Vous êtes sur la page 1sur 22

UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES


ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

RIESGO Y RENDIMIENTO

Por
Romero Quispe, Marianella
Hualpa Copa, Wilber

Curso
Finanzas II

Tacna, 2019
INTRODUCCION

El concepto de que el rendimiento debe aumentar es fundamental para la

administración y las finanzas modernas. Analizaremos dos factores claves de las

finanzas, el riesgo y el rendimiento, y presentamos algunas herramientas que se usan

para medir el riesgo y el rendimiento de los activos. Hoy en día es i importante conocer

estos temas que son relevantes para la administración de los negocios.

Al efectuar una inversión se espera obtener un rendimiento determinado. Una

empresa o una persona que mantiene efectivo tiene un costo oportunidad; esos recursos

podrían estar invertidos de alguna forma y estarían generando algún beneficio

independientemente de que son relevantes para la administración de los negocios.

La generación de rendimiento es uno de los principales objetivos de los negocios.

La mayoría de sus actividades van encaminadas a provocar de una manera directa un

rendimiento adecuado sobre la inversión, que permita, entre otras cosas, financiar la

operación, invertir para sostener el crecimiento de la empresa.


OBJETIVOS

El objetivo principal es que el lector pueda entender la importancia del riesgo y

rendimiento en los negocios, sus conceptos, así como estudiar un caso práctico para una

mayor comprensión.

 Comprender el significado y los fundamentos del riesgo, rendimiento.

 Conocer la importancia del riesgo y rendimiento en los negocios.

 Describir la teoría de la cartera.


Dos de los factores más importantes que debe considerar toda empresa para sus análisis

financieros son el riesgo y el rendimiento. El riesgo es una medida de la incertidumbre

en torno al rendimiento que ganará una inversión. Es decir, las inversiones cuyos

rendimientos son más inciertos se consideran más riesgosas. Existen distintos métodos

para evaluar el riesgo dependiendo de si se analiza un solo activo o todo un portafolio.

En contraparte, el rendimiento total es la ganancia o pérdida total de una inversión en un

cierto periodo de tiempo. El rendimiento es la suma de todas las distribuciones de

efectivo más el cambio en el valor de la inversión, entre la inversión inicial. Los

rendimientos fluctúan por el tiempo y la inversión. Se utilizan tres categorías para

describir cómo las personas reaccionan ante el riesgo: aversión al riesgo es preferir

inversiones con menos resigo antes que inversiones de mayor riesgo con una tasa fija de

rendimiento, neutral al riesgo es elegir inversiones considerando únicamente los

rendimientos pasando por alto el riesgo, y, por último, búsqueda de riesgo es elegir

inversiones con el riesgo más alto dispuestos a sacrificar el rendimiento esperado.

Riesgo de un solo activo

Una manera simple de medir la incertidumbre de una inversión es a través de

sensibilidad considerando distintos escenarios. El riesgo de la inversión se mide en el

intervalo de los posibles resultados obtenidos, y se obtiene restando el rendimiento

asociado con el escenario pesimista con el rendimiento asociado con el escenario

optimista. Es decir, cuando mayor sea el intervalo mayor es el riesgo. Otro método es a

través de las distribuciones de probabilidad. La probabilidad de un resultado

determinado es su posibilidad de ocurrencia, es decir, que resultados con probabilidad

cero no ocurrirán. Esta distribución se representa principalmente a través de gráficas. Si

se conocen todos los datos posibles y sus probabilidades, se puede desarrollar una

distribución de probabilidad continua. En conjunto con el intervalo de rendimientos el


riesgo se puede medir utilizando la desviación estándar. Esta mide la dispersión del

rendimiento alrededor del rendimiento esperado, el cual es el rendimiento promedio que

se espera produzca una inversión en el tiempo. Cuanto mayor sea la desviación estándar

mayor es el riesgo. Utilizando esta herramienta y en representación de gráfica, una

distribución normal de probabilidad tiene una curva simétrica. Otro método es el

coeficiente de variación (CV), el cual mide la dispersión relativa para comparar los

riesgos de los activos con diferentes rendimientos esperados. Un coeficiente alto

significa que la inversión tiene una volatilidad alta en relación con su rendimiento

esperado.

