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PRESENTACIÓN

DOCENTE DE LA POLICIA NACIONAL DEL PERU

El presente trabajo de Investigación ha sido realizado por sus alumnos.


Y espero que sea para su conocimiento, el cual fue realizado basándose
en textos de biblioteca e internet por lo tanto esperando que el trabajo
presentado colme las expectativas del lector y que sea de su agrado.
RESUMEN:

El Código Penal, aprobado por el Decreto Legislativo N° 635, tipifica y regula las
conductas consideradas como delitos, con la finalidad de que los responsables por
dichos actos sean investigados y sancionados con la pena correspondiente. Así, el
Código Penal regula delitos que vulneran la vida y la salud de las personas, la
propiedad privada y pública, la ecología, la propiedad intelectual, el orden financiero,
etc.
En el presente informe, analizaremos algunos de los delitos más comunes regulados
por el Código Penal, que vulneran a la Administración Pública y que pueden ser
cometidos por los administrados o la misma administración pública.

INTRODUCCIÓN:

Es cierto que en el “control” o la “lucha” contra los delitos contra la administración


pública, no son suficientes las herramientas penales; es más, la tarea de control más
importante ni siquiera es penal. Como es sabido desde hace tiempo, por ejemplo en
el caso de los delitos de “corrupción de funcionarios”, la mejor manera de contenerlos
consiste en garantizar una mayor “trasparencia” en la actividad funcionarial, una mejor
remuneración para los “funcionarios”, una mejor regulación de las “incompatibilidades”
para ejercer cargos públicos, etc. Pero se puede decir que también la “impunidad”

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retroalimenta, da alicientes, para la comisión más frecuente de delitos contra la
administración pública. Y aquí juega un papel importante, además del Derecho
procesal y policial, sobre todo el Derecho penal. Espero demostrar, a continuación,
aunque sea de manera breve, dónde radican los principales problemas de impunidad
en el tratamiento penal de los delitos contra la administración pública, pero también
dónde, pese a las buenas intenciones, el legislador penal puede caer en el abandono
de los principios de Estado de Derecho que debieran inspirarlo. Emplearé para ello,
en lo básico, el modelo peruano arriba descrito.
CAPÍTULO I
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

1.1. CORRECTO FUNCIONAMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN DE CAUDALES


PÚBLICOS.
La protección penal de este bien jurídico se da a través de diversos tipos
penales que, en concreto, reprimen conductas que atenten contra alguno de
los aspectos que posibilitan este correcto funcionamiento (o sea, los “objetos
de protección”); p. ej. en el “cohecho pasivo propio” (art. 393 C. P.), se trata de
proteger la “imparcialidad” y “legalidad” en el ejercicio de la función; en el
“peculado” (art.387 C. P.), el “patrimonio” de la administración pública; en la
“usurpación de funciones” (art. 361), la “legalidad del ejercicio funcionarial, etc.
Es decir, mientras existe un bien jurídico tutelado, propio de todos los delitos
contra la administración pública, el cual alberga una serie de “objetos de
protección” que son directamente atacados por las conductas ilícitas. Esta
precisión se basa en una distinción entre “bien jurídico” y “objeto de protección”
que, con algunas diferencias terminológicas, puede considerarse dominante en
la doctrina actual que parte de la teoría de bienes jurídicos. Por supuesto que
este cambio de concepción sobre el concepto “administración pública” trae
algunos problemas en la aplicación de tipos penales ya vigentes y que fueron
introducidos bajo la concepción ya superada. En estos casos, se tiene que
producir una reinterpretación en el sentido garantista indicado. Por ejemplo, los
problemáticos tipos penales ya aludidos de “desacato” y “usurpación de
insignias” tienen que interpretarse en el sentido de que solamente serían
punibles aquellas conductas que muestren algún grado de lesividad para un
“objeto de protección” del bien jurídico. Luego, en el “desacato” no bastará con

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un mero “atentado contra el honor” de la persona del funcionario público (para
tal caso ya existen los tipos de delitos contra el honor), sino que se deberá ser
de tal gravedad que afecten de algún modo el “ejercicio ordenado y tranquilo”
de la función pública. Y tampoco bastará con una mera “ostentación pública”
de distintivos propios de una función pública si ésta no es idónea para sugerir
en el público la legitimidad de tal ostentación. En el caso mencionado del
“ejercicio ilegal de la profesión”, la interpretación solamente se puede dar en el
sentido de que se trata de un atentado contra la “fe pública”; por lo tanto, la
lesividad de las conductas debe verificarse en el sentido de que el sujeto no
reunía las cualidades “materiales” para el ejercicio (y no solamente se trata de
infracciones formales); el vacío existente (la impunidad del ejercicio de una
profesión sin “título” alguno) tiene que ser llenado por la vía legislativa.

