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Ensayo de Historia del Movimiento Obrero Chileno

Los Discursos de Clotario Blest y la Revolución Chilena

Del libro de Luis Vitale, Ed. POR, Stgo., 1961, 138 pag.

Palabras Preliminares
Los conceptos clasistas y revolucionarios emitidos los últimos meses por el Presidente de la Central -
Unica de Trabajadores, Clotario Blest Riffo, abren ruta de vastas proyecciones. Desde hacía varias décadas, el
movimiento sindical chileno no escuchaba por parte de su máximo dirigente una posición tan y una actitud
tan decidida. Para ser más precisos, de ninguno de los presidentes de las Centrales Obreras, desde el trágico
fallecimiento de Recabarren hasta nuestros días.

La importancia de los discursos, declaraciones, los y más que todo de las acciones de Clotario Blest
son de tal envergadura, que mientras, por un lado, la vanguardia del movimiento obrero los comenta y aplica
diariamente, por otro lado, los bonzos sindicales políticos reformistas de todos los pelajes, aliados con la
prensa, ladinamente tratan de tergiversarlo o, en la mayor parte de los casos, le tienden una verdadera
"conspiración del silencio".

Era urgente, entonces, publicar todo aquello expresado por el máximo dirigente de los trabajadores
chilenos. El autor del presente estudio no podía permitir que dichos pensamientos fueran falseados ni menos
olvidados, por varias razones: primero, porque los conceptos de Blest contribuyen, sin ninguna duda, a
desarrollar el proceso revolucionario en las capas más pobres del país y a clarificar el carácter de la próxima
Revolución chilena. En segundo lugar porque dichos planteamientos –y en especial actitudes revolucionarias
del líder de los trabajadores- coinciden con las posiciones de las corrientes conscientemente revolucionarias.
En tercer lugar como compañero de Clotario en el Consejo Directivo Nacional de la CUT, me sentía obligado
a no callar la verdad, a salir en defensa del camarada calumniado no sólo por la Derecha sino también por
sectores que se dicen representantes de la “izquierda”.

Por todas estas razones, la Editorial POR se ha decidido a la publicación del presente libro, a pesar de
los enormes sacrificios económicos que significa.

No se trata aquí de hacer una biografía de Clotario Blest. Eso será tarea de un historiador del futuro. Sólo
pretendemos volcar el pensamiento y las acciones del presidente de los trabajadores en un período bien
determinado: desde las heroicas luchas callejeras del 3 y 7 de noviembre de 1960 hasta el Ampliado Nacional
de Federaciones del 19 de marzo de 1961. Por consiguiente, el lector sólo encontrará en estas líneas la
posición actual que sustenta Clotarío Blest, sin entrar en disquisiciones ni especulaciones sobre el pasado y el
futuro. A los trabajadores siempre les interesa qué es lo que piensan y cómo actúan sus líderes en el momento
presente y, en caso especial de SU presidente, cómo los orienta por el camino de la Revolución.

Resta por hacer una aclaración final: este pequeño libro debió haber salido ya, pero no lo habíamos
publicado aún para no comprometer el proceso "penal" (más bien, político) que la Justicia (el gobierno
capitalista) seguía en contra de Blest (no como persona, sino como representante de las aspiraciones
revolucionarias del proletariado), a quien ninguna manera queríamos perjudicar, aunque bien sabemos "el
aprecio y respeto" que le tiene Clotario a este tipo de justicia burguesa.

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ENCUADRE HISTORICO

Con el fin de hacer más comprensible la concepción revolucionaria de Clotario Blest, creo
indispensable ubicarla en el marco histórico en que se genera.

La humanidad vive incuestionablemente una SITUACION REVOLUCIONARIA. Su principal actor


–el proletario- ha comenzado desde fines de la segunda guerra mundial, y más precisamente después de la
Revolución China, un proceso de ascenso sin precedentes en la historia universal. Más de un tercio de la
población mundial ha salido de la órbita capitalista y otro tercio, ha logrado romper las cadenas seculares del
colonialismo. Incluso en el restante tercio, dominado por el imperialismo, comienza a moverse el piso del
edificio capitalista: el proletariado japonés y el belga son los mejores botones de muestra. En una palabra: LA
RELACION DE FUERZAS EN LOS ULTIMOS DIEZ AÑOS HA CAMBIADO EN UN SENTIDO
DESFAVORABLE AL IMPERIALISMO. (*)i

Los vientos frescos de la Revolución Mundial han tocado también tierra latinoamericana. LA
REVOLUCION CUBANA ABRE UNA NUEVA ETAPA EN LA LUCHA DE CLASES E INFLUENCIA
DECISIVAMENTE A LA VANGUARDIA OBRERA DEL CONTINENTE. (**)ii

Esta situación objetiva general se conjugaba con la particular que vivía Chile, momentos antes del 3
de noviembre, día del histórico discurso de Clotario Blest en Plaza Artesanos.

1960 HABIA SIDO UN AÑO DE GRANDES EXPERIENCIAS, (*)iii a pesar de los errores de la di-
rección obrera de seguir con las luchas aisladas, muchos trabajadores sacaron los conflictos de las cuatro
paredes del sindicato y los llevaron a la acción decidida en las calles. Ese retorno a los métodos de acción
practicados por nuestros antepasados de la FOCH no sólo se daba en los obreros sino también en los
empleados. Las combativas huelgas de Mademsa, Madeco, Lo Valledor, Salud, Semifiscales, Endesa,
Telefónicos, profesores, mineros y metalúrgicos, la ocupación de tierras en el campo sureño (agudizada por
los terremotos de Mayo), la toma de poblaciones por los "Sin Casa" crearon la convicción de que sólo a
través de la lucha directa y de conjunto era posible quebrarle la mano al intransigente gobierno del más
genuino representante del capitalismo criollo: Jorge Alessandri Rodríguez. Todo hacía presumir que
estábamos en vísperas de una situación pre-revolucionaria.

No era causal, entonces, que la situación mundial, la latinoamericana y la nacional, hicieran IM-
PACTO EN LA SUPERESTRUCTURA DEL MOVIMIENTO OBRERO CHILENO. Los sectores de van-
guardia del movimientos sindical, los trotskistas, los socialistas de izquierda, e incluso obreros y estudiantes
que rompen con el PC, comienzan a ver más cercanas las posibilidades de la Revolución Chilena. Los obreros
de base empiezan a comentar en las fábricas sobre la necesidad de hacer de una vez por todas las cosas “a la
cubana”.

