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Origen de Notre Dame

La construcción de la catedral de Notre Dame se


debe al obispo Maurice de Suly, quien
propone demoler la antigua iglesia de Saint-
Étienne y reagrupar las funciones de iglesia
del obispo, iglesia de los cánones y baptisterio
mediante la reconstrucción de
una catedral dedicada a la Virgen María (Nuestra Señora o Notre Dame), un proyecto urbano
gigantesco, que duraría casi dos siglos.

La primera piedra se colocó en 1163, en presencia del Papa Alejandro III.

Cronología de su
construcción
Entre 1163 y 1182 se construye el coro
y su doble ambulatorio. El altar mayor
del coro está consagrado el 19 de mayo
de 1182 por Henri de Château-Marçay,
legado pontificio asistido por el obispo
Maurice de Sully.

Entre 1182 y 1190 se lleva a cabo la construcción de las últimas tres bahías de la nave,
pasillos y tribunas.

Entre 1190 y 1225 se realiza la construcción de los cimientos de la fachada y las dos
primeras bahías de la nave, que conectan las dos bahías con la fachada elevada de la galería
de los reyes.

Entre los años 1225 y 1250 se construye la galería alta y las dos torres en la fachada, la
modificación y ampliación de las ventanas altas y la disposición de las capillas laterales de la
nave entre los contrafuertes de los contrafuertes voladores.
Siglos XIII y XIV: Maestros constructores la
amplían y modifican
A finales del siglo XIII y principios del XIV, diferentes maestros constructores amplían y
modifican diferentes zonas de la gran basílica. Estos son Jean de Chelles, Pierre de
Montreuil, Pierre de Chelles, Jean Ravy, Jean the Bottle.

En concreto, las modificaciones realizadas durante este periodo fueron: la ampliación de los
brazos de los transeptos cruz norte (portal del claustro norte y rosa norte) y cruz sur (puerta sur,
roseta y sur); el arreglo de capillas del coro y cabecera entre las estribaciones; la instalación de
los grandes contrafuertes voladores del coro y del chevet de 15 metros de vuelo; y el
levantamiento de la pantalla de malla y una cerca de piedra, pensada para tallar
acontecimientos, alrededor del coro y el santuario.

Siglos XVII y XVIII:


Remodelación del
santuario, el coro y las
ventanas
Durante los siglos XVII y XVIII, la catedral
sufre una reurbanización del santuario y
del coro (sustituyendo el coro gótico por
uno barroco) bajo la dirección de Robert de Cotte, para cumplir con el voto de Luis XIII. En
esta remodelación se incluyó la restauración del rosetón.

Además, a mediados del siglo XVIII, los hermanos Le Vieil sustituyeron las ventanas, que era
de los siglos XII y XIII, por ventanas blancas.
Periodo revolucionario

En los años posteriores a la Revolución Francesa,


Notre Dame sufre uno de sus periodos más
trágicos, debido a múltiples desperfectos y
desmantelaciones.

En esa etapa revolucionaria, se produce


una desmantelación de la aguja del siglo XIII; las destrucciones de las 28 estatuas de reyes
de la galería de reyes; y la destrucción de casi todas las grandes estatuas de los portales,
excepto la de la Virgen del Trumeau del portal del Claustro.

Finalmente, en julio de 1801 se firmó un nuevo concordato y Notre Dame fue devuelta al culto
católico romano el 18 de abril de 1802.

1804: La coronación
de Napoleón I

El 2 de diciembre de 1804 Napoleón es


proclamado emperador de la República,
líder de la revolución y coronado con el
laurel por el Papa Pío VIII, durante una
ostentosa ceremonia en la catedral, símbolo
de su poder y autoridad.

