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BSC: MEDEICIONES QUE IMPULSAN EL DESEMPEÑO

UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS ESPE - LATACUNGA

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVAS Y DE


COMERCIO

Carrera de Finanzas y Auditoría

ALUMNO: Gino Xavier Sánchez Gómez

FECHA: 16 de Octubre de 2019

EL BALANCED SCORECARD: MEDICIONES QUE IMPULSAN EL


DESEMPEÑO

El Balanced Scorecard permite ver la organización desde cuatro perspectivas: la del


cliente, la interna, la de innovación y aprendizaje y la perspectiva financiera. En todas
ellas es posible hacer mediciones para poner al centro la estrategia y la visión.

Una buena analogía para entender el Balanced Scorecard es la de los instrumentos e


indicadores en la cabina de un avión. Gracias a ellos, los pilotos obtienen información
acerca de diversos indicadores relacionados con el vuelo: cantidad de combustible,
velocidad del aire, altitud, curso, destino y otros. Si los pilotos dependieran solamente de
un instrumento, el resultado sería catastrófico. Del mismo modo, el manejo de una
organización requiere que los ejecutivos tengan una visión amplia que involucre diversos
indicadores simultáneamente en varias áreas.

Una ventaja del Balanced Scorecard es que evita el exceso de información al limitar el
número de indicadores empleados, enfocándose en aquellos que son relevantes para el
cumplimiento de los objetivos estratégicos trazados.

Así, el Balanced Scorecard reúne en un solo informe de gestión muchos elementos que
se encuentran aparentemente dispersos en la agenda competitiva de la organización: el
enfoque en el cliente, la reducción de los tiempos de respuesta, mejoras en la calidad, el
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trabajo en equipo, la reducción de los tiempos de lanzamiento de nuevos productos y la


gestión de largo plazo.

Las mediciones contable-financieras tradicionales (como Retorno sobre la inversión o


Ganancias por acción) suelen resultar inadecuadas, especialmente en lo referido a su
habilidad para indicar mejoramiento o innovación a largo plazo.

Para corregir sus defectos, algunos se han centrado en mejorar las mediciones financieras,
mientras otros las han desechado completamente, pensando que lo importante es mejorar
las operaciones (esas mejoras se verán reflejadas posteriormente en los resultados
financieros).

Pero la realidad indica que los ejecutivos no dependen exclusivamente de las mediciones
financieras u operativas, ya que ninguna por si sola puede proveer una visión completa
de toda la empresa. Lo que necesitan es una presentación balanceada, que muestre las
mediciones financieras y operativas a la vez.

La perspectiva del cliente: aquí la pregunta clave es: ¿cómo nos ven los clientes? El
Balanced Scorecard exige contar con indicadores específicos que reflejen los factores que
son importantes para los clientes, los que se suele agrupar en cuatro categorías: tiempo,
calidad, desempeño y servicio. Las empresas deben proponerse metas para cada una de
estas y traducirlas en indicadores específicos.

La perspectiva interna de la organización: se trata de responder a la pregunta: ¿en qué


debemos ser los mejores? Aquí el enfoque de los ejecutivos debe ir por el lado de las
operaciones internas claves que permitan satisfacer las necesidades de los clientes. Las
mediciones internas deben provenir de los procesos que impactan más en la satisfacción
del cliente: los factores que afectan los tiempos de ciclo, la calidad, las habilidades de los
trabajadores y la productividad.

La perspectiva de innovación y aprendizaje: esto implica responder a: ¿se puede seguir


mejorando y creando valor? Las empresas deben realizar mejoras continuas a sus
productos y procesos existentes e introducir productos totalmente nuevos con mayores
capacidades. El valor de una empresa mejora con el incremento de su capacidad para
innovar, mejorar y aprender. Sólo a través de su capacidad para lanzar nuevos productos,
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crear más valor para los clientes y mejorar continuamente las eficiencias operacionales la
empresa puede penetrar nuevos mercados y aumentar sus ingresos y márgenes. Y todos
estos factores también debe medirlos y establecer indicadores.

La perspectiva financiera: ¿Cómo nos vemos ante los accionistas? Es la pregunta que
debe responder esta perspectiva planteada por el Balanced Scorecard. Las metas
financieras se relacionan con la rentabilidad, el crecimiento y el valor para el accionista.

Estas mediciones indican si la formulación y ejecución de la estrategia están


contribuyendo a mejorar las ganancias. Incluyen las tradicionales medidas de
rentabilidad, crecimiento y valor. Aunque muchos critican su validez, son fundamentales:
sin rentabilidad, no hay empresa. Normalmente, las mejoras en las tres primeras
perspectivas deberían redundar en mejoras financieras, pero no necesariamente siempre
sea así; de allí la importancia de estas mediciones, que pudieran reflejar un problema en
la estrategia o su implantación.

En conclusión el Balanced Scorecard incluyen, colocar la estrategia y la visión en el


centro, y no el control. Minimiza la sobrecarga de información, al limitar el número de
mediciones que se analizan. Al combinar las distintas perspectivas, ayuda al gerente a
entender muchas interrelaciones, lo que le permite a trascender las barreras funcionales
tradicionales, mejorando la toma de decisiones y la resolución de problemas.

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