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Monografía de:
“TUBERCULOSIS”
CARRERA : ODONTOLOGIA
MATERIA : MICROBIOLOGÍA
DOCENTE : EDUARDO ROJAS
ESTUDIANTE : NAYARA THAIS SILVA SOUSA 61555
2 DESARROLLO ................................................................................................. 2
3 CONCLUSIÓN ............................................................................................... 19
4 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................ 20
1 INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista de la sanidad pública para la ciudad de Santa Cruz y otras
ciudades del planeta, es decir que: lo que no se mide no existe y, es más, no se le
puede hacer frente. En el caso de la tuberculosis pulmonar, compañera inmemorial
de la humanidad, la observación y la vigilancia tanto de los éxitos como de los
fracasos son claves para fijar las estrategias nacionales e internacionales que
contribuyan a controlarla y a ponerle fin en algún momento, es por eso que los
estudiantes de la áreas de medina están conscientes de su existencia, siendo este
material de estudio referente para el ámbito estudiantil.
El trabajo está pensando para describir los riesgos posibles de la enfermedad sobre
todo en mujeres y niños. El método que se utiliza para describir el tema es la
descriptiva, bibliográfica, donde se aborda los temas como ser: Descripción,
Clasificación de la tuberculosis, Signos y síntomas, Como se transmite la
tuberculosis, Cómo diagnosticar la infección de tuberculosis latente y la enfermedad
de tuberculosis, Factores de riesgo, Prevención, Tratamientos para la tuberculosis.
2.1 Descripción
Los síntomas de la enfermedad de tuberculosis dependen del área del cuerpo donde
se estén multiplicando las bacterias de la tuberculosis. Por lo general, las bacterias
de la tuberculosis se multiplican en los pulmones (tuberculosis pulmonar). La
enfermedad de tuberculosis en los pulmones puede causar síntomas como los
siguientes: (CDC, 2017)
Cuando una persona inhala las bacterias de la tuberculosis, estas pueden alojarse
en los pulmones y comenzar a multiplicarse. Desde allí, las bacterias pueden
desplazarse por la sangre a otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna
vertebral y el cerebro.
Las personas que se cree que tienen enfermedad de tuberculosis deben ser
remitidas a una evaluación médica completa, la cual incluirá lo siguiente:
En todos los casos, la M. tuberculosis que se aísla por primera vez debe analizarse
para determinar su resistencia a los medicamentos. Es muy importante identificar
esta resistencia a los medicamentos tan pronto como sea posible para garantizar
un tratamiento eficaz. Deben repetirse los patrones de sensibilidad a los
medicamentos en los pacientes que no respondan adecuadamente al tratamiento o
que hayan tenido resultados positivos en sus cultivos pese a que hayan recibido
tratamiento durante 3 meses. Los resultados de sensibilidad obtenidos en el
laboratorio deben reportarse rápidamente al proveedor de atención médica primaria
y al programa estatal o local de control de la tuberculosis.
Siempre hay que tener en cuenta la función fisiológica del alvéolo pulmonar para
entender la esencia de la infección por M. tuberculosis. El alvéolo es una estructura
muy delicada, configurada por unas células epiteliales, los neumocitos de tipo i, o
células alveolares planas, que configuran el 95% de la superficie y que tienen un
grosor ínfimo para permitir la difusión de gases, que a la vez han de atravesar las
células endoteliales de los capilares que revisten los alvéolos. A la vez, estas células
están adheridas firmemente entre ellas para evitar la entrada de plasma. Este hecho
es trascendental, puesto que permite mantener una tensión superficial baja, gracias
al surfactante generado por los neumocitos de tipo ii, pero tiene una contrapartida
negativa: evita la entrada de anticuerpos. Igualmente, cada alvéolo tiene su MA que
se dedica a limpiar constantemente este espacio. Hemos de tener en cuenta que
aproximadamente cada 6s el alvéolo se expande para permitir la entrada de aire del
exterior, y con él todo tipo de partículas y de patógenos. La función del MA es
mantener limpio el alvéolo para permitir el intercambio de gases y evitar a toda costa
cualquier desarrollo inflamatorio que pueda romper su delicada estructura. El MA
es, pues, una especie de «Don Limpio», no un «policía» dedicado a identificar
patógenos para generar una respuesta inflamatoria inmediatamente, como sería el
caso de las células de Langerhans de la piel. A este lavado también contribuye el
surfactante, convertido en fluido alveolar, que sirve no solo para mantener la tensión
superficial, sino que también lava el espacio alveolar, puesto que es constantemente
drenado con el movimiento respiratorio hacia los bronquiolos, el árbol bronquial y la
faringe, para ser deglutido y dirigido hacia el estómago. Diariamente drenamos
aproximadamente 500mL de fluido alveolar hacia el estómago.
Otra vía de diseminación habitual es la generada por el mismo drenaje del bacilo a
través del fluido alveolar, que permite que entre en la cavidad faríngea, pudiendo
penetrar en la mucosa a través de pequeñas heridas, afectando a los ganglios
cervicales; o provocando una TBA intestinal, en el caso de que la acidificación
gástrica no sea suficiente como para destruir el bacilo. Por otra parte, la TBA pleural
no deja de ser una variante de la TB pulmonar. Las células mesenquimales de la
serosa pleural se encargan de vigilar cualquier mínima alteración del parénquima
pulmonar más superficial y ante cualquier mínima lesión generan un masivo influjo
de PMN y monocitos para aislarla y generar tejido fibroso a su alrededor.
2.8 Prevención
Si una persona tiene síntomas de tuberculosis, tal vez necesite tomar medicamentos
para prevenir que se convierta en enfermedad de tuberculosis más adelante.
Muchos medicamentos se utilizan para tratar la infección de tuberculosis. Es
importante que los medicamentos sean suministrados en la forma exacta en que el
especialista profesional indique.
Los microbios que siguen vivos pueden volverse más difíciles de tratar con
medicamentos más caros. Si el paciente tiene la enfermedad de tuberculosis, el
tratamiento para matar todos los microbios puede durar de seis meses a un año.
4 BIBLIOGRAFÍA