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El sufrimiento humano

«Los animales son felices mientras tengan salud y suficiente co-


mida. Los seres humanos, piensa uno, deberían serlo, pero en el mundo
moderno no lo son, al menos en la gran mayoría de los casos.»
Bertrand Russell

«El amor conlleva sufrimiento porque lo puedes perder, pero ne-


garse al amor para evitar el sufrimiento no lo soluciona, ya que se
sufre por no tenerlo. Entonces, si la felicidad es el amor, y el amor
es sufrimiento, entonces, digo, la felicidad es también sufrimiento.
Los dos lados del amor...»
Soma, en Amor y muerte, de Woody Alien

La experiencia del sufrimiento ha sido históri- que a la vez está mostrando desde finales del últi-
camente aceptada como parte intrínseca de la vida mo siglo una repercusión de efectos psicológicos
en múltiples ámbitos del saber humano. Desde las insospechados.
diferentes tradiciones religiosas (monoteístas o no), Se acepta de forma genérica que aquello que
los escritos de los grandes maestros de la literatura los humanos hacen para cambiar su entorno pro-
y los de antropólogos, médicos y filósofos hasta duce cambios positivos o negativos dependiendo
las obras de pintores y escultores, el sufrimiento del cristal que se utilice para mirarlos (la ambiva-
humano ha estado siempre presente como motivo lencia del progreso, tan criticado como demanda-
de análisis, serena contemplación o crispado re- do). Lo paradójico, e interesante para el propósito
pudio, prueba de fortalecimiento o motivo de deses- de este libio, es que de un modo paralelo al desa-
peración. rrollo del progreso humano material el sufrimien-
El sufrimiento, en el sentido de volver sobre las to humano, en lugar de ir cediendo terreno en in-
penalidades de la vida tal como uno las vive y/o tensidad y variedades, ha ido incrementándose y
poner en el pásente un sufrimiento futuro, es una extendiéndose hacia posibilidades nuevas poco sos-
experiencia resbfiyhda a los seres humanos verba- pechadas hace sólo unas décadas. Igualmente cu-
les como especie que, a través del análisis y la re- rioso es que este aumento y diversificación del
flexión, ha conseguido desde hace siglos llegar a sufrimiento humano haya corrido paralelo, en bue-
manipular las condiciones inmediatas ambientales na parte, al rechazo del dolor y de la incomodidad
y biológicas con un alto grado de precisión, pero como si no fueran fenómenos naturales que devie-
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30 l Terapia de aceptación y compromiso (ACT)

nen del simple hecho de ser humanos. O lo que es Marinoff, 1999). Acudir al psicólogo o al psiquia-
igual, la humanidad parece comprometida en un tra, o «tener un terapeuta», se ha convertido en los
afán por superar lo natural y evadirse de cualquier países desarrollados en algo casi tan «normal»
inconveniencia de la vida, buscando un grado de como lo es tener un peluquero, un médico o un
bienestar que siglos atrás sólo se hubiera concebi- abogado'. El malestar subclínico es evidente bajo
do como digno de dioses o ángeles. El ser huma- formas de demanda de ayuda profesional por pro-
no, aspirando a no sufrir nunca ni por nada, ha ter- blemas de relación de pareja, de relaciones la-
j minado propiciando sufrir más y por más cosas. borales, académicos, de relaciones interpersona-
La cuestión es dónde reside el poder que per- les, de comunicación con los hijos, o en forma de
mite, por un lado, la exitosa adaptación a las con- demandas de los padres por problemas en la in-
diciones más adversas del medio natural a través fancia, todo lo que se suma a la amplia gama de
del control y la manipulación de su impacto sobre trastornos clínicos hoy presentes y cuyas tasas de
nuestro organismo y que, por otro lado, nos expo- incidencia se han disparado (Stroshal et al., 1998;
ne al sufrimiento por nuevas razones cuando las Kessler et al., 1994; Hayes et al., 1999; Vallejo,
penalidades de la vida (las razones clásicas del su- 1998), de modo que el malestar o sufrimiento
! frimiento), como tales, son muchas menos. La pa- humano es cada vez más ubicuo (Wilson, Hayes,
} radoja, decíamos, es vivir en un mundo más có- Gregg y Zettle, 2001)J.
modo (en el mundo desarrollado), más seguro, más El lenguaje, nuestro bien más preciado, ha sido
preciso, muchísimo menos doloroso, y encontrar- señalado desde antiguo como el elemento que está
nos abrumados por el sufrimiento generado, pre- en la base de la infelicidad humana y, desde lue-
. cisamente, por ese mundo diseñado para bus- ! go, de la felicidad. Más recientemente, y desde el
car la felicidad evitando el sufrimiento. Decía }ámbito de la terapia psicológica como forma de
; Russell que los animales son felices en tanto cu- ' afrontar el sufrimiento humano, Hayes, Stroshal y
1 bren sus necesidades básicas; los humanos, sin \ Wilson (1999) han señalado al lenguaje como ob-
í embargo, pueden no ser felices aun cuando las ten- jetivo, razón y causa del sufrimiento humano, sin
■gan cubiertas. El mismo autor señalaba que aun* i olvidar la particularidad de que, probablemente,
' aburriéndonos menos que nuestros antepasados ! el lenguaje no debió surgir en la especie humana
tenemos más miedo de aburrimos. Miedo al que í precisamente para la diversión, sino más bien como
podría añadirse un considerable número de otros i un modo para escapar del peligro y quizá más tar-
) miedos igualmente «psicológicos», como el mie- (de para organizar el control social (véanse Hayes
) do a no tener éxito, el miedo a estar solo, el miedo ¡et al., 1999; Skinner, 1986).
i a no saber qué'hacer, etc. Ambos lados del lenguaje, como razón de ser
La cuestión probablemente esté en que se ha de la naturaleza humana y como causa de sufri-
psicologizado tanto la vida y se ha hecho tan ex- miento, en cuanto conducta, no son otra cosa que
traordinariamente compleja que no es extraño que los repertorios de autoconocimiento socialmente
la demanda de ayuda por malestares subclínicos \establecidos, de modo que en el propio hecho re-
y problemas de la vida cotidiana se haya incre- Jside la grandeza y la miseria, la ventaja y el ries-
mentado sobremanera, á la vez que se hayan mul- 'go: tener lenguaje es tener ambos lados del len-
tiplicado los servicios ofrecidos (por ejemplo, guaje. Un lado brillante como conocimiento cuyo

1 Se incrementa la petición en grandes ciudades, como - La salud mental es uno de los asuntos humanos tan ex-
las estadounidenses (Marinoff, 1999) (en España está ini- traordinariamente actual y saliente que mueve millones y sirve
ciándose), no ya de tener un terapeuta, sino de tener un «con- a numerosos intereses, y a él se dedican desde libros de bol-
sejero particular» —-el coaching— que, como «ángel de ta sillo hasta consultas psiquiátricas y psicológicas, consultas
guarda», vele por nosotros, nos fortalezca y ayude a tomar religiosas, premios literarios, obras teatrales, televisión y todo
decisiones y nos consuele ante los fracasos. un entramado institucional.

