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Código Federal de Procedimientos Civiles (CFPC)

La reforma de 1988 adicionó al CFPC el Libro Cuarto, titulado "De la Cooperación Procesal
Internacional", integrado por cinco capítulos:

Disposiciones generales. En el arto 554 se establece el principio según el cual, en materia de litigio
internacional, las dependencias de la Federación y de las entidades federativas quedan sujetas a las
reglas del CFPC. La razón es que dichas dependencias conforman hacia el exterior al gobierno
mexicano; por tanto, se busca una uniformidad en las actividades y respuestas que puedan dar en
estas materias. Sin embargo, subsisten las disposiciones de leyes estatales en la materia como
aplicables en lo no previsto por el CFPC.

Es obvio reiterar, pero no deja de ser importante, que las personas o entidades distintas de las
dependencias mencionadas se regirán, en litigios internacionales, conforme a las reglas de
procedimientos de los tribunales competentes en cada caso

En el arto 545 se establece que la diligenciación de los diversos actos previstos de mero trámite, no
implicará para los tribunales mexicanos, reconocer la competencia del tribunal extranjero
exhortante. El sentido de esta disposición radica en facilitar la diligenciación de esos actos, evitando
en todo momento asumir compromisos que puedan limitarlos posteriormente. Lo mismo sucede
con la ejecución futura de sentencias dictadas por dicho tribunal extranjero.

El arto 546 dispone que los documentos públicos trasmitidos por conducto oficial no requerirán
legalización. En el caso de México, el conducto oficial es la Secretaría de Relaciones Internacionales,
mientras que en varios países centroamericanos y sudamericanos es el Ministerio de Justicia. En las
convenciones interamericanas, dichas entidades se mencionan como autoridad central. A partir de
1995 México es parte de la Convención de La Haya por la que se suprime el requisito de legalización
de los documentos públicos extranjeros (véase el capítulo 10)

La diligenciación de notificación a solicitud de parte, prevista por el arto 547 y ya comentada al aludir
a la disposición análoga del CPCDF, se complementa con lo establecido por el arto 548; los miembros
del Servicio Exterior Mexicano son coadyuvantes de los tribunales del país en el desahogo de
diligencias, sin necesidad de recurrir a los tribunales extranjeros del lugar donde debe hacerse la
diligenciación de dichos actos. Cuando se trate de diligencias que llevan aparejada ejecución o
medidas de apremio, los miembros del Servicio Exterior encargados del asunto no podrán
ejecutarlos por ellos mismos y, por tanto, podrán solicitar a las autoridades jurisdiccionales del
Estado anfitrión el desahogo de estas diligencias. Esta función está prevista, por otra parte, en la
Convención de Naciones Unidas sobre relaciones consulares (art. 51, inciso j)).

Exhortos o cartas rogatorias. El sentido de los arts. 549 o 553 es facilitar al máximo la tramitación
de los exhortos o cartas rogatorias. Como se aprecia en dichos preceptos, se ofrecen varias opciones
que el interesado puede escoger en función de la mayor o menor facilidad, tiempo y costo. La única
restricción existente en la trasmisión de las cartas rogatorias O de los exhortos es que su contenido
deberá estar traducido al español. Con ello se permite que la tramitación de este tipo de
instrumentos sea más fácil y, sobre todo, lo más adecuada a las posibilidades de la parte interesada
que lleve a cabo el trámite.
Competencia en materia de actos procesales. El arto 559 establece una prohibición general para
todas las dependencias de la Federación y de los estados, así como a los servidores públicos, de
exhibir documentos o copias de documentos existentes en los archivos oficiales bajo su control. Se
exceptúan los documentos de orden privado que permita la ley, pero siempre a petición del tribunal
mexicano exhortado. Dada la flexibilidad contenida en la reforma, se debe delimitar este tipo de
asuntos, pues, en este-caso, será una decisión de tipo político más que jurídico, exhibir o no cierto
documento oficial.

En el arto 560 se reconsidera el principio de que los miembros del Servicio Exterior Mexicano serán
coadyuvantes en la actividad judicial mexicana, específicamente en materia de recepción de
pruebas dentro de los límites establecidos por los tratados y las leyes de los estados receptores y
conforme a la Convención de Naciones Unidas sobre relaciones consulares ya mencionadas.

