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EL ANCIANO Y SU ENTORNO FAMILIAR

NANCY STELLA SIERRA SEGURA

JOHANNA CONSTANZA GARCÌA DÌAZ

ALEJANDRA CASTAÑO LONDOÑO

CARLOS ANDRÉS LOPERA PIPICANO

JONATHAN STIF VALENCIA GIRALDO

DOCENTE

LUZ HELENA SANCHEZ

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DEL ÁREA ANDINA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

PROGRAMA DE ENFERMERÍA

PEREIRA

2019
INTRODUCCIÓN

Las funciones de la familia están sujetas a variaciones relacionadas con los cambios
de estructura y con la etapa que atraviesa. Las correspondientes a la etapa de los
hijos pequeños son diferentes a las que se ejercen con los hijos adultos o en el
hogar de adultos mayores. Se describen distintas funciones en la familia como son:
biosocial, económica, educativo-cultural y la afectiva sobre todo esta ultima ya que
es la más idónea para proporcionar sentimientos de arraigo y seguridad, ofrecer
sentimientos de capacidad, utilidad, autoestima, confianza y apoyo social.

Para la población adulta mayor los hijos constituyen la principal fuente de ayuda.
Para ellos la ayuda prestada por su familia es la más importante. Por lo tanto, es
importante conocer cuál es el papel de la familia, las dificultades con las que se
suelen encontrar las familiares que cuidan de los mayores y qué se podría hacer al
respecto.

En la mayoría de los casos los hijos son los encargados de prestar atención directa
a los ancianos que sufren problemas de salud o un deterioro grave en su autonomía
personal. Para los ancianos parece que lo más importante es el potencial de relación
y ayuda, la conciencia de que existe una persona relevante a quien acudir en caso
de necesidad.

Cuando las personas entran en la vejez, ante la enfermedad, la pérdida de


autonomía o ante la soledad y no pueden cuidarse por sí mismos Esto hace que
todos los lazos familiares sufran cambios, por lo tanto, los hijos pasan a ser los
cuidadores lo que puede provocar fricciones, por lo general muy serias, llegando a
convertirse en una crisis. La mejor solución, es la aceptación realista de las fuerzas,
limitaciones y las habilidades para permitirse ser independiente por parte del
anciano y que el hijo adulto, tenga la habilidad de aceptar el papel de cuidador y
simultáneamente siga siendo hijo.

Esta situación, a veces, es vivida por la familia con cierta impotencia e inseguridad
ya que va acompañada de algunas dificultades: tienen que vivir bajo un mismo techo
tres generaciones y a veces las viviendas no tienen espacio ni condiciones
adecuadas para ello. Por otro lado, las ocupaciones laborales de los hijos impiden
que los padres reciban el cuidado que a ellos les gustaría proporcionarles, la
mayoría de los familiares tienen otras cargas familiares como hijos, nietos, etc.

Todas estas dificultades y otras como la salud física, desorientación, fallos de


memoria, etc. entre las personas mayores conllevan que los cuidadores deban
soportar un elevado grado de estrés que puede tener consecuencias no sólo para
la atención del anciano sino también para su propia salud.
Las familias que tienen en su hogar una persona mayor dependiente suelen tener
sentimientos dolorosos y de incomprensión frente a los cambios rápidos que se
producen en su padre, madre o cualquier otro familiar.

Por otro lado, aparecen también síntomas de ansiedad y angustia, surgen dudas
acerca de si no han hecho todo lo necesario para evitar la situación en la que se
encuentra el familiar a su cargo.

OBJETIVO GENERAL

Argumentar que las relaciones con la familia son una fuente esencial de bienestar y
es la condición más importante para la calidad de vida del adulto mayor, mediante
un sistema de actividades para fortalecer la preparación de la familia en diferentes
temáticas que en ocasiones resultan difícil de afrontar, con el fin de garantizar el
adecuado cumplimiento de su labor, y evidenciar que las redes familiares y sociales
propician un envejecimiento activo para el beneficio personal y social del adulto
mayor.

