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Presentación A
Programa B/C
Plano-guía D/E
Créditos F
Esta guía corresponde al viaje organizado por el Aula-Taller b del Departamento de Proyectos Arquitectónicos (Escuela T. S. de Arquitectura,
Universidad de Sevilla), dentro de las actividades de la asignatura Proyectos IV (Plan '98) en el curso 2001/20002. El viaje, cuyo itinerario se
centra en la ciudad de Oporto y su entorno, tuvo lugar entre los días 08.04.2000 y 15.04.2000, y en él tomaron parte los siguientes estudiantes
y profesores de las Escuelas de Arquitectura de la Universidad de Sevilla y de la Fachhochschule Lausitz:
ETSA Sevilla (España) FH Lausitz (Alemania)
Prof. Rafael Vioque Cubero Prof. Raimund Fein
José Manuel Barragán Ramos Prof. Karl Plastrotmann
Lydia Bentscheff Prof. Eugen Rabold
Edda Darup Ronny Bittner
Jorge Díaz Sánchez Anja Boslau
Jens Erdman Babette Braun
Martina Fabritius Matthias Bullmann
Rocío García Cuadri Jeanette Geissler
Victoria García Ruiz Janet Günsberg
Enrique Gutierrez de Trías Linda Hasselmann
Fabian Hak Oliver Heinicke
Ana Martín del Hierro Katja Hentel
Juan Jesús Martín Santana Monique Jüttner
Mª Dolores Noguero Hernández Arina Kaysers
Elena Ordóñez Marmolejo Katrin Köhler
Álvaro Ortiz Martínez Stefanie Koch
Juan Pérez Vida Birgit Mathiszik
Eva Plazas Díaz Katrin Möller
Daniel Pinzón Ayala Mandy Nitsche
Jonathan Ramos Martín Rene Panzert
Jesús Rangel Reina Rene Patzig
Adolfo Sagrista Pérez Kathrin Rathjen
Heike Schütz Ellen Römhild
Christoph Schön-Pigisch Juliane Schulz
Mª del Carmen Sosa Gálvez Stefan Sentner
Laura Vega Rido Nadine Wichote
Abraham Venegas Franco Eric Wöhler
Alexandra Zintzsch
Lunes 08.04.02
06:30 Salida Sevilla
Campo Maior Piscinas J. M. Carrilho
12:55 Lisboa Recogida parte del grupo FH Lausitz en aeropuerto + almuerzo libre
~19:30 Oporto "Grande Hotel do Porto", Rua de Santa Catarina 197, Tel: +351 222008176
Casco antiguo
Cafe do Cais da Estiva Guedes & Vieira de Campos
(cena grupo)
Martes 09.04.02
Oporto Mercado
Boutique Nina A. Siza
Arquitectura racionalista
Viviendas Sao Victor A. Siza
Puentes
Bodegas Noval-Osborne
(almuerzo libre)
Museo Nacional de los Transportes E. Souto
Casco antiguo
(programa + cena libre)
Miércoles 10.04.02
Vila do Conde Banco Borges e Irmao A. Siza
Povoa do Varzim Casa Alves Santos A. Siza
Casa Beires A. Siza
Viana do Castelo Casa no Lugar do Paço (Carreço) J. A. Rocha
Moledo do Minho Casa Alves Costa A. Siza
(almuerzo libre)
Casas Alcino Cardoso A. Siza
Casa en Moledo E. Souto
Ofir Casa de Vacaciones F. Távora
Viviendas A. Dias
Oporto (programa + cena libre)
Jueves 11.04.02
Matosinhos Tres Casas A. Siza
Centro Parroquial A. Siza
Jardines y pabellón de tenis Quinta Conceiçao F. Távora
Piscinas Quinta Conceiçao A. Siza
Piscinas Leça de Palmeira A. Siza
Salón de te Boa Nova (+ almuerzo grupo) A. Siza
Maia Conjunto Residencial Maia I J. A. Rocha
Casa Rocha Ribeiro A. Siza
Casa Manuel Melo J. A. Rocha
Casa Maia Gomes J. A. Rocha
Vila do Conde Laboratorio de Investigación Veterinaria J. A. Rocha & J. Gigante
Oporto Centro ICP Norte J. A. Rocha
Viviendas en Rua do Teatro E. Souto
(programa + cena libre)
B OPORTO 2002 AULA-TALLER b / E.T.S. ARQUITECTURA /UNIVERSIDAD DE SEVILLA
Viernes 12.04.02
Aveiro Departamento de Geociencias E. Souto
Biblioteca de la Universidad A. Siza
Residencia de Estudiantes A. Dias
Facultad de Ingeniería Mécanica A. Dias
Depósito de Agua A. Siza
(almuerzo libre)
Ayuntamiento F. Távora
Oliveira de Azemeis Banco Pinto & Sotto Maior A. Siza
Oporto (programa + cena libre)
Sabado 13.04.02
Oporto Pabellón Carlos Ramos A. Siza
Escuela de Arquitectura A. Siza
Centro Cultrural S.E.C. E. Souto
(almuerzo libre en Matosinhos)
Edificio de Oficinas y Estudios (A. Siza, F. Távora y E. Souto) A. Siza
Fundación Serralves A. Siza
Casas en Nevogilde E. Souto
Viviendas Bouça A. Siza
(cena libre)
Domingo 14.04.02
Penafiel Guardería A. Siza
Marco de Canavezes Centro Parroquial A. Siza
(Valpedre) Casa de Mesao Frio J. A. Rocha
Guimaraes Pousada Santa Marinha de Costa F. Távora
Casco antiguo (+almuerzo libre)
Citania de Briteiros
Braga Mercado E. Souto
Bom Jesus do Monte
(Bouro, Amares) Parador de Santa María de Bouro E. Souto
(Vila Nova De Famalicao) Casa Vieira de Castro A. Siza
Oporto (cena grupo)
Lunes 15.04.02