1.2. EL CONCEPTO PENAL DE “FUNCIONARIO PÚBLICO”


No es idéntico, aunque sí sea semejante, al manejado en el Derecho
administrativo, laboral o constitucional. Como la tarea del Derecho penal
consiste en la protección de bienes jurídicos, su concepto tendrá que estar
vinculado con el bien jurídico
“funcionamiento de la administración pública” en el sentido de que sea
considerado “funcionario público” todo aquél que tenga una posición especial
en relación con tal funcionamiento; o sea que ejerza una “función pública” y que
haya “accedido” a ella de cualquier forma legítima. Usualmente los Códigos
penales prevén una definición más o menos detallada del “funcionario público”.
En el caso peruano, en el art. 425 se prevé una lista de casos específicos con
una cláusula final que permite a la Constitución y las leyes introducir otros casos
de “funcionario público” en sentido penal (numeral 6). Aparte de los casos
coincidentes con las áreas extrapenales (los comprendidos en la carrera
administrativa, los administradores y depositarios de caudales embargados, los
miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales), el art. 425 prevé dos
supuestos particulares. El primero es el de aquellos que “ejercen cargos
políticos” y los “funcionario de confianza” (numeral 2), pues, aunque estos no
entren dentro de la carrera administrativa, tienen aquella posición especial que
los hace sujetos idónes del mayor reproche penal que presuponen los tipos
especiales de los delitos contra la administración pública. El caso más polémico

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es, sin embargo, el de empleados de empresas públicas que, aunque estén
bajo el régimen laboral privado, ejerzan allí funciones públicas (numeral 3). Este
caso extiende al máximo el elemento “acceso” a la función pública, pues basta
con laborar en empresas públicas y tener a su cargo alguna función pública,
sin que haya existido un previo nombramiento o alguna formalidad de acceso
a la función. Sin embargo, en los momentos actuales en los que el Estado
tiende a “privatizar” una serie de actividades, dejándolas en manos de
empresas privadas, resulta imprescindible para la labor protectora del bien
jurídico, incluir estos casos dentro del concepto penal de “funcionario público”.

1.3. FUNCIONARIO PÚBLICO EN EL DERECHO COMPARADO.


El cual Constituye una tendencia actual en la doctrina y legislación penal
trabajar con un concepto amplio de “funcionario público”. Por cierto que la
técnica legislativa puede variar. Así, el C. P. español prevé una “cláusula
amplia” a la manera de una regla interpretativa que distingue entre “autoridad”
y “funcionario público”, en función de si el sujeto tiene “poder de mando y
jurisdicción” o no2. El C. P. alemán también es relativamente amplio (art. 11,
numerales 2 y 4 StGB), pero, a diferencia de la mayoría de las legislaciones
penales, excluye del concepto de “funcionario público” a los miembros del
Parlamento, quienes, por eso, no entran dentro de los tipos de “cohecho”. Para
estos se ha previsto una figura específica: el denominado “cohecho de
parlamentarios” (art. 108e StGB), el cual solamente se refiere al caso de aquél
que “intenta” comprar o vender votos (tipo de “emprendimiento”) para una
elección o decisión en el Parlamento Europeo o en una representación popular
de la Federación, los Estados federados, las municipalidades o las
asociaciones comunales. Esto último merece un análisis breve. En la mayoría
de los países

1.4. DESARROLLO:
A continuación y para una mejor concepción de los delitos contra la
administración pública, realizaremos una división, entre aquellos delitos que
son cometidos por funcionarios públicos y los cometidos por los administrados.