DEFINICIÓN
Una familia es una fuerte cadena de experiencia humana que une a sus miembros
a través de los desafíos y las alegrías de la vida. Sin embargo, esa cadena solo es
tan fuerte como su eslabón más débil.
Es una institución que cumple una importantísima función social como transmisora
de valores éticos culturales e igualmente juega un decisivo papel en el desarrollo
psicosocial de sus integrantes. En referencia a su rol determinante para el desarrollo
social y el bienestar de sus miembros, se plantea que: « es la que proporción a los
aportes afectivos y sobretodo materiales necesarios para el desarrollo y bienestar
de sus miembros y un rol decisivo en la educación formal e informal, es en su
espacio donde son absorbidos los valores éticos y humanísticos y donde se
profundizan los lazos de solidaridad, como red social de apoyo, acrecienta su
importancia con el envejecimiento de sus integrantes de más edad, condicionados
en esta etapa de la vida por la reducción de su actividad social, lo que incrementa
para el anciano el valor del espacio familiar, que siempre será el insustituible apoyo;
pese a que con el envejecimiento la problemática familiar se complejiza porque,
entre otros factores, existe superposición de varias generaciones con diferentes
necesidades, demandas y sistemas normativos, pues sus mayores expresiones de
bienestar físico y psíquico en la vejez se encontraron siempre asociadas a una
fuerte interacción con la familia, postura que se confirmó hace más de una década.
El maltrato físico, psicológico y social no ha sido ajeno a la realidad de los adultos
mayores, en los hogares y centros asistenciales se han cometido actos que infringen
la dignidad de estas personas como amarrarlos, no cambiarles la ropa sucia, no
brindarles comida, ignorar sus necesidades y sentimientos, agredirlos físicamente,
entre otros. “En los países desarrollados entre un 4% y un 6% de las personas
mayores han sufrido alguna forma de maltrato en casa”.
Como resultado directo de la mayor longevidad de las personas, encontramos en el
ámbito familiar un considerable impacto. Es cada vez más frecuente encontrar
familias plurigeneracionales que viven juntas por períodos cada vez más largos y
que lo hacen en una misma unidad familiar. Podemos advertir como estos cambios
afectan la estructura familiar y las relaciones al interior de ellas.
Abordar el envejecimiento como proceso, demanda conocer el rol del anciano
dentro de la estructura y la dinámica familiar, la naturaleza de las relaciones con los
hijos y las formas de la solidaridad intergeneracional como un elemento fundamental
para el análisis de la calidad de vida en la senectud. Las mayores expresiones de
bienestar físico y psíquico en la vejez se encontraron siempre asociadas a una
fuerte interacción con la familia, postura que se confirmó hace más de una década.
Las ventajas de la familia en su rol de cuidadora de ancianos es señalada por tener
generalmente como objetivo mayor seguridad emocional y mayor intimidad, evita al
mismo tiempo los problemas psicopatológicos de la institucionalización:
despersonalización, abandono, negligencias, confusión mental, medicalización
exagerada y falta de afecto. Si se considera lo anteriormente planteado, se deduce
que la familia tiene un papel rector en garantizar al anciano los recursos necesarios
para una adecuada nutrición e higiene, la cual va a influenciar el devenir de un gran
número de enfermedades y discapacidades, entre ellas la demencia.
Una familia con trastornos en su funcionamiento repercute negativamente en las
necesidades y demandas que se presentan en el desarrollo vital del adulto mayor y
si éstas no son enfrentadas adecuadamente se altera, por ende, el equilibrio entre
estabilidad y cambio, produciendo rigidez y desajustes adaptativos que se pueden
prolongar por años, con gran sufrimiento para algunos miembros donde los
ancianos son mayormente afectados. En cambio un funcionamiento familiar
saludable, posibilita a esta cumplir exitosamente con los objetivos y funciones que
le están histórica y socialmente asignados por caracterizarse por su solidaridad,
responsabilidad compartida, la ayuda el respeto mutuo y las expresiones de afecto
entre sus miembros. Si no se conoce como manejar al anciano se corre el riesgo de
aumento de la morbilidad, se sufren suicidios y accidentes, puede incluso llegar a la
discapacidad.
Roles de los familiares:
Encargado de la toma de decisiones: asume la responsabilidad de tomar decisiones
importantes en momentos de crisis.
Cuidador: suministra servicios directos, vela por el individuo, lo ayuda en el cuidado
personal y el manejo de la casa
Familiar problemático: persona que se ha desvaído de las normas de la familia.
Familiar dependiente: depende de los otros miembros de la familia.
Víctima: persona cuyos derecho legítimos no se respetan y puede ser sometida a
abuso físico, emocional, social o económico por la familia.