07:00 Salida Oporto
12:30 Lisboa Despedida parte del grupo FH Lausitz en aeropuerto
Cabo Espichel Nossa Senhora do Cabo
SESIMBRA (almuerzo libre)
Setubal Escuela de Magisterio A. Siza
Evora Quinta de Malageira A. Siza
Casco antiguo
Libros
Esplendor de Al Andalus. Henri Pèrés. Ed. Hiperión (Madrid 1953)
El mudejarismo portugués. Florentino Pérez Embid. C.S.I.C. (Madrid 1955)
Correspondaances. Paris Londres. Patrick Berger y oytos. Ed. Moniteur (París 1988)
A Arquitectura de Alvaro Siza . Peter Testa (Oporto 1988)
Alvaro Siza, Profesión poética. Ed. G. Gili (Barcelona 1988)
Arquitectura popular en Portugal. nº 1,2,3. Ed. Asociaçao arquitectos portugueses (Lisboa 1988)
Architectures a Oporto. Ed. Pierre Mardaga (Bélgica 1990)
Souto de Moura. Ed. G. Gili (Barcelona 1990)
Actas/4, Portugal 90's, Arquitecturas. Demarcación en Sevilla del C.O.A.A.Oc. (Sevilla 1991)
Ciudades y fortalezas lusomusulmanas. Basilio Pavón Maldonado. Ed. Ag. Española de Coop. Internacional (Madrid 1993)
Alvaro Siza, obras y proyectos 1954-1993. J. Paulo Dos Santos (Barcelona 1993)
Revistas
Alvaro Siza. Esquissos de viagem. Documentos de Arquitectura I (Portugal 1988)
Casabella Nº 544 (Milán 1988)
Alvaro Siza 1954-88 A+U (Tokio 1989)
Casabella Nº 547 (Milán 1990)
Casabella Nº 564 (Milán 1990)
Architécti Nº7 (Madrid 1990)
Páginas Brancas II. A.a.V.v (Oporto 1991)
Architécti Nº11-12 (Madrid 1991)
L'Architecture D'Aujourd'hui nº278 (Paris, 1991)
Architécti Nº 17 (Madrid 1992)
A & V. Alvaro Siza 1988-93 Nº 40 (Barcelona 1993)
Arquitectura Nº 302 (COAM, Madrid 1995)
ON DISEÑO Nº 175 (Barcelona 1996)
A & V, Nº 47 (Madrid 1994)
A & V, Nº 59 (Madrid 1996)
A & V, Nº 72 (Madrid 1998)
2G Monografias Nº 5 (Barcelona 1998)
A+U, Nº 338 (Tokio1998)
A+U, Nº 345 (Tokio 1998)
Arquitectura Viva Nº 50 (Madrid 1996)
Arquitectura Viva Nº 58 (Madrid 1998)
Arquitectura Viva Nº 59 (Madrid 1998)
Arquitectura Viva Nº 65 (Madrid 1999)
Arquitectura Viva Nº 66 (Madrid 1999)
Arquitectura Viva Nº 67 (Madrid 1999)
El Croquis Nº 95. Alvaro Siza 1995-99 (Madrid !999)
Otros
Portugal. Guía de turismo Michelín (verde) (Francia 1985)
Gran atlas de carreteras. España , Portugal (Stuttgart 1987)
Portugal. Guía de turismo Michelín (roja) (Francia 1988)
Oporto 1994. Guia de viaje de estudios del Aula-Taller b (Sevilla, 1994)
Suroeste. Guia de viaje de estudios del Aula-Taller b (Sevilla, 1995)
Oporto 2000. Guia de viaje de estudios del Aula-Taller b (Sevilla, 2000)
Equipo de edicion
Prof. Mabel Regidor Jiménez, Prof. Rafael Vioque Cubero, Daniel Rincón de la Vega, Ana Martín del Hierro, Mª Dolores Noguero Hernández, Álvaro Ortíz Martínez,
Eva Plazas Díaz, Alfonso Sagistra Pérez, Abraham Venegas Franco.
I.S.B.N.: 978 - 84 - 608 - 0988 - 3
ZONA 1: MIÑO
Densamente poblada, comprende tierras que van
desde el litoral hasta el accidentado interior y del
Miño al Mondego; zona rica en historia, agitada
a lo largo de los siglos por choques de hombres y
de culturas, poblada aquí por una pequeña aldea
de montaña y allá por la gran ciudad; con una
economía variada que oscila entre una agricultura
de explotación casi primitiva y la más moderna
industria.
Esquema de poblamiento concentrado
Está recorrida por un gran número de ríos que
recorren este suelo a intervalos cortos y regulares,
creando una cerrada malla de cursos de agua de todo
tamaño, consecuencia de la profusión de nacimientos
naturales. En el centro, se destaca el Duero.
En cuanto al relieve, la costa queda ligeramente
recortada por la desembocadura de los ríos y el
interior está formado por una sucesión intrincada
de valles, colinas y montes que son la transición
hacia las formaciones rocosas del este.
La enorme masa líquida del Atlántico funciona como
elemento moderador de las variaciones climáticas.
La pluviosidad elevada, la humedad, la reducida
variación en las temperaturas durante el día y el año
aliadas a la frecuencia e intensidad de los vientos
dominantes confieren un entorno climático benigno
en relación con el resto de la Península.
A lo largo de las vías de circulación del litoral, y
principalmente en la parte sur de la zona prevalecen
las formas dispersas de ocupación del territorio.
La excepción es la gran ciudad de Oporto, foco
de atracción e influencia, con una aumento de
densidad poblacional a medida que se aproxima
a su centro.
