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SOSTENIENDO LA OBRA MISIONERA.

Mateo 28:18-20

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
19
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

I. INTRODUCCIÓN.

A. Vivimos en un mundo lleno de necesidades.


1. En las tres cuartas partes de este planeta, el hombre padece de hambre y desnutrición.

2. A pesar del adelanto en la ciencia, tecnología y en la medicina, las enfermedades


continúan haciendo estragos en el ser humano.

B. Pero la necesidad principal del hombre es espiritual.

1. El hombre necesita a Cristo, el cual es el dador de la vida eterna.


2. Notemos que la gran comisión del Señor no es para México solamente, es para todas
las naciones.

C. Por tanto, todo verdadero cristiano debe participar en la obra misionera.


1. Hagámonos tres preguntas con relación a este tema de vital importancia.

II. ¿CÓMO VAMOS A SOSTENER LA OBRA MISIONERA?

A. Orando por los pastores, misioneros, evangelistas, etc.


1. Pablo, el gran apóstol de los gentiles, pedía encarecidamente que oraran por él. Efesios
6:18-19; I Tesalonicenses. 5:25.

“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda
perseverancia y súplica por todos los santos; 19y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea
dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,”
“Hermanos, orad por nosotros.”

B. Dando nuestras ofrendas a través de la iglesia local.

1. Es notable el hecho de que la mayoría de los creyentes están dispuestos a orar por los
pastores y misioneros, pero cuando se trata de ofrendar ya es otra cosa.
2. Olvidamos lo que dice: 1 Corintios. 9:14.

“Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.”

Hay quienes están dispuestos a dar para las necesidades de nuestra iglesia, pero no para
pastores y misioneros de otros países.

C. Esto nos lleva a la siguiente pregunta:


III. ¿QUÉ BENDICIONES OBTENEMOS AL SOSTENER LA OBRA MISIONERA?

A. Fruto que abunde a nuestra cuenta. Filipenses 4:17.


“No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.”

1. Esto lo podemos comparar a una cuenta de ahorros en la cual ganamos intereses


espirituales.
2. Lea lo que dice la Biblia en Filipenses 4:15-16.
“Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio,
cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino
vosotros solos; 16pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.”
¿No te gustaría que tu iglesia fuera como la de Filipenses?

B. Participación en la obra misionera a través de nuestra iglesia local.

1. EVAMI.
Hermanos, si no estamos ofrendando, no tenemos participación en el sostenimiento en la
obra misionera a través de nuestra iglesia local.

2. No olvidemos que los pastores, misioneros y obreros del Señor tienen las mismas
necesidades que los demás, por tanto:

IV. ¿CUÁNDO VAMOS A PARTICIPAR EN EL SOSTENIMIENTO DE LA OBRA


MISIONERA?

A. El hambre en la era apostólica (iglesia primitiva) – Hechos 11:27-30

“En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. 28Y levantándose uno
de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en
toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. 29Entonces los discípulos, cada
uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en
Judea; 30lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de
Saulo.”

1. Los discípulos no esperaron a que llegara el hambre profetizada.

2. ¿Vamos a esperar que los pastores, misioneros y obreros pasen hambre para entonces
enviarle una ofrenda?

B. La necesidad es ahora.
Recordemos lo que dice el Señor: “La mies a la verdad es mucha más los obreros pocos.”

V. CONCLUSIÓN.

A. ¡Cuántos pastores y misioneros no han dejado el ministerio porque ellos y sus


familiares han pasado hambre!

B. ¿Por qué? Porque la mayoría de los creyentes no están conscientes de que todos
debemos participar en la obra misionera.

C. No te pierdas la bendición de colaborar con la Obra Misionera.

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