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Sostenibilidad ambiental en Colombia

Presentado a
Rodrigo Rey Galindo

Jenny Paola Valero Gordo


20151185039

Grupo: 502

Universidad Distrital Francisco José de Caldas


Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales
Administración Ambiental
Administración de Recursos Naturales
Bogotá
Sostenibilidad ambiental en Colombia

“Entonces, ¿Desarrollo sostenible en Colombia? Cuando, como lo ha señalado el senador


Robledo, la plata que normalmente se asigna para cubrir daños ambientales, es decir las
regalías, van a ser centralizadas para cubrir el déficit fiscal y pago de deuda, dejando
municipios y departamentos con menor posibilidad de solucionar las lacras sociales
dejadas por proyectos de “desarrollo”. ” (Alfonso, 2011)

En la actualidad, el concepto de desarrollo sostenible es ampliamente tratado


como una de las metas principales para “cambiar” los diferentes puntos de vista en
relación a los paradigmas existentes en el orden ambiental, social y económico
donde se tienen estos como ejes principales en la transición, con el fin de llegar a
un estado en el que las actividades que impliquen avances correspondan a la
completa satisfacción de las necesidades como uno de los objetivos principales para
llegar a cumplir con el propósito de desarrollo, y llegar a tener en cuenta que todas
las actividades humanas que implican necesidades, así sean básicas o superfluas,
se encuentren satisfechas aunque la orientación principal del concepto es la
satisfacción de aquellas necesidades de las generaciones futuras y es donde se
encuentra la primera inconsistencia, ya que las generaciones presentes, en su
mayoría no las logran suplir con la inequitativa manera de repartición de los recursos
actuales y cuyo fin principal no está orientado precisamente a lograr este propósito,
sino que por el contrario se incita a conservar un modelo consumista, que lleva a un
crecimiento mayor en el que la esfera económica adquiere un poder significativo
sobre las otras dos sin contar con las continuas charlas y el reconocimiento de una
susodicha “conciencia ambiental” que no pasa los limites en los que se reconoce la
problemática pero no se trabaja en acciones concretas para tratarla, sin contar
además con la constante de necesidad de acceso a mejores condiciones en cuanto
a calidad de vida, lo que requiere un índice mayor de ingresos que implica, sin lugar
a duda y como lo expresa Mansilla (2003, pág. 2) una presión que está en constante
crecimiento y se ve representada “sobre los recursos naturales y energéticos”.
La comodidad, en relación a las actividades consumistas está representada
principalmente en lo referente al diseño de los productos, contrariamente a esto
también es evidente que las actividades y modelos de uso actuales donde el
mercado y las políticas de consumo están dirigidos a un prototipo de planeta
totalmente opuesto al que se propone en el planteamiento de los objetivos del
desarrollo sostenible, donde principalmente se ve encaminada la favorabilidad a lo
que se considera como
“lo razonable exclusivamente en el incremento de los índices de producción,
productividad y consumo y a considerar el llamado crecimiento cero, por
ejemplo, como algo inaceptablemente negativo.” (Mansilla, 2003, pág. 2)
Aunque la esfera económica no está netamente orientada o se vea incitada
solamente a las actividades de crecimiento para su favorecimiento, el impulso, o
más bien los limites impuestos por aquellas personas que poseen en su control la
mayoría de los recursos y que por tanto no están dispuestos a dejar de lado los
beneficios monetarios que obtienen de estas actividades no permiten la continuidad
de un desarrollo que en un fin sea sostenible, el aprovechamiento continua dándose
de manera que se hace ver como imprescindible para el mantenimiento y
sostenimiento de la calidad de vida que se dice tenemos ahora, en siglos pasados
se tenian establecidas políticas que ciertamente era favorables para la época y
permitían mantener el orden entre lo que se consumía y lo que era producido
naturalmente, para llegar a un desarrollo en la actualidad es necesario adquirir
conocimientos tradicionales principalmente de las culturas indígenas, la
construcción en ese entonces de predios y sociedades se hacían en torno a la
naturaleza considerada como centro y proveedor de recursos para ellos, el
desarrollo continuo desafió determinados límites lo que conlleva a que en la
actualidad estas sociedades que se encuentran en un “mayor nivel” en cuanto a