Poblamiento concentrado
Poblados de montaña
El habitante de estos parajes se dedica al trabajo
de la tierra y la crianza de ganado. En las zonas
altas, donde e ganado es uno de los sustentos
principales de la vida del serrano, la construcción
se limita prácticamente a la casa y corral. Donde
aparece el cultivo de maíz, también lo hacen los
sequeiros y las eras.
Mientras que el caso anterior tenía vagas caracterís-
ticas de ordenación, los poblados están mucho más
próximos a la solución urbana. Por la rigidez de la
forma y por el deseo de baranda altanera parecen
ser el previo a las características de la ciudad. Son
construcciones muy sólidas con gruesos muros de
roca cubierta de pizarra.
Poblamiento diseminado
Se caracteriza, en oposición a las demás formas
de ocupación humana del territorio pro la ligazón
del labrador y su familia con las tierras que trabaja.
Teniendo en cuenta la intensa parcelación del
suelo, el tejido rural se nos presenta salpicado de
propiedades de todo tamaño serpenteadas por
caminos vecinales. Las casas de los labradores
se constituyen como organismos unifamiliares y
autosuficientes, compuestos por la morada y las
construcciones anexas.
Esquema de poblamiento diseminado
Aquí también es la parroquia la entidad adminis-
trativa, religiosa y social, con la diferencia de que
los vecinos se dispersan por el territorio. La sede
se limita a la iglesia y al cementerio
Casas de labor
Libres de las sujeciones habituales de los poblados,
se procuran la implantación más favorable. Se
protegen de las lluvias del Sudoeste y ofrecen al
sur sus fachadas mas vivas y abiertas, dejando para
el camino público uno de los lados del cobertizo o
la fachada de la casa devastada por la intemperie,
donde se destacan las minúsculas ventanas de
las habitaciones y el largo portal de acceso a la
vivienda del labrador.
El patio, rodeado por el conjunto de construcciones
que componen estos organismos, es una auténtica
sala al aire libre.
La vivienda, cabeza de la composición tiene un
único piso y está encima del pórtico que alberga
la bodega, el almacén para el grano y las cuadras
para los animales. Por otros lados del terreno se
ubican, elevándose con una o dos plantas, los
cobertizos varios o los secaderos donde se expone
al sol el maíz u otros productos de la tierra que
precisen abrigo y aire renovado.
Existe la costumbre de ubicar la residencia en
Planta 2ª de una casa de labor en Anta
cualquier accidente del terreno. Una pendiente
o un cerro son aprovechados invariablemente
OPORTO 2002 AULA-TALLER b / E.T.S. ARQUITECTURA / UNIVERSIDAD DE SEVILLA III
para instalar a media altura del pie derecho de las
logias, la cocina, espacio clave del funcionamiento
de la residencia.
Solares
Es una variación en el tipo de la casa de labor en la
que aumentan en su tamaño los espacios necesarios
para la vida agrícola. Las construcciones son de
mayor tamaño, presentan un desarrollo horizontal y
el acceso se realiza con escaleras más importantes,
sin que se llegue a perder el aspecto rústico.
Otras variaciones se producen en las casas señoriales,
que a pesar de basarse en el tipo rústico plasman
la posición del hidalgo en el labrado de algunos
elementos constructivos y con escaleras más o
menos suntuosas. La amplitud de los espacios
y el cuidado de las formas muestra el deseo de
contacto con los hábitos urbanos. A pesar de la
visible influencia de la arquitectura monumental Plantas 1ª y 2ª de la Casa do Ribeiro, en Escudeiros, Braga.
setecentista, la transfiguración de la casa de labor
en palacio no es completa.
Volviendo a soluciones menos fastuosas, la homo-
geneidad de la arquitectura de esta región se puede
plasmar en la casa de la parroquia de Escudeiros, al
sur de Braga. Dispuesta en el sentido de pendiente
del terreno, siguiendo la línea Sudoeste-Nordeste,
tiene en planta rectangular alargada, como es
común, que una gran pared divide en dos cuerpos
con funciones y construcción diferentes.
En el cuerpo, macizo, casi sin aberturas, están
semienterradas los almacenes y en la zona superior
las habitaciones y estancias de la casa. La cocina se
encuentra a media altura, aprovechando la pendiente
del terreno. Se encuentra separada del resto de las
dependencias de la casa por gruesos paredes.
En el otro cuerpo yuxtapuesto aparecen dos cuartos
suplementarios y la baranda acristalada, a la que se
accede a través de una escalera amplia y cubierta,
desde la puerta de acceso. En la galería la casa
se abre al paisaje y el cerramiento se hace más
ligero y transparente, dentro de las posibilidades
constructivas
Guimares
Aún resisten a los siglos algunas casas setecentistas
y en ellas se encuentran apreciables ejemplos de
Casa setecentista en el Largo de S. Tiago, Guimaraes. la evolución y trabajo de las barandas se aprecia
una ordenación urbana.
Sobre basamentos de granito con la altura de los
pilares se levantan las paredes de tapia revocada
donde simétricamente se colocan los huecos nece-
sarios. En algunos casos, conforme a la tradición
medieval, se crean salientes en la fachada creando
un perfil recortado, buscando conseguir el espacio
que falta en el interior. Otras se mantienen alinea-
das, ofreciendo al paseante el espectáculo de las
barandas, ricamente ornamentadas. Se protegen
de las lluvias con desmesurados aleros, como sus
parientes rústicas. Un detalle curioso, heredado
de los tiempos en que el vidrio era un lujo en la
inserción del cristal en una sola de las dos hojas
de las puertas.
Villa do Conde
Merece una particular referencia el aspecto limpio,
sin ornamento, de las construcciones. En las casas de
labor sobresalían la entrada, la escalera y la baranda
en la composición general de la arquitectura. Aquí en
Villa do Conde y también en Barcelos se muestra el
mismo deseo de diálogo urbano, de dar valor a la
entrada de la casa. La forma barroca se encuentra
comedida, en el interior, intentando darle al vestíbulo
la expresión más sonora posible.
