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I.

INTRODUCCIÓN
El suelo es uno de los ecosistemas más complejos que existen en la naturaleza y
uno de los hábitats más diversos de la Tierra. Contiene un sinfín de organismos
diferentes que interactúan y contribuyen a los ciclos globales que hace posible la
vida.
Los organismos del suelo cumplen numerosas funciones vitales en el ecosistema
del suelo, que tiene interacciones directas con los sistemas biológico, atmosférico e
hidrológico.
El suelo es el medio biológicamente activo y poroso que se ha desarrollado en la
capa superior de la corteza terrestre, o cubierta superficial de la parte continental de
la tierra.

Es uno de los principales sustratos de la vida en el planeta; sirve como depósito de


agua y nutrientes, como medio para la filtración y la descomposición de los residuos
perjudiciales, y como participante en diversos procesos ecológicos, como el ciclo
del carbono y otros elementos a través del ecosistema global.

El suelo evoluciona a través de procesos geológicos impulsados por la


meteorización (disgregación de las rocas), la actividad biológica, climática y
geológica, y las influencias topográficas. Además, evoluciona también de forma no
natural, debido a factores humanos, por los cambios artificiales producto de sus
actividades.
II. REVISIÓN DE LITERATURA

2.1. DEFINICIONES DE SUELO Y TIERRA

2.1.1. DEFINICIÓN DE SUELO

El suelo es un componente fundamental del ambiente, natural y finito, constituido


por minerales, aire, agua, materia orgánica, macro, meso y micro-organismos que
desempeñan procesos permanentes de tipos biótico y abiótico, cumpliendo
funciones vitales para la sociedad y el planeta.

Cubre la mayor parte de la superficie terrestre; su límite superior es el aire o el


agua superficial; sus fronteras horizontales son las áreas donde el suelo cambia,
a veces gradualmente a aguas profundas, rocas o hielo; el límite inferior puede
ser la roca dura o depósitos de materiales virtualmente desprovistos de animales,
raíces u otras señales de actividad biológica y que no han sido afectados por los
factores formadores del suelo.

Es indispensable y determinante para la estructura y el funcionamiento de los


ciclos del agua, del aire y de los nutrientes, así como para la biodiversidad. Esto
en razón a que el suelo es parte esencial de los ciclos biogeoquímicos, en los
cuales hay distribución, transporte, almacenamiento y transformación de
materiales y energía necesarios para la vida en el planeta.

2.1.2. SUELO Y TIERRA


En algunos contextos, los términos “suelo” y tierra” son utilizados como
sinónimos, sin embargo su significado es diferente, la tierra se define como una
extensión delineable de la superficie terrestre que contiene los elementos del
ambiente biofísico y socioeconómico que influyen en el uso; incluye el suelo, la
atmósfera cercana, la forma del terreno, el clima, la hidrología, la vegetación, los
organismos, la fauna, el uso, los asentamientos humanos y los resultados de las
actividades humanas pasadas y actuales; todo ello mediante su relación con el
uso actual o con la aptitud de uso. Con base en lo anterior, el suelo es uno de
los componentes de la tierra, pero también se consideran otros, sus
características y sus interacciones. El concepto tierra es más amplio que el de
suelo, permite una evaluación más integral lo cual es apropiado para procesos
de zonificación, planificación del uso, ordenamiento y evaluación de las
potencialidades, ya que la aptitud para un tipo de uso determinado, depende de
factores biofísicos, pero también de variables sociales, económicas y
ambientales que pueden ser determinantes en el éxito o fracaso de las
actividades de uso y manejo.

Funciones del ecosistema suelo

El suelo es un recurso natural muy importante, del cual la población actual y futura
depende para su supervivencia. Así mismo, es un recurso que tiene alta influencia
sobre el medio ambiente en general, y también en el sistema social, particularmente
en la economía local, regional y mundial. A continuación, se mencionan las
funciones que el suelo presenta, y por las cuales se le debe dar un uso y manejo
racional.

 El secuestro y almacenamiento de carbono: el suelo tiene un potencial


significativo en cuanto a ser sumidero de carbono, pues contribuye con capturar
este elemento, reduciendo así el efecto invernadero y la alteración del clima en
nuestro planeta. Esto se logra a partir de que las plantas absorben el carbono
atmosférico y lo convierten en materia orgánica, siendo una parte de la misma
recolectada y almacenada en el suelo. Sin embargo, dependiendo del
ecosistema con el que se cuente, el carbono puede almacenarse en la cubierta
vegetal, así como sucede en los bosques tropicales o bien en el suelo.
Latinoamérica es una región importante en cuanto a la captura de carbono,
debido a la alta cantidad de bosque presente, por lo que es indispensable su
manejo adecuado para contribuir con procesos de mitigación al cambio
climático.

 La reserva de agua, filtro y transformación de nutrientes: el suelo es un ente


vital que da lugar a la ocurrencia de los diferentes ciclos biogeoquímicos. Dentro
del ciclo hidrológico, es en el suelo en el que se lleva a cabo el proceso de
infiltración del agua que determina la recarga de los mantos acuíferos. Así
mismo, el suelo permite que se lleven a cabo las transformaciones de energía y
es receptor de los residuos materiales de los ecosistemas.

 El almacén del patrimonio geológico y arqueológico: el suelo ha brindado


una importante fuente de información sobre la herencia humana y la historia de
la evolución de nuestro planeta, que ha sido descifrada tanto por arqueólogos
como paleo ecólogos.

 La reserva de biodiversidad: a pesar que se desconocen la mayoría de


organismos del suelo, puede decirse que el suelo alberga una gran diversidad
biológica, siendo esta mayor que la que existe en la superficie del mismo.
Actualmente, la fauna descrita del suelo (nematodos, ácaros y protozoos) es el
5% del número total de especies existentes.

 La producción de biomasa y alimentos: el suelo es capaz de proporcionar de


forma indirecta o directa más del 95% de la producción mundial de alimentos.

 El soporte de las actividades humanas y una fuente de materias primas: los


suelos tienen la capacidad de ser convertidos en terrenos urbanizables para el
desarrollo de actividades propias de las ciudades; además, pueden
encontrarse materia prima como la grava, arena, arcilla, turba, o rocas que se
destinan para la construcción.

III. CUESTIONARIO

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