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1.5. DELITOS DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS EN EL EJERCICIO DE SUS
CARGOS.
1.5.1. INTRODUCCIÓN
Abordaremos el tratamiento de los delitos cometidos por los funcionarios
públicos en el ejercicio de sus funciones, englobados dentro de la tipificación
de los delitos cometidos contra la Administración Pública.
Al finalizar el estudio el opositor deberá ser capaz de identificar las conductas
tipificadas y punibles en que pueden incurrir los funcionarios públicos en el
desarrollo de sus funciones, así como el régimen jurídico aplicable a los delitos
contra la Administración Pública.

1.5.2. SECCIÓN I: ABUSO DE AUTORIDAD.


El abuso de autoridad es un tema crítico y latente, razón por la que, suele
utilizarse en varias obras literarias. Una de las obras que presenta esta
temática, es “Diamantes y Pedernales”; Debido a que su autor, José María
Arguedas, pudo observar durante su niñez, como los indígenas de las zonas
rurales eran maltratados, abusados, e ignorados por las autoridades del pueblo.

Artículo 376 del Código Penal: "El funcionario público que, abusando de sus
atribuciones, comete u ordena, en perjuicio de alguien, un acto arbitrario
cualquiera, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años"

Artículo 425 del Código Penal : " Son Funcionarios y/o Servidores Públicos,
aquellos que están comprendidos en la carrera administrativa; los que
desempeñan cargos políticos o de confianza; los de empresas del Estado o
sociedades de economía mixta y de organismos sostenidos por el Estado; los
administradores y depositarios de caudales embargados o depositados por
autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares; los miembros de las
fuerzas armadas y policía nacional, los demás señalados por la Constitución y
las leyes".
Uno de los problemas que enfrenta el Perú como país que busca emerger, salir
del Subdesarrollo es la falta de respeto del marco jurídico, por parte de la
administración pública.

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No solo hay un proceso de anomia que afecta a la sociedad en su conjunto,
sino que además hay en la administración pública, desconocimiento de la
jerarquía de las normas, como también deliberada omisión de la aplicación de
normas, en casi .

1.5.3. ARTÍCULO 376.- ABUSO DE AUTORIDAD.


El funcionario público que, abusando de sus atribuciones, comete u ordena, en
perjuicio de alguien, un acto arbitrario cualquiera, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años.

Artículo modificado por la Sétima Disposición Final de la Ley N° 28165,


publicada el 10-01-2004, cuyo texto es el siguiente:
Cuando los hechos deriven de un procedimiento de cobranza coactiva, la pena
será no menor de dos ni mayor de cuatro años."

El tipo penal de abuso de autoridad encuadra dentro de los denominados


delitos “contra la administración pública, en el que el bien jurídico protegido es
el “correcto funcionamiento de la administración pública”; sin embargo, el delito
en cuestión para su configuración requiere de que la mala actuación
administrativa recaiga en la persona de un sujeto, de un ciudadano particular,
quien sufre las consecuencias de dicha actuación “irregular” que se materializa
en el rehusamiento, retardo o exceso en la forma como se ejerce la autoridad
delegada. El tema en discusión recae en sí el tipo penal supone protección para
ese ciudadano particular que padece el delito o es que sólo debe comprenderse
como objeto de protección a la administración pública.

1.6. EL BIEN JURÍDICO PROTEGIDO.


Dice Abanto Vásquez que, en el caso del delito de “abuso de autoridad” que
por tratarse de un delito contra la administración pública, también se protege el
correcto funcionamiento de la administración pública, sin embargo, en la
pretensión de otorgar una diferencia específica al delito en cuestión señala que,
se trata del bien jurídico “desempeño funcionarial”8, en cuanto apego a las
leyes escritas referidas a su función. La protección recae en la regularidad y,
especialmente, la legalidad de los actos de los funcionarios públicos en las

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actividades propias de su cargo, cuyas violaciones no son castigadas por otras
disposiciones legales”.

1.6.1. ARTÍCULO 377.- OMISIÓN, REHUSAMIENTO O DEMORA DE ACTOS


FUNCIONALES.
El funcionario público que, ilegalmente, omite, rehúsa o retarda algún acto de
su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años
y con treinta a sesenta días-multa.

