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CORRESPONDENCIA

quiatría jurídica, como también para la neuro- Sí es cierto que para el lector que no tenga a
Eficacia de una fórmula logía en cualquiera de sus facetas clínicas, su alcance el manual del WAIS-III será difícil
de estimación de la inteligencia investigadoras y periciales, como se desprende consultar las características demográficas de
premórbida en la población de su publicación en Revista de Neurología, la muestra. A continuación se detalla una tabla
sería de agradecer que los autores nos propor- descriptiva de la muestra sobre la que se hizo
española cionaran los datos necesarios para poder eva- el estudio. Las variables sobre las que se hace
luar de forma adecuada no sólo la validez, sino un estudio de frecuencias están codificadas tal
Recientemente, A. Bilbao-Bilbao y N. Seisde- también la eficacia de la fórmula de estima- y como aparecen en el artículo (Tabla I).
dos han publicado en Revista de Neurología ción de la inteligencia premórbida en la pobla- En referencia al punto número 2, Cristóbal
[1] un artículo sobre una cuestión muy rele- ción española que sugieren en su artículo. Carnero Pardo indica que ‘no queda clara la
vante que ha recibido escasa atención en cas- relación lineal entre las variables predictoras y
tellano. Como ellos bien señalan, el conoci- C. Carnero-Pardo el coeficiente intelectual (CI). Otros estudios y
miento del nivel cognitivo premórbido, sea en el sentido común apuntan a que en algunos
forma de coeficiente de inteligencia (CI) o de Recibido: 08.04.04. Aceptado: 10.06.04. casos (nivel educativo o región geográfica, por
cualquier otro parámetro válido, es de capital Sección de Neurología. Hospital Torrecárdenas. Al- ejemplo) la relación lineal no existe’.
interés desde el punto vista clinicodiagnósti- mería, España. Efectivamente, puede parecer poco clara la
co, pronóstico y pericial, por lo cual, es enco- Correspondencia: Dr. Cristóbal Carnero Pardo. Sec- relación que puede existir entre región geo-
miable y muy bienvenido su esfuerzo en pro- ción de Neurología. Hospital Torrecárdenas. Paraje gráfica o nivel educativo y el CI. Sin embargo,
porcionar un modelo de predicción basado en de Torrecárdenas, s/n. E-04009 Almería. E-mail: son numerosos los estudios que señalan estas
ccarnerop@supercable.es
variables demográficas, sobre todo si se basa, relaciones. Las más claras se encuentran entre
como en su caso, en el análisis de una tan el nivel educativo y el CI. De hecho, el núme-
amplia muestra. No es menos cierto que el uso BIBLIOGRAFÍA ro de años de educación o nivel educativo es
de un modelo inadecuado puede ser tan malo el mejor predictor del CI de una persona (refe-
o peor que el no disponer de ninguno. 1. Bilbao-Bilbao A, Seisdedos N. Eficacia de rencias 2, 5, 11, 13 y 15 del artículo original).