El arto 562 se refiere a la cuestión. ya comentada. de que la práctica de un acto procesal desahogado
en México que deba surtir efectos en el extranjero puede ser a petición de parte. En el caso
específico se trata del desahogo de una prueba testimonial, siempre basada en la regulación
procesal del juez mexicano (juez federal), con aplicación de sus reglas para el desahogo de este tipo
de pruebas. En otras palabras, el principio fundamental siempre será la aplicación de su propia ley
procesal (lex (ori).

Competencia en materia de ejecución de sentencias. En todos los ordenamientos procesales del


país se prevé la regulación de la competencia directa; en cambio, en materia de ejecución de
sentencias se regula la competencia indirecta o competencia internacional. Se trata de principios
generales que servirán de guía al juez mexicano para saber cuándo un juez extranjero no tiene
competencia para pronunciarse sobre cierto caso (cuando se trate de competencia exclusiva o
reservada para los tribunales mexicanos) o, simplemente, para· evitar que ese juez extranjero ejerza
competencia indebida o exorbitante. Por otro lado, esos principios generales servirán de guía al juez
extranjero para saber si la asunción de su competencia llevará, al final del proceso, a la ejecución o
no de su sentencia en México. Evidentemente, se trata también de una información muy importante
para las partes en litigio.

Los principios centrales de la competencia en materia de ejecución de sentencias son que el juez
extranjero haya asumido dicha competencia conforme a los criterios siguientes:

a) Con base en criterios O por razones compatibles o análogas con las previstas por el derecho
mexicano (art. 564);

b) Si se tratara de criterios o razones distintas de las previstas en el inciso anterior, que la asunción
de competencia se hubiere llevado a cabo para evitar la denegación de justicia (art. 565), y

c) Cuando se haya designado por convenio de las partes antes del juicio, Con los límites siguientes:
que no implique impedimento o denegación de justicia, o cuando la facultad de elección opere en
beneficio exclusivo de alguna de las partes o de todas (arts. 566 y 567).

El límite a la competencia por juez extranjero es la competencia exclusiva o reservada para los
tribunales mexicanos. El arto 568 establece cinco supuestos, que versan sobre las materias
siguientes:
I. Tierras yaguas ubicadas en el territorio nacional, incluyendo el subsuelo, espacio aéreo,
mar territorial y plataforma continental, ya sea que se trate de derechos reales, de
derechos derivados de concesiones de uso, exploración, explotación o
aprovechamiento, o de arrendamientos de dichos bienes;
II. Recursos de la zona económica exclusiva o que se relacionen con cualquiera de los
derechos de soberanías sobre dicha zona, en los términos de la Ley Federal del Mar;
III. Actos de autoridad o atinentes al régimen interno del Estado y de las dependencias de
la Federación y de las entidades federativas;
IV. Régimen interno de las embajadas y consulados de México en el extranjero y sus
actuaciones oficiales, y
V. En los casos en que lo dispongan así otras leyes. Commented [VMR1]: NO SE SI AGREGARLO A LA
PRESENACION
Ejecución de sentencias. Los principios generales establecidos en este capítulo son los
siguientes:

a) El reconocimiento y la eficacia de las resoluciones jurisdiccionales extranjeras y de los laudos


arbitrales privados tendrán como límite la no contrariedad con el orden público mexicano (art.
569) (véase el capítulo 6).

b) Se establece de manera expresa la posibilidad de reconocer y ejecutar sentencias arbitrales


privadas, aunque dicha posibilidad ya existía en el derecho mexicano desde 1971, al ratificarse
la Convención sobre el Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras de
Naciones Unidas (art. 569) (véase el capítulo 10).

c) Respecto de resoluciones jurisdiccionales y laudos arbitrales que se pretendan utilizar como


prueba ante tribunales mexicanos, sólo se necesita que cubran los requisitos para considerarse
auténticos (art. 569, segundo párr.).

d) Los efectos en territorio nacional de las sentencias, laudos o resoluciones jurisdiccionales


serán regidos por lo dispuesto en el CC, en el CFPC y en las demás leyes aplicables (art. 569,
tercer párr.). Esta disposición, que a primera vista parece exorbitante, pues invade la
competencia legislativa estatal, pretende establecer criterios generales que tengan en cuenta
los jueces de toda la República, sin descartar la aplicación de las leyes locales (art. 569, tercer
párr.).