© E d ic io n e s P irá m id e
El sufrimiento humano / 31

uso resulta extremadamente útil en cuanto que con-


V
trola acciones efectivas, eficaces y propiciadoras e
de bienestar, y un lado oscuro ante el cual se Pensar
r
■Sufrir ► en
puede reaccionar de modo que resulte limitante. s
negativa
u
Y, de la misma manera que los metafóricos caba- s
lleros yedai, debemos aprender a dominar nues-
tros poderes verbales para que éstos no terminen
Salud m ental ► Enfermedad mental
dominándonos. El ser humano debe aprender r ma-
nejar el lenguaje sin ser atrapado por su lado os-
curo, aprendiendo a manejarlo sin dejarse atrapar Normalidad Anormalidad
por él. Difícil e inestable equilibrio porque, como
señalaron Hayes et al. (1999): «La capacidad au-]
Poder vivir No poder vivir
torreflexiva es un arma potencial y poderosa, a la! y actuar bien ni actuar bien
vez que peligrosa».
El propio concepto de sufrimiento en los hu-
manos tiene un origen social y ha ido transforman- Sentirse y ser No sentirse ni
do su significado a lo largo de los siglos3 (al igual responsable -«— — »- ser responsable
que todos los conceptos de similar función, pala- de sus actos de sus actos
bras con carga semántica), terminando en un refe- ♦ t
rente de sufrim iento ubicado de un modo genera- (...) (...)
lizado —por socializado— en el ámbito íntimo de t t
lo privado. En lo que aquí concierne, cabe resaltar Actuación Actuación
que, en el marco social dominante, el concepto de 1 . 1
sufrimiento se contrapone al de bienestar. Es más, Contingencias y sns funciones verbales
la escala de sufrimiento como contrapuesto a bien-
estar —referido al sentimiento más que a la ac-
Figura 1.1 .—Algunas de las relaciones principales del siste-
ción— se ha puesto en circulación en relación a ma de funcionamiento cultural entre los sentimientos y los
estar mentalmente sano versus tener una enferme- pensamientos positivos, que se valoran como necesarios
dad mental. A su vez, estas etiquetas valorativas para poder actuar o vivir feliz —inevitablemente lo mis-
se ven con el significado de favorecer o impe- mo cabe decir de los opuestos (véase en el texto)— , te-
dir el curso de la vida. Como Dougher (1994) ha niendo en cuenta que el sistema de reglas y contingencias
que opere en cada caso, según la historia individua], irá a
señalado, los valores sociales en alza en nues- favor o en contra de una actuación que pueda resultar
tro mundo han equiparado felicidad a la ausen- finalmente destructiva para la persona.
cia de dolor, ausencia de problemas, ausencia de
ansiedad y preocupaciones, a la vez que a la pre-
sencia de ciertos niveles económicos y signos es-
téticos. por derivación, e l sufrim iento como lo anorm al. \
Como se muestra en la figura 1.1, las relaciones El sentimiento de sufrimiento se empareja social- ¡
genéricamente establecidas en nuestra sociedad mente con pensamientos de impotencia y de inca-
potencian que sentirse bien se contrapone a sufrir, i pacidad, y así sufrir se vive contrapuesto a estar-
siendo lo primero contemplado como lo norm al y, en disposición de actuar para lo que uno querría

3 No es objetivo deeste texto el análisis de la génesis del conceptos han sido permeables a factores sociales, económi-
concepto y de las razones y modos en que ha ido transfor- cos y políticos, puede encontrarse en obras comoBéjar, 1988;
mando su significado de unos tiempos a otros. Cómo estos Gergen, 1991; Pérez Álvarez, 1992, entre otras.

