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Peter Duesberg. Retrovirólogo, candidato al premio Nóbel por su trabajo sobre oncogenes
en virus y profesor de Biología Molecular y Celular de la Universidad de Berkeley,
California): “El VIH es un virus inocuo e inofensivo como miles de virus más y no es la causa
del SIDA”.
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Fundado en 1888, entidad privada sin ánimo de lucro, especilaizado en inmunología y
biología molecular.
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Premio Nobel de química en 1993 por inventar la técnica del PCR. La PCR convirtió en una
rutina la investigación de la secuencia genética, permitiendo la lectura completa del genoma
humano, así como de muchos organismos que se toman como modelos en la investigación
de distintos problemas biológicos.
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New York Times. Abril 22 de 1984
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Luc Montagnier, "Co-descubridor del VIH"
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FREELAND, Horace. Anatomía del Fraude Científico. Ed. Crítica. Pág. 351
En 1991 Gallo finalmente reconoce que su virus procedía del laboratorio francés, esta
vez tratando de convencer al mundo de una contaminación involuntaria en la que no se
pretendió el fraude.
Mas allá de las consecuencias económicas y políticas, es necesario advertir sobre las
consecuencias sociales que este fraude ocasionó a los millones de personas afectadas
por la enfermedad. Seguramente si los gobiernos involucrados, los laboratorios y
especialmente el personal científico hubieran actuado con mayor transparencia y sin la
excesiva ansia de reconocimiento, las investigaciones relacionadas con el SIDA
pudieran haber avanzado mucho más de lo que hasta ahora se ha logrado.
Las voces disidentes no ponen en duda la existencia misma del virus sino su real
incidencia sobre la enfermedad, y después de tantos desaciertos y engaños de tan gran
escala, es comprensible que tanto para la opinión pública como para la comunidad
científica exista por lo menos una duda razonable sobre las palabras de Gallo, de
Montaigner y de las instituciones médicas y gobiernos involucrados.
La peligrosa cadena de eventos en los que intervienen los intereses económicos
matizados por el ego de los investigadores ha puesto en riesgo la salud pública de
quienes confiaron en la ciencia como respuesta para sus sufrimientos.
Como “ficciones científicas”17 ha sido calificado el trabajo de Gallo, no solo por sus
cuestionables métodos para la obtención del virus del Laboratorio Pasteur, sino porque
las publicaciones que respaldaron los hallazgos tuvieron al menos una fotografía
falseada18 y porque otro de sus colaboradores y copartícipes en el fraude, Prem Sarín,
terminó condenado por un caso de malversación de fondos.19
En el campo de la investigación y la ciencia, así como en la vida diaria es necesario
mantener una conducta ética, más aun cuando de las actuaciones de los investigadores
dependen las vidas de quienes creen en ellos. Muchas de las acciones relacionadas con
el fraude científico simplemente pasan inadvertidas. Los conflictos de intereses
lamentablemente son causa de grandes tragedias humanas.
17
John Crewson. Premio Pulitzer por la investigación sobre el fraude de Robert Gallo en
relación con el SIDA.
18
Syed Salahuddin, publicó algunas de las fotos del supuesto virus VIH en los artículos de
Science. Una de las fotos fue retirada por ser falsa.
19
Internet: de: http://cases.justia.com/us-court-of-appeals/F3/10/224/584030/