e) Cuando las resoluciones jurisdiccionales o los laudos traigan aparejada ejecución coactiva,
requerirán homologación o exequátur. El juez competente será el del domicilio del ejecutado
(arts. 570 y 573).

f) Se aplican los principios tradicionales en cuanto al incidente de homologación, no examen de


fondo, embargo, secuestro y distribución de fondos resultantes de remate (arts. 574; 575 Y576).

g) Es importante el principio según el cual el juez mexicano queda facultado para ejecutar
parcialmente la' sentencia o el laudo cuando no se pudiera ejecutar en su totalidad. Esta
disposición prevé una situación que sucede en la práctica, de modo que, ante la imposibilidad
de una ejecución completa, dichas resoluciones se devuelven al juez o árbitro que las pronunció,
con el consiguiente juicio para la parte interesada...
Los requisitos de fondo y forma para que proceda el reconocimiento y, en su caso, la ejecución
de la sentencia, laudo o resolución jurisdiccional, se encuentran establecidos en los arts. 571 y
572. En cuanto a los requisitos de fondo, -los principios en que se basan ya sea han comentado
ampliamente en este capítulo.

8.5 ARBITRAJE COMERCIAL

El 22 de julio de 1993 fueron publicadas las nuevas reformas al Título Cuarto del Código de Comercio
para incluir las disposiciones en materia de arbitraje comercial en 48 artículos que constituyen, salvo
modificaciones menores, la Ley Modelo de UNCITRAL (siglas en inglés de la Comisión de Naciones
Unidas para el Derecho Mercantil Internacional). A continuación, veremos brevemente las
principales disposiciones.

El ámbito de aplicación del Título Cuarto está definido en el arto 1415 que dispone, en su primer
párr., que las disposiciones serán aplicables tanto al arbitraje nacional como al internacional
"cuando el lugar del arbitraje se encuentre en territorio nacional", salvo lo establecido en los
tratados o convenciones internacionales en las que México sea parte y salvo también, lo dispuesto
en otras leyes que "establezcan un procedimiento distinto que determinadas controversias no sean
susceptibles de arbitraje"

Como puede apreciarse, el arto 1415 se refiere, en el ámbito de aplicación de esta reforma, al
arbitraje nacional y al internacional con la condición de que el arbitraje se lleve a cabo dentro de
territorio nacional, Sin embargo, de acuerdo con el arto 1416 las partes gozan de la más absoluta
libertad y autonomía para decidir que el arbitraje se lleve a cabo en el extranjero, o bien, que sean
estas reglas las que se apliquen, o que el arbitraje se conduzca en México y excluir estas reglas, Por
ello la condicionalidad en el sentido de que sea aplicable a arbitrajes que se realicen en territorio
nacional es una referencia necesaria en una ley expedida por el legislador mexicano. Incluso, en el
segundo párrafo de la misma disposición se indica qué artículos del Título Cuarto serán aplicables
cuando el arbitraje se lleve a cabo fuera de territorio nacional, lo cual concuerda con el criterio que
anteriormente expresamos.

Como excepción se establece que se estará a lo que dispongan los tratados y las convenciones
internacionales de los que México sea parte. En este sentido, cabe apuntar que México es parte de
la Convención de Naciones Unidas sobre el Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Arbitrales
Extranjeras de la que también son parte prácticamente todos los países con los que México sostiene
una corriente importante de comercio, además de ser miembro también de la Convención
Interamericana de Arbitraje Comercial Internacional. En ambas convenciones está previsto el
ejercicio irrestricto de la autonomía de la voluntad de las partes para someterse a cualquier tribunal
arbitral o arbitraje ad hoc que más les convenga, así como designar las reglas de arbitrajes que
consideren más adecuadas e incluso construir sus propias reglas (véase el capítulo 1)

Además del reconocimiento de esta amplia liberalidad en sí importante en la medida que pone en
igualdad de condiciones a quienes en México se dedican al comercio internacional respecto de otros
operadores internacionales del comercio, se establece que las reglas del capítulo cuarto también
serán aplicables para el arbitraje comercial nacional, lo que abre una nueva avenida para la solución
de controversias comerciales de manera eficaz y rápida, dados los problemas por los que atraviesa
el sistema judicial en México, principalmente el de su lentitud en la decisión de casos debido a la
saturación y a los pocos recursos de que dispone para hacer frente a un número creciente de
demandas.

