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Llamó la atención al manifestar que un sector balanceado “es un sector más sano. Sin
embargo, me he encontrado un marcado desequilibrio entre las expectativas
ciudadanas y la entrega de servicios que logramos como instituciones”.
Advirtió que en salud no se debe volcar todo hacia lo financiero, los números, “las
discusiones de contabilidad, de los esfuerzos fiscales, de los impuestos, sobre la
corrupción y el desvío de esos dineros, porque no son los únicos desbalances”.
También manifestó que la triple meta obliga a enfocar la gestión del ministerio de
Salud y Protección Social en mejorar las condiciones y el bienestar de la población; en
promover el respeto del servicio por la persona y la comunidad cumpliendo sus
expectativas. “El tema de servicio es tan importante como el resultado en salud. No
basta con mejorar los estados de salud poblacionales si lo hacemos atropellando la
dignidad, la cultura, la creencia de las personas y las comunidades”.
Insistió en los cinco ejes planteados como la visión a largo plazo más allá de las
discusiones sobre modelos, ideologías, intereses o fundamentalismos. “Al país se le
perdió ese norte colectivo de insistir en una conversación sobre el largo plazo de la
salud en Colombia. Es muy difícil intercambiar acciones si ese norte no está, si esa
aspiración, esos principios y acuerdos sociales básicos no están”.
Uribe Restrepo enfatizó que la calidad será un componente importante para el sistema
de salud colombiano. “Los sectores sociales -en esencia- tienen un compromiso de
calidad frente a su población. Tenemos que volver a discutir en detalle cómo vamos
en los temas de calidad”, subrayó.
En ese orden de ideas fue claro en anunciar que la norma de habilitación en Colombia
“ha estado dormida y se ha prestado para toda clase de interpretaciones y obstáculos.
También queremos que las EPS se comprometan en el desarrollo de un sistema de
acreditación para que posean estándares superiores de desempeño; de buena
asistencia a sus afiliados; de la gestión del riesgo poblacional y de compra con calidad
y eficiencia para que se convierta en información pública como lo estableció en
informe de la OCDE en 2016”.
Señaló que reconoce los avances de la Política de Atención Integral en Salud (PAIS);
del Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS) de las Rutas Integrales de Atención
en Salud (RIAS), a los que consideró como buenos. Sin embargo, alertó que “nosotros
no podemos ir por Colombia salvando EPS privadas una tras otra. Cada una con un
problema particular y un interés igualmente particular”.
Consideró, más bien, que los esfuerzos se centrarán en conformar redes integrales e
integradas de servicios con un criterio de calidad focalizado en el usuario, el paciente y
la comunidad. “El criterio no puede ser el interés particular de uno de los actores:
dónde rento más -o dónde gano más- como lo observamos por ahí. Lo importante
será la apropiación de las redes integrales más allá de cualquier otro interés”.
Y concluyó señalando que la Superintendencia Nacional de Salud tiene que ser capaz
de “morder duro a quienes no se comportan en el marco legal y cuyo desempeño
afecta la credibilidad, transparencia y legitimidad del sistema”.