tecnologías, infraestructura y otros aspectos las hace mucho más susceptibles al
enfrentarse a repercusiones ambientales lo que además implica que estas
constantes actividades de crecimiento lleven a que las poblaciones estén
concentradas en las grandes urbes y la población este en un estado de constante
ascenso, que implica ver actividades rurales y el tipo de poblaciones encontradas
como un aspecto externo que simplemente no se adapta a nuestro pensamiento de
lo que se reconoce como desarrollo. (Maquardt, 2006)
Los recursos naturales están en una constante decadencia lo que implica que
en el avance del tiempo serán menos con los que se contaran para llegar a los
índices de calidad e igualdad que se proponen en el marco del desarrollo sostenible
por lo que aun esto continua como un ideal que solamente se mantiene en la
imaginación y que no necesariamente implica que el panorama mejore a medida
que avance el tiempo, por lo tanto es necesario que las personas se sumen en la
toma de acciones específicas y concretas para ofrecer aplicación de las soluciones
reales que ya se conocen pero no se ponen en práctica correctamente desde una
mirada que se considere critica.
En Colombia aunque no se cuenten con las condiciones y la posesión de las
riquezas esté en manos de muy pocas personas los niveles de consumismo están
en constante crecimiento lo que se mantiene en la mentalidad como que el gasto
continuo y la demostración de que entre más se tiene es lo que se considera
desarrollo, el índice poblacional también se encuentra en constante crecimiento en
niveles extraordinarios y donde se ve como principal punto de concentración las
poblaciones vulnerables, por ejemplo, en la ciudad de Bogotá en regiones como
Ciudad Bolívar, esta última condición también conlleva que los recursos de los
cuales se dispone sean cada vez menos para llevar a la satisfacción completa de
las necesidades de la población del territorio nacional en especial en aquellos que
han sido excluidos o que no cuentan con un presencia real del Estado. Es entonces
que para poder decir que en algún punto se puede considerar el desarrollo
sostenible en el país, se debe considerar también que el eje central de economía
colombiana se basada en la extracción de los recursos naturales que en un punto
después de la publicación del cambio de constitución disminuyo pero que para luego
del gobierno de Álvaro Uribe Vélez se triplico la tasa de deforestación en el periodo
de 2000-2009 en comparación a la década anterior e igualmente de la producción
de los títulos mineros, lo que demuestra un déficit en la aplicación de las políticas
públicas orientadas al cuidado del medio ambiente no tanto por su planteamiento
en sí, sino de la inoperancia por parte de los funcionarios del Estado en el transcurrir
del tiempo, además de la debilidad representada en las instituciones políticas y la
orientación de recursos económicos, sin un compromiso dirigido por parte del
Estado o de los líderes de Estado además de la suma de conciencias y una acción
de compromiso real por parte de todos los sectores de la sociedad no es posible
enfrentar los retos a los que se ve expuesto el territorio colombiano para el
planteamiento de los denominado desarrollo sostenible, además, de que la
capacidad real de este concepto es considerado una utopía (Alfonso, 2011).
Mientras se reconoce realmente la importancia que según Federovisky
(2012) está fundamentada en el cambio de “(…) la cabeza, el modo de pensar y
desembarazarnos de consignas huecas (…)” también la necesidad de crear
acciones constructivas para hacer valer acciones reales que incentiven un cambio
desde soluciones efectivas mediante un compromiso.

Bibliografía
Alfonso, E. (06 de Enero de 2011). ¿DESARROLLO SOSTENIBLE EN
COLOMBIA? Recuperado el Mayo de 2019, de
https://www.semana.com/opinion/expertos/articulo/desarrollo-sostenible-en-
colombia/321957
Federovisky, S. (2012). Los mitos del Medio Ambiente. Mentiras, lugares comunes
y falsas verdades. Recuperado el Mayo de 2019
Hessel, S. (2011). ¡Comprometeos! Ya no basta con indignarse (Vol. 206).
Barcelona: Ediciones Destino. Recuperado el Mayo de 2019
Mansilla, H. (Julio de 2003). ¿Es posible el desarrollo sostenible en el orden
internacional emergente? Recuperado el Mayo de 2019, de
http://globalizacion.org/wp-
content/uploads/2016/01/CartaLat04MansillaDesarrolloSostenible2003.pdf
Maquardt, B. (2006). Historia de la sostenibilidad. Un concepto medioambiental en
la historia de Europa central (1000-2006). Historia crítica(32), 172 - 197.
Recuperado el Mayo de 2019

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