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CLXV

textos sobre la religión


Monólogo divina
Hablábamos anteriormente sobre los Misterios del Narciso y la Décimo Tercera Hora.

No podemos dejar de afirmar, que el Proceso Final que se requiere para ingresar al
Absoluto, es extremadamente amargo y severo.

Al final la Iniciación no es lo que la gente se imagina.

Vean que todo lo que se enseña, se enseña de este modo, porque es como la gente
tiene capacidad de comprender, en el momento actual que viven, dada las
limitaciones que tiene.

Esto quiere decir que la realidad, la Verdad es todavía algo muy lejano, ni siquiera
de lo que se enseña, pues como se dice tantas veces, la Verdad no se transmite en
un discurso. Sin embargo, hay profundidades de enseñanzas que difícilmente pueden
alcanzarse dado los conceptos que tienen las personas, dada la limitación de lo que
son actualmente, del proceso que viven.

Hablando de la Iniciación, las personas que estudian los procesos Iniciáticos


entienden como algo lineal, donde la persona nace, inicia los procesos iniciáticos y
se autorrealiza o no, si muere, comienza nuevamente.

Pero no es así, la Iniciación es algo espiral, aunque se recapitule algunos procesos,


tenemos que recordar que en la Alta Iniciación, o incluso en las Iniciaciones de
Perfección, son procesos que a veces llevan Mahavantaras enteros, para lograr
vencer un solo proceso. Esto quiere decir, que para lograr un único grado iniciático,
a veces necesitamos atravesar un Día Cósmico entero, cientos de miles de
nacimientos y muertes.

Entonces, entendiendo bien, que mucho de lo que vemos en el mundo, mucho de las
criaturas que vemos pasar por ahí brutalmente por los procesos iniciáticos, sólo
recapitulan lo que ya vivieron, para dar continuidad en procesos muy distantes de lo
que sea la Iniciación.

No tenemos como comparar procesos, no tenemos como querer entender cómo o


porque el otro hace tal o cual cosa, porque sería nuestro fin, nuestra ruina. Intentar
imitar al otro, sería el cúmulo de la locura, pues cada uno vive procesos
completamente distintos, en general.
Es claro que todo lo que relatamos ocurre naturalmente. Hay muchos procesos que
llevan décadas para ser recapitulados, y el Alma Humana lleva tiempo para
equipararse al Ser, para realmente convertirse en el vehículo necesario para que
éste continúe lo que le corresponde, aquello que le corresponde vivir entre los
hombres.

Ya hemos dicho en algunas oportunidades acerca del Símbolo CLXV, que éste está
marcado en diversos puntos de la Iniciación... El punto más elevado que lo
encontramos muy bien marcado, muy bien asentado, es en este terrible proceso de
la Decimotercera Hora. Ya hemos dicho que el Símbolo CLXV es la Clave del
Absoluto.

Se dice clave tal misterio pues es el equilibrio supremo y la unión de todas las
formas y fuerzas, que es el resultado final que ha de obtenerse para el ingreso al
absoluto. Es el aniquilarse sin realmente aniquilarse es el anularse sin realmente
anularse. Es la reducción al mínimo perfecto para ingresar a la Divinidad
Inmanifestada.

No dijimos por casualidad que el Símbolo CLXV es el origen de todos los misterios
conocidos, pues él es el último misterio a ser ejecutado y el mínimo perfecto de los
misterios. Es lo que puede ser llevado y lo que puede ser traído una vez más la
creación cuando de una nueva manifestación, pues es la cabeza del mundo.

Sin embargo, algo que queremos hablar hoy es acerca de Monólogos de la Divinidad
...

Dios como la perfección no da consejos, que da veredictos.


La Divinidad cuando habla, habla una sola vez, sobre una sola cosa.

La gente tiene esta necesidad de argumentar, de cuestionar, de intentar encontrar


escapatorias, de intentar invertir la realidad, transgredir leyes, etc.

Por eso tantos sufren y lloran, por lo que muchos se sienten abandonados.

Dios siempre habla a todos, Dios siempre responde nuestros cuestionamientos, no


como un diálogo, sino como un Monólogo.

Esto ocurre porque sólo dos iguales pueden dialogar, en lo más que hay es un flujo
unidireccional de información, de energía, etc.

Los Individuos siempre intentan encontrar maneras de seguir cometiendo sus


maldades, de continuar ejecutando sus errores, y buscan excusas, argumentos para
esto.
La Divinidad no responde a respuestas por este motivo, porque simplemente entraría
en una descendiente sin fin y sin salida de asuntos interminables que
inevitablemente sólo servirían para beneficiar al mal.

La Divinidad cuando habla, ya dijimos, da su veredicto, da su palabra final, y


corresponde a cada uno cumplir o ignorar tal determinación.

Desgraciadamente los individuos pierden el respeto a Dios y realmente no


comprenden lo que Dios sea, ni donde esté. Por eso, esas respuestas son ignoradas,
por lo que intentan tanto argumentar, justificar, etc.

¿Cuántas personas quisieran hablar con Dios, cuánto les gustaría poder reclamar a la
Divinidad. Es realmente absurdo imaginar que tal hazaña sea posible, porque esto no
llega hasta la Divinidad y no tiene función, no tiene propósito o resultado.

Cada uno da lo que tiene, de lo que tiene, y de la proporción que tiene. Quien no
tiene nada, sólo puede recibir, nada tiene que dar. En el caso de la relación con la
Divinidad es como ocurre, quien necesita la búsqueda y recibe, pero recibe en un
sentido, una vez, y se espera que escuche, que aproveche.

En los oráculos, si observamos, no se permiten consultas empíricas. Esto es, si la


persona hace una pregunta y luego hace otra en base a la respuesta de la primera,
esto es empírico.

Así que incluso los oráculos como método de consulta espiritual, funcionan en estos
términos que aquí relatamos, como un Monólogo, como una respuesta y un punto
final.

"Imaginen una infeliz persona inconformada con algo importunando a la Divinidad:"


¿Puedo hacer esto? "No, ¿puedo hacer esto mañana? No, ¿puedo hacer esto si eso
ocurre?" No, la semana que viene puedo hacer esto, no.

Así vemos cómo es la mentalidad humana y su enfermedad, su locura.

La Divinidad no responde al mal, la Divinidad no responde a estados de conciencia


inadecuados, la Divinidad no responde a intentos de manipulación, la Divinidad se
calla ante el Empirismo, etc.

Quien no quiera, que no tenga contacto con la Divinidad, sino quien quiera, que lo
haga dentro de su Naturaleza Espiritual, en sus términos.

19/11/2018

http://www.clxv.org/textos/clxv/texto.religiao.114.htm

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