Arquitectura religiosa
Si hay una provincia en el que se prodiguen las ins-
tituciones sagradas, esa el la del Miño. Monasterios,
santuarios, iglesias, capillas, espadañas y cruceros
se encuentran en todas partes.
Cerca de la frontera con España las capillas de
peregrinación se encuentran aisladas en las cimas
de los montes y están muy cerca de gusto popular.
Mantienen un buen estado de conservación gracias
al cuidado de los fieles, en contraste con las casas
vecinas. Las caracterizan los reducidos medios de
VIII OPORTO 2002 AULA-TALLER b / E.T.S. ARQUITECTURA / UNIVERSIDAD DE SEVILLA
vocabulario constructivo y la gran simplicidad. Planta
reducida a lo esencial, con una nave rectangular
donde un altar ingenuo se enfrenta a poniente por
la puerta del atrio. Cuando el lugar es solitario y
distante se le agrega una casa donde se guardan
los instrumentos de procesión y donde pernoctan
los mayordomos en la víspera de la fiesta. Frecuen-
temente, pero sin constituir una regla, si existe
ábside, el púlpito se instala en la nave mayor para
recibir a los creyentes.
Cuando se encuentran en tierras más fértiles, junto
a poblados, donde son más fáciles las contribuciones
de los parroquianos las iglesias se construyen
mayores y se adornan con los atributos clásicos
barrocos. La expresión se mantiene rústica a pesar de
los pináculos, molduras de las puertas, frontones y
cornisas. Como constante común se mejora el acceso
con escalinatas, plataformas y capillas adicionales,
expresando el orgullo de los fieles.
Cuartel de peregrinos en Ponte da Barca. Detalle de la escalera. La actividad mercantil que tradicionalmente
acompaña las romerías llega a tener incluso sus
instalaciones propias, aunque no suele ser muy
común ya que esta función queda cubierta con el
empleo de tiendas. La iglesia y el atrio se sitúan
en un lado del terreno y el área libre alrededor
permite la concentración de personas y ganado.
Alrededor de la iglesia se disponen los “barracos”,
construcciones permanentes donde los comerciantes
instalan las mercancías.
En las romerías distantes de los poblados, para
acomodar a los peregrinos, las cofradías mandan
construir albergues, denominados cuarteles que no
son más que una sucesión de cuartos dispuestos
linealmente con un techo común en los que una
galería sustentada por columnas les da entrada.
La simplicidad no impide que el resultado sea
bello formalmente, siendo evidente el esquema
de casa rural.
Alminhas
Apelan a la devoción del caminante situándose
junto a los caminos, pidiendo la oración y, si son
posibles, las limosnas. Las hay de muy diferentes
Planta general del Campo de Feira de Sto. Amaro.
tipos: simples nichos en las paredes de las casas,
en un lugar evidente para el que pasa; toscos
Wilfried Wang
A principios de los años 60 se publicó un compendio que recogía a gran escala una serie de edificios de granjas y pueblos
de Portugal (2). Es una recopilación coherente de construcciones que tienen en común el uso directo de materias tales
como granito, madera y cerámica; los ejemplos seleccionados fueron suficientemente variados como para revelar hábitos,
rituales, sistemas de construcción, topografía y clima. El libro se tituló «Arquitectura Popular em Portugal». Sin duda,
existían buenas razones para escribirlo. Por una parte, sus muchos investigadores observaron de cerca la profundidad
de lo popular, haciendo constar los resultados como un hecho incontestable frente a la arquitectura populista oficial del
régimen de Salazar. El libro supone por otra parte un manifiesto para otros arquitectos que habiendo vuelto sus miradas
hacia las tradiciones locales, podían extraer de él la inspiración para una arquitectura contemporánea verdaderamente
popular, que se distinguiera de la mera semejanza a modelos importados.
Participante en la primera parte del libro, Fernando Távora, profesor en la escuela de Oporto desde los años 50, había
realizado una serie de edificios significativos, entre ellos el pabellón de tenis en la Quinta da Conceiçao (1957-58),
mostrando esta búsqueda de una síntesis entre las tradiciones constructivas locales y un lenguaje arquitectónico que
acentuaba la relativa independencia constructiva de los distintos elementos del edificio. El jardín de la Quinta fue refor-
mado manteniendo muros, escaleras, fuentes y pérgolas, no muy lejos de las formas tradicionales, aunque no obstante
presentados de un modo más simple, idealizadas como miembros intemporales de un contexto arquitectónico maduro.
La noción ambigua de «arquitectura popular», que potencialmente puede significar tanto del pueblo como aceptada por
el pueblo podría ser vista como un resto del deseo decimonónico de ver la cultura como un fenómeno unificado, y no
como un organismo con muchas partes que tienen vidas relativamente independientes. El mito que acompañaba este
deseo volvería a aparecer, aunque con un disfraz diferente, a lo largo del siglo veinte, la idea de que cada época tenia
su realización cultural coherente y sus propias formas de expresión, y consecuentemente, la época actual debía tener su
propia cultura unificada. En el campo de la arquitectura, esta llamada a una cultura unificada encontró eco en la búsqueda
de una coherencia visual y formal. Esa fue y ha sido la fuerza motivadora no declarada, que se hallaba detrás de la teoría
y crítica arquitectónica del siglo XX, que ha influido directamente en la práctica de la arquitectura.