Riesgo de un portafolio

La meta de todo gerente financiero es crear un portafolio eficiente, que dé un

rendimiento máximo a un nivel de riesgo determinado. El rendimiento de un portafolio

se calcula a través del promedio ponderado de los rendimientos de los activos

individuales de los que se integra. La desviación estándar del rendimiento de un

portafolio se calcula a través de la aplicación de la fórmula de la desviación estándar

para un activo. La correlación es una medida de la relación entre dos series de números

que representen cualquier tipo, de manera estadística. Si las series varían en la misma

dirección tienen correlación positiva. De lo contrario tendrían correlación negativa. El

grado se mide con el coeficiente de correlación, que varía desde +1 (correlación positiva

perfecta) a -1 (correlación negativa perfecta). Para disminuir el riesgo de un portafolio,

es conveniente diversificar los activos que lo componen para que tengan una correlación

tan baja como sea posible. Algunos activos se consideran no correlacionados, es decir,

que no hay interacción entre sus rendimientos y reduce el riesgo. El coeficiente de

correlación de este es cercano a 0. De manera general, se puede decir que cuanto más

baja sea la correlación entre los activos que componen el portafolio, más se reduce el
riesgo que los inversionistas pueden lograr con la diversificación. Un ejemplo muy

práctico de diversificación es un portafolio que incluya activos extranjeros, puesto que

las altas y bajas de los mercados alrededor del mundo se compensan unos con otros. No

obstante, existen ciertos riesgos como fluctuaciones en las divisas, así como el riesgo

político que pueda afectar de manera local o global.

Modelo de fijación de precios de activos de capital (MPAC/CAPM)

La teoría que relaciona el riego y rendimiento de los activos es el modelo MPAC o

CAPM. Ya se ha visto que la desviación estándar de un portafolio es con frecuencia

menor que la desviación estándar de los activos que lo integran. El riesgo total se

obtiene con la suma del riesgo no diversificable, el cual se atribuye a factores del

mercado que afectan a todas las empresas que no se elimina a través de la

diversificación, y el riesgo diversificable, el cual se atribuye a causas fortuitas y sí se

puede eliminar con la diversificación. El modelo MPAC relaciona el riesgo que no es

diversificable con los rendimientos esperados. El modelo se compone en cinco partes,

siendo el primero el coeficiente beta. El coeficiente beta es el índice que representa el

grado de movimiento del rendimiento de un activo en relación con el grado de

movimiento del mercado, es decir, todos los valores que cotizan en bolsa, siendo el

coeficiente de este 1.0. Cuanto mayor sea el coeficiente beta, mayor será el rendimiento

requerido. La segunda parte es la ecuación del modelo, la cual se obtiene restando el

rendimiento del mercado menos la tasa de rendimiento libre de riesgo, multiplicado por

el coeficiente beta, todo esto sumado a la tasa de rendimiento libre de riesgo. La tercera

parte es la gráfica del modelo MPAC, y esta representación se llama línea del mercado

de valores (LMV). La LMV es una línea recta, y el riesgo del coeficiente beta se

representa en el eje x, cuando el rendimiento requerido se representa en el eje y. La

cuarta parte son los cambios que puedan afectar en la LMV. La posición y pendiente
cambian por principalmente dos factores: las expectativas de la inflación y la aversión al

riesgo. Los cambios en las expectativas de la inflación provocan cambios en la tasa de

rendimiento libre de riesgo. La pendiente de la LMV muestra el grado de aversión al

riesgo. Cuanto más pronunciada sea la pendiente, mayor es el grado de aversión al

riesgo. Por último, la quinta parte son algunos comentarios con respecto al modelo

MPAC. Los coeficientes beta pueden o no reflejar la variabilidad futura de los

rendimientos, pues toma datos presentes y pasados para su cálculo. El MPAC se basa en

la suposición de un mercado con muchos inversionistas pequeños iguales en

expectativas en relación con los valores, con ninguna restricción a las inversiones,

ningún impuesto ni costos por transacción, e inversiones racionales, es decir, con

tendencia al mayor rendimiento y menor riesgo.