Y de en medio de esta marea bullente de discusión, lo que es más importante, de acción, surge
enhiesta la figura que logra expresar el sentimiento de la clase trabajadora chilena: Clotario Blest. El ha
timoneado la CUT por espacio de ocho años y sabe de todos los éxitos y más que todo, los errores de la
dirección sindical. El ha experimentado que la CUT en lugar de haber enfilado sus cañones hacia la
liquidación del régimen capitalista, tal como lo estableció su Declaración de Principios de 1953, se ha
enredado en la "solución" de conflictos aislados. El, que convive con los trabajadores, sabe más que nadie
que las condiciones objetivas están dadas y que sólo falta una dirección capaz y resuelta para conducir al
triunfo definitivo a los explotado. El ha viajado a Cuba durante 1960 y allí en plena Sierra Maestra, junto a
los guajiros, se ha convencido plenamente de la necesidad de la Revolución; si antes del viaje lo estaba desde

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el punto de vista teórico, ahora a su regreso de la Isla Maravillosa, viene con la firme convicción de llevar a la
práctica “la Idea”, como decían nuestros revolucionarios de principios de siglo.

Demos paso entonces a su pensamiento vivo:

EL 3 DE NOVIEMBRE

... La clase trabajadora debe despertar de este letargo, los obreros, empleados y campesinos deben
despertar de este sueño soporífero para levantarse en armas y derribar a Gobierno... La mayoría de este país,
los asalariados, obreros y campesinos que forman el 75% de la población de Chile, somos capaces de derribar
este Gobierno reaccionario... El pueblo empieza a darse cuenta que es necesario que con los puños crispados
estemos dispuestos al sacrificio y a lucha callejera que dé el triunfo a la clase trabajadora chilena...

Hoy día miles de trabajadores han sido capaces romper las filas de los carabineros. Hoy día los
trabajadores han podido demostrar que tienen valor para enfrentarse a la fuerza, bruta al servicio de un
Gobierno espurio, de un Gobierno repudiado por todo el pueblo chileno. Alessandri y partidos que lo
acompañan han podido mantenerse en el poder hasta este momento debido estúpidamente a nuestra pasividad,
y porqué no decirlo, nuestra cobardía. Debemos mostrarle esta tarde que somos capaces de enfrentarnos las
fuerzas al servicio de la reacción...

El heroico pueblo de Cuba ha sido capaz de enfrentar al imperialismo norteamericano... Nosotros los
chilenos debe responder a este llamado y ser capaces de tener nuestra Sierra Maestra. Debemos desde este
instante luchar con nuestras armas, con nuestros puños, con nuestro esfuerzo y valentía. Cuando el pueblo se
lanza a la calle nadie lo detiene.

Estamos convencidos que todos los trabajadores de Chile, todos unidos en un PARO NACIONAL,
seremos capaces derrotar a este Gobierno. El pueblo vencerá a cualquier fuerza bruta que se oponga a su
justicia y a su verdad...

Compañeros, debemos comenzar nuestra acción combativa hoy, todos compañeros, debemos avanzar
por las plazas, debemos avanzar por las calles céntricas de Santiago, para demostrar nuestro valor y todos
avanzaremos por los dos puentes que están más cerca para demostrar que somos capaces de esto y mucho
más...”

Pensamiento y acción van unidos en Blest. Terminado su discurso, se pone a la cabeza de la colum-
na formada en uno de los puentes del Mapocho. Los trabajadores corean:

-Fidel, Fidel,
Revolución- hagamos como él -Revolución
-Nuestro próximo desfile
lo haremos con fusiles
Revolución- -En la lucha callejera -Revolución
triunfará la clase obrera.

Blest avanza firme y resuletamente; intuye que ese es un día glorioso de protesta. En ningún instante
ha pensado que hay posibilidades de tomar la Moneda en ese momento, como la prensa arbitrariamente le
atribuyó después. Los obreros avanzan, saben que lograrán quebrar la barrera de los carabineros, como lo
hicieron horas antes en las columnas de Avenida Matta y Baquedano. Y lo logran. En el choque frontal cae
Blest brutalmente golpeado. El autor de estas líneas -también en primera línea de fuego- sale en su defensa.
Los obreros rescatan de manos de carabineros a su Presidente, y las fuerzas represivas se ven obligadas a
retroceder. Pero la columna ha quedado cortada. Los carabineros parapetados detrás de sus camiones en la

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calle Rosas con 21 de Mayo, disparan, con cínica sonrisa, a mansalva, y caen asesinados los compañeros
Tobar y Valenzuela, quedando 35 heridos. Blest y su columna sigue avanzando; mediante ardorosa lucha
consigue quebrar las distintas líneas que los carabineros han tendido desde Plaza de Armas a la Alameda.

Me he detenido un tanto a narrar estos hechos con el fin de dejar perfectamente aclarada la verdad, y
así aplastar las calumnias que "La Nación", y "El Diario Ilustrado" fraguaron contra Blest acusándolo de
haberse ido a la casa después del "incendiario" discurso y, por consiguiente, de haber dejado a los obreros
abandonados a su suerte, luego de haberlos “incitado a la revuelta”. Eso es absolutamente falso. El que esto
escribe fue testigo presencial y participante directo, junto a Blest, y desafía al Sr.;Chamudes a demostrar lo
contrario, por si acaso se le ocurriera a éste personaje venal falsificar las fotografías que revelan claramente la
verdad.
Una ola de indignación proletaria corre a lo largo del país. El Consejo Nacional de Federaciones
resuelve llamar a un PARO GENERAL para el 7 de noviembre, día del entierro de los camaradas caídos. La
burguesía, a través de su gobierno, se propone procesar al Presidente de los trabajadores y con el a los
trabajadores todos.

BLEST, CONFIRMA SU POSICION

REVOLUCIONARIA

El 5 de noviembre, en una entrevista de prensa, Blest ratifica lo expresado en la concentración


del 3:
“Las palabras que pronuncié en la noche del jueves reflejan el sentir de todos los trabajadores. Si por
estos conceptos que expresé me van a querellar no les tengo temor. Si ello significa incitar a la rebelión
quiere decir que el pueblo se encuentra en esa actitud. Ponga en su crónica que no me da frío ni calor que me
vengan con querellas. Yo adopté en la concentración de la CUT un criterio de acuerdo al grupo de asistentes.
En caso de haber pocos, los habría reprendido pero como concurrieron bastantes, aproveché la ocasión para
levantarles el ánimo y lanzarlos de una vez contra este Gobierno que no ha dejado cosa por hacerlo contra los
gremios... El gobierno no ha entendido por la razón entonces ha llegado la hora que lo haga por la fuerza.
Hemos tomado la política de la lucha franca. Antes tratábamos de hacerlo legalmente, ahora solamente lo
probaremos la fuerza. Vamos a pelear para ver quién le quiebra la mano a quién...