La introducción al libro trataba inequívocamente del proceso de «degradación» que ya había comenzado a afectar a la
tradición arquitectónica en consideración (3). Durante las tres décadas siguientes, los cambios en el uso de la tierra y el
origen de los ingresos, de una industria sencilla, en gran parte basada en la agricultura y la pesca, a una de prosperidad,
basada en el turismo y los servicios, han originado unas condiciones irreversibles que reclaman una nueva valoración
OPORTO 2002 AULA-TALLER b / E.T.S. ARQUITECTURA / UNIVERSIDAD DE SEVILLA XI
de la realidad de hoy día. Los cliente tienen poco interés por el origen de los edificios, prefiriendo en cambio el glamour
de los modelos metropolitanos. Por ejemplo, los emigrantes retornados de Europa central y Brasil han cubierto amplias
regiones de Portugal con edificios del tipo «Casa Maison» (la frase en si misma es tautológica), villas idealizadas que
combinan las ansias una vez reprimidas, de poseer una casa de campo francesa (propagadas en revistas como «Maison et
Jardin») con interés aún vivo por elementos tales como azulejos. La introducción al libro es un lamento por la desaparición
de lo que era considerada una tradición arquitectónica coherente. El lamento, no obstante, trataba de dar esperanzas en
que un «equilibrio se restablecería un día por si mismo, correspondiendo a un nuevo periodo histórico». Sin ser capaz de
definir las circunstancias que conducirían a tal retorno al equilibrio entre «ser» interior y exterior, la crítica arquitectónica
contemporánea en Portugal ha tendido a redefinir las necesidades y objetivos, deseos y realidades. Tras la revolución de
Abril de 1974, tales términos fueron quizá mejor asumidos por Alvaro Siza, quien en un tributo a Alvar Aalto escribió:
« La obra de Aalto se arraiga en la tradición finlandesa de manera espontánea y natural
tanto como profundamente intencional y se estructura claramente a partir de la buena
formación racionalista del arquitecto. Piensa que su contribución esencial proviene de un
doble y fuerte distanciamiento frente a las ambigüedades del neo-empirismo, supervivencia
de presupuestos formales o de otro tipo, o respecto a la elaboración rigurosa de un
lenguaje arquitectónico, de modelos y de prototipos de una «nueva arquitectura» que se
supone transformadora. En realidad, es a este distanciamiento al que se refiere de manera
decisiva, durante el periodo más fecundo de su obra, en el momento del esfuerzo colectivo de
reconstrucción de un paisaje devastado, pero también renovado por una lucha de liberación
y por la guerra... Aalto demuestra que el dibujo final nace de un diálogo permanente entre
lo preexistente y el deseo colectivo de transformación. A partir de esto...»
Siendo sinceros con Siza, los objetivos que atribuye a Aalto pueden muy bien ser compartidos por él mismo y sus colegas
de aquel tiempo. Nuno Portas estudió con gran precisión este periodo (4) describiéndolo como un periodo que permitió a
la escuela comprometerse en el diseño de viviendas públicas (el proceso SAAL, 1974-1977); posibilitando a los arquitectos
operar a una escala más amplia que los hasta entonces pequeños encargos de bancos, casas, etc,; estableciendo una
«escuela fuera de la escuela». Esto, en último término, llega a representar una «escuela de rigor», cuyos principios serían
el estudio de la función programática, tipología y ubicación con referencias a la pureza de la arquitectura de principios
del siglo XX, especialmente de fuentes holandesas y alemanas (JJP Oud, L Mies van der Rohe, Bruno Taut, y otros) Le
Corbusier y Aalto, incluyendo sus últimos trabajos.
Sería discutible que los cuatro arquitectos considerados en este ensayo, Joáo Carriho da Graça, Joáo Carreira, Adalberto
Dias y Joáo Alvaro Rocha, compartan algunos de estos principios y deseos no formulados, incluso hasta el punto de
revelar semejanzas superficiales en sus trabajos. En cualquier caso, vistos en el contexto más amplio de otros arquitectos,
especialmente por lo que se refiere a la reciente exposición y catálogo titulados «Arquitectura Portuguesa Contemporánea:
Anos Sessenta / Anos Oitenta», celebrada e la Fundación de Serralves, de Oporto (5), las inevitables diferencias con
otros arquitectos de la época y dentro del mismo grupo pueden apreciarse más claramente.
Ciertamente ya no es conveniente aferrarse a un modelo que pretende buscar una tradición arquitectónica coincidente con
las condiciones consideradas relevantes por los teóricos de la arquitectura y distinta de la arquitectura establecida, oficial,
XII OPORTO 2002 AULA-TALLER b / E.T.S. ARQUITECTURA / UNIVERSIDAD DE SEVILLA
impartida o incluso «clásica» (no popular). En su estado idealizado, el mito histórico de una cultura coherente dentro
de la cual una arquitectura visualmente uniforme ha jugado su papel, debería ser, si no eliminado, al menos revisado
en gran parte. A pesar de la existencia de artesanía y de una sociedad rural y provinciana, la creciente especialización y
producción industrial han originado la pérdida de los medios financieros, tecnológicos, materiales y artesanales necesarios
para construir un entorno propio.
Con todo, es comprensible que los arquitectos se sientan comprometidos con la realización de una contribución coherente
al entorno arquitectónico. Los arquitectos son al mismo tiempo conscientes del carácter particular de un encargo como
objeto individual y formando parte de una totalidad. La misión de la arquitectura es transformar gradualmente el entorno
en el que opera. Cada proyecto y edificio supone tanto un paso en el avance de la experiencia personal del arquitecto
como una posibilidad de contribuir a un discurso arquitectónico más extenso. Este asunto, sin embargo, tiene poco que
ver con el punto de vista en absoluto desinteresado de los historiadores, críticos y teóricos de la arquitectura, acerca de
un ámbito de la producción sobre el que les gustaría tener más control; dudosa pretensión aún si se hace en nombre de
la sociedad en general. Sin querer invadir su territorio metodológico, los historiadores, críticos y teóricos de la arquitectura,
se sienten obligados a dar interpretaciones coherentes de los fenómenos observados, y de ese modo se llevan la pequeña
sorpresa de que su cuidadoso examen de la producción contemporánea (contemporánea desde que la profesión de teórico
o historiador de la arquitectura se hizo respetable el siglo pasado), ofrece poco que pueda ser fácilmente calificado como
un estudio global coherente del trabajo arquitectónico. La frustración resultante ha conducido muy a menudo a un «rappel
á l´orddre» debido a la confusión de los teóricos, críticos e historiadores de la arquitectura.