RIESGO Y RENDIMIENTO FINANCIERO – RELACIÓN ENTRE AMBOS

El riesgo es uno de los aspectos principales en materia de inversiones: siempre está

presente, incluso en aquellos instrumentos que consideramos “seguros”. Por ejemplo, si

uno decide guardar su dinero bajo el colchón, estará corriendo el riesgo de robo o

extravío, además de la pérdida en su poder adquisitivo, debido a los efectos de la

inflación. Por otro lado, si uno decide meterlo a una cuenta de ahorros en un banco, es

probable que suceda lo mismo, y que en el mediano plazo no nos alcance para comprar

lo que podíamos adquirir desde un principio.

Cuando uno invierte, ya sea en el mercado de dinero (cetes, bonos, etc.), capitales

(principalmente acciones) o a través de sociedades de inversión, siempre enfrenta un

riesgo. Sin embargo, es un riesgo que, afortunadamente, podemos medir y decidir si es

o no para nosotros.

Una de las cosas que debemos aceptar, es que, a fin de obtener un mayor rendimiento en

una inversión, debemos también estar dispuestos a aceptar un riesgo mayor. Es decir,
guardar nuestro dinero en un pagaré bancario ciertamente reduce nuestro riesgo, pero

también nuestra recompensa potencial. En cambio, invertir en ciertas acciones

incrementa la posibilidad de asumir fluctuaciones en el valor de nuestro portafolio, pero

a la vez aumenta el rendimiento que podremos obtener.

En resumen, el riesgo en un portafolio de inversiones es inevitable, pero puede ser

medido y manejado. De hecho, el problema central de la teoría de inversiones consiste

precisamente en averiguar cómo podemos maximizar los rendimientos de nuestro

portafolio, dado el nivel de riesgo que hemos decidido asumir.

Pero ¿cómo saber qué nivel de riesgo es aceptable para nosotros? La respuesta es

diferente para cada individuo. Existen diversos cuestionarios que podemos aplicar para

tener una idea de cuál es nuestra tolerancia personal al riesgo.

Es importante no olvidar que el peor riesgo que toda persona puede enfrentar, sobre

todo con sus metas a más largo plazo, es no hacer absolutamente nada con su dinero. Si

uno no hace planes para su retiro, para la universidad de sus hijos o para el resto de sus

metas financieras, y no ahorra e invierte para obtenerlas, lo más probable es que jamás

pueda realizarlas.

Teoría de la cartera (portafolio) y el análisis de riesgo financiero

El proceso de inversión consiste de dos tareas principales y son:

1. La seguridad y el análisis del mercado, por el cual se asesora el riesgo y el

beneficio esperado de toda una gama de herramientas de inversión.

2. La formación de una óptima cartera de activos; esta tarea envuelve la

determinación de la oportunidad de riesgo-beneficio que se puedan encontrar y

la elección del mejor.


Teoría de la cartera

La teoría de la cartera nos va a dar un conjunto de normas que prescriben la forma en

que concretamente pueden construirse carteras con determinadas características que se

consideran deseables. Para esto se utiliza un método; el de optimización por medio de la

Media Varianza (CMV), que nos indica las características que deben tener aquellos que

son eficientes y ventajas de la diversificación de las inversiones.

El riesgo de cualquier inversión propuesta en un activo individual no debe deslindarse

de la existencia de otros activos. Por ello, las nuevas inversiones deben ser consideradas

a la luz de sus efectos sobre el riesgo y el rendimiento de una cartera de activos. El

objetivo del gerente financiero con respecto a la empresa consiste en que maximice el

rendimiento a un nivel determinado de riesgo, o bien, reduzca al mínimo el riesgo para

un nivel dado de rendimiento. El concepto estadístico de correlación subyace al proceso

de diversificación que se utiliza para constituir una cartera eficiente de activos.

Desde el punto de vista económico de la aversión del riesgo, enmarcado dentro del

contexto de la teoría de la utilidad, se identifica estrechamente con la desviación

estándar. El desarrollo inicial de la teoría de las carteras de inversión se basa en la

consideración de que la conducta del inversionista podía ser caracterizada por aquellos

tipos de función de utilidad para las cuales la desviación estándar proporcionaba una

medida suficiente del riesgo.