El desfile se organizó ante el clima propicio que había para demostrar el poder de los trabajadores.
Los incidentes se originaron porque carabineros no dejaron libre el paso por las calles céntricas. Qué se podía
esperar de cientos de trabajadores enardecidos, sino el frente de lucha. En una batalla tiene que caer alguien y
ése también pude haber sido yo... Era un desfile de hombres y no de curas ni de monjas. A ver pocos fueron
los destrozos y daños que se ocasionaron... El lunes espero participar en los funerales de las dos víctimas.
Creo que seré detenido por orden del Ministro en Visita e1 lunes, y no les tengo- miedo. Sé que me espera
una cuartelazo largo...”

Ante una capciosa pregunta de los reporteros, algunos dirigentes comunistas pretenden insinuar que
esa es una posición exclusivamente personal de Blest. Pero interviene prestamente Oscar Núñez, Consejero
Nacional de la CUT, para dejar perfectamente establecido que el CDN se solidariza plenamente con las
expresiones vertidas por Blest.

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EL DIA DEL PARO GENERAL

El 7 de noviembre de 1960 todo el país, y especialmente Santiago, despierta sin ver clásico humo
de las fábricas ni el acostumbrado e irritante bullicio de la ciudad. Hasta los negocios están con sus
puertas cerradas. Los obreros de las poblaciones han impedido a fuerza de barricadas la circulación de las
pocas micros que los gerentes lograron sacar a recorrido. Los escasos “krumiros” son detenidos de
manera muy “persuasiva” por los trabajadores que controlan la entrada y salida de las poblaciones.

Sólo transita por las calles el personaje principal: el proletariado. Masivamente se moviliza hacia
Compañía 1535, sede de la CUT, lugar de donde partirá el cortejo. La gruesa columna tarda en ponerse en
movimiento. ¿Qué pasa?. La cabeza ha sido detenida en Teatinos por Carabineros. Blest -pensamiento y
acción unidos como siempre- pugna por abrirse paso, exigiendo realizar el desfile por de los trabajadores
reclaman: por Plaza de Armas Dirigentes comunistas tratan de disuadirlo. Dirigentes socialistas de
izquierda y trotskistas apoyan Blest. Después de algunos violentos cambios de golpes entre los que
quieren frenar y los que quieren avanzar, la columna prosigue su marcha. No se hace en silencio. Los
muertos despiertan a los vivos. La sangre derramada por los caídos el 3 de noviembre no ha sido levantar
el espíritu de lucha de sus hermanos de clase. Así lo comprenden los manifestantes, quienes inspirados
por los militantes socialistas de izquierda y por los del Partido Obrero Revolucionario, hacen oír su ronca
y potente voz:

- Camarada Tobar y Valenzuela


PRESENTE...
- ¿Quién los mató?
los pacos...
- Con un paro indefinido el Paleta está jodido...

Y se llega a la Plazoleta del Cementerio General. Ochenta mil personas se han dado cita de honor.
Jamás el pueblo de Santiago ha visto cosa igual; superior a las concentraciones de cualquier candidato
presidencial. De la misma manera, ningún paro general en Santiago, incluido el del 7 de Julio 1955, ha
sido tan poderoso.

Rodeado de ese mar humano, del calor de ese pueblo que a su paso le ha tributado su cariño,
Clotario Blest se empina en la improvisada tribuna y –con su característico dedo acusador extendido-
comienza su discurso:
“Hemos llegado al hogar del silencio para rendir un postrer homenaje a los compañeros que
cayeron defendiendo los derechos del ser humano, asesinados por los carabineros... Los trabajadores
cansados de someterse a los dictados de la Intendencia y del Ministerio del Interior, cuando indican las
calles que debe usar el pueblo para sus desfiles, no aceptamos esa humillación y avanzamos a pesar de
que los carabineros quisieron obstruirnos el paso. Seguimos adelante y se produjo el choque violento...
Santiago será en este país la Sierra Maestra que aplastará a la reacción y aplastará al señor Alessandri y
sus corifeos...

El apresamiento de un solo dirigente tiene que significar un PARO INDEFINIDO que habrá de
prolongarse hasta que salga en libertad...

Los dirigentes sindicales nos reuniremos inmediatamente para decidir si el PARO de hoy
continúa. Por eso quisiera saber la opinión de los trabajadores:
(Coro multitudinario de los trabajadores:
PARO INDEFINIDO
PARO INDEFINIDO...)

Al término de la concentración, los obreros se vuelcan por las calles Santiago. Los carabineros
han cercado el centro y los puentes del Mapocho con alambradas de púas. Los trabajadores se defienden
con piedras. Las casetas de los carabineros son hechos añicos. Los obreros avanzan... los comunistas

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hacen verdaderos cordones para impedir su paso en la Avenida La Paz (en ese momento, paz pero poca, a
pesar de la coexistencia pacífica); hasta levantan tribunas llamando al orden y a disolver en calma...

A las 17 horas se reúne el Consejo de Federaciones. Hay un clima de tensión, propio de las
reuniones en que se adoptan decisiones trascendentales. Blest informa que su criterio fue que en el mismo
cementerio se nombrara una Comisión para que fuese a entregar al Gobierno un Memorándum con las
peticiones de la, CUT, y que los trabajadores allí reunidos no deberían moverse hasta no conocer la
respuesta del Presidente. No habiéndose realizado esto, cabía entonces resolver si se iba o no a continuar
el Paro; que su opinión era proseguirlo tal como habían manifestado los trabajadores en la concentración
y que ese era precisamente el momento de hacer retroceder al gobierno; que había que aprovechar que los
obreros habían retomado la ofensiva después de muchos años y que al gobierno se le estaban cayendo los
pantalones. A pesar del apoyo que recibe Blest de parte de varias Federaciones a través de las
intervenciones de Waldo Grez, Ernesto Miranda, Armando Aguirre, Humberto Valenzuela, Osvaldo
Martin, Luis Vitale y otros; los comunistas y socialistas de derecha logran imponer el criterio de levantar
el paro... no hay condiciones... no hay condiciones (*)iv

Esta tramitación – y por qué no decirlo traición- a los deseos de lucha de los trabajadores culmina
con el nombramiento a los pocos días de una Comisión que va a entrevistarse con el Presidente de la
República. Blest se opone abiertamente a esta conciliación porque
“... es el pueblo el que está luchando en estos momentos en la calle y así proseguiremos hasta el
triunfo definitivo... La lucha no está en los Ministerios sino en la calle...”