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hacer con su vida. De todo ello, inevitablemente, plantear la búsqueda de por qué se relacionan con
se derivan múltiples relaciones cruzadas a las que actuar de un modo u otro en pro de diferentes ob-
ha de añadirse el conjunto de valoraciones y com- jetivos.
portamientos que se relacionan con ser anormal, Una vida indolora pasa por ser el objetivo prio-
tener una enfermedad mental y otras consecuen- ritario de los seres humanos, de forma que si pre-
cias (por ejemplo, responsabilidad reducida de los guntamos por lo que se «espera de la vida», una
propios actos, la complacencia con uno mismo, la parte común de la respuesta es muy probable que
permisividad de los otros y del sistema, etc.). incluya el deseo de sentirse bien y ser feliz evitan-
Las relaciones entre estos componentes pueden do cualquier tipo de sufrimiento e incomodidad. Más
surgir tlras un múumo contacto contingencia! o di- específicamente se busca sentirse querido, pero sin
recto respecto de alguna de estas relaciones (véa- sentirse mal en el proceso; tener las ideas claras sin
se en el capítulo 2). Así, surgen todas las combina- tener dudas; estar motivado o querer hacer las co-
ciones posibles y una derivación de sus significados sas; pensar en positivo de sí mismo y de la vida, etc.
entre sus componentes. Por ejemplo, una persona De este modo, al surgir el dolor, las dudas, los pen-
puede sentirse bien y surgir verbalmente el resto samientos negativos, la inseguridad en sí mismo, la
de elementos relacionados («soy una persona nor- sensación de no ser querido o de no tener éxito, se
mal», «se puede confiar en mí», por ejemplo) y sufre, y todo eso se convierte en objetivo priorita-
actuar ajustándose a esas reglas o en otra direc- rio de evitación que, según lo que uno valore, pue-
ción. De forma similar, si tiene dificultades en su de llegar a ser destructivo.
vida o surgen pensamientos negativos sobre sí En un sentido de particularidad ejemplarizan-
mismo porque se den las condiciones según su te, en similares términos se pronuncian muchos
historia personal, pueden derivarse otros signifi- clientes o pacientes (elijamos el término que me-
cados (por ejemplo, «algo no funciona», «no pue- jor nos acomode) cuando son preguntados por el
do tomar la responsabilidad como antes», «¿seré motivo de su consulta, ofreciéndonos respuestas
anormal?», «tendré algún problema») y las actua- como «no soy feliz, quiero sentirme bien» o «quie-
ciones pertinentes a su historia. Entonces, las con- ro dejar de sufrir y ser normal para poder vivir».
tingencias —las funciones que éstas tengan en cada Sea como fuere y adoptando la fórmula verbal pro-
circunstancia y persona— potenciarán unas rela- pia de cada caso, el sentimiento de sufrimiento o
ciones u otras entre pensar, sentir y actuar. el de felicidad se centrarán en los eventos priva-
El caso es que, en nuestro mundo actual, uno dos; en unos casos, porque los clientes sitúan el
siente la obligación de sentirse bien v evitar el sentirse bien en relación a conseguir enterrar cier-
sufrimiento porque éste ha sido catalogado como tos recuerdos, en otros porque sentirse bien se
algo anormal, negativo e inapropiado para vivir centra en la necesidad de no sentir tristeza o an-
una vida plena, en especial en esta sociedad post- siedad, o en que desaparezcan las sensaciones de-
modema que rechaza de plano una visión del mun- presivas, o las ideas o los pensamientos «taladran-
do como ese valle de lágrimas que el pesimismo tes» sobre algo, sobre sí mismo, sobre los demás o
realista de antaño delimitaba. Además, el hecho sobre el mundo en general. Parece, pues, algo ge-
de haber centrado todos estos conceptos en las nérico que sentirse bien resulta equivalente a dar
sensaciones en lugar de en las acciones obliga a la espalda o «extirpar» ciertas sensaciones, pen-
plantear, en la ontogenia de la persona, la proce- samientos u otros eventos privados, y que éstos se
dencia de los sentimientos de bienestar o de ma- entiendan como negativos y anormales sirviendo
lestar como eventos privados centrados en lo ínti- como barreras que impiden vivir.
moi. Obliga también a buscar la procedencia social Este genérico y legítimo deseo de sentirse bien
del hecho de que ciertas sensaciones sean valo- ha ido transformando su significado a lo largo de
radas como positivas o negativas y como norma- la historia y, como proceso verbal que es, está su-
les o anormales y, más importante aún, obliga a jeto a innumerables variaciones en su valor o firn-
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ción entre los individuos de un mismo tiempo, en deben rastrearse las circunstancias de nuestra co-
tanto que su forma o expresión particular en cada tidianeidad en las que se llega a construir que sen-
caso responderá a las interacciones entre cada per- tirse mal sea contrario a estar bien y a vivir la vida.
sona y su ambiente verbal. Escribió Aristóteles que De hecho, ¿poFque"cada vez es mas frecuente que
«el fuego arde iguai en la Hélade que en Persia, no se funcioné bajó ellenia^tvive y te sentirás bien
pero las ideas de los hombres sobre el bien y el aunque a veces""te’sientas lina!» y"síiTemTiargó se
mal varían de un lugar a otro». sigue ca3a vez más éí lemáde"«tíerieTquie^ííürte
Como asunción o lógica socializada, los seres bienpára poder vivir feliz» ? ¿Por qué ésTarT3i"fí-
humanos del siglo xxi fácilmente entendemos que cil' que puedan" coexistir el'Hecho de' <<sentirse~mdí\
sentirse mal es algo anormal, no es signo de sa- y estar bien»?"Más Hfin,' ¿ cómo esíjue el resultado )
lud mental de forma que, diligente y precisamen- de luchar con ahínco por no sufrir sea llegar a vi- ;
te, hemos dispuesto la calificación reparadora, pero vir con más sufrimiento? En los siguientes aparta- ¡
también excluyente, de quien cumpla dicho crite- dos nos ocuparemos con mayor detalle de estos
rio. Así pues, es algo usual sostener que para po- aspectos aparentemente contradictorios.
der actuar bien es preciso estar mentalmente sano,
entendiéndose por tal la presencia y/o ausencia de
un compendio de contenidos cognitivos o eventos 1. «SENTIRSE BIEN» COMO LA GUÍA .
privados que, finalmente, han acabado siendo^ con- GENÉRICA DE SALUD MENTAL
templados como las causas de la acción por mera^
contigüidad (Luciano y Hayes, 2001). Este apartado se detiene principalmente en las
El hecho de sentirse mal y creerse mentalmente circunstancias que potencian el malestar o sufrimien-
sano, socialmente, no son conceptos que formen to como algo «anormal» y contrario a tener salud
pareja cultural, como tampoco la forman el hecho mental. Para ello, necesariamente se habrá de alu-
de sufrir y vivir la vida. Más bien al contrario, de dir al lenguaje como la principal sede y vehículo de
manera que si alguien dice «me siento mal, pero conocimiento del mundo ajeno y privado, sin olvi-
estoy bien», se le mirará con cierta extrañeza, tra- dar que las circunstancias en las que niños y ado-
tando de encontrar la justificación de esa «contra- lescentes se desarrollan son las condiciones en las
dicción» y entender qué tipo de relaciones o proce- que los adultos viven y, por tanto, consideran im-
sos mentales caracterizan a dicho individuo; en portantes para la educación. Condiciones que ac-
definitiva, qué peculiar tipo de personaje es quien tualmente incluyen una extraordinaria influencia de
dice algo así. Con frecuencia, contar con alguna los medios de comunicación a través de los cuales
sofisticada etiqueta tranquiliza nuestro espíritu, de resulta fácil acceder a explicaciones y soluciones
forma que la anormalidad queda justificada. propuestas por profesionales (expertos o no) de la
Ahora bien, cuando los eventos privados vivi- salud mental, junto a las ofrecidas por un sinnúme-
dos negativamente llegan a actuar como barreras ro de personajes más o menos variopintos pero con
o causas que impiden "vivir feliz, y la persona sólo influencia pública.
sabe luchar contra-sí mismo ü liacerlo contra siis En primer lugar, resulta ineludible detenerse en
eventos privados, y esta lucha deliberaría en lugar el hecho de que cualquier acción humana tenga
de eliminarlo qué Emoles ta>TTo~Eace cada vez más dos vertientes. Por ejemplo, si elegimos fumar ten-
presente, el resultado final es un contexto de su- dremos que aceptar el conocido riesgo para nues-
frimiento por laíimjtaeión que éste procederevi- tra salud que comporta, mientras que si ya fuma-
tativo engendra (fá^tíe^la^uniHTéstra'tegia es evi- dores renunciamos a fumar habremos de «abrimos»
tar) y que según lo^ valores de uno puede ser una a lo que sentiremos al no fumar. Por ejemplo, aun
limitacxSn""destructiva. convencidos de dejar de fumar, ¿qué hacer con el
Para entender el porqué de la relevancia y pre- deseo? El refrán «no es posible nadar y guardar la
eminencia de este modo de hacer y entender la vida, ropa» sirve para ejemplarizar sucintamente este di-
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lema de los dos lados del autoconocimiento, como nas ocupan más tiempo y esfuerzo en la búsqueda
1a cara y la cruz de la misma moneda. La cuestión de emociones positivas y la evitación de las enten-