Ningún estudio del riesgo en el campo de las finanzas resulta completo sin la

consideración de la reducción del riesgo mediante la tenencia diversificada de las

inversiones. Hoy en día casi todas las inversiones están garantizadas dentro del contexto

de un conjunto de otras inversiones, esto es, una cartera. Si se puede reducir el riesgo en

algún grado mediante tenencias diversificadas apropiadas, entonces la desviación

estándar o variabilidad de los rendimientos de una inversión única debe ser una
aseveración exagerada de su riesgo actual. La diversificación está garantizada en que la

expectación del riesgo de una cartera completa será menor que la suma ponderada de

sus partes. La teoría de la cartera muestra que el análisis razonado de la diversificación

es correcto.

Elementos de la cartera

Los dos elementos básicos indispensables para realizar una elección de cartera son:

 Caracterizar el conjunto de paquetes entre los cuales es posible elegir

 Proporcionar un criterio de selección

El primero está dado por la región de oportunidades, mientras que el segundo lo

proporciona el mapa de indiferencia que define la función de utilidad. Sólo resta unir los

elementos y ver como el criterio de selección se sobrepone a la región de oportunidades

para llegar a definir cuál paquete se elige entre todos los posibles.

Como se ha visto el problema de selección de cartera es un problema de selección es un

problema de elección, el cual maneja tres diferentes razones:

1. Los criterios de selección que dan origen a funciones de preferencias son

eminentemente económicos y son de tipo racional, lo que permite una

caracterización matemática explícita.

2. El inversionista está limitado en sus posibilidades de elección por restricciones

que se pueden representar matemáticamente.

3. El problema de cartera es un problema de optimización que se puede formular

en forma explícita, y para el cual existen técnicas de solución eficiente.


Problemas que genera la incertidumbre

Las dos facetas de la incertidumbre son:

Las apreciaciones subjetivas, juicios y valorizaciones que dependen de gustos,

experiencias, estilo, intuición, etc., pero que en el fondo es imposible apoyar

racionalmente con lógica en todos sus aspectos.

Los problemas de tratamiento científico, sistemático y riguroso que plantea la

subjetividad pueden ser difíciles o imposibles de resolver; sin embargo, el problema de

elección, donde el criterio de selección es fundamentalmente económico, las

apreciaciones subjetivas también se pueden traducir a términos económicos. En general,

es posible cuando menos medir el costo o beneficio de una apreciación errónea o

acertada.

La segunda fase de incertidumbre proviene del medio o ámbito dentro del cual se debe

realizar la elección, debido a que en él operan gran cantidad de fuerzas fuera del control

del sujeto que debe hacer la elección. El inversionista está expuesto a incertidumbre en

cuanto a los precios de los distintos activos en los mercados, a las acciones

gubernamentales en cuanto a requisitos legales y fiscales, en cuanto a sus necesidades

de liquidez ya que es imposible predecir con exactitud nuevas oportunidades de

inversión más redituables que las existentes un mes antes, o simplemente la ocurrencia

de una desgracia no prevista que le obligue a hacer un gasto.

El problema de la selección de cartera no está exento de ninguna de las dos fuentes de

incertidumbre a pesar de su carácter eminentemente económico y práctico. La

incertidumbre es precisamente el factor que lo hace difícil conceptual y técnicamente.

Si no existiera el riesgo ni a la incertidumbre el problema de la cartera estaría resuelto;

montándose el modelo matemático de optimización correspondiente y se resuelve


mecánicamente con algún método numérico, buscando asignar más recursos a los

instrumentos más redituables, dentro de las restricciones impuestas.

Los tres tipos de riesgos en la selección de cartera son:

1. Riesgo de pérdida. - el no recuperar la inversión y que se produzca una merma o

pérdida de capital.

2. Riesgo de desaprovechar oportunidades de inversión. - asignar recursos a ciertos

activos menos redituables que otros.

3. Riesgo de liquidez. - comprometer recursos en activos difíciles de convertir en

dinero provocando una pérdida en el momento en que se hace necesario efectuar

un pago imprevisto.

2.1. Riesgo y rentabilidad

Concepto

Riesgo

El riesgo es la probabilidad de perder todo o parte de lo que estamos invirtiendo.

Básicamente, la fuente de riesgo es la incertidumbre, que proviene del hecho de que no

se puede saber exactamente lo que sucederá en el futuro. No se puede adivinar cuál va a

ser el precio del dólar o de una acción. Las decisiones se toman con una expectativa de

ganancias, que en el futuro se pueden realizar o no.

