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FRACTURA NASAL

1) Definición.- Pérdida de continuidad ósea, que ocurre como resultado de las fuerzas
transmitidas por un trauma facial directo en la pirámide nasal.

2) Epidemiología
 Representan el 50% de las lesiones faciales.
 Sexo: Hombres/Mujeres: 3/1
 Edad: Más frecuente en adolescentes.
 Raza: Indistinto.
 Estación: Indistinto.
 Estado socioeconómico: indistinto.

3) Etiología
 Accidentes deportivos
 Accidentes de tránsito
 Agresiones
 Caídas
 En los niños las caídas y los traumas directos son la causa más frecuente, y en los
adultos los accidentes de tránsito.

4) Etiopatogenia
 Según la dirección y trayectoria del traumatismo, las fracturas serán diferentes:
 Los traumatismos frontales producen fracturas de huesos propios y/o del tabique,
con hundimiento.
 Los traumatismos laterales producen desplazamientos laterales por fracturas y
desplazamiento de los huesos propios y/o, a veces, septales.

5) Manifestaciones clínicas
 Hay dolor y epistaxis unilateral o bilateral que tiende a ser autolimitada en la
mayoría de ocasiones y de intensidad variable. Si hay desplazamiento o hematoma
que obstruya la fosa nasal, habrá dificultad respiratoria nasal.
 Hiposmia

6) Exploración física
 Inspección: Deformidad nasal en forma de hundimiento o desplazamiento lateral
con edema de los tegumentos que borran los relieves nasales. Hematoma
subcutáneo
 Palpación crepitación ósea.

7) Examen radiográfico
 La exploración mediante rinoscopia anterior y endoscopia se completa con el
estudio mediante pruebas de imagen con radiografías en proyección de Waters,
Caldwell y lateral de cráneo.

8) Tratamiento
9)
. TRAUMATISMOS NASALES

La nariz, debido a su localización en la parte más central de la cara, por estar expuesta y no
protegida, representa el lugar más común de fractura luego de producirse un trauma facial.
La fractura de la pirámide nasal aislada es pocas veces reconocida y diagnosticada por el
médico general, a menos que se presente una fractura abierta, con desplazamiento marcado
del septum nasal, o que existan signos y síntomas de un hematoma septal.
1.1. Síntomas y signos
Los síntomas y signos de mayor prevalencia en un trauma facial son:
• Dolor o hipersensibilidad de la zona
• Equimosis
• Epistaxis
• Crepitación ósea
• Obstrucción nasal
• Edema
• Deformidad (depresión nasal, laterorrinia, desviación del septum nasal)

Por lo general se trata de pacientes que entran por sus propios medios a la consulta y con el
antecedente de haber sufrido un accidente o lesión deportiva horas antes de la consulta.
Los datos más importantes que el médico debe obtener al interrogar al paciente son:
• Tiempo transcurrido después del trauma
• Presencia de epistaxis, cuantificación y cese espontáneo
• Presencia de obstrucción nasal posterior al trauma
• Antecedentes patológicos de importancia

Los aspectos clínicos a observar son:


