21 HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE AMERICA LATINA - Ciclo Inicial

OBLIGATORIO MATUTINO
•-- oc1E.DADEs 1-.111-.7rcifizá

21 copias
Daniela Spenser
Coordinadora
Este libro es una discusión sobre una guerra para im-
pedir otra guerra, una guerra en lugar de aquella que
no tuvo lugar. El libro se propone un acercamiento
distinto al tradicional para comprender la guerra fría.
1111
Espejos de la guerra fria

11111 Espejos de la
guerra fría:
• 9'78970711015579
En lugar de concebirla como un mero antagonismo
entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, se la ve
a la luz de los desafíos revolucionarios al -sistema
económico, político y social dominante y de la confron-
tación con los Estados Unidos.
México, América Central y el Caribe
De todos los países, Cuba fue el único que rompió
con las reglas económicas y políticas del sistema domi-
nante, y mientras que atrajo la ira de los Estados Unidos,
cautivó a la Unión Soviética. México, en cambio, no fue
un caso explosivo, pero jugó un importante papel de
amortiguador entre el norte anticomunista y el sur
económica zpolíticamente débil, dependiente y subor-
dinado al hegemón norteamericano, papel que aprove-
chó en la negociación con una izquierda nacional que
se sentía abandonada después de que Lázaro Cárdenas
dejara el poder en 1940.
A diferencia de México, los . países de • América
Central intentaron alcanzar cambios estructurales en.
la época de la guerra fría. Para combatir la eferves-
cencia- política en Centroamérica, desde los arios cm-
cuenta del siglo xx, los Estados Unidos la encaró junto
con políticas contrainsurgentes y de integración de la
población al Mercado global como el mejor dique con-
tra el comunismo, con la ayuda de un enorme poten-
cial militare ideológico que pudo más que la fuerza de
ideas, de la voluntad y los movimientos insurgentes;
que fueron neutralizados o derrotados.

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 Esta mvesngac, arbitrada por pares acad6nj•m,
se privilegia con el aval de la institución coeditora,
propietaria de los derechos correspontrientes.

Agradecimientos

ESTE LIBRO no se hubiera podido elaborar sin el esfuerzo de muchas perso-

nas e instituciones. El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores
en Antropología Social (ciEsAs) no desdeñó recursos e imaginación para
que la publicación del libro se realizara. Desde la dirección del CIESAS de
Rafael Loyola Díaz y de política científica y formación a cargo de Fernan-
' do Salmerón, pasando por la subdirección de investigación a cargo de Guada-
lupe Escamilla, de publicaciones a cargo de Diego García y de difusión
a cargo de Gonzalo Maulén, el proyecto, del que el libro es uno de los resul-
tados, ha contado con el generoso apoyo.
Gilbert Joseph, profesor de historia y director del Instituto de Estudios
de América Latina e Iberia en la Universidad de Yale, estuvo primero
detrás de la iniciativa de llevar a cabo el congreso México, América Central
y el Caribe durante la guerra fria, en donde el libro se incubó, y luego del
Coeditores de la presente edición:
Carriles on INVESDGACIONES
YE
libro mismo. A lo largo del proceso, su apoyo personal, de la Universidad
STUNOS SUPERIORES •
EN AYMOPOLOGIA SOCIAL « de Vale y la invaluable asistencia de Beatriz Riefkohl, administradora del
SECRETARIA DE
RinAaoNcs ErramoRcs
~u -ÁNGEL PORRÚA, librero-ed•tor Instituto, fueron no sólo económicos sino de estímulo intelectual y cama-
radería.
Primera edición, diciembre del año 2004
O 2004
La Secretaría de Relaciones Exteriores, a través del entonces subse-
CENTRO DE INvESTIGACIONES y ESTUDIOS S cretario para América Latina, Gustavo Truegas, y de Mercedes de Vega,
EN AWROPOLOCIA SOCIAL directora del Acervo Histórico Diplomático, junto con el equipo que los
e 2004
apoyaba, brindaron un apoyo logístico invaluable para que el congreso se
Por caraaerísOars tipográficas y de cliseflo
editodal llevara a cabo.
/14101.EL ÁNGEL PORROA, libreraedilor

Derechos reservados conforme a la ley Christian Ostermann, director del Cold War International History
I5BK970-70 1 -557-8 Project en Woodrow Wilson Center, Washington D.C., financió a lo largo
Imagen de la portada: Diana
vcente Rojo Carna de 2000 y 2001 la investigacióntrel archivo de la Dirección de Inves-
IMPRESO EN
...........v. mÉxico tigaciones Políticas y Sociales del Archivo General de la Nación. La
vv.vv ,. .: F.). _./
,14
rrm, ..
..,.1-11-. investi yel desarrollo del congreso en 2002
gación inspiró la organización
1 . c.--c.:›ED
PRINT:
r11-81Exic°
1-1x
Amargura 4. San Ángel, Alvaro Obregón, 01000 México, D.F. y generó materiales documentales que nutrieron algunos de los trabajos
incluidos en este libro.
(51
 Daniela Spenser*

La crisis del Caribe: catalizador

de la proyección soviética en América Latina

Introducción
EL DESCUBRIMIENTO y forzado retiro de los misiles nucleares de Cuba en
octubre y noviembre de 1962 fue un hecho dramático en el ámbito mun-
dial, humillante para la Unión Soviética y traumático para Cuba. A partir
de su debacle en Cuba la URSS, que se consideraba el modelo más avan-
zado, si no el único posible, de la sociedad y del campo socialista y cabeza
de los movimientos de liberación nacional, tenía que enmendar el daño
hecho a su imagen y legitimidad ante las fuerzas de la izquierda y el Tercer
Mundo. Esta reconstrucción de inia_gen y legitimidad como vanguardia
del socialismo internacional, la descolonización y la- luChiP-Cii- ia emanci
se complicó árde el
creciente conflicto entre la URSSy la China Popular do.s--- reiímenes •
que a principios de los arios sesenta competían por la representatividad
revolucionaria en el mundo.
El argumento central del trabajo es que la crisis del Caribe fue un par-
_teáguas_en la política soviética en Amérjea-Ju-atranto CiT
URSS emergieron lastimadas por su —d-eseniace. Mientras que los cubanos
estaban preocupados por la supervivencia de la Revolución, los soviéti-
cos temían perder a Cuba. Este temormu trl---•fn'-'
*v ql. aTR-SS—no se q—uédire
pasiva-a-ríté-la7).7)11Eti7a—
. c111)ana de extender la Revolución alodallmtzica .
Latina e incluso la apoyó, a pesard -e—qTre—IYURSSóconsideraba la lucha
armada como la vía más factible para llegar al socialismo. La dirección
soviética temía que, de no apoyar esta lucha armada, Cuba, actuara de
manera indepradiente_Alt N URSS en el hemisferio occidental y s .e." •aliára•-
evolucionarios chinos. La áp'óyó tanibié 5- 1.-4—u-e7aTm .. en- os en
Cuba, había dem°. ár-a-do-iii- ficacia como método de lucha para llegar
al poder y debilitar al adversario de los soviéticos. No obstante, la ayuda
*Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, México.
[ 281 ]

2E2 o DANIELA SPENSER
soviética a la lucha armada en América Latina era ambigua, proporciona-
da en pequeñas cantidades para que la URSS no fuera acusada de ne-
garse a apoyar los movimientos de liberación nacional, pero con la sufi-
ciente cautela para no provocar agresión o revancha en ninguna parte del
mundo por parte de los Estados Unidos. Los resultados de sus acciones
fueron diferentes de sus intenciones.
Los aliados naturales de la URSS en América Latina eran los parti-
dos comunistas, no los grupos guerrilleros. Sin embargo, a raíz de la Revo-
lución cubana, algunos partidos veían la lucha armada compatible o com-
plementaria con otras formas de participación en la política de su país. Si
bien la URSS se oponía a que los partidos comunistas adoptaran formas
radicales de lucha, les exigía el apoyo a la Revolución cubana. Después
de la crisis del Caribe la URSS adoptó una posición más conciliadora
hacia los partidos comunistas que escogieron la lucha armada y apoyó
ala dirección política, militar y a la inteligencia cubana, que entrenaba y
orientaba la lucha armada en varios paises de América Latina en los años
sesenta, con el fin de no perder el maltrecho liderazgo entre los movi-
mientos sociales en la región.
La relación entre la URSS y los Estados Unidos ponía restricciones
sobre el alcance de este apoyo. La coexistencia que la URSS buscaba con
los Estados Unidos exigía la preservación de lapas para poder expandir
el campo socialista sin hacer peligrar el sistema internacional; un peligro
que podría llevar a la guerra mundial.
La URSS dejó de apoyar la lucha armada en América Latina hacia
finales de los años sesenta. La remoción de Nikita Jrushchev de la posi-
ción dirigente en la URSS a finales de 1964jug6 un papel indudable. Sin
embargo, se debió también al hecho de que la lucha armada demostró su
ineficacia como el camino hacia el socialismo y hacia el debilitamiento
de la hegemonía norteamericana en el hemisferio occidental. El ensayo
se centra en los años que transcurrieron entre 1 962 y 1967.
La toma de la decisión
Nikita Jrushchev no quería desatar la guerra mundial cuando tomó la de-
cisión de instalar las armas nucleares en Cuba. En sus memorias, Jrushchev
recuerda:
nosotros queríamos que Cuba permaneciera revolucionaria y socialista, y
sabíamos que Cuba necesitaba ayuda para lograrlo... No teníamos otra ma-
LA CRISIS DEL CARIBE 283
nera de ayudarles para hacer frente a la amenaza americana salvo la de
instalar nuestros misiles en la isla, de manera de hacerle frente a las fuerzas
agresivas de los Estados Unidos y ponerlos ante el dilema: si invaden a Cuba,
tendrán que encarar un ataque de misiles nucleares contra sus propias
ciudades.'
Era cierto que la intención soviética era "instalar los misiles no para
hacer la guerra contra los Estados Unidos, sino para prevenir que los
Estados Unidos invadieran a Cuba y así empezaran una guerra" y para
"darle al nuevo sistema progresista creado en Cuba por Fidel Castro la
oportunidad de funcionar". Sin embargo, la defensa de Cuba y de su Revo-
lución formaba parte de la ideología y de la política exterior del partido
y Estado de la URSS más allá de Cuba misma. La unidad y la amplia-
ción del campo socialista era un componente importante de la motivación
soviética para buscar la protección militar de Cuba, pero no menos signi-
ficativo en la prosecución de la política soviética exterior era poder com-
binar la diplomacia tradicional de coexistencia entre estados con la política
internacionalista entre los partidos y movimientos de liberación nacional
sin que el compromiso con los ideales revolucionarios entrara en conflicto
con la diplomacia. La coexistencia pacífica con el sistema capitalista con-
sistía precisamente en la expansión de los espacios para el socialismo sin
perturbar el orden internacional de estados.
Cuando Jrushchev asumió la dirección del partido y del Estado so-
viético después de la muerte de Stalin en 1953, la política exterior de la
URSS empezó a adquirir una nueva dimensión revolucionaria. Jrushchev
abogaba por la solidaridad fraternal y el internacionalismo y lo contras-
taba con las políticas coloniales de los países occidentales. Jrushchev creía
que el Tercer Mundo formaría eventualmente parte del bloque soviético
y que la transformación social que eso significaba demostraría al mundo,
a Estados Unidos sobre todo, que la causa del comunismo era la ola del
futuro. Jrushchev creía firmemente en la superioridad de la URSS sobre
el Occidente y en el irresistible avance del comunismo. Consideraba como
una necesidad la estabilización de las relaciones entre el este y el oeste
al mismo tiempo que el rearme y la detente política, pero por encima de
todo, creía que el socialismo estaba destinado a ganarle la partida militar,
Strobe Ilalbott (ed.), Khtusitchev remembers: ¿he kat iestament, Londres, Andre Deutsch, 1974,
pp. 510-511.
 284 DAMELA SPENSER
política y económica a Estados Unidos,. que el capitalismo estaba des-
tinado a morir y de hecho ya estaba agonizando.'
Aunado a lo anterior, Jrushchev estaba consciente de ue la URSS
._se...había._convertido en una superw_g_ icjq nuclear. Esta realidad lo motivó
a revaluar la Revolución, el socialismo y las relaciones
internacionales
en las-n-utvas-cTs-n-dteitur es-
drayaterrteigurnaictatfirtlit -arSIlbrfkii-téZre:
-Fal os
podíanla amenaza de las armas nucleares para contener
el comunismo, ¿por qué no podían los soviéticos utilizarlas para con-
tener el imperialismo norteamericano, otorgarle el paraguas atómico a sus
aliados en el mundo colonial y hacer retroceder el capitalismo? Además,
Jrushchev quería utilizar las armas nucleares para que los Estados Unidos
reconocieran a la URSS como un socio global igual y la paridad nuclear
en la que la URSS creía le permitiera proteger los movimientos de libera-
ción nacional sin la intromisión de los Estados Unidos y las potencias
coloniales europeas. 3
El triunfo de la Revolución cubana en 1959 impresionó a Jrushchev
enZiriemente y-res-p-e-if3-11-115.5am
-riro-s-- -IffEa Latina.rfilrité .sde
peRibTEcni n cubári a primero quéimda en su dimen-
sión antinorteamericana. En septiembre de 1960 Jrushchev expresó la
esp
."-—l.r
ei "Tz"J'W eri-E- 1, a sé convirtiera en el fáTo den
-6-6111;110 en América
Latina y, con los Estados Unidos adversos a Cuba, "Castro tendrá que
gravitar hacia nosotros como el polvillo de hierro hacia el imán". 4
Con
Cuba socialista el campo se ampliaba sin el recurso de guerra que era la
forma ideal de coexistencia pacifica con el capitalismo. Para 1960, la Unión
Soviética enaltecía la Revolución cubana como el modelo sociopolítico
para América Latina por poner en práctica la reforma agraria y la nacio-
nalización de las empresas norteamericanas; por estas características,
y no por la vía armada en que llegó al poder, la dirección soviética pre-
sentaba la Revolución cubana a los partidos comunistas del continente
como el ejemplo a seguir en sus respectivos países y defender ante los ene-
migos.'
2 Talbott, K7irushchev remembers,
p. 513.
JVIadislav Zubok y Constantine Pleshakov, Inside ¿he Krenalin's
chev, cold war. From Stalin lo Khrush-
Cambridge, Harvard University Press, 1996, pp. 188-229; Jacques Lévesque,
the Cuban revolution. Soviet ideological and strategical perspective, 1959-1977,
1978, p. 4. Nueva York, Praeger,
'Citado en Yuri Pavlov, Soviet-Cuban alliance, 1959-1991, Miami,
1996, p. 8. North-South Center Press,
s Lévesque,
The USSR and the Cuban Revolution, pp. 71-73.
LA CRISIS DEL CARIBE - 285
Después de la fallida invasión a Cuba en Playa. Girón en abril de 1961
algunos teóricos soviéticos conslife-raTo-n-q-u-e- Estados Unkru -71-
T-aiF7-ir
a la intervención militar porque había ocurrido un cambio en . la_correla 7
ción de fuerzas . entre el campo socialista y el capitalista a -fa-vor del
--e -co-n-Pirmaba la viabilidacidé l ciitñia-. 15á.áficá;la crisis
--d-ers-Istema capitalista mundial y la incapacidad de los Estados Unidos de
exportar la .contrarrevolución a Cuba.
_Perola. URSS. cambió de actitud optimista a preocupación.ppr . la se-
alderabra después de la conferencia en Punta del Este de la OrgEii
zación de Estados Americanos en enero de 1962, cuando Cuba fue excluida
del sistema interamericano, y cuando en febrero se incrementaron los pre-
parativos norteamericanos para invadir a Cuba. En mayo Jrushchev tomó
la decisión de que el único medio disuasivo sería el traslada_de~
con ojivas nucleares al territorio cubano. El dirigente soviético estaba dis-
pinc usive a a.sun s que el apoyo económico y militar
a Cuba representaría para su política de convivencia pacífica con los
Estados Unidos. Cuba derrotada por los Estados Unidos significaría la
derrota para la Unión Soviética y el marxismo-le
"caros sal - • - . os rec SE-r-ran, con el argumento que
con todo nuestro poderío la UniárrSoviética-tro - . -r a, go
por Ctilwsalvo-elevarproresWhiretás • ante -las -Nací-á:EU:n.1-1s.
jilisYchev tomó la decisión de instalar las armas nucleares en la isla
en parte para proteger la Revolución cubana de la amenaza norteameri-
cana, en parte para corregir la correlación de fuerzas en el ámbito mundial
que no le favorecía a la Unión Soviética y que la URSS creía que podía
lograr y en parte también debido al reciente debilitamiento de sus relacio-
nes con China y la necesidad de fortalecer relaciones con un nuevo aliado
en el Tercer Mundo. La URSS ganaría además un espacio para maniobrar
con ventaja en otros asuntos conflictivos que existían entre la Unión So-
viética y los Estados Unidos. Emplazar las armas nucleares en Cuba, en
e1patio traserodelosEstadosUnidos, era .recetar le
la misma mediana que la URSS .6.7so que iraga-r- le- al ypr. iris-tal-4110s mi-
sii- irmar~:e7.1t.alia,.4..p .rincipios del ario y que
acompañaron laskrásikrele-Kennedy de _cont,inuar las_rw.evas-pruebas--..
The USSR and e armas nucleares. Jrushchev creía que las armas nucleares alteraban
radi men e as relaciones internacionales y que su empleo integraría
6 Aleksandr Fursenko y Timothy Naftali, "One hell of a ganzble": Khrushchev, Castro and Kennedy,
1958-1964, Nueva York, W.W. Norton, 1997, pp. 24-25; Pavlov, Soviet-Cuban alliance, p. 36,
Lévesque, The USSIZ and Che Ceban Revoiutiott, p. 39.