Con el deseo de hacer una contribución coherente al entorno arquitectónico existente, cada arquitecto valora la integridad
de un proyecto en términos de la respuesta de dicho proyecto al programa, de su relación con el lugar de ubicación y su
cercanía o lejanía a modelos conocidos. De este modo, lo que puede haber sido considerado a final de los 50 y principios
de los 60 como dirección legítima, que por ejemplo nos muestra Fernando Távora en sus numerosos edificios de la época
(p.e. Mercado en Vila da Feira, 1953-59, Convento Franciscano en Gondomar, 1962) tuvo sus oportunos seguidores,
quienes gradualmente, gradualmente desarrollaron sus propias trayectorias (p.e. Alvaro siza, recibiendo impulsos de
modelos respetados y posteriormente, aplicando sobre dichos modelos un proceso de transformación. Aunque ninguna
transformación se considere necesaria, especialmente en el caso en que la «raison d’étre» de un edificio no sea diferente
de la del modelo, la lógica de la arquitectura, compartiendo pretensiones con las otras artes, es evitar la «imitación».
Está claro, sin embargo, que muchos arquitectos han entendido la singularidad del punto de ubicación y del programa al
tiempo que no se sienten ya influidos por una lógica simplista.
Esto ayuda a explicar en parte la persistencia y continuidad de la arquitectura de principios de siglo en el trabajo de la joven
generación de arquitectos, relevante desde el momento en que puede fusionar los modelos de vida contemporáneos con
una lógica formal que ofrece claridad constructiva y diversidad espacial. Una razón para la elección de esta arquitectura
es la resistencia a los «jugueteos» arbitrarios ocurridos tras el desarrollo comercial de finales de los 70 y los 80 que ha
asumido el presuntuoso rol de una arquitectura popular apropiándose fatuamente de motivos tectónicos.
Aunque la variedad de razones para la elección hecha por los jóvenes arquitectos portugueses pude ser comprendida con
OPORTO 2002 AULA-TALLER b / E.T.S. ARQUITECTURA / UNIVERSIDAD DE SEVILLA XIII
cierta simpatía, no se justifica plenamente cada aspecto de los diseños en cuestión. Al perseguirse un expresión formal
que sea capaz, a través de los medios más directos y simples, de contener un abanico de significados, posibilitando un
empobrecimiento que llegue a una mera reducción formal, el moderno proyecto de ilustración requiere constantemente
un reajuste de tales medios y significados. El juqueteo formal lo llevan a menudo a cabo aquellos que son incapaces de
expresarse por si mismos en el mismo medio. Los gestos gráficos evidentes se convierten en acts paternales, los juegos
formales que están ocultos a la visión normal, a la perspectiva (donde ciertas partes del edificio se suponen girados,
cortados, interpretados, traídos y llevados), existen sólo en las mentes de los diseñadores, no en la realidad. En las raras
ocasiones en que el dinamismo deseado de tales movimientos mecánicos y compositivos merecen ser diseñados, no
debería realizarse como un acontecimiento bidimendional ficticio, sino como una experiencia que se debe tener mientras
se ocupan tales formas y espacios así diseñados.
Aceptando el predominio del hormigón armado y el enfoscado en los edificios contemporáneos, los límites de los vanos
y del grado de esbeltez son puestos a prueba una y otra vez, pero también la aparente independencia de los elementos
tectónicos es frecuentemente enfatizada, quizá para subrayar la afinidad con sus antepasados: Van der Rohe, Wright
Rietveld, Van Doesburg, etc. Llega un momento, en cambio, en que la puesta a prueba de los límites estructurales y
tectónicos se ha vuelto una diversión puramente formal, donde los límites de la investigación han sido de hecho reconocidos
y donde la disminución y moldeado de superficies y elementos satisface más al diseñador que al usuario. Los juegos
que han sido apuntados arriba tienen su origen sobre dos dimensiones, en planta sección o alzado. La experiencia de
edificios estilizados sin recurrir a tales juegos, debería demostrar lo saludable de esta práctica, pero mucho nos tememos
que tales juegos continuarán.
El predominio del enfoscado como superficie final permite el modelado de muchas formas: no obstante, aparte de la posible
falta de rigor en la construcción de la subestructura, existe la sensación de que los arquitectos se han dado licencia para
inventar complejas superficies que, aún estando en la mejor tradición del Barroco, permanecen mudas ante los que son
incapaces de comprometerse con las reglas de alineamiento geométrico. Este no es un problema particular de Portugal.
El deseo de hacer frente a las tecnologías de construcción contemporánea con todas sus consecuencias ofrece una serie
de posibilidades, siendo la más radical de ellas el compromiso con procesos y materiales básicos, extrayendo de ellos una
abstracta, y no reductiva paleta, de la cual puede resultar una elocuente concepción espacial y tectónica. Un temprano
ejemplo de tal aproximación a la tecnología podía ser la piscina de Alvaro Siza, en Leça de Palmeira. Aquí el hormigón
armado y la madera pintada son el equivalente arquitectónico de la accidentada línea costera bañada por el mar. Aunque no
es cierto pretender que la arquitectura pueda renovarse por si misma por medio de las «nuevas tecnologías constructivas»,
la dimensión constructiva constituye, no obstante, un aspecto fundamental de la disciplina arquitectónica.
Aparentemente contrario a los efectos debilitadores de los juegos formales es el poder arrollador de la configuración fuerte.