La obra ‘La coronación de Napoleón’, fue realizada por el pintor oficial de Napoleón, Jacques-
Louis David, entre 1805 y 1808.
siglo XIX: fuertes
remodelaciones
En la segunda mitad del siglo XIX, Notre
Dame pasa por su periodo más intenso
de restauración. En 1844, el gobierno del
rey Louis-Philippe
decretó la restauración de la catedral de
París y la construcción de una
sacristía. El proyecto de restauración está a cargo de dos arquitectos: Eugène Viollet-le-Duc y
Jean-Baptiste Lassus.

Esta gran campaña de restauración llevó a cabo las siguientes modificaciones:

- La reconstrucción de la flecha

- La restitución de las esculturas (intervendrán alrededor de quince escultores, incluido Adolphe


Geoffroy-Dechaume)

- La elevación de la nueva sacristía

- El restablecimiento de un nuevo acristalamiento con grandes vidrieras (Alfred Gérente, Louis


Steinhel, Antoine Husson, Marshal Metz, Didron El Mayor)

- En el portal central, la restauración del estado antes del trabajo de Soufflot

- La reconstitución de parte del Tesoro y del mobiliario

- Elaboración de los murales de las capillas laterales

- Reconstrucción completa del gran órgano, hoy uno de los más famosos del mundo

Siglo XX: Notre Dame se salva de las dos


contiendas mundiales
Afortunadamente, las dos guerras mundiales y los bombardeos que sufrió la capital francesa
fueron benevolentes con la Dama de París.
Durante los años 30, se produce un intenso debate sobre la renovación de los vitrales en la
nave. Finalmente, en 1965 el maestro vidriero Jacques Le Chevallier fue seleccionado para
hacer estas ventanas según el principio de los grisilles no figurativos y de color, que
correspondían a un estado y una atmósfera luminosa como podría haber correspondido al siglo
XIII.

De hecho, el 17 de junio de 1940, Francia capitulaba frente a la Alemania nazi, y Hitler viaja a
París 11 días más tarde con el objetivo de cumplir su sueño de visitar la Ciudad de la Luz.
“Poder ver París ha sido el sueño de toda mi vida, no puedo expresar lo feliz que soy”, le
manifestaría al arquitecto Speer. No obstante, apenas mostró interés por la catedral de Notre
Dame (por suerte o por desgracia).

Su órgano, uno de
los más hermosos
del mundo
De 1990 a 1992, el gran
órgano, seguramente el más famoso
del mundo, fue objeto de una
restauración de gran amplitud llevada
a cabo por un grupo de factores del
órgano francés.

Siglo XXI:
limpieza y
unificación de la
nave y el coro
La gran campaña de limpieza de la
fachada occidental, que duró más
de diez años y que, nos
permitió admirar nuevamente esta joya de la arquitectura medieval en todo su esplendor.

En respuesta a las directivas del Concilio Vaticano II, las modificaciones de 2004, bajo el
episcopado del cardenal-arzobispo Jean-Marie Lustiger, pretendían rediseñar la meseta
litúrgica, y asociar el coro y la nave, que se convirtieron en un todo.

2019: un incendio asola la


mayor parte de su
estructura

Hacia las 18 horas del lunes 15 de abril de 2019, se


desencadena un incendio de considerables
proporciones que afecta a la mayor parte de la
estructura de la catedral de Notre Dame. Lo más probable es que las llamas fueran
consecuencia de nuevos trabajos de remodelación que la catedral llevaba experimentando.

Pérdidas irreparables

El fuego derribó la aguja del templo y el techo y


llegó a alcanzar una de las torres y el rosetón. Pese a
los daños irreparables, Notre Dame ha podido
salvarse del colapso: la estructura quedó a salvo de
las llamas.