CAUSAS O FACTORES DESENCADENANTES

Las principales causas del envejecimiento poblacional en Colombia son el aumento


de la esperanza de vida, disminución de la mortalidad, el control de las
enfermedades infecciosas y parasitarias, el descenso de las tasas de la fecundidad,
la atenuación del ritmo de incremento de la población y los procesos de migración.
A pesar que la migración de las personas mayores de 60 años al exterior es menor
del 2% del total, es la migración de los más jóvenes lo que contribuye al
envejecimiento del país. Adicionalmente el desplazamiento interno conduce al
envejecimiento de los sitios de origen.
Las condiciones socio-demográficas que rodean al adulto mayor actúan como
factores condicionantes que fomentan el envejecimiento activo o la incapacidad
física; limitando no solo su capacidad funcional sino afectando también el mundo
social y psicológico del adulto. Adicionalmente al aspecto socio-cultural que rodea
al adulto mayor, este convive con el hecho de que envejecer implica reconocer una
serie de pérdidas físicas, sicológicas y sociales, que acortan lentamente su proyecto
de vida.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Se caracteriza por los cambios conductuales que se relacionan con las influencias
ambientales que influyen y se reflejan positiva o negativamente en los adultos
mayores. Cada persona mayor es un individuo al cual cada experiencia vital y cada
modificación en su entorno ejercen un efecto sobre ella. Por ello, la actitud de la
sociedad ante los adultos mayores y los familiares y amigos en especial, influyen en
cómo se conceptualiza la persona y con ello, cómo vive sus últimos años de vida. La
vejez, más que un problema de salud pública es uno de carácter social y como tal
debe ser encarado.
Psicosociales:
 Pérdida de la autoestima: Una de las primeras necesidades de todo ser
humano es la de sentirse aceptado, querido, acogido, útil y capaz,
reconocido, digno, perteneciente a algo y a alguien, todos ellos sentimientos
en los que se basa la autoestima.
 Pérdida del significado o sentido de la vida: el vacío existencial es la neurosis
masiva de nuestro tiempo, ella se produce en el propio ser. La propia
existencia carece de significación. Esto puede desencadenar una serie de
síntomas depresivos.
 Pérdida de la facilidad de adaptación: Al llegar a una mayor edad la persona
va viendo cómo los ambientes van cambiando para ella y cómo otros le son
lejanos o por lo menos le ofrecen menos interés.
 La aflicción o tristeza por una pérdida: Esta clase de dolor es una respuesta
normal y saludable a diferentes tipos de pérdidas. Una puede ser la de la
pareja de tantos años, o de la salud, o del trabajo.
 Insomnio: es muy común en las personas mayores de 65 años pues los
patrones de sueño cambian al envejecer. Las causas pueden ser físicas,
ambientales o de comportamiento
 Estrés: Se puede presentar en la edad avanzada ante la inminencia de la
jubilación, problemas familiares, problemas financieros.
 Pérdida de la Memoria: La edad va asociada a la pérdida normal de la
memoria. (Perder un objeto, no recordar nombres, fechas, o las cosas por las
que había ido a la tienda, una cita). Otra muestra puede ser la charla
repetitiva sobre un solo tema, una y otra y otra vez. La pérdida de memoria
asociada a un deterioro leve de las funciones mentales es más delicada pues
corren un alto riesgo a la enfermedad de Alzheimer.

