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"Año del buen servicio al ciudadano"

Profesor: Oscar Soplin Ruiz.

ANEXO 2
PANORAMA DE EUROPA DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX (1870 A 1914)

A partir de 1870, las relaciones entre los países europeos, a pesar de la falsa apariencia de paz, se tornaron
cada vez más tensas. Como se verá más adelante, se realizaron una serie de alianzas entre los distintos
Estados que sólo sirvieron para complicar aún más el panorama internacional.

Esta espinosa situación acrecentó las fricciones entre los diferentes países, y provocó un estado de tensión
que incrementó las posibilidades de una guerra general. Para comprender lo crítico que era ese momento
se debe tener en cuenta el desarrollo de la política interna de estos Estados entre 1870 y 1914, año en el
que estalló la Primera Guerra Mundial.

EL IMPERIALISMO EUROPEO ESPAÑA.

Aunque restaurada la monarquía, la situación


socio-económica en este país era crítica. La
Iglesia y la nobleza conservaban grandes
extensiones de tierra y riquezas, al tiempo
que mantenían sus privilegios sobre los
grupos de campesinos y obreros que vivían
acuciados por serias necesidades.

Esto explica por qué las ideas anarquistas y


sindicalistas prendieron con fuerza entre los
trabajadores urbanos. El ejército, por su
parte, se constituyó en un baluarte de la
monarquía, ya que su apoyo era indispensable para mantener el poder del rey. La economía nacional se
encontraba estancada y, en su mayor parte, en manos de capitales extranjeros. Paralelamente, los
movimientos separatistas de catalanes y vascos ponían en peligro la unidad del reino.

PORTUGAL. En este mismo período, las doctrinas republicanas y socialistas ganaron terreno en Portugal.
Para contrarrestarlas, el gobierno favoreció reformas políticas y sociales que no alcanzaron a resolver la
crisis económica. En consecuencia el desprestigio de la monarquía era cada vez mayor.

En 1908, el rey Carlos I y el príncipe heredero fueron asesinados. El nuevo monarca, Manuel II, careció
del apoyo interno necesario para consolidar su autoridad. Entonces, en octubre de 1910, estalló una
revolución que proclamó la República presidida en forma provisoria por Teófilo Braga. El régimen
republicano portugués se extendió hasta 1926, año en el que un golpe militar puso fin a la República.

ITALIA. Como vimos, la península itálica alcanzó su unidad política en 1870. A la muerte de Víctor Manuel
II, se sucedieron los reinados de Humberto I (1878-1900, asesinado por un anarquista) y Víctor Manuel III
(1900-1944), respectivamente. Durante este período se radicalizó en el Parlamento la lucha entre los
grupos conservador y revolucionario. Ambos partidos, sin embargo, fracasaron en rescatar al país de la
corrupción política y de la crisis. Vastos sectores populares se volcaron a las doctrinas socialistas y
anarquistas que alcanzaron, entonces, gran difusión.

Los obreros, sin embargo, afrontaron serias dificultades para organizarse en sindicatos, en tanto que la
situación socio-económica se agravó y el analfabetismo y las difíciles condiciones de vida fueron en
aumento. Estos hechos produjeron la emigración de más de cuatro millones de italianos a distintas
regiones de América (sobre todo a la Argentina y los Estados Unidos). Hacia 1914, uno de cada cuatro
italianos residía en el extranjero.

Hasta 1903, los cargos ministeriales estaban en manos de los grupos más conservadores. A partir de ese
año, los sectores de izquierda, encabezados por Giovanni Giolitti, tuvieron acceso al control del gobierno
y desplazaron así, a las tendencias más conservadoras. Se promulgaron, entonces, nuevas leyes sociales
que procuraron favorecer las condiciones de trabajo, al tiempo que se amplió el sufragio universal para
todos los italianos varones con excepción de los analfabetos.
"Año del buen servicio al ciudadano"
Profesor: Oscar Soplin Ruiz.

En el ámbito exterior, durante el reinado de Humberto I, Italia se alió a Alemania y Austria-Hungría (Triple
Alianza) y emprendió una política imperialista. Declaró la guerra a Turquía, que amenazaba la colonia
italiana de Trípoli (en África), y tras vencerla se apoderó de Cirenaica y Tripolitania (África). Este proceso
de expansión fue apoyado por nuevos grupos de tendencia nacionalista que fomentaron también una
política de corte autoritario.