Rendimiento

El rendimiento es lo que uno espera obtener por encima de lo que se está invirtiendo en

el mercado. Hay una relación directa entre riesgo y rendimiento, es decir, un activo

financiero que ofrezca mayor riesgo, usualmente tiene un mayor riesgo implícito

(aunque no se perciba). El rendimiento se puede ver como el incentivo que tienen que

tener los agentes para vencer la natural aversión al riesgo.


La rentabilidad y el riesgo son las 2 caras de una misma moneda. El riesgo es inherente

a cualquier actividad de inversión, y a mayor nivel de rentabilidad esperada, es

inevitable asumir también un mayor nivel de riesgo. Existe por lo tanto una relación

directa entre la rentabilidad y el riesgo.

La capacidad de generar rendimientos se conoce como rentabilidad.

En una inversión, los rendimientos futuros no son seguros. Pueden ser grandes o

modestos, pueden no producirse, e incluso puede significar perder el capital invertido.

Esta incertidumbre se conoce como riesgo.

No existe inversión sin riesgo. Pero algunos productos implican más riesgo que otros.

La única razón para elegir una inversión con riesgo ante una alternativa de ahorro sin

riesgo es la posibilidad de obtener de ella una rentabilidad mayor.

 A iguales condiciones de riesgo, hay que optar por la inversión con mayor

rentabilidad.

 A iguales condiciones de rentabilidad, hay que optar por la inversión con menos

riesgo.

Cuanto mayor el riesgo de una inversión, mayor tendrá que ser su rentabilidad potencial

para que sea atractiva a los inversores. Cada inversor tiene que decidir el nivel de riesgo

que está dispuesto a asumir en busca de rentabilidades mayores.

Cuanto más riesgo se asume, más rentabilidad se debe exigir. Igualmente, cuanta más

rentabilidad se pretende obtener, más riesgo hay que asumir.

¡Cuidado! Riesgo y rentabilidad van unidos, pero aceptar un mayor riesgo no es

ninguna garantía de obtener mayores rendimientos.

2.2. La medida de riesgo de la cartera

La medida empleada habitualmente para evaluar el riesgo total es la desviación típica o

volatilidad de los rendimientos.


¿Qué nos indica la volatilidad?

La volatilidad nos informa sobre la magnitud media de las fluctuaciones de la

rentabilidad en torno al valor esperado de ésta y, por tanto, sobre la incertidumbre que

existe sobre si se alcanzará o no dicho rendimiento. En otras palabras, la volatilidad

mide si un valor cuando sube lo hace un 50% en un día, o un 10% (y cuando baja lo

mismo).

Una volatilidad baja señala que la oscilación de los rendimientos es escasa, y la cartera

relativamente segura, mientras que una volatilidad elevada se corresponde con un riesgo

mayor.

La desviación típica proporciona una medida global e intuitiva del riesgo, y por ello

puede emplearse para comparar distintas inversiones, independientemente de su

heterogeneidad (peras y manzanas, siderurgia y high-tech).

Diversificación: una herramienta para reducir el riesgo

La intuición ya nos avisa que repartir reduce el riesgo…

Todos somos conscientes de que concentrar todos nuestros fondos en una única

inversión («poner todos los huevos en la misma cesta») es arriesgado. Obtendremos un

rendimiento alto si ésta evoluciona a nuestro favor, pero nos causará pérdidas

considerables si las cosas no resultan como esperábamos. Por ello, solemos repartir

nuestro dinero en varias inversiones. Por supuesto, esperamos que todas ellas vayan

bien, pero somos conscientes de que la probabilidad de que todas vayan mal es muy

reducida. Repartir es diversificar, y reduce el riesgo de manera significativa.

…y la volatilidad nos lo confirma.

La desviación típica, como medida de riesgo, debería reflejar este fenómeno intuitivo.

Efectivamente, la volatilidad de la inversión en activos tomados individualmente es

mayor que la de la inversión en todos ellos conjuntamente.


El rendimiento esperado, en cambio, no se ve reducido por la diversificación, como

ocurre con el riesgo.

La clave está en la correlación

¿Cuál es la explicación para el menor riesgo que obtenemos diversificando? Todos los

activos no evolucionan igual: mientras que algunos suben, otros pueden estar bajando o

manteniéndose estables. Así, las fluctuaciones de unos se pueden compensar con las de

otros, dando un resultado global más estable.