Un acto de omisión es básicamente evitar llevar a cabo una acción específica.


Esta situación de omisión se puede dar, tal como se ha dicho, de manera
voluntaria o involuntaria. Ejemplos de ambos casos pueden ser cuando se
omite invitar una persona a una ceremonia o cuando se omite el cumpleaños
de alguien. Por lo general, sin embargo, la noción de omisión se relaciona en
mayor medida con un acto involuntario o erróneo y no extremadamente
pensado.

De todos modos, la posibilidad de que un acto de omisión sea cometido sin


mala fe y por un descuido, en algunos casos puede ser aún así punible de
castigo si se trata de omisiones que tienen que ver con cuestiones éticas. En
este sentido, cuando una persona omite ayudar a otra persona que está
desamparada, o cuando un individuo omite las necesidades urgentes de otro,
su omisión puede llegar a ser entendida como un crimen por descuido o
negligencia. Otro caso muy común de este tipo de omisión es aquel que sucede
cuando una persona sufre algún tipo de crimen (robo, asalto) y otra persona
omite asistirla o defenderla. En este caso específico, aquel que comete el acto
de omisión puede ser visto como cómplice de aquel que cometió el crimen y
ser por tanto castigado por ello.

1.6.2. ARTÍCULO 378.- DENEGACIÓN O DEFICIENTE APOYO POLICIAL.


El policía que rehúsa, omite o retarda, sin causa justificada, la prestación de un
auxilio legalmente requerido por la autoridad civil competente, será reprimido
con pena privativa de libertad no mayor de dos años.

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Si la prestación de auxilio es requerida por un particular en situación de peligro,
la pena será no menor de dos ni mayor de cuatro años

1.6.3. ARTÍCULO 379.-REQUERIMIENTO INDEBIDO DE LA FUERZA PÚBLICA.


El funcionario público que requiere la asistencia de la fuerza pública para
oponerse a la ejecución de disposiciones u órdenes legales de la autoridad o
contra la ejecución de sentencia o mandato judicial, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de tres años.

Bien protegido. El abuso funcional. Omisión de deberes del oficio. Denegación


de auxilio. Requerimiento indebido de la fuerza pública. Abandono de destino.
Incitación al abandono colectivo del trabajo.
Derogación. Cohecho. Cohecho del juez. Admisión de dadivas. Malversación
de caudales públicos. Figura agravada. Peculado. Peculado de trabajos o
servicios. Malversación de los bienes equiparados. Demora justificada del
pago. Negativa a entregar bienes. Exacciones ilegales. Figura básica. Figuras
agravadas. Exacción agravada por los medios. Exacción agravada por el
destino del tributo (consusion). Enriquecimiento ilícito de funcionarios y
empleados. Utilización de informaciones y datos reservados. Prevaricato. Bien
protegido. Prevaricato de personas equiparadas. Prisión preventiva ilegal.
Prevaricato de los otros profesionales. Prevaricato de otros auxiliares de la
justicia. Denegación y retardo de justicia. Incumplimiento de la obligación de
promover la represión. Falso testimonio.

1.6.4. ARTÍCULO 380.- ABANDONO DE CARGO.


El funcionario o servidor público que, con daño del servicio, abandona su cargo
sin haber cesado legalmente en el desempeño del mismo, será reprimido con
pena privativa de libertad no mayor de dos años.
Si el agente incita al abandono colectivo del trabajo a los funcionarios o
servidores públicos la pena será privativa de libertad no mayor de tres años.

1.6.5. ARTÍCULO 381.-NOMBRAMIENTO O ACEPTACIÓN ILEGAL.

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El funcionario público que hace un nombramiento para cargo público a persona
en quien no concurren los requisitos legales, será reprimido con sesenta a
ciento veinte días-multa.
El que acepta el cargo sin contar con los requisitos legales será reprimido con
la misma pena
1.6.6. ARTÍCULO 382.- CONCUSIÓN.
El funcionario o servidor público que, abusando de su cargo, obliga o induce a
una persona a dar o prometer indebidamente, para sí o para otro, un bien o un
beneficio patrimonial, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de dos ni mayor de ocho años.