AUSTRIA-HUNGRÍA. A partir de 1848, en el reino de la doble monarquía se difundieron y afianzaron las


ideas socialistas, al tiempo que aumentaron los movimientos nacionalistas. Ambas corrientes ideológicas
hacían peligrar la autoridad del emperador Francisco José. Sin embargo, éste, merced al apoyo de la
burguesía húngara, consiguió mantenerse en el poder hasta finalizar la Primera Guerra Mundial.

RUSIA. El zar Nicolás II impuso un gobierno autocrático en el cual el Estado controlaba y limitaba todas
las libertades civiles. Debido al excesivo poder de los funcionarios públicos y de la policía, a la débil
autonomía local y a la falta de libertad de expresión, el descontento popular fue en aumento. Además, el
Estado nombraba los profesores universitarios y se advertía un creciente antisemitismo por parte del
gobierno, al tiempo que se emprendía una campaña de “rusificación” de amplias zonas recientemente
incorporadas al Imperio ruso.

La sociedad rusa era en esos momentos eminentemente agrícola, y mantenía un sistema semifeudal. La
política de industrialización llevada a cabo por el Estado, perjudicó la condición de vida de los campesinos.
Los obreros de las ciudades, si bien menos numerosos que aquéllos, consiguieron organizarse y aplicar
medidas de fuerza (huelgas, revueltas, etc.) con el fin de hacer respetar sus derechos y peticiones El
Estado reprimió severamente todo tipo de manifestación contraria a su política, a pesar de lo cual las ideas
socialistas y revolucionarias CONCEPTO DE IMPERIALISMO
alcanzaron una notable
El término imperialismo hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio
difusión. de un estado sobre otro u otros mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política.
Durante el último tercio del siglo XIX las potencias europeas y algunas extra europeas (USA
Este tenso clima interno hizo y más tarde Japón) desarrollaron una política de expansión colonial acelerada que ya venía
crisis tras la derrota rusa gestándose desde comienzos de siglo. Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la
frente a los japoneses en denominación de imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios y constituyó una
1905. En enero de ese año se constante fuente de conflictos que desembocaron en la Primera Guerra Mundial.
sucedieron numerosas Colonialismo e imperialismo
revueltas contra el régimen y Para algunos autores ambos términos son sinónimos, otros aprecian diferencias entre ellos:
el ministro del interior fue El colonialismo
asesinado. A fines de dicho Suele aludir a las primeras fases de la expansión europea, durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
mes, un grupo de obreros de Las metrópolis controlaron una serie de territorios, explotados económicamente, que alentaron
San Petersburgo marchó relaciones de subordinación con los pueblos autóctonos de la zona, a los que impusieron sus
hacia el palacio del zar con el estructuras y formas de vida. Se impulsó el control de rutas, lugares estratégicos y la creación
de zonas de influencia, pero no quedó claramente establecida una conducta de conquista
fin de entrevistarse con él. La continua y sistematizada.
policía reprimió este
El imperialismo
movimiento en el que
A diferencia del anterior, tiene fuertes connotaciones nacionalistas: los estados que lo
perecieron numerosos practicaron pretendían la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de territorios con
manifestantes. Este episodio el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No buscaban tanto la transformación
se conoce con el nombre de cultural de estas zonas como su control político, económico y militar. Este proceso adquirió
Domingo Sangriento. Nuevas nitidez en el último tercio del siglo XIX.
huelgas y revueltas se El tránsito del colonialismo tradicional al imperialismo
propagaron por toda Rusia. Se produjo en la 1ª mitad del siglo XIX y estuvo marcado por la crisis del antiguo
Paralelamente, los marineros colonialismo expresada en la pérdida de las colonias americanas de Gran Bretaña y España,
la desaparición de las doctrinas económicas mercantilistas y la lucha por la abolición de la
del acorazado Potemkin, en esclavitud.
esos momentos atracado en La expansión continuó durante la 2ª mitad del siglo, fruto de la pretensión de ganar nuevas
Odesa, se amotinaron. Todos áreas de influencia, alentada por la industrialización europea -ávida de nuevos mercados- y
estos movimientos fueron el desarrollo técnico y militar. Otros factores que contribuyeron a dicha expansión fueron
sofocados. las exploraciones geográficas y misioneras en busca de la extensión de la ciencia y el
cristianismo respectivamente. En 1885, en la Conferencia de Berlín, las potencias acordaron el
reparto sistemático del continente africano.
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Profesor: Oscar Soplin Ruiz.

