Es así como el 23 de mayo de 1961, el ex presidente
Dr. José María Velasco Ibarra, expidió el Decreto Ley de Emergencia No. 23, publicado el 23 de mayo de 1961, con el objeto de incentivar el ahorro en la población ecuatoriana y que a través de la implantación del sistema mutual, se supla la falta de financiamiento para la construcción, la adquisición y el mejoramiento de la vivienda existente para aquel entonces en el país.
Decididamente contribuyó también a este objetivo el Dr.
José Baquero de la Calle, entonces Ministro de Prevención Social, quien impulsó la creación del Banco Ecuatoriano de la Vivienda y las Mutualistas.
El Dr. José María Velasco Ibarra no sólo permitió el
nacimiento del Mutualismo, sino que en un acto de confianza en el Sistema Mutual, fue el primer cuenta ahorrista de la Mutualista Pichincha. En un principio las Mutualistas se regían bajo la Ley del Banco Ecuatoriano de la Vivienda y Mutualistas. A partir del 12 de mayo de 1994, se rigen por la Ley General de Instituciones Financieras.” Esta transición se debió a un pedido especial de las Mutualistas que en el año de 1993 veían como el mercado del financiamiento de la vivienda al que estaban netamente dirigidas, era cada vez más incursionado por otras instituciones financieras, principalmente bancos, los mismos que por estar regulados por la Ley General de Instituciones Financieras, tenían un marco legal más favorable, además de una infraestructura y capacidad operativa más moderna. Frente a esta situación, la Asociación de Mutualistas exigió que se tome en cuenta al sector mutual dentro del marco de la Ley de Instituciones Financieras. El pedido más conflictivo del sector fue la derogación de todas las disposiciones legales en las que se hacia referencia al Banco Ecuatoriano de la Vivienda como organismo de vigilancia y control del sistema mutualista ecuatoriano.
Representantes de las organizaciones mutuales
señalaron, en ese entonces, que las mutualistas necesitan cambios en su marco legal y que les permitiera crear nuevas operaciones acordes a su objeto social, y ampliar aquellas existentes para no desaparecer. Las Mutualistas se han constituido en nuestro país como entidades privadas especializadas en la solución del déficit habitacional, a diferencia de los bancos y otras instituciones financieras, están facultadas a invertir en proyectos de desarrollo de vivienda y en programas de construcción, y están obligadas a mantener una reserva proporcional de encaje en el Banco Central del Ecuador.
·1 Características de las Mutualistas
·2 No constituyen grupos financieros
·3 No existe concentración de crédito en personas
o empresas vinculadas
·4 Son entidades con finalidad social, dedicadas a
la captación de recursos para destinarlos a proveer soluciones de vivienda
En los últimos años ha venido descendiendo el número
de mutualistas, que fueron 13 en un inicio y antes de finalizar la década de los 80 este número se redujo a 7. Desde el año 2000 hasta el presente, 2 mutuales fueron absorbidas y se ordenó el cierre de una, para quedar el sistema conformado por 4 mutualistas en la actualidad.
Los mutualistas se han encontrado con una
competencia creciente por parte de otros intermediarios financieros, en especial las cooperativas, que se han beneficiado del auge del microcrédito en los últimos años. Los competidores han entrado de manera creciente en el negocio de financiación de vivienda, característico de los mutualistas, mientras que estas últimas apenas han incursionado en los nichos de negocios de bancos y cooperativas (consumo, microfinanzas).
La amenaza de la entrada masiva de la banca pública
o de otras instituciones del Estado en el negocio de financiación de vivienda ensombrece adicionalmente el panorama y el futuro del sector.
Por otro lado, la reducción del número de entidades del
subsector mutualista ha venido acompañada de una agudización de las asimetrías entre sus partícipes, de manera que el sector se encuentra hoy constituido por una entidad grande (Pichincha), dos muy pequeñas (Ambato e Imbabura) y una mediana (Azuay). Esta heterogeneidad en la estructura del sector, dificulta también encontrar una solución a sus problemas, ya que los modelos de negocio (y las fórmulas de solución) presentan ciertas diferencias (Ver Anexo A).5
1.- La Empresa Industrial MM fabrica el producto X en un solo proceso; en el mes de enero inicio la fabricación de 20.000 unidades de las cuales se terminaron 16.000 y la diferencia quedó en proceso con un porcentaje de avance del 100% de terminación en MP, 25% en MO y 25% en CGF , I.I. 0 unidades. Se venden 10.000 unidades terminadas por $20.000 al contado