1.6.7. ARTÍCULO 383.- COBRO INDEBIDO.


El funcionario o servidor público que, abusando de su cargo, exige o hace pagar
o entregar contribuciones o emolumentos no debidos o en cantidad que excede
a la tarifa legal, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de cuatro años.

1.6.8. ARTÍCULO 384.- COLUSIÓN.


El funcionario o servidor público que, en los contratos, suministros, licitaciones,
concurso de precios, subastas o cualquier otra operación semejante en la que
intervenga por razón de su cargo o comisión especial defrauda al Estado o
entidad u organismo del Estado, según ley, concertándose con los interesados
en los convenios, ajustes, liquidaciones o suministros será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años.
Artículo vigente conforme a la modificación establecida por el Artículo 2 de la
Ley Nº 26713, publicado el 27-12-96

1.6.9. ARTÍCULO 385.-PATROCINIO ILEGAL.


El que, valiéndose de su calidad de funcionario o servidor público, patrocina
intereses de particulares ante la administración pública, será reprimido con
pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicio
comunitario de veinte a cuarenta jornadas.

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1.6.10. ARTÍCULO 386.-RESPONSABILIDAD DE PERITOS, ÁRBITROS Y
CONTADORES PARTICULARES.
Las disposiciones de los Artículos 384º y 385º son aplicables a los Peritos,
Arbitros y Contadores Particulares, respecto de los bienes en cuya tasación,
adjudicación o partición intervienen; y, a los tutores, curadores y albaceas,
respecto de los pertenecientes a incapaces o testamentarías.
Artículo vigente conforme a la modificación establecida por el Artículo 1 de la
Ley Nº 26643, publicado el 26-06-96. Este Artículo incialmente fue modificado
por la Tercera Disposición Modificatoria de la Ley Nº 26572, publicada el 05-
01-96.

1.7. SECCION III

1.7.1. PECULADO.
CONCORDANCIAS: Ley N° 27770 (Sobre Beneficios Penales y
Penitenciarios) Aplicable en todas las modalidades de este delito, excepto en
la forma culposa

1.7.2. ARTÍCULO 387.- PECULADO.


El funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma,
para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción, administración o
custodia le estén confiados por razón de su cargo, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de dos ni mayor de ocho años.
Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran
destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En estos
casos, la pena privativa de la libertad será no menor de cuatro ni mayor de diez
años.

Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la


sustracción de caudales o efectos será reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de dos años o con prestación de servicios comunitarios de veinte a
cuarenta jornadas. Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos
estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En

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estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de
cinco años.
Artículo vigente conforme a la modificación establecida por el Artículo Unico de
la Ley Nº 26198, publicada el 13-06-93.

1.7.3. ARTÍCULO 388.-PECULADO POR USO.


El funcionario o servidor público que, para fines ajenos al servicio usa o permite
que otro use vehículos, máquinas o cualquier otro instrumento de trabajo
pertenecientes a la administración pública o que se hallan bajo su guarda, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años.
Esta disposición es aplicable al contratista de una obra pública o a sus
empleados cuando los efectos indicados pertenecen al Estado o a cualquier
dependencia pública.
No están comprendidos en este artículo los vehículos motorizados destinados
al servicio personal por razón del cargo.

1.7.4. ARTÍCULO 389.-MALVERSACIÓN.


El funcionario o servidor público que da al dinero o bienes que administra una
aplicación definitiva diferente de aquella a los que están destinados, afectando
el servicio o la función encomendada, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.
Si el dinero o bienes que administra corresponden a programas de apoyo
social, de desarrollo o asistenciales y son destinados a una aplicación definitiva
diferente, afectando el servicio o la función encomendada, la pena privativa de
libertad será no menor de tres años ni mayor de ocho años."
Artículo vigente conforme a la modificación establecida por el Artículo Unico de
la Ley Nº 27151, publicada el 07-07-99.
Nota: Inicialmente este artículo fue modificado por el Artículo único de la Ley
Nº 26198 publicada el 13-06-93.

1.7.5. ARTÍCULO 390.-RETARDO INJUSTIFICADO DE PAGO.


El funcionario o servidor público que, teniendo fondos expeditos, demora
injustificadamente un pago ordinario o decretado por la autoridad competente,
será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años.