La correlación es un indicador de la evolución conjunta de dos variables, cuyo valor

oscila entre 1 (ambas evolucionan paralelamente) y -1 (los movimientos de una de ellas

son contrarios a los de la otra). Cuanto más próxima a 1 esté, menor será la reducción

del riesgo que se alcanza mediante la diversificación. La máxima diversificación se

alcanza con una correlación de -1, porque las fluctuaciones de un activo compensarían

exactamente a las del otro, pero en la práctica las correlaciones no suelen ser ni siquiera

negativas. Esto no impide alcanzar un grado razonable de reducción del riesgo.

Ejemplo

Tipos de riesgo de una inversión

La diversificación, aunque muy útil y sin duda recomendable para reducir la

incertidumbre de los rendimientos, no obra milagros: siempre persiste un cierto riesgo

del que no podremos deshacernos, aunque repartamos nuestra inversión entre todos los

activos disponibles.

Esta persistencia permite descomponer el riesgo total asociado a una inversión en dos

elementos:

 riesgo no sistemático o idiosincrásico: está causado por factores de cada activo y

se puede eliminar parcial o totalmente mediante diversificación.


 riesgo sistemático: está asociado a factores de la economía que afectan a todos

los activos, y no puede diversificarse. Por ejemplo, se vio recientemente en abril

con la crisis de los valores tecnológicos. Los jueces condenan a Microsoft, que

le «pega» a las tecnológicas, que, a su vez, de paso le «pegan» a los «blue

chips». Todo baja, porque el mercado tiene un sentimiento bajista, descargan

renta variable de sus carteras e incluyen renta fija.

¿Cómo se miden?

De manera preliminar, podemos cuantificar el riesgo sistemático mediante la desviación

típica de una cartera convenientemente diversificada, puesto que añadir nuevos activos

no reduce la volatilidad de la misma. El riesgo idiosincrásico resulta más complicado de

medir y sólo puede aproximarse comparando la volatilidad del activo aisladamente con

la de una cartera diversificada que lo contenga: la diferencia entre ambas nos servirá de

indicador de riesgo no sistemático.

Por ejemplo, algunos factores de riesgo no sistemático de las acciones de un banco

pueden ser un cambio en el equipo directivo, la adquisición de algún rival o la

publicación de información no esperada sobre alguna área de negocio; los factores de

riesgo sistemático incluirían la evolución de los tipos de interés o del tipo de cambio, la

marcha del P.I.B. o un nuevo gobierno.

¿Tienen todas las inversiones el mismo riesgo sistemático?

No. Aunque el riesgo sistemático afecta a todos los activos disponibles para invertir en

una economía, no lo hará de manera idéntica en todos los casos.

 Renta Variable. Para la renta variable, características como el sector en el que se

encuadra la empresa que emite los títulos, su estructura financiera o su presencia

internacional determinarán el efecto que cambios en variables como los tipos de

interés tendrá en el valor de sus acciones.


 Renta Fija. Para la renta fija ocurre lo mismo, aunque en este caso los tipos de

interés juegan un papel predominante, por la propia naturaleza de estos activos

financieros. Las características del emisor (sector, calificación crediticia) tienen

efectos que pueden considerarse de segundo orden en la mayoría de las

ocasiones.

Riesgo y rendimiento: El modelo de fijación de precios de activos de capital (MPAC)

queremos medir el rendimiento adicional que debe esperar un inversionista por aceptar

un poco más de riesgo. La teoría clásica que relaciona el riesgo y el rendimiento de

todos los activos es el modelo de fijación de precios de activos de capital (MPAC).

Usaremos el MPAC para entender la compensación básica entre el riesgo y el

rendimiento, implicada en todos los tipos de decisiones financieras.

TIPOS DE RIESGO

En la última sección vimos que la desviación estándar de un portafolio es, con

frecuencia, menor que la desviación estándar de los activos individuales que lo integran.

