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El Derecho sigue siendo una de las carreras más

apetecidas en Colombia, lo cual no sorprende


para un país con un ordenamiento jurídico
complejo y muchos conflictos, lo que genera la
necesidad de contar con muchos abogados que
brinden asesoría.

Las facultades de Derecho se preocupan cada vez


más por ofrecer programas completos que,
además de inculcar las bases del pensamiento
jurídico y de impulsar el ejercicio práctico en todas
sus áreas, se apoyen en la ética que debe
acompañar a los abogados en todas sus
actuaciones.

Para elegir a un buen abogado se deben tener en


cuenta varios factores:

i La especialización en la rama requerida.

i Experiencia en la labor jurídica.

i Buenas referencias.

i Que se mantenga informado y actualizado.

i Que ponga los intereses del cliente por encima


de los suyos.
i Que responda sinceramente y con claridad todas
las preguntas.

Un abogado cercano

La localización es otro factor importante que debe


tener en cuenta quien desee contratar servicios
jurídicos. Así, es mejor que el jurista esté ubicado
cerca a la residencia del cliente o, por lo menos,
en la misma ciudad, para que este pueda
acercarse con facilidad a su despacho cuando lo
considere necesario.

No obstante, así como hay muy buenos abogados


hay características en algunos que no ayudan a
dar buena imagen a la profesión y la solución a los
problemas que buscan los clientes podría
convertirse en un fuerte dolor de cabeza.

Estos son algunos comportamientos que, aunque


poco comunes, deberían corregir los
profesionales del Derecho para ayudar a mejorar
la percepción de los clientes:

El avaro

Aquel profesional que no quiere compartir el


dinero con nadie, inclusive con sus propios
clientes, aunque los recursos provengan de estos.
Se manifiesta generalmente cuando recibe
bienes, dineros o documentos producto de su
gestión profesional pero no los entrega o no
comunica el hecho en la debida oportunidad. (Lea:
Sancionan a abogado que siguió cobrando
honorarios de proceso que había culminado hace
cuatro años).
El perdido

Quién no ha sufrido tratando de ubicar a su


abogado y este no contesta el teléfono ni el correo
electrónico y sencillamente no se manifiesta. Al
cliente le toca montar un escuadrón de búsqueda
y cuando por fin aparece viene cargado de
excusas por demora en los despachos, mala
atención de los funcionarios y aplazamiento de
reuniones por infortunios de última hora. Finaliza
con una frase amable como “no me llame, que yo
lo ubico”. (Lea: Conozca las sanciones a una
abogada por demorar un proceso de divorcio).

El egoísta

Dícese del abogado al que solamente le interesa


su éxito personal, sin importarle que afecte a
otros, olvidando que el Derecho está relacionado
con la justicia y los valores. Es ese profesional
hábil para realizar toda clase de engaños y
manipular las situaciones de manera que se vean
las cosas como no son en realidad. (Lea:
Excluyen de la profesión a abogado que ofreció $
500 millones a un paramilitar para cambiar
testimonio).
El arribista

El Derecho es una profesión con un elemento


social que se basa en el respeto, la igualdad, la
justicia y la dignidad, por lo que no es aceptable
que algunos abogados se crean superiores por el
solo hecho de haber pasado por la universidad,
bien sea como particulares que quieren pasar por
encima de los demás ciudadanos (el caso del
abogado que trató mal a una patrullera) o como
funcionarios a quienes es necesario decirles
“doctor” para que cumplan con sus labores. (Lea:
Abogado fue suspendido por reprochar
excesivamente la conducta omisiva de un
juzgado).

El mal hablado

Si bien el lenguaje jurídico es complejo y el


abogado juega un papel muy importante a la hora
de interpretar y transmitir sus conocimientos con
un lenguaje claro y sencillo, ello no significa que
pierda la elegancia y el rigor técnico que debe
acompañar a sus argumentos, utilizando
expresiones grotescas o confusas. De otra parte,
el profesional del Derecho debe ser una persona
culta, que conozca por lo menos el entorno social
donde aplica sus conocimientos, historia,
literatura, redacción y ortografía, lo que lo hace, a
su vez, más sólido para actuar. (Lea: ¿Puede
perderse un caso por tener mala ortografía?).

El todero

Se debe tener cuidado con el abogado que ofrece


desde la elaboración de una promesa de
compraventa hasta ejercer la defensa en un
proceso penal. Si bien hay profesionales muy pilos
con conocimientos en todas las áreas, es
preferible que tenga estudios especializados en el
caso concreto y ojalá con experiencia relacionada.
Todos los abogados deben estar inscritos en el
Registro Nacional de Abogados, por lo que es
necesario exigir el número de tarjeta profesional y
examinar sus actuaciones y antecedentes
profesionales. (Lea: Abogado fue suspendido por
interponer una tutela y otra acción sin estar
capacitado).

¿Se ha encontrado usted con alguno de estos


personajes?

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