El incidente coincide con el Día Mundial Del Arte, en honor al nacimiento de Leonardo Da
Vinci; un día negro que a partir de ahora quedará señalado en el calendario como el día en que
vimos destruirse en tiempo real la catredral gótica más famosa del mundo.
Catedral de Notre Dame de París

Notre Dame de París y su arquitectura

Breve historia

La catedral de Notre Dame se encuentra en la �le de la Cité, núcleo del que germinó la París celta
y posteriormente la urbe romana y medieval. Se sabe que este templo gótico se construyó sobre el
solar de numerosos edificios anteriores, entre ellos un templo romano dedicado a Júpiter, una
iglesia altomedieval del siglo VI con el nombre de Saint-Etienne y otra románica.

El actual edificio se edificó a partir de 1163, siendo el más notable de los edificios franceses del
Gótico Temprano.

Sin problemas de financiación, las obras avanzaron muy rápidamente, llegando a la fachada
occidental alrededor del año 1200, mientras que las torres se terminaron a mitad del siglo XIII. No
obstante las tareas constructivas siguieron avanzando hasta bien entrado el siglo XIV.

Uno de los momentos más trágicos para la catedral de París fueron los deterioros perpetrados
durante la Revolución Francesa, a las que le sucedieron las radicales restauraciones de mediados
del siglo XIX y protagonizadas por Jean-Baptiste Lassus y Viollet-Le-Duc. En ellas, además de
reconstruir y restaurar gran parte de la escultura perdida (incluso sus fantasiosas y famosas
gárgolas), se modificaron y añadieron diversas partes, entre ellas la célebre aguja del cimborrio.
Por su parte, el barón Haussmann reestructuró La �le de la citésuprimiendo todo el barrio antiguo,
aislando la catedral de Notre-Dame en el centro de un gran atrio.

Arquitectura

La catedral de Notre Dame de París en un voluminoso templo de planta de cruz latina. Presenta un
gran cuerpo de iglesia con cinco naves más capillas laterales. El ancho transepto se sitúa casi en
la mitad de la longitud de las naves y resalta poco en planta. La capilla mayor esta rodeada por una
girola de doble nave.

En cuanto al alzado, hay que decir que participa de las características de otros templos del gótico
temprano, con sus tres pisos característicos:

 Primer nivel: Arcos formeros apuntados sobre enormes columnas.


 Segundo nivel: tribuna comunicada con la nave central mediante tres vanos apuntados
envueltos por otro mayor, en cada tramo.
 Tercer nivel: claristorio con ventanales constituidos por doble vano apuntado y otro
superior circular.

Siendo todo hermoso y equilibrado, hay que destacar la belleza de su tribuna, concretamente sus
esbeltos arcos y finas columnas. Sin embargo, esta tribuna se mantiene en Notre Dame por inercia
del mundo románico o por estética porque aquí ya no cumple funciones de sustentación. La razón
es que en esta catedral de París nacen los arbotantes exteriores que se ocupan de dicha función,
de apuntalar los empujes laterales de las bóvedas de la nave central.

Estas bóvedas, como corresponde al gótico temprano, son sexpartitas.


La escultura de Notre Dame

La escultura de la seo parisina es de extraordinaria calidad dada la importancia que tuvo París en
el siglo XIII como centro del reino a donde donde acudían los mejores maestros. Aquí estaba la
corte, que poseía iniciativa artística, y fueron capaces de atraer a los mejores artistas, ya fueran
arquitectos, escultores, vidrieros, miniaturistas, etc.

El estudio de la escultura de la catedral de Notre Dame es de enorme importancia para conocer la


iconografía y estilo de la escultura gótica europea, puesto que va a ser referencia y modelo para
multitud de obras posteriores, no sólo de Francia. Ello se explica porque París llegó a ser un centro
de formación artística de primer orden a donde acudían aprendices de toda Europa. Después estos
artistas formados se desplazaban a otros lugares siguiendo allí el modelo de Notre Dame.

Las destrucciones de la Revolución Francesa y Viollet-le-Duc

Una de las primera apreciaciones que hay que hacer sobre la escultura gótica de Notre Dame es
que se encuentra intensamente restaurada.
El encargado de ello fue el famoso arquitecto y arqueólogo Viollet-Le-Duc que aplicó los radicales
criterios restauradores (en ocasiones "inventores") del siglo XIX.