1
no es tanto lo que a uno le acontece una vez que didas como negativas. La soledad, los conflictos de
elige qué hacer sino sus reacciones a lo que le pareja, la insatisfacción personal, el afán por el éxito,
acontece. Esto es, que inevitablemente surgirá la centran la vida de millones de personas que, por
experiencia privada de «tener ganas de fumar» y otra parte, suelen tener cubiertas necesidades tan ele-
otros pensamientos derivados, pero uno puede ele- mentales como la comida, el techo, el vestido y la
gir siempre qué hacer entonces. atención sanitaria, que en otras latitudes constitu-
Pero, además, vivimos en un mundo cada día yen casi un lujo. Por ello, las circunstancias o el
más «artificial», en el sentido de que las condicio- funcionamiento genérico como búsqueda de la fe-
nes imperantes, cada vez más, no juegan a favor licidad o la evitación del sufrimiento en la sociedad
de normalizar los eventos privados que se produ- que nos toca vivir son el marco coherente para en-
cen como consecuencia del lado oscuro que inevi- tender la lucha que nuestros clientes mantienen y
tablemente acompaña al lado brillante de nuestra las razones por las que acuden a consulta.
existencia verbal. Y, en parte, los humanos trata- Dentro de este esquema de vida, mitad moder-
mos en ocasiones de potenciar esa normalización <no mitad postmoderno, la lógica de tener que sen -
en el largo, difícil y sutil proceso que llamamos ! tirse bien para p oder vivir se ha visto potenciada
formación de la personalidad, crecimiento perso- de manera extraordinaria en los últimos cuarenta
nal o, en otros órdenes, educación o socialización; años, en la medida en que han terminado por gene-
algo que ha sido reiteradamente resaltado por di- >ralizarse interacciones sociales que permiten hablar
ferentes ilustres estudiosos de la condición huma- ! de un estilo de funcionam iento hedonister, por ejem-
na, de forma que la cuestión central no es qué es- plo, la permisividad casi extrema, la flexibilidad
collos uno vaya encontrando en su vida, sino qué en «casi todo», la justificación de casi todo con
l hace con ellos4. tal de evitar problemas o, lo que es igual, de reducir
En segundo lugar, resulta destacable que la par- rápidamente al mínimo el malestar o el sufrimiento
te del mundo en la que los trastornos psicológicos propios. Los valores centrados en las consecuencias
se han hecho más evidentes5 es, precisamente, el a largo plazo de las acciones están hoy a la baja,
mundo desarrollado, la parte del mundo en la que mientras que sube y se potencia la justificación de
más mitigadas están las penalidades para la mayor las acciones que «parchean» los problemas y blo-
parte de la población, el mundo desarrollado; para- quean que podamos «ver más allá», lo que genera
dójicamente, la parte del mundo donde las perso- a la larga otros problemas de mayor gravedad6.

4 Como nos enseñaron, entre otros, Epicuro, Epitecto, de menos un entrenam iento o exposición suficiente para lle-
Ramón y Cajal, Ortega, Ryle, Russell, W ittgenstein y mu- gar a norm alizar las dos vertientes naturales de cualquier
i chos otros. Por ejem plo, señaló Russell, se trataría de apren- acción o norm alizar lo natural de la vida, las ventajas y des-
I der a superar el sufrim iento a base de no rechazarlo, de «pa- ventajas del ser humano com o ser verbal, algo sobre lo que
¡ sar de uno mismo». Necesariamente hemoá de responder, y insistiremos a lo largo de este libro (véase Luciano y Hayes,
es justam ente la manera en la que respondemos a lo que pen- 2001).
samos y sentimos lo que gesta el proceso que producirá nues- 5 En las form as de ansiedad, depresión, alteraciones de
tro ntodus vivendi o, lo que es igual, lo que hace que el resul- la personalidad, estrés, trastornos del comportam iento alim en-
tado nos limite o nos abra a lo natural de la vida. Ahora bien, tario, consum o de drogas, etc., convertidos en las «modernas
ocurre que lo natural de las contingencias propias de la vida plagas del presente».
se ha ido oscureciendo y anulando cada vez más, de modo 6 Ya es crónico el modo de funcionar «medio resolvien-
que el funcionamiento de las interacciones humanas, espe- do» los problem as; esto es, buscando soluciones que miran a
cialm ente de las sociales, queda cada vez más lejano de las lo más cercano o próximo en el tiempo m ientras que generan
contingencias aaturales y más próximo a contingencias esta- problem as en zonas más lejanas o en tiempos futuros; por
blecidas socialmente, que en numerosas ocasiones se contra- ejemplo, trasladar los residuos peligrosos a zonas del planeta
pondrán al funcionamiento natura!. En este sentido, se echa alejadas de quienes los han producido, colocar las industrias

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El sufrimiento humano l 35

La búsqueda de las condiciones que han gene- marcos de opinión respetables que apelan a «lo
rado este tipo de interacciones nos remite al análi- científico» o «lo saludable» en un ámbito de pro-
sis de las contingencias sociales producidas con teccionismo social que dirige los pasos de cada
los espectaculares avances en las técnicas y el co- individuo hacia la felicidad construida socialmen-
nocimiento desde finales del siglo xtx hasta el pre- te en un modo que recuerda el concepto de Estado
sente7. Es en este relativo maremágnum de opi- terapéutico de Szasz (1960). >_
niones en el que se ha convertido el mundo actual, Vivimos, por tanto, en un mundo que espajee
de puntos de referencia diversos, de crisis de las todo tipo de ideas a modo de «supermercado» de
«verdades inmutables» y de los «valores eternos» razonamientos y recetas para casi todo («cómo ser
(consecuentemente, y de modo muy especialmen- feliz», «cómo evitar el sufrimiento», «cómo tener
te, de la crisis del principio de autoridad), y por salud mental», «cómo mejorar tu personalidad»...),
tanto de puesta en escena de tantas verdades dis- que terminan siendo mezcladas por cada uno en
ponibles como historias personales o contextos uno su cóctel personal propio. Ideas entre las que no
pueda discernir, de la consiguiente y consecuente sufrir es un valor al alza para la cuenta de la vida,
exigencia de permisividad en las acciones (acor- de modo que su búsqueda termina moviendo mi-
des a «tantas» verdades como tengamos disponi- llones. Ser feliz versus sufrir se asocia con frecuen-
bles), el lugar y el momento en el que padres, pro- cia a disfrutar todo lo posible, mejor pronto que
fesores y profesionales de la salud —quieran o no, tarde, y a evitar cualquier tensión, sufrimiento y
les guste o les disguste—■se encuentran teniendo esfuerzo: una vida sin complicaciones es una vida
que responder ante sus hijos, sus alumnos y sus feliz. De forma que cuando uno sienta malestar o
pacientes. sufrimiento vive la experiencia como algo negati-
Sin embargo, debido a que los eventos priva- vo en sí mismo y puede llegar a actuar como si
dos son una construcción social, al igual que las esto representase realmente una insalvable barre-
reacciones ante ellos, la responsabilidad social es ra para poder hacer lo que uno quiere y tiene que
máxima. Esto significa que si el umbral de la fle- hacer.
xibilidad social es máximo, se deriva, consecuen- Es, por tanto, en las circunstancias sociales en
temente, una rigidez extrema o generalizada del las que se fomenta con más ahínco la necesidad
malestar privado o un umbral mínimo de toleran- de sentirse bien en lo más íntimo para poder triun-
cia a ese malestar. Dicho de otro modo, la exce- far o para poder vivir donde se extienden una bue-
siva tolerancia de los demás termina generando na parte de las máximas al uso sobre la salud mental
intolerancia personal al malestar propio (Gil Roa- y la enfermedad menta] o los trastornos psicológi-
les-Nieto, 2002). cos, ya moneda común y ampliamente socializa-
En tercer lugar, la disponibilidad de ideas so- da. Circunstancias socioverbales que han sido ana-
bre la naturaleza de lo psicológico, sobre las rela- lizadas, en buena parte, por antropólogos, filósofos,
ciones entre lo público y lo privado, entre los otros escritores, médicos y psicólogos y que sólo son
y uno mismo, entre el sistema y la persona, es relevantes desde el marco del sistema verbal en el
amplia y diversa y se ampara, con frecuencia, en que una persona nace y en el qne se hace humana,