286 DANIELA SPENSER
a Cuba al campo socialista, provocaría una crisis general del sistema
capitalista mundial y haría vulnerables a los Estados Unidos.'
En la reunión del Consejo de Defensa y con los miembros del Presi-
dium del partido el 21 de mayo, jrushchev delineó su propuesta después
de desechar que la segunda invasión norteamericana a Cuba sería tan mal
ejecutada como la primera en Playa Girón: "Además de proteger a Cuba,
nuestros misiles lograrían lo que el Occidente ljanliEce-cle~>" / .
Los norteamericanos habían rodeado a Ia URSS con bases militares y
amenazaban con armas nucleares, ahora sentirían en carne propia lo que
es tener misiles enemigos enfrente. Las armas no eran para ser utilizadas
sino para amenazar y moderar a los a: - . • e = - a
los norteamericanos que la URSS era e .deros. - ; sta-
-dusTnittótlre7nostrarían a los cubanos e - - a . . • e a«
-E.-- .1 evolución y proyectar su poderío en el hemis-
e 15- té-gei7d-erenti-eilir--
- féribóca. era une contención de laRig "-Tra
cia -riirTilfitana hacia Cuba. Las armas serían emplazadas en secreto y
sil existencia se haría pública en noviembre, después de las elecciones para
el Congreso en Estados Unidos y cuando Jrushchev estaría en Cuba
para firmar el tratado de defensa militar con su socio caribeño
además silenciaría la crítica china de su reformismo al demostrar que
él:á— capaz dé-dirigir ea • -
La humillación soviética
El emplazamiento de los proyectiles nucleares en Cuba perjudicó a su
propio inventor debido a que "Jrushchev no pensó bien las cosas ni pre-
paró un plan de respaldo por sí se suscitaran varias contingencias. Hizo
un terrible cálculo de la respuesta norteamericana, improvisó sin ton ni
son cuando fue descubierto, y tuvo la suerte de que la crisis se salvó de
la forma en que se hizo."'
Para empezar, la clave del éxito de la operación era instalar los cohetes
en secreto. Anastas Mikoyan, el viceprimerministro soviético quien se en-
7 Anatoly Dobrynin, In Confidence. Moscow's ambassador lo Atnerica's six cold war presidents
(19624986), Nueva York, Random House, 1995, pp. 75-76; Fursenko y Naftali, "One hell oía
gamble , p. 52. Zubok y Pleshakov, Inside ¡he Kremlin's Cold War , pp. 171-173, 182-186 y 260.
Lévesque, l'he USSR and the Cuban Revolution, pp. 4142; William Taubman, Khrushchev: the man
and his era, Nueva York, W. W. Norton, 2003, p. 536.
°Fursenko y Naftali, "One heti of a gamble, pp. 177-183 y p. 214; Lévesque, The USSR and
the Cuban Revolution, p. 39; Taubman, Khrushchev, p. 533.
9 Taubman, Khrush.chev, p. 531.
LA CRISIS DEL CARIBE • 287
contraba en La Habana a principios de noviembre de 1962 para tratar
de reparar los daños hechos a las relaciones entre la dirección cubana y
la soviética, después de haber presentado el fracaso como éxito y el retiro
de los misiles como el fortalecimiento de la capacidad defensiva de Cuba,
reveló dónde fue que el plan se descalabró:
Fue un plan de contención; un plan diseñado no para jugar con fuego en
relación con Cuba. Si solamente las armas estratégicas hubiesen sido empla-
zadas bajo las condiciones del secreto, y los americanos no supieran de su
existencia en Cuba, entonces esto hubiera sido una poderosa forma de con-
tención. Nosotros procedimos en el entendido, nos habían asesorado nues-
tros militares, que bajo las hojas de las palmas de Cuba las armas estraté-
gicas estarían escondidas de una manera segura de los reconocimientos
aéreos. 1°
Años después, en su libro autobiográfico, Mikoyan se refirió al maris-
cal Sergei Biryuzov, el militar a cargo del proyecto de la instalación de
los misiles en Cuba, como persona que "no era muy inteligente... Yo había
visto esas palmas, y no había manera que debajo de ellas uno pudiera
esconder los sitios de lanzacohetes"." En realidad, desarrollar y mantener
-cle.-sus-_
la operación del emplazamiento de los misiles e~ra-una
debilidades El descubrimiento del incremento del suministro deLequi-
onstruccion delo-s43.01
po y personal. -militar a Cuba en agosto y de la é -
don 10 instalados-e-n-septiendre,life-rón. serios contra-
s ara el éxito de la operación. Estos hechos, en lugar de fortalecer
'
una invasión norteamericana cuando
a Cuba, la de itaron en—Sij-c-fe-
los misiles apenas estaban en camino y no estarían en condidones de ser
Cuando los norteamericanos descubrieron la presencia de nuevas armas
y tropas en Cuba, Jrushchev respondió acelerando su suministro e insta-
lación. Cuando el 22 de octubre el presidente Keniledylico 1
descubrimiento de los preparativos militares soviéticos en Cuba surysendo
e- a - - . - Do encias, en Moscú, en
así la pone e..
un estado de incredulidad por lo sucedido y lo anticipado, Nshches---.
a ' •
hizo una apología de la iniciativa de emplazar las arm.
C. . *::
:leo a como un acto cuyo objetivo eta intimidar a los Estados
wFursenko y Naftali, "One hell of a gamble", p. 294.
" Citado en Taubman, .Khrushchev, p:-546. pp. 192 y 206.
Fursenko y Naftali, "One kelt of a gamble",
 288 DINIIELA SPENSER
Unidos para que no invadieran a Cuba. El mismo 22 de octubre jrushchev
esfaba decidido a de-m —os-t-r-ar". firme-5.7"Nos podrán atacar y nosotros res-
ponderemos. Esto puede terminar en una formidable guerra.""
Jrushchev mantuvo su actitud desafiante durante unos días, cuando
el presidente Kennedy anunció el bloqueo a los barcos soviéticos alrededor
de Cuba a partir del día 24. Al ver que no había un inminente peligro de
invasión a Cubajrushchev no veía razón alguna para no continuar con
Jasmistrucción de los sitios para los misilesTci mbiars — tie-cuatro
de los barcos que se encontraban en7a1M — nar-a-ria-crós- con cabezas nu-
clear-es-y-d-e-i-o-s-¿uatro submarinos con torpedos nucleares que se dirigían
a las costas de la isla. Al condenar el bloqueo, jrushchev enviaba el men-
saje al presidente Kennedy de que los barcos soviéticos podían no respe-
tarlo; a su vez, las fuerzas armadas del Pacto de Varsovia fueron llama-
das a alerta de combate. A Fidel Castro, jrushchev escribió una carta
el 23 de octubre asegurándole que la URSS no tenia la intención de retro-
ceder. Jruslit-p-ff . 1■»:~ , - una eartEtélribr~- ,
. Por el contrario, su empleo en nuestro territorio es más seguro para nosotros
regresado ncia de Kennedv. para nue PT1
--eutyn-io se dudara de su compromiso con la defensa de la isla. Para enton-
ces, una parte de los misiles nucleares de mediano alcance estaban ya en
Cuba y a punto de ser operativos. jru.shchev trató de mejorar la posición
soviética en una situación de crisis y exigió que a cambio del retiro de
los misiles_de.--eubalos norteamejjeanos.retiraran los misiles de la OTAN
de Tifiq-u- ía.' 4
No fue hasta.después de haber recibido una carta de Kennedy el 25
de octubre, en la cual el presidente le exigía capitulación total, y des-
pués de que el 27 de octubre los militares soviéticos derribaran el avión
espía que sobrevolaba la isla, que jrushchev decidió que los misiles tenían
que ser desmantelados. La paridad militar en el Caribe no se logró, mien-
tras que la guerra nuclear estuvo a punto de estallar." Para salvar el mundo,
había que retroceder, dijo Jrushchev el 28 de octubre. n embargo,
s'en--eliTtissie-inomentireriqWo's soviéticos desmantelaban y empacaban
las armas, y ante la evidente inferioridad militar soviética en el Caribe,
jrushchev en tono de desafío intentó hacer aparecer su posición de debi-
lidad como de fuerza: el objetivo del emplazamiento de las armas en Cuba
"Ibidem, pp. 241-244. • 18 "Minutas de conversación entre las delegaciones del Partido Comunista de Checoslovaquia y
"Ibidem, pp. 247-256 y 274.
's Ibidem, p. 259. De Trostnik al camarada Pavlov, 28 de octubre, Archivo del Presidente de la
Federación Rusa, desclasificado en abril de 2002, trad. al inglés, Svetlana Savranskaya, National
Security Archive (NsA).
LA CRISIS DEL CARIBE e 289
era una respuesta a los continuos ataques y actos de piratería en aguas
cubanas por los exiliados de la isla que actuaban desde el territorio de los
Estados Unidos y porque la URSS no podía abdicar a "nuestra respon-
sabilidad de prestar asistencia al pueblo cubano"."
Tan pronto como Jrushchev concedió retirar los cohetes de Cuba,
llamó a este retroceso su triunfo. El gobierno soviético había salvado al
mundo de la catástrofe nuclear. La Unión Soviética y laSfuéíias - c-lel so-
cialismo, de fa 'paz y 1a fazón hablán ¿ido.. 1-7. Ante los aliados checos-
Invacos-
Estuvimos de acuerdo en desmantelar los misiles también porque su pre-
sencia en Cuba fue esencialmente de poca importancia militar para nosotros.
Los misiles tenían como objetivo proteger a Cut~jós ayudaron
a saca~lo&-inip • istas la declaración de que no atacanan -a—Cuba,
a-sí cumplieron con su objetivo principá . ...Nosotros po -e—nrósiser ar e a Esta-
dos_Unides-perrT—ro ros adós-737—p-a-ra.eso no necesitamos misiles en Cuba.
y nuestros técnicos quienes están a cargo de ellos."
En conclusión, Jrushchev aseveró: "Soy de la opinión._Aup..nosotm,
ganamos." Cuba y su revolución fueron salvadas, lo que no hubiera su-
--cediders•in-los misiles. Además: "La proximidad de nuestros misiles les
[a los norteamericanos] hizo entender, quizás por primera vez, que no-.
sotros tenemos armas que son al menos tan potentes como las de ellos.
Ahora sintieron los vientos de la guerra en su propia casa." 9
'Los mensajes y conversaciones desafiantes y autoafirmativas fueron
dirigidos tanto para el consumo de la población soviétc deicompo
socialistodxrpara-los-dirigenterehinos, quienes habían visto en
I1nTciativa-rmtiar-soeflea--irCü5á üa aventufa-rlylgcrtura -capitula-
-- rt uería dem-o- sita:des-que i solución de la crisis . reveló
--1:iiréagd de la posición china que sostenía que el imperialismo era un
Mensaje del presidente Jrushchev al presidente Kennedy, Moscú, 28 de octubre de 1962,
Foreign Relations of the United Sietes, 1961-1963, vol. xr, p. 281. Fursenko y Naftali, "One hell of
a gamble", p. 260.
"Taubman, Illtrushcliev, pp. 572-579.
el Partido Comunista de la URSS, Kremlin, 30 de octubre de 1962, en el Archivo Central del Es-
tado de la República Checa, Archivo del Comité Central del Partido Comunista de Checoslovaquia,
expediente Antonín NovotnS,, caja 193. Obtenido por Oldrich Turna. Trad. al inglés de Linda Mas-
talir.
19 Idem.
290 • DANIELA SPENSER
tigre de papel-mientras-que-la-15R~ustró-que-era eligrauL
....p.~-ser-dernado, la resolución de la crisis fue además "una clásica
manifestación de la coexistencia pacífica, que no es otra75 -a-q-u—e-Tálucha
- tor
—Tfinua, una • i- • . e - on icri , unatunLesilintároTiaT.S-órain--én-te
a través de esa lucha es posible hoy mantener la paz y ganarle una po-
sición tras otra a los imperialistas"."
Pero la tarea más ardua en los meses posteriores a la crisis requería
persuadir a los funcionarios de su propio partido, a Fidel Castro, al gói
bierno cubano y al mundo entero .0 ir rda_py_ie
_Le socia ism,~ja solución de la crisis del Caribe no era una capi-
tulación sino el fortalecimiento del socialismo, de la URSS y la defensa
de la seguridad de Cuba. El 30 de octubre Jru.shchev escribió a Fidel Castro
que el resultado del emplazamiento de los cohetes en Cuba le arrancó
corlpromiso de no invadir a Ottb-11,- juLgotpe-nvelp.-E- ".
La independe- eberearia-ele-eabrfülron fortalecidas.?'
area de persuadir al gobierno cubano de lo correcto de la decisión
--de desmantelar los misiles y, al mismo tiempo, convencerlo de permitir
la inspección de que la evacuación de las armas nucleares se llevara a cabo,
era delicada. A principios de noviembre Jrushchev envió al viceprimer-
ministro An.astas Mikoyan a La Habana para apaciguar los ánimos en
Cuba. Para entonces, la presencia de los misiles, cuyo envío original había
sido fortalecer la posición soviética en el Caribe, era un obstáculo para
que la crisis concluyera. Estados Unidos exigía la inspección de la evacua.
ción de los misiles, a la cual el gobierno cubano se negaba rotundamente.
-1,11kol vda obstáculo para con
lósEstAdos Unidos,yues hasta. que la evacuación no fuera completada
"podremos ser categóricos para oponemos a los vuelos rasantes, al blo-
queo, ala verificación de la Cruz Roja, a las violaciones del espacio aéreo.
En ese momento cambiará la correlación de fuerzas"." •
Para agravar el perjuicio ya hecho, los Estados Unidos exigieron que
también los bombarderos m-28, arma ofensiva en opinión de su gobierno,
fueran removidos de la isla. Estos aviones, en desuso en la .URSS, fueron.
unos de los primeros bombarderos enviados a Cuba antes de haberse .to-
»jrushchev a Castro, 30 de octubre de 1962, documento presentado en la Conferencia Inter-
nacional «La crisis de octubre: .nuetra visión política 40 años después", La Habana, Cuba, 11-13 de
octubre de 2002.
miden.
nMemorando de la conversación entre Mikoyan y los dirigentes cubanos, La Habana, 5 de
noviembre de 1962, Cold War International Flistory Projea Bulletin, núm. 5, primavera de 1995,
pp. 101-109 y 159.
LA CRISIS DEL CARIBE • 291
mado la decisión del emplazamiento de los misiles. El 11 de noviembre,
Jrushchev, sus colegas y los militares tomaron la decisión de aceptar la
exigencia norteamericana. Esta decisión puso a Mikoyan en una posición
sumamente incómoda, pues les había asegurado a los cubanos que los avio-
nes no habían sido incluidos en el paquete del compromiso entre Jrushchev
y Kennedy. Consciente del impacto que esa decisión tendría, el secretario
del partido tuvo que convencer primero a Mikoyan mismo: " ¿Qué perde-
rnos y qué ganamos como resultado de la remoción de los 1L-28 de Cuba?
No hay ninguna pérdida en particular. Habrá solamente pérdidas morales
para Cuba." Al remover los bombarderos,. ,Cuba..no quedaba menos vulne-
rable que con ellos. Por . el contrario, su seguridad se fortalecía porque
.- o una de las condiciones para atenerse al acuerdo de
Co..m
no agredir a Cuba precisamente su remoción.
Pero jrushchev miraba más allá de Cuba y el campo socialista en
esos momentos. Si la URSS quería ser el polo de atracción para los países
progresistas, "los que en momentos decisivos desafortunadamente no
votan con nosotros en las Naciones Unidas sobre puntos fundamentales",
tenía outparecers,omo-tirt-poder~. La evacuación de los
de Cuba fue una *concesión para manifestar su vocación de la paz." La
"imptilsivaz--aditu421--ele-Fidel-entitrptrjr.dicaba--la-paz mundial y su
argumentoduz PRS.S....$t:.Z.1.e.rta.b.e.neficiar de la instalaciós
armas nucleares en Cuba era ofensivo en vista ..de iaiitá ayuda material
de todo tipo a Quba. de la cual la URSS no saca. a ningunáen 3a: no
. s cubands".
no—Cariada, .37.- esto lo iVen----Brorrk-saben--los-cainí-r-a-da
Sí, la URSS defendía sus intereses: "Pero nuestros intereses aquí fueron
expresados como intereses revolucionarios comunes, los intereses de la
Revolución, los intereses del movimiento obrero internacional y de la en-
señanza marxista-leninista." Finalmente, Jrushchev pidió a Mikoyan que
le explicara a Castro que la URSS no emplazó los misiles en Cuba para
defender el campo socialista: "Los intereses de defensa del campo socia-
lista, y de la URSS como el Estado socialista más poderoso, no requieren
del emplazamiento de nuestros misiles en Cuba. Nosotros poseemos mi-
siles suficientemente poderosos en el territorio-clelallE15~ -
___ j_e2,21.usarles-tiont-Fa-ekaaesor
rar nuestra defensa, y po imperialista."'
"Extracto del protocolo 66 de la sesión del Presidio del cc del 16 de noviembre de 1962.
Sobre las instrucciones al camarada A.I. Mikoyan. Del archivo personal del doctor Sergo A.
Mikoyan. Trad. al inglés de Svetlana Savranskaya. Citado con la autorización de Sergo Mikoyan.
"Iblegrama de N.S. jrushchev al camarada A.1. Mikoyan, 11 de noviembre de 1962. Del
archivo personal del doctor Sergo A. Mikoyan. Trad. al inglés de Svetlana Savranskaya y Aclara
Ivlayle. Citado con la autorización de Sergo Mikoyan.
 292 DANIELA SPENSER
Para los soviéticos la crisis terminó, aparentemente, a finales de no-
viembrercuando -E-stados -
Unitles-levant441_bloqu.eaimp uest9 a los barcos
ej. 24 de octubre, después de que los soviéticos se comprom
-éz-
tieran a remover ..de_Cuba Jo-s-iviones ni-28. De nuevo, los soviéticos celé-
bratóri-ée paso como su triu-nTo-e-n- la--
iallación de la coexistencia pací-
fica y encomiaron el hecho que las dos superpotencias podían tratar una
con otra a través de compromisos verbales. Laastádos P:niclos no ¡mis,
tíanmkinspección.,..p . 1 a.queLastra.s.t.ha 'a ne ado, orque "nos tienen
confianza". 25 Que los norteamericanos confiaran en el valor e a pa a-•
bra significó que Estados Unidos consideró a la Unión Soviética como
una potencia igual. Este alcance, a través de la crisis de los misiles, los
soviéticos habrían querido preservar.
En diciembre Carlos Rafael Rodríguez, del Instituto Nacional de Re-
forma Agraria, visitó Moscú. jrushchev aprovechó la oportunidad de tener
enfrente a un alto funcionario del gobierno cubano para ventilar sus sen-
timientos de que los cubanos no celebraron todas las decisiones de los so-
viéticos: el emplazamiento junto con la evacuación de los misiles. Rodríguez
recordó de la conversación con Jrushchev ideas como las siguientes:
Nosotros también hemos sentido mucha amargura... Jamás hemos decla-
rado que los cohetes van a servir para convertir a Cuba en una plaza de armas
contra el imperialismo... Sólo los tontos pueden sostener que emplazamos
los cohetes allí con el propósito de mantenerlos... Consideramos que he-
mos obtenido una victoria para Cuba y para la Unión Soyiética, que los
objetivos que nos se han obten
- ido...
Nosotros hemos retrocedido tácticamente, pero ellos han retrocedido en esen-
cia.re-pitórNosotros-nerhen • e - • • • - - , no es ame ;
- la defensiva en ninguna parte; insisto en ninguna parte, incluso en Cuba.
En todas partes estamos a la ofensiva.
Cuba existía y "será un catalizador para la Revolución en la América Latina.
Hemos dedicado todos nuestros esfuerzos a salvar a Cuba, para que sirva
de ejemplo en la América Latina".
Contra la evidencia de los hechos jrushchev afirmó: 'Al transportar
los cohetes hemos previsto todo, hemos sabido que nos poníamos al borde
de la guerra e incluso podíamos caer en la guerra misma." Otra asevera-
" E1 discurso de Ad. Mikoyan ante el consejo militar del grupo del
general Pliev en Cuba el 21
de noviembre. Del archivo personal del doctor Sergo A. Mikoyan. Citado con la autorización de Sergo
Mikoya n.
LA CRISIS DEL CARIBE 29:3
ción de Jrushchev fue: "Ahora tenemos la situación de que el imperialismo
no avanza en parte alguna, en ninguna parte, incluso en Cuba. Subrayo:
en ninguna parte." La no agresión estaba asegurada por seis arios, los dos
años que le quedaban a Kennedy de su primera presidencia y cuatro del se-
guro segundo término: "En esos años, la correlación de fuerzas va a sernos
favorable. Puede ser que Brasil y otros países entren en Revolución.""
Todas las ácciones soviéticas eran justas: La URSS salvó a Cuba, no re,
trocedió ante los norteamericanos, la posición internacional de la URSS
creció, fueron los norteamericanos los que- ElvTéroiriiildó-du-r-an —te la cni1,-
y fue por culpa de Castro que la URSS tuvo que ..liegar.al..compromiso.
porque fue éi quien queria ..qiieja URSS usara las armas nucleares."
Pero detrás del tono triunfalista había una sensaCi6ii -dé-derfota: el
intercambio de los . . misiles.
•. . • spvIticos_en _Cuba porlos misiles de la OTAN
en Turquía,_Zen,nedy insistió.,..tenla. que .permanegersecreto. Jrushchev
tampoco consiguió que el compromiso norteamericano de no,invAdir...Quba
fuera. hechoor
. ......_ p escrito. La URSS fue humillada por el regreso de los mi-
De allí en adelante buscaba reparar el agravio mediante un nuevo
empuje hacia la fabricación de más equipo militar propio y el apoyo a
movimientos de liberación nacional y revolucionarios. Al fortalecerlos, po-
tencialmente debilitaba el campo capitalista adverso, expandía el socia-
lismo y defendía a la Unión Soviética.
En realidad, la crisis de los misiles de octubre de 1962 no sólo puso
el mundo al borde de una guerra nuclear sino que socavó la credibilidad
de los dirigentes soviéticos ante el gobierno norteamericano. Si bien Cub
no sería invadida y Estados Unidos retiraría sus cohetes de Turquía, de
allí en adelante los gobiernos de los Estados Unidos veían en Cuba un
S quería utilizar jara carril:á-re-11~ de. po-déi-
tente en América Latina y África. En
movimientos e eraciórfriRliiriálla credibilidad de la URSS sufrió
y sus amenazas proferidas en el futuro relativas a la determinación de
la URSS de confrontar a los Estados Unidos se volvió poco creíble. Por
el contrario, como consecuencia de la crisis de los misiles la influencia de
China aumentó en Cuba..y-otres-países-de-América-Latina."
"Informe de la conversación sostenida por el comp. Carlos Rafael Rodríguez con el comp.
Nilcita Jrushchev, con la presencia del c.omp. Anastas Mikoyan. Día 1 1 de diciembre de 1962. De
los documentos presentados en la Conferencia internacional "La crisis de octubre".
"Pavlov, Soviet-Cubas alliance, p. 64.
"Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 44.
 294 • DANIELA SPENSER
Hecho un balance de la crisis del Caribe, la colisión entre los tres
países fue una humill a Unión Soviética. Esa sensación fue
la qu-E-Eniri-iaba en los círculos de--;•
Tiiiér i ra-TIRS-Sy condujo al con-
vencimiento que la vergonzosa remoción de los misiles soviéticos u e uba
. e os stadosUnidosque de allí en
_ade..lantei.LITSS trató de c_o_rzelr:ILa crisis contribuyó además a la
caída de Jrushchev en 1964. Acusado de -iv-e-riturero al insistir —i-éTá-CTRSS-'
qt - enviar los. cohetes a Cuba, Castro veía en la proposición la posibilidad
patirproporcronar asiste -ata militar a los tan distantes países de Amé-
rica Latina, con poca probabilidad de éxito técnico-militar, en octubre
de 1964 el Comité Central del PCUS le reprochó a Jrushchev que al con-
ducir a la URSS a un punto de no retroceso con el descubrimiento de
los misiles, ésta fue obligada
a aceptar todas las demandas y condiciones dictadas por los EU, incluyen-
do la humillante inspección de nuestros barcos por los americanos. Los
misiles, así como la mayor parte de nuestras tropas, fueron removidos de
Cuba después de que los EU lo exigieron. Este evento dañó también el
•...yrest112 internacional de nuestro • aís a • as fuerzárar i-
tras al mism---o—dempo ayudó a fortalecer el prestigio de E as re átikines
.
soviético-cubanas se deterioraron seriamente. Castro y el pueblo cubano
entendieron la remoción de los misiles como el abandono de Cuba a su
propia suerte. Serias rupturas emergieron en la actitud cubana hacia nues-
tro país y todavía lo sentimos."
El trauma cubano
El retiro de los misiles y la forma como se hizo, sin preguntarles su pare-
celdejó a los cubanamiksensacián ahandwzys_ ausó desconfianza
hacia la URSS. Al llevarse los soviéticos los cohetes, Cuba se sentía más
—ija7"—
vuli
)le que antes de haberlos instalados. Temía que ante la aparente
falta de determinación soviética de proteger a su socio caribeño, Estados
Unidos aprovecharía la situación para agredirla. La inseguridad y el temor
de un ataque perduraron en los siguientes arios e influyeron sobre la polí-
tica exterior cubana, así como sobre. las relaciones con la Unión Soviética.
A finales de 1967 las relaciones llegaron al punto de ruptura por la acum.u-
"Jaxnes G. Blight y Philip Brenner, Sed & iuminous days: Cuba's struggle with (he superpowers
ajler the tnissile crisis, Lanham, Maryland, Rowrnan & Littlefield, 2002, pp. 15 y 29.
"Dmitry Polyansky, borrador del informe al pleno del Comité Central del PCUS sobre los erro-
res de Jrushchev, octubre de 1964, extracto, en Colección Volkogonov, Biblioteca del Congreso de los
Estados Unidos, División de Manuscritos, rollo 18, trad. al inglés de Svetlana Savranskaya, NSA.
LA CRISIS DEL CARIBE 295
'ación de diferencias entre ambos países que en ese momento parecían
insalvables. 3 '
Las diferencias en la concepción del significado y el procedimiento de
la asistencia militar de la URSS a Cuba se pusieron al descubierto desde la
misma toma de la decisión, en mayo de 1962, de llevarla a cabo. Cuando
una delegación soviética llegó a La Habana en junio con la propuesta de
de consolidar el poder defensivo de Cuba y del campo socialista, pero tam-
bién sus inconvenientes y peligros. Le preocupaba que el apoyo militar
soviético no hiriera el orgullo cubano y creara la impresón_que_Cuba-
--
se poWdefendeas- tro-qUería que- la ifilfaTición de los misiles se
co no un mejoramiento de la posición del campo socialista
internacionalme o una estrata„&eina desei151715«.-d-étübá.
para evitar el ataque norteamericano." En 1991s Ca-sir-o-r-e611-pr
creía entonces:
A nosotros no nos gustaban los cohetes. Si de nuestra defensa exclusiva se
hubiese tratado, nosotros no hubiésemos aceptado los proyectiles. Pero no
vayan a pensar que era por temor a los peligros que pudieran sobrevenir de
los proyectiles aquí, sino por la forma en que eso dañarajajmaen de la
voludón y nosotros éramos muyclio— sos Eón inlgerdellRevi?`
.41
vertía en una base militar soviética y eso tenía un costo político alto para la
imagen e nt
—d---Trstro`~- iiiTráfalráfábrirdáirro's-Y----
• Para atar el acuerdo a las sensibilidades cubanas los miembros de
Direccit . •- •, izaciones Revol el. • Inte: adas
(oRI) plantearon la necesidad de elaborar un acuerdo militar y hacerlo pú-
blico. El 11 de agosto Aleksandr Alekseev, recientemente nombrado el
embajador soviético en Cuba, llegó a La Habana llevando consigo el pro-
"Fursenko y Naftali, "Ose hell of a gamble» , pp. 94-95. Philip Brenner y James G. Blight,
" a 1962. The crisis and Cuban-Soviet rel. Castro's secret9aspeer. .12.1sQld
' War
I ionai asir Wavy Ilawranw. . de 1995, pp. 1 y 81-85_y_12.jelegrama de
Vladimir avlíbk al Ministerio de Asuntos Exteriores, La Habana, 31 dé- octubre de 1 .962, Archivo
Central del Estado de la República Checa, Archivo del Comité Central del Partido Comunista de
Checoslovaquia, cap. Antonín Novotny, Cuba, caja 122. Obtenido por Oldric.h 'ruina. Trad. al inglés
de Linda Mastalir; Blight y Brenner, Sad & Lutninous days, pp. xvi y xxi.
32 Furseñko y Naftali„ "One of a gamble", p. 187.
- 33 Fidel Castro Ruz, en la Conferencia Tripartita, "la crisis de octubre", La Habana, 9-12 de
enero de 1992, en Tomás Diez Acosta, Octubre del 62. A un paso del holocausto, La Habana, 1999,
versión electrónica, cita en p. 63.
 296 Y DAMELA SPENSER
yecto del convenio militar. Castro no etaba de acuerdo con el texto en el
que el objetivo aparecía como la defensa del territorio de Cuba mientras
él consideraba que se trataba de cooperación mi itar - e - - ; u a.
col
itráCi.iffa-SiTa-URSS que arreció - e.n
agosto de 1962 después de que en Estados Unidos se detectaran mayores
movimientos de armas y tropas en la isla, la dirección cubana veía el signo
de que se gestaba una crisis. En vista de ambas circunstancias los cubanos
creían conveniente luublicación inmediata del acuerdo militar. Para ello
Castro envió a Ernesto Guevara fa - fmilio Aragonés
ara llevar
el texto del convenio militar, redactado por los soviéticgs,pero corregido
ppy- 49s cubanos_ para_hacerio-público,~ aceptólue
la decisión final
la tomaran
• • . los•••••.soviéticos.• ...34
jruslicliev estuvo de acuerdo con las correcciones, pero no con su pu-
blicación inmediata sino hasta cuando los misiles fueran operativos. El
Che y Aragonés contrargumentaron que los cohetes podrían ser descubier-
tos antes de ser funcionales y Estados Unidos podría aprovechar la situa-
ción para atacar. jrushchev respondió con la seguridad de que las armas
no serían descubiertas, o al menos no antes de que fueran operativos. Y
si los norteamericanos se enteraban, no tendrían otro remedio que acep-
tar el hecho consumado."
Como es sabido, una vez que la crisis de los misiles estalló el 22 de
octubrehchev envió a Castro la declaración ee K-1 lee eXi end o
el retiro de los co e es e e u• a. Los cubanos consideraron la exigencia --
--- tlel -PFElde-n-Te-n-o-rE6me-ricii—
io "insólita ingerencia en los asuntos de la.
República de Cuba, la violación de las normas del Derecho Internacio-
nal y de las reglas elementales que ri en las relaciones entre los Estados_
y CO1IIflITVd vocatjvo contra la Unión Soviética'y re-
chazaron "las exigencias descaradas del gobierno norteamericano del con-
trol sobre el envío de las armas a Cuba y su aspiración de determinar qué
clase de armas puede tener la República de Cuba"."
El 26 de octubre Castro, convencido que el ataque norteamericano
era inminente, escribió a Jrushchev que si Estados Unidos bombardeaba
a Cuba "puede estar seguro de que resistiremos firme y decididamente
el ataque sea cual fuere". Castro escribió esa carta con mucho cuidado
"y unos escrúpulos bárbaros. Porque lo que yo le iba a decir era audaz
"Ibidem, pp. 91-92; Blight y Brenner,
Sad & Luntinous days, p. 21.
"Ibidem, p. 86.
""Fragmentos de la intervención del comandante en jefe Fidel Castro en el pleno del Comité
Central del Partido Comunista de Cuba", 25-26 de enero de 1968.
LA CRISIS DEL CARIBE c 297
y era atrevido". Castro consideraba que en ese caso "había que dispararles
un andamiaje de cohetes nucleares completa y total" en la convicción de
que el que disparaba primero llevaba ventaja absoluta. La URSS no debía
permitir que los imperialistas "pudieran descargar contra ella el primer
golpe nuclear". En ese momento, Castro contemplaba la posibilidad de
que Cuba podría déSiláiéa-r: . "nos habíá tódádwa - rio-16-ifól-ra-Cer pagár
ese precio pero por lo menos él mundo.. -ái.liliiiififerimerialismo"."
Jru-slicIev", en la que informaba Castro de que concedía
a Kennedy el retiro de los misiles con lo que salvaba a Cuba de la invasión
norteamericana y liquidaba el conflicto en el Caribe -"preñado como lo
entienden bien del choque entre dos potencias poderosísimas y de su trans-
formación en la guerra mundial termonuclear"-, Castro respondió: "No-
sotros sabíamos -no presuma usted que lo ignorábamos- que habríamos
de ser exterminados, como insinúa en su carta, caso de estallar la guerra
termonuclear. Sin embargo-por eso le pftclimosgue retirara iguió:
j4lesp or eso,....___21e_ce£1.
le ec A Castro le panda inaceptá-
Jálactirn del s de la manera como Jr-ussli-Clie-v. lo hizo, sin pedir
a cambio que los Estados Unidos dieran
garantías que satisfagan a Cuba;,habrían uis a discutir
con nosotros y los habrían llevado a la más su serdesa. as . - a ión en
querwnas,
haie porque habrían tenido que discutir largo con noso-
tros, se habría podido aligerar un poco la tensión, y los resultados hubiesen
sido diferentes y por lo menos honorables y dentro de los principios y den- .
tro del más elementántrUdtrde-le-c-ens-leracipyrá:lizirrálii's -acuerdos
que se habían adoptado con un pueblo que no tuvo el menor instante de
vacilación -én-aquella lora critica 38
. _
El 29 de octubre Castro hizo públicos los cinco puntos como su condi-
ción irreducible para resolver la crisis: concluir el embargo económico,.
cesar las actividades subversivas contra Cuba, impedir los ataques piratas
de las bases fuera del 'ten' Ito-rio.....de Estados Unidos, dejar de violar el esp-a....-
cio_aéreo de CuliTalálidunar la base naval norteamericana-de Guaiitr .
namo. AbandonidiPária URSS en .el nioileild de mayor peligro para
Cuba: Castro anunció que buscaría un acuerdo con los Estados Unidos
según sus propias necesidades e independientemente de la aceptación
soviética del compromiso de Kennedy de no invadir a Cuba. 39
" 'dem.
38 Idem.
39 Kirsenko y Naftali, "One hell of a gamble", p. 291.