ENFERMEDADES PSIQUIÁTRICAS MÁS COMUNES DE LOS ADULTOS


MAYORES

 Demencia senil: es un desorden cerebral orgánico: Tiene algunos rasgos


distintivos que pueden no presentarse juntos o en el mismo grado como el
deterioro de la memoria, daño del funcionamiento o comprensión intelectual,
deterioro de la capacidad de juicio, de la capacidad de orientación y
decaimiento de dichas funciones. Una de las más comunes es el Alzheimer.
 Depresión: Es un trastorno del estado de ánimo en el cual los sentimientos
de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante
semanas o por más tiempo. La depresión en los adultos mayores es un
problema generalizado, pero no es una parte normal del envejecimiento. Con
frecuencia, no se reconoce ni recibe tratamiento.
Causas: En los adultos mayores, los cambios en la vida pueden incrementar
el riesgo de depresión o llevar a que la depresión existente empeore. Algunos
de estos cambios son: Mudanza del hogar, como por ejemplo a un centro de
la tercera edad, dolor o padecimiento crónico, hijos que dejan el hogar,
cónyuge y amigos cercanos que mueren, Pérdida de la independencia (por
ejemplo, problemas para cuidarse sin ayuda o movilizarse, o pérdida de los
privilegios para conducir).

TRATAMIENTO

El rol de la enfermería en el apoyo social del adulto mayor, generalmente, implica la


interacción directa con la red social informal de la persona y sus efectos positivos
son resultado del apoyo emocional, de la información y la ayuda que se
intercambian durante esa interacción. El rol, es por tanto, indirecto e involucra
esfuerzos, iniciativas para generar cambios en la conducta individual o las actitudes,
en la calidad y frecuencia en la interacción entre el adulto mayor y uno o más
miembros de su red social informal; creando una red más responsable y duradera,
capaz de proporcionar al adulto mayor, beneficios a largo plazo, en la satisfacción
de las necesidades emocionales, en la participación activa en la vida comunitaria,
en la promoción de conductas saludables y una mayor calidad de vida.
Fortalecimiento de la capacidad funcional: Las actividades artísticas constituyen una
arista de gran importancia en el desarrollo de las sesiones educativas, porque a
partir de estas, los adultos mayores tienen la oportunidad de potenciar habilidades
y destrezas que favorecieron la articulación de ideas, expresar sus sentimientos con
mayor facilidad y mejorar su motricidad fina.
Fortalecimiento de las capacidades de autocuidado. La prestación del cuidado de
enfermería con calidad, calidez, oportuno, personalizado y con acciones
participativas. Reconocer la importancia del autocuidado es esencial para el
mantenimiento de la salud, porque, el autocuidado se potencia en la medida en que
la persona reconoce que el mejoramiento de la salud depende de sí misma y que el
contexto familiar y comunitario es un soporte significativo fundamental para que las
personas se empoderen de las actividades preventivas que le permitirán mejorar su
funcionalidad y lograr la independencia que todos añoran en esta etapa de la vida.
Si bien es cierto, que como profesionales de salud se hace difícil transformar los
cambios propios de la senectud y las condiciones materiales que rodean al adulto
mayor, también se puede afirmar que el acompañamiento eficaz y afectuoso incide
directamente en el estado de ánimo, incrementa los niveles de motivación y mejora
la participación activa y eficiente de los sujetos de cuidado.
Los adultos mayores tienen mucho por contribuir: tienen sabiduría y experiencia y
al mantenerlos saludables, funcionales e independientes, pueden continuar
contribuyendo a sus comunidades y a sus familias y serán más felices

Para lograr esto se podrían aplicar actitudes que le permitan al adulto mayor ser un
integrante respetado y valorado en todo momento en el marco de la familia, tener
una actitud de comprensión, aceptar a cada uno con sus cosas buenas y malas,
mostrarse prudentes, discretos y con mucho tacto en su actuar, escuchar y hablar
lo justo y necesario, cuidar de no herir, mantener una buena comunicación de
confianza y de mucho diálogo, compartir situaciones, actividades, decisiones
evitando peleas y discusiones.

También se puede desarrollar programas de intervención para ayudar a mejorar las


estrategias y recursos de las familias que conviven con personas mayores.

 Intervención individual sobre el anciano: Una forma de actuar directamente


sobre cada anciano sería ayudándole a mejorar su autoestima y el concepto
que tiene sobre sí mismos, enseñarles a aceptar las limitaciones o
deficiencias que puedan tener, hacerles ver que también tiene cualidades y
ayudarles a descubrirlas y valorarlas, intentar que se impliquen en
actividades de ocio y tiempo libre y en el caso de que sufran alguna
enfermedad o achaques sería muy importante que se les informara y
orientara al respecto.