• Intensidad del dolor
• Grado de obstrucción nasal
• Grado de edema nasal
• Grado de deformidad nasal, y si ésta es reciente o antigua
• Síntomas neurológicos asociados
Se debe realizar la prueba de rinoscopía anterior, ayudados por un espéculo nasal y un
frontoluz. Rayos X (fronto-naso placa) son de gran utilidad. Otras pruebas a realizarse pueden
ser procedimientos endoscópicos y posteriormente pruebas rinométricas.
1.2. Clasificación
Con los datos obtenidos en el interrogatorio y en el examen clínico se puede clasificar al
trauma nasal en:
1. Trauma nasal simple
2. Trauma nasal con fractura: Desplazada o no, cerrada o abierta, de pirámide nasal y/o
septum nasal.
3. Hematoma septal secundario al trauma.
1.3. Manejo
E1 manejo depende de la complejidad del trauma, pero se puede proceder con este protocolo:
1. Analgésicos tipo Acetaminofén 500 mg cada 6 horas
2. Antiinflamatorios: Piroxicam 20 mg/día o Ibuprofeno 200-600 mg/día
3. Posición semisentada
4. Hielo local
Se puede proceder al taponamiento anterior, el cual sirve para detener la epistaxis, como
también de sostén interno.
Se debe volver a evaluar al paciente posteriormente, y al momento de detectar una anomalía
como una fractura, se procede a la corrección del defecto con una técnica abierta o cerrada.
En caso de detección de signos y síntomas tales como aumento progresivo del dolor, rubor,
calor, edema, obstrucción nasal debe sospecharse de la presencia de un hematoma y/o
absceso septal, el cual debe ser drenado quirúrgicamente y administrar antibióticos de amplio
espectro.
En casos de fractura abierta y complicada se debe hacer una irrigación y limpieza cuidadosa de
la herida.
El debridamiento debe ser bastante conservador, limitándose a la remoción de las partículas
extrañas y tejidos no viables. La herida se puede suturar quirúrgicamente y se deben dar
antibióticos de amplio espectro.
2. FORÚNCULOS NASALES
El forúnculo nasal es una lesión eritematosa endurecida e hinchada, causada por especies
de Stafilococcus coagulasa positivo al afectar los folículos pilosos del vestíbulo nasal. Se
pueden presentar áreas de necrosis, supuración y trabeculación en el área inf1amada. Hay
predisposición a la producción de esta lesión en pacientes portadores del germen en la nariz y
pliegues cutáneos.
Las lesiones se inician habitualmente en los folículos pilosos, donde forman pequeña pústulas
con una base eritematosa que en pocos días comprometen el tejido celular subcutáneo, hasta
producir un centro necrótico que drena pus; una vez evacuado involuciona en varios días.
El drenaje venoso de la punta nasal hacia el seno cavernoso a través de la vena angular y venas
oftálmicas podría crear una tromboflebitis con trombosis, lo cual puede complicar la vida del
paciente.
2.1. Tratamiento
El tratamiento debe ser agresivo, teniendo en cuenta a la evacuación quirúrgica como principal
medida terapéutica y administrar antibióticos por vía sistémica, tales como dicloxacilina 200
mg/día por 15 días o usar cefalosporinas.
En vista que el cuadro tiene tendencia a ser crónico y recurrente, debe procurarse eliminar el
foco de infección, por medio de la aplicación de potentes antisépticos locales (corno
yodopovidona) o antibióticos tópicos (neomicina, bacitracina, polimixina) en las fosas nasales.
3. CUERPOS EXTRAÑOS EN VÍAS NASALES
Los cuerpos extraños son más frecuentes en niños, aunque la literatura refiere casos
excepcionales en adultos(3).
3.1. Sintomatología
Los síntomas presentes son: Obstrucción nasal, cacosmia objetiva y secreción purulenta
unilateral.
Los niños por lo general tienen la tendencia a introducirse durante sus juegos, objetos
pequeños en las fosas nasales. Entre los objetos más comunes se encuentran canicas,
plásticos, piedras, borradores, granos vegetales, botones y otros. Estos, a no ser que posean
ángulos agudos, cortantes o de gran tamaño, no suelen causar molestias poco después de
haber sido introducidos, pasando inadvertidos por algún tiempo.
En adultos por lo general hay el antecedente de un traumatismo nasal o de infección crónica
unilateral. También se han descrito cuerpos extraños nasofaríngeos como complicación de una
cirugía (fragmentos de instrumentos o pedazos de gasa).
El examen semiológico requiere una buena rinoscopía anterior. Los sitios por examinar son el
vestíbulo nasal a nivel del cornete inferior, donde con más frecuencia se alojan los cuerpos
extraños.
A la rinoscopía posterior se puede apreciar descarga purulenta en una sola coana.
Se deben tomar placas de Rayos X para apreciar senos paranasales, y se debe tratar en lo
posible hacer cultivo de la pus obtenida.
3.2. Tratamiento
Se debe proceder a la extracción del cuerpo extraño mediante una pinza con garra o gancho
curvo, esta extracción puede llevarse a cabo sin anestesia (en pacientes colaboradores), con
ligera anestesia en adultos y con anestesia general en niños no colaboradores. Se debe valorar
la consistencia y tamaño del cuerpo extraño para ver si se puede sacar entero o no.
Se debe tratar la infección secundaria (por ejemplo sinusitis maxilar) con antibióticos
(penicilinas a dosis de lg/día por 10 días).
Es importante investigar otras cavidades fisiológicas en las que el niño pudo haberse
introducido cuerpos extraños (vagina, oído).

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