298 • PAMELA SPENSER
Varios testimonios posteriores al conocimiento del acuerdo soviético-nor-
teamericano sobre el desmantelamiento y la evacuación de los misiles nu-
cleares resumen el sentir cubano. El 31 de octubre Carlos Rafael Rodrí-
guez visitó al embajador checo en La Habana, Vladimír Pavlíéek, para
informarle sobre el desastroso efecto que el desmantelamiento de los mi-
siles y la decisión de las Naciones Unidas por realizar inspecciones en
Cuba tuvieron sobre Fidel y su gobierno, y la situación en que eso les
ielko cubano. Además, "las acciones de la Unión Sovié-
anteelp_t_
tica tendrán un efecto catastrófico para la posici nismo
que para todo el campo socia a menos que se con-
siguieran garantías de no agresión norteamericana en las que, sin embargo,
nadie en Cuba creía."
Las impresiones que recogió el embajador húngaro durante los días en
los que Cuba vivía en la inseguridad y temor por su porvenir eran toda-
vía más expresivas. Cuando el 27 de octubre el Che pasaba revista de las
unidades militares en Pinar del Río y escuchó por radio el mensaje de
jrushchev sobre el desmantelamiento de los misiles a cambio del desman-
telamiento de los misiles norteamericanos en Turquía, "Hecho un ener-
o
r.) gúmeno, arrojó su gorra al piso y repitió furiosamente que esto fue una
contravención porque él había tenido conversaciones en Moscú y ellos
habían hablado de otra cosa." De otra conversación János Beck recogió
el rumor de que Fidel Castro había instruido al presidente Dorticós de
encargarse de los asuntos públicos por un mes para darse el tiempo ne-
cesario de recuperarse de este golpe.
El s ueblo cubano, había observado Beck, perdió el respeto a la URSS
y a Jrushchev. En a g-unas uni • as es mi . es, por -* - • , se escu ó a
opinión que era igual si venían los norteamericanos o los rusos, pues los
soldados dispararían contra cualquiera en defensa propia aunque tuvie-
ran que morir. A la embajada soviética llegaban cartas que expresaban el
sentimiento de desesperación, abandono y decepción. Se oían opiniones
que la URSS era una superpotencia igual que los Estados Unidos y uti-
lizaba a Cuba como medio para resolver sus conflictos con los Estados
Unidos. El intercambio de los misiles en Cuba por los de Turquía causaba
una molestia especial por poner a los dos países en igualdad de condicio-
nes. Otras voces que se escuchaban en la calle eran protestas porque los
°Te1egrama de Payllek al Ministerio de Asuntos Exteriores, La Habana, 31 de octubre de
4
1962.
LA CRISIS DEL CARIBE e 299
soviéticos habían exigido la remoción de los misiles de las bases en Tur-
quía, pero no de las bases militares de Guantánamo. 4'
El Che Guevara no andaba con tapujos ante Mikoyan cuando expre-
só que en América Latina se desarrolló una situación extremadamente
complicada como consecuencia de la crisis. Tanto los comunistas como
Jos grupos revolucionarios estaban desconcertados .~-tilies-de-la- -----
1.1111,SVarios se dividieron y aparecieron nuevas fracci.on—ei.Ta—atiká
de Guevara provenía de su convicción en la posibilidad de tomar y perma-
necer en el poder en varios países latinoamericanos. Esta oportunidad
eligypozios....entores...recientes_delaJaa$: . el intercambio de
los misiles en Turquía por los misiles en Cuba y las concesiones hechas
a los Estados Unidos darían...pie al declive del movimiento revoluciona-
_ rio en América Latina.
•••• .•••■ ••~.
Cuba era un país en el cual convergían los intereses de los dos campos.
Pero fue Estados Unidos el que se hizo pasar ante la opinión pública como
el país que defendía la paz frente a la agresión soviética, que tuvo el valor
y logró liquidar la base soviética en Cuba. Guevara concluyó su arenga
contra la URSS: "Aun en el contexto de todo nuestro respeto por la Unión
Soviética, nosotros creemos que las decisiones hechas por la Unión So-
viética fueron erróneas." 42
El embajador polaco, Leopold Unger, se reunió con Carlos Rafael
Rodríguez el 27 de noviembre. Sobre la conversación que sostuvo informó
a su ministerio que los cubanos se sintieron ofendidos por la resolución
de la crisis, porque la URSS hizo concesiones sin nada a cambio y re-
trocedió ante el imperialismo. Las garantías de Kennedy no garantiza-
ban nada porque las presiones económicas y las actividades de sabotaje
continuaban. La política correcta hubiera sido responder a la fuerza con
fuerza.
Cuba y la URSS tenían_p_psiciones diferentes sobre la coexistencia con
.-
el -mi)u-mIno.
i- Si bien los pueblos latinoamericanosn..¿; .c-o-nocia—fó
ns
horrores de la guerra, conocían los horrores del imperialismo. Y desde ese
punto de vista, el resultado deja.solucián«alzeinflictozarlealibe..era.poa:,,
poner el proceso revolucionario en érica Latina y reforzar 1.,Quírsticis-
más-reaec-iertftri stados Unidos y los países de América Latina.
" Tplegreer~nrar0iisterro –eriores, La Habana, 29 de noviem-
—"– delga'cTonsís–E- xt
bre de 1962, Archivos Nacionales Húngaros, Ministerio Exterior, exp. secreto xrc, J-I-j. Obtenido
por el Instituto para la Historia de la Revolución Húngara de 1956, trad. al inglés por Attila Kolon-
tari y Zsofia Zelnik.
42 'dm
 300 o DANIELA SPENSER
Según Rodríguez las conversaciones de Mikoyan en La Habana no
iban a ningún lado porque no había manera de entenderse. La URSS ca-
recía de una política hacia los países coloniales y la Revoluciofial.
Guine errbri o atestigiiaarl La
URSS no poseía una
tos revolucionarios
revolucionarios antiimperialistas. Inclusive los soviéticos no entendían
la constelación política de la rgiónyereyendo„ ..por ejemplo, quélZ§baíses
-de-ATriéticiCarral -eran sa¿Útos de Estados Unidoi'lifitoi riann- tu9ta
su soberauíaformal-r -Ethlthti -cjiie. viell" -ái-sui,
.a de tés-otros
--Países -s-o—cráli1tás publicaran la declaración de Castro del lo de noviem-
bre, cuando hablaba de la diferencia de opiniones con la URSS, creó una
mala impresión en la dirección cubana: "Es una política vergonzosa de
ocultar los asuntos más serios ante la opinión pública. Es difícil para los
comunistas criticar a la dirección soviética, pero uno no puede no hacerlo
si quiere seguir su conciencia y estar de acuerdo con la historia."'"
La cuestión principal para los cubanos en ese momento era qué tan
lejos estákclisziesta ir la URSI —pd-éfentler-a-Cubar -NYI sabía. Para.
Cuba eso significab-a---Tebiiir-rál-Sás-e-c-u-e.n-Ciás- de los errores de la polí-
tica soviética al mismo tiempo en el territorio cubano y en el territorio de
América Latina, y hasta en Africa". La experiencia de Cuba con la URSS
durante la crisis proporcionaba otra lección para su política en Améri-
ca Latina: lasiápacífica hacia el poder no aseguraba nin ' n triunfo.
"El único futuro yace -eia-u-li-va- Tnélitéén una po i ica cubana muy activa.
Se tiene que responder a la política agresiva del imperialismo con una
política de lucha armada contra el imperialismo." Cuba no exportaba
revoluciones, como se le acusaba, sino que asistía a los movimientos re-
volucionarios existentes."
En diciembre, Carlos Rafael Rodríguez conversó con Jrushchev en
Moscú. Rodríguez se quejó que durante la crisis los soviéticos no trata-
ron a los cubanos como representantes de un partido y Estado. Recordó
que los dos países tenían una interpretación diferente de la razón por
la que los cohetes habían sido instalados. Fidel había aceptado los cohetes
dentro de una estrategia global de la URSS que beneficiaría al campo
"Idenz.
"Leopold Unger, Minutas de la conversación con Carlos Rafael Rodríguez, director del INRA,
27 de noviembre de 1962, Archivo de Nuevos Documentos, Varsovia, Polonia, 237, xxu/1090,
1961-1963, exp. 245, trad. al inglés de Margorzata Gnoinska. Documento presentado en la
Conferencia Internacional: "La crisis de octubre: una visión política 40 años después", La Habana,
octubre de 2002.
LA CRISIS DEL CARIBE 301
socialista. Al aceptar los cohetes los cubanos aceptaban el peligro de la
destrucción atómica:
Le dije, además, que los compañeros que habían llevado las principales dis-
cusiones estaban convencidos de que los cohetes habían llegado allí para
quedarse, como parte de esta estrategia global. Que las entrevistas de él con
el Che y Aragonés habían dejado a los compañeros con esa impresión, que
incluso había habido expresiones de él más o menos en el sentido de que "los
yanquis van a gritar, pero van a tener que tragarse los cohetes".
Fue por eso que la decisión de retirar los cohetes cayó como sorpresa
desorientadora y
había puesto en peligro la influencia y el prestigio de la Revolución cubana
y el carácter socialista de nuestro país, obligándonos de esta manera a hacer
expresión pública de nuestras diferencias
había sido una décliÓn amarga; y como resultado de esta I - ra de con-
ducir e ,=cla,Cuba_halula,tenido que adoptar una posición que chocaba -
con el compromiso de la URSS."
Pero allí no terminaba la controversia: por falta de un convenio
militar entre Cuba y la URSS, Cuba no estaba protegitICETZ7- 116-ár
que los dOgIblétrosilegaroirftiTqiié lbs 'soldados soviéticos se quedaran
en calidad de instructores y se irían cuando las tropas cubanas estuvie-
ran preparadas en el manejo de las armas. Hacía falta que tant
cubano como el imperialismo su ieran "que Cuba tendría en este caso
....__eLn sano para contener unaáliélión".4. ° Aún con este pro-
cedimiento el temor de unitiiália-t-übán-o- se despejaba y seguía afec-
tando las relaciones cubano-soviéticas y la convicción de la dirección cuba-
na de que su seguridad seguía dependiendo de la ampliación del espacio
liberado en América Latina de la dominación norteamericana.
La forma como la crisis fue resuelta, continuó Rodríguez, le dio en_
Cub edibilidad a la acusación china de ue.. layRSSIala Arreg1a.d0
sus problemas con St os Unidos a expensas de otros pueblpa. A priii -
-eipie~vieniisrélé19-6211 -éinbá5ádá iiiiiiiiii en'La Habana había
"Informe de la conversación sostenida por el comp. Carlos Rafael Rodríguez con el comp. Ni-
kita Jrushchev, con la presencia del comp. Anastas Mikoyan, día 11 de diciembre de 1962. Docu-
mento presentado en la Conferencia Internacional: "La crisis de Octubre: una visión poWica 40 años
después", La Habana, octubre de 2002. •
«Mem. •
 30• • DANIELA SPENSER
organizado grandes manifestaciones en apoyo a Cuba para que la crisis
fuera arreglada tomándola en cuenta. Estas muestras de solidaridad le
ganaron adeptos en Cuba. Fue también China, a diferencia de la URSS,
la que de . ; . - .. - • . ; • -, • - . • é a para
e movi lii-clonario
.-
Tocfavínenero .de 1968 Fidel Castro recordabá la crisis de octubre
dr1-962-ten-a~ . ---•; - - s '• o - omi e en-
*ráTS-
I l-"I'
arta-je-dm -u-nista de Cuba, ante los miembros jóvenes del partido,
Castro se refirió a los primeros años de la relación de Cuba con la URSS:
"En aquella época teníamos un : ado de confianza altísimo en la Unión
"SUritüóér
ca -eb que mas e e la cuenta." Para demostrar o, as o a etTrd -6 -.
--tu si an deta±le--e-l-a-c1íéfd5-Tnl1itar presenta-do por los soviéticos y el pro-
ceso de la instalación de los misiles en la isla. En cuanto al proyecto del
acuerdo militar Castro lo describió como "una de las más increíbles cha-
pucerías que se escribió jamás... Era obra de burócratas cretinos, abso-
lutamente impolítico"." La confianza de los cubanos en la URSS había
sido víctima de su ingenuidad porque no conceb fnurdireEn
--revoluciorra tuar--1--
e otra mat 1-s."J2tido
delifiréfésád.
. 6-ernfernacionalista. Para Cuba la crisis no se disipó nunca.
El •Confliao- in-taiiátiónál Tiliáuelto, pero la paz quedó pendiente para
Cuba. Ninguno de los cinco puntos para certificar la seguridad e integri-
dad de la isla fue tomado en cuenta. Ningún documento de no agresión
fue firmado; si bien Estados Unidos no invadiría al país, la política nor-
teamericana de allí en adelante tenia entre sus propósitos desestabilizar
a Cuba, derrocar a Castro y el régimen de la revolución. Las relaciones
entre..eila_y_la-11.1151guedaron dañadassleamainanet~
Después de octubre
La crisis amainó temporalmente entre los Estados Unidos y la URSS en
noviembre de 1962, no así entre C . 1 gobiernoo
había-perdin-la con lanza en la URSS que a su vez resentía esa pérdi-
da, convencida que había salvado a Cuba d la agresión norteamericana.
47 Informe de la conversación sostenida por el comp. Carlos Rafael Rodríguez con el comp.
Nikita Jrushchev, con la presencia del comp.. Anastas Mikoyan, día 11 de diciembre de 1962.
Documento presentado en el Congreso Internacional 40 años, La Habana, octubre de 2002.
"Intervención de Fidel Castro en el pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba -
en enero de 1968.
49 Blight y Brenner, Sed & Luminous Days, pp. 27-28; Ilirsenko y Naftali, "One hell of a
' 29 de mayo de 1963, Documento presentado en la Conferencia Internacional "La crisis de octubre";
gamble", p. .342; Pavlov, Scroiet-Cuban alliance, p. 55.
LA CRISIS DEL CARIBE • 303
Sin embargo, la URSS no quería perder la extensión del bloque soviético
en el Caribe, región donde los norteamericanos tenían evidentes ventajas
estratégicas y geográficas. En enero de 1963 Jrushchev le escribió una
larga carta a Castro en la que trató de asegurarse que el dirigente no per-
día la confianza en la capacidad de la URSS de proteger al mundo socia-
lista en caso de una guerra nuclear. Se sabía en Moscú que el Che consi-
deraba la crisis de los misiles como la responsable del dé5i"Iitamient-rd-e-r-
1ider-á-i-g-6-g5-v-TéHco en erfirffliiirinto rev • • i - . =1 erica atina.
Eii -consecuenciá5 - 5~._ iltlálTISS- quería remover todas sus armas
de Cuba para saldar su compromiso con los Estados Unidos y resolver la
crisis en los términos pactados, no pudo hacerlo si no quería_p_er.deaukie_
le quedAbaslel, ap,oyo..daidel.Castroy . en vista de los rumores del reno-
vado ímpetu.agresin norteamericano contri,- tiila.s.ó
Fidel Castro viajó a Moscú en abril de 1963 para buscar el compro-
miso permanente de que la URSS defendería a Cuba militarmente y para
negociar su ingreso al Pacto de Varsovia. Inicialmente, los soviéticos re-
chazaron ambas peticiones para no darle a Kennedy más argumentos para
no cumplir con su compromiso verbal de no agredir a Cuba .-Lo~
bierios firmarorutarios_acu.erglos sobre la ayuda en el equipamiento téc-.,
nico de las fuerzas armadascapacidad defifísiviZe CubiTirn 'enorme
apoyo econo En el último comunicado firmado antes del regre -s-o-a-- - •
Castro en junio, los soviéticos insertaron la garan .01 soviética_de_clefen-
der a Cuba con armas. nu-c-fe"iie-s-.11-
En-eréfaé rl .564 eas -ií=o-Volvió a visitar la URSS y los soviéticos rei-
teraron su compromisoWagjaer aruba en caso de una agresión con
todos los medios a su disposiCIE:Pronnientos como estos tenían el
propósito de calmar los ánimos de frustración en Cuba y refutar las cons-
tantes acusaciones chinas de que Moscú primero se arriesgó y luego capi-
tuló ante el imperialismo americano dejando a Cuba a su merced. Después
de que Brezhnev llegara a dirigir el partido tras la caída de jrushchev
en 1964, cesaron los compromisos soviéticos-de asistir a Cuba con armas
nucleares en el entendido que las declaraciones verbales no podían detener
un ataque a Cuba y de ser confrontada con armas nucleares, la URSS no
"Fursenko y Naftali, "One hell of a gamble", pp. 306-329.
5 ' "Acuerdo entre el gobierno de la República de Cuba y egobierno de la Unión de las Repú-
blicas Socialistas Soviéticas sobre la ayuda en la elevación del equipamiento técnico de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias y en el refuerzo de la capacidad defensiva de la República de Cuba, Moscú,
Fursenko y Naftali, "Que heti ofia ganable", pp. 331-333.
 304 DANIELA SPENSER
respondería con otra derrota política humillante en el conflicto de la guerra
fría. 52
Sin embargo, los meses posteriores a la crisis fueron difíciles para
Jrushchev, quien seguía intranquilo porque a pesar de las formidables
concesiones soviéticas a las demandas norteamericanas, no había podido
arTanarlea_Kenne,dy_waxampromiso firme de que Cuba no sería invk
dida. El compromiso verbal tenía poco peso mientras que la continuación
de las agresiones norteamericanas a Cuba a la vista del mundo entero
ponía a descubierto la debilidad de Jrushchev. Esa falta de un compro-
miso obligatorio le fue recordada a Jrushchev una y otra vez. En una con-
versación con el embajador británico en Moscú en marzo de 1963, señor
Trevelyan, jrushchev le hizo notar que desde Estados Unidos se escu-
chaban frecuentes comentarios que el gobierno norteamericano no se había
comprometido a no invadir Cuba. Estos comentarios, según frushchev,
"son muy peligrosos y están cargados de consecuencias fatales, ya que
esto puede conducir a la destrucción de esa confianza en Estado embrió-
nico -aún tenue- en la palabra, que se desarrolló durante el arreglo de
la crisis del Caribe"."
Además de e os urrL._, -esjisL ickev seguía perseguido por las presio-
ci) nes norteamericanas para reducir el nu'riern i,ui r nador Cubano del Consejo de Seguridad, por ejemplo, se discutían a lo
Cuba como si, según él, as conce -s-roTférfiViCh—a— s -rio-Wieran sidósu-:
4k:rentes:ti —II á ril de 1963, en Moscú, Jrushchev se reunió con el subse-
cretario de Estado Averell Harriman y el embajador Foy Kohler. Ambos
cuestionaron a Jrushchev sobre su compromiso hecho a Kennedy durante
la crisis de reducir sustantivamente las fuerzas armadas soviéticas en
Cuba. Pero Jrushchev no estaba dispuesto a revelar sus planes militares.
Si lo hacía, equivalía a más humillación. Algo excitado, Jrushchev respon-
dió a Harriman, quien usó la presión de los halcones sobre Kennedy para
que resolviera el asunto cubano de una vez por todas como coacción sobre
Jrushchev: "La Unión Soviética no tiene por qué dar explicaciones a los
Estados Unidos y no puede aparecer ante el mundo como alguien que
constantemente hace concesiones a la presión norteamericana." Jrush-
chev no tenía problemas en darle la información al Presidente mismo,
pero eso envalentonaría a los críticos del Presidente para exigir más en el
entendido que solamente la presión producía resultados. Visiblemente
" Pavlov, Soviet-Cuba alliance, pp. 56 57.
- "Memorando de Gordon Chase del Consejo Nacional de Seguridad al consejero especial del Pre-
"Telegrama de la embajada de los Estados Unidos al Departamento de Estado, Moscú, marzo
27 de 1963, FRUS, 1961-1963, vol. xi
,
301-325, Briefing papers and memo series, pp. 1-2. Dobrynin,
In confidence, p. 94, Lévesque, The USSR and ¿he Cuban Revolution,
p. 43.
LA CRISIS DEL CARIBE • 305
irritado, Jrushchev dijo más adelante: "si los Estados Unidos quiere rela-
ciones normales con la Unión Soviética, no hagan las cosas más perjudicia-
les, no hagan preguntas que nos causan tensiones, no indignen nuestro
orgullo nacional". La Unión Soviética quería amistad con los Estados
Unidos pero estaba dispuesta a actuar de manera drástica: "Ninguno de
los).c 2squiere iniciar algo en torno..a_cub,a_stalga.empitlegrioviéticos
tienen el poder . de respuesta.""
En las circunstancias de notable debilidad, militar y política, para
Jrushchev era sumamente importante que, a pesar de la crisis y el retiro
de los misiles de Cuba, los Estados Unidos no lo trataran con superiori-
dad, sino que lo consideraran como un socio en condiciones de igualdad:
"Durante nuestra reunión en -Viena parecía que estuvimos de acuerdo con
proceder a partir del hecho de que las fuerzas de nuestros estados eran
iguales. Bueno, entonces, si nuestras fuerzas son iguales, entonces debe-
rían existir también iguales oportunidades. ¿Por qué a Estados Unidos
se le olvida?" 55
Pero 1963 era radicalmente diferente de 1961 y Estados Unidos n.o
estaba dispuesto a aflojar su presión sobre Cuba. En el Comité Coordi-
largo de 1963 varias operaciones encubiertas como ataques a las tropas
soviéticas en Cuba por cubanos adversos al régimen y varios tipos de sa-
botaje como adherir minas a barcos cubanos. 56 Si bien este recurso fue
rechazado, el Presidente aprobó la incitación "a los cubanos a molestar,
atacar y sabotear al personal militar sóviético en Cuba con la condición
que se tomen todas las precauciones para prevenir atribución". El Pre-
sidente "aprobó el sabotaje a barcos cubanos de carga y poner los barcos
fuera del servicio (a través de arena en los equipos, etcétera"). La invasión
a Cuba seguía en la agenda como una posibilidad. El director de la CIA,
joh-n-Meemet,r-pre-fe-r-ía-poner._en..práctica un plan . q11-9-314.1-ye~n-
ta con el consenso se avocara a "remover a los
-Garai:lee. _as.. 77-5- _ . • . ...•• soviéticos de Cuba
• y en-
S Memorando de conversación, Moscú, 25 de abril de 1963,
'
FRUS 1961-1963, vol. 326-350.
Briefing papers and memo series, pp. 2-3.
SS
Nota editorial sobre la carta de Jrushchev a Kennedy de 29 de abril de 1963, entregada por
canal de comunicación privado, ibidem, p. 4. Jrushchev se refiere a su reunión con Kennedy en Viena
en septiembre de 1961.
sidente para los asuntos de seguridad nacional, Washington, 3 de abril de 1963, FRUS, 1961-1963,
vol. 301-325, Briefing Papers and Memo Series, pp. 12-13.
" Memorando del asistente especial del secretario del ejército al secretario del ejército, Washing-
ton, 9 de abril de 1963, FRUS, 1961-1963, vol. 301-325, Briefing Papers and Memo Series,
 306 DANIELA SPENSER
Mientras se discutían estos planes, Kennedy urgía a Jrushchev a seguir
retirando tropas soviéticas de Cuba como elemento importante para re-
ducir las tensiones entre los dos países, pues la presencia de las fuerzas
soviéticas en Cuba "no puede ser considerada con ecuanimidad por los
pueblos del hemisferio y por lo mismo más retiros de esas fuerzas serían
oportunos". Este retiro era la condición para que Estados Unidos res-
petara su compromiso de octubre y noviembre del año anterior." Lo que
el Presidente no decía públicamente era que él y sus coadjutores consi-
deraban a las tropas soviéticas como un dique real que impedía invadir
a Cuba.
El gobierno norteamericano seguía de cerca el desarrollo de las rela-
--eielits-eutm.£Lka y la URSS y veía en su nrejc-5-fEnTeri-to un obstáctilb
para sus propios pTiflsas reliciones, dial un mernorariadél direc-
--torzir+~±egraTóñ -árpunto en que ambas partes estaban dispuestas
a vivir con las diferencias de la otra: "Castro está afirmando y declarando
su independencia de los soviéticos. Considera que no es un satélite pero
obviamente depende de los soviéticos para la ayuda económica y asisten-
cia militar." 59 A Estados Unidos convenía que las relaciones se envene-
naran, decía otro memoranTlYaéla-5,-ál punto que Castro rom iera con
la URSS, la URSSretiraraílixopas*Tru
camie
ritiMériTgrinen ,cubappiskría_fin,A..1,9. subversión cubana en el
SémiáleTCo.61— ------------
—"SríTétribargo, la situación se desarrolló en otra direcd5n: "La URSS
evidentemente ha decidido suministra -i-Mi. liérite-ayuda económica para
sostener la economía cubana por encima del nivel actual, y probablemente
entrenará a los cubanos en el manejo del equipo soviético militar ahora en
Cuba bajo el control soviético." Más adelante y contrario a lo que la CIA
anticipaba, "Castmquizázzadzadaild¿tic
_a,lya lado clet_gryósus
llamados incendiar
cian.essideritása rica
Lat~—
ay señales, sin embargo, de un cambio fundamental en la -
determinazión de Castro de promover movimientos illiurgentes. u-Plan
• véase más adelante.
pp. 16 17; Memorando de conversación con Presidente Kennedy, Palm Beach, Florida, 15 de abril de
-
1963, ibidem, p. 24.
"Mensaje del presidente Kennedy al presidente Jruslichev, Washington, 11 de abril de 1963,
FRUS, 1961-1963, vol. xi 301-325, Briefing Papers and Memo Series, p. 20.
'Memorando preparado por el director de la Central de Inteligencia McCone, Washington,
15 de abril de 1963, FM, 1961.1963, vol. xu 301425, Briefing Papera and Memo Series, p. 23.
"Memorando del coordinador de los asuntos cubanos al grupo especial, Washington, 18 de abril
de 1963. FRUS, 1961-1963, vol. la: 301-325, Briefing Papera and Memo Series, p. 28.
LA CRISIS DEL CARIBE • 307
Venezuela en particular continúa siendo objetiva_prioritario". 61 El fondo
.del-asunt-e-rra-qtre-Guba-prtsid~Tdel Castro y aliada con la Unión
Soviética era inaceptable para los Estados Unidos. 62
No es dificil pensar que tanto la inteligencia cubana como 1. •
estaban al tanto de los planes • • -rsivps norteamericanos que ponían.en
evidencia que ningún acuerdo entre la URSS y Estados Unidos podía
asegurarl Cuba_una-c-oexisten ta-d-o-s-Gn-Tdo-s-..Ñt
la ip omacia soviética en Washington, ni la ayuda económiaVínilitar
a Cuba podían darle la seguridad que necesitaba. Estas limitaciones de
proteger a Cuba influyeron sobre la necesidad soviética de proyectarse
en el hemisferio de una manera acorde con las exigencias del momento.
La continua agresividad norteamericana alimentaba el sentimiento so-
viético de 'estar o • Wri ateriaLy.,mgycamente con Cuba en forma Te -
mayores interca bios comerciales y garantías públicas de protección . en
caso e una invasión.° La muerté -airéffriely--eirnovietfible - ai. 11-63 dejó
los comProi 'filus--verbales de no agredir a Cuba en el aire. La nueva .
administración de Lyndon B. Johnson resultó menos tolerante del acti-
vismo cubano en América Latina que la de Kennedy y Cuba volvió a temer
más que antes por su seguridad. 64
Tampoco podía la URSS abandonar a Cuba a la luz de la dinámica
del confliGto-sino.scatioltaia.confrorrtaelfi -e- ntre China y 17a-l5WS-Ia
convencidóriurdirigentes chinos que el epicentro de la revolución mun-
dial había cambiado de Moscú a Beijing. Asia, África y América Latina
eran el campo que los chinos liberarían, así como lo habían hecho en su
propio vasto territorio. 65 Ante este reto a su liderazgo del mundo socialista
y no desarrollado la URSS teiliall~ltsárAu r
el crecimiento del campo socialista. Los dirigentes soviéticos sabían que
---éTr-m-ullórp-áigélToT5IffiroTaiiiiiilistas no eranlás . ymplárdias_re-
ias ue tenían suespnectárseaquellas con "' fuerzás~::._
yoliziórar_y_a_
- En América Latina
lítirasagneatplaentaranlósimpet,,,e_ca
61 Memorando del presidente de la Cámara de Estimaciones Nacionales al director de la CIA,
FRUS, 1961-1963, vol. XI, pp. 301-325, Briefing Papers and Memo Series, p. 36. Sobre Venezuela,
62 Informe sumario de la segunda reunión del Grupo Permanente del Consejo de la Seguridad
Nacional, Washington, 23 de abril de 1963, FRUS, 1961-1963, vol. 301-325, Briefing Papers
and Memo Series, p. 37.
"Memorando para el archivo, diciembre de 1963, "Contactos con los dirigentes cubanos",