EL PAPEL DEL PC

Al día siguiente del 3 de noviembre, el diario del PC a toda página responsabiliza exclusivamente
al Gobierno y a Carabineros de los sucesos acaecidos. Más todavía, en su artículo editorial titulado “El
Pueblo toma la Palabra”, elogia sin reparos la actitud valiente de los trabajadores. (*)v

¿Y después? Con sorpresa para algunos, los desprevenidos, a los pocos días, Orlando Millas
ordena la voltereta y en forma insidiosa –hasta en el nombre del artículo (“El General Gamboa en el
balcón”) –trata de hacer pasar por provocador y golpista (¿por qué entonces se alude al Gral. Gamboa?) al
presidente de la CUT y policialmente, pues delata a los activistas, escribe: “sin embargo, la actitud serena
y firme del vicepresidente, del secretario general y de varios consejeros nacionales de la CUT evitó que la
provocación culminase en una masacre... En cuanto a los grupitos trotskistas empleados por la policía
para menesteres provocativos ellos peroran presentándose como revolucionarios, proclaman que sería
fácil derrotar a la policía armada, incitan de hecho y luego se hacen a un lado, cumplida su misión para
que sean los Vladimir Tobar y, en general los comunistas, socialistas, demócratas cristianos y obreros sin
partido los que reciben las balas...(**)vi

¿Acaso no sabe el Sr- Millas que los trotskistas estuvimos en primera fila el 3 de noviembre y que
pudimos haber caído también bajo las balas asesinas?. Sí, lo sabe; ahí están las fotografías que no
mienten; pero falsea para provocar la desconfianza y el terrorismo ideológico en todos aquellos
trabajadores que piensan como nosotros.

La bola de la calumnia sigue rodando; ahora le toca no sólo a los trotskistas, sino también a los
socialistas de izquierda. El Secretario General del PC., Luis Corvalán con una furia digna de mejor causa
llega a plantear “que es preciso vigilar a estos provocadores en cada acto de masas y marginarlos de las
organizaciones del pueblo... que de haber dejado a la masa a la espontaneidad o a la influencia de los
policías y trotskistas o de personas atolondradas como Waldo Grez pudo ocurrir en ese lugar una masacre
atroz...

Blest valientemente sale en defensa de su compañero de la CUT, Waldo Grez, dirigente nacional
de la ANES; (ver diarios del 19 de noviembre); gremio que en un Ampliado Nacional de Federaciones
exige por intermedio de una enérgica intervención de Baltazar Puig que la CUT y los trabajadores
ratifiquen su confianza en el compañero calumniado y que se proteste por las afirmaciones del diario que

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tiró la primera piedra, en un artículo titulado “Extra Actitud” (*).vii.Las Federaciones ratifican su
confianza en Grez.

Estas posiciones del PC le “merecieron” comentarios favorables de la prensa “seria”, en los


cuales se señalaba a los comunistas como los mejores defensores del orden constituido, aunque parezca
paradojal (**).viii

Pero la prensa obrera no podía presentarse a tamaña traición y publica una merecida (ahora sin
comillas) respuesta del Partido Obrero Revolucionario, por intermedio de su secretario general, Humberto
Valenzuela: “Para Corvalán todo esto no es sino la obra de provocadores y aventureros al servicio del
imperialismo y de su golpe (¿ el imperialismo tratando de darle un golpe a Alessandri, su mejor
representante?...) Para el señor Corvalán y Millas, Fidel Castro debe haber sido un super aventurero (por
eso el PC cubano apoyó a Batista). Menos mal que Millas y Corvalán viven en Chile (o en la luna) por
que de vivir en Cuba ya los habrían llevado al paredón... Según Corvalán y su Comisión Política “el golpe
estaba destinado a derribar al actual gobierno” y el medio del cual se iba a valer era la realización de una
nuevo paro nacional acordado por la Central Unica. Había entonces que impedir este nuevo paro y en
consecuencia la caída del gobierno, dando órdenes a su equipo de burócratas sindicales, para que frenaran
este nuevo paro nacional... Gracias a esta “inteligente” política de Corvalán, se había salvado el gobierno,.
Se desbarató el paro y en consecuencia el golpe de los imperialistas ¡cómo le estará agradecido el Paleta y
sus Gerentes!”. (*)ix

El proletariado al ver traicionadas sus aspiraciones, baja la guardia y eso permite que el Gobierno
tome –“en frío”- preso al Presidente de la CUT.

DESDE LA CARCEL

En una entrevista que le hace Ultima Hora, el 23 de Noviembre, Clotario Blest, declara:
“Este no es un juicio corriente, se trata de un juicio político y, por lo tanto, no he retirado nada de lo
que he dicho... Le dije al Ministro (cuando me hizo oír la grabación): está totalmente demás que me haga
oír la grabación. Ella no se acepta como prueba jurídica y además, yo no pretendo negar nada de lo que
dije. No he dicho que este gobierno caerá hoy o mañana, pero caerá, porque el proceso revolucionario
chileno está en marcha.

Considero que hay un proceso en marcha. Nada de golpismo irresponsable. Esas son palabras que
siempre ha utilizado la Derecha para justificar sus represiones. La masa que asistió a los funerales de los
asesinados por carabineros no quiere componedas, ya no admite medias tintas. Su situación es angustiosa.
Tienen un hambre tradicional. Cuando les hablé de cambiar el régimen ustedes les oyeron rugir. A esa
masa no la atajarán con mi prisión, porque puede que yo no sea el hombre indicado para encabezar el
movimiento pero este existe y en los actuales momentos esos sectores desesperados buscan a los que
guíen hacia la Revolución. Hay algunos que dicen: pero no existe acuerdo. Las Revoluciones no se hacen
por un acuerdo. La eclosión surge sorpresivamente. La Revolución Cubana ha calado hondo... El orden
establecido lo hambrea. La masa siente desconfianza por algunos de los que se sitúan al frente de ella,
pero sabiamente levantará sus líderes...

El repórter de Ultima Hora, pregunta si él (Clotario Blest) ha pensado siempre así:

“Nó” Mi evolución es la de la masa. Me siento uno de los hombres de este pueblo. Los desengaños,
los traspiés nos han ido llevando a este grado de desconfianza, de escepticismo, respecto al orden actual...
La batalla por los reajustes es importante pero no hay que confundirla con la gran batalla, esa que ya
empezó y en la cual los que nada tienen o los que han perdido algo desean una sola cosa: cambios
estructurales...”

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Centenares de trabajadores visitan a Blest en la cárcel, expresando no sólo su pesar por la situación
en que se encuentra sino más que todo solidarizándose con todos los conceptos revolucionarios que hay
emitido.

III CONFERENCIA NACIONAL DE LA CUT

A la Conferencia Nacional de la CUT, de principios de diciembre. Blest hace llegar el siguiente


saludo:
“Compañeros delegados:

Desde el anexo de la Cárcel Pública os envío un saludo fraternal y un mensaje de Unidad pleno de
sentimiento revolucionario. Una vez más la oligarquía económica y sus sirvientes incondicionales ha
logrado mantenerme alejado de mis compañeros de lucha en momentos de tan extraordinaria gravedad
para la clase trabajadora chilena, y todo lo ha logrado por las circunstancias adversas internas existentes
en la CUT, bosquejadas en resume en el informe que me permití dar a la Asamblea Ampliada de
Federaciones del 9 de Octubre del presente año. Mi encarcelamiento es sólo un episodio accidental en la
vida de acción y lucha de la clase trabajadora chilena, lo único interesante es que en esta Conferencia
realizada en un momento crucial y decisivo para la clase trabajadora, se tomen resoluciones también
definitivas.