Antes de las restauraciones y reconstrucciones decimonónicas, numerosos elementos esculturales


de la catedral se encontraban fráncamente destruidos o mutilados por las revueltas de la
Revolución Francesa. Hay que recordar que París era la capital de Francia y centro de la
Revolución. Notre Dame se ubica junto al palacio real y además estaba muy ligada a la familia de
los monarcas franceses, por lo que recibió importantes agresiones en aquel lance histórico.

Un ejemplo paradigmático de estas pérdidas sufridas por la escultura de Notre Dame es el caso de
la Galería de los Reyes, situada bajo el rosetón de la fachada occidental y en la que se
representan reyes de la Antigüedad entre columnas. Los revolucionarios, tomándolos por
monarcas modernos franceses, mutilaron las estatuas, aunque sus restos no se destruyeron sino
que fueron enterrados. Estos fragmentos se encontraron milagrosamente en los sótanos de un
banco de París en 1977 y se depositaron en el Museo medievalista de Cluny.

Cronología de la escultura

La escultura de Notre Dame de París hay que buscarla en el exterior del templo. Se ubica en las
tres puertas de la fachada occidental, en los dos hastiales extremos del transepto y en la Galería
de los Reyes antes citada.

La escultura de la fachada occidental, salvo el tímpano de la Puerta de Santa Ana, es toda de


comienzos del siglo XIII (1210-1220) y se considera dentro del gótico clásico.

Sin embargo, la escultura de las puertas del transepto es de época algo más avanzada (1240-
1250). Por tanto, estilísticamente es diferente a la de la fachada occidental.
Puertas de la fachada oeste

La fachada oeste tiene tres puertas:

 Puerta de Santa Ana (sur)


 Puerta del Juicio Final (central)
 Puerta de la Virgen (norte)

Puerta de Santa Ana (sur)

La puerta de Santa tiene la particularidad de que buena parte de su escultura es anterior a la


construcción de la catedral gótica, reutilizándose de una construcción anterior de finales del XII y
que podríamos calificar de tardorrománica.
Concretamente, la parte reempleada es un tímpano con dintel cuyo origen se desconoce. Debido a
la distinta forma y tamaño de estos elementos tardorrománicos respecto al espacio del portal gótico
se tuvo que añadir en la parte superior unas esculturas de ángeles y decoración vegetal.

El citado tímpano tiene forma semicircular con un leve apuntamiento. Está presidido por una Virgen
Theotokos, de tradición aún románica por su hieratismo, frontalidad y ubicación del Niño en el
centro de su regazo. La Virgen está solemnemente sentada en un trono bajo un precioso
baldaquino con estructuras arquitectónicas que simbolizan la Jerusalén Celestial. A ambos lados
hay sendos ángeles turiferarios. En los extremos del tímpano encontramos la figura de un obispo y
un escriba y al lado opuesto un rey arrodillado.

Se ha debatido mucho sobre la identidad de estos personajes. En los primeros momentos se


pensó que el obispo sería quien comenzó la construcción de la catedral, Maurice de Sully, y por la
misma razón, el monarca representado sería Luis VII. Se trataría, por tanto, de mostrar un tema
contemporáneo a la obra sobre los promotores de la misma (iglesia y monarquía).

Sin embargo, algunos especialistas como Alain Erlande-Brandenburg piensan que ambos
personajes pertenecen al siglo VI y por tanto a los primeros momentos del reino bajo la dinastía de
los francos. Siguiendo esta hipótesis, el rey sería Childasberto.

El registro inferior de este tímpano tardorrománico lleva el Ciclo de la Natividad, con las escenas de
la Anunciación, Visitación y Nacimiento de Cristo (María está tumbada en una cama de gran
riqueza, junto a un San José pasivo).

