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¿De dónde provienen los términos 'chairo' y 'fifí'?

Con la llegada del nuevo sexenio, no solamente hay reformas en la manera de


conducir el país en materia política y económica, con ellos llegan nuevos vocablos
y conceptos insertados en la jerga nacional, y lo que ahora ocupa es la polarización
que existe entre los llamados chairos y fifís.

De acuerdo con el DEM (Diccionario del Español de México), el chairo es: "Persona
que defiende causas sociales y políticas en contra de las ideologías de la derecha,
pero a la que se atribuye falta de compromiso verdadero con lo que dice defender;
persona que se autosatisface con sus actitudes".

Los 'chairos' son un grupo ideológicamente orientado hacia la izquierda, que


suele promover el cambio social y apoyar a los pobres, el ecologismo, los derechos
de la mujer y las minorías.

No se sabe a ciencia cierta quien acuñó el mote de chairos, pero es evidente que
se refiere de una forma despectiva a la clase socioeconómica baja o media baja,
que suele defender todo lo que diga, haga o proponga el Presidente Andrés Manuel
López Obrador, a quien son incapaces de cuestionar.

La contraparte son los fifís que de acuerdo al Diccionario de la Real Academia


Española, el término “fifí” refiere a una “persona presumida y que se ocupa de
seguir las modas” y su uso es de manera coloquial, aunque también se le puede dar
un uso despectivo.

La palabra, que no es nueva, fue retomada por Andrés Manuel López Obrador, al
referirse a la clase alta de México, propiamente a los medios de comunicación.

Los 'fifís', en contraparte, son un grupo cargado hacia el conservadurismo de


derecha, que busca mantener sus privilegios con la continuidad de un modelo
económico neoliberal.

A lo largo de su carrera política, el Presidente ha hecho uso de frases coloquiales


para expresar su sentir sobre diferentes temas, en el caso de la palabra “fifí” se
exhibe la forma despectiva en la que el mandatario se refiere a todo aquel que difiere
con su ideología política, especialmente si pertenece a la clase media o alta.

Por otro lado, los chairos y fifís tenemos varias cosas en común, una de ellas es
que exista una real mejora en el país con respecto a los gobiernos anteriores,
restaurar la seguridad y tranquilidad tanto social como económica a nuestra ya muy
deteriorada nación.

El origen de la disputa

Todo comenzó en las elecciones presidenciales del 2006, pero tal disputa se reavivo
en las pasadas campañas rumbo a las elecciones del 2018, donde el ahora
Presidente calificó como “fifís” al sector de la prensa que él considera conservadora.

Tras el triunfo de Obrador, la polémica ha acompañado al político a lo largo del


proceso de transición y hasta la actualidad.

A lo largo de este periodo, el Presidente volvió a calificar a la prensa como “fifí,


debido a que fue criticada la cancelación del Nuevo Aeropuerto de Texcoco a través
de sus llamadas consultas ciudadanas.

Este asunto provoco que los sectores de la clase media y alta se movilizaran en
forma de protesta, algo que anteriormente habían repudiado.

División política y económica

AMLO recibió un país deteriorado y con enormes retos, el crimen organizado, la


pobreza de gran parte de la población mexicana, las deficiencias en el sector salud,
la educación que ha sido invadida por los sindicatos, etc.

Agregar confrontación por asentar las diferencias entre los niveles socioeconómicos
y culturales se antoja imprudente e innecesario.

Son miles de personas las que en las redes sociales muestran su afinidad de un
lado o del otro, queriendo mostrar cierta supremacía moral, como si el pertenecer a
alguno de estos bandos los hiciera mejores.
El profesor de Teoría de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de
México Arturo Guillemaud Rodríguez explica que: “Ha sido un debate alimentado
por los medios de comunicación, con una marcada influencia de ciertos medios, que
no han hecho más que estar sistemáticamente reiterando esta división entre los fifís
y los chairos"

Roberto Morris afirmó que la división entre las ideologías es un asunto normal que
surge durante las campañas políticas, sin embargo afirma que cuando ésta
comienza a echar raíces en sectores sociales, tal como está ocurriendo en México
con las categorizaciones como “fifí” o “chairos”, adquiere otro significado.

“Lo vi principalmente en las críticas hacia la consulta, que utilizaban eufemismos


como: si no viajas no deberías de votar’, ‘si no eres ingeniero no deberías de votar…
Lo que estaban diciendo, en el fondo, es que hay personas que son ciudadanos de
segunda, que no deberían tener los mismos derechos que aquellos que sí han
tenido acceso a los medios” expresó Morris.

Esta pelea solo le ha servido a la clase política para continuar con las
descalificaciones entre sí, lo cual causa segregación entre la sociedad. El resultado
de esto es el estancamiento de la economía, las malas decisiones del gobierno sin
una oposición real que cuestione, el país al filo de una guerra arancelaria con
Estados Unidos y la inseguridad viviendo sus niveles más altos.

Debemos de aprender que la división social y la desigualdad no se combaten


evidenciándolas, se combaten con un verdadero esfuerzo en conjunto de todas las
áreas del gobierno y la sociedad.

Las etiquetas son el resultado de una campaña de odio y descalificación generada


por los propios partidos políticos, ya que en la pasada campaña las ofensas entre
rivales políticos eran el pan de cada día.

Al día de hoy, las cosas no han tenido un cambio significativo, el escenario de


polarización ha ido en aumento, ahora existen los chairos, los fifís, los populistas,
ternuritas y las mafias de todo tipo. Al contrario de lo que supuestamente se busca,
los mexicanos estamos viviendo un ambiente muy distinto a la reconciliación que
tanto se menciona y poco se procura.

Conclusiones

No pienso que AMLO es el presidente que cambiará a México, ni tampoco pienso


que será quien lleve al país a la ruina, pero es difícil tener credibilidad en una
persona que denota en sus discursos mañaneros que estas con él o estas contra
él.

Actualmente el país se encuentra dividido políticamente entre chairos y fifís, pero


considero que no todos nos encontramos dentro de estos grupos, existimos quienes
nos mantenemos al margen pues podemos estar de acuerdo con alguna ideología
de los chairos, pero a su vez con alguna de los fifís.

Considero que hacer esta división política-social lleva consigo discriminación, que
es algo que no necesitamos, al contrario, debemos ser una sociedad unida para
construir y no destruir más nuestro país.

Es preocupante que el Presidente cada vez más se vea como un líder soberbio y
poco dado a enmendar sus errores, en vez de aceptar sus fallas y hacer votos por
mejorar. Hay que dejar de dividir el país, al contrario debemos sumar esfuerzos
porque de lo contrario todas las certezas se convertirán en dudas que nos llevaran
a confirmar la debacle para México.

No somos chairos ni fifís, somos mexicanos que aspiramos a ver un mejor país, que
levante de la crisis en la que lo han puesto sus políticos y gobernantes.

“Un político divide a las personas en dos grupos: en primer lugar, instrumentos; en
segundo, enemigos.”

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