peligrosas o los vertederos en barrios lejanos a los de uno o 7 Traducidos, en lo que a visión del ser humano se refie-
zonas deprim idas lejanas al «corazón de las ciudades». De re, en la transform ación de los modos de pensar y sentir pre-
modo que las razonfesjiebn frecuencia espurias, que sirven dominantes, cuyo recorrido desde el modo romántico propio
para justificar acciones cada vez son más diversas y están del novecento hasta modernista del siglo xx, para term inar
más cerca de la exclusiva contemplación «del om bligo pro- en la génesis y el desarrollo imparable de la concepción post-
pio en los eventos privados» que de las vidas de los demás, modernista actual, puede verse, por ejemplo, en los análisis
y más centradas en lo próximo e inmediato en vez de en sus de Béjar (1 988), Gergen {1991), Homey (1993), Lasch (1 991)
efectos a largo plazo y en los demás. y Sennett (1998).

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y que han generado una visión de la vida, de los \te (Skinner, 1974), en la que el niño aprende a
demás y de uno mismo que puede terminar difi- ) hablar de lo que está presente y, a su través, de lo
cultando la propia existencia. Algo que ocurre 'que no está presente, y consecuentemente a pen-
cuando el comportamiento simbólico, como re- (sar, comparar, planear, analizar, criticar, etc. Así
flexión sobre lo que uno piensa y siente, sobre lo (se va formando lo que le gusta y disgusta y cómo
hecho y lo que aún no se ha vivido, resulta una | responder ante ello. Que, como señalan Hayes et
especie de «credo» literal de acuerdo con el cual al. (1999), la inocencia del niño caiga como caen
el individuo se comporta y en el que termina «atra- los pétalos de una flor «madura» y sólo perma-
pado», haciéndose dependiente de su sentir y de nezcan en la planta las espinas y ramas secas del
verdad. Dicho de otro modo, termina prisione- miedo, la autocrítica, la pretensión o la angustia
ro de sus experiencias privadas e insensible a las es una transición muy difícil de evitar y suavizar
contingencias naturales. cuando acontece, porque nuestros hijos no tienen
Finalmente, en cuarto lugar, el análisis deí ma- más remedio que entrar en el a la vez maravilloso
lestar, del sufrimiento, como algo contrario a la y terrible mundo del autoconocimiento si quere-
vida no es posible cerrarlo mientras no se analice mos que lleguen a ser plenamente humanos.
en detalle el sistema verbal que se va generando ", En suma, la comunidad verbal nos enseña a te-
desde temprano en el niño, quien paulatina e ine- ^ner valores y a discernir, clasificar, diferenciar,
vitablemente contacta con las informaciones que ' comparar, razonar, recordar, actuar sobre las ra-
están en circulación en su sistema verbal de refe- zones dadas, diseñar el futuro, rememorar el pasa-
rencia y actúa respecto a ellas. Aunque más ade- do, emocionarnos, planificar experimentos, dise-
lante analicemos estos procesos en detalle, nos de- ñar edificios, y también crímenes, y a disfrutar y a
' tendremos brevemente sobre el papel del lenguaje. sufrir todo lo imaginable y más. Sin la actividad
Globalmente considerado, el sistema verbal ha verbal, o el sistema verbal que se construye en cada
permitido un extraordinario avance en las condi- uno de nosotros, no habría comprensión, ni depre-
ciones de vida de la especie humana y ha per- sión, ni amor, ni suicidio, ni terroristas, ni deman-
mitido que los humanos podamos disfrutar simbó- da de eutanasia; no podríamos sentir verbalmente
licamente, pero también nos ha condenado a ex- el futuro como si estuviera presente, ni compara-
perimentar más sufrimiento. Las ventajas de ser ríamos lo de hoy con lo de ayer, ni lo que tenemos
verbal han ido en aumento exponencial, de mane- con lo que otros tienen o de lo que carecen. No
ra que la especie humana fue generando relacio- habría reflexión ni para bien ni para mal y nues-
nes por medio de las cuales llegó pronto a ser su- tros valores serían muchísimo más simples.
perior a las demás especies en el control de las
condiciones de vida en el planeta. Esto ha sido, es
y será un proceso gradual, de manera que el futu- 2. EL PLANTEAMIENTO CULTURAL
ro siempre terminará por sorprendernos8. Venta- Y LOS TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
>jas y desventajas propias del autoconocimiento
| como tal, que nos es construido desde la más tem- El modo de entender lo psicológicamente sano
y prana edad por la comunidad verbal correspondien- en el contexto de la salud mental, y entender ésta,

! Sin embargo, las ventajas de las interacciones simbóli- nal, accidental o deliberadamente (Hairis, 1977), en tanto que
cas también pueden llegar a convertir el planeta en un. lugar las relaciones simbólicas que el ser humano establece
inhabitable, como bien se ha indicado y denunciado desde —lo que, en parte, llamamos su inteligencia— llegan a alte-
ámbitos muy distintos. Así, el conocimiento simbólico ha rar las funciones del presarte y producir acciones que ani-
permitido tanto el avance de la especie humana como el he- quilen la especie, al igual que las propias acciones llegan en
cho de que los mismos mecanismos puedan conducir a su fi- ocasiones a aniquilar la vida de un individuo.