nos, fecha 1961-1963, vol. xi, pp. 376-390, Briefing Papers and Memo Series, p. 14.
"Fursenko y Nafta'', "Otta hell of a gamble'', pp. 340 y 355. Carolina
"Chen Jian, Mao's China de ¿he Cold War, Chapel Hill, The University of North
Presa, 2001, pp. 211-212.
"Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 67.
 2(t: • 1).N11:1..1 SPENSER
ese ímpetu lo tenía el movimiento armádo, (Erigido
•••............ desde Cuba, y apo-
.
yado po-r. álganos--partiel-erconinTrátás —.
La Unión Soviética y la lucha armada
La lucha armada como el método para erradicarla
tar el imp.(ji-raTigiffird-rrAité-i-tdrriárnTa."Clife-r'eri.ciaba a Cuba de la URSS.
Desde la toma del poder por los revolucionarios en l99 los sovieticos
prefirieron guardar silencio sobre el tema y optaban por enaltecer aque-
llos rasgos de la revolución que socavaban la hegemonía de los Estados
Unidos en América Latina por medio de reformas estructurales y no cau-
saban fricciones con los cubanos. Además, la lucha armada no encajaba
en la teoría sgidé
___.____ . ltteiénrseeiepol4tica_hacizz~ri -
aíses del tercer mundo que la URSS no creía se podía lograr sin antes
alcanzar la unidad de obreros, campesinos, pequeña burguesía y la bur-
guesía nacional. Al no referirse a la lucha armada la URSS se mantenía
neutral entre la posición cubana y la mayoría de tos partidos comunistas
o que no la apoyaba. Distanciarse de la lucha armada era también una forma
de apartarse de China qué 1á1vvialahaT9--
cDx -- Sin embargo, para 17D-673-I-URSS-no podía continuar con este silen-
cio. Desde 1961 Cuba habla intensificado el apoyo y la dirección del movi-
miento armado no sólo en América Latina sino en los tres continentes
convirtiéndose en la vanguardia anticolonialista." Guerrillas entrena-_
das en. .:1.1.b1 habían inici nes en Venezuela<Z , I sur de Perú,
y Bolivia. Entre 1961 y 1964 de 1,500 a 2,000-latino-a-fn:e-
ricanos habían sia-o- entrenados en a para desencadenar un proceso
revolucionario en América Latin
Era cierto que la mayoría de los eartidos comunistas latinoamericanos
no coincidían con la vía cubana de llegar al poder, aunque tampoco com-
partían necesariamente la visión soviética sobre el papel progresista de
las burguesías nacionales. Dentro de los partidos había quienes apoyaban
o participaban . en el movimiento guerrillero durante la primera mitad
de los años sesenta, aunque a veces las direcciones de los partidos comu-
", tbidzin,
pp. 71-72, 95-96.
"S C la udia Furiati, Fidel Castro. La historia me absuiverd, Barcelona, Plaza (!.: jariés, 2033, p. 429;
Régis Debray, Los pruebas de fuego. Las críticas de las armas, tomo 2, México, Siglo )03, 1975, p. 19.
""Cuban subversive activities in Latin America.: 1959-1968", special weekly report, CIA,
16 1 de febrero de 1968. Documento presentado en la Conferencia In!ernacional: La Crisis de Octubre;
Fu riat i Fidel C'asiro, pp. 430-431.
LA CRISIS DEL (%11111.: 3ft.)
nistas estaban en contra de la postura de sus militantes o no sabían a qué
línea política atenerse.
La confusión surgía en parte de la ambigüedad soviética respecto a la
lucha armada que la URSS no consideraba el medio más seguro de alcan-
zar ei socialismo. Sin embargo, en vista de la distancia entre Cuba y la
- URSS, creada después de la debacle de octubre, una manera de reducir
la brechly .evi.t,af que Cuba actuara en América Latina sin ç1j:j
coiLlaILII.W.4.,-ara.a.puar la lucha armada. Si bien elapoyo no era con-
sistente y de gran monta pecuniaria reflejaba la necesidad soviética de
resarcir el perjuicio que había sufrido en_el campo que consideraba de su__
competencia dirigir. La URSS necesitaba demostrar a Cuba que no clau-
dicaba del apoyo a los movimientos revolucionarios y de
cióiVary queeáál5a -diTüt-grá rapóyár• álói-C-uha-nos en su afán por expan-
dir el radio de acción de la revolución.
La URSS canalizaba su ayuda económica a los partidos comunistas
a través del Departaillei2 .12_11.ternac
i inlial-clel_Comililqentral del Partido
Comunista:Los partidos latinoamericanos recibían el apoyo en dinero y
material de propaganda desde 1955. Fue, sin embargo, a partir de 1963 que
el Partido Comunista de Venezuelalámó la ddz..ritera en el apoyo econ6-
mico. Erre-st-ci-de-bas-partidZisTatinoamericanos se quedaban consi -dera-
bleiiale atrás en el financiamiento por parte de la URSS."
'" Hasta 1943 el financiamiento corría por cuenta de la Internacional Comunista que ese año
fue abolida.
Los datos que aquí se presentan provienen de los documentos del Partido Comunista de la URSS
que en 1992 fueron entregados por Boris Veltsin a la Corte Constitucional de la Federación Rusa
para hacerle un juicio al PUS. Véase Fondo 89, registro 38, expedientes 15-56 y ia guía al archivo
compilada por Lora Soroka. Archives of the Communilt Par!) s and Soviet State. Ford 89. Communisi
Pan' of the Soviet 1..r11i0n on Stanford. Hoover Institution Press, 2C01. Como ejemplo cito los
fondos para el año de 1964 y para fines comparativos escogí varios partidos comunistas que ese aria
$e beneficiaron de la ayuda soviética:
Italia 5'000,000 de dólares
Francia 1'500,000 dólares
Indonesia 1'000,000 dólares
Finlandia 650,000 dólares
Venezuela 600,000 dólares
Estados Unidos 530,000 dólares
Chile 200,000 dólares
Brasil 200,000 dólares
Uruguay 90,000 dólares
Colombia 50,000 dólares
Panamá 40,C00 dólares
Ecuador 40,000 dólares
Costa Rica 40,000 dólares
Paraguay 30.000 dólares
El Salvador 25,000 dólares
 310 DANIELA SPENSER
El gran salto en el financiamiento al partido venezolano ocurrió des-
pués de que etp4rtido se involucrara en la lucha armada en 1962. Apoyado
por Cuba, el Partido Üo- m ---u- ita -vénétoráno. pii-4-oiCioriaba los cuadros
dirigentes políticos y militares así como el grueso de los combatientes.
Según Régis Debray, "la Revolución venezolana era objeto por parte de
todo el campo socialista de una inversión política, financiera y material
particularísima, a la que se debe añadir por parte de Cuba una considera-
ble inversión afectiva y humana"." En 19.63..eLpartillo recibió del Comité
Centra~50,Q0SUlares, un aumento de 100 poi. cien .--lórnlycz-
to al año anterior, frente al chileno que recibió 200,000. En 1964 el
partido.yerkezplan.9..recibió 60011Qa_klares mientras que los partidos
chileno y brasileño respectivamente recibieron 200,000 y en 1965, el par-
tido venezolano recibió 800,000 frente a 200,000 entregados al chileno.
A partir de 1966 las eantidades.._emmaron actisminuir-a-5.00~.
196_6,197 llastallegar„a..3.60,40.Q . dól.ares ep 1271 72
El aumento y la disminución de las partidas destinadas al Partido
Comunista de Venezuela coinciden con el auge y el retroceso de su parti-
cipción_raialucha.gaettillera_enSenezuell .:1
la posibilidad de que una parte del apoyo financiero soviético estuviera
destinado al fomento de la participación de los comunistas en las elec-
ciones de finales de 1963, la evidencia disponible indica que los soviéticos
apoyaron al partido conwometido con la lucha armada en colaboración
con los servicios de la inteligencia c" --ubana - seztante de la iradigencia_checosloyaca eu La Habana para que ayudara'
ban en contra-Cliccia-c-o-n."-Is par-tidós uestasz,,13.3dammul&
pataillgár al poder en sus respectivos países.
México 25,000 dólares
Bolivia 24,500 dólares
Honduras 20,000 dólares
Rep. Dominicana 20,000 dólares
Nicaragua 12,000 dólares
Perú 10,000 dólares.
" Stephen G. Rabe, The most dangerous atea in ¡he vivorld: John E Kennedy confronts tommunist
revolution in Latin America, Chapel Hill, University of North Carolina Press, 1999, p, 107; Debray,
Las ¢niebas de fuego. La critica de las armas, torno 2, pp. .39y 20, cita en la
p. 22; Lévesque, The USSR
and the Cuban Revolution, pp. 110-111 y 123. A partir de entonces y a consecuencia
de las elecciones
de diciembre de 1963, las posteriores derrotas y traiciones, las fuerzas guerrilleras se dividieron. Un
grupo de comunistas tomó la decisión de dejar la lucha armada y otro a salirse del partido y pro-
seguirla. El Pcv decidid dejarles armas a finales de 1965 y adoptar la línea de "paz democrática".
¿Influyeron los dirigentes soviéticos en la toma de decisión del retiro del partido venezolano de la
lucha armada? Liza Cross, Handbook of Lefiist Guerrilla Groups in Latin Atnerica and the Caribbean,
Boulder, Westview, 1995, pp. 151-154.
"Fondo 89, registro 38, exps. 6-20.
LA CRISIS DEL CARIBE 311
En diciembre de 1964 tuvo lugar la primera confrontación pública
entre la posicióin de los grupos radicales que favorecían la-lucha_arrnacla
y la de los partidos comunistas que la rechazaban. En ocasión del congreso
---de-los-parti-dorcumunistal-de-Km -érica Latina,--co-nvocado discretamente
por el partido cubano en La Habana, Castro criticó . el...conformismo.de los
comunistas. Los soviéticos no descartarorTra vi - -a armada ni criticaron a -
los cubanos, aunque trataron de inducir un acuerdo mediante el cual incum-
biría a los partidos comunistas-locales decidir .si,.lajucha en_
• • su país debía.
•
ser violenta...9.m La conferencia estableció el liderazgo de Cuba en etiño-
vimiento comunista de América Latina. Ni China ni grupos afines fueron
invitados al congreso, lo que era un importante triunfo para la URSS y
los partidos comunistas del continente. A su vez, el apoyo que la URSS
dio a la conferencia y sus iniciativas significó un intento por armonizar
sus relaciones con Cuba. Pero la CIA detectó desacuerdos.sobre lasacti
vidáslesguerzillerásentre los cubanos, iós dirigentes soviéticos ylospar-
os comunistas de AméricaLaTiiiifu-nío coii ..e.1-13.-ediCi que Cuba actuaba
inde,eiWnfñntede la URSS y ápoyabá-u-fili -
--zabálas armas Soviéticas que la URSS e- n.blyaraladefeíi.sá:E.C1ba." -
Al parecer lo que la cálóliábircréleTra-ao fue el hecho que los sovié-
ticos tenían ya varios años apoyando al movimiento armado en América
Latina indirectamente por medio de la asistencia logística. Desde diciem-
bre de 1962, cuando el jefe de la inteligencla.cubanue_dirigid.al reprez_
a asegurar que los guerrilleros venezolanos entrenados en Cuba pudieran
_ regresar a .~, vía Praga, se inició la asistencia a los combatientes
latinoamericanos a través de la llamada Operación Manuel. Mediante
ella Checoslovaquia y la URSS asistían a los guerrilleros de vatios pal — ses;
millinzard~ós comuras y de otros . gru os revo para..
poan . legar a-Cu a Li-esar_a_sus_respes_t_ .ivos países después de haber
recibido entrenamiento militar en la isla. Para abril de 1'166 -a-yu —da-ron
as1-76-3 9 personas crilárc51-171"727Fari venezolanosaa_arge
77 dominicanos, 63 colombiano s. , 48 gua etcétera.
En 19-67ii-Triiél Tó-vic. e --e—To- ».ilán—Wall-T4e1 de
.c e-que-antitipalya--ria-terminto
Chect - ; • : . • . - - - 2.11:11.0.D -
Este hechol.es había sido confirmado en la Conferencia Tricontinental
""Cuban subversive activities in Latin America: 19594968", Special weekly report, CIA,
16 de febrero de 1968; Jorge Castañeda, La vida en rojo. Una biografía del Che Guevara, México,
Alfaguara, 1997, p. 315; Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, pp. 103-105; Furiati, Fidel
Castro, pp. 432 y 440.
 312 • DANIELA SPENSER
en La Habana de 1966 en donde Castro afirmó que en muchos países de
América Latina existían las condiciones para la lucha armada, criticó
la tibia política soviética de construcción del socialismo en el mundo y la
falta de su genuino internacionalismo como en el caso de Vietnam que
en ese momento estaba bajo el fuego de aviones norteamericanos. Los cuba-
nos consideraban el apoyo que la URSS otorgaba a Cuba, a los partidos
comunistas involucrados en la lucha armada en América Latina y a la
lucha guerrillera misma como insuficiente y discorde con la magnitud del
enemigo a vencer y la energía insurgente latente que hacía falta estimular
con medios materiales:14
A pesar de que la guerrilla había padecido importantes derrotas junto
con significativos reveses sufridos por los países de América Latina en
la coexistencia pacífica con los Estados Unidos (el golpe militar en Brasil
en 1964, la intervención militar de Estados Unidos en la República Domi-
nicana en 1965) que contrariaban los fines estratégicos de la URSS en
América Latina en 1.9.622.0.s. • ' i os se abstuvieron de manifestar di.s-
crepancia con Cuba en torno a su apoyo a a uc a armacrá. átras
---Gastroltáriratrá 1os ueblos r las lii-
AméricaLatinaala insurgencíl repre-
.s.entante_say_____
iético
PI e -7U-61"61iaár-idad con la
la, Perú, Colombia y GuatemaI7J--drálós títeres del imperialismo.. La
mismaCTÁ- ailient6-que-ettlinird-elá-e-Zio-rTjción de- C as Go- no concor-
daba con el acuerdo de 1964 entre Cuba y la ukss
mediante el cual los
partidos comunistas debían ser los que decidirían sobre la forma de lucha
en sus respectivos países."
Dado el ambiente en el congreso de La .i s, Checoslovaquia no
podía sino continuar la Operacion I anuel. Checoslovaquia no podía dejar
-d-elrare-rlwwpesarrt
asunto delicado porque entraba en con-
tradicción con la línea de algunos partidos comunistas de América Latina
y porque la prensa occidental la criticaba por permitir este tránsito de
los militantes. En una reunión en Moscú en junio de 1967 los checoslova-
cos y los soviéticos coincidieron en que participar enta acZon eraii-
table-.1Dénztacerizrze-s-useitárían co~ones
r unao renyncia fundarneiüaLpa. a dar a lorffrovimierítürdb
d e-1Yr
liberación nacional en América Latina,
" Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 131; Furiati, Fidel Castro, pp. 451-452.
""Cuban subversíve activities in Latin America: 1959-1968".
oronel Josef Houska al cam. Mamula, Praga, 17 de noviembre de 1967; Extracto del informe
"L olaboración de la inteligencia checoslovaca y cubana", Praga, 11 de enero de 1967. Estos docu-
LA CRISIS DEL CARIBE 31:3
No obstante ello, la URSS ya-presionalcha_para-Eitte-desistiera--
de su apoyo a la lucha armada. La coacción soviética coincidió con la
expediGún del-ehnliBóliv-iaTEllance guevarista implicaba a la URSS
negativamente ante los países de América Latina y ante los Estados
Unidos que nunca dejaron de verla como el trampolín para el activismo
cubano en el continente. Los soviéticos temían además la intervención
norteamericana que, una vez más, pusiera en peligro el compromiso
soviético de proteger a Cuba de la agresión de los Estados Unidos.
Si bien Castro no le informó al embajador soviético en La Habana de
la misión del Che en Bolivia desde noviembre de 1966, los soviéticos
debieron haberse enterado del hecho por medio del secretario general del
Partido Comunista Boliviano (PcB) Mario Monje." Si alguien era piedra
en el zapato de la dirección soviética después de la crisis de los misiles
era el Che, quien no dejaba de criticar el campo socialista y la URSS como
cómplices del mundo capitalista por el carácter mercantil que dominaba
sus relaciones comerciales con los países del Tercer Mundo. El Che no
escondía su crítica de la corrupción e ineficacia que había descubierto
en la sociedad soviética, la falta de generosidad de la URSS hacia los
países del Tercer Mundo y sus intentos por influir sobre la conducción
de la Revolución cubana. A su vez los soviéticos consideraban al Çç mio
sumá_s_peljgroscLo.ponente en Cuba y lo -sreñalard_como_proc ino. 78
El Cliéliábía-te.nidozontactos_coraLPcB y. con. Mario. Monj e.. clesd e
—19-6.&AL . menos en 1965 Monje no era remiso a la lucha armada e inclu-
sive se entrenó brevementé-en-Guba-e-n--1-966: -Arpare cer
Metía al partido nia -sus miembros en la guerrilla del Che era por querer
estar al mando del proyecto guerrillero. Personaje de estilo sinuoso, "Mario
Monje argumentaba que si la revolución se hacía en Argentina estaría dis-
puesto a cargarle la mochila al Che, pero...que-en-Bolivia-te-1~H-
girla un boliviano, él."" Todavía en enero de 1967 Fidel Castro creía-én
la posibilidad décóláboración entre el Chrezslritido des pués de haberse
entrevistado con dos dirigentes del PCB en La Habana, pero la relación
mentos se pueden consultar en traducción al inglés en Daniela Spenser, "Operation Manuel: Czechos-
lovakia and Cuba", Cold War International History Project, e-Dossier núm. 7, http://csvihp.si.edu .
"Castañeda, La vida en rojo, pp. 420 y 466.
"Lévesque, The USSR and Me Cuban Revolution, p. 109; Piero Gleijeses, Confliciing missions:
Havana, Washington, and Africa, 1959-1976, Chapel Hill, University of North Carolina, 2002, p. 102;
Castañeda, La vida en rojo, pp. 313-314.
" Paco Ignacio Taibo U, Ernesto Guevara, también conocido como el Che, Méxi co, Planeta, 1996,
pp. 613-647, cita en p. 643.
 314 DANIELA SPEYER
no cuajó. Según el Che los comunistas bolivianos dirigidos por Monje,
y Monje mismo, no eran aptos colaboradores de la guerrilla ya fuera por
traidores o por "gallinas". 80
Boliv iético, aun lienn_sedgi_
i .
partido estaba-dispuesto-a-anuni . • . • • • • ha. El par-
tido había sido activo en las operaciones guerrilleras de Bolivia en 1963,
sin embargo, ni entonces ni en 1966-1967 la URSS debió haberlo apo-
yado, a juzgar por la insignificante cantidad de dinero que el Comité
Central del Pcus había aprobado para su funcionamiento en 1964 y 1967:
24,500 y 50,000 dólares respectivamente. Es de mencionar que además
de la cantidad de dinero destinada al partido boliviano en 1967, el Comité
Central del Pcus destinó en 1966 20,000 dólares al Frente de Liberación
Nacional de Bolivia, el brazo electoral del Partido Comunista. 8'
En julio de 1967 Aleksei Kosygin, el primer ministro de la URSS, visitó
Cuba,Kosygin-euestion eLapny.o_de-los-€4113a4aas lucha
-ada.........___árada en
América Latina y expresó dudas de que las acciones de Guevara en Bolivia -
—wrearre
fuer
entregóZi- ultimItum —a- Tos cuba-
nos para que CeSara„..su_azKla.,„alas_guneriillas en América Latina o . cesaba
li.-as-
yu-Cia—s-o-vi
'it-i.-C"a a C.uba.82 Los cubanos rechazaron—iiéfé-iji
fi —
a soviética
a
rguinento que las relaciones cubano-soviéticas estaban basadas en
respeto mutuo e independencia. Pero las relaciones con Moscú se de-
teritnamirtodavía-mászle~aa.mu octubre
El fracaso de la empresa guerrillera en Bolivia se sumaba a los otros inten-:
tos fallidos en Brasil, Perú. y Venezuela, y confirmaba la duda que la URSS
siempre tenía respecto al método cubano de arribar al poder aplicable
a otros países. 83 La debilidad cubana en América Latina era también la
suya; las derrotas de la lucha armada, que la URSS había apoyado, eran
también sus derrotas. Según el informe de la CIA de febrero de 1968 el
movimiento guerrillero que Cuba apoyaba "ha sido particularmente
malogrado para conseguir ganancias reales en el hemisferio". A pesar
"Idetn. Falta que los archivos soviéticos revelen los detalles de las deliberaciones y tomas de
decisiones en la cúpula de la dirección de la URSS para poder elucidar el tipo de influencias que
la URSS pudo haber ejercido sobre el PCB con mayor certeza.
SI Fond 89, registro 38, exps. 7 y 8; Castañeda, La vida
en rojo, p. 409; Furiati,
pp. 431 y 460. Blight y Brenner, Sad & Luminous Days, p. xxii. Estas cifras adquieren Fidel
importancia
cuando se comparan con los 600,000 dólares asignados al PCY para 1964 y 500,000 para 1967.
" Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 124; Pavlov, Soviet-Cuban alliance,
88; Blight y Brenner, Sad & LUMitiOUS Days, p. xxii; Fbriati, Fidel Castro,
vida en rojo, pp. 467-470. p. 465; Castañeda, La
"Gleijeses, Conflicting missions, p. 218.
LA CRISIS DEL CARIBE o 315
de nueve arios de intentos, no había grupo guerrillero que fuera una ame-
naza para ningún gobierno en América Latina: "La defunción del pro-
yecto dirigido por Guevara en Bolivia es una prueba que aun cuando Cuba
emplea «su equipo de primera» fracasará por la falta del apoyo real
popular a la causa guerrillera." 84
A partir de la nueva crisis en las relacion s soviéticos_
r. _ 1 si 4ea4atina-Frente al mayor control
norteamericano del hemisferio, la URSS respondió con el fortalecimien-
to de sus relaciones con los gobiernosiginopperkanos_que-pareeían_pro-
gresistas. Con la ayuda económica la URSS quería enviar el mensaje a •
-1-65-Zsés— ciue la recibían que podían resistir el embate del imperialismo.
La URSS negoció nuevos tratados comerciales con-Chile_,Ecua
,~0..«..x.Catalica_en el entendido que cada tractor, cada tomillo o equipo -
traía a América Latina un fragmento de la verdad sobre la Unión Sorié-
tica, demostraba los éxitos de la URSS y del sistema socialista: 85
y sin embargo, la-UR-S-S-Tio-podia-abazulDna .a...Su derrota sería
el triunfo de los Estados Unidos y pérdida para el campo socialista en el
momento en que sufría fracturas debido al continuo conflicto sino-sovié-
tico. Al no poder criticar a Cuba abiertamente, en el transcurso de 1967
la IMIS le 39.1kbancion~nj.cas„.s.obte, todo no-satisfaceria.qq:
cie~ecesidad-Gubanadel-petrólep ... El progresivo aislamiento de Cuba
en América Latina y las presiones económicas que solamente la URSS
podía aliviar, llevaron a Fidel Castro a lo sperado:_en_a.gosto,de 1968
Cuba justificó la invasi n delPacto de„,Valpzilágbec-eslova~1 ha-
cerlorree-mortálálT6EtRiiiTrezhnev o la política del gobierno sovié-
tico de limitar la soberanía de los países que estaban dentro del bloque
socialista y cuya suerte estaba ligada a la de los demás." De aso, Cuba
reoz_ lodó el lictexazgo soviético del campo socialista. A cambio del soste-
nido apoyo económico de la isla, la URSS consiguió recuperar la imagen
como el pilar del socialisno-eirenbarproyec-tarse_como dirigente del so-
cialismo en América Latina y el Tercer Mundo.
Castro,
""Cuban subversive activities in Latin America: 1959-1968". Pavlov, Soviet-Cuban
pp. 87-88.
pp. 87-
"Lévesque, The USSR and ¿he Cuban Revolution, pp. 138-142.
"Blight y Brenner, Sad & Luminous Days, pp. 141-144; Mark Kramer, "Ideology and the
Cold War», en Revieiv of International Studies, núm. 25, 1999, p. 544.
 316 DANIELA SPENSER
Conclusiones
La Unión Soviética quería mejorar sus relaciones con los Estados Uni-
dos, pero sin perder la influencia entre los países en proceso de liberación
del colonialismo e imperialismo. La crisis del Caribe demostró la vulne-
rabilidad del liderazgo soviético. En América Latina la URSS tuvo que
competir con la política revolucionaria de Cuba. Por lo menos entre 1962
y 1967 las actividades cubanas intervinieron en los propósitos y las accio-
nes de la Unión Soviética en una incomparable proporción con su tamaño
geográfico. De repente, el pequeño país, una isla, llegó a influir sobre la
Unión Soviética en América Latina y sobre a re acion en re a
Irs-Eitados Unidos.
la lucha armada en América Latina fue uno de
los resultados no déáéaWs ."-délrEfilirde os mi -* . e ; • a SS no
- 75r-gicrredtteirsus-gastos-militares -nraluipiera querido, sino que sus rela-
ciones con los Estados Unidos sufrieron como consecuencia y con relación
a su ayuda a los movimientos de liberación nacional. Sin querer, la
URSS apoyó al movimiento guerrillero con la participación comunista por
temor a que también los comunistas cayeran en el hechizo guevarista,
lo que a los ojos soviéticos se acercaba a las posiciones chinas.
Los soviéticos no creían en la guerra de guerrillas como un método
eficaz para debilitar a los Estados Unidos y el régimen capitalista, pero
temporalmente la lucha armada parecía ganarle la partida al imperio. :
lismo, aunque también tcrtía-eestei3e14~ La URSS dejó
te-a-poyaria-luchwarmad -nTrA-m-érica Latina cuando a mitad de los arios
sesenta esta forma de lucha contra el imperialismo-clemest-ré-su-clebilidad.,
después de".1.e4r4IslialZporctieder rnáypría de los
portid-o-ómunistas_latinoamericáno- rgcház.arania..lucha...armada-por
el costo social 3;_-p-o-l-• •...
i.tico
•• .• que_ im
-. Pli-
• c• iSliconsecuencia
- • .,.• de la represión del
EstadIy. Túüzás paramilitares.
que había dañado las relaciones entre Cuba y la URSS no fue la
lucha armada en sí, sino sus magros resultados como método para dismi-
nuir la dominación de los Estados Unidos en América Latina. A raíz de
la destrucción de laguerrilla_eniQuirlps_ se..senta niento del
apoyo cubano a África, las relácime,untte CILbly la URSS mejoraron
no~eutrantérái-árlécreer...enia-vía.:armada a
reconci1iaCi6n- I6b-fé-eT asunto con la URSS, sino porque la Uiilo -
dejarde-apbyáf-u-n- tférá:Tcryliéré -ti-ra-cisif-
LA CRISIS DEL CARIBE :317
flictos no deseados con_2 1 s Estados Unidos. Fue la derrota de la guerrilla y
los problemas económicos los que lo lograron, no la alineación con la URSS.
Como consecuencia de la eliminación de la guerrilla las tensiones entre
los dos países se redujeron.
Las consecuencias de la crisis del Caribe demostraron la preeminencia
cle__C_Bba c mo actor de alcances globales. Demostraron también cómo
unpequeño mujaL..o sólQ la guerra
fría_aft.c.tó-a-C-utra7euba-afec-té--el--proceso. de la _guerra fría.
A la larga el temor soviético de glie Cuba se inc1inara.3 .- or el liderazgo
chino_resultó infundado. Castro consideró las críticas chinas al revisio-
nismo de la URSS dañina s. . . porque no contribuían a la unificación de los
movimientos revolucionarios. Además, China no podía sustituir a la URSS
como el suministrador de bienes de consumo y material militar que Cuba
reenviaba allí en América Latina donde lo creía necesario. Para 1965
CiLl_n_repudió ablerta,mente_los-intentQl.shinos por dividir ef so-
cialista y después de que en América Latina árr g- iéfin"--iracciones par-
tidarias pro chinas que denunciaban por igual a la URSS, a los grupos
castristas y la Revolución cubana.
La URSS le dio la bienvenida 1.1a-vía. pacífica-al-socialismo -de-Salvador
Allende (1970-11-913). 3iri éinbargo, cuando también esta vía fue derro-
tada igual que las guerrillas en los arios sesenta, y se recrudeció en los
años ochenta la lucha armada en Centroamérica que parecía tener éxito,
animada por la triunfante Revolución sandinist-a,-la-URSS-volvió a.apoyar
la vía armada. Igual que _en los años sesenta, de manera selectiva y con
disci
éjj— i , la U- Vp-ro-p-or-cfo'n-a-ba a—
rm—
as, -én-1-717—
.renamien
11.-eros-
--- y-fo-rTalecimiento económico a aquellos movimientos que estaban
dirigidas 1jr los partidos comunista s . io-da‘Tía-e-n-f9B9-, -"clus-Triírs-áFitS -dé`
dUsaparecer-,érDéVortiffiénto- Internacional del Comité Central del Partido
Comunista de la URSS destinó montos de dinero y ay~p_áza,
fomentar actividade le •• • e* • • • sel comurlisfás centroamerica,
rios que en ese momento estaban involucrados en el embate contra las oli-
garquías locales y el imperialismo norteamericano.
 Ariel C. Armony*