La lectura del artículo referido plantea du- una fórmula de estimación de la inteligencia En definitiva, estos artículos ponen de relieve
das razonables sobre la validez e idoneidad premórbida en la población española. Rev que, por lo general, cuantos más años de edu-
del modelo propuesto, ya que existen cuestio- Neurol 2004; 38: 431-4. cación, más se desarrollan distintas funciones
nes relevantes que en algunos casos no en- cognitivas, y conjeturan que es probable que
cuentran respuestas en los datos que se pro- las personas con una mayor capacidad cogni-
porcionan, y en otros la respuesta que se halla tiva sean las que más lejos llegan en los estu-
no es satisfactoria o es confusa. Así, por citar Réplica. Eficacia de una fórmula dios. Otras relaciones menos claras son las
algunos ejemplos: de estimación de la inteligencia que se pueden dar entre el CI y variables
– Se echa en falta una descripción de la mues- como la región geográfica de un país, el sexo
tra y de la distribución de las variables con- premórbida en la población o la zona de residencia (rural/urbana). Los es-
sideradas en la misma. española tudios que se han citado anteriormente indi-
– No queda clara la relación lineal entre las can que estas variables tienen una correlación
variables predictoras y el cociente de inte- Muy acertadamente, el doctor Carnero Pardo estadística innegable con el CI. Atribuyen esta
ligencia; otros estudios y el sentido común señala una serie de puntos que, como autores relación a diferencias en cuanto al nivel so-
apuntan a que en algunos casos (nivel edu- del artículo ‘Eficacia de una fórmula de esti- cioeconómico de las personas de las regiones
cativo o región geográfica por ejemplo) la mación de la inteligencia premórbida en la o zonas, modelos educativos, expectativas fa-
relación lineal no existe. población española’, publicado recientemente miliares y diferencias entre sexos. Esta rela-
– No se justifica la categorización que se uti- en la Revista de Neurología, creemos que es ción lineal se ha demostrado ampliamente en
liza, sin que se encuentre, pues, explicación oportuno aclarar. Efectivamente, la informa- diversos estudios; pero, lo que es más impor-
alguna a por qué la primera categoría de la ción que aparece en el artículo es insuficiente tante, como veremos a continuación, es que
edad es 16-19 (intervalo de 4 años), la ter- para justificar per se la utilización de dicha existe una justificación empírica para su utili-
cera, 25-33 (intervalo de 9 años), y la cuar- fórmula en la práctica clínica, legal y de zación en nuestro estudio.
ta, por ejemplo, 35-54 (intervalo 20 años). investigación. Detrás de todo trabajo de inves- En referencia al punto número 3: ‘No se
– No es muy apropiado desde el punto de tigación hay líneas previas que justifican la justifica la categorización utilizada, no encon-
vista metodológico convertir las variables utilización de una serie de métodos y una trando pues explicación alguna a por qué la
categóricas en una variable cuantitativa u serie de pasos que, en ocasiones, no se publi- primera categoría de la edad es 16-19 (inter-
ordinal; no puede existir explicación a que can de manera íntegra, para facilitar la com- valo de cuatro años), la tercera 25-33 (interva-
ser andaluz tenga un valor de su coeficien- prensión de la investigación. Sin embargo, es lo de nueve años) y la cuarta, por ejemplo, 35-
te (beta) cuatro veces mayor que ser vasco lógico que el lector inquieto o mejor formado 54 (intervalo de 20 años)’. La conversión de la
pero sólo tres veces mayor a ser catalán. La tenga dudas razonables o necesite mayor can- variable cuantitativa de edad en variables
utilización de variables dummy o indicado- tidad de datos para confiar en los resultados categóricas de grupos de edad se realizó en el
ras o el uso de otras técnicas de regresión que apuntan los autores. De la carta recibida estudio original del WAIS-III en Estados Uni-
quizá hubiera sido más apropiado. del Dr. Carnero Pardo hemos extraído seis dos, en función de las edades en las que se vio
– No se proporciona ninguna información puntos que creemos que debemos comentar. que las medias del CI total eran homogéneas.
sobre el modelo que permita al lector cono- En referencia al punto número 1: ‘Se echa Este procedimiento se realiza para poder ofre-
cer la incertidumbre asociada a las predic- en falta una descripción de la muestra y de la cer grupos de referencia en los que la signifi-
ciones, la ganancia en significación que distribución de las variables consideradas en cación estadística de las medidas sea más
proporciona cada una de las variables con- la misma’. En el artículo, se cita que la mues- representativa. Efectivamente, no son grupos
sideradas ni la importancia relativa de cada tra es la que se utiliza en el estudio de norma- homogéneos en cuanto a intervalo de edad,
una de ellas en el mismo. lización del WAIS-III y que todos los datos pero sí lo son en cuanto a su funcionamiento
– No se realiza un adecuado diagnóstico del referentes se pueden consultar en el manual intelectual. Si bien es cierto que la editorial
modelo, por lo que no podemos saber con la (TEA Ediciones). Dicha muestra se seleccio- que edita la prueba del WAIS en España no ha
información que se proporciona en qué me- nó aleatoriamente para que fuera representati- replicado el estudio de homogeneidad de los
dida son válidas las predicciones generadas. va en cuanto a las variables demográficas que grupos de edad, esto responde a criterios de
se citan en el artículo, de acuerdo con el censo publicación y de homogeneidad de la publica-
Dada la importancia y relevancia de la cues- de población de 1991 y un avance del censo de ción del WAIS en los distintos países, y puede
tión, tanto para la psicología, para la neuropsi- población de 1996 que realizó el Instituto Na- que éste sea, probablemente, una de las caren-
cología (clínica y de investigación) y la psi- cional de Estadística. cias del presente estudio.