El arto 1416 se refiere a las diferentes definiciones conceptuales que utiliza la ley, tales como
acuerdo arbitral, arbitraje, arbitraje internacional y las costas, honorarios y gastos del tribunal
arbitral. En cuanto al primero, se definen sus elementos básicos: acuerdo para resolver conflictos
actuales o futuros pudiendo constar en un contrato o estar redactado como acuerdo independiente
(el arto 1423 prevé la necesidad de su forma escrita, pero no lo limita a ninguna forma especial). Al
mismo tiempo, en esta definición se incluye la libertad de que gozan las partes con respecto al
arbitraje y que antes ya referimos. Respecto del arbitraje, lo define la ley como "cualquier
procedimiento" comercial de arbitraje, institucional o no. La internacionalidad se define a partir de
uno de los siguientes criterios: que las partes tengan establecimientos en países diferentes en el
momento de celebrar el acuerdo, que el lugar del arbitraje o "el lugar de cumplimiento de una parte
sustancial de las obligaciones de la relación comercial" o "el lugar con el cual el objeto del litigio
tenga la relación más estrecha", se encuentre en país diferente del que "las partes tienen su
establecimiento". Jorge SILVA sostiene que con estos criterios "se atiende más a la materia
sustancial que a la procesal, para calificar al arbitraje como internacional".

De acuerdo con el arto 1415 -salvo los casos previstos en el arto 1445 que se refieren al caso en que
las partes hayan elegido un determinado derecho aplicable que por omisión de éstas lo hayan
designado los árbitros-, las partes tienen "la facultad de decidir libremente sobre un asunto" incluida
la designación del árbitro, árbitros o tribunal arbitral y de ser el caso, sobre el procedimiento arbitral
correspondiente. Con ello se ratifica el cnterio de la libertad que tienen las partes para escoger el
arbitraje --{) sistema de solución para sus controversias- que más les convenga.

Cabe apuntar que dentro de las reglas establecidas por el Título Cuarto que se comenta (art. 1418)
tanto para el arbitraje nacional como para el internacional, se incorpora uno de los principios
fundamentales del arbitraje que es el no formalismo y en el caso específico de las notificaciones,
éstas pueden llevarse a cabo mediante "carta certificada o cualquier otro medio que deje constancia
del intento de entrega" si personalmente no se logró hacer ésta, si es que esto lo han acordado las
partes.

A falta de reglas arbitrales institucionales escogidas por las partes como podrían ser, entre otras, las
de la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, Comisión
Interamericana de Arbitraje Comercial Internacional, American Arbitration Association, Asociación
Mexicana de Mediación y Arbitraje Comercial, etc., o de reglas que las partes pudiesen haber
diseñado de común acuerdo, son aplicables las reglas del Título Cuarto que comentamos, en las que
se prevé el procedimiento para la designación de árbitros o composición del tribunal arbitral,
incluidos su recusación, la competencia del tribunal arbitral, la sustanciación de las actuaciones
arbitrales, el pronunciamiento del laudo, la terminación de las actuaciones, las costas y la nulidad
del laudo y el reconocimiento y ejecución de laudos cuando éstos provengan del país o del
extranjero, estableciéndose en este caso las mismas causas (seis) que se aceptan
internacionalmente

La gran limitación que tiene este Título Cuarto es el abrir la posibilidad, en varios momentos, a que
las partes puedan recurrir a un juez para que éste solucione ciertos desacuerdos, lo que implica que
cualquiera de las partes pueda usar una de esas salidas para eternizar el procedimiento y por tanto
desvirtuarlo, sobre todo si se toma en cuenta el excesivo procesalismo en la justicia judicial
mexicana, que aunado a otros defectos, puede dar al traste con el objeto que se pretende con un
procedimiento moderno y eficaz para resolver conflictos en las relaciones comerciales
internacionales, como es el arbitraje comercial.

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