No creo que sea posible seguir engañándonos entre nosotros y pretender seguir engañando a los
obreros, empleados y campesinos de nuestra patria, con declaraciones altisonantes, desposeídas de todo
sentido realista y positivo, determinadas, tan solo, a mantener los mitos pseudo democráticos y legalistas
que nos han amarrado haciéndose el juego a la derecha económica y al Imperialismo Norteamericano.

La clase trabajadora chilena reclama y exige de nosotros actitudes y posiciones claras y definidas y
no camufladas de un sectarismo trasnochado y reaccionario. La clase trabajadora chilena está cansada de
nuestro lenguaje y de nuestra conducta conciliatoria y sumisa a la brutal y desembozada dictadura
económica y social que impera en nuestro país, cuya suerte y destino depende directamente del Fondo
Monetario Internacional y de los grandes Monopolios internacionales. La clase trabajadora chilena se ha
sentido frustrada, engañada y pisoteada por nuestras actitudes indefinidas y carentes de coraje clasista
ante las embestidas a fondo de la oligarquía económica.

La clase trabajadora chilena repudia y rechaza los parlamentos con el Gobierno del Sr. Alessandri,
cuyo cinismo y prepotencia insolente no tiene limites y cuyo sentido de clase se manifiesta en forma
implacable e inexorable en todas sus actitudes. La clase trabajadora chilena reclama definitivamente de la
CUT su definición precisa hacia la única finalidad que la liberará verdadera y auténticamente de su actual
servidumbre, y que no puede ser otra que la estructura económica social y política de nuestra sociedad, es
decir, emprender una jornada plena de sentido revolucionario.

Para la realización de esta acción revolucionaria, se requiere fundamentalmente la Unidad sólida y


sincera de los trabajadores dentro sede la CUT, y muy principalmente de sus dirigentes en el plano
nacional, Consejo Directivo, Federaciones y Centrales Gremiales.

Debemos considerar la unidad con un nuevo sentido sindical y Gremial del más amplio sentido
ideológico. Rechazo categóricamente la unidad como la hemos entendido hasta hoy, una unidad retórica y
sólo de tipo moral que nos ha conducido al actual fracaso.

No creo en las unidades formalistas, pues nos arrastran a un auto-engaño colectivo. Tampoco creo en
la Unidad que mantenga la actitud y conducta sectaria de los partidos políticos, empeñados
exclusivamente en una carrera proselitista de tipo electoral.

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Esta unidad vuelvo a repetirlo, no valdría la pena seguir manteniéndola, salvo que fuéramos a seguir
engañándonos, y lo que puede ser peor, engañando y traicionando a nuestros compañeros. O nos
renovamos totalmente en este sentido o pereceremos como CUT, pues la clase trabajadora revalsará sus
directivas para darse una propia y auténtica estructura.

La oligarquía económica ha conseguido una vez más, tenerme alejado de vosotros en estos
momentos y en esta Conferencia de la que depende, sin exagerar, la suerte de la clase trabajadora chilena.
Desde la cárcel os aseguro mi inquebrantable voluntad de lucha y mi esperanza que definitivamente
tomemos el único camino que debe conducir al triunfo a nuestro pueblo, la acción directa, tajante y sin
claudicaciones en demanda de la transformación revolucionaria que exige el pueblo y la clase trabajadora
chilena.
Santiago, diciembre 2 de 1960.
Clotario Blest
Presidente CUT

La III Conferencia Nacional no se pone a tono con las posiciones del presidente de la CUT. Salen
resoluciones medianamente correctas pero ninguna decisión para llevarlas adelante.

PROCESO REVOLUCIONARIO EN MARCHA

Los trabajadores en las fábricas, fundos, y demás lugares de trabajo, conversan sobre el alcance de
los conceptos expresados por Blest. La prensa burguesa muestra su inquietud y los plumarios a tantos
dólares la página se esfuerzan por llamar la atención. Los políticos burgueses hacen corrillos en “su”
parlamento; unos, subestiman las dimensiones de la nueva etapa pre-revolucionaria que se ha iniciado;
otros, muestran su preocupación y recomiendan mano más blanda y una migajas más a los famélicos
trabajadores. Los dirigentes de la “izquierda” están más preocupados aún, porque el proceso ha escapado
de sus manos, y se ha producido sin su intervención. El termómetro gremial y político sube. El periodista,
Augusto Olivares, del diario Ultima Hora, a fin de tomarle la temperatura, inicia una serie de entrevistas a
líderes como Raúl Ampuero., Oscar Astudillo y Eduardo Frei. Ninguno da una respuesta precisa, hasta
que le toca el turno a Clotario Blest, quien acaba de salir “provisoriamente” de la cárcel:

Pregunta: ¿Cree usted que hay un proceso revolucionario en marcha en Chile?


Respuesta de Blest: “...tengo el convencimiento de que hemos entrado en nuestra patria a un pleno
período revolucionario. Todos aquellos que vivan en contacto directo e íntimo con las masas trabajadoras
no pueden dejar de tener este mismo convencimiento mío... El largo proceso de la autocrítica de nuestra
sociedad y de nosotros mismos ha terminado, para dar concepción clara, filosófica, del orden de la nueva
sociedad ideada por el proletariado de nuestra patria.

Estimo que la única dirigente de este movimiento revolucionario es la propia clase trabajadora en
cuanto tal; así lo selló con su sangre en la heroica jornada del 3 de noviembre de este año... Este
movimiento revolucionario implantará en el país cambios estructurales, sustanciales en profundidad y
extensión. La clase trabajadora no cree en los paliativos ni en las inyecciones soporíferas de un régimen
burgués torpe, grosero e inhumano como el que nos rige. Irá implacablemente a la raíz de todos los
problemas sin contemplaciones ni falsos sentimentalismos.

Pregunta: Se ha hablado con insistencia de procesos golpistas ¿ellos serían asomos del proceso
revolucionario? ¿o situaciones creadas por contrarevolucionarios?
Respuesta: “... nada tienen que ver con este movimiento revolucionario los llamados “golpista” si por
ello entendemos aventuras montadas en los viejos moldes prefabricados en los cuarteles, en los casinos,
restaurantes o cafés. Este término es muy utilizado por la reacción para asustar a nuestros compañeros y
desprestigiar la obra emprendida. Es también muy utilizado por los sectarios de diferentes partidos
políticos que ven con verdadero pánico que se ha escapado de sus manos el control del movimiento que
ya nadie es capaz de detenerlo y al que de buenas o malas ganas deberán acoplar si es que no quieren ser
arrasados por la masa trabajadora que avanza con paso arrollador. Sabemos que todos los ángulos se
disparará en contra de este movimiento, pero sin perder la serenidad todos los obstáculos serán salvados.