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CORRESPONDENCIA

Tabla I. Descripción de la muestra. En nuestro modelo, las correlaciones par-


Edad Sexo (H/M) Grupo edad Nivel educativo Zona residencia Región ciales, que indican el peso de cada variable en
la estimación final, son las siguientes: educa-
Población general Media: 41,4799 666/703 1= 163 1= 301 1= 659 1= 348
(n = 1.369) DT: 19,149 2= 153 2= 432 2= 476 2= 299 ción, r = 0,507; edad, r = 0,277; sexo, r = 0,111;
3= 272 3= 525 3= 234 3= 359 región, r = –0,078; zona, r = –0,077.
4= 136 4= 111 4= 363 En referencia al punto número 6: ‘No se
5= 237 realiza un adecuado diagnóstico del modelo,
6= 136 por lo cual, no podemos saber con la infor-
Menores de 65 años Media: 35,4089 574/578 1= 163 1= 170 1= 555 1= 294 mación que se proporciona en qué medida
(n = 1.152) DT: 13,915 2= 153 2= 366 2= 399 2= 247 son válidas las predicciones que se generan’.
3= 272 3= 508 3= 198 3= 303 La tabla III del artículo (p. 432) aporta los
4= 408 4= 108 4= 308
5= 156
índices de correlación entre el CI estimado
por la fórmula y el CI real en un grupo de
Mayores de 65 años Media: 73,7097 92/125 1= 8 1= 131 1= 104 54 167 sujetos. Los análisis que se reflejan en es-
(n = 217) DT: 7,102 2= 136 2= 66 2= 77 52
ta tabla suponen, a nuestro parecer, la prueba
3= 17 3= 36 56
4= 3 55 diagnóstica del modelo. Suponemos que es-
tos datos son suficientes para satisfacer la
curiosidad del lector sobre lo que es adecua-
Tabla II. Análisis de varianza de las distintas variables demográficas en relación al CI.
do y la validez de las predicciones que el mo-
n Media DT ANOVA delo estadístico genera.
Sexo Agradecemos el interés que nuestro trabajo
ha suscitado en los lectores y esperamos que
1. Hombre 666 116,8213 24,8587 Sig. = 0
los datos que ofrecemos en esta carta ayuden
2. Mujer 703 111,2105 22,2045 a clarificar las dudas que se puedan presentar.
Educación
A. Bilbao-Bilbao a, N. Seisdedos-Cubero b
1. Sin estudios; estudios primarios 301 100,0598 22,9391 Sig. = 0
2. Bachillerato superior no finalizado 432 108,1644 21,7063
Recibido: 15.07.04. Aceptado: 16.07.04.
3. Bachillerato superior finalizado 525 122,3162 19,4003 a
Unidad de Neuropsicología. Centro Estatal de
4. Diplomas y títulos universitarios 111 134,4414 22,1112 Atención al Daño Cerebral. b Facultad de Psicolo-
gía. Universidad Complutense de Madrid. Madrid,
Región España.
1. Norte 348 113,5402 22,8267 Sig. = 0 Correspondencia. Dr. Álvaro Bilbao Bilbao. Unidad
2. Centro 299 115,3378 23,4669 de Neuropsicología. Centro Estatal de Atención al
Daño Cerebral. Río Bullanque, 1. E-28034 Madrid.