Trannacionalizando la "guerra sucia":

Argentina en Centroamérica

A FINALES de los años setenta y principios de los ochenta, el régimen mili-

tar argentino procuró internacionalizar su aparato represivo en América
Latina, os mi re arge • • á .1. .1; er "' e`^ a en con =sur-
gencia a otros países en la región como parte de una cruzada hemisférica
contra el comunismo. Una fase final de su empresa extraterritorial fue su
participación en los conflictos centroamericanos. Los argentinos comen-
zaron a intervenir en esa región durante lá guerra civiten Nicaralua
1979), e inmediatamente después proporcionaron entrenamiento en
contfainsurgencia y asistencia militar a El Salvacatemala...yjioulz_i i -
rá-l7Ei a militar argentino., conducido por veteranos de la "guerrá
sVCia", alcanzó su clímax con la orm • • *(5n de los "contr.. " nicaragüenses.
---

Los militares argentinos desempeñaron un papel fundamen . en el

ciclo de violencia patrocinada por el Estado en América Latina, ofreciendo
a los regímenes contrainsur:entes centroamericanos un modelo "pa-
. instituciona * a le", orientado a controlar sus frentes internos. Basa-
dos en e supuesto de que habían alcanzado un alto nivel de profesiona-
lismo en seguridad interna, los argentinos transfirieron su experiencia en
contrainsurgencia a las fuerzas armadas centroamericanas. Les brindaron
asistencia a través de la instrucción militar, la inteligencia y la venta de
armas. La presencia militar argentina en El Salvador, Guatemala y ion-
duras —donde apro ximadamente I-.200 ex miembros cié-V, guaildiái72 -

cionanéroi— noza _buscaron refugio inmediatamente después del triunfo

revolucicinario en Nicaragua— facilitó notablemente la creación de un
ejército antisandinista integrado por ex guardias nacionales.'
*Colby College, Maine, Estados Unidos. Agradezco los invalorables comentarios e ideas de
Gil Joseph y Daniela Spenser durante y después de la conferencia preparatoria para este libro.
1
La cifra es del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, cable de uso oficial
exclusivo de Gerald B. Helman al Departamento de Estado, 18 de diciembre de 1979, en el archivo
compilado por el National Security Archive, Nicaragua: The Making of U.S. Policy, 1978-1990, Alexan-
dria, Chadwyck-Healey, 1991.
[319]
 TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 321
320 • ARIEL C. ARMONY

La cruzada argentina se nutrió y, a la vez, impulsé-una-amplia red, decisiones estadounidenses. Esta cooperación permitía a ambos países
anticomunista transnacional, integrada avanzar en sus respectivas agendas.
tales. La La cruzada anticomunista argentina debe ser vista como parte de Si bien la cooperación entre Argentina y la administración de Reagan
iánsnacional ideológica empeñada en derrotar lo que era perci- en el lanzamiento de una fuerza contrarrevolucionaria basada en Hondu-
—ui
, bido como un enemigo internacional multifacético que amenazaba a la ras fue rápida y efectiva, la decisión norteamericana de colaborar con Gran
sociedad occidental. Esta red combinó el anticomunismo y el obeetivo con- Bretaña en el conflicto por lasislas Malvinas ep.1982,2fectó el compro-
diversas actividades ilegales, ta es como el narcotra- miso argentino en América Central. La presunta repercusión del programa
, trarrevolucio
jkaa..argerinteligericia en las relaciones con los Estados
co, e lavado de diner o el tráfico Unidos contribuyó a dar forma a la decisión estratégica de la junta mili-
*--aDr"-- zuLL IT"CaTielése collaillguárte de las redes transnacio-
,:e •o campos lo eo ogicos ogra- tar de invadir las islas en el Atlántico sur. Al considerar vital para la polí-
nales revolucionarias. tica norteamericana la intervención de asesores argentinos en Centroamé-
ron un-a-grávT671137—fi
g*--3—"--- rta te de coordinación propia, creando estructuras co-
munes inéditas para la región. Estas estructuras cumplieron un papel rica, la conducción u • e• • - • 'res supuso, erróneamente, que
central en la contienda entre bloques ideológicos que caracterizó la guerra los Estados Un ' utrales en cas o t - e . ' gen-
lila ocupara las islas Malvinas. Frente a la ecepción por la decisión nor-
fría en Latinoamérica. teamericana de cooperar con su aliado de la OTAN, los militares argentinos
La Argentina, tradicionalmente un actor agresivo en política exte-
rior, advirtió la existencia de espacios vacíos dejados por el gobierno de redujeron su participación en el programa "contra", aunque un grupo de -
Jimmy Carter a finales de los setenta en el conflicto hemisférico antico- oficiales argentinos contikugudiendo a las fuerzas antisandinistus
hasta finales de 1984, es decir, aún después del colapso del régimen
munista y aprovechó la oportunidad para asumir una posición de lide-
razgo en esa lucha. En respuesta a lo que percibían como un venero de La cruzada argentina en Centroamérica fue un paso final en la crea-
comunismo en América Central, los militares argentinos procuraron exten- ción de zonas d LL............_L,
laboradón contacto transnacional con distintos tipos
der su campaña antisubversiva extraterritorial a esa región. En un inicio, _de-formalucack. 2 Las zonas de contacto-1 1 -5--.e-átán iíSias en un territo-
actor autónomo en la actividad contrarrevolucionaria centroamericana, rio determinado, sino que representan espacios de intercambio y circula-
la Argentina asumió un rol sustituto en nombre de los EstaUni4Q ción de ideas, vínculos y recursos.' La creación de la Operación Cóndor -
cuando e e ierno de Ronald Reagan "compró' el militar clan- en 1975 por parte de Chile Ar: entina U 41 . • , - : o ivia (a
ino de ese saís a principios 1 e •; los que se unieron más tarde Brasil, Ecuador y Perú) representó una pri-
a colaboración en re a Á ntina y los Estados Unido - f s dó mera instancia de colaboración formal entre aparatos antisubversivos de
en puntos de vista coincidentes sobre e ercer Muno o ' como uno de los la región. Cóndor era un sistema integrado de inteligencia destinado a
campos del enfrentamiento este aTZ4sostenían que ese combatir la "transnaao su versiva
conflic o exi gia7HiZZInTnir—
'T---- itar decisiva para contrarrestar lo que se servicios de inte gencia militar, por organizaciones guerrilleras, reo s
veía como expansionismo soviético. Se creía que el comunismo interna- clandestinas de apoyo al aparato Marxista y grupos políticos, de dere-
cional era el inspirador de las amenazas a la seguridad nacional en el he- chos humanos y de promoción de la democracia. 4 Los países que integraban
misferio. Por lo tanto, la decisión de la administración Reagan en favor
de la acción clandestina como el medio más eficaz de deses M-51 a Véase Mary Louise Pratt, Impetia/ Eyes: Davel Writing and Dansculturation, Nueva York, Rout-
ledge, 1992, y "Arts of the Costad Zone", en Profession, vol. 91, 1991, pp. 33-39, citados en Gilbert
. 1 0 is • O incl. io con el o je ivo argentino e organizar secre- M. Joseph, "Close Encounterm Toward a New Cultural History of U.S.-Latin American Relations",
tamente un ejército de cuas os le • aro a nac oi rialTeTr o moza en Gilbert M. Joseph, Catherile C. LeGrand y Ricardo D. Salvatore (comps.), Glose Encounters of
Empire: Writing ¡he Cultural History of U.S.-Latin American Relations, Durham, Duke University
.1.
• ni-1W 9.1.4,/ -
miprrillerns entro del territorio ni- Press, 1998, p. 5.
1Seaj. La convergencia de
---
intereses, sin em argo, no significó que Idem.
..1...222... 4 John Dinge5, The andar Years: How Pinodiet and His Allies Brought Terrorism to Three Conti-
la Argentina pasara a subordinar su autonomía en política exterior a las nents, Nueva York, The Newhess, 2003, capítulo 7. Véase J. Patrice McSherry, "Tracking the Origins

II /
322 • AREL C. ARMONY
Cóndor alcanzaron un nivel de cooperación inusual en la región. Esta coo-
peración incluía asesinatos políticos y el secuestro y "transferencia" de
refugiados políticos a sus países de origen.
A su vez, la participación de Argentina en el olpe de Estad Joz
iivia-eirdettróTeillMigrilierótro paso c ave en el proceso de creación
de-espálio7transnado r " - • - e. a, ideorógi caWreila
stagréliéniénirsTerio. El llamado "golpe de la cocaína" conjugó
raciones geopolíticas este-oeste con cuestiones de influencia estratégica re-
gional.' En julio de 1980, los militares argentinos participaron en el golpe
a1
de Estado encabezado por el entonces comandante del ejérdtslaner „,
Iziarjar, .11121,,Psta intervención fue un paso clave en el proceso de la
expansión militar argentina en el subcontinente. De acuerdo con el enton-
ces presidente de facto argentino, general Jorge Rafael Videla, las fuerzas
armadas de ese país ayudaron a derrocar al gobierno civil para impedir
la emergenciade jual,Wael_Amér _jcáciellzr.", .6 "Formaba parte del
juego de la guerra fría", me dijo un oficial naval de alto rango. "Tenía-
mos que hacer el trabajo sucio en Bolivia."' Esta acción militar fue lleva-
da a cabo pese a la decidida oposición de la administración Carter a la
interrupción del procesóffiaarcrátiroéTrólivia.
os Se en ; á niés e situación en Centroa-
-;•
mérica estimuló la convergencia de actores anticomunistas en torno del
movimiento armado antisandinista. La multifacética red de interaccio-
nes entre_ gobiernos y grupos de presión se centró primordialmente en
el intercambio de información, la movilización de rrecursos económicos y
militares . • ordinacií laillóRrará produjo, enton-
ces, una convergencia alrededor de un espacio político transnacionalgue
incluía una gran variedad de grupos, -e-réélitratigántredrnunista
n1
Mundial (LAm) y su capítulo latinoamericano, la' Coftfttterácientijoi7u-
„,~
of a State Terror Network: Operation Condor", Latin American Perspectives, vol. 29, núm. 1,
enero de 2002, pp. 38-60.
'Congreso de los Estados Unidos, testimonio de Leandro Sánchez Reisse ante el Subcommittee
on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Senate Committee on Foreign Relations,
23 de julio de 1987, p. 154, en los archivos del autor; conversación del autor con un ex embajador
estadounidense (designado en América Latina en los años ochenta), 23 de junio de 1993. Véase
Gregorio Selser, Bolivia: el cuartelazo de los cocadólares, México, Mex-Sur, 1982; Peter Dale Scott
y jonathan Marshall, acaine Drugs, Armies, and the CIA in Central Ameriza, Berkeley, Uni-
versity of California Press, 1991.
6 Videla, citado en Sergio Joselovsky, "El ejército del «Proceso» y su intervención en Centroamé-
rica", en Humor, Buenos Aires, Circa, 1984, p. 63.
'Entrevista del autor con el almirante retirado Alberto R. Varela, en Buenos Aires, 17 de agosto
de 1993.
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 323
nista„Iatins ); la red de exiliados cubanos en los Estados
Unidos (por ejemplo, las organizaciones terroristas de exiliados cuba-
nos Omega 7 y Alfa 66 con base en Florida); la logia masónica italiana
Propaganda Due (P-2); la Confederación de Asociaciones por la Unidad
de las Sociedades de América (CAUSA), el brazo político de la Iglesia de la
Unificación del reverendo Sun Myung Moon; partidos políticos centroa-
mericanos, tales como el Movimiento de Liberación Nacional (raLN) de Gua-
temala y la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) de El Salvador;
organizaciones paramilitares como el Movimiento Costa Rica Libre
(racia,); organizaciones de la derecha religiosa con sede en los Estados
Unidos, entre ellas Extensión Evangélica y Mayoría Moral; y grupos eco-
nómicos y empresariales de distintos países de la región. 8 Motivados por
una variedad de intereses, éstas organizaciones confluyeron en el objetivo
común de derrotar a las fuerzas revolucionarias de izquierda en el con-
tinente.
El caso argentino a la luz de la guerra fría
La decisión argentina de extender su influencia más allá de sus fronteras,
aún en conflicto con las políticas de los Estados Unidos en la región, plan-
tea la necesidad de repensar el papel que los estados latinoamericanos
jugaron en los conflictos regionales que tuvieron lugar en el marco de la
guerra fría. Aunque mucho más limitado en extensión, cobertura y recur-
sos, el caso argentino representa una contrápárte desde el anticomunismó
al caso del activismo de Cuba en el Tercer Mundo. Es decir, los casos de
-
Argentina y Cuba revelan que ciertos países latinoamericanos diseñaron
y llevaron a la práctica formas de intervención en el Tercer Mundo inde-
endientemente de as gran. - • o u as n es e sen le o, el caso argen-
tino es especia mente re ev' ante, porque permite analizar la dinámica de
la guerra fría desde la perspectiva de "país del Tercer Mundo a país del
Tercer Mundo", tal como lo señalara Piero Gleijeses en- referencia al caso
dé Cuba.9
Es interesante observar que en cuanto a América Central, estos casos
muestran que los Estados Unidos y la Unión Soviética no deben conside-
Véase el capítulo 5 de mi libro La Argentina, los Estados Unidos y la cruzada anticomunista
en América Central, 1977-1984, Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, 1999.
9 Piero Gleijeses,
Conflicting Missions: Havana, Washington, and Africa, 1959-1976, Chapel
University of North Carolina Press, 2002. La cita está en la p. 9.