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Ni los términos de “golpismo” o “aventurerismo” asustan ya a nadie en este país, menos a la clase
trabajadora...

EL OCTAVO ANIVERSARIO CUT

El pensamiento revolucionario de Blest se precisa más y más, cuando hace un balance de la actividad
sindical al cumplirse el 8º aniversario de la CUT, el 12 de febrero de 1962:

“Durante ochos años hemos bregado en forma incansable y tesonera por alcanzar compañeros;
durante ocho años hemos sido perseguidos, encarcelados, relegados, vejados y calumniados por la
Derecha económica, y todo ello casi absolutamente en vano, ya que las actuales condiciones de vida de la
clase trabajadora, bajo todos sus aspectos, es seguramente mucho peor que hace diez años, con la
agravante que hoy la Derecha económica, nuestro tradicional e irreconciliable enemigo, se encuentra
encaramada en La Moneda, en la persona de su más genuino y duro representante. Ello nos indica que
nuestra ruta en estos ocho años no ha correspondido rigurosamente a nuestra Declaración de Principios, y
que han existido desviaciones que urge rectificar, consolidando plenamente y en forma efectiva, la
posición revolucionaria de la CUT.

Podemos afirmar enfáticamente y sin temor alguno a equivocarnos que la clase trabajadora chilena
no tiene otra “salida” para resolver integral y verídicamente sus innumerables problemas, que la acción
directa determinada a un cambio sustancial y total del régimen económico, político, social y cultural del
país. Esta profunda convicción de los dirigentes sindicales y gremiales de la clase trabajadora les impone
el sagrado deber de no defraudar a quienes representan y de quienes son sólo mandantes; lo demás sería
traición. Aquellos dirigentes sindicales y gremiales que aún persisten en una actitud blanda, descolorida,
amorfa y de sospechosas concesiones a la clase patronal o al Gobierno, deben ser barridos de sus cargos
para colocar en sus puestos a hermanos calificados por su honradez y lealtad para con sus hermanos de
clase, de convicciones profundas y sólidamente revolucionarias que sepan donde van y no pueden ser
juguetes de los acontecimientos o tentados por el soborno patronal o gubernamental”.

PENSAMIENTO LATINOAMERICANO DE BLEST

La concepción revolucionaria de Clotario Blest adquiere proyecciones continentales al pronunciar el


discurso de fondo en la concentración que preparó la CUT para el día de su octavo aniversario. En
presencia de los delegados de distintos organismos sindicales de América Latina, Clotario dijo:

“El consejo Directivo Nacional de la CUT determinó que este 12 de febrero sea una jornada de
solidaridad con la Revolución Cubana y de acción de la clase trabajadora chilena por sus
reivindicaciones... La unidad de los trabajadores de América Latina es un gran ideal y un gran principio.
Ella es de primordial necesidad para derrotar al imperialismo Norteamericano. No podemos dejar
abandonada a su suerte a la Revolución Cubana, porque ella es un pendón de la libertad contra el
imperialismo. ¿Qué hacemos en América Latina por la Revolución Cubana? Poco, muy poco.

La Revolución Cubana no es política. Es una Revolución Social que se metió profundamente en el


alma del guajiro, el campesino cubano, similar a nuestros obreros agrícolas. El guajiro empuño sus
herramientas de trabajo y se lanzó al combate. No esperó “condiciones” y siguió a su maestro, Fidel
Castro, quien dijo: “si el pueblo hubiera tenido conciencia de su fuerza, no habría sufrido tantos años de
explotación”. Lo mismo podemos decir en Chile y demás países latinoamericanos. Aquí ya nos habríamos
levantado si tuviéramos conciencia de nuestra fuerza. La Constitución Política del Estado y las leyes han
sido y son fabricadas por los opresores del pueblo. No debemos entonces tomar una actitud pasiva de
resistencia, sino que debemos pasar a una arrolladora ofensiva para terminar con tanto abuso, hambre y

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miseria. Debemos dejar de venir a las concentraciones a lamentarnos y a llorar, siempre llorar por la
forma en que los gobiernos oligárquicos tratan a la clase trabajadora. Hay que dejar de lamentarse. En
nuestras manos está la solución para terminar con este estado de cosas.

Después de 35 años de lucha sindical y gremial durante los cuales he tratado con varios Presidentes
de la República y Ministros de Estado, estoy convencido de que ha llegado el momento de marchar
unidos hacia nuestra liberación. La hora ha sonado en este año 1961. Sabemos que la Derecha económica
no entregará sin lucha el poder a los trabajadores. El diputado Rosende, consejero privado del señor
Alessandri, ya lo dijo: “hemos llegado a la Moneda iniciando una era alessandrista que debe prolongarse
por 60 años”. Es necesario levantar el espíritu de los trabajadores chilenos en este octavo aniversario de la
CUT. Cuba supo dar el salto y estaba en peores condiciones que nosotros. Ahora defiende su Revolución
con el arma al brazo. Nosotros también debemos defender la Revolución Cubana y para ello lo mejor es
impulsar la Revolución en nuestro propio país...”.

Finalizada la Mesa Redonda Latinoamericana (febrero 1961), en la que participaron delegaciones de


Cuba, Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay y Chile, Clotario Blest envió a la prensa un artículo en el que
expresaba lo siguiente:

“La Mesa Redonda se hizo con la finalidad específica de ir abriendo camino al principio aprobado
por unanimidad en su Constituyente de 1953, en el sentido de unificar todas las fuerzas de los
trabajadores, obreros, empleados y campesinos, en una sola gran Central Latinoamericana. Esta unidad
continental tan anhelada y buscada por todos los trabajadores de nuestros pueblos debe realizarse sin
fronteras o discriminaciones de carácter político-partidista, ni religiosa ni ideológico-filosóficas. Debe ser
una UNIDAD DE CLASE que aglutine en su seno a todos los explotados para enfrentarse eficazmente a
la clase explotadora que es íntima minoría, respaldada y apoyada por los monopolios internacionales del
imperialismo norteamericano, subyuga y avasalla con mano de hierro a nuestros pueblos
subdesarrollados. Esta UNIDAD DE CLASE significa, por lo tanto, LUCHA DE CLASES y no
convivencia ni coexistencia pacífica, ni menos componendas para amenguar la acción combativa de los
sindicatos y gremios. Esta acción unitaria y esencialmente combativa debe asegurarse y fortalecerse,
primero, en cada uno de los países latinoamericanos para elevarla al plano continental en acciones
comunes y conjuntas de carácter esencialmente revolucionaria, o sea, determinada a transformar
sustancialmente nuestras decrépitas pseudodemocracias por las democracias vivas y auténticas en que la
mayorías, o sea, el pueblo trabajador tenga todo el poder político en sus manos, en que el pueblo
trabajador tenga todo el control económico del país y en que el nivel social del país tenga un denominador
común que permita a todos sus habitantes mantener el estándar de vida racional y digno a su condición
humana.