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El sufrimiento humano i 37

a su vez, centrada en sentirse bien y opuesta al referencia, de modo que el análisis de un trastor-
sufrimiento, ha desnaturalizado el sufrimiento no psicológico ha de pasar, en primer y esencial
como una parte natural de la vida. Este plantea- término, por el análisis del lenguaje, consideran-
miento cultural se puede observar puesto en cir- do en este análisis la desnaturalización del sufri-!
culación, y bien arraigado en lo cotidiano (es de- miento completada en los tiempos modernos. j
cir, los medios de comunicación), en los sistemas Y es que se reflejan como signos de enferme-
de clasificación o taxonomías de las enfermeda- dad mental o anormalidad psicológica, por ejem-
des mentales, en los métodos de evaluación y diag- plo, casi cualquier exceso o déficit en el ámbito
nóstico, así como en los objetivos y las estrategias de la emoción (ansiedad, tristeza, irritabilidad,
de los tratamientos disponibles para los trastornos euforia, enojo, ira...), así como la presencia de cier-
psicológicos. Es éste un fenómeno eminentemen- tos modos de pensar (por ejemplo, delirio, derro-
te social en su desarrollo y en su mantenimiento. tismo, desesperanza, grandiosidad...) y ciertos
Aún más, que los profesionales de la clínica estados corporales (sudoración, temblor, palpita-
psicológica y los científicos dedicados al estudio ciones, dificultad en la respiración, sensaciones
de lo psicológico se hayan apegado, mayoritaria- propias de la abstinencia, dificultades al conciliar
mente y durante mucho tiempo, a un modelo mé- el sueño, pesadillas, etc,). Y todo ello se ofrece
dico o biologicista de lo psicológico ha llegado a como señales y constituyentes de múltiples tras-
producir un cuerpo de conocimientos que, inevi- tornos psicológicos de variados nombres en los
tablemente, no ha sido efectivo y ha alejado a la medios de comunicación, en multitud de libros di-
comunidad científica del estudio pormenorizado vulgativos ai más lego nivel y hasta en los ámbi-
del fenómeno psicológico en su raíz social y verbal. tos profesionales y universitarios más «estrictos».
Las razones por las que la psicología en gene- En consecuencia, cualquier aspecto de la vida que
ral, y la psicología clínica en particular, tomaron nos traiga un sentimiento de malestar puede con-
tal dirección son diversas. Aun cuando su ubica- ducirnos al camino de la anormalidad psicológi-
ción en el marco de las disciplinas sociales es un ca, tal como es entendida por los «expertos». Por
hecho, el conocimiento consensuado de lo psico- ello, para poder entender la formación de los tras-
lógico sigue afincado en el error categorial del dua- tornos psicológicos o del sufrimiento humano, y
lismo cartesiano expuesto lúcidamente por Ryle llegar a comprender las condiciones que pueden
0949), habiéndose revestido en la actualidad de permitir a la gente considerar los avatares de la
modernos ropajes y brillantes retóricas en el mar- vida y la reacción al malestar como algo normal y
co del cientificismo propio de casi cualquier par- no contrario a la salud mental y a la propia vida,
cela de conocimiento, manteniendo equívocas re- hay que centrarse en el funcionamiento social (las
laciones entre mente y cerebro (véase la crítica, reglas y las contingencias que potencian unas y
ya clásica, de esta relación de Szasz, 1960) y per- otras tendencias) y necesariamente, al hacerlo, en
sistiendo la visión de este órgano como causa del el análisis de la actividad simbólica.
comportamiento9. Ir en contra de la naturaleza verbal del sufri-
Para lo que aquí concierne, es necesario reto- miento psicológico es tratarlo como lo que no es
mar, en un nuevo marco de referencia, lo psicoló- y, por tanto, emprender acciones que, necesaria-
gico como algo que se inicia socialmente y se for- mente, no pueden sino incrementarlo y extender-
ma individualmente desde el sistema verbal de lo aunque su pretensión sea disminuirlo. Asumir ;
V"-; 1' -

5 En contraposición a esta corriente dominante, diver- sell, 1930; Ramón y Cajal, 1923; Skinner, 1957, y otros),
sos autores han analizadó la esencia verbal del conocimiento de manera que el estudio de cualquier asunto humano de la
del mundo, incluido el cerebro al igual que la ciencia (por naturaleza que fuere no puede escapar al lenguaje que le
ejemplo, Ryle, 1949; Wittgenstein, 1982;Kantor, 1975; Rus- conforma.

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38 / Terapia de aceptación y compromiso (ACT)

| que la vida incluye tropiezos, caídas, desencantos, ción», o se justifica afirmando que «si hubiera
preocupaciones, dudas, pensamientos y/o senti- estado más motivado, habría estudiado más y
mientos contrapuestos, sensaciones vividas como habría aprobado», estamos ante afirmaciones que
: vacío, confusión, tristeza y alegría, y un largo et- probablemente resultan familiares por lo que tie-
’ cétera, es asumir la vida como un ser humano ver- nen de comunes y socializadas.
bal en un mundo social con múltiples matices de De la misma manera nos resultará también fa-
: un modo norm alizado e incompatible con quedar miliar, igualmente por común y socializado, que
atrapado, fusionado, crónicamente a dichas fun- en numerosas ocasiones se intente instruir u orien-
ciones. tar a quien habla de esa forma sobre lo que debe
El carácter ubicuo del sufrimiento en los hu- hacer para acabar con tal estado de cosas. Por ejem-
manos verbales es un hecho, y quedar atrapado plo, si un amigo se siente mal, está triste y nos
en un patrón destructivo de no aceptación del su- dice que «no tiene ganas de nada» y «no quiere
frimiento socioverbal es algo cada vez más co- recordar lo que le ha pasado», es probable que se
mún, si nos atenemos a la pervasividad de este nos ocurra algún consejo para ayudarle a olvidar
sufrimiento en la psicopatología humana y al in- sus problemas del tipo «distráete con otra cosa y
cremento de los trastornos psicológicos en los te sentirás mejor, intenta olvidarlo». Y, haciendo
tiempos actuales. esto, se estaría dando un valor causal explícito al
Cuando llegar a ser feliz tendría que ser algo contenido del sentimiento y del pensamiento, ade-
relativamente fácil en un mundo lleno de comodi- más de estar señalando que algunos contenidos o
dades y oportunidades que cada vez controla más eventos privados son negativos.
y mejor el dolor físico y la enfermedad, ocurre que De igual manera, cuando una persona murmu-
cada vez es más difícil' ser feliz y más fácil ser ra sobre sí misma, se autoinculpa o se victimiza,
infeliz (Hayes et al., 1995, 1999), Algo falla en la bien porque haya sido criticada, no consiga lo que
lógica de querer ser feliz como contrario al males- desea, le hayan ocurrido desgracias que cree no
tar en la vida. Algo falla en la lógica del plantea- merecer, crea que lo que a ella le sucede no le pasa
miento cultural más asumido sobre la salud men- a nadie más, entienda que «la vida le trata mal» o
tal. Exigir no sufrir o tener que sentirse bien para que es una persona sin suerte, la reacción de los
poder vivir no se ajusta a lo que la vida realmente demás es probable que vaya en la dirección de
ofrece, en tanto que el malestar psicológico es parte orientarle hacia el olvido, la distracción y el en-
j consustancial de la vida, y acogerse a la búsqueda tretenimiento a fin de «pasar el mal trago».
: de la evitación del sufrim iento como el único ob- También es frecuente que se reaccione inten-
I jetivo en la vida es una elección restrictiva que tando razonar de algún modo que minimice la im-
i puede resultar destructiva . portancia de lo acontecido, señalando que «no es
para tanto», que «hay gente que te quiere», o pi-
diéndole que «se acuerde de las cosas positivas»,
3. LA EVITACIÓN COMO ALGO FAMILIAR o advirtiendo que «no es bueno —o sano— pen-
[ sar así», e incluso puede que advirtiéndole que
Cuando alguien señala que «necesita motiva- «tiene una mente extraña» o «una manera retorci-
ción para seguir trabajando», o que «sin amor, da de verse y de ver las cosas», etc. Y, haciendo
no puede seguir adelante»; igualmente, cuando esto, también se estaría propiciando una valora-
alguien afirma «no puedo continuar con estas ción positiva y negativa a ciertos eventos priva-
dudas sobre mí misma» o «tengo que garantizar dos y fortaleciendo las bases de su papel causal.
que conseguiré lo que quiero para poder seguir Que la evitación es algo familiar se puede cons-
adelante», o cuando alguien advierte que «si es- tatar considerando algunos ejemplos más. Piénse-
tuviera más alegre, lo haría» o que «si supiera se lo inadvertido y casual de interacciones tales
que piensa bien de mí, me volcaría en esta rela- como cuando al adolescente que llora se le dice
© E d ic io n e s P irá m id e
El sufrimiento humano i 39