324 • AREL C. ARMONY
rarse como los únicos actores externos principales en esta región durante
la guerra fría. Al produci - a revo ucion en : , ; i o • *: - - e-
rior de la URSS hacia la repon estaba etermina a po una com ma-
çión dejazrzgily m s. La simbiosis entre
un "expansiomsmo imperial" y un "proselitismo ideológico" se remontaba
a los años veinte y aunque continuaba viva durante el liderazgo de Leoílid
Brezhnev, ya se encontraba en proceso de franca decadencia."' Si bien
la Unión Soviética no deseaba abandonar a los sandinistas, no estaba dis-
pues . a ace . a car: • e "otra Cuba" en un área de importancia sem-
§ aria para el Kremlin. Las Consideraciones ideológicas se balanceaban con
la preocupación de prevenir una confrontación con los Estados Unidos
en un área que Moscú veía como parte del "patio trasero" estratégico nor-
teamericano. Es d - . : se comeo _ó como un acto irudente
co -a o . los dr lo e cesos en Centroamérica."
En contraste con la idea, por parte de • oqúe an icomunista, de que
el "expansionismo soviético" servía de fuente al movimiento revolucio-
nario en América Central, la política exterior soviética hacia la región
-en particular, hacia Nicaragua- fue mayormente reactiva. La URSS incre-
mentaba su asistenciaeconómiTcrirl ni err
a állialárua en respuesta a
la agresión financiada por los Estados Unidos. Hasta mediados de los
ochenta, la asistencia militar soviética a Nicaragua se limitó a la defen-
sa de la revolución frente a la agresión "contra" erreirárnover
la-* • ' e enea. En contraste, Cuba prom ovió políti,
de apoyo ajos movimientos revolucionarios en la región en franca contra-
dic yo e - _eses del w« n.
La administración ez . por Carter, a su vez, subrayó su com-
pr6miso de abandonar lo que se percibía,Ono 'una "tradición de manipu-
lación" del Tercer Mundo por paite de_.lonstados Unidos, y procuró asu-
mir en cambio una actitud de cooperación abierta con estos países. Lá
nueva politica atribuía un papel distintiyci-a América tafina. Se escogió
esta región para que funcionara como un laboratorio de la concreción de
la promesa gubernamental de implementar un sincero diálogo ,norte-sur,
comu r
abandonando, según lo expresaba Carter, el "ilialder
ntmo - res *a o . outIolutia s. er o casor que
'°Vladislav Zubok y Constantine Plesbakov, Inside the Kremlin's Cokl War: From Stalin lo Khrus-
hchev, Cambridge, Harvard University Press, 1996, pp. 3-5, 280-281.
"Véase Danuta Paszyn, The Soviet Atharde Lo Political and Social Chaitge in Ceptral America,
1979-1990, Nueva York, St. Martin's, 2000.
12idem.
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 125 -
compartiera ese 1. • - e con nosotros"." Los puntos centrales de esta polí-
• eron as negociaciones para un tratado por el canal de Panamá, el
compromiso co o os derechos humanos y la demot-r-
ferio , ción de me orar .as r:xsoiro,shwelo). - o a. 7ffliéntáTiria,
desde la perspectiva de Washington, era un área gris del mapa geopo-
lítico internacional, por lo tanto, un lugar adecuado y seguro para que el
gobierno estadounidense llevara a la práctica su innovadora agenda."
Tanto la posición soviética con respecto a la región como la política
de derecha e —. o Ca
rter no nómeno
revo ucionario en América Central -ya sea su triunfo o fracaso- tenía
unriéTe-vca mayor para países comórirbál
los Estados Unidol (moi
—iiénnrieerrtrári— nenos)
VTIUnión-Soviética." En otras paTabras, mientras que el Kremlin pro-
Trabrun aceinitténto cauteloso hacia el régimen revolucionario de Nica-
ragua y los movimientos rebeldes en la región, 1,129110..de,
basaba, entre otros factores, en la percepción de qi e i larlealoszik,
ti,cazizwasmin .segunda mitad de los setenta y en la posibi-
lidad de encontrar un modus vivendi con la -triunfante coalición dirigida
por los sandinistas.
u
En contras - -1 p• .r anentino mantenía una actitud fuer-
- .t.a . la contienda anticomunista. go 'memo
argentino veía la tensión con los Estados 1 mi os como un choque entre
la falta de realismo politico de Carter (un resultado de su enfoque moral
de la política exterior) y la necesidad argentina de combatir y aniquilar
un movimiento armado insurreccional auspiciado por Cuba y la Unión
Soviética. Los militares afirmaban que, en los arios setenta, dicho movi-
mi o o ha oía-contribuido •o . •aís al borde de la desin • ación
La decisión argentina de ocupar el lugar de los Estados Unidos en la
lucha hemisférica contra el comunis o, toinacia-d-ara
Caer, _ni•- cába la eterirunación e las fuerzas armadas de proyectar su
"Discurso del presidente Ca)eren la ceremonia de graduación de la Notre Dame University,
22 de mayo de 1977, en Atneridn Foreign Policy Current Documents 1977-1980, Washington, D.C.,
Departamento de Estado, 1984, pp. 6-7.
"Para un análisis de América Latina como zona gris, véase Lars Schoultz, National Securi-
ty and United .States Policy Ruud Latin America, Princeton, Princeton University Press, 1987,
pp. 268-307.
"Paszyn, The Soviet Attitude, p. 2.
"Entrevista del autor con el general retirado Miguel Ángel Mallea Gil, ex agregado militar en
los Estados Unidos, en Buenos Aires, 18 de agosto de 1993.
 TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 327
326 ARIF1 C. ARMONY
lo que percibían como una abdicación estadounidense en materia de se-
influencia a través de América Latina. La intervención argentina contra
el "marxismo internacional" en el hemisferio era coherente con la afir- guridad hemisférica, los argentinos decidieron enfatizar un programa de
expansionismo continental que aspiraba a frenar y, eventualmente, derro-
mación de los generales de que su país había padecido "una invasión sovié-
tar la avanzada revolucionaria en el hemisferio.
tica a través de la sucursal cubana"." De acuerdo con uno de los más noto-
iabíasiçto el Si bien la ideología anticomunista impulsaba en gran medida el com-
rio • • - • • . 'ie. :•
portamiento argentino en política exterior, ésta aparecía en combinación
ctórinterrraciemlAur....ur~
campa.delatallale con unchstuagi, natismc qatilítieómico Un buen ejemplo de este
No obstante la victoria militar sobre los Montoneros
América Central. 18
_
pragmatismo —e independencia en política exterior— fue la decisión del
y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) hacia finales de 1977, la
gobierno militar argentino de no sumarse al embargo de granos contra la
cúpula militar en Buenos Aires consideraba a grupos guerrilleros argen-
Unión Soviética im ulsado por la administración Ca .hepi.etr-teigirtliii
tinos operando en el exterior como una amenaza que había que erradi-
ética a Afganistán. Al mismo tiempo que los militares argen-
car." En consecuencia, se veía . •, • Inir. le s allá de las fron-
• al esencial de la - • i • - . contra tinos se embarcaban en una serie de operaciones extraterritoriales vistas
teras nacionales como una i". -7 desde el prisma de una confrontación global contra el comunismo, éstos
la organizaciones rm jeZ°
$...1.1,111...i.1.1',5-gc
:º'Z'a£_ icos no mantuvieron firme su decisión de ocupar un lugar central como provee-
os militares argentinos sostení~ dor cerealero de la URSS. Aún más, debe destacarse que la decisión argen-
- • •. El alto niáncio
.• .1
•
tina de no sumarse al embargo contribuyó al eventual fracaso de las san-
militar creía que los riesgos que ofrecía el avance comunista en América
Latina planteaba la necesidad de crear un frente político y militar de ciones norteamericanas."
carácter hemisférico capaz de hacer frente al nuevo tipo de conflicto." La
asistencia multilateral convencional contra la agresión externa —como La "comunidad informativa"
la establecía el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (nAR)—
se consilealakialecuáda para esta nueva realidad. Ante in -grégr6n Debido al carácter ideológico asignado al conflicto con el enemigo revo-
- lucionario, el aparato de inteligencia de las fuerzas armadas argentinas
de lannternadonal Marxista Comunista", el conceptoldd:212122
cobró una importancia clave en la campaña represiva doméstica y, espe-
cionales se subordinaba a una dimensión ideoló *ca.
a mi itár, a guerra revolucionaria comunista cialmente, en la proyección extraterritorial del régimen militar. Hacia
Desee e p • ' S finales de los cincuenta, el nuevo supuesto de que la guerrásontr~
determinaba un nuevo tipo de confrontación en la que no había partici-
padón geográfica alguna que circunscribiera las operaciones militares cionapithdemandába un uso de la inteligencia mucho más vasto y sofisti-
a conflictos sepárados. Si el enemigo maryistajlplicaba 41. estrategia cado queeeigadaddaiiirgtérfá—Egórje
-- -nciona
un amplio aparato de intelaria ;.- t "." 1:11110n_1 1
global que ignoraba la noción de fronteras convencionales, la respuesta
e. alidad." En función de
dél bloque. occidental debía adecuarse a la nuevá:r "Wolf Grabeild.orff, "¿De país aislado a aliado preferido? Las relaciones entre la Argentina
batalla de la tercera y los Estados Unidos: 1976-1981", en Peter Waldmann y Ernesto Garzón Valdez (comps.), El poder
" General Santiago Omar Riveros, citado en Horacio Verbitsky, La última militar en la Argentina, 1976-1981, Buenos Aires, Galerna, 1983, p. 159; Aldo C. Vacs, "A Delicate
guerra mundial', Buenos Aires, Legasa, 1984, p. 21. El Estado terrorista argentino, Bar- Balance: Confrontation and Cooperation between Argentina and the United States in the 1980s",
18 General
Ramón Camps, dtado en Eduardo Luis Duhalde, Journal of Interamerican Studies and World Affairs, vol. 31, núm. 4, 1989, p. 33. Véase Aldo C.
celona, Argos Vergara, 1993, p. 81. Vacs, "The 1980 Grain Embargo Negotiations: The United States, Argentina, and the Soviet Union",
"Véase, por ejemplo, Cable de la Embajada de los Estados Unidos pn Buenos Aires, "Periodic
U.S. Department of State, Argentina Declassifi- edición revisada, Pew Case Studies in International Affairs, Washington, D.C., 1992.
Rights Trends Reporting", 27 de julio de 1979, en 24 Daniel H. Mazzei, "La misión militar francesa en la Escuela Superior de Guerra y los oríge-
cation Project, 1975-1984, disponible en http://foia.state.gov p. 127.
nes de la guerra sucia, 1957-1962", Revista de Ciencias Sociales, núm. 13, 2002, p. 129. Antes de
"Entrevista con Mallea Gil; Verbitsky, La última batalla, hacer hincapié en la seguridad interna, las fuerzas armadas argentinas trabajaban primordialmente
Tale of Tivo Policies: U.S. Rela,tions with (he Argentine junta, 1976-1983,
" Mark Falcoff, A sobre la base de una hipótesis de conflicto con Brasil y Chile. Por consiguiente, los servicios de inte-
Filadelfia, Foreign Policy Research Institute, 1989,Anp.Intellectual
43. Biography, Austin, University of
Argentina's "Dirty War": ligencia militar se concentraban principalmente en reunir información sobre dichos países. Entre-
22 Donald C. Hodges, p. 21; Duhalde, El Estado terrorista,
Texas Press, 1991, pp. 128-129; Verbitsky, La última batalla, vista del autor con el general retirado Eugenio Alfredo Dalton, en Buenos Aires, 6 de agosto de 1993.
1983, p. 81.

328 • ARIEL C. ARMONY
En los años sesenta, el énfasis tiv-la-guerra -dt-contrai
ijIteli~t erna - lucionaria (CR), una onanizac . ■ 1 de coléHiarc7e71,7érun ocumen-
rición clelaurimeros f.252sperril
13, TailensLrátticó dentro de la estructura castrense. En la década si-
2guiente, el aparato de inteligenciaevoirjrór -
ió ha stáSinsformarse en una
faceteatina.deLEstada, con su propia lógica y reglas de funciona-
miento autónomas. Documentos del Departamento de Estado norteame-
ricano recientemente desclasificados confirman el papel central que juga-.
ron los servicios de inteligencia en los ámbitos doméstico y extraterritorial
durante los setenta y principios de los ochenta. Como lo señala un memo-
rándum de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, fechado
en agosto de 1980, los servicios de inteli:e ..-, - #4,- ei • u -I : - : . . lón
601 de Inteli. en • el e'ército, ejercían una enorme influencia sobre
las ecisiones del gobierno militar."
Dado que cuerpos como el Batallón 601 conformaban el núcleo del
aparato represivo -por ejemplo, debido al lugar central que ocupaba en
t
la recolección de información, su alto grado de autonomía y su acceso
directo al "botín de guerra" en la campaña de secuestros y "desaparicio-
nes"- su crítica influencia sobre las decisiones políticas del gobierno
significaba que las acciones extraterritoriales eran, en su mayoría, diseña-
das e implementadas por el sector más violento y de 'Mayores recursos de
la estructura.militar. Las unidades del espionaje militar tenían la instruc-
'ói- e e u antener un interc . mbio s • .s anente de inteli:encia con este
y la docu-
'a .. ón--- remitirle todo el es ui • miento militar no identificado
nnentrióirearturattgrintierri4 - :._ . . e ' - , : • *dad. S-e-Cii.es-
26
así también
tros de disidentes políticos e»...204~,14.21.
como la participación de los servicios de inteligencia argentinos en el golpe
~acciones con importantes consecuencias en las relaciones
exteriores de la Argentina- mostraban la extraordinaria influencia que
los servicios de inteligencia teñían sobre el aparato político del gobierno
militar. ._ _-
La inteligencia militar prestó particular atención'a los vínculos trans-
nacionales entre las organizaciones insurgentes. Los informes militares
25
Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, memorándum pileparado por Towsend B.
As Prisoner of Army Intelligence", 18 de agosto de 1980, en
Friedman, "Hypothesis: The GOA
Departamento de Estado de los Estados Unidos, proyecto de desclasificación de Argentina.
"Comando general del ejército, EMGE, Jefatura II de Inteligencia -en lo sucesivo Cdo. J. Ej.
(EmGE-Jef. LO- anexo i (Inteligencia) a la directiva secreta del comandante en jefe del ejército núm.
404/75, "Guerra contra la subversión", firmada por el general Roberto Eduardo Viola, Buenos
Aires, 28 de octubre de 1975, p. 10, en Archivo del Centro de Estudios Legales y Sociales (cm,$),
Buenos Aires.
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 329
destacaban, en particular, la importancia de la Junta Coordinadora Revo-
1 itares, para prolongar el despe . u un P: 4 0' . '4 e - os anos
sesenta e infundirle nuevas metas y estímulos". 27 El núcleo de la JCR
estaba formado por organizaciones guerrilleras de la Argentina, Chile,
Uruguay y Bolivia." La alianza entre los grupos guerrilleros fue esta-
blecida formalmente en 1973, poco antes del golpe militar que derrocara
a Salvador Allende en Chile." Un informe secreto militar decía que, en.
procura de su objetivo estratégico inicial de crear una vanguardia revo-
lucionaria latinoamericana unificada, la JCR había establecido contactos
con organizaciones insurgentes del Brasil, Paraguay, Perú, Venezuela,
Colombia, México, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y la República
Dominicana." E • ter . s - observar que una de las fuerzas de tareas
del Batallón 601 se dedicabatulusivamente monyarto • - • • • -
a la J_CR y_ 4-u-é-uña sección analítica del batallón se ocu
supuesta . : : --4 . e .so-vietwas7rnmos, cubanos y norcoreanos
en...Argentia31
La coordinación resiva la internacionalización del aparato con-
.
ni a es autonomas e
tr sur ente argentinó exigió el desarro o de u-ra"----7-71-
inteligencia que e la erar desde bases ubicadas fuera del país y el es-
tablecimiento de conexiones con redes transnacionales. Como parte de
la respuesta a la internacionalización del aparato insurgente, la conduc-
ción militar argentina autorizó la formación de una unidad especial de
inteligencia, Gru o de Tareas Exteri creado como una prolongación
el- : ; . 5 i! • - • s 1.- encia. Su cuartel general fue establecido en
-
Elorid4,245,tadoLUnitl, desde donde la um e.s se e igencia c s• •mó
embarques de armas y pertrechos militares, transacciones financieras y
" Cdo. J. Ej. (EmGE-jef. 11), anexo i a la directiva secreta núm. 404/75, "Resumen de los
orígenes, evolución y doctrina del I'IZT/ERP y la jcit", firmada por el coronel Carlos Alberto Martínez,
subjefe de inteligencia del ejército, Buenos Aires,. 28 de octubre de 1975, p. 7, en archivo del CEIS.
"Véase cable del Departamento de Estado de los Estados Unidos, "South America: Southern
Cone Security Practices", 20 de julio de 1976; reporte del Departamento de Estado, Bureau of
Intelligence and Research, "South America: Southem Cone Security Practices", 19 de julio de 1976,
en Departamento de Estado de los Estados Unidos, proyecto de desdasificación de Argentina.
"Dinges, The Condor Years, capítulo 4.
30 Cdo. J. Ej. (EmGE-Jef. u), anexo a la directiva secreta núm. 404/75, "Resumen de los oil-
genes...", pp. 7-9.
31 Memorándum de conversación de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires,
"Nuts and Bolts of the Govemment's Repression of Terrorism-Subversion", 7 de agosto de 1979,
p. 8; memorándum de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires preparado por James
J. Blystone, "Reorganiz,ation of «601»" y "Organizational Chart of '601", 6 de febrero de 1980, en
Departamento de Estado de los Estados Unidos, proyecto de desdasificación de Argentina.
 330 • ARIEL C. ARMONY
operativos de inteligencia e instrucción contrainsurgente en apoyo del pro-
grama contrarrevolucionario de Argentina en Centroamérica. De acuerdo
e pe' ,.; e- .4 eri• u. Se-
„—z.cn.u.eLteatiawpie
nado estadounidense por Leandro Sánchez Reisse, un ex_ag~s-
ligencia del ejército argentino, la Agencia Central de Inteligencia (ciA)
—que se había mantenido al tanto—d111~~"árdi
guerra sucia en Argentina— continuaba monitoreando,de cerca las accio-
L, nes clai.IdetiasALAJgentinilen los Estados Unidos: 32 -----
—Bajo empresas pantalla, los argentinos circularon íriilltes de dóla-
res en cuentas de los Estados Unido r-St~irnattrmás7Tinslas
a Gran
manz.. i y a árfir"--ixradquisicióirelé -áti-n—
a—s -
Tpertle-
chos militares se realiza*GaTiTilVérde canales no oficiales de fuentes tan
diversas como Alemania Oriental, Gran Bretaña, Taiwán, Tailandia y
Corea del Sur. Las armas se compraban también a proveedores cubano-
norteamericanos y se enviaban a Centroamérica a través de Panamá,
entre otras vías. 34 La red clandestina creada por la inteligencia militar
argentina sirvió, además, como un conducto para el tráfico de drogas y
el lavado de dinero, actividades que iban más allá del propósito original
de repeler la amenaza comunista en el hemisferio.
Es interesante observar que las entidades financieras con las que tra-
bajaban los agentes de inteligencia argentinos en el exterior estaban en-
vueltas en otrp$ pe: • eios jle- •or e'emplo, e lavado de difiero del nar-
„sótáts i • _cob a su vez, estas en i• ades cump iero n pape
central en la opéracion Irán-contras durante e :obierno d - • an."
La base se inte igencia argentina e • e " a. os nio os cooperaba a su
vez con el Centro Piloto de la marina argentina que funcionaba en París.
" Congreso de los Estados Unidos, testimonio - de Leandro Sánchez Reisse, pp. '14-17, 26-27,
34-37 y 111. Sobre las actividades del Batallón 601 en otros países (Brasil y Perú, por ejemplo),
véase los siguientes memorandos de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires: "Con-
versation with Argentine Intelligente Source", preparado por James J. Blystone, 7 de abril de
1980; "Meeting with Argentine Intelligente Service", preparado por Blystone, 19 de junio de
1980; y "A sourte in Argentine Intelligente Services Reviewed the Following Subjects with Me",
preparado por Tovvsend B. Friedman, 21 de agosto de 1980, en Departámento de Estado de los
Estados Unidos, proyecto de desdasificación de Argentina. Véase también el cable de la embajada
de los Estados Unidos en Buenos Aires, "Argentine Citizens Missing in Peni", 24 de julio de
1980, en Departamento de tstado de los Estados Unidos, proyecto de desclasificación de Argen-
tina.
33 Testimonio de Sánchez Reisse, pp. 18-19 y 56.
34 Ibidiem, pp. 52-54 y 140; Scott and Marshall, Cocaine Politics, p. 49.
"Véase testimonio de Sánchez Reisse, pp. 53-54 y 113-115; R.T. Naylor, Hot Money and
¡he Politics of Debt, Nueva York, Linden-Simon and Schuster, 1987, p. 292; National Security
Archive (comp.), The Iran-Contra Affair: The Making of a Scatulal, 1983-1988, Alexandria, Chad-
wyck-Healey, 1990, pp. 89-90 y 113.
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 331
El propósito de ese centro era producir material de propaganda favora-
ble al régimen militar, recolectar información sobre los grupos opositores
argentinos en Europa e infiltrar organizaciones de derechos humanos."
Las operaciones en Centroamérica
La proyección argentiérica Central se exte____ en Nicaragua
(durante el gobierno de Soingslal Salvador, Guatemar---77ar-- a y oi Iras.
Lffilitnlinos p&ticiparon
en estos países como en la'gu.erra contra el régimen sandinista. Gracias
a sus vínculos personales e institucionales con varios de los dirigentes cen-
troamericanos, así también como a la rápida decisión de proveer asistencia
en la lucha contrarrevolucionaria, los asesores militares argentinos circula-
ron con facilidad de país a país en la región centroamericana, lo que agilizó
el eventual establecimiento del programa antisandinista.
La experiencia contrainsurgente en Centroamérica expone una dimen-
sión poco estudiada de la guerrá fría en América Latina: la existencia de
una cultura militar hemisférica resultante de •roces —os—iá- transi cftm-até?'
se ee acion iseo : - os que influencias externas (Francia
y Estados Vine os, porej se co I • re on en es ee entrej3_11.-/4
miento e ideas locales. En este sentido, va e a pena mencionar el peso dé
dtvna contrarrevolucionaria francesa y las políticas
de seguridad estadounidenses en la formulación de la doctrina de la segu-
ridad nacional argentina —el componente ideológico central subyacente
al terrorismo de Estado.
La in uenci e los Estados Unidos enfatizaba la capacitación técni-
ca ara la guerra 7p9ntrainsurgen -; v.sa a necesidad ee una.
_clefelywo ectiva de • emis - - • • oca« en m contra el expansipmsmo comu
,..nist2i,La experiencia norteameilik na : erra i Ot am fue una:
fuente importante drIzei_ji tow e materia de técnicas de contrainsurgen-
cia para los militares argentinos.UlEscuela de las Américas, ubicada
en la zona del canal de Panamá, tuvo un papel crítico en la circulación
de coaciiaijtotécnico para la gu.erra contrarrevolu mas,
(36
estimonio de Sánchez Reisse, p. 140; Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas
(Co ep), Nunca Más, Buenos Aires, Eudeba, 1984, pp. 133-134.
37 Ramón J.A. Camps, "Apogeo y declinación de la guerrilla en la Argentina",
La Prensa,
Buenos Aires, 4 de enero de 1981; David Pion-Berlin y George A. López, "Of Victims and Exe-
cutioners: Argentine State Terror, 1975-1979", International Studies Quarterly, núm. 35, 1991,
pp. 69-71.
 TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 333
332 • ARIEL C. ARMONY

en el establecimiento de redes anticomunistas continentales compuestas el uso de la tortura) y el control social de la población (el que incluía la
• as os . - • anos • -n a y se- "desaparición" de presuntos enemigos). En el contexto de la guerra con-
prilitrag:...4..112.1_22.. ....,.. - , que, pese a dicha influencia, muchos de trarrevolucionaria recía como legítima dado que_p_er_ mitlá
los oficiales argentinos sostenían en los arios setenta -refiriéndose al con- --•.•. e • • • a e lege • • •n necesaria para penetrar la estructu-