LA COMPETENCIA IMPERIAL-COLONIALISTA
mediados del siglo XIX el poderío mundial se hallaba concentrado en Europa. No había duda de que
Inglaterra fuese la primera potencia del orbe, ni tampoco de que Francia y Rusia le siguiesen detrás como
potencias predominantes. Poderosos, aunque en un nivel inferior, eran también Austria (Reino que luego
se uniría con Hungría, para formar el Imperio de Austria-Hungría) y, además, un reino germano que se
llamaba Prusia.

Hacia el último tercio de ese siglo Inglaterra todavía conservaba la supremacía mundial, pero nuevos
países, llamados a tener un protagonismo gravitante, fueron naciendo.

En el centro de Europa, de la unificación de Prusia con otros estados, surgió Alemania; de una serie de
reinos asentados en la península itálica, que también se unificaron, apareció Italia; al otro lado del Atlántico,
en el nuevo mundo, se empinó una gran nación, Estados Unidos de América; y en el Extremo Oriente
empezó a rejuvenecer un milenario país que adquirió la tecnología y hábitos occidentales: Japón.

Estas nuevas potencias comenzaron a quitarle la supremacía a Inglaterra y a las demás naciones
tradicionalmente poderosas de Europa, al tiempo que empezaron a desconcentrar el poder mundial, por
siglos acumulado en el “Viejo Continente”

La mayoría de las potencias atravesaron por la revolución industrial. Con este industrialismo se reavivó
ese anhelo de poseer colonias, que las grandes revoluciones de independencia americanas se encargaron
de adormecer.

Las naciones industrializadas consideraron que volviendo a las colonias se podía ampliar los mercados
para los productos manufacturados y aumentar las fuertes de materias primas para la producción. Así fue
como renacieron las ansias de formar imperios coloniales.
La competencia se centró primero en Inglaterra y Francia.

A principios del siglo XX estas naciones habían logrado inmensos imperios coloniales distribuidos por
varias partes del mundo (África y Asia, sobre todo). Alemania e Italia, no obstante haber llegado tarde a la
repartición colonial, también cogieron importantes territorios. Rusia, en vez de buscar colonias en otros
continentes, ensanchó sus propios límites por Asia (Observa el mapa)
Mientras tanto
Estados Unidos
lograba
apoderarse de los
restos del imperio
colonial español,
luego de la guerra
con España
(1898), haciendo
suyas varias islas
de Oceanía,
adueñándose de
Puerto Rico y
estableciendo su
protectorado
sobre Cuba y
otros países
centroamericanos

En estas correrías
hasta el lejano
Japón se había
contagiado del
espíritu imperialista, capturando el territorio de China para formar colonias sobre todo luego de ganar la
guerra contra Rusia (1904 – 1905).
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Profesor: Oscar Soplin Ruiz.

LOS NACIONALISMOS Y LA CUESTION


BALCÁNICA CONCEPTO DE NACIONALISMO
El nacionalismo es una ideología política basada en el principio de
que cada nación tiene derecho a formar su propio Estado para
El nacionalismo de los pueblos europeos fue realizar los objetivos o aspiraciones sociales, económicas y culturales de
el combustible de los conflictos. Existían un pueblo, sobretodo el logro de un estado independiente. Esta ideología
grupos étnicos que deseaban formar naciones se caracteriza ante todo por el sentimiento de comunidad de una
independientes, separándose de los estados a nación, derivado de unos orígenes, religión, lengua e intereses comunes.
los cuales pertenecían, por no identificarse Es una forma de pensar que defiende una nación o una región por encima
con el idioma, la raza o la religión de todo, incluso por encima de las personas. Como consecuencia de
predominante. De la misma forma, había la revolución francesa se produjo en Europa una extraordinaria difusión
grandes potencias que asumían el derecho de de sentimientos nacionalistas opuestos al principio del legitimismo
dinástico, según el cual los países no eran sino propiedades patrimoniales
extender su influencia o dominio sobre
de los reyes.
pueblos de su mismo origen.
En otras zonas de Europa el nacionalismo surgió en parte debido a los
Este orgullo nacionalista actuaba de diferente mismos ideales liberales que transmitió dicha revolución, y también por
manera en cada caso: en uno incitaba a la influencia de las doctrinas idealistas y románticas que comenzaron a
muchos pueblos sometidos a luchar por su desarrollarse en Alemania desde finales del siglo XVIII.
libertad, expandiendo un clima convulso en
varias partes de Europa; y en otro, inducía a Desde principios del siglo XIX el ideal nacionalista, se extendió
las grandes potencias a absorber a pueblos paulatinamente por todos los pueblos del mundo, y paso así a constituir
menores o rivalizar por el mejor derecho de uno de los elementos ideológicos fundamentales de las sociedades
hacerlo. En este nacionalismo la prepotencia humanas. Los habitantes de un país ya no serian meros súbditos de un
y el complejo de superioridad iban de la mano rey sino ciudadanos de una nación cuyas esencias culturales
ahondando todo tipo de rivalidades. confrontaban el propio ser de cada individuo.