La parte inferior ya es del periodo gótico -del siglo XIII- y lo ocupa un friso con la historia de San
Joaquín y Santa Ana.
En el parteluz aparece la estatua del obispo San Marcelo alanceando un dragón.

Puerta Central o del Juicio Final (centro)

Estamos ante una puerta de principios del siglo XIII, aunque hay que ser precavidos al contemplar
la belleza de sus esculturas como consecuencia de las radicales restauraciones y reconstrucciones
del siglo XIX, especialmente en la parte inferior.

Posee también tres registros. El superior es la parte menos reconstruida del conjunto al ser la más
inaccesible desde el suelo. En él aparece un Cristo Hombre con nimbo crucífero mostrando las
llagas de las manos. A ambos lados, dos ángeles portan los instrumentos de la Pasión, mientras
que San Juan y la Virgen interceden por la humanidad (Deesis). Hay que recordar que la
representación del Cristo humanizado en la escena del Juicio Final es típica del gótico y refuerza la
idea de la naturaleza también humana de Jesús y su papel no sólo como juez sino como redentor.

En el registro central se representa, de izquierda a derecha, los bienaventurados, mirando a Cristo,


al arcángel San Miguel que se encuentra pesando las almas (psicostasis), junto a dos demonios
que tratan de inclinar la balanza a su favor. Los condenados, atados por cadenas, son empujados
por otros dos diablos.
El registro bajo es un friso del siglo XIX de Viollet-Le-Duc pero que reproduce los restos
supervivientes en la Revolución. Muestra la Resurrección de los fallecidos para que sean juzgados
por Cristo. Los muertos salen de los sepulcros, con ropajes identificativos de su condición u oficio,
mientras ángeles en los extremos tocan las trompetas anunciadoras del juicio que va a comenzar.

En el parteluz de la Puerta del Juicio Final, vuelve a aparecer la solemne figura de Cristo bajo un
doselete.

Las arquivoltas abundan en la temática del Juicio, mostrando en los extremos el mundo de los
condenados, a la derecha, y de los bienaventurados, a la izquierda. En estas arquivoltas -dadas las
posibilidades tan grandes que ofrecen su tamaño de colocar a muchos personajes- también
aparecen ángeles, patriarcas, etc.

En ellas se coloca a la izquierda el seno de Abraham, que recoge a las almas bienaventuradas que
se representan como niños.
Las partes donde aparecen los bienaventurados es ordenada, tranquila, y quizás poco expresiva.
Sin embargo, el área dedicada a los condenados tiene más movimiento porque éstos se rebelan,
con lo que se muestra más expresividad, desorden y agitación.

En las jambas se representa a un Apostolado, muy rehecho, al sufrir importantes deterioros por su
fácil accesibilidad. Cada uno tiene su atributo identificativo, que fueron la mayoría destruidos o
cambiados de sitio durante la Revolución Francesa.

En la zócalo inferior de las jambas, por ser de gran visibilidad para los fieles, fue el lugar el elegido
para colocar las Vicios y las Virtudes, los calendarios, los signos del Zodiaco. Las escenas son de
gran belleza, perfección y calidad.

Aquí el artista goza de mayor libertad iconográfica en las representaciones al ser éstas de carácter
profano, que cuando se representaban a personajes sagrados. Sin embargo, contienen una gran
carga alegórica y simbólica.

Puerta de la Virgen (norte)

La puerta norte es una típica portada de temática mariana. Lamentablemente fue muy mutilada
durante la Revolución Francesa, y reconstruida posteriormente.

Está organizada en tres registros. En el superior y presidiendo la puerta se esculpió la escena de la


Coronación de la Virgen, que aparece sentada junto al Todopoderoso. Les acompañan ángeles,
dos arrodillados en los extremos, postura motivada por su emplazamiento, y un tercero coronando
a la Virgen.