Completo, autosuficiente y firme, el edificio singular, aunque con pequeñas matizaciones, expresa no sólo la tradición
clásica de perfiles simples en edificios públicos y privados sino también los deseos personales del diseñador. Aparte del
interés por integrar los edificios de su entorno, permitiendo a los interiores fusionarse con el exterior extendiendo los
muros más allá de los confines de un recinto mínimo, caracterizando, en efecto, la arquitectura como un paisaje duro
(p.e. Pabellón de Van der Rohe, Barcelona), la configuración simple restablece las diferencias entre las disciplinas y
XIV OPORTO 2002 AULA-TALLER b / E.T.S. ARQUITECTURA / UNIVERSIDAD DE SEVILLA
vuelve a épocas anteriores a la abstracción. La influencia de Adolf Loos sobre la arquitectura portuguesa se ha hecho
más evidente desde los años 80, siendo el tratamiento loosiano de la fachada lo que ha tenido mayor impacto, y no
su concepción espacial. Como algunos de sus contemporáneos, Loos estaba interesado en el tema del diseño urbano
y de la vivienda, algo que podría ser denominado hoy día diseño de asentamientos (settlement design). Es un interés
que ha sido ampliamente compartido por la profesión, especialmente en Portugal desde la Revolución de Abril. Portugal
ha estado haciendo frente a las migraciones de población del campo a las ciudades, o mejor dicho, a las periferias de
las ciudades, o mejor dicho, a las periferias de las ciudades, tanto como al constante flujo y reflujo de emigrantes entre
las ex-colonias y los nuevos paises «socios» de la Comunidad Europea. Los problemas de vivienda en Portugal, son tan
agudos como lo fueron durante muchas de las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, al disminuir el ímpetu
de mediados de los 70.
En los últimos años, se han visto los frutos de la pertenencia de Portugal a la C.E.E. Se han construido nuevas infraes-
tructuras y edificios públicos, en parte financiados por el Gobierno portugués, y en parte por la C.E.E.
En general, se hicieron grandes encargos para edificios públicos existiendo otros muchos proyectos de menor envergadura.
En estas circunstancias, la generación mas joven solo tuvo la posibilidad de trabajar en proyectos relativamente grandes,
tales corno viviendas unifamiliares, edificios de apartamentos e instituciones culturales para los gobiernos locales y central.
Los temas generalmente menos gratificantes de ampliaciones y remodelaciones fueron, por tanto, dejados de lado incluso
por parte de los arquitectos más jóvenes. La experiencia de proyectos complejos en una serie de años en los despachos
oficiales daría a los clientes confianza en su compromiso con una practica establecida de nuevo. El trabajo seleccionado
de una pequeña muestra de jóvenes arquitectos portugueses, se debe valorar por confrontación con algunos de los puntos
citados anteriormente. Se trata de una muestra reductiva, pues vista desde una perspectiva pluralista, no sustituye a un
amplio cuerpo al que tantos contribuyen.
CONCLUSIONES
Si la colherencia siempre ha sido buscada por una profesión consciente de inevitables procesos de cambio, especialmente
en el ámbito de la industria, en la que solo tiene una mínima participación (en la mayoría de los paises los arquitectos
trabajan en menos del 10 % del volumen total de construcciones y no todo ese 10% es de la misma calidad) y en el cual
Ia libertad de expresión como un principio democrático, aceptado mayoritariamente, se ha convertido en el motor de una
mayor diversidad visual, el resumen detallado de esos cuatro arquitectos de Portugal, sólo puede indicar algunos aspectos de
la profesión en una sociedad en concreto. Existe una dependencia inicial de proyectos relativamente pequeños que incluye
casas unifamiliares, como medio para desarrollar las habilidades profesionales y tal vez un conjunto personal de intereses
arquitectónicos. Una parte de estos encargos, representa el desafío, indirecto para el arquitecto, de valorar la industria
de la construcción y su artesanía. Además, se interpreta como constante común la atención a la selección de materias,
el detalle, el elemento tectónico, una concepción de la creación de espacio y del lugar de ubicación y una actitud general
dirigida a la morfología arquitectónica. Estos son algunos de los aspectos profesionales de una actividad, la construcción,
que está implicada profundamente en la creación de los elementos diarios de una cultura. Hablar sobre la relevancia o
validez dé una dirección en arquitectónica comparada con otra, seria tema para otro análisis. No obstante, el asunto de
la coherencia abarca un amplio campo de intereses, no solamenie el de la profesión. Cuando los editores de Arquitectura
Popular em Portugal expresaron su creencia en que un equilibrio se restableceria algún dia como base adecuada para un
nuevo periodo histórico, la teoria e historia arquitectónicas estaban todavia influenciadas por un aire decimononico, ideas
del ‘Gesamtkunstwerk: la obra de arte en su totalidad y su relación con un periodo cerrado de tiempo historico.
El hecho de que un conjunto de trabajos, sorprendentemente coherentes, existan entre una serie de jóvenes arquitectos
portugueses, no deberia distraer la atención sobre el hecho de que, en primer lugar, hay diferencias entre ellos como
hemos intentado demostrar con nuestras observaciones, y que, en segundo lugar, representan una parte insignificante de
la arquitectura contemporanea portuguesa, y que por último, incluso si las escuelas, revistas de arquitectura y el publico
en general, aceptan completamente la gran tradición actual de arquitectura moderna, hay ya un sobrecogedor entorno
construido que existe desde hace tiempo y que hasta ahora ha podido resistir el gran daño producido en las últimas
décadas. Queda claro que el equilibrio necesario entre interior y exterior, entre deseos y percepciones, debe empezar en
la profesión antes que esperarlo de la sociedad en general. Si la sociedad contemporánea encontrara alguna vez una
manera capaz de conciliar lo que de hecho existe ‑como interactuan las fuerzas y cómo los desequilibrios, ia destrucción
estética‑ con sus deseos y el que esos deseos deben alguna vez formularse como un consenso convincente sigue siendo
una cuestión abierta. La dinámica de la interacción social, tanto hoy como en el pasado, sugiere que existe una asincronía
entre reconocimiento y consenso para actuar. La misión del profesional, no sólo en Portugal, es la de tener en cuenta el
entorno tal como existe, con todas sus imperfecciones. Fue la gran tarea iniciada por otros motivos y con otros resultados
por los investigadores de Arquitectura Popular em Portugal’.