A finales del siglo XIX y principios del XX se desarrollaron discrepancias


Fue el caso de Alemania cuya unificación entre nacionalistas, produciendo así graves conflictos entre naciones, la
había sido fruto del nacionalismo prusiano de mayoría de las guerras mundiales empezaron por disputas nacionalistas.
la mano del canciller Otto Von Bismarck, Hoy en día, también existen organizaciones terroristas que cometen
figura central de la política europea de asesinatos con este pretexto.
aquellos años. En su afán nacionalista,
Alemania se ensoberbeció al extremo de En el ámbito de la música, el nacionalismo fue un movimiento musical que
anhelar convertirse en la “Gran Alemania” surgió a mediados del siglo XIX con objeto de reafirmar los valores
reuniendo bajo su égida, quiéranlo o no, a esenciales de cada raza o nación a través de su música popular o de su
todos los pueblos germanos de Europa folclore.
(Pangermanismo). Precisamente, la anexión
de las provincias francesas de Alsacia y Lorena, pobladas por gentes germanas, tuvo que ver con este
ímpetu conquistador que luego le haría anhelar con voracidad rapaz a muchos territorios fuera de sus
fronteras.

LA CUESTION BALCÁNICA

El nacionalismo actuó con todo su furor en la península de los Balcanes, repercutiendo en las ambiciones
políticas de las más importantes potencias europeas. Aquella era una zona poblada por una diversidad de
razas y culturas, que durante varios siglos estuvieron subyugadas al Impero turco y otomano (desde que
este originara la caída del Imperio bizantino en 1453). Por el debilitamiento turco y las luchas nacionalistas
del siglo XIX, se habían independizado de dicho Imperio los países balcánicos (Serbia, Grecia, Bulgaria,
Montenegro y Rumania), perdiendo los turcos casi todos sus territorios europeos.

En la segunda década del siglo XX estallaron las Guerras Balcánicas (1912 – 1913), que terminaron de
desalojar a los turcos de la zona, pero que también sembraron discordias entre los mismos países
balcánicos (una telaraña de rivalidades). En los Balcanes, el grupo étnico principal era el de los eslavos,
cuya mayoría había logrado concentrarse en Serbia que, por su parte, estaba acariciando el ideal de
agrupar a todos sus hermanos de raza, esparcidos en la península, convirtiéndose en la “Gran Serbia”.

Pero Austria-Hungría, que ya aglutinaba importantes grupos de eslavos, ambicionaba absorber a Serbia y
al resto de los eslavos balcánicos, y formar así un súper imperio “austro-húngaro-serbio”. Esto,
evidentemente, no contaba con el consentimiento de Serbia y se oponía de raíz a Rusia, país que por los
siglos se había considerado la “Madre Eslava”, rectora y protectora de sus hijos en Europa (Paneslavismo).
Tales intereses contrapuestos aseguraron la sólida enemistad que tuvieron Rusia y Serbia contra Austria-
Hungría.
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Profesor: Oscar Soplin Ruiz.

POLITICA DE ALIANZAS Y PAZ


ARMADA

Antes de liderar al poderoso Estado


unificado alemán, Prusia venció a
Francia en la guerra de 1870,
arrebatándole las provincias de Alsacia
y Lorena. Alemania, temerosa del
revanchismo francés, inició la política
de alianzas asociándose con Austria-
Hungría. Había una profunda rivalidad
entre Austria-Hungría y Rusia, por la
ambición de intervenir en los países
balcánicos, lo cual hizo imposible que
prosperara la participación rusa en
esta sociedad. Por eso, Rusia prefirió
acercarse a Francia y concertar un
bloque opuesto al primero.

Bajo estas circunstancias, Alemania y Austria-Hungría, logrando la intervención de Italia, suscribieron la


Triple Alianza en 1882. Inglaterra, expectante al principio, al percibir desafiante el poderío alemán, se
aproximó a Francia y a Rusia, dando fruto con ellos al Triple Entente (triple entendimiento) en 1907.