 Intervención sobre las familias del anciano: Además de actuar con los
mayores, es necesario hacerlo también con sus familias y cuidadores. Para
ello se pueden aplicar dos tipos de programas: uno de ellos dirigido a ofrecer
todo tipo de información (educación y entrenamiento) que les ayude a
conocer mejor al anciano que están cuidando y otro programa dirigido a
ofrecerles asistencia social y psicológica.

 Apoyo psicológico a los familiares que lo necesiten: pueden asistir a


reuniones de grupo con otras familias que tienen problemáticas similares
para compartir opiniones, manifestar experiencias, expresar preocupaciones
etc. En algunos casos será necesario asistir a terapia individual con un
psicólogo especialista.
INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA

Recopilar una historia familiar detallada que incluya perfil de la familia (incluso
allegado que cumplan funciones familiares), roles y responsabilidades de cada
miembro, patrones de comunicación, manejo de crisis.

Identificar factores relacionados con disfunción familiar y planificar intervenciones


apropiadas.

Facilitar la comunicación honesta y abierta entre familiares, ayudar a promover


conferencias familiares, promover la discusión de todos los miembros, establecer
metas y planes realistas, y asignar responsabilidades.

Proporcionar educación y apoyo a los cuidadores, ayudarlos a identificar recursos


de la comunidad y poner de relieve la importancia de su descanso.

Cuando un miembro recibe servicios de salud, explicar las actividades de atención


y los resultados esperados.

Informar a los familiares sobre grupos de apoyo y autoayuda que puedan


auxiliarlos.

CONCLUSION

La cantidad y el tipo de cuidados provistos por los miembros de la familia dependen


de los recursos económicos, la estructura familiar, la calidad de las relaciones y
otras demandas que requieren tiempo y energía de los miembros de la familia. El
cuidado familiar abarca desde asistencia mínima (p. ej., controles periódicos) hasta
un cuidado elaborado de tiempo completo.

Si bien el cuidado de un individuo puede ser muy satisfactorio, también puede


asociarse con efectos negativos. Los individuos que cuidan a un miembro de su
familia pueden experimentar grandes tensiones (denominada carga del cuidador) y,
en consecuencia, problemas de salud, aislamiento, fatiga y frustración, que a veces
generan una sensación de desasosiego y cansancio extremo (agotamiento del
cuidador) o promueven el abuso de los adultos mayores.
El cuidado de una persona anciana puede convertirse en una carga económica. Las
parejas en las cuales uno de los miembros cuida al otro por lo general presentan un
gran malestar.

A menudo, los cuidadores pueden recibir apoyo o información o aprender


estrategias útiles de médicos, enfermeros, asistentes sociales o profesionales
supervisores (administradores de casos). Los cuidadores también pueden
implementar las siguientes medidas a fin de prepararse para su tarea y evitar el
agotamiento:

· Ocuparse de sus propias necesidades físicas, emocionales, recreativas,


espirituales, y financieras

· Siempre que se considere apropiado, solicitar ayuda con el cuidado o apoyo de


otros miembros de la familia y amigos

· Buscar grupos externos que puedan ofrecer sostén psicológico (p. ej., grupos de
apoyo) o que contribuyan al cuidado (asesoramiento, atención domiciliaria, cuidado
diurno del adulto, programas de provisión de comidas, atención sustituta
temporaria)

· Si su ser querido es hostil o difícil, no tomarlo como algo personal.


BIBLIOGRAFIA

file:///D:/Usuario/Downloads/Dialnet-ElEntornoFamiliarDelAdultoMayor-
5497997.pdf
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1695-61412010000200016
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https://www.gaes.es/gaestecuida/noticias/detalle/importancia-relaciones-familiares-
tercera-edad
http://www.vejezyvida.com/importancia-de-la-familia-en-la-vejez/
https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/familia-cuidado-adulto-
mayor/
https://fiapam.org/wp-content/uploads/2013/06/Informe20132.pdf

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