Eso se debe a la fuerza de la diversificación. Para ver esto más claramente, considere lo

que le pasa al riesgo de un portafolio que consiste en un valor (activo) único, al cual

agregamos valores seleccionados al azar de, digamos, la población de todos los valores

negociados activamente. Usando la desviación estándar del rendimiento kp , para medir

el riesgo total del portafolio, Con la suma de valores, el riesgo total del portafolio

disminuye, como resultado de la diversificación, y se aproxima a un límite inferior. El

riesgo total de un valor se puede visualizar formado por dos partes: Riesgo total de un

valor Riesgo no diversificable

Riesgo diversificable

El riesgo diversificable (algunas veces llamado riesgo no sistemático) representa la

parte del riesgo de un activo que se atribuye a causas fortuitas y puede eliminarse a
través de la diversificación. Se atribuye a acontecimientos específicos de la empresa,

como huelgas, demandas, acciones reguladoras y pérdida de una cuenta clave.

El riesgo no diversificable (denominado también riesgo sistemático) se atribuye a

factores del mercado que afectan a todas las empresas; no se puede eliminar a través de

la diversificación. Factores como la guerra, la inflación, el estado general de la

economía, incidentes internacionales y acontecimientos políticos son responsables del

riesgo no diversificable. Puesto que cualquier inversionista puede crear un portafolio de

activos que elimine casi todo el riesgo diversificable, el único riesgo relevante es el

riesgo no diversificable. Por lo tanto, cualquier inversionista o empresa debe interesarse

únicamente en el riesgo no diversificable. La medición del riesgo no diversificable es,

por consiguiente, de gran importancia para seleccionar los activos que posean las

características más convenientes de riesgo y rendimiento.

EL MODELO: MPAC El modelo de fijación de precios de activos de capital

(MPAC) relaciona el riesgo no diversificable y los rendimientos esperados.

Analizaremos el modelo en cinco secciones. La primera se refiere al coeficiente beta,

que es una medida del riesgo no diversificable. La segunda sección presenta la ecuación

del modelo mismo, y la tercera describe gráficamente la relación entre el riesgo y el

rendimiento. La cuarta sección analiza los efectos de los cambios en las expectativas

inflacionarias y la aversión al riesgo en la relación entre el riesgo y el rendimiento. La

última sección ofrece algunos comentarios sobre el MPAC. Coeficiente beta El

coeficiente beta, b, es una medida relativa del riesgo no diversificable. Es un índice del

grado de movimiento del rendimiento de un activo en respuesta a un cambio en el

rendimiento del mercado. Los rendimientos históricos de un activo sirven para calcular

el coeficiente beta del activo. El rendimiento del mercado es el rendimiento sobre el

portafolio de mercado de todos los valores que se cotizan en la bolsa. Comúnmente se


usa el índice compuesto de Standard & Poor’s de 500 acciones o algún índice similar de

acciones como el rendimiento del mercado. Los coeficientes beta de las acciones que

coeficiente beta (b) Medida relativa del riesgo no diversificable. Un índice del grado de

movimiento del rendimiento de un activo en respuesta a un cambio en el rendimiento

del mercado. rendimiento del mercado Rendimiento sobre el portafolio de mercado de

todos los valores que se cotizan en bolsa. riesgo no diversificable Porción relevante del

riesgo de un activo atribuible a factores del mercado que afectan a todas las empresas;

no se puede eliminar a través de la diversificación. Se denomina también riesgo

sistemático. riesgo diversificable Porción del riesgo de un activo que se atribuye a

causas fortuitas, específicas de la empresa; se puede eliminar a través de la

diversificación. Se denomina también riesgo no sistemático.

Obtención del coeficiente beta a partir de los datos de rendimiento. Se usan los

rendimientos históricos de un activo para calcular el coeficiente beta del activo. El

primer paso para obtener el coeficiente beta consiste en graficar las coordenadas de los

rendimientos del mercado y los rendimientos del activo en diversos momentos en el

tiempo. Las coordenadas anuales “rendimiento del mercado-rendimiento de activo” del

activo S solo se muestran para los años de 2005 a 2012. Por ejemplo, en 2012, el

rendimiento del activo S fue del 20% cuando el rendimiento del mercado fue del 10%.