flicto interno en su país- que "los Estados Unidos no entendían que la ra clandestina de las organizaciones revolucionarias. Además, la tortura
era vista como una opción moralmente 'aceptable a la luz de la amenaza
guerra antisubversiva era [fundamentalmente] ideológica" ."
to hoa sido mregne osas
,i ineAní_i
__n_sam que la subversión representaba para la integridad misma del Estado. 42
La influencia de la corrien ‘te francesa de pe Los métodos empleados por los franceses-eiaidorlina~a sirvie-
--elfildiada. Desairó-
rada en las -o-Y1-0:'
(19544 962), esta doctrina hacía hincapié en un enfoque ideológic ron de modelo en la campaña contrainsurgente argentina; por ejemplo,
o nacionalista francés en la provincia de Tucumán (donde se implementó el llamado "Operativo
bal del fenómeno de la insurgencia. ELQatd1 .
entinm Esta ver- Independencia") y en la ciudad de Buenos Aires. 43
ejerció una influencia decisiva sobre los militares—
tiente ideológica integraba el nacionalismo militar francés y la corriente Este tipo de experiencia en el frente interno fue diseminada a través
del hemisferio pop-los-argendnos. raii;51 --díTjoficia—H-V-- s .centroamencanos
de pensamiento de grupos ultraconservadores como Cité Catholique. Los
contribuyeron educados-errias tares argentinas (Colegio Militar y Escuela
matices mesiánicos de la doctrine de La guerre révolutionnaire las fuerzas~ Superior de Guerra) a principios de los años sesenta tuvieron un papel
a fortalecer en los militares argentinos la visión de que
iiimirci polític. e -- importante en el aparato represivo centroamericano y en la organización
jjg lesempeñar "_papel cardinal en la cor de la oposición al régimen sandinista. Es decir, la circulación de conoci-
o a su córii-rfaisóffiri ision a s' tado, es s ecir ce
e
ptomoclaZel-td La noción del bien común se re acionaba es- miento y las relaciones individuales (sobre todo a causa de las intensas
trechamente con una teoría del Estado según la cual éste se concebía como lealtades personales resultantes de la socialización y el reclutamiento) juga-
ron un papel decisivo en la alianza contrarrevolucionaria hemisférica. Los ?
un todo orgánico que respondía al "orden de la Creación"." Por lo tanto,
la misión de las fuerzas armadas era defender la nación de cualquier argentinos, a su vez, llevaron los métodos contrainsurgentes directán
a Centioaméricesta en práctica de la doctrina militar francesa
intento de socavar el orden moral natural -en otras palabras, su propia
la premisa que toda distinción entre combatientes y po-
esencia las- definía como guardianes del "ser nacional" ,41
blación civil debe desaparecer- resultaba evidente en la organización y
Militarmente, los franceses habían desarrollado un importar4211----
adiestramiento del ejército antisandinista; por ejemplo, cuando los ase-
de ideas y técnicas de guerra contrainsur ente, especialmente en cuanto
aciones ur anas, proce imientos de interrogación (incluyendo sores argentinos entrenaron exiliados miskitos en la provincia hondureña
de Gracias a Dios."
8 de agosto de 1993.
Walter Goobar, "Escuela de dictadores", Pálina 12, transmisión de ideas y la construcción de redes gen- on espa-
38
"Entrevista del autor con el coronel Miguel Angel Li Puma, en Buenos Aires, 18 de agosto ,• ,
Princeton, a•a , nsnacionales e e gran i s I uenaa en os setenta y comien-v
de 1993. The State and Society: Peru in amparative Perspective,
4 Véase Alfred Stepan,
Las reuniones de a Col ,a e a 1 U comunista a-
Princeton University Press, 1978, pp. 31-32 y 37. tinoaniericana (cm.) son una clara ilustración de la existencia de estos
Entrevistas del autor realizadas en Buenos Aires con los siguientes oficiales retirados del
41
ejército: general José Teófilo Goyret, 5 de agosto de 1993, general Ernesto Víctor López Meyer, espacios. Sólo esñecesario revisar brevemente la lista de participantes del
4 de agosto de 1993, y coronel Horacio P. Ballester, 28 de julio de 1993; Carina Perelli, "From
Counterrevolutionary Warfare to Political Awakening: The Uruguayan and Argentine Armed
vol. 20, núm. 1, 1993i pp. 28-29 y 40 (nota 14); 42 Mazzei, "La misión militar francesa", pp. 124-129.
Forces in the 1970s", Armed Forces and Society, Journal of Interamerican "Ibidem, p. 112; Pierre Abramovid, "Argentine: l'autre sale guerre d'Aussaresses", Le Point,
Gustavo Gorriti, "Beyond the Epics of Failure: The Post-Utopian Left",
Affairs, vol. 36, núm. 1, 1994; Mazzei, "La misión militar francesa", pp. 111- 15 de junio de 2001.
Studies and World
115. Sectores del catolicismo fascista argentino —tales como el cura Julio Meinvielle— promovieron «Acdel Edgardo Vilas, Tucumán : el hecho histórico ("El plan táctico que posibilitó la victoria
un pensamiento fuertemente anticomunista y antisemita que se nutría directamente de la doctri- contra el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1975"), panfleto sin fecha, p. 5; Mazzei,
na francesa y se entrelazaba con la doctrina de la guerra no convencional contra la "subversión". "La misión militar francesa", pp. 124; Oscar R. Cardoso, "El último secreto del Proceso: apéndice
Véase "Julio Meinvielle", en "Proyecto filosofía en español", disponible en http://www.filosofia.org/ sobre la experiencia argentina", en Christopher Dickey, Con los contms, Buenos Aires, Sudamericana-
Planeta, 1987, p. 309; Wall Street Journal, 5 de marzo de 1985.
ave1001/a059.ht11NOTE -
 334 • ARIEL C. ARMONY
Cuarto Congreso de la chi, celebrado en Buenos Aires en 1980, para obser-
NliTingrol isal
- de la red anticomunista. La reunión estuvo
______ rez Máson, uno de los ideó-
presididrFórerk
logos- principales detá-FroWaWaraterritorial argentina. Entre los
) delegados llegados a Buenos Aires se encontraban el presidente de la LAM,
Woo Jae Sung, el ministro de Defensa de Paraguay, general Marcial Sama-
niego, los líderes de escuadrones de la muerte Mario Sandoval Alarcón
(Guatemala) y Roberto D'Aubuisson (El Salvador), el terrorista italiano
Stefano delle Chiaie, asesores de los senadores republicanos Jesse Helms
y James McClure, y representantes de Alfa 66 y la logia masónica italiana
Propaganda Due (P-2). 45
Distintos sectores de la sociedad civil apoyaron la cruzada contra el
comunismo, creando un tipo de colaboración en la que las barreras entre
lo local y lo externo dejaban 'de existir. En general, estos grupos contaban
con gran capacidad para movilizar recursos económicos. Por ejemplo, fi-
. nancistas y empresarios argentip.os_contribuyeron fondos para las -ope-
xac-iones-seeretastelilátáró; 601 en -AiiisérreáTentfa~s -delás
corporaciones mas pode~tirlet-Arge nolyidenio
Ledesma, estuvieron vinculadas con la campaña extraterritorial." Incluso
10.Malffireamoo dm
. -y a pesar del antisemitismo del gobierno militar- un sector influyente
de la comunidad judía en Buenos Aires dio apoyo financiero al salvado-
reño_D'A~711755 é-. e -- e' ' .- -' s . 11. . .. importantes de la ultra-
- -
---ttererfircliróálericana, directamente vinculado a grupos paramilitares,
implicado en varios asesinatos políticos (entre ellos el del arzobispo Oscar
Romero) y uno de los enlaces clave *Con . 1á misión argentina en El -Sal-
. ron secretarlynte
vador.47 •.
A nivel gubernamental también-es posible rastrear zonas de Contacto
transnacional en las que los distintos proyectos de países dentro y fuera
45 Entrevista del autor con Rogelio García Lupo, en Buenos Aires, 3,0 de julio de 1993;
Scott Anderson y Jon Lee Anderson, Inside the League, Nueva York, Dodd, Mead, 1986, pp. 11,
75, 107, 147 y 264; "Argentina Redraws the Ideological Map of Smith America", Latin America
pp. 91-92; Scott y
Weekly Report, 19 de septiembre de 1980, p. 5; Verbitsky, La última batalla,
Marshall, Cocaine Politics, pp. 43 y 46.
"Nicaragua, Ministerio del Interior, Dirección General de Seguridad ,del Estado, memorándum
secreto con respecto a la participación de las fuerzas armadas argentinai y sus servicios de inteli-
última
gencia en la agresión contra Nicaragua, circa . 1984, en los archivos del autor; Verbitsky,- La
batalla, p. 93.
47 Memorándum de conversación de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires acerca
de la visita de Roberto D'Aubuisson a Buenos Aires, 5 de enero de 1981, en el archivo compilado
por el National Security Archive, El Salvador: The Making of U.S. Policy, 1977-1984, Alexandria,
Chadwyck-Healey, 1989; Laurie Becklund, "Death Squad Members: «Over the Edge»", en Los Angeles
Times, 19 de diciembre de 1983.
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 335
de la región se entrecruzaban a varios niveles y con distintos grados de
intensidad. Por ejemplo, los militares argentinos tuvieron un papel en
elp.L-ograma
__ norteamericano para enviar encu le amen . . ran
con la , . - e é
ama era pa e se a`e -- ;" • ver
North destinada al reaprovisionamiento de los contras nicaragüenses. -
En este caso, una compañía argentina de cargas aéreas, Transporte Aéreo
Rioplatense (Ti), perteneciente a oficiales de alto rango de la fuerza aérea,
transportó equipos militares israelíes a Irán. Dicho material bélico había
sido vendido a los iraníes por una firma pantalla israelí."
Nicaragua
Después de tomar el poder,.._111,
ei «Arge l , las fuerzas armadas
cultivaron una estrecha relación con el régimen de Anastasio Somoza De-
bayle (1967-1979). Oficiales de la gua a • ; - ; ; • raguense reci-
bieron instrucción especializada en las academias militares y policiales
argentinas; este país también vendió equipamiento militar a Nicaragua
y proporcionó a las fuerzas de seguridad de Somoza asesoramiento en con-
trainsurgencia. Y cuando la rebelión popular contra el régimen de éste
se intensificó, la Argentina aumentó su apoyo a Nicaragua. El régimen
castrense argentino intentó frustrar la caída de Somoza proporcionándole
un apoyo militar encubierto hasta la víspera, del triunfo revolucionario
sandinista. •
En la Conferencia de Ejércitos Americanos realizada en Managua en
Sr eera ' o erto Vio a e a miran e milio Massera garantiza-
al gobierno
uno somocista un amplio
- a
w poyo de'
o la Argentina
para su esfuerzo antiguerrillero; el dictador nicaragüense confiaba en que
una guaral77ys jnás
' poderosa y reorganizada derrotaría a los insurgentes
sandinistas. 49 Cuandacarter cancelóJa___ asistencia militaara
a principios de 1979, la Argentina junto con Israel (que se convirtió en
el principal proveedor miliffr-taomoza), Sudáfrica, Brasil, El Salvador
"Contrato firmado por José María Patetta (TAR) y Stuart J. McCafferty, en Miami, el .7 de julio
de 1981, en los archivos del autor; entrevista con García Lupo; Scott Annstrong et al., The Chronolo-
gy: The Docutnented Day-by-Day Account of the Secret Militaiy Assistance lo Iran ami the Contras,
York, Wamer Books, 1987, pp. 7-8. En julio de 1981, un avión de TAR se estrelló cerca de Yerevan,
Nueva
en la ex Unión Soviética, luego de perderse, al parecer, sobre la frontera de este país con Turquía y
ser interceptado por cazas soviéticos. Véase Mario Diament, "La asombrosa historia del avión
argentino que cayó en la Unión Soviética", Siete Días, Buenos Aires, 28 de
"Duhalde, El Estado terrorista, p. 118; Roberto Bardini,
octubre de 1981.
Monjes, ntercenarios y mercaderes: la red
secreta de apoyo a los Contras, México, Alpa Corral, 1988, pp. 103-105.
 , -...;.., ,
336 • ARIEL C. ARMONY
y Guatemala, ocuparon el lugar de los Estados Unidos," La tempran:al
is a entre los niilita
tff—ra------ moza continutPt
hasta los últimos días del gobierno somocista y se prolongó durantq,k1A :
periodo de respaldo argentino a los remanentes de la guardia nacional
Como parte de los operativos de captura de disidentes políticos .k4:1 _ _
el resto del continente y en Europa, los militares argentinos enviaral ___,.
agentes a Nicaragua en 1978 para identificar a los guerrilleros argentiiil ,•, , •
que combatían en las filas sandinistas. La aspiración del equipo comandó '1
de Argentina, que trabajó en conjunción con la Oficina de Seguridad
Nacional (osN) de Somoza, era capturar cuadros exiliados del ERP y Mon-
toneros.s 1 Según testimonio de un asesor argentino de la guardia nacio-
nal, las operaciones de inteligencia llevadas a cabo en esos arios empleaban • •
las•técnicas "no convencionales" que se habían utilizado en Argentina ;•:. según lo explicó un ex funcionario de la Fuerza Democrática Nicaragüense
durante la guerra sucia, es decir, torturas, desapariciones, y otras acti-
vidades represivas fuera del marco de lo legal." _ •
Luego de la caída de Somoza en julio de 1979, el brigadier general
Rubens Graffigna, 'comandante en jefe de la fuerza aérea argentina, dijo
que la pérdida de un país en manos del marxismo representaba una seria 1 . - cipió habían sido metas nacionalistas adecuadas a la particular situación
amenaza para la seguridad hemisférica. Graffigna hizo hincapié en que
la Argentina, victoriosa contra la subversión, debía encabezar la defensa
del hemisferio occidental. "Es un hecho que no hay política interna sin
proyección extraterritorial", señaló en un discurso en septiembre de
1979." Tal como he explicado, esta visión era parte de una doctrina más
general desarrollada por sectores del ejército con fuertes vínculos con el
aparato de inteligencia. Estos sectores no estaban dispuestos a abandonar
los objetivos de la guerra sucia, aun cuando el "enemigo" hubiera sido
derrotado en el marco del territorio nacional.
Luego de la caída de Somoza, y mientras organizaban una fuerza con-
trarrevolucionaria con base en Honduras, los argentinos ofrecieron instruc-
dón antiinsurgente en Buenos Aires a varios grupos de ex guardias nica-
ragüenses. El propósito de esta actividad era contar 'con una cantidad de
hombres bien adiestrados que pudieran actuar a su vez como instructo-
m'Oscar R. Cardoso, Ricardo Kirschbaum y Eduardo van der Kooy, Malvinas, la trama secreta,
Buenos Aires, Sudamericana-Planeta, 1983, p. 27; Joselovsky, "El ejército del «Proceso»", p. 63.
"Christopher Dickey, With the Contras: A Reponer in the Wilds of Nicaragua, Nueva York,
Simon and Schuster, 1987, pp. 54-55.
"Entrevista con Carlos Alberto Lobo, en Siete Días, 13 de marzo de 1983, pp. 74-76.
"Discursos de Graftigna del 10 de agosto, 24 de septiembre y 16 de noviembre de 1979,
citados en Verbitsky, La última batalla, p. 83.
,
,-.,
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 337
res eh los campamentos de entrenamiento de la "contra" instalados en
Honduras y como jefes sobre el terreno, con la misión de penetrar en Nica
ragua y crear las condiciones para el surgimiento de un contexto insurrec-
cional antisandinista. 54
Los nicaragüenses y demás centroamericanos consideraban que el ejér-
•
cito argentino estaba altamente capacitado para la guerra de contrainsur-
gencia. En las distintas entrevistas que conduje en Nicaragua, los coman-
dantes antisandinistas destacaron el profesionalismo de los instructores
argentinos, así también como el hecho de que la instrucción en la guerra
política e ideológica siempre acompañó el énfasis en las destrezas militares..
"Las ideas de los oficiales argentinos tuvieron una influencia importante
sobre los primeros planteamientos ideológicos del movimiento «contra»",
(FDN),- la principal organización militar antisandinista. "De manera muy
parecida1,
, a los cubanos de -Miami, la influencia argentina dio una tolla-
lidad más 'ideológica al grupo i una tonalidad.. de objetivos antisoviéticos;
anticubanos, anticomunistas. Comenzaron a modificar lo que en un prin-
histórica, Social y cultural de Nicaragua." 55 Esta perspectiva fue ratificada
en varias de mis entrevistas con ex .'cómandanteS -de la "contra". 'Como me
explicó un comandante -antisandinista, "los argentinos hacían hincapié
en su fervor anticomunista y su total apoyo á .nuestra causa. Culpaban
a los Estados Unidos - por no haber impedido- que Nicaragua cayera en .
manos del comunismó". 56 "Hablaban del origen del comunismo y del hecho
de -que el régimen Saiidinista hiera su piedra angular en América Central,
y . NiCáragua la bate pain su expansión - por toda la región", me dijo otro
comandante "contra". 57 De ésta manera, los argentinos dieron un acento
ideológico distintivo al movimiento antisaiidinista, internationalizando y
sovietizando el conflicto -nicaragüense.
• Es interesante observar que el apoyo a los sandinistás desde. finales
de los arios setenta por parte de diversos movimientos revolucionarios y de
liberación nacional, y la Participación de actores estatales externos en la
"Entrevistas del autor en Managua con Abel Céspedes, 7 de julio de 1993, y Mariano Morales,
7 de julio de 1993; entrevista con José Efrel Martínez Mondragón, en Elisabeth Reimann, Ginfesio-
nes de un contra, historia de "Moisés» en Nicaragua, Buenos Aires, Legasa, 1986, pp. 29, 31 y 35.
"Edgar Chamorro, Packaging the °miras: A Case of CIA Disinformation, Nueva York, Institute
for Media Analysis, 1987, pp. 6-7.
.....,
"Entrevista con Mariano Morales. ,
"Entrevista del autor con Oscar Sobalvarro García, en Managua, 7 de julio de 1993.
. .. _
348 • ARIEL C. ARMONY

vínculos personales entre las élites domésticas y regionales, organizacio-

nes de la sociedad civil, grupos económicos y redes locales de base. Estas
redes transnacionales estaban sustentadas en valores y discursos comu-
nes así como también en un intercambio fluido de información,
know how
y recursos. Los espacios políticos asociados a estas redes servían a los
actores estatales y no estatales para influir, simultáneamente, en las esferas
doméstica e internacional." Aunque rápidamente esbozados en este capí-
tulo, los espacios de contacto transnacional son importantes para entender
la naturaleza del enfrentamiento ideolágico (tanto militar como de inteli-
gencia) en el hemisferio. Dichos espacios dieron a la guerra fría una dinámi-
ca mucho más compleja —tanto territorial como organizativa e ideológica— de
la que surge de los estudios basados en la bipolaridad tradicional.
La guerra fría en América Latina no debe pensarse desde una pers-
pectiva centrípeta —es decir, desde un enfoque que establece una jerarquía
analítica según la cual los países de la región sólo pueden ser vistos como
actores periféricos, concebidos exclusivamente "en términos del impacto
Por el contrario, es pre-
que las naciones centrales tienen sobre ellos" • 91
ciso entender este periodo histórico como parte de un proceso de imbri-
cación en el cual se borran las barreras entre lo local y lo externo, de tal
modo que los contactos e intercambios entre actores y estructuras pro-
ducen efectos sedimentarios que deben entenderse fuera del marco del
conflicto bipolar EE.UU.-URSS. El caso de la cruzada anticomunista
argentina ilustra la importancia de 'descentralizar" el análisis para exa-
minar los sitios de contacto en donde se producen encuentros, conflictos
e intercambios entre ideologías (por ejemplo, distintas tonalidades y fa-
cetas de anticomunismo), tecnologías (de terror y represión, por ejemplo)
Tal como lo ilustra el caso aquí anali-
y capital económico y humano. 92
zado —y el capítulo introductorio de Saull ratifica en referencia a otros
países y regiones— los países "periféricos" desarrollaron acciones y polí.-
ticas independientes de los superpoderes y, de esta forma, moldearon los
conflictos que caracterizaron el periodo que siguió a la Segulida Guerra
Mundial. En este sentido, la transculturalización, la dinámica transna-
cional y los conflictos geográficamente delimitados representan distintas
Conclusiones
LA GUERRA fría fue un conflicto entre estados y fuerzas sociales, relaciona-
das con los sistemas rivales del capitalismo y el socialismo, que emergió de
la crisis impuesta por el carácter desigual y diferenciado del desarrolle)
capitalista global. Esta rivalidad sistémica se manifestó como luchas revo-
lucionarias y radicales entre y dentro de los estados, que después de la Segun-
da Guerra Mundial se intensificó en el sur global. Los enfrentamientos
fueron dirigidos por fuerzas nacionalistas y comunistas, autónomas o liga-
das en mayor o menor grado a la URSS.
El antagonismo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética era sinto-
mático de los desafíos revolucionarios que el sistema capitalista enfrentaba.
Siendo Estados Unidos el sostén del orden económico capitalista interna-
cional, basado en los derechos de la propiedad privada, los mercados y
el libre comercio, según las reglas y las instituciones de su.creación, el desa-
fío a estas reglas significaba la confrontación con los Estados Unidos.
Las luchas de liberación nacional y revolucionarias eran inseparables
del conflicto suscitado del antagonismo entre los objetivos de los Estados
Unidos, y las potencias de Europa occidental, y el campo político-ideoló-
gico contrario; sin embargo, no emanaron de la controversia ideológica
y geopolítica entre las potencias, ni estaban subordinadas alas maquina-
ciones de una u otra, pues las contradicciones sociales se generaron en
los contextos específicos del desarrollo capitalista de cada país. Así, los
conflictos del sur eran diferentes del conflicto global; sin embargo, por ser
-potencialmente revolucionarios, tuvieron un impacto sobre la política

manifestaciones de una confrontación multipolar y plurifocal que con- interna y externa de ellas: las debilitaban o fortalecían según si los resul-
tinuamos desentrañando. tados de estos conflictos fueron exitosos o fallidos. De esta suerte, los movi-
beyond Borden: Advocacy Networks in Internatio-
mientos revolucionarios influyeron sobre la intensificación de la rivalidad
9°Margaret E. Keck y Kathryn Sikkink, Actiaist.s entre las superpotencias. En síntesis, la guerra fría no se puede reducir
nal Politics, Ithaca, Cornell University Press, 1998, pp. 2-30.
91 Joseph, Glose Encounters,
pp. 13-14. al conflicto estratégico e ideológico entre las superpotencias, sino que hay
92 1bidern, pp. 14-16.
[349]
 — —
346 •ARIEL C. ARMONY
asesinatos políticos." Durante el periodo de mayor represión en Hondu-
ras, los argentinos suministraron los recursos técnicos y organizativos para
mantener en marcha tanto el proyecto "contra" como el terrorismo de -
Estado a nivel doméstico.
Conclusión
El proyecto argentino de combatir el comunismo más allá _d.e las fronte-
ras nacionales no alcanzó el desarrollo al que parecía estar predestinad()
al comienzo de los ochenta, ya que el apoyo norteamericano a Gran Bre-
taña en la guerra de las Malvinas quebró el compromiso argentino con
la cruzada anticomunista de Reagan en América Central. Aunque sólo se
puede especular en esta materia, hubiera sido posible que los argentinos,
de no haber generado el conflicto armado con los ingleses, continuaran
jugando un papel central en la guerra "contra" impulsada por la admi-
nistración Reagan. En cuanto a lo que sí sabemos, vale la pena agregar
a lo ya dicho que la operación argentina en Centroamérica no fue un pro-
.era
yecto marginal. Si bien la cantidad de efectivos enviados a la región
relativamente pequeña, esto se debía a la naturaleza de la empresa, es
decir, al hecho de que se trataba de una operación de inteligencia.
La cruzada en América Central, sustentada en el vasto poder del
aparato de inteligencia, estaba pensada como una política de amplias di-
mensiones, es decir, con profundas consecuencias geopolíticas para Argen-
tina. Este proyecto fue diseñado por los militares argentinos en forma
independiente, incluso en directa oposición a los intereses de la Casa
Blanca durante la administración de Carter. Por otra parte, la evidencia
indica que la inteligencia norteamericana estaba al tanto de las acciones
en forma independiente
argentinas y, según indican ciertas fuentes, apoyó
a los argentinos en su proyecto anticomunista —aun antes de que el gobierno
de Reagan decidiera "comprar" el programa argentino en América Central."
Si la política cubana en África reflejó el activismo revolucionario de La
Habana y demostró el decidido propósito cubano de expandir su influencia
en el Tercer Mundo, la política argentina bajo el régimen militar mostró
la articulación entre el proyecto represivo a nivel domestico y la partici-
• ,
pación en operaciones extraterritoriales orientadas a destruir al entonces
and IsIkaragua's Contra Rebels, Nueva York, Henry Holt, 1991,
86S Dillon, Comandos: The CIA agosto de 1986, pp. 25-26; National
pp. 99-101; Linda Drucker, "A Contra s Story", Progresstive,
Honduras: The Facts Speak, pp. 133-134. ,
Commissioner for the Protection of Human Rights,
"Véase, por ejemplo, el testimonio de Sánchez Reisse.
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 347
"enemigo comunista" •" Además, la directa conexión entre la política con-
trainsurgente dentro y fuera de las fronteras sugiere que sería más pre-
ciso hablar de una "guerra sucia" coordinada a nivel hemisférico que de
guerras independientes y limitadas a espacios nacionales definidos. Esta
visión fue claramente articulada por el general Ramón Camps en 1979 en
una conversación confidencial con el embajador de los Estados Unidos,
en la que el militar argentino explicó que las fuerzas armadas habían
derrotado la subversión en el campo de batalla local, pero que la guerra,
continuaba a nivel continental." Las redes transnacionales que articula-
ron distintas fases del proyecto contrarrevolucionario (a saber, Cóndor,
Bolivia y Centroamérica) proveen sólida evidencia en este sentido.
Tal como lo ilustra el caso argentino (y se observa también en casos
como los de Chile, Bolivia y Paraguay), los regímenes militares latinoame-
ricanos no fueron peones de los Estados Unidos o meros sucedáneos a
cargo de operaciones diseñadas por la CIA. Al contrario, ejemplos como
el de la cruzada argentina en Centroamérica muestran un patrón de auto-
nomía que nos lleva a replantear nociones claves que hasta ahora estruc-
turaban el análisis sobre la guerra fría en América Latina. Por lo tanto,
para concluir, es importante destacar un par de puntos conceptuales que
surgen del caso presentado en este capítulo.
La existencia de un anticomunismo propio, independiente del pro-
movido por los Estados Unidos y caracterizado por patrones represivos
y objetivos locales así también como por influencias sedimentarias exter-
nas, cumplió un papel central en los conflictos de la guerra fría en América
Latina. La decisión autónoma del régimen militar argentino de pro-
, yectarse más allá de sus fronteras y de asumir un liderazgo en la lucha
• anticomunista cuestiona la idea de que la bipolaridad encarnada en las
grandes potencias fue el único eje estructurante de los conflictos en la re-
gión. De esto se desprende la necesidad de adoptar una perspectiva analí-
tica que nos permita escapar de las amarras impuestas por el marco de la
bipolaridad. Una perspectiva alternativa es útil para entender los distintos
usos del anticomunismo (la promoción de actividades lucrativas de ca-
rácter ilegal, por ejemplo) y el papel de las redes transnacionales tanto
del lado insurgente como del ámbito anticomunista.
• Las redes transnacionales contrarrevolucionarias generaron espa-
cios de contacto y cooperación en donde confluían los aparatos estatales,
"Véase Gleijeses, Conflicting Missions, p. 392.
7-
89Cable de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, "Human Rights: Ambassador's
Session with General Camps", 26 de julio de 1979, en Departamento de Estado de los Estados Unidos,
proyecto de desclasificación de Argentina.

344 • ARIEL C. ARMONY
1979 y 1984 coincidió con el desarrollo de la doctrina de la seguridad
nacional bajo la égida del general Álvarez Martínez, educado en Argen-
tina (Colegio Militar, promoción de 1961). Si bien la fuerza de seguridad
ya contaba con un aparato paramilitar antes de que Álvarez asumiera
el mando, su papel fue el de profesionalizar la estructura represiva del
Fusep con el apoyo de los asesores argentinos."
De esta forma, las técnicas de guerra no convencional utilizadas en
Argentina se adoptaron en Honduras; a saber, centros de detención clan-
destina, desapariciones y ejecuciones sumarias, grupos de tareas compar-
timentados (inteligencia, interrogatorios, secuestros y ejecuciones), per-
sonal de civil en autos sin patentes, operativos a plena luz del día sin
interferencia de las fuerzas de seguridad regulares y la eliminación de
presos políticos arrojándolos de aviones militares y helicópteros. 81 Aun
cuando en Honduras el terror estatal se mantuvo en un nivel muy bajo
en comparación con los de El Salvador y Guatemala, las prácticas repre-
sivas posteriores a 1980 representaron un incremento notable con res-
pecto a los arios previos.
En 1981, Álvarez Martínez organizó, con asistencia argentina, el Co-
mando de Operaciones Especiales (c0E), una unidad contrainsurgente
de élite dentro de la Fusep, 'que coordinaba actividades represivas. Los
argentinos también entrenaron a personal del Batallón 3-16, responsa-
ble por gran parte de las violaciones a los derechos humanos cometidas
durante la hegemonía de Álvarez Martínez." Además, asesores militares
argentinos participaron en operativos de captura, interrogatorio y ejecu-
ción de dirigentes sindicales y estudiantiles hondureños, presuntos sim-
patizantes sandinistas y refugiados salvadoreños.
el comando de inteligencia del ejército de su país pura actuar como asesor militar en Honduras.
López Fader, quien permaneció en América Central basta noviembre de 1983, presentó al juzga-
do varios documentos que comprobaban su testimonio, en particular fotografías, un estado de
cuenta bancaria de Tegucigalpa y una tarjeta de idestificación que lo señalaba coina personal civil.
perteneciente a la inteligencia del ejército. Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Fede-
ral núm. 5 (doctor Norberto M. Oyarbide), caso nibi. 10,000, "Sivak, Osvaldo Fabio, víctima de
secuestro extorsivo", testimonio de Rafael López Iirler, Buenos Aires, 20 de agosto de 1996, en
los archivos del autor. p. 224.
g° Entrevista con Víctor Meza, en Anderson y Anderson, Inside ¡he Le,ague,
" Véanse las siguientes fuentes: National Comaissioner for the Protection of Human Rights
Nueva York, Human Rights Watchi
in Honduras, Honduras: The Facts Speak for Thasselves, Human Rights in Honduras: Signs of
. Americas, 1994, pp. 123, 164-165 y 227; Americas Watch,
"The Argentine Method", Nueva York, diciembre de 1982, pp. 2-19; Anderson y Anderson, Inside
the League, p. 226.
" Corte Interamericana de Derechos Humanos, testimonio de Florencio Caballero, 6 de octu-
bre de 1987, y declaración jurada de José Barrera Martínez, en National Commissioner for the
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 345
Durante 1981, la asistencia argentina a Honduras -en créditos, armas
y entrenamiento- se incrementó sostenidamente. A la vez aumentó el nú-
mero de oficiales hondureños que recibiría entrenamiento en las distintas
academias militares argentinas (la Escuela Superior de Guerra y la Escuela
de Inteligencia, entre otras). A medida que las relaciones entre los dos paí-
ses se afirmaban, acompañando el desarrollo del programa "contra" fi-
nanciado por los Estados Unidos, los argentinos y hondureños prestaron
especial atención a la colaboración en materia de inteligencia."
La participación de asesores argentinos en el desarrollo de un apa-
rato de seguridad interna en Honduras y su misión de organizar los restos
de la derrotada guardia nacional nicaragüense en una fuerza de combate
eficaz contra los sandinistas, fue una operación aprobada por los gobiernos
argentino, hondureño y norteamericano. Un convenio tripartito deter-
minaba que cada uno de los socios en el programa contrarrevolucionario
tendría un papel definido: los argentinos proporcionarían la organiza-
ción, administración e instrucción militar, la CIA suministraría ayuda fi-
nanciera clandestina y el gobierno hondureño aportaría el territorio para
las bases operacionales. 8, 4
En cuanto a la colaboración entre Argentina y Honduras, ésta respon-
día a las directivas de los altos mandos militares de ambos países." Durante
los primeros arios de la década del ochenta, el programa hondureño de
terror estatal y la operación "contra" fueron empresas entrelazadas. Por
ejemplo, los asesores argentinos sugirieron a finales de 1981 que ex guar-
dias nacionales nicaragüenses ejecutaran prisioneros mantenidos por el
Batallón 3-16 en centros de detención clandestinos y se ocuparan de otros
.,
,-, Protection of Human Rights, Honduras: The Facts Speak, 1994, pp. 160-199; Anderson y Ander-
son, Inside the League, pp. 224-225; telegrama confidencial del Departamento de Estado
(EE.UU.) a la embajada norteamericana en Tegucigalpa, « ATA Program: Evidence in Hernández
- Case", 13 de mayo de 1987, en los archivos del autor.
1 83 Departamento de Defensa, "Argentinian-Chilean Assistance"; "Argentine Army Support";
1, "Honduran G-2 Enroute".
1,
84 Roy Guunan, Banana Diplomacy: The Making of American Policy in Nicaragua 1981-1987,
Nueva York, Simon and Schuster, 1988, p. 57.
1 •
i. 85 Entrevista del autor con un funcionario del servicio exterior argentino destinado a América
1' Central en 1981-1982, cuya identidad se mantiene en el anonimato a su pedido, en Búenos
1i Aires, 11 de agosto de 1993. Esta fuente confirmó la relación oficial entre la junta militar argen-
tina y los gobiernos hondureño, salvadoreño y guatemalteco con respecto a los programas para-
militares clandestinos en esos países. Véase cable confidencial de Thomas J. O'Donnell, embajada
' de los Estados Unidos en Nicaragua, al Departamento de Estado, lo. de marzo de 1980, en el
1 archivo compilado por el National Security Archive, Nicaragua: l'he Making of U.S. Policy, 1978-
1990, Alexandria, Chadwyck-Healey, 1991.
I
i