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1.7.6. ARTÍCULO 391.-REHUSAMIENTO A ENTREGA DE BIENES
DEPOSITADOS O PUESTOS EN CUSTODIA.
El funcionario o servidor público que, requerido con las formalidades de ley por
la autoridad competente, rehúsa entregar dinero, cosas o efectos depositados
o puestos bajo su custodia o administración, será reprimido con pena privativa
de libertad no mayor de dos años.

1.7.7. ARTÍCULO 392.-EXTENSIÓN DE PUNIBILIDAD.


Están sujetos a lo prescrito en los artículos 387º a 389º, los que administran o
custodian dineros pertenecientes a las entidades de beneficencia o similares,
los administradores o depositarios de dinero o bienes embargados o
depositados por orden de autoridad competente, aunque pertenezcan a
particulares, así como todas las personas o representantes legales de personas
jurídicas que administren o custodien dineros o bienes destinados a fines
asistenciales o a programas de apoyo social. (1)(2
(1) Artículo vigente conforme a la modificación establecida por el Artículo Unico
de la Ley Nº 26198, publicado el 13-06-93
(2) Artículo modificado por la Sétima Disposición Final de la Ley N° 28165,
publicada el 10-01-2004, cuyo texto es el siguiente:

1.7.8. ARTÍCULO 392.- EXTENSIÓN DEL TIPO.


Están sujetos a lo prescrito en los artículos 387 a 389, los que administran o
custodian dinero perteneciente a las entidades de beneficencia o similares, los
ejecutores coactivos, administradores o depositarios de dinero o bienes
embargados o depositados por orden de autoridad competente, aunque
pertenezcan a particulares, así como todas las personas o representantes
legales de personas jurídicas que administren o custodien dinero o bienes
destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social."

1.8. DELITOS COMETIDOS POR LOS ADMINISTRADO


1.8.1. Introducción

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El Código Penal, aprobado por el Decreto Legislativo N° 635, tipifica y regula
las conductas consideradas como delitos, con la finalidad de que los
responsables por dichos actos sean investigados y sancionados con la pena
correspondiente. Así, el Código Penal regula delitos que vulneran la vida y la
salud de las personas, la propiedad privada y pública, la ecología, la propiedad
intelectual, el orden financiero, etc.
En el presente informe, analizaremos algunos de los delitos más comunes
regulados por el Código Penal, que vulneran a la Administración Pública y que
pueden ser cometidos por los administrados.

1.8.2. Marco legal


Los delitos contra la Administración Pública se encuentran regulados en el
Título XVIII del Libro Segundo del Código Penal.

Sobre los delitos cometidos por los administrados


Veamos los delitos contra la Administración Pública que pueden cometer los
administrados.

Usurpación de función pública - Artículo 361º del Código Penal


El artículo 361º del Código Penal tipifica el delito de usurpación de función
pública señalando lo siguiente:

“El que, sin título o nombramiento, usurpa una función pública, o la facultad de
dar órdenes militares o policiales, o el que hallándose destituido, cesado,
suspendido o subrogado de su cargo continúa ejerciéndolo, o el que ejerce
funciones correspondientes a cargo diferente del que tiene, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de siete años, e
inhabilitación de uno a dos años conforme al artículo 36º, incisos 1 y 2. Si para
perpetrar la comisión del delito, el agente presta resistencia o se enfrenta a las
Fuerzas del Orden, la pena será privativa de libertad no menor de cinco ni
mayor de ocho años”.

Como podemos apreciar, el delito de usurpación de función pública se


configura cuando una persona realiza actos que constituyen una función

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pública, sin contar con la calidad de funcionario público necesaria para realizar
dicha función
El delito también se configura cuando un funcionario público que ha sido
destituido, cesado, suspendido o subrogado de su cargo, continúa ejerciendo
las funciones propias de su cargo.

La sanción por este delito es de pena privativa de libertad no menor de cuatro


ni mayor de siete años. Asimismo, se le impone al autor una inhabilitación para
ejercer función pública por un período entre uno y dos años.
Se considera como una situación agravante cuando el autor del delito se ha
resistido a las fuerzas policiales o a las fuerzas militares para cometer el delito,
en cuyo caso la pena privativa de libertad será no menor de cinco ni mayor de
ocho años.