Los factores determinantes en este vuelco económico, social y político son los sindicatos y gremios,
o sea el conjunto de la masa trabajadora organizada en cuadros federativos por industria o funciones que
permitan una acción coordinada y frontal capaz de destruir y pulverizar la resistencia el enemigo que ha
de ser porfiada y dura.

La CUT sabe perfectamente que la “emancipación de los trabajadores debe ser obra de los
trabajadores mismos ”y no de fuerzas o elementos extraños a ella misma. Su trágica experiencia le enseña
que los mercenarios siempre traicionan y que sus entrañas mismas debe nacer su propia e integral
redención...”

REVOLUCION DEL GOLPISMO

Los ataques a la posición clasista y revolucionaria de Blest y otros dirigentes, continúan. Con malévola
intención la prensa pretende sembrar el confusionismo y desprestigio, introduciendo el epíteto de
“golpista” a todo aquel que está luchando hoy día en Chile por llevar adelante la Revolución. Clotario
Blest les sale al paso resueltamente, escribiendo un macizo y didáctico artículo publicado en Ultima Hora
(marzo de 1961):

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“Algunos periodistas de Diarios de la capital, como comentaristas radiales, indistintamente de los
sectores de derecha e izquierda, han hablado este último tiempo igual lenguaje en lo que se refiere
pretender confundir el concepto de “revolución” con el de “golpismo”. Evidentemente esta confusión no
es porque se ignore la fundamental diferencia entre ambas actitudes, sino que por motivos exclusivamente
sectarios, o electores, o en obedecimiento a determinadas consignas, o simplemente, como ocurre con la
derecha, por el terror de verse aventados del Poder que tantas ventajas y granjerías les proporciona.

Nosotros entendemos por “golpismo” el pretender una minoría o grupo sin significación social,
apoderarse del Gobierno de un país por un golpe de fuerza o de violencia. Ejemplo típico de “golpismo”
los sufrimos en nuestro país durante el Gobierno del Señor Arturo Alessandri Palma.

Un movimiento “revolucionario”, tal como lo entendemos los trabajadores, a la inversa del anterior,
es una posición de la mayoría de un país que adopta la resolución de eliminar un Gobierno que no
interpreta sus aspiraciones mínimas, porque ha traicionado al pueblo que lo eligió, o por que su política de
clase lleva al país a límites intolerables de miseria y desesperación, como ocurre en el momento actual en
nuestra patria.

En el primer caso, el “golpismo”, se trata de una actitud minorista esencialmente anti-democrática,


en el segundo, “revolución”, es una conducta y posición esencialmente democrática, tal como el pueblo
entiende y siente este concepto hoy groseramente desvirtuado por la oligarquía económica.

Como puede fácilmente colegirse por las consideraciones anteriores, en Chile no hay ni puede haber
“golpismo”; lo que si está en marcha, y en forma muy seria y responsable, es un movimiento
revolucionario determinado no a cambiar unos hombres por otros, sino que a transformar
substancialmente el régimen económico social político del país y esto lo realizará el pueblo, como lo dice
el emblema de la patria “por la razón o la fuerza”.

Estos son los profundos anhelos de la clase trabajadora chilena interpretada genuinamente por sus
organismos de clase, los sindicatos y gremios de obreros, empleados y campesinos. Es necesario que
aquellos que ignoran este hecho o pretenden ignorarlo por subalternos oportunismos, lo sepan
definitivamente, y no se transformen, consciente o inconscientemente, en traidores a su propia clase
escribiendo necedades en algunos órganos de prensa o comentando como vulgares máquinas en espacios
radiales muy bien pagados por sus patrones. Este profundo sentimiento y convicción clasista, no es el
fruto de la prédica de demagogos desorbitados o atolondrados o de soñadores románticos o teóricos
trasnochados, sino que es la conclusión fatal e ineludible a que ha llegado la clase trabajadora después de
evidenciar la traición sistemática de muchos que llegan al Congreso Nacional en su nombre, de muchos
pseudo-dirigentes que llegan al más repugnante aburguesamiento para quienes la vida se transforma en
una “dolce vita” a cuenta de las cuotas que cobran a sus compañeros de clase de sus miserables salarios y
que dejan de comer un pan por cumplir su obligación sindical.

Esta actitud de rebelión es el fruto del cansancio de las masa, de su decepción y aseo hacia tal estado
de cosas. Nada de extraño tiene, por lo tanto, el que numerosos Dirigentes honrados y leales con su clase,
estén resueltos a imprimir a la CUT en forma definitiva y clara este ritmo acelerado de lucha directa,
obedeciendo así fielmente a la Declaración de Principios de la organización proclamada en su
Constituyente del año 1953 e impresa como lema indeleble en la Portada de todas sus grandes
resoluciones: “LA EMANCIPACION DE LOS TRABAJADORES DEBE SER OBRA DE LOS
TRABAJADORES MISMOS”.

No podemos negar que en mucho sirvió para despertar esta conciencia revolucionaria en el pueblo
trabajador, la heroica Revolución Cubana, por cuanto ella, más que una revolución política ha sido una
auténtica revolución social que ha transformado ese país hermano en un pueblo pleno de vigor e
iniciativas, capacitándolo, en tal corto lapso, para enfrentarse exitosamente al coloso del Norte, que, cual
la imagen bíblica, tiene los pies de barro y el vientre de oro. De aquí que esta Revolución hiciera impacto
tan profundo en el corazón de todos los pueblos de latinoaméricana. Su ejemplo debe ser también la

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trayectoria del pueblo de Chile, en su esencia, no en sus modalidades y detalles, por cuanto cada pueblo
tiene su propia idiosincracia. Allá tenemos el “machete” y aquí la “guadaña”. Las revoluciones no son
elementos que se exporten, son sentimientos nacidos de lo profundo del corazón de cada pueblo.