Mediante el uso de técnicas estadísticas, la “línea característica” que mejor explica la

relación entre las coordenadas del rendimiento del activo y el rendimiento del mercado

se ajusta a los datos puntuales.8 La pendiente de esta línea es el coeficiente beta. El

coeficiente beta del activo R es aproximadamente de 0.80, y el del activo S es

aproximadamente 1.30. El coeficiente beta más alto del activo S (pendiente más

pronunciada de la línea característica) indica que su rendimiento es más sensible a los

cambios en los rendimientos del mercado. Por lo tanto, el activo S es más riesgoso que
el activo R. Interpretación de los coeficientes beta El coeficiente beta del mercado es

igual a 1.0. Todos los demás coeficientes beta se comparan con este valor. Los

coeficientes beta de los activos pueden ser positivos o negativos, aunque los

coeficientes beta positivos 8 La medición empírica del coeficiente beta se aproxima

usando el análisis de regresión de mínimos cuadrados. –20 –10 35 30 25 20 15 10 5 –15

–10 –20 –25 –30 –5 10 0 15 20 25 30 35 (2008) (2007) (2006) (2011) (2010) (2012)

(2005) (2009) bR = pendiente = .80 bS = pendiente = 1.30 Activo R Activo S

Rendimiento del mercado (%) Línea característica de S Línea característica de R

Rendimiento del activo (%) aTodos los puntos de datos mostrados se relacionan con el

activo S. No se muestran puntos de datos del activo R.

Caso Práctico

ESPERANZA (RIESGO – RENDIMIENTO)

La empresa “Esperanza”, presentó el pasado año el balance general que se expone a

Continuación:

ESPERANZA
BALANCE GENERAL
DICIEMBRE 31 DEL 2008
Activos en M. de $ Pasivo y Capital en M. de $
Activo Circulante 6,000.00 Pasivo Circulante 2,000.00
Activo Fijo 14,000.00 Fondo a largo plazo 18,000.00
Activos Totales 20,000.00 Pasivo y capital total 20,000.00

Además se conoce que:

• Los rendimientos sobre sus activos fueron los siguientes:

- Rendimientos sobre el activo circulante: 10%

- Rendimientos sobre el activo fijo: 25%

• Los costes de financiamiento fueron:

- Del pasivo circulante: 14%


- De los fondos a largo plazo: 16%

Determine para el próximo año (2009) el rendimiento de los activos, el coste total de
financiamiento, el rendimiento neto, el capital de trabajo neto y la razón circulante, si:

1. No hay cambios.

2. La empresa desplaza 1.000,0 M de euros del activo circulante al activo fijo, y 500,0

M de euros de los fondos a largo plazo al pasivo circulante.

3. Señale los cambios en la relación entre liquidez, riesgo y rendimiento.

SOLUCION:

Rendimiento y
2008 % 2009 % costo
Activo Circulante 6,000.00 30% 5,000.00 25% 10%
Activo Fijo 14,000.00 70% 15,000.00 75% 25%
Activos Totales 20,000.00 100% 20,000.00 100%
Pasivo Circulante 2,000.00 10% 2,500.00 13% 14%
Fondo a largo plazo 18,000.00 90% 17,500.00 88% 16%
Pasivo y capital total 20,000.00 100% 20,000.00 100%

2008 2009
Rendimiento de Activo (RA) 20.50% 21.25%
Coste del Financiamiento (CF) 15.80% 15.90%
Rendimiento Neto = ( RA-CF) 4.70% 5.50%
Capital de trabajo Neto = Activo-Pasivo 4,000.00 2,500.00
Razón Circulante = activo/pasivo 3 2

2008 2009
Liquidez Mayor Menor
Riesgo Menor Mayor
Rendimiento Menor Mayor
CONCLUSIONES

Se puede decir que una inversión no es algo que se puede hacer sin tomar en cuenta

ningún factor y sin tener ninguna referencia de los efectos, ya sean positivos o negativos

que nos pueda ofrecer dicha inversión. Por más sencillo que parezca, no es cuestión

únicamente de poner dinero y esperar recibir más; tanto las personas como las empresas,

al momento de tomar la decisión de invertir, ya sea en bienes, acciones, bonos, obras o

cualquier otro mecanismo, deben tener la seguridad de que su dinero estará a salvo, así

como también, la certeza de que los riesgos que conlleve la o las inversiones que se

hagan sean mínimos y no impidan la obtención un rendimiento satisfactorio y favorable.

Vous aimerez peut-être aussi