Ostentación de distintivos de función o cargos que no ejerce – Artículo


362º del Código Penal
El artículo 362º sanciona el delito de ostentación de distintivos de función o
cargos, señalando lo siguiente:

“El que, públicamente, ostenta insignias o distintivos de una función o cargo


que no ejerce o se arroga grado académico, título profesional u honores que
no le corresponden, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
un año o con prestación de servicio comunitario de diez a veinte jornadas”.

El deliro de ostentación de distintivos de función o cargo está referido a la


situación en la que una persona utiliza emblemas, insignias u otros distintivos
que son indicativos de un cargo o función pública, sin contar con el título o
nombramiento correspondiente. Como puede ser el caso de quien utiliza un
uniforme policial sin ser policía.

Asimismo, encaja en este delito la conducta por la cual una persona se arroga
un grado académico o título profesional sin que le corresponda tal calificación.
La sanción para este delito es la pena privativa de libertad no mayor de un año
o la pena de prestación de servicio comunitario de diez a veinte jornadas.

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Ejercicio ilegal de profesión – Artículo 363° del Código Penal
El delito tipificado en el artículo 363 guarda relación con el delito visto en el
numeral anterior. El artículo 363° sanciona el ejercicio ilegal de una profesión,
señalando lo siguiente:

“El que ejerce profesión sin reunir los requisitos legales requeridos, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro
años.
El que ejerce profesión con falso título, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años.
La pena será no menor de cuatro ni mayor de ocho años, si el ejercicio de la
profesión se da en el ámbito de la función pública o prestando servicios al
Estado bajo cualquier modalidad contractual”.

De acuerdo a este tipo penal, se sanciona la conducta por la cual una persona
realiza actividades propias de un profesional, sin contar con los requisitos
legales para tener dicha profesión. Así, se sancionaría por este delito a la
persona que patrocine a otra en un proceso judicial, sin contar con el título de
abogado requerido.

La sanción para este delito es la pena privativa de libertad no menor de dos ni


mayor de cuatro años.
Cuando el ejercicio ilegal de la profesión se realiza utilizando un título falso, la
pena privativa de libertad a imponer será no menor de cuatro ni mayor de seis
años.
Si el delito se realiza para ejercer una función pública o para prestar servicios
al Estado, la pena privativa de libertad será no menor de cuatro ni mayor de
ocho años.
Además de las sanciones previstas para quienes ejercen indebidamente una
profesión, el Código Penal también sanciona al profesional que permite que se
realice el ejercicio ilegal de la profesión. Así, el artículo 364º señala lo siguiente:

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“El profesional que ampara con su firma el trabajo de quien no tiene título para
ejercerlo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años
e inhabilitación de uno a tres años conforme al artículo 36º, incisos 1 y 2”.
Como vemos, la sanción en este delito recae sobre el profesional que, a través
de su firma, ampara o permite que una persona ejerza ilegalmente una
profesión.
La sanción para este delito es de pena privativa de libertad no mayor de cuatro
años y la inhabilitación por un período entre uno y tres años para ejercer
funciones o cargos públicos.

Violencia contra la autoridad para obligarle a algo - Artículo 365º


El artículo 365° tipifica el delito de violencia contra la autoridad, que se
configura cuando una persona ejerce violencia o amenaza contra un funcionario
o servidor público, para impedir que éste realice sus funciones o para obligarlo
a realizarlas. El artículo mencionado señala lo siguiente:

“El que, sin alzamiento público, mediante violencia o amenaza, impide a una
autoridad o a un funcionario o servidor público ejercer sus funciones o le obliga
a practicar un determinado acto de sus funciones o le estorba en el ejercicio de
éstas, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años”.
Debemos señalar que el delito se configura incluso cuando se le obliga al
funcionario a cometer un acto que se encuentre dentro de sus funciones, por lo
que el elemento trascendente de este delito es la violencia o la amenaza que
ejerce el autor.
La sanción para el autor de este delito es de pena privativa de libertad no mayor
de dos años.