En el registro central se colocó la escena de la Dormición o Muerte de la Virgen. María aparece


tumbada en su lecho, rodeada por los apóstoles y dos ángeles que inician el levantamiento de la
Asunción.
En el registro inferior, en el lugar del dintel, se representan a los Patriarcas, que flanquean a un
baldaquino bajo el que se encuentra el Arca de la Alianza, que contiene la Tablas de la Ley por la
que Yahvé instauró la Antigua Ley por medio de Moisés, de gran valor simbólico.

En el parteluz aparece la Virgen de pie con el Niño en su brazo izquierdo. En las jambas aparecen
santos, patriarcas del Antiguo Testamento, reyes y otro personajes. Entre ellos destaca la célebre
estatua de San Denís con su cabeza cortada sujeta por la manos. Es una escultura del siglo XIX.

Puertas los extremos del transepto

Puerta del Claustro o Porte de Cloitre (Puerta norte del transepto)

Por esta puerta accedían al templo los canónigos desde el "Claustro del clero".
Es por ello que se eligió una iconografía acorde con el tipo de espectador que iba a presenciarla y
las instrucciones morales que se deseaba transmitirles.

La puerta central posee tres registros. En el inferior se desarrolla el ciclo de la Infancia de Cristo
con el habitual sentido narrativo: A la izquierda aparece el Nacimiento de Cristo (La Virgen se
encuentra tumbada en una cama con gesto sereno). Bajo el lecho está el Niño en su cuna,
flanqueado por el buey y la mula. San José se apoya en la cama somnoliento. A continuación
aparece la presentación del Jesús en el templo donde es tomado en brazos por el sacerdote
Simeón. Unas sirvientas detrás de la Virgen portan cestas con palomas como ofrenda.

Posteriormente aparece la escena de la matanza de los santos inocentes. Este episodio del Nuevo
testamento se representa muy habitualmente tanto en el románico como en el gótico, puesto que
además de lo dramático y expresivo del asunto se añade el hecho de que fueron los primeros
mártires cristianos. En el extremo de la derecha y como fin de la secuencia aparece la Huida a
Egipto.

Los registros medio y superior se aprovecharon para representar la historia del monje Teófilo de
Adana.

El monje Teófilo ostentaba el cargo de arcediano en un monasterio bizantino. Cuando murió el


abad, se eligió como su sucesor a Teófilo por su prestigio, pero éste rechazó el cargo por
humildad.

El nuevo abad elegido privó injustamente de su cargo arcediano a Teófilo, que agraviado y enojado
se arrepintió de su decisión. Un judío le ofreció alcanzar la mitra mediante un pacto con el diablo.
Al cabo del tiempo, Teófilo se arrepiente y con la intercesión de la Virgen consigue romper el
acuerdo.

Tan azarosa historia es esculpida en la Puerta del Clasutro de Notre Dame donde Teófilo aparece
acompañado por el judío, estrechando las manos del demonio para cerrar su pacto. También
aparece con el abad y la Virgen que le libera de su acuerdo diabólico. En el friso superior se nos
muestra sentado y rodeado de personas mientras hace público lo que le ha acontecido.

Con este relato materializado en piedra, se pretendía adoctrinar a los canónigos sobre las
tentaciones de la envidia, la corrupción y la soberbia.
En el parteluz aparece la figura de la Virgen con el Niño, cuya escultura está prácticamente
perdida.

Puerta sur del transepto o de San Esteban

San Esteban era el santo patrón de la ciudad y a él se dedicó la puerta sur del transepto que
comunicaba el palacio episcopal con el templo.

En ella está esculpida la historia de su martirio. Se aprecia en la talla el momento más


evolucionado y tardío en que se realizaron con relación a otras puertas de la catedral. Las figuras
de los personajes se despegan del muro y adquieren posturas y gestos más vivos y dinámicos lo
que incrementa el naturalismo y la capacidad narrativa de la historia y su anecdotismo.

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