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ESTUDIANTES
Marcela Orozco
Silvana Valderrama
PROFESORA
Introducción
Con base a lo anterior, el surgimiento del trabajo social con la política social se deriva del
contexto de la cuestión social, donde la política social se constituye en la órbita estatal y en el
campo empresarial, especialmente en la base de sustentación tanto funcional como laboral del
trabajo social, lo cual determino finalmente su funcionalidad y le proporciono legitimidad
mediante la demanda de su intervención, igualmente se dice que por medio de un campo laboral
propio para dicho profesional, por tanto, la política social a través de la constitución de una
fuente de legitimación, ser instrumento de intervención y poseer un campo de ocupación del
asistente social, pasa a ocupar un espacio importante dentro de las diversas reflexiones teóricas
de los profesionales en Trabajo social, de acuerdo con ello, desde los principios de esta profesión
hasta el día de hoy, la política social retiene parte relevante de las preocupaciones intelectuales
de los asistentes sociales, por medio del proceso de una bibliografía sustantiva en cuanto a las
temáticas (Borgianni & Montaño, 1999).
Desarrollo
Borgianni y Montaño (1999) resaltan que el surgimiento del trabajo social con la política
social se nutre de diversas ecléticas mezclas de teorías y métodos, además de tener en cuenta un
abordaje multidisciplinario y aplicado, caracterizándolo como un empirismo ingenuo es decir a
un enfoque tradicional del trabajo social, con base a un abordaje teórico y técnico de las políticas
sociales propio de los reconocidos autores iniciales de la profesión del trabajo social, cuando esta
se ocupaba apenas de la ejecución terminal de las formas segmentadas y localizadas de trato a la
cuestión social, siendo marcada por una concepción positivista tanto del conocimiento como de
las intervenciones sociales, a partir de allí, el trabajo social y su manera de entender las políticas
sociales, es influenciada inicialmente por el funcionalismo de Parsons y Merton, corriente que
muestra a las políticas sociales como ciertos instrumentos de integración y de corrección de las
disfunciones sociales, y como mecanismos de redistribución de la determinada renta, siendo
desarrollados por un Estado supraclasista, siendo este denominado como un árbitro neutro que
intermedia en los diferentes conflictos de clases y que busca el bien común (Borgianni &
Montaño, 1999).
Desde esta perspectiva, el trabajo social como área polémica y compleja , ha sigo
comúnmente abordaba a partir de su forma aparente como una ayuda puntual y personalizada
hacia grupos de mayor vulnerabilidad social, siendo está relacionada con la ejecución de ciertas
acciones de benevolencia con respecto a la pobreza, de esta forma, el trabajo social se presenta
como una modalidad paliativa, y secundaria en el conjunto de las políticas sociales, siendo
entonces configurada de manera residual, dirigida solamente para las poblaciones más
necesitadas y desamparadas social y económicamente, como un servicio de primeros auxilios en
términos sociales, debido a que se presenta como un ayuda, un complemento, una
excepcionalidad, entre otros aspectos, así el trabajo social no pretende asumir el perfil de una
política en el determinado campo de la reproducción social, sino más bien, se debe resaltar que
su política es la no política, de tal forma que el trabajo social se entiende como un espacio
marginal y compensatorio de la atención hacia los excluidos, por lo tanto, la ausencia de una
política asistencial que ha sido formulada en el campo de lo social, se puede evidenciar en la
disparidad y multiplicidad de diversas accione institucionales y en su determinado carácter
puntual y de emergencia (Borgianni & Montaño, 1999).
Por otro lado, Montaño (2015) determina que la cuestión social se puede identificación
como una fase de expansión productiva y comercial, donde el Estado asumió ciertas tareas y
funciones esenciales para la nueva fase de acumulación capitalista e inhibición-
institucionalización de los diversos conflictos sociales, de la clase trabajadora, reprimiendo de tal
manera los anhelos de superación del orden y convirtiéndolo en puntuales demandas al mismo,
con base a ello, cabe resaltar que en este puno la cuestión social es internalizada en el orden
social, no como un problema derivado del individuo sino también como una consecuencia del
desarrollo social y económico que sigue siendo insuficiente o del subdesarrollo, de esta manera,
la cuestión social pasa de ser un caso de policía para ingresar a una esfera política, pero de una
política que se basa socialmente en la gestión administrativa de los diferentes problemas sociales
y su enfrentamiento institucional, siendo tratada posteriormente de forma segmentada y
sistemática por medio de distintas políticas sociales estatales (Montaño, 2015).
Por otra parte, se resalta que la constitución del mercado de trabajo para el trabajador
social en el contexto de la políticas sociales, especialmente las políticas sociales del Estado
Burgués en el capitalismo monopolista, es la que da origen a una comprensión simultanea de la
continuidad y de la ruptura antes aludidas, que dan lugar a la profesionalización del trabajo
social, recuperándose por un lado, las formas ya cristalizadas de manipulación de los sectores
vulnerados como consecuencia de la cuestión social, y por otro lado, su lastre ideal, que está
asociado al pensamiento conservador, aportando diferentes elementos para compatibilizar las
perspectivas tanto públicas como privadas. Desde otra perspectiva, el trabajo social con su
reposición en el campo de las políticas sociales, se le introduce un sentido diferente, donde su
funcionalidad estrategia pasa entonces a emanar mediante los mecanismos específicos del orden
monopolista, la preservación y el debido control de la fuerza de trabajo, teniendo en cuenta que
el componente de ruptura no excluye por ende, sino que más bien supone en el proceso de
surgimiento profesional y en su desarrollo, diversos padrones de intervención y de
representación, originados en el seno de las agencias externas al Estado y promotoras de políticas
sociales privadas, esto se debe a que el desarrollo del monopolio tiene a subordinar las políticas a
una lógica y estrategia de las deflagradas por el Estado por el capturado (Paulo, 1992).
Conclusión
En conclusión, el surgimiento del trabajo social con la política social se enmarca por un
lado, en un enfrenamiento entre los protagonistas tanto sociales como históricos en el origen del
orden monopolista y por otro lado, en la atenuación de dicho enfrentamiento dentro de la
estructura social ocupacional, donde toda una tradición se instrumentaliza para dar forma a las
diferentes alternativas de la intervención social profesionalizada, por tanto el trabajo social ha
surgido como una solución mediata a la cuestión social, es decir a aquellos problemas sociales,
dirigiéndose a la población más vulnerable, necesitada, entre otros aspectos, problemas sociales
que fueron posteriormente segmentados por población, por tipo de problema, por la pobreza,
entre otros factores.
Referencias Bibliográficas
Borgianni, E., & Montaño, C. (1999). La política social hoy. Biblioteca latinoamericana de
Servicio Social. Obtenido de https://doc-0k-4o-
docs.googleusercontent.com/docs/securesc/ha0ro937gcuc7l7deffksulhg5h7mbp1/ds6qu0
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Montaño, C. (2015). Pobreza, «cuestión social» y las formas de afrontarlas. 28(2), 161-174.
Cuadernos de Trabajo Social. Obtenido de https://doc-08-4o-
docs.googleusercontent.com/docs/securesc/ha0ro937gcuc7l7deffksulhg5h7mbp1/fcvinq4
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