LA PAZ ARMADA

Cuando la Triple Alianza (Alemania, Austria e Italia) ampliaron su capacidad militar, la Entente Cordiale o
Triple Entente (Rusia, Francia e Inglaterra) trató de imponerse y alcanzar a sus rivales en lo militar. La
industria de armas aumentaría considerablemente en recursos, además la producción de nuevas
tecnologías para la guerra estaría en ascenso. Además, casi todas de Naciones europeas adoptaron el
servicio militar obligatorio, para así fomentar el sentimiento nacionalista.

La paz armada (1870-1914) fue uno de los periodos más notorios antes de la Primera Guerra Mundial. La
persistencia de las tensiones entre los Estados, tanto para los conflictos internos y ambiciones imperiales
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llevaron a muchos Estados a designar gran parte de los recursos económicos del estado en la inversión
de la industria de armamentos y el fomento del ejército.

De esta manera, en este periodo reinó la desconfianza y la paz se sostuvo en la intimidación mutua, no
solo por medio de las alianzas, sino por la acumulación de grandes cantidades y sofisticados armamentos,
donde fueron muy frecuentes los rumores sobre el estallido de una confrontación generalizada que, bajo
el juego de las alianzas, podía ocurrir y que ocurrió finalmente.

LA “BELLA ÉPOCA” Y LA REPERCUSIÓN EN LA SOCIEDAD EUROPEA

La Belle Époque (Época Bella) es un término que evoca al periodo previo a la Primera Guerra Mundial
(1890 – 1914). Para los europeos de la posguerra, esa etapa adquirió una connotación nostálgica e
idealizada porque fueron años de prosperidad económica, estabilidad política, relativa paz social y enorme
creatividad artística e intelectual.

En los años de la Belle Époque la civilización occidental (Europa y Estados Unidos) compartía una
sensación de confiado optimismo. El auge económico e industrial favoreció el desarrollo de los avances
científicos y la innovación tecnológica (automóvil, aeroplano, teléfono, fonógrafo cinematógrafo). La fe en
la ciencia y en el progreso crearon un ambiente triunfalista.

La vida social se transformó, por el avance de la urbanización y la modernización de las ciudades. En las
calles resplandecían los negocios iluminados por la luz eléctrica. En los bulevares, cafés y cabarés de las
capitales europeas, las barreras entre las clases sociales se borraban temporalmente: damas de sociedad,
banqueros, artistas, intelectuales y obreros parecían compartir un mismo sentido de la alegría. La difusión
de la higiene, el desarrollo de la medicina y un estilo que valoraba las actividades al aire libre (paseos,
gimnasia, ciclismo), hacía parecer más saludables a los europeos.

Fueron años de progreso tecnológico, de lucha por la igualdad de derechos, de brillantez intelectual, de
consumo. Frente a años inmovilizados bajo tierra, con lo mínimo, ahogados en una guerra sin sentido.
Fueron los años de la vida frente a los de la muerte. No extraña que, tras la contienda, la nostalgia bautizara
los tiempos de preguerra como la dorada Belle Époque.

Sumergirse en la sociedad de principios del siglo XX es tan fácil como embarcar en el Titanic. Mujeres con
elegantes vestidos, largos y ceñidos a la cintura —imprescindible: el corsé, el tocado y la sombrilla—;
hombres con traje, sombrero y bastón, siempre pendientes de sus negocios. Estamos en un sistema de
clases y tres de cada cuatro pasajeros llevan billetes de tercera y segunda —gente que había alcanzado
el éxito con su trabajo—. Pero algo había cambiado. La aparición de la burguesía y la economía de
consumo alientan la posibilidad de progreso y de mejora. El desarrollo de las actividades industriales y
comerciales junto a las nuevas técnicas de cultivo hace soñar con bienes de consumo hasta ahora
reservados a unos pocos.

A pesar de este optimismo, hay que ser consciente de que la Belle Époque no fue igual de 'bella' para
todos; he ahí la tercera clase. Las desigualdades sociales no habían desaparecido. Aunque cada vez más
gente abandonaba su vida en los pueblos para acudir a las fábricas en la ciudad, el sector de la agricultura
seguía siendo la base del continente. Tampoco se pueden dejar de lado las diferencias entre unos países
y otros: «La Europa atrasada» llamaban a parte de la periferia, de donde partían numerosos inmigrantes
—junto con las clases bajas del resto de Europa— en busca del sueño americano.