que «si quiere ser un hombre no debe llorar», o Más aún, este proceso cultural no sólo «ofre-
cuando a cualquiera enfrentado a una prueba com- ce» este tipo de máximas que colocan el conteni-
petitiva se le dice que «con dudas lo mejor será no do de los eventos privados en el polo positivo o \
arriesgarse», o cuando a los estudiantes se les ase- negativo de la escala valorativa de las cosas, y \
gura que han de «sentir confianza en sí mismos» «sugieren» un valor causal para tales eventos pri-1
para disponerse a estudiar y afrontar un examen vados, sino que también —-y este punto es el quid i
difícil, o cuando ante el solitario que argumenta de la cuestión— proporciona las contingencias ¡
no creer que nadie pueda quererle, se contrapone apropiadas para establecer relaciones a rb itra ria s10 i
que «tiene que confiar en conseguirlo»; e igual- entre lo que se piensa, lo que se siente y lo que se
mente es el caso del adolescente tímido e insegu- hace. Todo ello fomenta directamente el valor cau-
ro a quien se le dice que «no tener confianza en sí sal atribuido a la relación entre eventos privados y
mismo es lo que le impide actuar». Ejemplos to- actuaciones y promueve una guía de funcionamien-
dos de fortalecimiento cultural del credo cogniti- to o actuación que parece alejar al individuo del
vo sobre la naturaleza humana, que otorga papel sufrimiento como si fuera un signo de enfermedad
causal a los eventos privados, de tal modo que uno mental. Complejo y sutil punto de vista que ha ter-
debe sentir coraje p a ra actuar con coraje, y tiene minado de socializarse en las últimas décadas, de
que pensar positivamente para tener éxito, y creer tal forma que hoy en día está presente en todas
que pueden quererle p ara poder encontrar el amor, partes en nuestra vida cotidiana, disponiendo así
de manera que el bien Imcer en la vida se ve de- las condiciones para la «compra» masiva de esta
terminado por la presencia de emociones y cogni- forma de entender el funcionamiento humano que
ciones positivas. supondría el cierre del planteamiento cultural como
Si a lo ya indicado sumamos el fondo cultural profecía que se cumple a sí misma. Esto es, la cre-
de que el sufrimiento es malo y debe ser evitado dibilidad a tal razonamiento se le otorga, precisa-
para poder vivir, ya que las emociones y cogni- mente, ante la evidencia de que uno se comporta
ciones negativas se asocian a comportamientos de acuerdo con él.
desajustados y al fracaso en la vida, termina re- La cuestión es si esta idea genérica de que el
sultándonos la máxima cultural que se resume en control de los eventos privados es necesario para
el convencimiento de que tener buenos pensamien- poder vivir feliz, sempiternamente presente y ex-
tos y sentimientos sobre uno mismo, sobre la vida puesta hasta la saciedad a través de los medios de
y el futuro nos hará actuar bien y vivir felices, lo comunicación, los textos profesionales y divulga-
que dicho de otro modo aún más breve se limita a tivos sobre salud mental y trastornos psicológicos,
la sencilla regla de «¡evita el sufrimiento para po- el teatro, el cine, la novela y las más variadas for-
der vivir feliz!». En resumen, una manera de ver mas de expresión cultural, cuando se toma como
las cosas que, directa o derivadamente, implica que rígida o única pauta de funcionamiento, limita la
si los sentimientos de tristeza, angustia, ansiedad, emergencia de trastornos psicológicos de todo tipo
miedo, soledad, rechazo, incapacidad, duda y de- o, por el contrario, supone en realidad un riesgo
más de similar función, están presentes para una añadido y una exacerbación del sufrimiento. La res-
persona, pueden resultar patológicos o indicativos puesta no puede ser única, ni sencilla ni fácil, y
de una mente afectada o anormal y urge, por tan- contempla tantos matices que, finalmente, no pa-
to, su eliminación para que poder sentirse de otro recerá una respuesta, y sin embargo lo es. Y es
modo y poder-.vivir feliz.' que la evitación generalizada es restrictiva, pero

10 Aunque una persona pueda vivirlas com o si fueran piivados fueran «cosas» al igual que lo es una pelota, un pe-
automáticas y vivir los eventos privados com o determinan- rro o la tuna, y esto sin apenas diferenciarse etJa misma como
tes de una única m anera de proceder, com o si los eventos persona que se com porta respecto a tales eventos privados*

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40 / Terapia de aceptación y compromiso (ACT)

que alcance a ser destructiva es una clave perso- ! ción a las circunstancias en las que es efectivo,
nal que se ubica, necesariamente, en lo que uno i puede acabar en un efecto destructivo. Tal es el
quiera hacer con su vida o los valores que la caso cuando al igual que uno quita un objeto de
guíen. en medio porque estorba para una acción se inten-
tan evitar o reducir, como un medio para vivir, las
sensaciones, los recuerdos o los pensamientos re-
Ejemplos de textos sobre salud mental currentes o cualquier evento privado que, derive
malestar o sufrimiento, y esa pauta hace sufrir aún
;■ Controle la ansiedad y'consiga ser feliz. más al impedir a la persona disfrutar por no hacer
¿Signos de tristeza, agobio, preocupación? lo que puede y valora en su vida.
Aquí tiene lina solución-: ; Y; - ■ Esta generalización del patrón de evitación su-
■ ¿o inteligencia..emocional ayuda a contro- ■pone un punto básico en la génesis de trastornos
lar los sentimientos negativos. Foméntala en 'psicológicos, y se sustenta en la credibilidad otor-
/ :■■■. .. : V . / i : , í \ - - / / / . i i d . Í gada a concebir los eventos privados como deter-
^.^■■¿C^ó^evitayél estrés? j; minantes de la acción y, consecuentemente, el cen-
"{■■y-tÚéi pánico al poder/ caltnar sk/áhéiédad/. )tro de la vida. Con todo, aunque la evitación es
vencer sus temoresy permitirle tomar el con bastante familiar, afortunadamente, no se convierte
- trol de su propia vida. . dd, ■en un patrón generalizado en la mayoría de los seres
:■ Usted puede ser feliz; «supere» la ansié-, i humanos, Cabe por tanto diferenciar entre la evi-
dad, ía cólera y La depresión. •.: V¿ v tación experiencia! como fenómeno universal en
El .yoga:: un método para prevenir la ten-.. la especie humana y lo que más adelante analiza-
sión psicológica. i li remos como trastorno de evitación experiencial,
Líbrese del pánico: eliminé tos ataques d e - un fenómeno destructivo que afecta a buena parte
ansiedad/pánico Sin fármacos y tome el con- de los seres humanos que presentan lo que enten-
■irol de su propia vida. - \,:d : ■■; demos como psicopatologías o trastornos psicoló-
Vivir sin pánico: cómo controlar sus atd- gicos.
ques de ájisiedad.r \ ; ■■■■:■■; í ' -i
« .. Ehtetider ja mente de los.alcohólicos: J a ;
-■'naturáléza del ansia y cómo controlarla, é / ; 4. EN RESUMEN, APRENDEMOS A TENER
i■'Cómá controlar 'su ansiedad antes de:qüe? EVENTOS PRIVADOS Y A INTENTAR
ella, le controle a usted.., CONTROLARLOS
:' Áutómásáje pa rá controlar tu ansiedad.: ' ■
, Superé la ansiedad social y la tirnide& Yr- El sistema verbal entrena y perpetúa la práctica
' ' JEÍ¿77zi« Cfímc» controlar su deseo/ cultural del control de los eventos privados, que
incluye la evitación de las experiencias privadas
entendidas como nocivas y como la causa del com-
portamiento. Y lo hace desde muy pronto en la
Seguir las pautas que la comunidad provee para vida. Los hablantes que conforman la comunidad
evitar el peligro de verse afectado por circunstan- verbal que enseña al niño, a su vez, fueron previa-
cias desagradables, nocivas o mortales es extre- mente entrenados para modelar, instruir y moldear
madamente útil, de manera que desde muy pronto numerosos comportamientos que paulatinamente
en nuestro desarrollo disponemos de habilidades van conformando la construcción social del len-
que nos permiten evitar aquello que dificultaría lo guaje y la cognición humana. Tal proceso de cons-
que se quiere conseguir. Sin embargo, si el patrón trucción adquiere las características propias del
o estilo de funcionamiento de evitación se genera- tiempo y los acontecimientos sociales, políticos,
liza o no se contextualiza adecuadamente en rela- religiosos, económicos y tecnológicos que corres-
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E l sufrimiento humano l 41