342 • AREL C. ARMONY
mente asociada con el propio Lucas García. Además, un escuadrón del
Batallón de Inteligencia 601 con base en Guatemala (y que también ope-
raba en El Salvador y Honduras) colaboró con el régimen militar en la
represión de organizaciones izquierdistas." El grupo de tareas argenti-
no, cuya misión central era el secuestro de opositores argentinos exiliados
en América Central, tuvo una responsabilidad directa en el asesinato y
desaparición de disidentes políticos guatemaltecos.
En octubre de 1981, las autoridades militares argentinas y guatemal-
tecas firmaron un convenio secreto por el que se aumentaba la participa-
ción argentina en la empresa antiin.surgente. Como parte de este programa
de asistencia, unos 200 oficiales del ejército y la policía de Guatemala
se trasladaron a Buenos Aires para recibir un entrenamiento avanzado
en inteligencia, incluido el uso de las llamadas técnicas de interrogatorio."
Tal como ocurrió en el caso de El Salvador, la asistencia argentina a
Guatemala incluyó también la venta de armamento. Cuando el régimen
del general Kjell Laugerud (1974-1978) rechazó la ayuda militar nortea-
mericana dado que veía la política de derechos humanos de Carter como una
intromisión en los asuntos internos de su país, Argentina, junto a Israel
y un puñado de otros países, incrementó significativamente las ventas de
material militar a Guatemala, que continuaron a medida que la coope-
ración entre ambos países se fortalecía. 74
El asesoramiento argentino a la inteligencia del ejército guatemal-
decisivo en el éxito militar contra la infraestructura urbana de
teco fu-e-
la guerrilla. En julio de 1981, los militares guatemaltecos lanzaron una
amplia contraofensiva en la capital, donde lograron desmantelar la reta-
guardia insurgente. Gracias a los conocimientos técnicos adquiridos de
los argentinos e israelíes, las fuerzas de seguridad localizaron y destru-
yeron una red de locales clandestinos de la Organización del Pueblo en
Armas (Orpa). Los argentinos introdujeron el uso de un sistema computari-
zado para rastrear llamadas telefónicas, gastos de electricidad y otros servi-
cios en residencias sospechosas. Esa técnica ayudó a identificar locales
dandestinos de la guerrilla, basándose, por ejemplo, en un consumo excep-
cionalmente alto de electricidad."
"Nicaragua, Ministerio del Interior, memorándum secreto.
" Sobre este aspecto de la asistencia argentina a Guatemala, véase "Argentina Redraws the
pp. 122423; Alejandro Dabat y Luis Loren-
Ideological Map", p. 6; Duhalde, El Estado terrorista, Londres, Verso, 1984, pp. 80-81.
the End of Military Rule,
zafo, Argentina: The Malvinas and pp. 187-188 y 191-194; Susanne Jonas, The Battle
"McClintock, The American Connection, Boulder, Westview Press, 1991, pp. 120 y 195.
for Guatemala: Rebels, Death Squdds, and U.S. Power, America Weekly
"Testing Time for Military Solutions in Guatemala and El Salvador", Latin
75
Report, 6 de noviembre de 1981.
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 343
Los asesores argentinos también participaron en la devastadora ofen-
siva rural iniciada en agosto de 1981. La política de tierra arrasada apli-
cada entre 1981 y 1983 implicó una campaña de exterminio de la pobla-
ción indígena sin paralelo en la historia guatemalteca. Vale la pena señalar
que, desde finales de 1981, la expresión guerra sucia, por esa época amplia-
mente identificada con la campaña de terrorismo de Estado en Argen-
tina, se convirtió en habitual en los comunicados de prensa del Estado
Mayor militar guatemalteco. Los oficiales del ejército la empleaban cuan-
do explicaban a la prensa que la muerte de civiles en las operaciones con-
trainsurgentes era un rasgo inevitable de la campaña militar no conven-
cional para aniquilar a la guerrilla."
Honduras
Poco después del triunfo sandinista, los agentes argentinos empezaron a
organizar y entrenar a las dispersas y mal equipadas bandas de guardias
nacionales nicaragüenses exiliados en Guatemala. En los primeros me-
ses de 1981, oficiales argentinos supervisaron la mudanza de los cuarteles
"contra" de Guatemala a Honduras." El coronel Gustavo Álvarez Mar-
tínez, jefe de la Fuerza de Seguridad Pública hondureña (Fusep), le había
ofrecido al director de la ciA, William Casey, una base de operaciones
antisandinista en su país. Con asistencia estadounidense, Honduras se
convertiría en un "santuario seguro" para los combatientes "contras" y
en una plataforma para la guerra contra el régimen sandinista en Nica-
ragua."
Documentos gubernamentales y otras fuentes confirman la presencia
de asesores argentinos en Honduras inmediatamente después del triunfo
sandinista." La presencia de asesores argentinos en Honduras entre
76 McClintock, The American Connection, pp. 245 y 263.
"Dickey, Con los contras, pp. 90-92; Peter Kornbluh, Nicaragua: The Price of Intervention,
Washington, D.C., Institute for Policy Studies, 1987, p. 127.
"Telegrama confidencial del Departamento de Estado a la embajada norteamericana en Tegu-
cigalpa, "Colonels Alvarez and Lopez Grijialva [Grijalbal", 21 de mayo de 1981, en los archivos del
autor. Las actividades de los asesores argentinos en Honduras (y en otros países de la región), así también
como su vínculo con los militares hondureños, fueron descritas en detalle por un ex agente de inteli-
gencia argentino (bajo el seudónimo "Carlos") a Leo Valla/dares en una conversación telefónica que tuvo
lugar en Buenos Aires, el 17 de octubre de 1996. Valladares era entonces el Comisionado Nacional
de los Derechos Humanos de Honduras. Véanse también los siguientes documentos desclasificados
(Departamento de Defensa de los Estados Unidos, reportes de inteligencia): "Argentinian-Chilean
Assistance to Honduras", 1981; "Argentine Army Support to Honduran Army", 24 de septiembre
de 1981; y "Honduran G-2 Enroute to South America", 1982, en los archivos del autor.
79 Por ejemplo, en su testimonio ante un juzgado penal federal de Buenos Aires, el agente de
inteligencia argentino Rafael López Fader declaró que, a mediados de 1979, fue comisionado por

340 • ARIEL C. ARMONY
Desde 1979 en adelante, Argentina suministró equipamiento militar
a las fuerzas armadas salvadoreñas. Según documentos secretos de las
fuerzas armadas argentinas, la decisión se fundaba en "razones estraté-
gicas y políticas". Esas transacciones, se sostenía, fortalecerían las rela-
ciones argentinas con El Salvador y "contribuirían también a endurecer
su posición en la lucha que se libraba contra la subversión, en conjunto
con otros países de la zona" •" Un ejemplo de esas operaciones comercia-
les puede encontrarse en un documento fechado en febrero de 1982; según
el documento, el Banco Central de la República Argentina, de acuerdo con
instrucciones del comandante en jefe del ejército, autorizó a la Dirección
General de Fabricaciones Militares a exportar armas livianas y pesadas,
municiones y repuestos de equipos militares a El Salvador, por un monto
de 20 millones de dólares."
En colaboración con la Agencia Nacional de Servicios Especiales de
El Salvador (Ansesal), los argentinos entrenaron a oficiales salvadore-
ños en el uso de técnicas contrainsurgentes. Los asesores sudamericanos
querían reproducir el método antisubversivo empleado en la guerra sucia
argentina: la destrucción mediante operativos paramilitares de las organi-
zaciones opositoras, con una metodología que iba desde la periferia (no
combatientes) hacia el núcleo organizativo (conducción). El procedimien-
to seguía el patrón argentino: el secuestro, la tortura y la ejecución su-
maria de los prisioneros tras los interrogatorios, aun cuando su afiliación
política careciera de significación o fuera incidental.°
Según algunas fuentes, los argentinos también asesoraron escuadro-
nes de la muerte en el país centroamericano." Dos de los escuadrones
eran la Unión Guerrera Blanca (uGB) y Fuerzas Armadas de Liberación
Anticomunista-Guerra de Eliminación <Falange)., La UGB y raiange teman
vínculos directos con las fuerzas de seguridad salvadoreñas. Los asesores
argentinos jugaron un papel importante en El Salvador al transmitir su
experiencia en la guerra contra la guerrilla. "Los argentinos son los únicos
'Dirección General de Fabricaciones Militases (DGFm), "Financiación de venta de material
bélico a la República de El Salvador" memorandam secreto del general Augusto J.B. Alemanzor
l Leopoldo F. Galtieri, 18 de enero de 1982, en los archivos
al comandante en jefe del ejército, genera i v- ,
del autor.
66
Banco Central de la República Argentina (ncRA), "Sesión secreta" del Directorio, "Acta núm.
«S» 2", lo. de febrero de 1982. Véase también Dirección General de Fabricaciones Militares,
memorándum núm. 624/33, ref.: E.02940/82, lo
de febrero de 1982, ambos documentos en los
.
archivos del autor.
"Becklund, "Death Squad Members"; CraigPyes, "«The Doctor» Prescribes Torture for the Hesi-
1983; Duhalde, El Estado terrorista, p. 146.
tant", en Albuquerque jornal, 20 de diciembre de pp. 120-121 y 128.
68 Becklund, "Death Squad Members", Duhalide, El Estado terrorista,
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 341
en el mundo que combatieron una guerrilla urbana y la derrotaron", dijo
un miembro de un escuadrón de la muerte. "Así que es natural que se los
reconozca como los mejores." 69 La evidencia disponible indica una direc-
ta relación entre la persecución de "subversivos" argentinos en El Salvador
y la represión clandestina a nivel doméstico. •
El caso del involucramiento argentino en El Salvador es otro ejemplo
á.e la compleja red transnacional que servía de apoyo a las actividades
anticomunistas en América Latina -red que, en gran medida, se mane-
jaba independientemente de los Estados Unidos. Un ejemplo de esta di-
námica fue la coordinación de actividades contrainsurgentes con el nar-
cotráfico y su papel en la arena política. Por su decisiva participación
en el brutal levantamiento que llevó a García Meza al poder en Bolivia en
1980, el gobierno argentino recibió narcodólares por parte de Roberto
Suárez Levy, principal traficante de cocaína de Bolivia y socio de García
Meza. Este dinero fue, a su vez, utilizado por el alto mando del ejército
argentino para financiar parte de las operaciones militares argentinas
en El Salvador. 70 En este sentido, el caso salvadoreño muestra cómo la
transferencia de tecnología antisubversiva por parte de los argentinos
estaba sustentada por fuentes de fmanciamiento tanto a nivel estatal -la
venta de armamento militar, por ejemplo- como fuera del Estado, es decir,
por parte de redes ilegales que dominaban el negocio del narcotráfico
en ciertos países de la región.
Guatemala
.:,.:. 4 principios de 1980, en respuesta a tina : solicitud de asesoramiento en
.,,. guerra contrainsurgente hecha por el régimen de Romeo Lucas García,
'Y
llegó a Guatemala una misión militar argentina compuesta por oficiales
I:
1 del ejército y la armada. En _colaboración con -asesores militares de Israel
, 1
y.Chile, los argentinos instruyeron a las fuerzas de elite guatemaltecas
,..,.
'IV,., en técnicas de inteligenciaavanzadas. El personal militar argentino tra-
11- bajó con escuadrones de la muerte 'apañados por el gobierno, específica-
ti
mente con el Ejército Secretó Anticomunista (ESA). 71 Numerosos asesi-
,
4. ' natos cometidos por las fuerzas del ejército y la policía a principios de
' I.
& 1980 se atribuyeron a esa organización, una unidad paramilitar estrecha-
"Transcrito en Beckltmd, "Death Squad Members".
- "Testimonio de Sánchez Reisse, p. 44.
7 ' Guardian, Londres, 29 de diciembre de 1981; Duhalde,
El Estado terrorista, p. 122.
 TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 339

338 • ARIEL C. ARMONY

Por otra parte, Israel transfirió a El Salvador equipamiento para opera-
guerra de contrains-urgencia de Somoza durante el mismo periodo (Israel ciones antiguerrilleras y tuvo un papel importante en Guatemala, donde
y Argentina, por ejemplo) dieron al conflicto en Nicaragua una dimen- ofreció asesoramiento en inteligencia y sirvió, desde 1975, como el prin-
sión geopolítica importante. Luego del triunfo de la revolución, los es- cipal proveedor de tecnología de contrainsurgencia para el ejército guate-
fuerzos de los actores externos por ayudar a los rebeldes nicarag-üenses en malteco. La asistencia israelí en la elaboración de una estrategia contrain-
su desafío al régimen sandinista acentuaron ese aspecto del conflicto. La surgente en El Salvador, Guatemala y Honduras se concentró en mejorar
escalada de la actividad revolucionaria en El Salvador y Guatemala, así. la eficacia de las fuerzas de seguridad locales, sobre todo su competencia
como la creciente participación de Honduras y Costa Rica en los conflic- en las actividades de inteligencia. Según los instructores israelíes, las
tos regionales, convirtieron a Centroamérica, y en especial -a Nicaragua, fuerzas de seguridad centroamericanas eran "muy emocionales y causa-
en un sucedáneo de distintos enfrentamientos geopolíticos. Entre ellos ban muertes innecesarias entre los prisioneros". Así, pues, les enseñaron
cabe señalar la confrontación del régimen militar argentino contra las métodos más efectivos de interrogatorio. 62 El papel israelí en el conflicto
ERP, Israel contra la Orga-
organizaciones revolucionarias Montoneros y nicaragüense continuó con el fortalecimiento de los "contras" que operaban
nización para la Liberación de .Palestina (OLP) y. los exiliados cubanos desde Honduras a tal punto que una vez que Argentina se retiró oficial-
contra el régimen comunista de Fidel Castro." mente de la operación antisandinista luego de la guerra de las Malvinas
El papel israelí en la cruzada anticomunista en América Latina merece (y antes de que la CIA asumiera el control total del programa "contra"), la
al menos una breve mención. Cuando la administración Carter suspendió agencia de inteligencia norteamericana intentó infructuosamente conven-
toda asistencia militar a Argentina en 1978 a causa de las violaciones del cer a Israel de que se hiciera cargo de ese papel."
régimen a los derechos humanos, Israel exportó a Argentina equipamiento
militar (desde aviones de combate a misiles y equipos para seguridad inter-
na) y el Mossadja agencia israelí de inteligencia exterior, envió asesores
El Salvador
a Argentina para que entrenaran a oficiales del ejército." Israel también A mediados de 1979, el ejército argentino envió asesores a El Salvador a
compartió inteligencia militar con el ejército argentino; por ejemplo, sobre
OLP en solicitud del régimen del general Carlos Humberto Romero (1976-1979),
los ~batientes montoneros que se preparaban en campos de la que pidió a Argentina expertos de inteligencia especializados en técni-
el Líbano para "la contraofensiva final" contra el régimen argentino cas de interrogatorio y análisis de información. Tras el reemplazo de
Los israelíes cooperaron con los argentinos en operaciones extrater- Romero por una junta cívico-militar en octubre de 1979, y a medida que
ritoriales y, a su vez, apoyaron directamente a las fuerzas de seguri4ad ésta caía en manos de representantes de la línea dura y la guerra civil se
centroamericanas. Por ejemplo, asesores israelíes asistieron a las unida- intensificaba, Argentina amplió su presencia militar en ese país. Aunque
des de Inteligencia militar argentina que operaban en Bolivia luego del lo fundamental de la intervención de los militares argentinos en El
golpe militar de 1980 y la embajada de Israel en Costa Rica suministró° Salvador se produjo durante el gobierno de Reagan, en el país ya había
pasaportes falsos a los asesores argentinos que trabajaban en Honduras. asesores de esa nacionalidad a finales de los años setenta."
The no and Israel in Cen-
Inside the Leo,gue; Bruce Hoffmn, _ --
58
Véase Anderson y Anderson,
GeOPOUtiCai DitlittiSiOn,
Santa Monica, RAND, 1988.
World Artnaments and DiSartria
- transcripción del testimonio videograbado de Héctor Francés, 6 de diciembre de 1982, pp. 7 y 10,
tral America: The en los archivos del autor.
Stockholm International Peace Research Institute (su«,
Londres, Taylor and Francis, 1979, pp. 204-205; Edward Schumaker, 62 Michae1 McClintockThe American Connection: State Terror and Popular Resistance in Guatema-
59
6 de junio de 1982; Ignacio Mich, "Israel et la, Londres, Zed Books, 1985, pp. 142, 169-171, 187-188, 191-194 y 219; Anderson y Anderson,
ment Yearbook 1979, New York Times, Le Monde Dipto- Inside the League, p. 177; "Israel Adds Itself to the War Against Nicaragua", Soberanía, núm. 8, enero
"Argentina Buying New Arms",
i d'un engagement accru aux ctités de Washington",
and Latin America: The Military de 1983, p. 37.
l'Amérique Latine: Le Pan Israel
febrero de 1983, p. 17. Véase Bishara Bahbah, "Andrew y Leslie Cockburn, Dangerous Liaison: The Inside Story of the U. S.-Isro,eli Covert
matique, Nueva York, St. Martin's Press, 1986, pp. 72-73 y 123-124. inteligencia' en Relo,tionship, Nueva York, Harper Collins, 1991, p. 223; Washington Post, 14 de noviembre de 1984;
Connection, , y las "guerras de
°Juan Salinas y Julio Villalonga, Gorriarán, la Tablado Scott y Marshall, Cocaine Politics, pp. 8-13.
Buenos Aires, Manguin, de1993, p. 181.de 1981, pp. 1 y 5; Salinas y Villa1onga ,
septiembre "Ex embajador de los Estados Unidos en El Salvador, Robert E. White, comunicación personal
América, Latina, pp. 77 y 217 (nota 79); con el autor, 29 de febrero de 1996.
61L4in Atnerica Weekly Report, 11
pp. 142-143; Scott y Marshall,
Cocaine Politia,
Gorriarán, k Tablada,

340 • ARIEL C. ARMONY
Desde 1979 en adelante, Argentina suministró equipamiento militar
a las fuerzas armadas salvadoreñas. Según documentos secretos de las
fuerzas armadas argentinas, la decisión se fundaba en "razones estraté-
gicas y políticas". Esas transacciones, se sostenía, fortalecerían las rela-
ciones argentinas con El Salvador y "contribuirían también a endurecer
su posición en la lucha que se libraba contra la subversión, en conjunto
con otros países de la zona"." Un ejemplo de esas operaciones comercia-
les puede encontrarse en un documento fechado en febrero de 1982; según
el documento, el Banco Central de la República Argentina, de acuerdo con
instrucciones del comandante en jefe del ejército, autorizó a la Dirección
General de Fabricaciones Militares a exportar armas livianas y pesadas,
municiones y repuestos de equipos militares a El Salvador, por un monto
de 20 millones de dólares."
En colaboración con la Agencia Nacional de Servicios Especiales de
El Salvador (Ansesal), los argentinos entrenaron a oficiales salvadore-
ños en el uso de técnicas contrainsurgentes. Los asesores sudamericanos
querían reproducir el método antisubversivo empleado en la guerra sucia
argentina: la destrucción mediante operativos paramilitares de las organi-
zaciones opositoras, con una metodología que iba desde la periferia (no
combatientes) hacia el núcleo organizativo (conducción). El procedimien-
to seguía el patrón argentino: el secuestro, la tortura y la ejecución su-
maria de los prisioneros tras los interrogatorios, aun cuando su afiliación
política careciera de significación o fuera incidental. °
Según algunas fuentes, los argentinos también asesoraron escuadro-
nes de la muerte en el país centroamericano." Dos de los escuadrones
unión Guerrera Blanca (uGB) y Fuerzas Armadas de Liberación
eran la - y Falange tenían
Anticomunista-Guerra de Eliminación (Falange). La UG13
vínculos directos con las fuerzas de seguridad salvadoreñas. Los asesores
argentinos jugaron un papel importante en El Salvador al transmitir su
experiencia en la guerra contra la guerrilla. "Los argentinos son los únicos
65
Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFm), "Financiación de venta de material
bélico a la República de El Salvador" memorandum secreto del general Aug-iisto J.B. Alemanzor
l Leopoldo E Galtieri, 18 de enero de 1982, en los archivos
al comandante en jefe del ejército, genera
del autor.
Banco Central de la República Argentina (BcRA), "Sesión secreta" del Directorio, "Acta núm.
66
«S» 2", lo. de febrero de 1982. Véase también Dirección General de Fabricaciones Militares,
memorándum núm. 624/33, ref.: E.02940/82, lo de febrero de 1982, ambos documentos en los
archivos del autor.
"Beddund, "Death Squad Members"; Craig Pyes, %The Doctor» Prescribes Torture for the Hesi-
p. 146.
20 de diciembre de 1983; Duhalde, El Estado terrorista,
tant", en Albuquerque Jounial, El Estado terrorista, pp. 120-121 y 128.
"Becklund, "Death Squad Members"; Duhalde,
TRANSNACIONALIZANDO LA "GUERRA SUCIA" • 341
en el mundo que combatieron una guerrilla urbana y la derrotaron", dijo
un miembro de un escuadrón de la muerte. "Así que es natural que se los
reconozca como los mejores."" La evidencia disponible indica una direc-
ta relación entre la persecución de "subversivos" argentinos en El Salvador
y la represión clandestina a nivel doméstico.
El. caso del involucramiento argentino en El Salvador es otro ejemplo
áe la compleja red transnacional que servía de apoyo a las actividades
anticomunistas en América Latina —red que, en gran medida, se mane-
jaba independientemente de los Estados Unidos. Un ejemplo de esta di-
námica fue la coordinación de actividades contrainsurgentes con el nar-
cotráfico y su papel en la arena política. Por su decisiva participación
en el brutal levantamiento que llevó a García Meza al poder en Bolivia en
1980, el gobierno argentino recibió narcodólares por parte de Roberto
Suárez Levy, principal traficante de cocaína de Bolivia y socio de García
Meza. Este dinero fue, a su vez, utilizado por el alto mando del ejército
argentino para financiar parte de las operaciones militares argentinas
en El Salvador:10 En este sentido, el caso salvadoreño muestra cómo la
transferencia de tecnología antisubversiva por parte de los argentinos
estaba sustentada por fuentes de financiamiento tanto a nivel estatal —la
venta de armamento militar, por ejemplo— como fuera del Estado, es decir,
por parte de redes ilegales que dominaban el negocio del narcotráfico
en ciertos países de la región.
Guatemala
A principios de 1980, en respuesta a una solicitud de asesoramiento en
guerra contrainsurgente hecha por el régimen de Romeo Lucas García,
llegó a Guatemala una misión militar argentina compuesta por oficiales
del ejército y la armada. En colaboración con asesores militares de Israel
y Chile, los argentinos instruyeron a las fuerzas de élite guatemaltecas
en técnicas de inteligencia avanzadas. El personal militar argentino tra-
bajó con escuadrones de la muerte apañados por el gobierno, específica-
mente con el Ejército Secreto Anticomunista (EsA)." Numerosos asesi-
natos cometidos por las fuerzas del ejército y la policía a principios de
1980 se atribuyeron a esa organización, una unidad paramilitar estrecha-
" Transcrito en Becklund, "Death Squad Members".
"Testimonio de Sánchez Reisse, p. 44.
Guardian, Londres, 29 de diciembre de 1981; Duhalde, El Estado terrorista, p. 122.
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Jorge Ferreira
(organizador)
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CAPA
Evelyn Grumach Sumário

PROJETO GRÁFICO
Evelyn Grumach e Jodo de Sou.za Leite

CIP-BRASIL CATALOGACAO-NA-FONTE
SINDICATO NACIONAL DOS EDITORES DE LIVROS,RJ
INTRODUIÁO 7

P868 O populismo e saa história: debate e crítica / organiza-

gáo, Jorge Ferreira. — Rio de Janeiro: Civilizagáo Brasileira, i(
- O POPUUSMO E AS CIÉNCIAS SOCIAIS NO BRASIL NOTAS SOBRE A 17
2001. ,
TRAIETÓRIA DE UM CONCEITO

Angela de Castro Gomes

ISBN 85-286-577-2
1. Populismo — Brasil. 2. Brasil — Política e govemo — k, o NOME E A CO1SA: O POPULISMO NA POLÍTICA BRASILEIRA 59
1930- . I. Ferreira, Jorge.
Jorge Ferreira
01-0964 CDD 320.981
CDU 32(81)
POPULISMO LATINO-AMERICANO EM DISCUSSÁO 125

Maria Helena Rolim Capelato

TRABALHISMO, NACIONAUSMO E DESENVOLVIMENTISMO: 167

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