No obstante, y a pesar de que ésta era la realidad más generalizada, los progresos de la época, visibles
en las grandes ciudades, eclipsan estos años.

PRENSA Y OPINIÓN PÚBLICA

Pero volvamos al Titanic. Los dueños de la White Star Line buscaban un gran titular. Y lo consiguieron.
Durante la primera década del siglo XX, el poder y el impacto de la prensa en la sociedad ya era
indiscutible. El crecimiento imparable de las ciudades, el aumento de la alfabetización y la aparición de
nuevos grupos sociales favoreció el 'boom' de las comunicaciones. En 1910, París contaba con 70
periódicos y se vendía un ejemplar por cada 6 o 7 habitantes. El nacimiento de la conciencia política y la
opinión pública llegaron de la mano —y con ellos, el movimiento obrero y la lucha por la igualdad de
derechos—.
"Año del buen servicio al ciudadano"
Profesor: Oscar Soplin Ruiz.

TECNOLOGÍA, CIENCIA Y CULTURA

En 1876 llegó el teléfono, tres años después las bombillas y en 1887 apareció el primer motor diésel —un
Renault AX Limousine se hundió en las bodegas del Titanic. Podía alcanzar los 56 km/h—. La electricidad
y los combustibles fósiles (petróleo) habían dado la vuelta al mundo hasta entonces conocido.

En 1900, París celebraba su Exposición Universal y mostraba en sus pabellones todos los avances y el
poderío de la época. Muy cerquita de allí, unos desconocidos Pierre y Marie Curie trabajaban sin descanso
en su laboratorio —galardonados con el Nobel de Física en 1903, y con el de Química (Marie) en 1911—.
Mientras, un alemán llamado Albert Einstein daba los últimos toques a su Teoría de la Relatividad en Berna
(Suiza). También entrarían en escena Bohr y Rutherford. Apabullante.

En estos años también se empieza a poner en cuestión el orden de las cosas. 'La interpretación de los
Sueños' de Sigmund Freud vio la luz en Viena en 1900, mientras en Francia aparece Colette con su
'Claudine en la escuela' —donde se plantean abiertamente las relaciones homosexuales—.

En 1900, París celebraba su Exposición Universal y mostraba en sus pabellones todos los avances y el
poderío de la época. Muy cerquita de allí, unos desconocidos Pierre y Marie Curie trabajaban sin descanso
en su laboratorio

En el terreno artístico, irrumpe la estética modernista y Gustav Klimt, con su 'Judith' (1901) y su Dánae
(1908), que ruboriza a la sociedad de entonces al mostrar con naturalidad el deseo femenino. Hay que
tener en cuenta que aún la mujer tenía un papel asociado directamente a mantener el orden moral y,
aunque iba ganando terreno en su lucha, todavía tenía camino por delante.

No podemos olvidar el Cubismo, el Expresionismo y su ruptura con la tradición: Matisse, Picasso, Derain,
Kirchner, Kandinsky... Fue en el Salón de Otoño de París 1905 cuando, tras presentarse las obras de Henri
Matisse y André Deráin, el famoso crítico de arte Louis Vauxcelles, espantado soltó: «Donatello parmi les
fauves!' (¡Donatello entre las fieras!)». Fue así como bautizó al Fauvismo.

Tecnológica, artística, intelectual y socialmente era una época insuperable. Ese clima de optimismo y
confianza que reinaba en la sociedad, era el mismo que embriagaba a los que aseguraban que 'ni Dios
podría hundirlo' —al referirse al Titanic—. Nadie recordaba ya el hambre, la peste o la guerra. La paz
parecía completamente consolidada: en 1907 se creaba el tribunal de La Haya y la contienda entre países
civilizados no era una opción real. En la calle: la pacifista Bertha von Suttner y su obra 'Abajo las armas'
—37 ediciones entre 1887 y 1905—. Pero al final: el Titanic se hundió y la Gran Guerra estalló.

BIBLIOGRAFIA:

CIENCIAS SOCIALES 4. 2008. INNOVA, Editorial SANTILLANA S.A.


HISTORIA, GEOGRAFÍA Y ECONOMIA. Socio Mundo Ciudadano 4. Primera edición 2010. Editorial
Bruño.
HERNANDEZ, M. J . “AÑORADA BELLE ÉPOQUE. Recuperado el 02 de mayo de 2017 de
http://www.elmundo.es/especiales/primera-guerra-mundial/mundo-cambiante/la-belle-
epoque.html

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