pondan y, en el marco histórico correspondiente, su establecimiento y mantenimiento son suficien-


toma las características peculiares del sistema ver- tes para que tales contingencias especiales hayan
bal que paulatinamente pone las bases para gene- sobrevivido a través de los siglos y estén tan in-
rar el autoconocimíento desde la fase más tempra- mersas en el sistema verbal. Como se ha dicho, el
na de la vida. autoconocimiento es responsable de que el ser hu-
Nuestra comunidad verbal nos enseña desde mano haya progresado en muchas áreas al incre-
muy pronto a hablar, nombrar, pedir, seguir las mentar su habilidad para evaluar el impacto de las
palabras, comparar, pensar, analizar... Y, con ello, acciones, para predecir lo aún no experimentado,
sienta desde temprano las bases de la reflexión para aprender del pasado, para mantener, construir
adulta y el control de eventos aversivos. De modo y transmitir el conocimiento, y sirve para regular la J
que los primeros pasos de la cognición humana se conducta de otros y la propia.
generan cuando el niño vuelve atrás en su com- Sin embargo, las desventajas no se quedan atrás
portamiento, es decir, muestra la bidirección como y son, en cierta medida, inevitables. Entre ellas
la base del autoconocimiento, un proceso propi- destaca que el humano verbal se verá obligado,
ciado por los oyentes más cercanos al niño en pri- de por vida, a sufrir más que si no fuera verbal,
mer término (sus familiares y cuidadores), espe- aunque también por ser verbal será más feliz que
cialmente por la utilidad que representa establecer si no lo fuera. Como un ejemplo de desventaja,
este tipo de repertorio, tanto para los adultos como un humano podrá proyectar un futuro (necesaria-
para el niño, que conforman un juego ajustado del mente simbólico) más negro que su presente y ello
que ambas partes salen beneficiadas cambiará de signo o aumentará el valor negativo
En este proceso los humanos terminan teniendo del momento. Así pues, el mismo proceso sim-
un amplio entrenamiento en derivar relaciones en- bólico implicado en las ventajas está implicado
tre palabras, objetos, acciones y disposiciones cor- en el sufrimiento humano, lo que significa que el
porales; es decir, en relacionar eventos donde unos sufrimiento psicológico sólo puede ser entendi-
sustituyen a otros y donde las palabras adquieren do en el contexto de la actividad humana simbó-
un valor simbólico. Tal proceso de aprendizaje re- lica. Como ya hemos señalado, aprendemos a ,
lacional sienta las bases del autoconocimiento y sus evitar estímulos peligrosos y otros que no lo son
ventajas y desventajas. Ventajas múltiples porque pero, por la actividad simbólica o verbal, lo pa-
el niño aprende a nombrar, a valorar algo como bue- recen. La cuestión es aprender a discernir cuán-
no y malo, a relacionar unas cosas con otras o pen- do reflexionar, planear o evitar estimulación sim-
sar, a establecer relaciones causales y temporales bólica son actuaciones útiles que nos sirven para
(por ejemplo, «si ... entonces»), aprende el sí y el avanzar por el «camino de la vida» que desea-
no, el aquí y el ahora ñente al allí y después, apren- mos seguir y cuándo tales acciones se interponen
de a explicar, y a seguir las explicaciones, y actuar en dicho camino y nos alejan de nuestros objeti-
en consecuencia para controlar lo que entienda vos más preciados. J
controlable, y muchas cosas más. Como ya señaló] Con el entrenamiento (a)sistemático para la for-
Skinner (1974), el autoconocimiento es un tipo d e ; mación del repertorio especial que es el autocono-
repertorio especial que se produce por contingen- i cimiento, están dadas las condiciones para que
cias especiales. Sin duda, las ventajas que genera f la persona lo utilice a discreción en función de la

11 Sin que podamoe^detenernos en este interesantísimo el autoconocimiento, en general, y la evitación de las pro-
asunto, sí conviene siquiera plantearse por qué los adultos pias reacciones, en particular (véanse Skinner, 1974; Wilson
generan las discriminaciones sobre el propio comportamien- y Hayes, 2000). En cualquier caso, explicaciones metafísi-
1°, y potencian la actuación sobre las mismas, y las ventajas cas, falsamente humanistas o, en general, finalistas no resuel-
y desventajas que se derivan para el niño al serle construido ven la cuestión.

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42 / Terapia de aceptación y compromiso (ACT)

relación oferta-demanda que se establezca entre el El capítulo siguiente está dedicado al lenguaje y
sistema cultural y las características del sistema sus características, como repertorio que produce
verbal (mental) del individuo en cuestión esta- tanto el autoconocimiento útil como el autoconoci-
blecido a lo largo de su historia. Las claves que miento desadaptativo que, con la «ayuda» prestada
muestran la actualidad del control de los eventos por ciertos valores sociales sobre la vida, puede ter-
privados para poder vivir o como signo de salud minar por limitarla. Curiosamente será también el
mental ya han sido analizadas y es momento de autoconocimiento el que permitirá detectar atadu-
adentrarse en las características del lenguaje, ,,ras del pasado en el presente y llegar a resolver o
de lo verbal, de las relaciones simbólicas, a fin de desmontar la parte del autoconocimiento que ha te-
entender el proceso por el cual ser verbales nos ;nÍdo enredada a la persona en nna actuación des-
hace vulnerables. Itructiva, nominada como un trastorno psicológico.

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