Esta es la actitud que adoptan todos los trabajadores del país y que aquellos que los dirigen y
orientan desde sus puestos Directivos en Sindicatos y Gremios o quienes tienen la responsabilidad de
hacerlo con la pluma o la palabra, no deben jamás olvidar en estos momentos y en los que se avecinan,
que van a ser de dura y definitiva prueba. Se trata de una Revolución en marcha en la forma y fondo como
la hemos descrito anteriormente, y no de una deleznable operación golpista, ni mucho menos de llenar las
ambiciones bastardas de algún aventurero”.
CLOTARIO BLEST

EL PROCESO DE BLEST

El Gobierno tramita largamente el proceso porque no se atreve a dar su fallo antes de las elecciones a
parlamentarios de marzo.

Después de haber pedido el fiscal 541 días de condena, la Corte rebaja la pena a 300 días, y no hace
efectiva la relegación sino que la “remite”, según la terminología penal burguesa. (*)x

El hecho concreto es que el Gobierno de Alessandri retrocede en este aspecto de la condena de Blest.
La razón fundamental reside en que el momento de hacer efectiva la prisión del Presidente de los
trabajadores, existe un clima de alta agitación gremial en el país; la huelga de los marítimos y portuarios,
la de Inchalam, la de varias oficinas salitreras y fundamentalmente la huelga de Huachipato, donde los
trabajadores, tomando la experiencia de la huelga de Mademsa-Madeco y del 3 de noviembre, enfrentan
abiertamente a las fuerzas represivas; los obreros valientemente atacan un campamento de carabineros,
impiden el tránsito de vehículos de la Compañía mediante el empleo de tachuelas colocadas en papas y
tablas, se desquitan de los abusos de la CAP apedreando algunos de sus edificios y realizan una heroica
marcha de Talcahuano a Concepción.

A esta ola de ascenso sindical se une el descontento de los trabajadores de San Miguel por el fraude
electoral que se consuma contra Mario Palestro, cuya persona es merecedora de una combativa
concentración que los pobladores, el P. Socialista, la Vanguardia Nacional Marxista y el POR, le brindan
en la Sala Chile.

En medio de esta situación es que el Gobierno no se atreve a encarcelar a Clotario Blest. Meter preso
al Presidente de los trabajadores en esas circunstancias podía significar la realización de un PARO
NACIONAL de consecuencias imprevisibles, y entonces... el Gobierno retrocede.

De todos modos, los trabajadores deben estar alertas para defender al presidente de la CUT, por que
el término “remitir la pena” significa que sobre Clotario Blest pende una espada de Dámocles que el
Gobierno puede hacer caer sobre él en cualquier momento.

LA PLATAFORMA DE LUCHA DE LA CUT

Arribamos así al Ampliado Nacional de Federaciones realizado el 19 de marzo de 1961. Clotario


Blest presenta un proyecto de Plataforma de Lucha que consta de puntos fundamentales comunes a todos
los trabajadores; de esta manera –explica Blest- la CUT quiere innovar en su forma de lucha, presentado
un solo petitorio que abarque a todos los trabajadores del país: obreros, campesinos y empleados, del

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sector público y privado. Se trata ahora de superar las inoperantes luchas aisladas del pasado mediante un
combate de conjunto de todos los trabajadores unidos tras un objetivo común.

Los delegados del PC se oponen, en un comienzo, a que se luche por un salario mínimo diario de $
3.000 y proponen $ 2.000, por considerar que hay que ser “realistas”. Delegados independientes,
socialistas de izquierda, trotskistas y anarco-sindicalistas elevan la discusión a un plano político-clasista,
haciendo ver que de mantener el pedido de $ 2.000 (como se estableció en 1959 en el 2º Congreso CUT)
significaría darle la razón al Gobierno en el sentido que la política de estabilización habría tenido éxito,
puesto que para 1961 los comunistas piden lo mismo que en 1959. El compañero Armando Aguirre, en
representación de la Federación del Cuero y Calzado, plantea que se halla extrañado por la discusión ya
que él estaba convencido que en esa reunión habría puros representantes obreros y se encuentra ahora con
que, por un lado, la parte obrera exige $ 3.000, y por otro, la parte patronal forcejea por rebajar a $ 2.000.
Nuevas intervenciones de Héctor Villalón (Salud), Lus Concha (Metalúrgico), Hormazábal Benítez
(CUT), hacen tambalear a los delegados comunistas, quienes optan por reiterar su primer planteamiento.
De esa manera, la Plataforma de Lucha de la CUT para 1961 se aprueba por unanimidad. Sus puntos
fundamentales son: salario mínimo obrero (sector público y privado): $ 3.000 diarios garantizados (es
decir $ 90.000 mensuales); sueldo vital de $ 93.000 para empleados públicos y particulares; asignación
familiar obrera mínima, igual a la de los empleados particulares: $ 8.910 mensuales por carga.

La táctica de lucha para lograr el triunfo de la Plataforma deben ser las acciones directas cuya
culminación será la realización de un poderoso PARA NACIONAL, por el cual es necesario comenzar a
trabajar desde ya.

Los Delegados al ampliado ratifican de ese modo lo que Clotario Blest esbozara en su histórico
discurso del 3 de noviembre: preparar una lucha de conjunto de todos los trabajadores para enfrentar al
gobierno oligárquico y pro-imperialista de Jorge Alessandri. Los esfuerzos de Blest, puestos de
manifiestos a lo largo del presente libro, no han sido en vano. Sus planteamientos empiezan a ser
aprobados.

Todo depende ahora de los trabajadores mismos, de su decisión para la lucha frontal y directa. Si así
lo hicieron, y si junto a ellos se forja una dirección revolucionaria, capaz no sólo de obtener las
reivindicaciones económicas en un Paro General, sino de ir mucho más allá, hacia la toma del poder por
el proletariado, todos los afanes de Clotario Blest se verán generosamente colmados.

Notas
*
Resolución de la Conferencia Mundial (1958) del Comité Internacional de la Cuarta Internacional.
**
“Por el camino de la Revolución”, resolución sobre América Latina del Primer Congreso Latinoamericano del
Trotskismo (20 de agosto de 1960).
*
Artículo del autor en la revista “CENTRAL UNICA”, febrero – marzo 1961 (edición de homenaje al 8º aniversario
de la CUT), PÁGINAS 7 Y 16.
4
La posición ideológica del PC será analizada exhaustivamente en un libro que Humberto Valenzuela, tiene en
preparación.
5
“El Siglo”, 4 de noviembre, pág. 2.
6
Idem ... 9 de noviembre 1960, pág.2
7
“El Siglo”, 20 de noviembre 1960, pág. 2.
8
Ver Ercilla. Vea, La Tercera, y hasta El Mercurio y la Nación, del mes de Noviembre.
9
“Frente Obrero”, órgano oficial del POR, Nº 54, Dic. 1960.
10
Detalles de la defensa que hace el abogado Oscar Waiss, pueden consultarse en los números de la revista
CENTRAL UNICA, de frebrero-marzo.

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