3. Este 359 119,2786 24,3710 E-mail: alvarobilbao@eresmas.com
4. Sur 363 107,8926 22,6753
Zona
1. Urbana (+50.000 hab. o capital de provincia) 659 115,2853 23,7747 Sig. = 0,016 El tálamo y la nocicepción
2. Intermedia (10.000-49.999 hab.) 476 113,9601 24,2650 de la cabeza
3. Rural (menos de 10.000 hab.) 234 110,1111 21,8853
Leí con detenimiento el interesante artículo de
M.V. Perea-Bartolomé y V. Ladera-Fernán-
En referencia al punto número 4, se hace dependiente (CI). En otras palabras, que las dez, titulado ‘El tálamo: aspectos neurofun-
referencia a que ‘no es muy apropiado desde diferencias en cuanto a variables demográfi- cionales’, en el que se hace la anotación de
el punto de vista metodológico convertir las cas de un sujeto sí tienen una influencia sobre que en el núcleo ventral posterior, el ventro-
variables categóricas en una variable cuantita- el CI. De hecho, esta afirmación, que a conti- posteromedial recibe información nociceptiva
tiva u ordinal: no puede existir explicación a nuación demostramos, constituye el funda- desde la cara y el ventroposterolateral del res-
que ser andaluz tenga un valor de su coefi- mento teórico de todo el artículo, si bien estos to del cuerpo [1]. Aunque en algunos textos
ciente (beta) cuatro veces mayor que ser vasco datos se han obviado en el artículo original, ya del área de la neurociencia se hace una anota-
pero sólo tres veces mayor a ser catalán. La que hay varias publicaciones que ponen de ción similar, disiento un tanto de ésta con base
utilización de variables dummy o indicadoras relevancia este fenómeno, nos parece oportu- en los siguientes razonamientos. Puesto que la
o el uso de otras técnicas de regresión quizá no que estas diferencias queden reflejadas cara se define como el componente de la cabe-
hubiera sido más apropiado’. aquí, para que quede constancia de la existen- za situada en la parte anterior del cráneo [2]
Si bien es cierto que no siempre es apropia- cia de dicho fenómeno en la muestra que nos –comprendida entre la frente y la barbilla, así
da la conversión de variables categóricas en ocupa y para los lectores que no estén tan como entre una oreja y otra [3]– se está omi-
variables cuantitativas, los análisis múltiples familiarizados con este campo (Tabla II). tiendo la información nociceptiva de la parte
de varianza (ANOVA) realizados por los auto- En referencia al punto número 5: ‘No se superficial media y posterior de la cabeza,
res y por otros autores (referencias 5, 11 y 15 proporciona información alguna sobre el además de los elementos meníngeos y vascu-
del artículo original) sí justifican que se con- modelo que permita al lector conocer la in- lares del encéfalo. Esto da pie para interpretar
viertan estas variables categóricas en varia- certidumbre asociada a las predicciones, la que el complejo ventroposterolateral, que
bles dummy. Esperamos que la siguiente ta- ganancia en significación que proporciona recibe la información nociceptiva del resto del
bla, que recoge un análisis múltiple de varian- cada una de las variables consideradas ni la cuerpo, incluya necesariamente por sustrac-
za, sea suficiente para justificar que sí existe importancia relativa de cada una de ellas en el ción de elementos corporales la información
una influencia diferencial de los distintos mismo’. Para contestar a estos argumentos, nociceptiva de la parte posterior y media de la
valores que puede adoptar una variable demo- sólo podemos decir que los modelos de regre- cabeza, de las meninges y de los vasos encefá-
gráfica sobre el CI y, por tanto, que la utiliza- sión, como los que se utilizan en esta investi- licos. Sin embargo, como algunos autores
ción de variables cuantitativas en este caso gación, añaden variables solamente si éstas indican que el núcleo ventral posteromedial es
está justificado por la influencia diferencial de variables añaden significación al modelo final. el núcleo de terminación de los tractos trige-
cada variable independiente (región geográfi- Por lo tanto, es la estadística la que dice si minotalámicos [4,5], que reciben de los nú-
ca, zona, sexo y educación) sobre la variable estas variables deben o no estar en el modelo. cleos somatosensitivos trigeminales [6] infor-

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