Violencia contra la autoridad para impedir el ejercicio de sus funciones -


Artículo 366º del Código Penal
El artículo 366° del Código Penal contempla un delito vinculado también a la
violencia o amenaza que se ejercen sobre funcionarios públicos. Este artículo
señala lo siguiente:
“El que emplea intimidación o violencia contra un funcionario público o contra
la persona que le presta asistencia en virtud de un deber legal o ante

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requerimiento de aquél, para impedir o trabar la ejecución de un acto propio de
legítimo ejercicio de sus funciones, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de cuatro años o con prestación de servicio
comunitario de ochenta a ciento cuarenta jornadas”.
La sanción para este delito es de pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de cuatro años, o con prestación de servicio comunitario por ochenta a
ciento cuarenta jornadas.

Desobediencia o resistencia a la autoridad - Artículo 368º del Código


Penal
El delito de desobediencia o resistencia a la autoridad está referido a la
situación en la que una persona no acata el mandato emitido por un funcionario
en el ejercicio de sus funciones, con excepción de los mandatos referidos a la
detención de la persona. Es de señalar, que el delito se configurará sólo en los
casos en los que el mandato haya sido emitido legalmente. El artículo 368º
señala lo siguiente:
“El que desobedece o resiste la orden impartida por un funcionario público en
el ejercicio de sus atribuciones, salvo que se trate de la propia detención, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años”.

Violencia contra autoridades elegidas - Artículo 369º del Código Penal


El delito regulado por el artículo 369º está referido a la violencia que se ejerce
exclusivamente contra las autoridades elegidas por mandato popular. Así, la
norma señala lo siguiente:
“El que impide a los Senadores o Diputados o a los miembros de las Asambleas
Regionales o a los Alcaldes o Regidores el ejercicio de las funciones propias
de sus cargos, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de cuatro años.
Si el agente es funcionario o servidor público sufrirá, además, inhabilitación de
uno a tres años conforme al artículo 36º, incisos 1 y 2”.
Nótese que la norma hace referencia a los senadores o diputados, pero
debemos entender que actualmente, el delito se aplicaría con respecto a los
congresistas.

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La norma sanciona este delito con una pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de cuatro años. Constituye agravante si el autor es funcionario o
servidor público, en cuyo caso, se aplicará también la sanción de inhabilitación
para el ejercicio de cargo público, por un período entre uno y tres años.

Negativa a colaborar con la Administración de Justicia – Artículo 371º del


Código Penal
El artículo 371º tipifica el delito de negativa a colaborar con la Administración
de Justicia, aplicable a los testigos, peritos, traductores o intérpretes que han
sido requeridos para prestar declaración o presentar un informe o servicio
respecto de un proceso.
De esta manera, el artículo 371º señala lo siguiente:
“El testigo, perito, traductor o intérprete que, siendo legalmente requerido, se
abstiene de comparecer o prestar la declaración, informe o servicio respectivo,
será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con
prestación de servicio comunitario de veinte a treinta jornadas.
El perito, traductor o intérprete será sancionado, además, con inhabilitación de
seis meses a dos años conforme al artículo 36º, incisos 1, 2 y 4”.
La norma sanciona este delito con una pena privativa de libertad no mayor de
dos o con prestación de servicio comunitario por veinte a treinta jornadas.
En el caso de los peritos, traductores e intérpretes, se aplicará también la
sanción de inhabilitación para ejercer cargos o funciones públicas y para ejercer
su profesión, por un período entre seis meses y dos años.

CONCLUSIONES

Los delitos contra la Administración Pública perjudican el correcto funcionamiento de


las entidades públicas, tanto a nivel administrativo como a nivel judicial, lo que
repercute en los intereses de los administrados, pues sus derechos pueden verse
seriamente afectados al no contar con procedimientos eficaces y adecuados, que
garanticen decisiones legales y razonables de los funcionarios públicos.
Por ello, la investigación y sanción de los delitos tipificados por el Código Penal,
constituye un mecanismo fundamental para el adecuado funcionamiento de la

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Administración Pública. Depende de la Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público
y el Poder Judicial, que los delitos se investiguen y se castiguen en forma efectiva.

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