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LA JUSTICIA DE DIOS SE ALCANZA POR FE

ROMANOS 10:1-17

INTRODUCCION:

En este pasaje de Romanos 10, el apóstol Pablo, muestra el trágico error de Israel y proclama el
gran peligro de no alcanzar la justicia de Dios, que no vienen por las obras de la ley como creían
los judíos, sino por la Fe en Jesucristo, en quien se ha cumplido toda la justicia de Dios por el
pecado de los hombres. La doctrina de la justificación por Fe, nos proporciona el fundamento del
puente que reconcilia a Dios y al hombre.

También nos presentan la importante responsabilidad que tenemos como creyentes de procla-
mar esta verdad del Evangelio que hemos sido declarados justos por medio del sacrificio de
Cristo.

1. ¿POR QUE NO SE ALCANZA LA JUSTICIA?

a. Por no conocer a Dios y su justicia. V1-4


Al desconocer la forma en que se hace efectiva la Justicia de Dios (V4), los hombres tien-
den a establecer sus buenas acciones como obras de justicia, sintiéndose aceptos por
Dios, desconociendo que en la muerte de Cristo se cumpliría toda justicia, y ellos serian
hallados justos en Él.
Cuando las personas quieren hacerse justos ante Dios en sus obras, sin haber creído en
Cristo, establecen su propia justicia engañosa y no la legítima que viene de Dios por creer
en su Hijo.

b. Por la incapacidad de cumplir totalmente su ley. V5


La justicia que es por la ley demandaba que los hombres cumplan a cabalidad todos sus
mandamientos, pero nadie la ha podido cumplir plenamente. Romanos 3:20.

2. ¿COMO ES LA JUSTICIA POR LA FE?

a. Es una obra ya realizada por Él. V6-8


El apóstol Pablo parafrasea Deuteronomio 30:12-14, para mostrar que no tenemos que
hacer la obra que ya Dios ha realizado en Cristo. Ya no es necesario que alguien suba al
cielo para “traer a Cristo”, o quien baje al abismo “para resucitarlo”, sino que este acto que
nos trae justicia por la fe, “la venida, la muerte y resurrección de nuestro Señor” se en-
cuentra a nuestro alcance en el evangelio que se nos ha predicado. V8.

b. Requiere creer y confesar a Cristo V9-11.


 Confesar: No un simple reconocimiento de que Él es Dios y el Señor del universo, ya
que hasta los demonios reconocen que esto es verdad (Santiago 2:19). Se trata de una
convicción personal profunda y sin reservas, de que Jesús ejerce un señorío directo y
soberano sobre nosotros. Esta frase supone el arrepentimiento del pecado, la plena
confianza en Jesús para obtener salvación, y un sometimiento incondicional a Él como
Señor.
 Creer: La resurrección de Cristo fue la validación suprema de su ministerio. La creencia
en ella es necesaria para la salvación porque demostró que Cristo era quien afirmaba
ser y que el Padre había aceptado su sacrificio en sustitución por los pecadores.
c. Está disponible para todos. V12-13
 Pablo citó al profeta Joel (2:32) para recalcar una vez más que la salvación está dispo-
nible para personas de todas las naciones y razas que Dios haya llamado.
 Solo hay un camino para todos, pero es real para los que con Fe lo invocan.

3. NUESTRA RESPONSABILIDAD COMO CREYENTES.

a. La predicación de esta verdad – el evangelio V14-17


La fe verdadera siempre tiene contenida la Palabra de Dios. La salvación viene a aquellos
que escuchan y creen los hechos del evangelio. Una presentación clara del mensaje del
evangelio debe anteceder la verdadera fe que salva.
 Usted y yo estamos llamados a anunciar esta verdad de la justificación que Dios nos
ha otorgado gratuitamente por la Fe en su Hijo V14-15a.
 Estos mensajeros son bendiciones de Dios para un mundo necesitado V15b.

CONCLUSIÓN:
Es una realidad clara en la Palabra de Dios, que no todos responderán al mensaje del evangelio
y por ello no alcanzaran la justicia que es por la Fe, pero no desmayamos en nuestra misión,
sino que insistimos a tiempo y fuera de tiempo ya que, para nosotros, es un motivo más para ver
que es Dios quien obra en los corazones para dar Fe y justificar a los que en verdad oyen su
mensaje. V16-17.

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