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Las ideas y el talento de arquitectos individuales, como los mencionados aquí son parte de una relación constante con
la cultura en general; pero estas cualidades deben ser complementadas por un compromiso mas amplio con el entorno;
arquitectura, junto con paisaje y diseño urbano, deberían emerger de sus papeles de agentes que solucionan areas parciales
y reflejan en el diseño una valoración ecologicamente mas amplia. Sin esto, incluso el mayor número de villas, perfectos
jardines o pueblos conservados, no serían sino fragmentos en una egoísta red de movimientos de tráfico, aparcamientos
de varias plantas y amplias zonas comerciales. Si alguna vez tuviera lugar tal recopilación, seria la base para un equilibrio
que haya desechado el ideal decimonónico de una perfecta armonía.
Agosto, 1991
Notas
(1) En respuesta a la petición por parte de la Demarcación en Sevilla del C.O.A.A.Oc. el ensayo se centra en el trabajo de cuatro arquitectos portugueses Joáo Carreira.
Joáo Carriho de Graça. Adalberto Dias y Joaáo Alvaro Rocha.
El autor agradece a la Fundaçao de Serralves de Oporto la invitación a participar en una conferencia sobre arquitectura europea, brindándole la oportunidad de visitar la exposición
«Arquitectura Portuguesa Contemporánea: Anos Sessenta / Anos Oitenta», organizada por Nuno Portas y Manuel Mendes bajo los auspicios de Fernando Pernes.
(2) Sindicato Nacional dos Arquitectos (Ignacio Peres Fernandes, Manuel Mendes Tainha, Rui Mendes de Paula y Jose Rafael Botelho) Arquitectura Popular em Portugal.
Lisboa 1961: segunda edición, Asociaçao dos Arquitectos Portugueses, Lisboa 1980.
(3) Ibid. p XXI y en el resumen inglés, pp 718-719
(4) Nuno Portas «Portugal Interpretación contextual e importación de modelos» en 9H, nº 5 pp 41-42
(5) Nuno Portas, Manuel Mendes: Arquitectura Portuguesa Contemporánea. Porto 1991.
(6) Entrevista con Pedro Ravaro, Nuno Vidigal y Tiago Oliveira con Joao Carrilho da Graça en Utopica nº2. 1989.
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PLANO DE MATOSINHOS
2 puente de garabit
Gustave Eiffel (1877)
16 boutique nina
A. Siza (1983)
CONTENIDO Pag
37 AYUNTAMIENTO 43
F. Távora (1963-67)
38 deposito de agua de la universidad 44
A. Siza (1978)
39 biblioteca de la universidad 45
A. Siza (1988)
40 residencia de estudiantes 46
A. Dias (1988-89)
41 departamento de geociencias 47
E. Souto (1989)
42 facultad de ingenieria mecanica 48
A. Dias (1998)
Aveiro se sitúa sobre el pintoresco estuario formado
en la desembocadura del Vouga, que recuerda
vagamente a los paisajes holandeses de Zuiderzée.
Se la conoce también como la Venecia portuguesa.
Desde las principales vías de acceso, a Aveiro se llega
por la calle S. Sebastiao, que se prolonga en la calle
Eca da Queiroz, a la que se abre la Rua Santa Joana,
que conduce al museo y a la Sé (catedral).
El Museo Regional se encuentra en el antiguo Con-
vento de Jesús o de S. Joana. Mas allá del museo,
la Rua S. Joana va a desembocar en un bello calvario
del siglo XVI. Detrás se levanta la Sé (catedral),
antigua Iglesia Nossa Senhora Da Gloria, construida
en el siglo XVI, con fachada de granito y portada
enmarcada con columnas salomónicas.
Volviendo hacia atrás por la Rua Santa Joana, se gira
a la izquierda y se desciende por la Rua Combatentes
Da Grande Guerra. Esta conduce a la Praça Marques
De Pombal, sobre la que se levanta la antigua
Iglesia de los Carmelitas del siglo, el nuevo Palacio
de Justicia construido por el arquitecto Rodrigues
Limas (1961) y en el fondo el Gobierno Civil. Mas
allá de la Praça Marques de Pombal se llega a la
Praça Da Republica coronada por la estatua de Jose
Estevao Maghalhaes (1809-1862), en la que se
encuentra el Paço Do Concelho (ayuntamiento),
sólida construcción de fines del XVIII, el teatro y
la Iglesia Da Misericordia (1599-1622), con una
bella portada.
Un poco mas allá, la calle desemboca en un puente
que cruza un canal, conformando el punto más
pintoresco de la ciudad. A la izquierda, en la otra
orilla, se encuentra el Rossio, un gran palacio orna-
mentado con la estatua en bronce de Joao Afonso
de Aveiro, quien guió a los navegantes portugueses
en el camino de las Indias. Este monumento fue
erigido en 1959 para conmemorar el milenio de
Aveiro. En las proximidades del Rossio se encuentra
el mercado del pescado.
A la derecha del puente, sobre una plaza con el
monumento a los Caídos de la Guerra, se abre
la avenida Dr. Lourenço Peixinho que alberga los
principales comercios de la ciudad y conduce a la
estación.
PLANO DE BRAGA 49
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PLANO DE EVORA 53
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PLANO DE GUIMARAES